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Liderazgo con proposito (página 3)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Lamentablemente la tendencia humana es anticipar siempre el fracaso y anteponer todas las situaciones negativas y nocivas que aún no han ocurrido para ejecutar un plan. Es mas, mucha «sabiduría» tradicional equivocada nos enseña que el fracaso es ganancia. Por ejemplo:

  • Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender. Dickens

  • Por la ignorancia nos equivocamos, y por las equivocaciones aprendemos. Proverbio romano

  • Toda desgracia [fracaso] es una lección. Proverbio turco

Los científicos e investigadores nos enseñan que contemplar el error es un paso ineludible y valioso para poder avanzar. Y que todos aprendemos y nos hacemos adultos tras aplicar infinitas veces el binomio ensayo-error. Pero en la vida del liderazgo direccionado por Dios no es así. Si el plan de Dios lo esta desarrollando un líder totalmente dependiente, no cabe la prueba y el error; desde un principio Dios tiene contemplado el éxito total. Por tanto, si usted quiere ser un líder de éxito en los planes de Dios nunca considera el fracaso en la planificación; esto no quiere decir que hay que definir, planificar y atender los riesgos; pero los riesgos son oportunidades magníficas para asegurar una victoria mayor

La verdad es que Dios no esta interesado en que fracasemos; tampoco que aprendamos del error cometido. En Dios los planes son completos y perfectos. Pero para ello tenemos que entender que:

  • 1. Dios nunca considera el fracaso o error en un proyecto. En ningún momento Nehemías diseñó planes alternativos si el asunto no funcionaba; había dedicado tiempo a orar y a planear lo que efectivamente tenía que hacer para desarrollar el proyecto; esperaba que Dios interviniera en el asunto indicado y en el tiempo perfecto.

Proverbios 15:22 dice: "ningún proyecto prospera si no hay buena dirección; los proyectos que alcanzan el éxito son los que están bien dirigidos". Para lograr una excelente dirección, el líder debe depender totalmente de Dios.

Es muy común cuando se diseña un proyecto considerar planes alternativos en el evento de ocurrir un falla o error; al menos eso enseñan los planificadores, pero mientras el líder este consciente que esta desarrollando lo que Dios quiere que haga, no habrá campo para la duda y menos para considerar planes alternativos en caso que el asunto no funcione.

  • 2. Para el desarrollo de los planes de Dios no hay alternativa de repetir en caso de error. Si Dios esta dirigiendo el proyecto, el líder tiene la plena confianza que lo ejecutado tendrá repercusiones de éxito. No existe la posibilidad del error; si a acaso se presenta, tenga por seguro que ha sido falla netamente humana, bien sea porque el líder perdió la dirección de Dios o porque quiso intervenir anticipadamente bajo su propio riesgo.

Cuando Josué inició su largo camino de liderazgo, las palabras de Dios fueron claras y contundentes: "Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en el día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él esta escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito". Josué entendió que solo una relación intima, natural y dependiente de Dios garantizaría un triunfo absoluto en su vida de liderazgo.

  • 3. Las pruebas y ataque del enemigo nunca superarán el poder de Dios. Es cierto que mientras el líder esta desarrollando los planes de Dios se presentará oposición, rechazo y ataques, pero la buena disposición del liderazgo a realizar los planes de Dios hacen de las pruebas plataformas de experiencia para madurar y crecer.

Cuando Nehemías comenzó a levantar la muralla en Jerusalén, se levantaron opositores; los enemigos sintieron tal vez envidia o sintieron que sus intereses se sentían amenazados; pero de todas formas se declararon abiertamente en contra del propósito de Nehemías. Y la respuesta que les dio Nehemías fue: "…el Dios del cielo nos dará éxito; por tanto, nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos…" (Neh. 2:19-20)

El principio para aprender es que los líderes se enfocan en obtener el éxito y desechan la alternativa del fracaso como parte del desarrollo del plan.

Reflexión: ¿Has sentido la tendencia al negativismo y anticipar el fracaso cuando inicia un nuevo proyecto? Si cuando inició la planeación de su proyecto consideró planea alternativos en caso que el principal no funcione, es porque no tiene seguridad en que Dios estará guiando su proyecto.

Comunión: ¿Cómo puede usar Dios a otros creyentes para ayudarlo en tu plan?

¤ ¿Formas parte de un grupo pequeño o tienes un amigo de confianza que te pueda ayudar a revisar tus metas y plazos?

¤ Pídale a esa persona que te recuerde tu responsabilidad al planificar y al ejecutar.

Discipulado: liderar como Jesús significa aprender su estilo de administración

Estudia los versículos en este capítulo para descubrir los planes de Dios para los líderes. ¿Sigues estos planes?

¤ ¿Qué puedes hacer ahora para aprender más sobre Jesús y de cómo puede hacer para parecerte más a El?

¤ ¿Cómo te ha ayudado este capitulo para crecer como discípulo de Cristo?

¤ Antes de la siguiente lección, lea y medita en Juan 17 y examina el patrón que Jesús estableció para el liderazgo.

Ministerio: Conocer las necesidades del cuerpo de Cristo (la iglesia) implica una planificación cuidadosa para no desperdiciar los recursos.

¤ ¿De qué manera Dios quiere usarte para servir a otros creyentes?

¤ Si estas en liderazgo en la iglesia, ¿cuál planificación requiere tu rol?

¤ Qué principios de Nehemías puedes aplicar para ser mas efectivo para el Señor en tu ministerio (trabajo)?

Evangelismo: los líderes son observados por otros creyentes y no creyentes

¤ En tu papel de líder, ¿cómo te aseguras de reflejar a Cristo a aquellos que están bajo tu liderazgo?

¤ ¿Hay alguna estrategia que pueda estudiar o el ejemplo que algún líder que puedas seguir?

¤ ¿Cómo te ayuda la planificación a responder ante la crisis y las críticas de rechazo?

¤ Medita al respecto, haga un plan y prepárate a manejar las crisis.

Adoración: si queremos reflejar a Dios a quienes nos rodean, debemos pasar tiempo en Su presencia.

¤ ¿Cómo puede usar Dios un culto, un estudio bíblico, un concierto cristiano, para afirmar tus aptitudes de liderazgo?

¤ ¿Te tomas tiempo diariamente para estar a solas con el Señor?

¤ Momentos de tranquilidad es una manera de «recargar tus baterías» espirituales. Si no pasas tiempo a solas con el Señor; haz de Dios tu prioridad y verás lo que El hace con tus planes.

Reflexión: Dios te ha escogido como líder para guiar a otros; el asunto no se trata si alcanzaras o no las metas propuestas. Se trata de dar el primer lugar a Dios y desarrollar los planes que están en el corazón de El. Orar, planificar, aprovechar las oportunidades y buscar la ayuda de otros hacen parte del desarrollo del proyecto. Cuando dependemos de Dios, El mueve y organiza todo para que se cumpla la meta; así el éxito esta asegurado.

Versículo central: "en realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo, …." Eclesiastés 8:6

Para desarrollar un plan se requiere aplicar elementos motivantes en las personas que serán afectadas o que colaborarán en la ejecución del proyecto. Puede ser que las personas estén muy conformes con la situación actual, puede ser que no estén dispuestas a asumir riesgos, o tal vez se sientan limitadas para hacer algo diferente, o en últimas, piensan que todo esta bien y que no hay esperanzas de algo nuevo.

El éxito nunca es un espectáculo de un solo hombre. Nehemías sabía que su proyecto de reconstrucción de los muros necesitaría de un equipo de personas consagradas y trabajadoras que compartieran su visión. Cuando llegó a Jerusalén, la gente con que se encontró se sentía derrotada y apática, y vivía en medio de escombros. En los últimos noventa años se había intentado en dos ocasiones la reconstrucción de los muros, sin lograrlo. El pueblo había perdido toda su seguridad; había llegado a una conclusión: « ¡no se puede!».

Nehemías llegó al lugar, y en cuestión de días había conseguido el apoyo de toda la ciudad. Formó equipos, los movilizó y logró que el muro estuviera reconstruido en cincuenta y dos días. ¿Cómo logró el éxito donde otros habían fracasado?

Nehemías no eras solo un gran líder; él comprendía los principios de la motivación.

¿Cómo motiva un líder a otras personas? He aquí dos de los ocho aspectos de cómo lo hizo Nehemías:

  • 1. Un líder espera oposición. "Pero al oír que alguien había llegado a ayudar a los israelitas, Sanbalat el heronita y Tobias el siervo amonita se disgustaron mucho" (Nehemías 2:10)

En el momento que digas: «hagamos algo», alguien va a saltar y decir: «no hagamos nada». Cuando el pueblo de Dios se levanta y dice «edifiquemos», Satanás dice «derribemos».

La gente tiene una resistencia natural a los cambios; no les gustan. Quieren el status quo, cuya traducción más cercana sería

«quiero que no me quite del lío en que estoy metido». La gente se resiste a los cambios por diversas razones. Por eso, para favorecer los cambios necesarios, los líderes averiguan cuáles son esas razones y se enfrentan a ellas.

Sanbalat, el gobernador de Samaria, y Tobías, el líder de los amonitas, oyeron decir que venía Nehemías para reconstruir los muros. Sin que Nehemías hubiera llegado siquiera a Jerusalén, ya había oposición contra lo que iba a hacer. No estamos seguros de la forma como Nehemías lo supo, pero es probable que enviara exploradores por delante, a fin de que descubrieran los posibles problemas que existieran.

Algo similar ocurrió con Pablo cuando estaba desarrollando su ministerio: había oposición a los planes; "Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés, porque se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de hay muchos en mi contra" (1 Cor 16:8-9). Es normal recibir oposición y resistencia. Cuando se avecinan cambios las personas muestran resistencia por el temor a perder, a enfrentar algo nuevo o desconocido, o el desgaste aparente de adaptarse a una nueva situación.

No hay oportunidad sin oposición. Cuando tus planes exijan que tu gente cambie para producir resultados, espera oposición. "He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obra despierta la envida del hombre contra su prójimo." Eclesiastés 4:4.

  • 2. Un líder espera el momento oportuno. "tres días después de haber llegado a Jerusalén" (Nehemías 2:11). ¿Alguna vez has visto morir una buena idea porque no era el tiempo ideal? El tiempo lo cambia todo. Nehemías sabia que esto también se aplicaba a la motivación de las personas.

Después de llegar a Jerusalén, esperó tres días antes de comenzar. No entró a la ciudad cabalgando con banderas desplegadas y tocando la banda militar. No proclamó «aquí estoy para salvar la situación, y ahora, ¡a trabajar!». Ni siquiera anunció el motivo de su llegada; su diario dice que durante tres días no hizo nada.

¿Qué hizo durante estos tres días? Probablemente pasó descansando, recuperándose de un largo viaje por el desierto. ¡Nunca tomes la decisión de importancia cuando estés cansado! Es probable que sea una decisión errada; la fatiga enturbia nuestros puntos de vista.

Lo más cercano que hizo Nehemías durante estos tres días fue orar; era un hombre de oración; tal vez estuvo repasando sus planes, revisando la estrategia. ¿Se puede imaginar las conjeturas que estaría haciendo la gente de la ciudad? Llegó un

«forastero», con cartas de autorización de un rey, con escolta militar, a una ciudad derrotada y desalentada. La tensión por estos tres días iba en aumento. Al tercer día, todos habían oído hablar de Nehemías en la ciudad y estaban muy interesados en escuchar a este hombre.

Si lo que piensas hacer va a producir cambios en la vida o situación de los demás, es vital que esperes el momento oportuno.

Reflexión: los principios que aplicó Nehemías también pueden funcionar para ti. Si te ascienden a un puesto, si necesitas hacer que la gente colabore contigo, si necesitas vender una idea, tienes que introducir cambios; para hacer andar un proyecto necesitas hacer que la gente se entusiasmen con el plan.

En la guía anterior vimos los primeros dos principios que aplicó Nehemías para motivar al pueblo. Continuemos con los otros dos:

  • 3. Un líder evalúa la situación real. "Salí de noche acompañado de algunos hombres, pero a ninguno de ellos le conté lo que mi Dios me había motivado hacer por Jerusalén. La única bestia que llevábamos era la que yo montaba. Esa noche salí por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y la puerta del Basurero. Inspeccioné las ruinas de la muralla de Jerusalén, sus puertas consumidas por el fuego" (Nehemías 2:12-13).

El objetivo claro de Nehemías era inspeccionar personalmente los muros sin llamar la atención; quería valorar los daños.

Es muy interesante observar que Nehemías estaba realizando la labor previa; una etapa solitaria que realiza el líder para comprobar hechos. La preparación, la comprobación de datos y la investigación no tienen nada de encantadoras ni emocionantes; pero sin ellas el plan esta condenado al fracaso.

Es posible que ya a estas alturas Nehemías se sintiera desanimado. Al examinar el problema y ver lo grande que era, debe haber pensado: «¡esto es mucho peor de lo que me imaginaba! ¿Qué voy a hacer? Nunca me había enfrentado a un problema así en toda mi vida».

"Los gobernadores no supieron a dónde fui ni qué hice, porque hasta entonces no había dicho nada a ningún judío; ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los gobernadores ni a los que estaban trabajando en la obra" (Nehemías 2:16).

¿Por qué Nehemías mantuvo tanto secreto con respecto a la inspección? No quería que detuvieran sus planes antes de comenzarlos; sabía que necesitaba conseguir datos precisos. ¿Ha notado lo fácil que es para la gente matar una buena idea? La gente negativa tiende mucho más a expresar sus ideas, que la gente positiva.

Los grandes líderes protegen sus planes de una muerte prematura.

Para que entendamos esta verdad, mire lo que dice la biblia: "Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento,

¡y no lo vendas!" (Pr 23:23). "Es necio y vergonzoso responder antes de escuchar" (Pr 18:13). "Sólo el tondo cree sin más lo que se le dice. El hombre prudente examina lo dicho para ver a dónde conduce" (Pr 14:15 BAD).

Nehemías comprendió que tendría oposición, creó curiosidad y reunió todos los datos. Finalmente, estuvo listo para hacer públicos sus planes y comenzar a formar su equipo de colaboradores. Su próximo desafío era hacer que los israelitas se sintieran entusiasmados con lo que él había ido a hacer allí.

  • 4. Un líder se identifica con su gente. "Por eso les dije: Ustedes son testigos de nuestra desgracia. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, anímense! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén para que ya nadie se burle de nosotros! Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y les relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: ¡Manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra! (Nehemías 2:17-18).

Nehemías no se presentó al pueblo de Jerusalén como el benefactor de los tristes fracasos del pasado; tampoco presentó un mensaje negativo, ni culpó a nadie. Echarles la culpa a otros disminuye la motivación. Lo que hizo Nehemías fue aceptar la culpa; se identificó con la frustración y animó a hacer una evaluación sincera del problema. Dijo: «soy uno de ustedes, y este problema es de todos nosotros».

Los buenos líderes se identifican con su gente. Las personas se sienten motivadas a trabajar para alguien que comparta su carga y tenga una visión para alcanzar la meta. Comprender e identificarse con el problema es una característica del líder: las mejores ideas no son mías, ni tuyas, son nuestras.

  • 5. Un líder no oculta la seriedad del problema. Nehemías fue sincero en su mensaje; les dijo: «tengo unas cuantas ideas, pero primero ustedes necesitan saber la verdad sobre la situación actual». No trató de atenuar el problema; lo que hizo fue resaltar lo grave que era la situación y apeló a sus emociones.

¿Por qué usó esta táctica? El sabía que ellos llevaban años viviendo de esa forma, y mientras no les importara lo suficiente, no cambiaría nada.

¿Ha notado que cuando uno vive durante mucho tiempo una mala situación, finalmente comienza a ignorarla? Ocurre muy a menudo que se ignore una mala situación y termine siendo apático al problema.

Después que el líder se enfrenta a la realidad, necesita que su equipo se enfrente también a ella. Los cambios no se producirán mientras no sintamos descontentos con el statu quo. Los líderes deben crear ese descontento; ellos saben que es la única forma de producir el cambio, sea en el hogar, en la escuela, en el negocio o en la sociedad. Cuando la gente se contenta con lo que hay, nada cambia.

Cuando se crea descontento, tenga en cuenta que levantará criticas; sacudir los trapos al sol trae problemas. Pero esa es la marca del líder.

Nehemías usó dos puntos de motivación: primero, apeló a su autoestima. Les dijo: «somos el pueblo de Dios. No deberíamos estar viviendo en medio de ruinas; sin embargo, ¡miren a su alrededor! La ciudad esta en ruinas, los muros están en el suelo, este lugar es un desastre y es solo un montón de escombros. Esto es vergonzoso. Nosotros podemos lograr que esto cambie». Nehemías recurrió a restaurar la autoestima porque sabía que están desmoralizados.

En segundo lugar, y en un nivel mas profundo, apeló a la preocupación de ellos por la gloria de Dios. El pueblo judío era el pueblo de Dios y ahora todos se reían de ellos; era una situación vergonzosa, una infamia para el nombre de Dios. ¿Cómo podía creer el mundo que existía un Dios Todopoderoso si su pueblo estaba en vergüenza? Esto tenía que cambiar.

En las lecciones anteriores hemos profundizado los principios de motivación que utilizó Nehemías con el pueblo con el fin de adelantar el proyecto de reconstrucción de los muros.

Habíamos considerado que el pueblo se había acostumbrado a vivir en las ruinas; ahora necesitaba Nehemías apelar a agentes motivadores internos: la autoestima y la gloria de Dios. Había podido utilizar premios e incentivos, pero era lo suficientemente inteligente para entender que las motivaciones externas solo funcionan con los niños. Sabía que necesitaba apelar al sentido judío de orgullo y de honor a fin de realizar aquel formidable proyecto.

Este es otro principio que comprendió Nehemías: la mayor motivación de la vida no es la externa ni la interna, sino la eterna. Para esta oportunidad miraremos los tres últimos:

  • 6. Un líder exige una respuesta específica. Nehemías sabia que las cosas no funcionarían ni se limitaba a convocar una gran reunión, animar a todo el mundo y después, enviarlos a casa. Lo que proclamó fue un llamado de la acción:

«reconstruyamos los muros». Y les pidió una respuesta específica.

El sabía lo que le esperaba. No se estaba engañando con un sueño imposible. Era un hombre realista, pero al mismo tiempo era optimista. Ese es el equilibrio que necesita tener todo buen líder.

Después de contemplar los escombros y la actitud apática del pueblo frente a la realidad, Nehemías habría podido darse por vencido y regresar a Babilonia. Pero fue más allá de la realidad para contemplar la posibilidad; vio a Jerusalén como era, pero también la vio como la que podría ser. Esa es otra característica del líder: es capaz de inspirar grandeza. Los líderes ven tanto lo real como lo ideal; ven lo que es, pero también ven lo que puede llegar a ser.

Una persona que solo ve lo que se pude llegar a ser, y no lo que es, no es un líder sino un visionario. Hay una gran diferencia. Una persona que ve lo que hay, pero no lo que podría llegar a ser, no es un líder, sino un contador.

Para ser un gran líder necesita ver tanto lo real como lo posible. Y para alcanzar lo ideal, necesita de ayuda; y no tiene miedo de pedir ayuda.

Cometemos el error de pensar que, o bien nadie nos quiere ayudar, o bien nosotros somos tan estupendos que no necesitamos ayuda. El liderazgo que produce cambios permanentes requiere un trabajo en equipo.

  • 7. Un líder anima con su testimonio personal. Nehemías relató a los israelitas cómo Dios lo había llamado con el propósito de reconstruir los muros. Les habló de cómo había recibido noticias de Jerusalén, de cómo había clamado a Dios, de la carga que sentía por la ciudad y de cómo las circunstancias confirmaron el llamado; y les dijo también de cómo él era parte de la respuesta.

Si alguien se acerca para decirte: «Dios me indicó que hiciera esto», es adecuado preguntarle: «¿hay alguien que haya confirmado ese llamado? ¿Estas seguro de que no se trata de algo que se te ocurrió? ¿Hay alguna señal que lo confirme?». Cuando es Dios el que nos indica que hagamos lo que tenemos en el corazón, El mismo lo confirma y no deja ninguna duda.

"Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y les relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: ¡manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra" (Nehemías 2:18).

Nehemías confirmó con su testimonio y con los hechos que lo rodeaban (como la ayuda ilimitada que le dio el rey Artajerjes) que su proyecto estaba en el corazón de Dios. Cuando el pueblo vio la mano de Dios en aquello, ya la visión dejó de pertenecer solo a Nehemías y ahora le pertenecía a todo el pueblo.

Nehemías comprendió que la gente esta mas inclinada a seguir persona que a seguir programas. Este es el momento excelente para que te hagas esta pregunta: «¿Por qué razón me habría de seguir alguien a mí como líder? La repuesta es: «me seguirán como líder cuando puedan ver la mano de Dios sobre mi vida». Por consiguiente, el liderazgo no es cuestión de estuDios o talento; es cuestión de las evidencias de que el Espíritu de Dios se halla sobre la vida de la persona.

  • 8. Un líder responde a la oposición con rapidez y firmeza. "Cuando lo supieron, Sanbalat el heronita, Tobías el oficial amonita y Gesem el árabe se burlaron de nosotros y nos preguntaron de manera despectiva: pero, ¿qué están haciendo? ¿Acaso pretenden rebelarse contra el rey?" (Nehemías 2:19). La hostilidad había ido creciendo; ahora no se trataba de Sanbalat y Tobías, sino que se había unido Gesem. Es un esquema típico. La crítica y desprecio crece a medida que continúa el proyecto.

Lo primero que encontró fue burla: «… de manera despectiva (burlona)»; se rieron cuando oyeron el plan. Como esto no los detuvo, lo acusaron de rebelarse contra el rey. Esta táctica ya había funcionado, pero esta vez no impacto porque Nehemías estaba en la escena. "Yo les contesté: El Dios del cielo nos concederá salir adelante. Nosotros, sus siervos, vamos a comenzar la reconstrucción. Ustedes no tienen arte ni parte en este asunto, ni raigambre (memoria) en Jerusalén" (Neh 2:20). Nehemías se negó a discutir. Sabía que la idea de la reconstrucción de los muros era idea de Dios, así que se los recalcó con fuerza.

Cuando te encuentres en una situación parecida, y sepas que Dios está de tu parte, lo más sabio es no discutir con los oponentes. Nehemías antes que discutir, puso al descubierto los motivos egoístas que tenían sus enemigos; y para callarlos, al menos temporalmente, sacó las cartas que tenía y que estaban firmadas por el propio rey Artajerjes.

Reflexión: Si comienzas a trabajar para Dios, puedes estar seguro que habrá oposición. En el momento que hagas una declaración pública de fe, te convertirás en blanco de criticas y desprecio; siempre habrá alguien que no este de acuerdo con nosotros. La única forma de evitar las críticas en la vida es no hacer nada. ¿Estas preparado para asumir el reto?

Al estudiar el libro de Nehemías encontramos verdades que podemos aplicar en nuestra actualidad.

Partimos del hecho que Nehemías, como ayudante del rey Artajerjes, se hallaba en un papel de gerencia de segunda. Cuando llegó Jerusalén, con cartas de recomendación, con escolta militar y con materiales del bosque exclusivo del reino para reconstruir el muro, pasó a líder de proyecto. Es muy cierto que este cambio repentino causara envidia, discordia y burla entre otros, tal como ocurrió con Sanbalat, Tobias y Gesem.

Nehemías nos muestra la forma de manejar con delicadeza la transición entre puestos de trabajo, el poder y las hostilidades. Durante noventa años, la gente había estado diciendo: «no se puede hacer; estos muros están en ruinas, y así se van a quedar; el trabajo es demasiado grande; no tenemos los materiales necesarios para hacerlo».

Pero para levantar el estado de ánimo de este pueblo entumecido por el problema, Nehemías entendió que tenía que utilizar principios firmes de motivación.

Reflexiones sobre los principios que aplicó Nehemías:

  • 1. Dar por sentado que habrá oposición. Las oportunidades sin oposición no existen. Por excelente que sea tu idea, tienes que date cuenta que alguien va a tratar de desacreditarla. Debes estar consciente de esto antes de comenzar y ahorrarte la clase de angustia que puede hacer que lo eches todo a perder, aún antes de haber comenzado. Si Dios está en tus planes, El se va a enfrentar a esas oposiciones.

  • 2. Espera el momento oportuno. Cuando te venga una gran idea, no te precipites a contársela a todos tus conocidos. Manténgala en secreto por un tiempo y espera el momento oportuno. Asegúrate de estar descansado. Asegúrate de que has dedicado tiempo a orar y planificar. Hay un momento oportuno para cada cosa.

  • 3. Enfréntate a la realidad. Cuando le propongas algo a alguien, no te dejes agarrar sin que tengas todos los datos a mano. Cuando te digan: «… y esto, ¿qué?», no te va a agradar el tener que responder: «no había pensado en eso». Ve armado con datos y cifras para respaldar aquello de lo que quieres hablar. Recuerda lo que dice la Palabra: "Solo el tonto cree sin más lo que se le dice. El hombre prudente examina lo dicho para ver a dónde conduce" (Pr 14:15). Los buenos líderes investigan las cosas por su propia cuenta.

  • 4. Identifícate con la gente. El líder que dice: «yo estoy aquí para decirles lo que hay que hacer», nunca va a ganarse el respeto de la gente. Nehemías no llegó contoneándose para decir: «vine para reconstruir los muros; si me quieren consultar, voy a estar en mi oficina». En lugar de esto, lo que fijo fue: «tenemos un problemas, y esto es lo que necesitamos hacer; reconstruyamos». Un gran líder comprende el poder que tienen la identificación, la apropiación y el trabajo en equipo.

  • 5. Sea sincero con el problema. Nehemías presentó una clara imagen del problema, con el fin de acentuar su gravedad. Desde el principio, les dijo que el trabajo iba a ser duro. En todo sentido, fue sincero con ellos en cuanto a lo que les esperaba. Al mismo tiempo, reconoció el valor que tenía acudir a su sentido de orgullo como pueblo escogido de Dios y a su deseo natural de glorificar a Dios. Ese era el mayor de los motivos. Cuando te enfrentes a los retos, no te los guardes para ti solo. Comunícale tus necesidades a tu equipo de tal forma que los inspires a ayudarte. Los grandes líderes inspiran a trabajar en equipo.

  • 6. Pide una respuesta específica. Nehemías dijo con todo realismo: «necesito ayuda; yo solo no puedo hacer esto». En su optimismo, también les dijo: «sé que podemos lograrlo si trabajamos juntos, ¡reconstruyamos esos muros!». Dele a conocer a la gente con exactitud lo que necesitas que hagan, y después anímala, asegurándote que, con la ayuda de Dios, se puede lograr.

  • 7. Anima con tu testimonio personal. La gente responde de manera positiva a los testimonios de la obra de Dios en nuestra vida, como sucedió en el caso de Nehemías. El habló de la bendición de Dios, la visión y la confirmación por medio de las circunstancias, y la gente creyó. Su fe fue levantada y desafiada por lo que habían oído. Ahora, el sueño le pertenecía al pueblo; podían ver la mano y el Espíritu de Dios en la vida de Nehemías y estaban listos para seguirlo. ¿Cuáles son las evidencias de que la mano de Dios está sobre tu vida?

  • 8. Responde con rapidez y firmeza a los que se opongan. Nehemías sabía que era inútil discutir. ¿Cómo manejas a quienes se oponen? Si tus planes y sueños vienen de Dios, la batalla es también de El.

Si eres líder debes comprender que hay planes que Dios tiene para tu vida, y metas que quieres alcanzar por medio de ella, y que a la gente no le van a gustar. Se presentará alguien, en algún lugar, que no este de acuerdo con la dirección en la cual Dios te esta llevando. Te exigirán que te defiendas.

¿Estamos preparados para la crítica y el ridículo? ¿Estas dispuestos a seguir adelante con Dios sin importarte lo que piensen los opositores?

Comunión: cumplir una gran misión requiere muchas manos trabajando juntas.

¤ Después de haber participado en el estudio de la cuarta parte, ¿qué pasos puedes tomar para asegurar que el grupo que lideras entienda la visión y este dispuesto a participar en "reconstruir la muralla"?

¤ ¿Cómo puedes ayudar a enfrentar los hechos y visualizar las posibilidades?

Discipulado: Los líderes que ven el futuro son visionarios; los que ven el presente son realistas. Para el caso de Nehemías, pudo ver lo real y la visión, lo que era y lo que podría ser.

¤ Aunque no sea tu naturaleza ser un realista-optimista, ¿cómo puedes desarrollar esos dos aspectos?

¤ Escribe algunas ideas que Dios te haya revelado y planea ponerlas en práctica esta semana

Ministerio: conocer las necesidades de nuestros compañeros creyentes requiere una acción recíproca. Cuando el cambio es necesario los líderes deben confrontar a su grupo con los hechos y las situaciones actuales.

¤ ¿Cómo ve la gente al promotor de un cambio?

¤ Estudia el ejemplo de Nehemías 2:17 y observa cómo motivó al cambio recurriendo a la autoestima de la gente y a su preocupación por la gloria de Dios.

¤ De qué manera puedes ser como Nehemías en tu grupo, familia, iglesia y comunidad?

¤ Toma nota mientras oras y busca la dirección de Dios. Comprometa su acción al Señor.

Evangelismo: antes de ser efectivos en alcanzar al mundo para Cristo, necesitamos saber que Cristo nos ha llamado para que tengamos comunión íntima con El. Nehemías oro y recibió un plan de parte de Dios. Después de orar por cuatro meses y descubrir que su carga estaba aún presente, de dio cuenta que había sido llamado por el Señor a hacer algo con respecto a ella.

¤ Hay algo por lo que hayas estado orando por largo tiempo y aún no ves ningún cambio?

¤ Tal vez Dios esta pidiendo que te conviertas en el agente de cambio. ¿A quién conoces que necesita el amor de Cristo en su vida?

¤ ¿Cómo puedes convertirte en el representante de Cristo para ofrecer este amor?

Adoración: Cuando adoramos a Dios, enaltecemos Su nombre. Eso significa que estamos reafirmando y acerando Su carácter a los demás a través de nuestras vidas. Nehemías se presentó ante la comunidad que se había negado a la provisión de Dios por décadas.

¤ ¿Cómo podemos estar seguros que hacemos lo mismo?

¤ Como líder, ¿Cómo puedes ser como Nehemías alentando a otros a reflejar la verdadera y amada imagen de Dios?

¤ ¿Qué puedes hacer para comunicar que la adoración es una actividad de tiempo completo?

Reflexión: ¿Cuál consideras es la cualidad mas representativa para ti de la experiencia de Nehemías? ¿Cómo consideras que esta cualidad la puedes aplicar a tu liderazgo?

Versículo central: "Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden" (1 Cor 14:40)

La motivación sin organización lleva a la frustración. ¿Qué principios debe seguir un líder con el fin de asegurarse que todo se haga, como dice Pablo, de una manera apropiada y con orden? Una vez más, Nehemías nos ha facilitado un esquema que podemos seguir.

  • 1. Un líder simplifica. Nehemías tenía un proyecto enorme, pero para organizarlo, tenía un plan sencillo. A diferencia de muchos líderes actuales, no creó de nuevo la organización ni trazó gráficos complejos; todo lo que hizo fue ver cómo la gente estaba agrupada y organizada; aprovechó que las personas estaban asociadas entres sí, como por ejemplo los sacerdotes, los hombres de Jericó, los hijos de Hasená y los hombres de Tecoa.

Si no necesitas una organización nueva, no se ponga a crear otra. Haz cuanto puedas por trabajar con la que existe. Con demasiada frecuencia, los líderes nuevos se precipitan a cambiar toda la organización, solo para que se parezca a la idea que ellos tienen. Hay un viejo refrán que se aplica a esto: «si no está roto, no lo arregles».

Recuerda siempre: las organizaciones más sólidas son las más sencillas. Mientas más complejas sean las empresas, se hacen intolerables, multi tramitologicas, incomprensibles y, sobre todo, fácilmente desechadas.

  • 2. Un líder selecciona un equipo. Muchos líderes se pasan el tiempo tratando de acorralar a los perezosos y los apáticos, en lugar de enfocarse a trabajar con los que quieren trabajar; no se desgaste, trabaje con los que quieran trabajar. Nehemías involucró a todos los habitantes de la ciudad en la reconstrucción de los muros. Los líderes religiosos abrían camino, mientras hombres y mujeres, dentro de la ciudad o de las zonas rurales, trabajadores intelectuales o manuales, movían los ladrillos. Había perfumistas, orfebres, líderes del gobierno y lideres del mundo de los negocios. Todos estaban moviendo ladrillos y haciendo mezcla.

Todos… bueno casi todos porque "los de Tecoa reconstruyeron el siguiente tramo de la muralla, aunque sus notables no quisieron colaborar con sus dirigentes" (Nehemías 3:5).

Al parecer los «notables» se creían demasiado buenos para hacer este tipo de trabajo. Ponerse a mover ladrillos era algo inferior a ellos. No se dice que excusa dieron, pero donde quiera que vayas encontrarás gente así…egoísta, vanos y perezosos que se creen demasiado buenos para trabajar.

En todos los proyectos hay dos clases de personas: los que trabajan y los que esquivan el trabajo. Lo que hizo Nehemías con los que no quisieron fue simplemente ignorarlos; en lugar de reconvenirlos, centró sus energías en los que estaban dispuestos a trabajar; no perdió el sueño, ni se amargó la vida, ni perdió el tiempo tratando de motivarlos. Si eres líder, no te debes preocupar por los que no quieren involucrarse; trabaja con los que quieran trabajar. Sin embargo, esto no quiere decir que no debas amar a los que evaden el trabajo… pero no permitas que te lo derriben.

He aquí otro principio: los líderes aman a todos, pero se mueve con los que se mueven.

  • 3. Un líder delega. Cuando este organizando, reparte tareas específicas. Divida el proyecto de acuerdo con las tareas a realizar, y después asígnalas a personas determinadas. ¿Qué piensa que haya sucedido si Nehemías, después de despertar el interés en el proyecto hubiera dicho: «ustedes empiecen a trabajar donde quieran». O si hubiera dicho: «vamos todos para esta parte del muro, y allí todos trabajaremos al mismo tiempo? Habría sido toda una confusión, caos, los trabajadores tropezando con otros… en lugar de un muro, habrían hecho un desastre.

Por el contrario, Nehemías dividió la muralla en secciones y asignó tareas por grupos y por tramos del muro. Esto lo hizo Nehemías cuando caminó alrededor del muro al realizar la inspección en aquella cabalgata que hizo a media noche; recolectó los datos necesarios y estimo dividir el muro en secciones. Esto nos enseña que cuando estemos organizando proyectos debemos mantener las cosas sencillas, trabajar con los que quieren trabajar, y después hay que asignar tareas específicas.

La delegación del trabajo es otro aspecto difícil del liderazgo. Puede llegar a ser duro soltar algo y confiar en otros. Pero si pensamos que Dios, el Dios del universo, nos confía a nosotros su propia obra, tal vez nos ayuda a pensar que es más fácil delegar la nuestra.

La delegación requiere tener en cuenta un detalle muy importante: cuando le asigne una labor a una persona debe hacerlo con la persona indicada; equivocarse con la persona trae caos, errores difíciles de reparar o, en últimas, fracaso en el proyecto. Saber delegar significa comprender las tareas y también las capacidades de los miembros del equipo, con el fin de asignar las responsabilidades correctas en manos de los obreros que mejor las puedan desempeñar.

Un principio para aprender es: lo que es responsabilidad de todos no es responsabilidad de nadie. Alguien tiene que asumir una responsabilidad concreta para cada cosa.

Reflexión: simplificar, seleccionar y delegar son los primeros tres elementos necesarios para organizar un proyecto; puede ser que en este momento usted este adelantando la realización de un plan. ¿Cuál considera es más importante para su plan?

Estamos viendo los elementos importantes que reunió Nehemías al organizar el proyecto de la reconstrucción de la muralla de Jerusalén. En esta lección veremos otros tres:

  • 4. Un líder motiva. (Leamos Nehemías 3:10, 23-30). Cuando organice algún proyecto, permita que exista la idea de pertenencia. Ayude a la gente a sentir que el proyecto le pertenece. A lo largo de toda esta sección de las Escrituras, nos encontramos con persona a quienes Nehemías ha puesto a trabajar en secciones de los muros que se encontraban cercanas a sus hogares. La gente trabaja con más dedicación cuando tiene un interés personal.

Cuando hay un sentido de pertenencia en el proyecto, la consecuencia es una alta motivación. Si estoy edificando la parte del muro que va a proteger mi casa, voy a hace un buen trabajo. No solo eso, sino que al trabajar cerca de la casa, no tendría que ir lejos. Estaba ahorrando tiempo, energías y costos al asignar a las personas un trabajo cercano a sus casas, y al mismo tiempo, esas personas se sienten dueñas del proyecto.

"Entonces el sumo sacerdote Eliasib y sus compañeros los sacerdotes trabajaron en la reconstrucción de la puerta de las Ovejas. La repararon y colocaron en su lugar, y reconstruyeron también la muralla…" (Neh 3:1). La puerta de las Ovejas era el lugar donde se sacrificaba los animales para el templo, y por eso, Nehemías les asignó aquel lugar a los sacerdotes. Al permitir que cada cual trabajara cerca de su zona de interés, demostró el principio de la organización.

Aprenda este principio: las buenas organizaciones permiten que los trabajadores desarrollen sus propias áreas de trabajo. Haga que el trabajo sea lo mas conveniente posible; tanto tú como el equipo van a sacar provecho de esta forma de pensar.

  • 5. Un líder promueve la unidad. Un trabajo en equipo es esencial para realizar cualquier proyecto, cualquiera sea su tamaño. Como líder, haga cuanto puedas para animar a trabajar bien en equipo. A lo largo del libro de Nehemías leemos la expresión «el tramo siguiente» o «el siguiente tramo». Al trabajar como equipos bien organizados de personas que ya se conocían y que habían trabajado juntas, la gente se ayudaba y se animaba mutuamente. Esta condición permitió, mas adelante, afrontar el ataque de los enemigos; necesitaban colaborar entre sí, trabajar juntos, no solo para alcanzar el éxito sino también para la supervivencia.

Henry Ford dijo: «reunirse es un buen comienzo, mantenerse juntos es progresar, pensar juntos es tener unidad y trabajar juntos es triunfar». Juntos podemos hacer cosas que no podemos hacer solos. Por ejemplo, los gansos pueden volar un setenta y dos por ciento más lejos cuando van en formación, que cuando vuelan dispersos. ¿Quién cree que les enseñó esto? Dios, claro.

Donde hay colaboración y trabajo de equipo, hay un gran crecimiento. La colaboración es el motivador mas grande que la competencia; lo hace sentir que forma parte de un equipo ganador. Las personas influyen unas sobre otras.

"Mas valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!" (Eclesiastés 4:9-10)

Es interesante que la biblia utiliza las palabras «uno a otro» más de cincuenta y ocho veces al referirse a los cristianos en la iglesia. En este mundo estamos juntos y nos necesitamos mutuamente; somos un equipo. Hay un poder gigantesco en la colaboración. Dios lo puede pasar por alto casi todo en una iglesia: los edificios pobres, la falta de edificios o incluso la pobreza doctrinal. Sin embargo, hay algo que no puede soportar: la desunión. Cuando haya unidad en la iglesia, tal como la hubo en Hechos, también tendrán poder.

Aprenda el siguiente principio: las buenas organizaciones proporcionan un clima de apoyo donde hay confianza mutua y trabajo en equipo.

  • 6. Un líder administra. En todas las clases de proyectos, es necesario que se supervise el trabajo. Es interesante observar que en el libro de Nehemías no se menciona nunca el nombre de Nehemías; ¿Dónde estaba? Estaba en la primera línea supervisando las labores; estaba haciendo «geca» (gerencia caminando). Nehemías estaba caminando y viendo la labor que hacia la gente, inspeccionando y supervisando continuamente el trabajo. ¿De qué otra forma podía saber lo que estaba pasando? ¿Cómo lo puede hacer usted?

Además de inspeccionar las obras, Nehemías también nombró supervisores que lo ayudaran a controlar, dirigir y administrar el proyecto. He aquí dos principios que debemos comprender a partir del ejemplo de Nehemías: primero, las buenas organizaciones establecen líneas de autoridad claras. Además de unas descripciones de responsabilidades claras, también tienen unas líneas de autoridad claras. No hay confusión en cuanto a quién debe informar a quién. Segundo, la gente hace lo que uno inspecciona, no lo que uno espera. ¿Has notado lo cierto que es esto? Si tus trabajadores saben que no los estas vigilando, no van a estar trabajando.

Reflexión: Estamos llamados a motivar, a concertar la unidad y administrar. Estos elementos son necesarios para reforzar la organización de un proyecto. Después de haber aprendido estos seis principios, ¿Cuál considera que debes aplicar en la realización de su proyecto?

Versículo central: "y sin con lo ajeno no han sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece?» (Lc 16:12)

El líder requiere tener un esquema claramente desarrollado para permitir que el proyecto funcione y alcance el objetivo; este esquema no es más que una serie de principios que afianza la labor del líder. Simplificar, escoger los miembros del grupo, delegar, motivar, promover la unidad y administrar fueron estudiados en las lecciones anteriores. Todos ellos deben estar presentes en el sistema organizativo que establece el líder. Posiblemente, alguno o varios de ellos adquieren mayor importancia dependiendo del tipo de proyecto a desarrollar, pero el líder está llamado a propiciar el mejor ambiente. Miremos el último.

  • 7. Un líder agradece. Las buenas organizaciones reconocen el esfuerzo. El reconocimiento a lo que hacen los demás para lograr que sus proyectos se conviertan en realidad es tal vez el principal propósito del tercer capítulo de Nehemías. Aquí él presenta una gran lista de honor de fe, atribuyéndole méritos a quienes se los merecen.

Hay unas cuantas cosas que necesitamos observar acerca de este principio del reconocimiento.

  • a) Reconozca a cada persona. Nehemías los conocía por sus nombres. Esa es una de las señales del buen líder. Nehemías menciona treinta y ocho nombres, y les atribuye el mérito de haber hecho un buen trabajo en el muro. ¿Sabes quiénes están realizando un buen trabajo en tu organización? ¿Sabe los nombres de cada uno de ellos? Si lo sabes, ¿recuerdas fechas importantes, conoce dónde viven, qué hacen… etc? Tener claro quienes participan en la ejecución del proyecto es un principio de una buena organización.

  • b) Reconozca los logros a cada persona. Debemos desarrolla formas de reconocer con particularidad el trabajo que está realizando cada persona; por ejemplo Nehemías dijo "El tramo siguiente… lo reconstruyó con entusiasmo Baruc…" (Neh 3:20). En este capítulo son las únicas palabras descriptivas; a otros los reconoce por realizar su trabajo y, a algunos, porque no trabajaron en absoluto. En cambio, este hombre Baruc hizo su trabajo de una forma tal que Nehemías pudo notar su actitud; trabajó con entusiasmo y Nehemías lo reconoció. No sabemos que hizo con exactitud…tal vez trabajó más rápido, más horas, o que tuvo una actitud positiva; pero gracias a ese entusiasmo, Baruc sigue siendo hoy ejemplo para nosotros.

Si quieres que reconozcan tu trabajo, hazlo con entusiasmo; Dios se da cuenta del entusiasmo. En griego, la palabra "entusiasmo" significa «poseído por Dios»; cuando es Dios quien lo posee, se nota.

Aplica el principio: las buenas organizaciones reconocen y recompensan los esfuerzos.

  • c) No se moleste por las personas que no desean aportar. Nehemías no se enojó por las personas que no participaron. Prefirió centrarse en los que sí estaban trabajando, y olvidó aquellos que no quisieron trabajar. Con aquellas personas que demuestren voluntad y acción en colaborar, el líder debe sentir y expresar gratitud. No obstante, no hay que olvidar "… que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios" (Ro 14:12). ¡Dios va a pedir cuentas por lo que hicimos, no por lo que nos dio! En síntesis Dios está haciendo un historial del servicio y de la mayordomía. La verdad es que no importa lo que los demás piensen de mí, ni siquiera importa quién sabe las cosas; lo que importa es que Dios sí las sabe.

  • d) Identifique en qué ministerio esta aportando cada uno. Dios no está pidiendo que se reconstruya un muro; sin embargo, si está pidiendo que cada quien esté involucrado en un ministerio. Ser cristiano significa ser llamado al ministerio. Posiblemente alguno no haya sido llamado a ser pastor, maestro o cualquier otro ministerio; sin embargo, todos los cristianos han sido llamados a servir. Es cierto que a cada uno Dios le ha entregado un don con un propósito definido; pero esto no es excusa para no servir en otra área distinta; debe estar dispuesto a servir en cualquier área, pero se sentirá más cómo y eficiente aplicando el don que ha recibido.

El líder debe estar atento para apurar el desarrollo del don que ha recibido cada uno, y estar atento en ubicarlo en el lugar donde se sienta más cómodo y provechoso; pero teniendo en cuenta que en conjunto forman un solo equipo, dirigido hacia una función, motivados por el mismo proyecto y seguros que es para la gloria de Dios.

  • e) Reconozca las personas que tienen "corazón de siervo". Dentro de las personas que se relacionan en Nehemías no había ninguno que fuera constructor profesional en muros. Ninguno de ellos tenía el «don» de poner ladrillos y hacer mezcla; había farmacéuticos, joyeros y orfebres; sin embargo, cuando se necesitaron esas manos para levantar un muro, no tuvieron temor de llenarse las manos de callos.

Es muy interesante ver como Nehemías reconoce en estos hombres la habilidad para reconstruir el muro; y cada uno ocupó su lugar y figura en la lista.

Puede ser que alguno de los miembros del equipo no tengan la habilidad o el conocimiento para hacer una labor sencilla, o inclusivo, el trabajo que están realizando es tan de bajo perfil que no impacta o llama la atención; pero esta persona merece ser reconocida por la pasión, la sencillez, la voluntad y disposición que sienten por un trabajo pequeño. ¡Ellos merecen tu reconocimiento!

Quizás estés en un puesto de liderazgo o de administración y pueda ver de inmediato la forma de aplicar en la organización estos siete principios. Sin embargo, estos principios son ajustables a cualquier proyecto que estemos emprendiendo, inclusive a la labor que Dios nos ha encomendado.

Reflexión: Como líder, hoy va a dedicar unos minutos para agradecer de corazón la labor de que los compañeros de equipo realizan en la ejecución del proyecto; cada uno de ellos deben ser importantes como lo son para Dios.

Comunión: El éxito de cualquier organización depende del trabajo comprometido de sus miembros. Lamentablemente es un hecho que en la mayoría de las organizaciones del 20% de las personas realizar el 80% del trabajo.

¤ ¿Cómo enfrentó Nehemías este asunto?

¤ ¿Cómo puedes aplicar las lecciones de Nehemías en tu posición de liderazgo?

¤ Piensa en cómo debe enfocarse en las personas que hacen el trabajo, más que en aquellas que no lo hacen; piensa en cómo premiar a esos buenos trabajadores. Si todavía no tienes un programa de reconocimiento en tu organización, crea uno y comienza a aplicarlo. Si lo tienes, asegúrate de que aquellos trabajadores sepan que tú personalmente aprecias su labor.

Discipulado: Como líder eres responsable del crecimiento de aquellos en tu organización. Esto significa que debes estar creciendo como un discípulo de Cristo. Piensa en que Dios dejó el ejemplo de Nehemías, aplicable a tu vida.

¤ ¿Cómo puede aplicar los siete principios de organización en tu vida?

¤ ¿Te consideras un participante entusiasta?

¤ De los siete principios, ¿qué debes fortalecer para impulsar tu crecimiento como líder?

¤ Escoge por lo menos uno de ellos para trabajar esta semana y disfruta de las bendiciones que Dios te da.

Ministerio: la gente progresa cuando sirve en áreas donde se sienten cómodas porque pueden ejercitar sus dones.

¤ ¿Qué puedes hacer para ayudar a los miembros del grupo a identificar los roles que Dios ha moldeado para ellos?

¤ ¿Qué más puedes hacer para ayudarles a desarrollar sus tareas?

¤ Busque oportunidades educativas para los miembros de tu equipo, o si puedes, dáselas tú mismo.

Evangelismo: Alcanzar el mundo para Cristo se parece mucho a la reconstrucción de murallas. El evangelismo como el trabajo se hace mejor cerca de casa.

¤ ¿Cómo puedes reconstruir relaciones en tu propia vida que puedan impactar otras para Cristo?

¤ ¿Cómo una organización puede ayudar a alcanzar tus objetivos evangelísticos?

¤ ¿Con quien consideras que puedes reconstruir una muralla relacional en este momento?

Adoración: Cuando pasamos tiempo con Dios, no podemos evitar reflejarlo en nuestras vidas hacia los demás. En tu tiempo de oración esta semana, pídale a Dios que te ayude a desarrollar la personalidad de El en tu liderazgo. Haga las siguientes preguntas:

¤ ¿Cómo puedo reflejar más a Dios ante quienes me rodean?

¤ ¿Por qué Dios quiere que haga esto?

¤ ¿En dónde me quiere usar Dios como sus manos y sus pies?

¤ ¿Cuándo considero debo actuar sobre los que Dios me esta revelando?

¤ Escoge una característica del liderazgo y esta semana trabaja en ella para fortalecerla.

Reflexión: Qué me enseña 1 Corintios 15:58 "Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano".

¿Cómo se enfrenta a los que se oponen a tus proyectos? ¿Sientes pánico cuando lo presionan? ¿Te pones tenso, pierdes la calma, te enojas, te sientes desalentado o te das por vencido? ¿Qué haces?. La descripción de responsabilidades de un líder incluye hacer frente a los ataques. El cuarto capitulo del libro de Nehemías se refiere a la estrategia de batalla: tácticas de los oponentes, los efectos de esa oposición, y la respuesta correcta del líder.

Miremos las tácticas que utiliza la oposición para detener la realización de un proyecto.

  • 1. Utilizar el ridículo. Esta es una de las tácticas que suelen escoger nuestros enemigos. "Cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, se disgustó muchísimo y se burló de los judíos. Ante sus compañeros y el ejército de Samaria dijo: ¿Qué están haciendo estos miserables judíos? ¿Creen que se le va a dejar que reconstruyan y que vuelvan a ofrecer sacrificios? ¿Piensan acaso terminar en un solo día? ¿Cómo creen que de esas piedras quemadas, de esos escombros, van a hacer algo nuevo? Y Tobias el amonita, que estaba junto a él, añadió: ¡hasta una zorra, se de sube a ese montón de piedras, lo echa abajo!" (Nehemías 4:1-3).

Después de muchos años, la estrategia de ridicudilizar funciona actualmente. El mundo no creyente ridiculiza continuamente a la iglesia; denigran de ella, discuten con nosotros, se burlan, nos caracterizan como débiles y cobardes, o inclusive estafadores. El ridículo es constante, y es eficaz porque ataca a nuestra estima. Podemos soportar todo, menos el ridículo.

El ridículo es siempre el sustituto del razonamiento; la risa siempre es el sustituto de la lógica. Cuando alguien te ridiculiza es probable que estén sintiendo miedo de que tengas razón; tienen miedo de que triunfes.

¿Cómo ocurre el ridículo? Hay al menos tres formas: 1) Revelarse enojado. La táctica de Sanbalat de disgustarse muchísimo tenía como propósito sembrar pánico y terror entre los trabajadores; hacerse creer que tenía supremacía sobre el grupo. 2) Acudiendo al insulto. Sanbalat dijo: «esos miserables judíos»; con ello estaba insinuando que la motivación de ellos era egoísta. 3) Exagerando la acusación. «¿Piensan terminar en un día», continuó Sanbalat. Sin embargo, nadie había dicho tal cosa; nadie tenía el propósito de reconstruir la murada en un día.

Desafortunadamente, el ridículo es contagioso. Una vez que Sanbalat lanza sus ataques verbales, su compinche Tobias lanza el suyo. Siempre que alguien comienza a ridicudilizar habrán otros que lo sigan; son los cobardes que nunca habrían dicho una palabra por su propia cuenta.

  • 2. Utilizar el rumor. La siguiente etapa que ocurre, cuando no ha progresado la burla, es la conspiración. "Continuamos con la reconstrucción y levantamos la muralla hasta media altura, pues el pueblo trabajó con entusiasmo. Pero cuando Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que avanzaba la reconstrucción de la muralla y de que ya estábamos cerrando las brechas, se enojaron muchísimo y acordaron atacar a Jerusalén y provocar disturbios en ella" (Neh 4:6-8)

Para este momento, Sanbalat ha agitado a los descontentos para que se resistan al proyecto de la construcción de los muros; con él, los samaritanos del norte, los árabes al sur, Tobías con los amonitas al este y los hombre de Asdod al oeste, los judíos se encuentran rodeados; donde quiera que miran, ven gente conspirando contra ellos. ¿Has notado alguna vez cómo la gente negativa tiende a juntarse? Hay algunos cuyo único propósito en la vida parece ser oponerse a los demás.

"Y nuestros enemigos maquinaban: les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda… Algunos de los judíos que vivían cerca de ellos venían constantemente y nos advertían: los van a atacar por todos lados" (Neh 4:11-12). La forma más rápida de esparcir un rumor es alimentarse en los miedos que tiene la gente. Acudieron a una estrategia ruin y malévola; pero lo cierto es que no tenían esa clase de poder. Sin embargo, el rumor de un ataque bastó para incitar al pánico. Cuando uno comprende que sus enemigos van a usar rumores para atacarlo, puede estar preparado para sufrir su violencia.

Los rumores se caracterizan por dos cosas: 1) Siempre los esparcen los que están cerca del enemigo: "los judíos que vivían cerca de ellos"; los judíos que viven fuera de la ciudad y cerca del enemigo eran los más negativos. Las personas que traen rumores negativos están seriamente propensos a convertirse en nuestros "enemigos"; lastimosamente, cuando estamos cerca de ellos nos vamos volviendo negativos; es como un virus que infecta. 2) Los rumores se van exagerando a medida que se repiten. Cuando se exagera un rumor la gente comienza a creer; cuando una mentira se repite suficiente tiempo, la gente comienza a creerla.

En la lección anterior vimos cómo los enemigos de la reconstrucción del muro en Jerusalén utilizaron el ridículo y el rumor para desanimar los colaboradores del proyecto. Nehemías sabia que tenia que enfrentar los ataques e infundir aliento para no desmayar en el propósito. Cuando se esta trabajando fuerte y descubre que esta siendo bombardeado con el ridículo, el rumor y la resistencia, es natural comenzar a sentirse desmotivado.

En esta oportunidad vamos a ver los efectos de la hostilidad.

"Por su parte, la gente de Judá decía: los cargadores desfallecen, pues son muchos los escombros; ¡no vamos a poder reconstruir esta muralla! Y nuestros enemigos maquinaban: les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda" (Neh 4:10-11). El síntoma del desfallecimiento frente a la magnitud de la obra fue ampliado con el ataque de los enemigos; los enemigos sabían que tenían un situación a favor y no dudaron en aprovecharla.

El desaliento tiene cuatro causas principales:

  • 1. La fatiga: "…los cargadores desfallecen…" La labor que están haciendo en la reconstrucción de la muralla era grande y fatigosa; no era fácil hacer las dos tareas: levantar el nuevo muro y recoger los escombros. Y esto causo agotamiento en los cargadores. Un cuerpo cansado puede causar un espíritu agotado y desalentado. Cuando este realizando el proyecto, dedica tiempo especial que este en armonía con la ejecución de la obra para descansar. Descansa cuando puedas, para evitar paralizar el proyecto por agotamiento.

  • 2. La frustración. "…son muchos los escombros..". Cuando esta trabajando en un proyecto tan grande como el de Nehemías, por lo general la frustración es un asunto de percepción. En realidad, los montones de escombros van disminuyendo, pero si seguimos viendo escombros esto es abrumador. Si nos limitamos a seguir adelante, podemos vencer.

  • 3. El fracaso. "…no vamos a poder reconstruir esta muralla…". Cuando el desaliento haya cabida en nuestro proyecto es mas fácil ver y argumentar los aspectos negativos; los trabajadores no reconocieron que era más importante resaltar cuánto habían avanzado en levantar la muralla y cuánto habían recogido de escombros; no se pararon de lejos para ver el progreso de la obra; no consideraron cuán importante era el trabajo que habían hecho. El cansancio y la hostilidad de los enemigos ayudaron a considerar el fracaso como punto final al proyecto. Cuando estas agotado, todo parece imposible. Vince Lombardi dijo: «la fatiga nos convierte a todos en cobardes».

  • 4. El temor. "…nuestros enemigos maquinaban…". Sanbalat, Tobias y todos sus aliados analizaron muy bien la situación que estaban viviendo los constructores de la obra, porque estaban desde afuera viendo otro punto de vista, y atacaron con las armas más degradantes que puedan existir: aplicando el ridículo, creando rumores y ejerciendo resistencia. Querían causar pánico, temor y, en últimas, hacer cesar la obra.

Una de las tácticas principales del enemigo es estar constantemente vigilando el progreso de nuestro proyecto y ante la más mínima debilidad o la situación de falla, esta listo para inducir al miedo. Cuando alguien que se opone tenazmente al proyecto que estamos desarrollando, no dudará en vigilar nuestras fallas y en atacar haciéndolas mas evidentes; estará dispuesto a causar el mayor daño posible. Por eso es tan importante contrarrestar el desaliento.

Para el caso de la vivencia del evangelio, nuestros enemigos siempre tienen dos metas: estorbar la Palabra de Dios y detener la obra de Dios; y Satanás estará muy atento para atacar cuando tenga seguridad que se hace evidente nuestro desaliento.

Reflexión. Pedro vivió la experiencia durante el calvario de Jesús. Días antes había prometido que no dejaría que le ocurriera algo a Jesús; pero aquel día en el patio cayó en el desaliento y pudo negarlo tres veces. Posteriormente, en su carta escribió: "Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar" (1 P 5:8 BLA). Cuando mostramos el desaliento, el enemigo no dudará en aprovecharla. ¿Ha vivido esta experiencia?

Versículo central: "Por tu gran poder vencimos a nuestros enemigos; ¡destruimos a nuestros agresores! Yo no pondría mi confianza en mi arco y en mis flechas, ni pensaría que mi espada podría darme la victoria; ¡fuiste tú quien nos hizo vencer a nuestros enemigos!, ¡fuiste tú quien puso en vergüenza a nuestros adversarios!" Sal 44:5-7 (BLS)

Sin lugar a dudas, nuestra naturaleza humana siente un deseo natural de responder con agresión ante los ataques de los enemigos que juzgan, intimidan, denigran y obstaculizan la realización de nuestro proyecto. Pero sabemos que esta no es la actitud correcta. Entonces, ¿qué podemos hacer? ¿Hay alguna manera de oponernos ante cualquier agresión que sea aceptable delante de Dios?

En esta sección estaremos viendo las sugerencias procedentes de Nehemías

  • 1. Confía en Dios. Escucha, Dios nuestro, cómo se burlan de nosotros! Haz que sus ofensas recaigan sobre ellos mismos: entrégalos a sus enemigos; ¡que los lleven en cautiverio! No pases por alto su maldad ni olvides sus pecados, porque insultan a los que reconstruyen" (Neh 4:4-5). Ante el ataque de los enemigos, Nehemías oró. ¡Qué manera más fabulosa de aliviar la tensión!

Cuando estén siendo ridicudilizado, no lo niegues; confiésalo; apóyate en Dios. Admítalo todo delante de El; dígale

«estoy confiado en que tú me vas a defender». Nehemías, en lugar de enredarse en una competencia de insultos, agresiones y amenazas, lo que hizo fue ir a buscar apoyo en Dios.

"No respondas al necio según su necedad, o tú mismo pasarás por necio" (Pr 26:4). Si alguien te está ridicudilizando, no le contestes; si lo haces, no vas a ser mejor que aquel que se está burlando de ti. Apóyate en Dios y ora.

El principio para recordar es: cuando te ridiculicen, no te enfrentes a la gente; convérsalo con Dios; el ridículo no puede detener el proyecto.

Nehemías hizo caso omiso del ridículo y siguió adelante hacia su meta. Esa es la mejor respuesta.

  • 2. Los líderes respetan a sus oponentes. "Oramos entonces a nuestro Dios y decidimos montar guardia día y noche para defendernos de ellos" (Neh 4:9). Necesitamos reconocer y respetar la fuerza de nuestros enemigos. Nehemías dice que oraron («oramos entonces a nuestro Dios»), planearon («..decidimos…») y actuaron («..montar guardia día y noche…»). Esta bien que le pidamos a Dios que nos proteja; es bueno decirle a Dios cuando nos acostamos «protégenos de los ladrones»; sin embargo, también es necesario que nos levantemos y cerremos con pasadores la puerta. Oliver Cromwell decía: «confía en Dios y mantén seca la pólvora».

Recuerda siempre este principio: Una petición sin precaución es una presunción.

Cuando te sientas hostigado, necesitas apoyarte en Dios y también necesitas respetar a los que se te oponen. Mientras mas agresiva sea la oposición, más fuerte será la respuesta que se necesitará.

La respuesta de Nehemías a los enemigos fue observada y seguida por el resto del pueblo; vieron que estaba orando y actuando y ellos hicieron lo mismo: oraron y actuaron. Si eres líder en tu negocio y quieres que otros te sigan, comienza a orar y también a actuar.

El refrán popular dice «soldado avisado no muere en la guerra»; es cierto. A lo largo de la historia, los líderes han tenido que pagar un precio cada vez que han subestimado a sus enemigos. Ora, pero mantente vigilante. Conoce a tus enemigos y no permanezca ignorante de lo que está sucediendo.

En la biblia se usa una y otra vez la expresión «estén alerta y oren»; de hecho Jesús la advirtió. Le siguió Pablo, Juan y Pedro. Estar alerta es la parte humana (ponerse en guardia) y orar es la parte divina (confiar en Dios). Estamos alerta cuando cerramos nuestra puerta; oramos cuando le pedimos a Dios que confiamos en El. Haga ambas cosas.

Reflexión: Es normal que sintamos deseos de atropellar a nuestros enemigos con palabras y actitudes; pero la enseñanza de Nehemías nos lleva primero a colocar ante Dios la situación y luego a tomar las medidas preventivas para que no prosperen las amenazas de los adversarios. Posiblemente nos hayamos equivocado, pero aún es tiempo de remediar. ¿Desea orar por la situación de adversidad que esta pasando?

Cómo debe responder un líder ante la hostilidad (segunda parte)

Estamos mirando, bajo la experiencia de Nehemías, las acciones que realiza un líder para enfrentar las hostilidades.

  • 3. Los líderes refuerzan sus puntos débiles. "Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos" (Neh 4:13). Después de orar y echar a andar su sistema de alarma, Nehemías reforzó los lugares más vulnerables; aquellos lugares donde había una muralla más baja. Los lugares donde estaba más alta no necesitaban tanta vigilancia, pero aquellos puntos bajos necesitaban una ayuda especial.

¿Sabes dónde se hallan los puntos vulnerables de su proyecto? ¿En su familia? ¿Dónde está más expuesto a los ataques? Este es el principio que Nehemías nos esta enseñando.

Aprendamos el principio: los buenos líderes saben en cuáles puntos son vulnerables, y refuerzan esos lugares. Cuando tenga que hacer una presentación, de cualquier forma que sea, conoce tus debilidades; prevé las objeciones; prepárate para lo que te puedan arrojar. Espéralo, porque lo más probable es que suceda. Pero si estás preparado, podrás evitar un desastre.

En Nehemías 4:16-20 podemos ver que la gente trabajaba en la construcción pero sin descuidar la defensa; trabajaban día y noche sin parar, pero no tenían ejército. Todos eran trabajadores neófitos que habían unidos sus fuerzas para levantar la muralla, pero diseñaron un plan para actuar al toque de una trompeta y salir a la defensa.

Cada vez que comenzamos a levantar algo para Dios, estamos buscando batalla. Sea que se trate de levantar un matrimonio, una iglesia o su propia vida espiritual, estará buscando pelea. Satanás va en contra de todo aquello que Dios favorece; y usa gente para que hagan la oposición.

El principio para aprender es: los líderes tienen que edifican y presentan batalla al mismo tiempo.

  • 4. Los líderes reafirman a su gente. "Luego de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernadores, y al resto del pueblo: ¡no les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas y por sus esposas y sus hogares" (Neh 4:14). Nehemías reunió a los suyos; alivió sus temores, reforzó su confianza y levantó la moral. Esas es la tarea del líder. Cuando tu negocio, familia o iglesia estén bajo el ataque, la tarea como líder consiste en dale nueva fuerzas a tu gente, animarlos.

Es interesante mirar que Nehemías no se enfocó en motivarlos sobre hechos negativos; no dijo: «acuérdense de nuestra derrota, de nuestro exilio en Babilonia». Les dijo: «¡acuérdense del Señor!, Dios es nuestra esperanza, quitemos los ojos de nuestros enemigos para ponerlos en el Señor, nuestro vencedor».

Cuando estés sufriendo un ataque, la meta del diablo es que tu atención este puesta en la oposición. Si lo logra, habrá ganado una victoria. Por eso, te puedes enfocar en la oposición o enfocar en Dios; en los estados financieros o en la bendición de Dios, en los altibajos de la economía o en el Señor. Pero recuerde que Dios es grande, es maravilloso; cuando uno tiene temor a Dios (se reverencia, se respeta y reconoce Su poder) no se le teme a nada ni a nadie.

Una vez hubo temor a Dios, Nehemías exhortó a al pueblo a pelear por sus hermanos, por sus hijos, por sus esposas y hogares. Necesitaban que se diera cuenta de que se estaban jugando el todo por el todo. "Yo les había dicho… la tarea es grande y extensa y nosotros estamos esparcidos en la muralla, distantes los unos a los otros. Por eso, al oír el toque de alarma, cerremos filas. ¡Nuestro Dios peleará por nosotros!" (Neh 4:19).

  • 5. Los líderes se niegan a abandonar su labor. "Una vez que nuestros enemigos se dieron cuenta de que conocíamos sus intenciones y de que Dios había frustrado sus planes, todos regresamos a la muralla, cada uno a su trabajo" (Neh 4:15).

La intensión del enemigo creando hostilidad y maquinando maldades es paralizar el proyecto por medio del desaliento; cuando estemos bajo ataque, es el momento de mantenernos unidos. El líder es el último en darse por vencido, el último en abandonar el barco; el líder se niega a rendirse.

El desaliento es un arma poderosa que utiliza Satanás, porque sabe que cuando llega el desaliento es porque se ha apartado los ojos del Señor para ponerlos en las circunstancias; y seguro que hará más terrible las circunstancias para que definitivamente desistamos. ¿Qué meta o sueño quiere el enemigo que abandones? ¿Qué esta susurrando al oído? Tal vez se trate del esfuerzo de leer toda la biblia, de una profesión que has querido ejercer, de un sueño, de tu familia, de una idea, de un ministerio en la iglesia; ahí estará el enemigo acosando constantemente para sembrar el miedo, el terror y el desanimo. ¡Nunca te des por vencido!

Recuerda el principio: los líderes son modelo de perseverancia.

Guía para aplicar el principio

Comunión: Reconocer las tácticas del enemigo requiere madurez y experiencia

¤ ¿Qué pasos puedes tomar para fortalecerte ante el ataque del enemigo?

¤ ¿Cómo puedes prepararte para alcanzar la fortaleza y el discernimiento necesarios para ser un líder efectivo?

¤ ¿Qué importancia cuenta tener consolidado un equipo que te ayude a enfrentar las hostilidades?

Ministerio: Cuando un líder asegura a su gente, esta ministrándoles

¤ ¿Estas apoyando al grupo, calmando miedos y subiendo la moral de una manera regular? Si no es así, trate de hacerlo y comprueba los grandes beneficios que trae.

¤ Como líder cristiano, ¿quién es tu fuente de confianza?

¤ ¿Cómo puedes transmitir esa confianza a tu grupo?

Evangelismo: Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que el diablo no quiere que tengamos éxito en alcanzar al mundo para Cristo.

¤ ¿Qué clase de oposición enfrentan tus esfuerzos de compartir a Cristo con los demás?

¤ La oposición puede venir de afuera o puede venir de nuestros pensamientos, dudas y temores.

¤ ¿Cómo puedes reconocer las tácticas del enemigo, reforzar tus puntos débiles y rehusarte a renunciar?

Adoración: Cuando Nehemías se sintió frustrado, habló con Dios. Le dijo a Dios lo que estaba pasando y le pidió ayuda. La búsqueda sincera de Nehemías en Dios responde a su hábito de tener un tiempo regular a solas con El.

¤ ¿Pasas tiempo con Dios cada día, fortaleciéndote del ataque del enemigo?

¤ Cuando lo hagas, reflejarás el carácter de Cristo a aquellos que lideras.

¤ Asegúrate de planificar regularmente el tiempo con el Señor; dale al Señor la primera parte de tu dia cada día.

Reflexión: ¿Qué quiere el enemigo que tu renuncies? Una vez lo sepas, no te rindas. Recuerda el secreto para sobrevivir a las críticas y ataques. Los líderes deben encarar la oposición y lidiar con conflictos.

Causas de los conflictos

Cuando el enemigo ataca tu liderazgo, usa la burla, el desaliento y los peligros. Pero eso no es todo. La siguiente línea de ataque también incluye los conflictos internos; la división y la discordia son armas que usan las personas para luchar entre sí, y solo las vuelven ineficaces. Lamentablemente no se pueden desconocer, pues el simple hecho de trabajar con personas que se relacionan entre sí, tiende abrir la posibilidad de generar conflictos.

El sabotaje interno es uno de los peores problemas a los que se puede enfrentar un líder. ¡Eso es traición!; a Satanás le encanta dividir, le gusta desarmonizar.

Cuando Nehemías y el pueblo llevaba semanas trabajando apareció el primer problema interno: abandonaron las huertas y por tanto la comida comenzó a escasear. "Los hombres y las mujeres del pueblo protestaron enérgicamente contra sus hermanos judíos, pues había quienes decían: si contamos a nuestros hijos y nuestras hijas ya somos muchos. Necesitamos conseguir trigo para subsistir" (Neh 5:1-2). Había demasiadas bocas que alimentar y la comida no era suficiente; tenían inflación, precios elevados y escasez de alimentos.

La situación se tornó delicada pues "por conseguir trigo para no morirnos de hambre, hemos hipotecado nuestros campos, viñedos y casas" (Neh 5:3). Pero pasados los días, la situación se volvió grave, pues "había también quienes se quejaban: tuvimos que empeñar nuestros campos y viñedos para conseguir dinero prestado y así pagar el tributo al rey" (Neh 5:4). Y por si fuera poco, el problema se tapizó de crítico, ya que "aunque nosotros y nuestros hermanos somos de la misma sangre, y nuestros hijo y los suyos son iguales, a nosotros nos ha tocado vender a nuestros hijos e hijas como esclavos. De hecho, hay hijas nuestras sirviendo como esclavas, y no podemos rescatarlas, puesto que nuestros campos y viñedos están en poder de otros" (Neh 5:5).

El panorama no era halagador: tenían escases de alimentos, habían pignorado las casas, campos y viñeros, tenían una carga tributaria implacable, y estaban vendiendo a sus hijos como esclavos para sobrevivir. Una situación muy caótica, pero realmente el problema estaba en que "los hombres y mujeres del pueblo protestaron enérgicamente contra sus hermanos judíos". Se estaban quejando entre ellos mismos. Los judíos ricos estaban explotando a los pobres en un tiempo de crisis; estaban aprovechando el infortunio de los pobres para levantar un capital, a tal punto de recibir a sus hijos en venta, como esclavos. Se estaban explotando entre si. Aún cuando en Éxodo 2:25 tenían prohibido prestar dinero a interés a sus hermanos judíos, estaban cobrando réditos altos, tanto que no podían pagar las deudas. Realmente el conflicto que se presentó fue entre los que tenían y los que no tenían. ¡Era un sentido manifestado de egoísmo!

De todo esto podemos sacar el principio: la raíz de los conflictos internos y la discordia siempre está en el egoísmo. Bien lo decía Jesús: "¿de dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?" (Neh 5:5). Los conflictos internos en un grupo siempre tienen que ver con el egoísmo.

Cuando hay una discordia entro lo que yo quiero y lo que tú quieres, tenemos un problema, y ese problema, si no se resuelve termina en conflicto y en división. Los conflictos sin resolver detienen la obra del Señor en nuestra vida, en el negocio, en el matrimonio, en la iglesia y en cualquier lugar donde haya personas que se relacionan entre sí. El líder tiene que aprender a resolver los conflictos.

Trabajar con gente es la mayor satisfacción para un líder y también su mayor frustración. Todo porque lastimosamente la gente tiende a ser egoísta; queremos las cosas a nuestra manera. Queremos hacer lo que me importa

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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