Hitler había estado planeando desde mediados de septiembre una contraofensiva importante contra los aliados. El objetivo del ataque sería la captura de Amberes. La captura o destrucción de Amberes no sólo cortaría los suministros a los ejércitos aliados, también dividiría a las fuerzas aliadas en dos, desmoralizando la alianza y forzando a sus líderes a negociar. Para el ataque, Hitler concentró lo mejor de lo que le quedaba de sus fuerzas, en el Oeste. El 5º Ejército Panzer, el reconstruido 7º Ejército y el recién creado 6º Ejército Panzer, en total, 240.000 hombres en 28 divisiones, 1.200 tanques y cañones de asalto. La ofensiva empezó el 16 de diciembre de 1944, con una barrera artillera disparada por 900 cañones alemanes. Una hora más tarde, los tres ejércitos alemanes golpearon la línea estadounidense del frente. Hitler lanzo su golpe hacia Amberes a través de las Ardenas, en el sur de Bélgica, una región llena de colinas y en algunos lugares llena de espesos bosques, y el lugar de su victoria en 1940.
El ataque del 6º Ejército Panzer tuvo un progreso lento, pero una de sus puntas de lanza consiguió penetrar en las líneas estadounidenses y lanzarse con rapidez hacia el río Mosa. En el Sur, el 5º Ejército Panzer penetró a través de la inexperta infantería estadounidense. El avance alemán fue retrasado en Saint-Vith, población que las fuerzas estadounidenses defendieron durante varios días. En el vital nudo de carreteras de Bastogne, los alemanes sitiaron la ciudad, defendida por la 101ª División Aerotransportada, pero no consiguieron tomarla. Algunas unidades alemanas sobrepasaron Bastogne, pero el avance principal fue bloqueado. La ofensiva alemana tuvo un gran impacto en los comandantes aliados, ya que no creían que los alemanes aún tuvieran capacidad para organizar una ofensiva a gran escala. Muchas de las tropas alemanas que atacaban eran veteranas del Frente Oriental, y sabían cómo combatir en invierno. Un cielo denso y cubierto había impedido el uso de sus aviones de reconocimiento y de ataque a tierra a los estadounidenses. Sin embargo, los aliados estaban empezando a recuperarse de su impacto inicial y el 1º Ejército y el 9º Ejército se reagruparon para bloquear cualquier intento de avance de los alemanes hacia el Norte. El 3º Ejército de Patton hizo un giro rápido de 90 grados y golpeó el flanco sur alemán. El 26 de diciembre, el 3º Ejército había liberado Bastogne . El clima en estos momentos había mejorado, permitiendo liberar todo el poder aéreo aliado, hasta detener el ataque terrestre alemán en Dinant. En un intento para mantener el impulso de la ofensiva los alemanes lanzaron un ataque aéreo masivo contra los campos de aviación aliados en los Países Bajos el 1 de enero de 1945. Los alemanes destruyeron 465 aviones pero perdieron 277 de sus propios aviones. Mientras que los aliados recuperaron sus pérdidas en cuestión de días, la Luftwaffe no, por lo que ya no fue capaz de lanzar más ataques aéreos importantes. Las fuerzas aliadas del norte y el sur se encontraron en Houffalize, y a finales de enero habían empujado a los alemanes a sus posiciones de partida. Se habían desperdiciado meses de la producción de guerra del Reich, en un momento en el que las fuerzas alemanas del Frente Oriental necesitaban esos recursos desesperadamente, ya que el Ejército Rojo se estaba preparando para su masiva ofensiva contra Alemania.
Frente oriental (enero de 1945 – abril de 1945)
Con los Balcanes y la mayor parte de Hungría limpias de tropas Alemanas a últimos de diciembre de 1944, los Soviéticos comenzaron un redespliegue masivo de sus fuerzas hacia Polonia para su inminente ofensiva de Invierno. Las preparaciones Soviéticas todavía estaban en marcha, cuando Churchill le pidió a Stalin que lanzase su ofensiva tan pronto como fuera posible para aliviar la presión Alemana en el Oeste. Stalin accedió y la ofensiva fue dispuesta para el 12 de enero de 1945. Los ejércitos de Konev atacaron a los Alemanes en el sur de Polonia y se expandieron desde su cabeza de puente en el Río Vístula cerca de Sandomierz. El 14 de enero, los ejércitos de Rokossovsky atacaron desde el Río Narew al norte de Varsovia. Los ejércitos de Zhúkov, situados en el centro, atacaron desde sus cabezas de puente cerca de Varsovia. La ofensiva combinada Soviética rompió las defensas que cubrían Prusia Oriental, dejando el frente Alemán en un completo caos.
Zhúkov tomó Varsovia el 17 de enero, y para el 19 de enero, sus tanques tomaron Lódz. Ese mismo día, las fuerzas de Konev alcanzaron la frontera Alemana anterior a la guerra. Al final de la primera semana de la ofensiva, los Soviéticos habían penetrado 160 kilómetros en profundidad, en un frente que tenía 650 kilómetros de ancho. La apisonadora Soviética se paró finalmente en el Río Óder al final de enero, a sólo 60 kilómetros de Berlín.
Los soviéticos habían esperado capturar Berlín para mediados de febrero, pero resultó una previsión demasiado optimista. La resistencia alemana que casi se había colapsado en la fase inicial del ataque, se había endurecido tremendamente. Las líneas rusas de suministro estaban sobre extendidas y la disciplina entre las tropas Soviéticas en el momento que fueron lanzadas sobre suelo alemán se colapsó. El deshielo de primavera, la falta de apoyo aéreo, y el miedo a ser rodeados a través de ataques de flanco desde Prusia Oriental, Pomerania y Silesia, condujo a un alto general de la ofensiva soviética. El recién creado Grupo de Ejército Vístula, bajo el mando de Heinrich Himmler, intentó un contraataque en el flanco expuesto del Ejército Soviético pero había fallado para el 24 de febrero. Esto hizo que Zhúkov tuviese claro que el flanco tenía que ser asegurado antes que pudiese montarse cualquier ataque sobre Berlín. Los soviéticos reorganizaron entonces sus fuerzas y golpearon hacia el norte, limpiando Pomerania, y después atacaron hacia el sur y limpiaron Silesia de tropas alemanas. En el sur, tres intentos alemanes de liberar la asediada guarnición de Budapest fallaron, y la ciudad cayó ante los Soviéticos el 13 de febrero. Los alemanes contraatacaron otra vez; Hitler insistía en la tarea imposible de recuperar el Río Danubio. El 16 de marzo, el ataque había fallado, y el Ejército Rojo contraatacó ese mismo día. El 30 de marzo, entraron en Austria y capturaron Viena el 13 de abril.
Hitler creía que el objetivo principal para la inminente ofensiva Soviética sería en el sur cerca de Praga, y no Berlín, y había enviado las últimas reservas Alemanas a defender en ese sector. El principal objetivo del Ejército Rojo era realmente Berlín y para el 16 de abril estaba listo para comenzar su asalto final sobre Berlín. Las fuerzas de Zhúkov golpearon por el centro y cruzaron el río Óder pero quedaron detenidas debido a la desesperada resistencia Alemana en las Alturas Seelow. Después de tres días de lucha muy dura y de 33.000 soldados rusos muertos, se penetraron las últimas defensas de Berlín. Konev cruzó el río Óder desde el Sur y se encontró que podía atacar Berlín pero Stalin le ordenó a Konev que guardase los flancos de las fuerzas de Zhúkov y que no atacase Berlín. Las fuerzas de Rokossovskiy cruzaron el Óder por el norte y enlazaron con las fuerzas del Mariscal de Campo Bernard Montgomery en el norte de Alemania mientras que las fuerzas de Zhúkov y Konev capturaban Berlín.
Para el 24 de abril, los grupos de ejército Soviéticos habían rodeado al 9º Ejército Alemán y a parte del 4º Ejército Panzer. Estas eran las principales fuerzas que supuestamente tenían que defender Berlín, pero Hitler había dado órdenes a estas fuerzas que aguantasen donde estaban y que no retrocediesen. Así que las principales fuerzas Alemanas que supuestamente debían defender Berlín, estaban atrapadas al sureste de la ciudad. Berlín fue rodeada más o menos en este momento, y como esfuerzo de resistencia final, Hitler llamó a los civiles, incluyendo a los adolescentes y ancianos, a que luchasen en la milicia Volkssturm, contra el Ejército Rojo que se estaba aproximando. Estas fuerzas marginales fueron aumentadas con los vapuleados restos Alemanes que habían luchado contra los Soviéticos en las Alturas Seelow. Hitler le ordenó al cercado 9º Ejército, que rompiese el cerco y que enlazase con el 12º Ejército del General Walther Wenck y que liberase Berlín. Una tarea imposible, las unidades supervivientes del 9º Ejército fueron conducidas hacia los bosques que rodeaban Berlín, cerca del pueblo de Halbe, donde estuvieron envueltos en una lucha particularmente dura, tratando de romper las líneas Soviéticas y de alcanzar al 12º Ejército. Una minoría consiguió unirse al 12º Ejército y dirigirse peleando hacia el oeste, para rendirse a los estadounidenses. Mientras tanto, la durísima lucha urbana continuaba en Berlín. Los Alemanes habían almacenado una gran cantidad de panzerfausts, y consiguieron destruir una gran cantidad de tanques Soviéticos en las calles llenas de escombros de Berlín. Sin embargo, los Soviéticos emplearon las lecciones que habían aprendido en la lucha urbana en Stalingrado, y fueron avanzando lentamente hacia el centro de la ciudad. La fuerzas Alemanas en la ciudad resistieron tenazmente, en particular la unidad SS Nordland, que estaba compuesta de voluntarios SS extranjeros, porque estaban muy motivados ideológicamente y creían que no vivirían si eran capturados. La lucha fue casa por casa y cuerpo a cuerpo. Los Soviéticos tuvieron 360.000 bajas; los Alemanes 450.000 bajas incluyendo civiles, y además 170.000 capturados. Hitler y su personal se trasladaron al Führerbunker, un bunker de hormigón debajo de la Cancillería, donde se suicidó el 30 de abril de 1945, junto a Eva Braun, con la que había contraído matrimonio unas horas antes.
La Guerra acaba en Europa
Roosevelt, Churchill, y Stalin llegaron a acuerdos para la Europa de posguerra en la Conferencia de Yalta en febrero de 1945. Su encuentro llegó a muchas resoluciones importantes, tales como la formación de las Naciones Unidas, elecciones democráticas en Polonia, las fronteras de Polonia se movieron hacia el oeste a expensas de Alemania, los nacionales soviéticos serían repatriados, y se acordó que la Unión Soviética atacaría a Japón a los tres meses de la rendición de Alemania.
Los Aliados reasumieron su avance hacia el interior de Alemania a finales de enero. El obstáculo final para los Aliados era el Río Rin, que fue cruzado a finales de marzo de 1945, ayudados por la captura fortuita del Puente de Ludendorff en Remagen. Una vez que los Aliados hubieron cruzado el Rin, los británicos se dirigieron en abanico hacia el nordeste en dirección a Hamburgo, cruzando el Río Elba y moviéndose hacia Dinamarca y el Mar Báltico.
El General de los Estados Unidos Omar Bradley, que dirigió el avance dentro de Alemania. El 9º Ejército de los Estados Unidos se dirigió al sur para formar la pinza norte del embolsamiento del Ruhr, mientras que el 1º Ejército fue hacia el norte como la pinza sur del embolsamiento. Estos ejércitos estaban comandados por el general Omar Bradley, que tenía bajos su mando a 1.300.000 hombres. El 4 de abril, el cerco estaba completado, y el Grupo de Ejército Alemán B, que incluía al 5º Ejército Panzer, al 7º Ejército y al 15º Ejército comandados por el Mariscal de Campo Walther Model, estaban atrapados en la Bolsa del Ruhr. Se cogió a unos 300.000 soldados alemanes como prisioneros de guerra. El 1er y 9º ejércitos de los Estados Unidos giraron entonces hacia el este. Pararon su avance en el río Elba, donde se encontraron con las tropas soviéticas a mediados de abril.
Los avances Aliados hacia el norte de la Península Italiana, en el invierno de 1944-45, habían sido lentos debido al terreno montañoso y al redespliegue de tropas en Francia. Pero para el 9 de abril, el 15º Grupo de Ejército Britoestadounidense, penetró a través de la Línea Gótica y atacó el valle del Po, cercando gradualmente las principales fuerzas alemanas. Milán se conquistó a finales de abril. El 5º Ejército de Estados Unidos continuó su avance hacia el oeste y enlazó con unidades francesas, mientras que los Británicos entraron en Trieste, y se encontraron con los partisanos yugoslavos. Unos pocos días antes de la rendición de las tropas alemanas en Italia, partisanos italianos capturaron a Mussolini, que trataba de escapar a Suiza. Fue ejecutado, junto con su amante Clara Petacci. Se llevaron sus cuerpos a Milán, donde fueron colgados boca abajo, para escarnio público.
Después de la muerte de Hitler, Karl Dönitz se convirtió en el jefe del gobierno alemán pero su podería se desintegraba rápidamente. Las fuerzas alemanas en Berlín entregaron la ciudad a las tropas soviéticas el 2 de mayo de 1945. Las fuerzas alemanas en Italia se rindieron el 2 de mayo de 1945, en el cuartel general del General Alexander, y las fuerzas alemanas en el Norte de Alemania, Dinamarca, y Holanda se rindieron el 4 de mayo. El Alto Mando Alemán bajo el Generaloberst Alfred Jodl rindió incondicionalmente todo el resto de fuerzas alemanas el 7 de mayo en Reims, Francia. Los Aliados occidentales celebraron el «Día de la Victoria en Europa» el 8 de mayo. La Unión Soviética celebró el «Día de la Victoria» el 9 de mayo. Algunos restos del Grupo de Ejército Centro Alemán continuaron resistiendo hasta el 11 de mayo o el 12 de mayo (véase Batalla de Praga).
La Guerra acaba en Asia
La última conferencia aliada de la Segunda Guerra Mundial fue celebrada en la ciudad de Potsdam, cercana a Berlín, desde el 17 de julio hasta el 2 de agosto. Durante la Conferencia de Potsdam, se alcanzaron acuerdos entre los Aliados sobre la política a llevar en la Alemania ocupada. También se lanzó un ultimátum a Japón pidiendo su rendición incondicional.
El presidente de los Estados Unidos Harry Truman decidió usar la nueva arma atómica para acelerar el final de la guerra. La batalla de Okinawa había mostrado que una invasión en las islas de origen japonesas (planeada para noviembre) significaría un gran número de bajas estadounidenses. La estimación oficial que fue dada por la Secretaría de Guerra era de 1.4 millones de bajas aliadas, aunque algunos historiadores discuten si esto habría sido el caso o no. La invasión habría significado la muerte de millones de soldados japoneses y civiles, que estaban siendo entrenados como milicia.
El 6 de agosto de 1945, un B-29 Superfortress, el Enola Gay, lanzó una bomba atómica apodada Little Boy sobre Hiroshima, destruyendo la ciudad. El 9 de agosto, un B-29 llamado Bockscar lanzó la segunda bomba atómica, apodada Fat Man, sobre la ciudad portuaria de Nagasaki.
El 8 de agosto, dos días después que se hubiese lanzado la bomba atómica sobre Hiroshima, la Unión Soviética, habiendo denunciado su pacto de no agresión con Japón en abril, atacó a los japoneses en Manchuria, cumpliendo su promesa hecha en Yalta de atacar a los Japoneses tres meses después de que hubiese acabado la guerra en Europa. El ataque fue hecho por tres grupos de ejército soviéticos. En menos de dos semanas, el ejército japonés en Manchuria, que consistía en aproximadamente un millón de hombres, había sido destruido por los soviéticos. El Ejército Rojo se movió hacia Corea del Norte el 18 de agosto. Corea fue seguidamente dividida en el paralelo 38 en las zonas soviética y estadounidense.
El uso estadounidenses de las armas atómicas contra Japón y la invasión soviética del Manchukuo, hicieron que Hirohito se apresurase a puentear al gobierno existente e interviniese para finalizar la guerra. En su alocución radiofónica a la nación, el Emperador no mencionó la entrada de la Unión Soviética en la guerra, pero en su «reescritura a los soldados y marineros» del 17 de agosto, ordenándoles el alto el fuego y entregar las armas, acentuó la relación entre la entrada de los soviéticos en la guerra y su decisión de rendirse, omitiendo cualquier mención a las bombas atómicas.
Los japoneses se rindieron el 14 de agosto de 1945, o el Día de la Victoria sobre Japón, firmando el Instrumento Japonés de Rendición el 2 de septiembre. Las tropas japonesas en China se rindieron formalmente el 9 de septiembre de 1945.
Participación de América Latina
En diciembre de 1941 tras el Ataque a Pearl Harbor, Cuba fue el único país independiente antillano que le declaró la guerra al Eje. En el país fueron arrestados varios agentes alemanes y se convirtió en el principal proveedor de azúcar a los aliados. Alemania hundió 5 buques mercantes cubanos con un saldo de 82 muertos. Por su parte los cazasubmarinos cubanos hundieron al submarino alemán U-176.
También como consecuencia del ataque a Pearl Harbor, Venezuela rompe relaciones con las potencias del Eje en diciembre de 1941. A raíz de ello, el 16 de febrero de 1942, los tanqueros venezolanos Monagas y Tía Juana son torpedeados y hundidos por submarinos del Tercer Reich en aguas del Golfo de Venezuela, tras lo cual, el gobierno del presidente Isaías Medina Angarita pasa a cooperar con el esfuerzo aliado de manera más estrecha, autorizando incluso el uso temporal de bases militares venezolanas por el Ejército y la Armada de los Estados Unidos, así como garantizando el suministro de combustible a dichas fuerzas.
En mayo de ese mismo año, Alemania hundió dos navíos petroleros mexicanos (el Potrero del Llano y el Faja de Oro); con este hecho se da inicio a la única participación de México en la Guerra Mundial. Ante la descortesía del Eje de no contestar a la nota de protesta enviada por la cancillería mexicana, el Congreso mexicano le declaró la guerra el 22 de mayo de 1942, siendo el tercer y último país norteamericano en entrar en la guerra. De fines de junio a principios de septiembre los submarinos alemanes hundirían 4 barcos más: Tuxpan, Oaxaca, Las Choapas y Amatlán. De esta forma, la aviación mexicana conformada por el escuadrón 201 participó en la guerra del Pacífico.
Si bien varios países sudamericanos le declararon la guerra a las potencias del Eje, solo Brasil envió una fuerza expedicionaria a combatir. Entre julio y agosto de 1942, submarinos alemanes hundieron 18 barcos brasileños, y aunque el gobierno de Brasil se mostraba reacio a entrar en el conflicto, la indignación pública empujó a Brasil a declarar la guerra a Alemania en noviembre de 1942, y a enviar casi 30 mil hombres al frente de Italia.
Colombia declaró la guerra en 1943, porque un submarino alemán hundió uno de sus barcos, que acababa de transportar soldados ingleses a la isla de San Andrés. El resto de los países sudamericanos como Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay y Argentina, lo hicieron entre 1944 y 1945. El último país hacerlo fue Chile, quien declaró la guerra al Japón a fines de abril de 1945, sin embargo, se mantuvo siempre neutral frente a Alemania.
Los países centroamericanos lo hicieron bien al lado de México, o bien al lado de Brasil; excepto Costa Rica, que declaró la guerra a Japón el 8 de diciembre de 1941, al mismo tiempo que los Estados Unidos.
Participación española en la guerra
El 23 de octubre de 1940 se celebró la llamada entrevista de Hendaya en la que Francisco Franco se reunió con Adolf Hitler en presencia sus ministros de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Suñer y Joachim von Ribbentrop, para tratar la posible entrada de España en la guerra, en el bando alemán. Sin embargo, Hitler no consiguió convencer a Franco, aunque éste cambió la declaración de a España de neutral a no beligerante para mostrar de esta forma el apoyo de España al Eje Roma-Berlín. En junio de 1941 se autorizó el reclutamiento de voluntarios para luchar contra el comunismo, dando origen a la División Azul, la cual combatió en el ejército alemán durante la invasión de la Unión Soviética.
Franco que había recibido el apoyo británico y estadounidense, lo seguía compensando con las explotaciones mineras británicas, como Riotinto, a la vez que permitía el paso de refugiados judíos o militares (principalmente pilotos) hacía Portugal. La intención era quedar bien con cualquiera que ganara la guerra. Esta posición se apreció especialmente desde que Franco pretendió suavizar la posición de su régimen con las destituciones del ministro germanófilo Ramón Serrano Suñer en 1942, y la repatriación de los voluntarios de la División Azul en 1943, después de la Conferencia de Casablanca.
Respecto a la guerra, Franco dijo:
Hay tres guerras simultáneas; la del Eje contra La URSS en la que estoy de parte del Eje, la del Eje contra los Aliados, en la que soy neutral, y la de Estados Unidos contra Japón en la que estoy a favor de Estados Unidos.
La participación española fue básicamente ideológica. Luchando contra el comunismo o en contra el fascismo, había españoles en casi todos los ejércitos:
En el ejército Alemán:
Los voluntarios españoles fueron encuadrados en la 250 Einheit spanischer Freiwilliger de la Wehrmacht (la División Azul), lucharon como voluntarios contra la Unión Soviética en el frente oriental, operando principalmente en el frente de Leningrado hasta 1943.
En 1943 Franco ordenó la repatriación de los voluntarios que formaban la División Azul. Sin embargo, algunos de ellos rechazaron volver y fueron reagrupados en otras unidades alemanas. También hubo voluntarios españoles en otras unidades alemanas, principalmente en las Waffen-SS, y otros voluntarios que atravesaron la frontera española furtivamente por Lourdes, Francia. Las nuevas unidades fueron llamadas colectivamente la Legión Azul. Estos lucharon en Letonia, en Yugoslavia contra los partisanos de Tito, en Francia contra la resistencia e incluso en la Batalla de Berlín.
En el Ejército Rojo de la Unión Soviética:
Muchos exiliados, tanto niños como adultos, habían sido acogidos por el gobierno soviético tras la Guerra Civil Española. Después, tras la entrada de la URSS en la guerra en 1941, algunos se presentaron voluntarios y otros muchos fueron llamados a filas como compensación por la ayuda recibida del pueblo soviético. Los que no querían luchar, normalmente fueron encarcelados.
En el Ejército Francés y la Resistencia:
El otro país que más exiliados españoles recibió fue Francia, debido a que cientos de miles de republicanos españoles huyeron al otro lado de la frontera tras la derrota en la guerra civil. Cuando estalló la guerra, muchos antiguos combatientes republicanos españoles se presentaron voluntarios en el ejército regular francés. Tras la derrota francesa de 1940 y cuando Francia estaba ocupada por las fuerzas del eje, algunos se incorporaron a la Resistencia francesa.
Algunos de los primeros tanques que entraron en París, tras su liberación en 1944, pertenecían a la 9ª Compañía; conocida popularmente como La Nueve; de la 2ª División Blindada, del Regimiento de Marcha del Chad, de la División Leclerc. Esta División estaba encuadrada en el III Ejército estadounidense liderado general George Patton.
Ejército Británico:
El ejército británico, como no aceptaba extranjeros, creó una compañía española llamada: Spanish Company Number One, que incluso luchó en la batalla de Normandía .
Consecuencias históricas
Además de los horrores propios de toda guerra, la Segunda Guerra Mundial introdujo formas de sufrimiento no achacables a la propia escala de la misma:
Deportaciones masivas a campos de concentración y de trabajo, organizados en Europa por Alemania (contra judíos, homosexuales , eslavos, discapacitados, gitanos , Testigos de Jehová, comunistas , españoles republicanos, sacerdotes católicos y ministros de otras religiones, etc.), que se convertirían en campos de exterminio donde tendría lugar el Holocausto; también en Estados Unidos y otros países de América, internando a sus ciudadanos de ascendencia japonesa.
Masacres masivas de población y de prisioneros enemigos perpetrada por las fuerzas japonesas, principalmente en China, y las alemanas, en Rusia. Tras la guerra, malos tratos a prisioneros de guerra, sobre todo por parte de la Unión Soviética.
Violaciones masivas de mujeres por parte de tropas soviéticas y japonesas.
Experimentos científicos usando prisioneros realizados por médicos nazis y japoneses, que solían acabar con la muerte del individuo.
Bombardeo aéreo masivo de civiles y lanzamiento de cohetes V-1 y V-2 iniciado por el Eje en Varsovia, Londres, Coventry y otras ciudades, que fue continuado por los aliados a una escala mucho mayor (Tokio, Berlín , Dresde y Hamburgo entre otras). Además, por primera y única vez, la bomba atómica fue utilizada en una guerra: dos bombas arrojadas por Estados Unidos explotaron con tres días de intervalo, en Hiroshima y Nagasaki.
Durísimos años de postguerra para la población civil.
Como consecuencia de los cambios territoriales, millones de personas se vieron desplazadas y desarraigadas de sus lugares de origen.
En el ámbito intelectual y artístico, queda de forma oprimente y, a veces, obsesiva, la pregunta de cómo fue posible la guerra y cómo fueron posibles las circunstancias históricas que llevaron a ella. En muchos casos esta cuestión se ve agravada por el saber de qué intelectuales y artistas colaboraron con los totalitarismos y el clima bélico o, al menos, no se opusieron decididamente a ello.
La Segunda Guerra Mundial contribuyó a que emergieran dos superpotencias que buscaban repartirse el mundo: Estados Unidos y la URSS. La Sociedad de Naciones, a la que se responsabilizó de contribuir a desatar la guerra, fue reemplazada por la ONU. La carta de las Naciones Unidas se firmó en San Francisco el 26 de junio de 1945. En los Juicios de Nüremberg y Tokio, parte de la jerarquía nazi y del Tenno nipón fue juzgada y condenada por crímenes contra la humanidad. La investigación científica y técnica, en su conjunto, se benefició de un fuerte impulso en particular: el dominio del átomo tras el Proyecto Manhattan. También contribuyó a la creación del helicóptero, los aviones de reacción y la creación del ICBM.
Los soviéticos, que se aliaron con EEUU y los aliados sólo por conveniencia contra el enemigo común, Alemania, se convirtieron en enemigos por sus ideales contrarios, y así comenzó una era de guerra fría en Europa.
En Alemania tras la firma del armisticio por parte del Eje, el Plan Marshall contribuyó a la reconstrucción de Alemania. Si bien los alemanes perdieron la guerra, sus adelantos en tecnología punta en cadenas de industrias, fabricación de componentes para cohetes, misiles y diversos tipos de armas ayudaron a los Aliados del Oeste y sirvieron para el llamado « milagro alemán ».
Sin embargo se presentó la expulsión de alemanes en Europa central (Prusia, Checoslovaquia, Polonia y países bálticos) donde había asentamientos alemanes desde varios siglos atrás. Los alemanes de los Sudetes, que pedían su incorporación a Alemania, habían desencadenado el desmantelamiento de Checoslovaquia, acordado en los Acuerdos de Múnich de 1938.
Tras la toma de esos territorios por el ejército soviético, numerosos alemanes fueron expulsados o dejaron su tierra para ir a Alemania o Austria, en condiciones generalmente dramáticas.
Los Estados Unidos tomaron la iniciativa de una actitud «positiva». Impusieron la democracia (particularmente al Japón), a través de una depuración y de un control del estado y la educación.
Las pérdidas de vidas humanas para Estados Unidos fueron, en comparación con el resto de los Aliados, muy inferiores en número porque en su territorio no se desarrolló la guerra y las pérdidas sólo fueron militares.
En este contexto, la actitud francesa, país liberado tras la Batalla de Normandía según la historiografía francesa, estuvo marcada por la afirmación original de una voluntad de independencia, sobre todo debido a la personalidad de Charles De Gaulle, quien hizo jugar a Francia un papel en la ocupación de Alemania al lado de los vencedores y, por otra parte, desarrolló la investigación nuclear para afirmar su independencia de Estados Unidos. La liberación se acompaña de una depuración de personas sospechosas de ser colaboradores (gran parte de ellos ejecutados sin juicio previo) y la destrucción de ciudades como El Havre. Se forma un gobierno de unión, entre comunistas y gaullistas de una parte y representantes de la resistencia y radicales, de centro izquierda.
Los otros aliados, si se exceptúa el Reino Unido, jugaron un rol menor o fueron descartados de las negociaciones referentes a la puesta en práctica de las dos zonas de influencia que siguieron a los acuerdos de Yalta y de Potsdam. Esta situación, que porta en sí misma los gérmenes de la Guerra Fría, llegaría a durar hasta 1989.
El Reino Unido salió considerablemente debilitado de la guerra. Ésta, en efecto, consagró el fin de su poderío colonial. Por consiguiente, las Islas Británicas conocieron una crisis sin precedentes, que requirió la reconstrucción y reestructuración de su economía.
Se estima que alrededor de 6 millones de judíos, junto con otros grupos étnicos, fueron asesinados por los nazis, principalmente mediante la deportación a campos de concentración, algunos tan conocidos como Auschwitz, Treblinka y Majdanek. La expresión hebrea Shoah (catástrofe) —también conocida como «Holocausto»— designa la exterminación en masa de los judíos perpetrada durante esta sangrienta guerra.
Al final del conflicto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reemplazó a la Sociedad de Naciones (SDN), fundada en 1919, y se otorgó a sí misma la misión de resolver los conflictos, en general bélicos, de carácter internacional.
Consecuencias territoriales en el mundo
Rusia anexionó el este de Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, y partes de Finlandia y Rumanía. Polonia recibió territorios de Alemania (Pomerania, Silesia y la mitad de Prusia Oriental). Alemania y Austria quedaron divididas en cuatro zonas de influencia, posteriormente Austria recuperó su independencia en 1955 y en el caso de Alemania, Estados Unidos, Francia y Reino Unido unificaron sus respectivas zonas de influencia en la República Federal Alemana y la URSS hizo lo mismo con su zona de influencia y la convirtió en la República Democrática Alemana.
La guerra dejó al descubierto la debilidad de los países europeos y los movimientos de independencia de las colonias se generalizaron con el apoyo de las dos superpotencias. Los ejércitos de las potencias coloniales no tenían ya capacidad para controlar dichos movimientos, por lo que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX de produjo la llamada descolonización.
El mundo quedó dividido en dos bloques:
El bloque capitalista: liderado por los Estados Unidos y con influencia en Europa Occidental.
El bloque comunista: liderado por la URSS y con influencia por Europa del Este.
Víctimas mortales a partir de septiembre de 1939 | |||||
País | Militares | Civiles | Total | ||
URSS | 8.700.000 | 18.300.000 | 27.000.000 | ||
China | 1.324.000 | 10.000.000 | 11.324.000 | ||
Alemania | 3.250.000 | 3.810.000 | 7.060.000 | ||
Polonia | 850.000 | 6.000.000 | 6.850.000 | ||
Japón | 1.300.000 | 700.000 | 2.000.000 | ||
Yugoslavia | 300.000 | 1.400.000 | 1.706.000 | ||
Rumanía | 520.000 | 465.000 | 985.000 | ||
Francia | 340.000 | 470.000 | 810.000 | ||
Hungría | – | – | 750.000 | ||
Austria | 380.000 | 145.000 | 525.000 | ||
Grecia | – | – | 520.000 | ||
Estados Unidos | 500.000 | – | 500.000 | ||
Italia | 330.000 | 80.000 | 410.000 | ||
Checoslovaquia | – | – | 400.000 | ||
Reino Unido | 326.000 | 62.000 | 388.000 | ||
Países Bajos | 198.000 | 12.000 | 210.000 | ||
Bélgica | 76.000 | 12.000 | 88.000 | ||
Finlandia | – | – | 84.000 | ||
Canadá | 39.000 | – | 39.000 | ||
India | 36.000 | – | 36.000 | ||
Australia | 29.000 | – | 29.000 | ||
Albania | – | – | 28.000 | ||
España | 12.000 | 10.000 | 22.000 | ||
Bulgaria | 19.000 | 2.000 | 21.000 | ||
Nueva Zelanda | 12.000 | – | 12.000 | ||
Noruega | – | – | 10.262 | ||
África del norte | 9.000 | – | 9.000 | ||
Luxemburgo | – | – | 5.000 | ||
Dinamarca | 4.000 | – | 4.000 | ||
Brasil | 443 | 607 | 1.050 | ||
México | 85 | 23 | 108 | ||
Total | – | – | 61.820.315 |
Autor:
Jorge Alberto Vilches Sanchez
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