actuación, por consiguiente la primera tarea es mirarse al espejo, a través de la evaluación de la práctica tradicional y desde la investigación – acción educativa, en colaboración con un docente observador, con el cual se genera un lenguaje activo que conduce hacia una práctica reflexiva, como asimismo re-encuentros consigo mismo y con nuestras realidades. Por tanto, es menester fomentar docentes reflexivos que construyan en sus instituciones espacios metacognitivos permanentes, que orienten los procesos hacia la reflexión, la creación, la auto-transformación, el encuentro de saberes y experiencias compartidas; a manera de ejemplo, se cita:
¨La escuela actual debe adaptarse a las circunstancias y realidades del momento para dar respuestas acordes a ellas y por lo tanto: se lleva a acuñar el término de "inteligente" para aquellas organizaciones que «aprenden de manera creativa y autotransformadora" y cuya característica principal es "promover permanentemente esas maneras superiores de aprender de todos sus miembros, facilitándoles los tiempos, espacios y ambientes adecuados para hacer explícitos los modos tradicionales de pensar y de actuar. Su atmósfera de trabajo se caracteriza por un grado bajo de jerarquización y especialización en sus funciones; por una actitud favorable al diálogo, al intercambio inicial de ideas y a la experimentación; por una marcada preferencia por el trabajo en equipo; y por un nuevo tipo de liderazgo» (Misión de Ciencia Educación y Desarrollo; 1995: 65) ¨
Hasta aquí, sabemos lo que necesitamos, cual es el camino, como comenzar, ahora nos falta la base de sustentación de este enfoque educativo, cuyo modelo su autor intelectual lo denomina: Gestión Sistémica de la Formación desde las Competencias (Tobón, 2010), constatado en diversas universidades y organizaciones educativas de Latinoamérica y Europa, el cual permite la gestión del diseño curricular desde la socio formación, implementando estrategias que permitan a todos los miembros de la organización educativa, tener una mirada desde el pensamiento complejo, haciendo suyo aspecto tales como la autorreflexión, la autocrítica, la contextualización del saber, la multidimensionalidad de la realidad, la comprensión de aquello que se quiere intervenir y el afrontamiento estratégico de la incertidumbre. Esto promueve, que cada integrante de la institución se forme en base a los cuatro principios clave del pensamiento complejo, y por ende la institución distingue con este sello su entramado curricular: autoecoorganizacion, recursividad organizacional, dialógica y hologramática.
Fig. 1: Síntesis del Modelo Gesfoc
La figura 1 presenta la síntesis del Modelo Gesfoc, el cual lo constituyen diez procesos interrelacionados, cuyo desarrollo busca la formación integral de los estudiantes, para afrontar los desafíos del contexto (10), por medio de una mediación pedagógica estratégica (8), con base en su modelo educativo propio del contexto (2) , una estructura curricular compleja (3), con un afianzado proceso de liderazgo y trabajo en equipo (1 ), con políticas de gestión académica , investigación, extensión y bienestar, (4), se gestiona el talento humano de cada integrante de la institución (6), se gestionan los recursos necesarios (7), la mediación de la formación de las competencias se realiza en los espacios formativos (5).En cada etapa del modelo, se establecen los espacios de control y aseguramiento de la calidad, para dar inicio a la dinámica del ciclo (9) determinando perfiles de ingreso, evaluación y refuerzo de competencias de entrada. Cabe hacer notar, que cada etapa es abordada, con una distinción y precisión que le otorga credibilidad, haciendo gala de un modelo de clase mundial.
En este trayecto, es imprescindible detenerse y hacer vida la palabra, en una etapa del modelo, que se refiere a la gestión de los espacios académicos a través de la formulación de Proyectos Formativos, que desde el pensamiento complejo es un conjunto articulado de acciones, ordenadas por etapas que se van cumpliendo, desde la etapa de Diagnostico, Direccionamiento, Planeacion, Actuación y Evaluación, de acuerdo a la continua valoración, retroalimentación y ajustes pertinentes. Sus estrategias son sistemáticas, orientadas a la consecución de productos valiosos en un contexto cultural determinado y flexible, modificables en el transcurso de la acción.
Con los Proyectos Formativos, se realiza una formación de competencias mediante la integración del saber ser, saber conocer y el saber hacer, además de conocer, comprender y resolver problemas del contexto de acuerdo a los intereses de los estudiantes, lo que permite aprender a comprender la realidad, en su complejidad.
La propuesta personal, de acuerdo al contexto docente que se está inserta, en mi caso una Escuela Rural, en la que pueden faltar muchas cosas, pero lo más notable en los estudiantes, es la escasa capacidad de dar a conocer las ideas, los pensamientos, los sentimientos, el sentirse valorado en su dignidad, en otorgar el espacio para el emprendimiento, para el protagonismo, para la autonomía y la creatividad. Y juntos, dimos forma a un Proyecto Formativo ¨Hablando, aprendo a hablar¨, cuya competencia a formar fue precisamente, gestionar situaciones comunicativas dentro y fuera del aula, asomándose desde la escuela a su territorio, a investigar el accionar de las organizaciones mas representativas de su comunidad. Se cumplieron una a una, las estrategias del proyecto, con un combate cuerpo a cuerpo con la inercia del sistema, con la dependencia que se crea en el alumno frente a la responsabilidad de su aprendizaje, lo que limita su capacidad de emancipación y desarrollo y lo incapacita para analizar en el futuro situaciones desde una perspectiva crítica, la apatía e indiferencia, consecuencia de haber fomentado durante años el aprendizaje no significativo en el aula, de la desconexión de los temas que se estudian en clase con los problemas que se perciben en la vida real, del temor de los alumnos a que sus actuaciones puedan ser ridiculizadas, la pasividad de los alumnos y su temor a tomar iniciativas dentro del aula , también consecuencia de un conjunto de comportamientos que limitan su desarrollo como persona, predisponiéndolos a la aceptación acrítica de todo lo que esté establecido sin siquiera preguntarse los por qué.
Íntimamente relacionado con la pasividad está la falta de creatividad que se fomenta a través de la clase magistral, donde la actividad principal consiste en la memorización no significativa, penalizándose las respuestas que difieren de las propuestas por el profesor y donde se ignora cualquier elemento de diversidad dentro de la clase. La fragmentación del aprendizaje en bloques de contenidos por áreas de conocimiento, organizado por horas de clases, restó continuidad a las estrategias del proyecto. Una característica muy arraigada es la competitividad en lugar de colaboración, motivada por influjo de la sociedad en que viven, potenciada por un sistema de evaluación por calificaciones que fomenta el trabajo individual frente al trabajo en equipo.
Siempre en estado de alerta, sacudiendo y esquivando las costumbres tradicionales, nos detenemos nuevamente en la etapa final del proyecto, que corresponde a la evaluación, cuya concepción se dibuja en un mapa de aprendizaje que va desde el nivel preformal, nivel receptivo, nivel resolutivo, nivel autónomo, nivel estratégico y nivel proyectual, el cual se utilizó como coevaluación y autoevaluación para los estudiantes.
Pero como tiene un final, la ruta formativa llega a su fin con la clara sensación en los estudiantes, de lo atractivo que resulta ser cómplices y autores de su propio proyecto, apreciaron su desempeño y palparon la gama de posibilidades que los convierte en héroes de su propia historia.
Misión de Ciencia Educación y Desarrollo (1995) Colombia: al filo de la oportunidad. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio
Tobón, S (2009 a). La formación humana integral desde el proyecto ético de vida y el enfoque de las competencias. En E. J. Cabrera (Ed.), Las competencias en educación básica: un cambio hacia la reforma. México: Secretaría de Educación pública.
Tobón, S (2009b). Proyectos formativos: didáctica y evaluación de competencias. En E. J. Cabrera (Ed.), Las competencias en educación básica: un cambio hacia la reforma. México: Secretaría de Educación Pública.
Tobón, S. (2010). Formación integral y competencias. Pensamiento complejo, currículo, didáctica y evaluación (3ra Ed).Bogotá: Ecoe
Artículos de la Web
Informe Delors http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF
Tobón, S: El modelo de las competencias en la práctica educativa: Hacia la gestión de la calidad:
Tobón, S http://www.scribd.com/doc/28137201/Formacion-Basada-en-Competencias
Autor:
Maria Elina Leal Pastene
Chile- Noviembre 2010
CIFE -2010
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