INTRODUCCIÓN
El trabajo social en Cuba se encuentra en un proceso de expansión desde el punto de vista de su institucionalización y profesionalización, marcado por la aparición de las Escuelas de Formación Emergente de Trabajadores Sociales.
Cuando nos referimos a la profesionalización, entendemos por ello, el proceso mediante el cual son calificados los miembros de una profesión para la posesión y utilización de prácticas, conocimientos y habilidades, para proveer servicios adhiriéndose a valores y a un código de ética
Luego de 1959 esta profesión fue impulsada por la Federación de Mujeres Cubanas y el Ministerio de Salud Pública también se suman los Comités de Defensa de la Revolución y las Direcciones de Asistencia Social de Ministerios como Trabajo y Seguridad Social, del Interior y el Instituto de la Vivienda. Ya a finales de la década de los 90 para darle continuidad a este proceso se incorporan las universidades y el Estado cubano a través
De las organizaciones juveniles, y como parte de un grupo de Programas Sociales creados para los jóvenes por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Pioneros en el impulso de la profesión luego de 1959, lo fueron: la Federación de Mujeres Cubanas y el Ministerio de Salud Pública, también se suman otras organizaciones sociales, como los Comités de Defensa de la Revolución, y las Direcciones de Asistencia Social como: Trabajo y Seguridad Social. A finales de la década del 90 para darle continuidad a este proceso se incorporan las universidades y el estado cubano a través de las organizaciones juveniles, y como parte de un grupo de Programas Sociales creados para los jóvenes por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Cuba socialista, desde hace más de 40 años está tratando de estructurar una sociedad superior basada en la justicia social y donde se concibe el desarrollo desde una perspectiva integral, llamada a transformar las condiciones de vida, la estructura social y la conducta y conciencia de los individuos.
Históricamente, el Trabajo Social ha estudiado las distintas formas de la acción social vinculada a la ayuda al necesitado, que se transforma de la asistencia social a la organización de los servicios sociales, y a la implementación de políticas generadas por los diferentes estados, en diferentes momentos históricos.
Esta disciplina a través de la intervención debe intentar prevenir resolver desarrollando las capacidades en el individuo para enfrentar situaciones conflictivas o simplemente perfeccionar su modo de hacer, de vivir, de relacionarse con los otros y con el medio; lo prepara para asumir su cuota de responsabilidad individual o social; y sobre todo lo entrena para participar en la solución de los problemas.
Hay que crear espacios donde sistematizar el saber especializado, que de acuerdo a la experiencia de intervención, indique la manera de seleccionar individuos o grupos sociales, jerarquizar los problemas, adelantar soluciones y permita de la manera más acertada posible usar los métodos para involucrar los sujetos en las acciones sociales.
DESARROLLO
Los antecedentes del Trabajo Social en Cuba son similares a los antecedentes de la profesión en cualquier otra parte del mundo. La Iglesia Católica y las asociaciones benéficas desarrollaron un conjunto de actividades para socorrer a las personas en desventaja social. A la acción de ella, se suman las acciones de inmigrantes, fundamentalmente de diferentes regiones de España y las primeras asociaciones obreras que surgen como asociaciones de ayuda mutua.
En la década del treinta hay indicios de preocupación por dotar a las personas que trabajan en organizaciones benéficas y filantrópicas de algunos conocimientos que le permitieran enfrentar con mayor rigor la labor de asistencia social, sin dudas fue importante en este sentido la fundación en 1938 del Patronato de Asistencia Social por iniciativa de la sociedad.
Con la promulgación de la Constitución del 40, se reconoce por primera vez la responsabilidad del Estado en la Seguridad y Asistencia Social. Los primeros fondos económicos los aportó la Alcaldía de La Habana. Una vez realizada la matrícula se recibió apoyo de la Universidad de La Habana, en particular de la Facultad de Educación la cual contribuyó a la apertura de las Escuelas de Servicios Social el 5 de mayo de 1943 y se reconoció como Escuela Anexa de la Facultad de Educación en Junta celebrada por esa Facultad el 3 de mayo de 1945. Los requisitos para ingresar a la Escuela de Servicio Social eran:
- Características de índole personal: interés por el ser humano y por lo que el hecho social significa, respeto a la dignidad humana.
- Título de Bachiller, preferiblemente en el área de letras, o título de High School, (concedido por Escuelas norteamericanas radicadas en Cuba o en Estados Unidos); en caso de no cumplir con estos requisitos eran aceptados aquellos estudiantes que aprobaran los exámenes de ingreso o los graduados de enfermería, de las Escuelas del Hogar, de comercio, de arte y oficio y técnicas.
El plan de estudio de la escuela constaba de los dos años académicos, divididos en cuatro semestres. Se cursaban materias como Psicología, Sociología, principios básicos de la Ciencias Médicas y del Derecho en sus relaciones con la Asistencia Social. Las prácticas de la escuela abarcaban campos médicos-sociales, delincuencia juvenil, menores abandonados y trabajos con grupos, con centros de práctica en diversas instituciones.
Al efectuar un análisis del listado de las asignaturas que integraban el Plan de Estudio se observa que en él están presentes asignaturas relacionadas con los tres niveles de intervención del Trabajo Social: individual, grupal y comunitario.
El plan de estudio carece de asignaturas vinculados a la metodología o a la investigación en el área de los servicios o del Trabajo Social, y solo hay una asignatura donde se contempla la actividad práctica.
Al relacionar la bibliografía utilizada y producida en la época, el listado de asignaturas del Plan de Estudio y los contenidos de los Trabajos de Tesis se aprecia que el Trabajo Social como profesión en Cuba nació con una fuerte relación con la Medicina como profesión auxiliar de esta; con una función asistencial que descansaba en la concepción de que las situaciones de carencia o de desventajas sociales eran producto de condiciones y características individuales, por lo que en la mayoría de los casos no estaban en condiciones de actuar sobre sus causas, ignorando la influencia de las determinantes sociales. Se desconocían las funciones de investigación y planificación de los servicios sociales y la participación en la toma de decisiones. Presentan una escasa referencia al arsenal teórico y metodológico, lo que traía como consecuencia la realización de intervenciones con carácter bastante limitado.
La Escuela de Servicios Sociales de La Universidad de La Habana cerró en 1956, al igual que el resto de las especialidades universitarias como consecuencia del clima político que vivía el país. En el año 1959 cuando se inician de nuevo los estudios universitarios tras el triunfo de la Revolución, la Escuela de Servicios Sociales abre sólo para aquellos estudiantes que continuaban estudios.
Es de destacar que el predominio del trabajo social asistencial permanece hasta la década del 90 del siglo xx, caracterizándose por mantener una postura de atención al os necesitados que básicamente otorgan ayudas, tanto materiales como desde el punto de vista espiritual en el sentido de servicios o información. Es la forma originaria en que apareció el Trabajo Social y luego evolucionó hacia formas más técnicas e incluso hacia formas más participativas. Por su puesto, el asistencialismo que es como se le nombra en nuestro país es parte del quehacer profesional, pero no consideramos que agote las potencialidades de la profesión.
En 1962 la Reforma Universitaria, desde el punto de vista de la formación profesional, se le da prioridad a las carreras técnicas que contribuyen a garantizar un desarrollo socioeconómico acelerado del país.
Página siguiente |