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Bailes Populares y Tradicionales Cubanos

Enviado por Yirka Maceo Ferrera


  1. Identidad Cultural, Musical y Danzaria
  2. El Casino, síntesis de nuestros Bailes Populares y Tradicionales

La música en Cuba es un elemento que se distingue por su gran desarrollo, además de contar con una rica evolución que se enriquece a lo largo de los años con el trabajo de musicólogos y musicógrafos. Quienes han evaluado, historiado y sistematizado la multiplicidad y concatenación de los elementos que conforman nuestro genuino universo musical.

La música y la danza se conjugan bajo una finalidad común, aunque mantienen una independencia innata. Pueden aparecer simultáneamente en determinada manifestación artística (como el teatro, la ópera o el cine) o surgir en diferentes momentos y fusionarse después, siempre y cuando las exigencias del contexto así lo requieran o demanden.

Cuba es uno de los países que más géneros bailables ha aportado a la lista de bailes internacionales, entre los que merecen citarse figuran: el danzón, son, mambo, rumba, chachachá, casino, entre otros. Sin embargo, en los últimos tiempos, la inserción de géneros foráneos ha ido lastrando la rica heredad, que en este sentido atesoraba nuestra memoria cultural.

En entrevistas realizadas en las diversas instituciones a instructores de danza y promotores, se pudo constatar que en la ciudad de Santiago de Cuba, se trabaja arduamente en la promoción de nuestros bailes populares, sin embargo, existe paradójicamente una deficiencia real en lo que a la enseñanza de los mismos se refiere, lo cual ha frenado ostensiblemente su inserción en las prácticas bailables de nuestra cotidianeidad.

En encuestas realizadas a jóvenes se pudo precisar que los mismos no muestran interés por los bailes populares y tradicionales cubanos, a excepción del casino. Sobre la base de estos resultados, la siguiente investigación trabajará en función de la revitalización de los mismos, a través de los rasgos distintivos de cada uno, fusionándose en el casino, el cual se convertirá en una suerte de reto expedito hacia nuestro objetivo. Es pertinente aclarar que cuando se habla del término revitalización se toma por definición la ofrecida por Caridad Santos García y Nieves Armas Rigal en su libro Danzas Populares Tradicionales Cubanas, donde el fenómeno es visto desde el rescate y la reconstrucción[1]

Existen muchos autores que han investigado acerca del universo musical y danzario en Cuba. Para la conformación de este trabajo se tomaron en cuenta algunos como Victoria Elí y Zoila Gómez, con su libro …haciendo Música cubana, donde presenta a los ritmos musicales cubanos agrupados como complejos genéricos para mejor comprensión; Caridad Santos y Nieves Armas con Danzas Populares Tradicionales Cubanas, aborda acerca de los bailes cubanos y su desarrollo hasta la actualidad; Bárbara Balbuena con El Casino y la Salsa en Cuba, muestra el desarrollo del casino como baile y la salsa como música en Cuba; Helio Orovio y su colección de pequeños libros sobre los ritmos cubanos, así como su Diccionario de Música cubana ; Alejo Carpentier con La música en Cuba, y diversos ensayos del tema escritos en revistas, en los que plasma un estudio de cómo se conforma nuestra música. También resultó importante la bibliografía de la eminente musicóloga María Teresa Linares para el desarrollo del trabajo. Cada uno permitió ahondar en la diversidad de ritmos populares y tradicionales cubanos.

Por ser nuestros bailes una traducción del acento y espíritu de la nación y configurar parte de lo que se ha llamado nuestra idiosincrasia[2]Expresiones surgidas del pueblo que con el tiempo se transforman en nuestra identidad y van adquiriendo valores permanentes dentro del patrimonio artístico universal.

El principal aporte radica en constituir un acercamiento de los estudios socioculturales a potenciarlos, dirigido a revitalizar en la juventud nuestra rica identidad danzaria. Ello traería consigo el conocimiento de la historia, el aprendizaje de estos bailes y un verdadero sentido de pertenencia e identidad nacional hacia los mismos.

Identidad Cultural, Musical y Danzaria

Para llegar al fundamento acerca de la identidad danzaria, o sea, a la identidad de los bailes populares y tradicionales cubanos, es necesario definir términos como identidad cultural e identidad musical, siguiendo el curso jerárquico que se muestra:

edu.red

La palabra cultura proviene del verbo latín colo que significa cultivo, elaboración y que por su origen es el resultado de la actividad social y transformadora del hombre.[3] Su estudio según Isabel Taquechell[4]inició para el siglo XIX, destacando personalidades como Carlos Marx (1818-1883), Federico Engels (1820-1895), Vladimir Ilich Lenin Ulianof y otros más. Pero algunos autores plantean el origen de su estudio a finales del siglo XVII, donde el término cultura conservaba su originaria significación agrícola: relacionado con el cultivo de la tierra y lo agrario en general y posteriormente se concibió como el conjunto de prácticas y conductas sociales inventadas y transmitidas dentro de un grupo social[5]

Por tal motivo, la cultura está relacionada con la actividad del hombre y es producto de un determinado ambiente contextual, como resultado de determinadas relaciones sociales. Ambiente que el hombre va a transformar según su voluntad o para ajustarse a él. O sea, cultura es la manera como nos conducimos y reaccionamos ante el mundo que nos rodea.

Todos los conceptos de cultura incluyen y surgen del ser humano. Él los crea voluntaria e involuntariamente dentro de su propio desarrollo práctico e histórico – social; ayudado por el uso de las tecnologías, que permiten transmitir informaciones de carácter masivo, a un número indeterminado de la población.

La identidad por su parte, es un fenómeno socio histórico, vinculado directamente a las raíces y costumbres de un pueblo, su idiosincrasia, intercambio social y forma peculiar de relacionarse con los demás, sobre la base de lo heredado. Este término a su vez, constituye a la Identidad Nacional, que representa al grupo de expresiones transmitidas de generación en generación y al desarrollo de nuevas tradiciones en una región determinada. Constituye el fenómeno tradicional, marcado por la perdurabilidad de las manifestaciones de la cultura, y su grado de desarrollo; lo cual parte de un ininterrumpido proceso de asimilación, negación y renovación, dentro del cual las manifestaciones responden por lo general, a las formas económicas y sociales imperantes.

La identidad es un vocablo que no debe verse aislado de la cultura. Cada pueblo posee costumbres, lenguajes y bailes que lo tipifican. La identidad es un concepto debatido por estudiosos de las ciencias sociales y humanísticas, precisamente por ser el elemento de unidad esencial de cada pueblo. Su etimología proviene de la locución latina identitas, identitatis de ídem. Significa lo mismo. Es lo idéntico, la identificación, lo que nos distingue y define, lo que nos une, pero a la vez nos segmenta,

Es el fundamento creado por el pueblo en su cotidianidad incesante y creadora, durante el proceso de práctica socio-histórica y artística. Conjunto de tradiciones y hechos que la masa asume de forma espontánea, aportándole nuevos elementos, que con el paso del tiempo y conforme a su perdurabilidad, adquieren el sentido de tradición.

La identidad se forma a través de la propia participación social, en el reconocimiento de deberes y derechos y el incremento de responsabilidades en la sociedad. Tejiendo vínculos de pertenencia entre los grupos humanos, capas y clases. Todo individuo nace y se desarrolla en una sociedad con una estructura sociocultural, en la cual aprende a autoidentificarse y reconocer su propia identidad.

De la identidad cultural se van a derivar las diversas formas culturales, definidas por Rolando Zamora[6]Estas son:

  • 1. Lenguaje

  • 2. Cultura popular tradicional

  • 3. Mestizaje racial

  • 4. Religión

  • 5. Pensamiento cubano

  • 6. Educación

  • 7. Conciencia colectiva

  • 8. Cultura artística y literaria

  • 9. Noción teórica y conciencia popular

  • 10. Vida cotidiana

  • 11. Recreación y tiempo libre

  • 12. Cultura, lucha de clases y conflicto racial

La identidad cultural es contentiva de estos y otros elementos que muchos autores han trata de definir. En lo que respecta a la investigación, el elemento necesario es la cultura artística y literaria y más específico, la danza, y la música como antecedente de la misma.

La identidad cultural es la realidad de la imagen particular y aporte de cada tipo de civilización en la historia general de las sociedades.[7]La identidad cultural es el reflejo de la cultura de un pueblo. El orgullo que cada persona debe sentir en cualquier lugar donde se encuentre. Abarca todo lo que se ha creado, lo que se ha producido en materia de cultura dentro de un determinado grupo social en el transcurso del tiempo; es el sello distintivo que cada persona lleva puesto. Al igual que la cultura, la identidad cultural también se encuentra en constante crecimiento, a medida que las sociedades, comunidades y personas se desarrollan y se nutren, ella también evoluciona; es parte inseparable de las personas.

La identidad en la música y danza en Cuba, al igual que nuestra cultura inicia con el proceso histórico de la conquista y colonización, en las sucesivas oleadas migratorias en la isla. Esta historia ha transitado momentos o épocas violentas y rápidas. Sin embargo, hay rasgos que se mantuvieron estables y sostuvieron la identificación de esta sociedad en aspectos venidos del pasado, adicionando elementos novedosos a los rasgos de identidad. Surgió así, una identidad musical y bailable típica de gran importancia en nuestra cultura, y que con el decursar del tiempo devino como patrimonio universal.

El estudio demuestra en la identidad musical se hacen notar diversas personalidades. Autores como Emilio Grenet (1908- 1941) cuyos valiosos y útiles colecciones de obras de nuestro patrimonio musical, se pueden patentizar en su libro Música popular cubana; Alejo Carpentier (1904 – 1980) con su fundamental texto La música en Cuba y otros ensayos dados a conocer en disímiles revistas, y así como José Antonio Portuondo, Leonardo Acosta, Argeliers León (1918- 1991) y María Teresa Linares los cuales dan cuenta del enorme legado epistemológico que cuentan las investigaciones acerca de nuestra autonomía musical.

La identidad musical cubana presenta una diversidad de ritmos entre los que se encuentran: el punto guajiro o cubano, la rumba, la conga, bolero, guaracha, danzón, mambo, chachachá, son, salsa y las diversas vertientes y nuevos ritmos como el pilón y el mozambique, que han dado lugar a nuestros bailes de gran popularidad y tradición en la cultura cubana. Por lo tanto, cuando se habla de identidad musical e identidad danzaria, se alude a aquellos elementos que conforman nuestra música y bailes cubanos, que nos identifica y define.

Muchos estudiosos como Martha Ezquinazi[8]plantean la división de la música en dos categorías: la popular y la tradicional, teniendo en cuenta la relación de intérpretes, la utilización de elementos tradicionales y lugar donde se ejecuta.

La música popular es la que se trasmite de forma escrita, consta de un autor y presenta una duración efímera. Su difusión es masiva, de dispersión internacional y de uso comercial. Es un fenómeno socio-histórico, vinculado directamente a las raíces y costumbres de un pueblo, su idiosincrasia, intercambio social y su forma peculiar de relacionarse con los demás, sobre la base de lo heredado de los antepasados.

El término popular deviene de (Del lat. popularis) perteneciente o relativo al pueblo. Adjetivo que se utiliza para aquello que es perteneciente a un pueblo e incluso al mundo, relativo a clase social menos favorecida, de fácil acceso para todos. Se utiliza frecuentemente para nombrar a la cultura actual, a la de más penetración mediática[9]

Para mejor comprensión de estos supuestos, resultaría interesante no ver los términos de tradicional y popular por separado. Por ello al referirnos al fenómeno se hablará de Música y Bailes populares y tradicionales.

La música tradicional es aquella que se crea, desarrolla y transmite de padres a hijos. Se mantiene en constante proceso evolutivo, portando determinados patrones o sellos identitarios de la región o país determinado. En tanto, la identidad danzaria es la parte coreográfica de cada ritmo musical. Producto de la actividad cultural del hombre. Es una lenta y prolongada acumulación de rasgos, recogidos, creados y reelaborados en la vida cotidiana, como creencias religiosas, expresiones artísticas y conocimientos. Esta van cambiando o mutando con el paso de las nuevas generaciones.

El Casino, síntesis de nuestros Bailes Populares y Tradicionales

La música tiene un importante papel en la vida del hombre y en especial para nuestro pueblo, tanto por su idiosincrasia, como por las posibilidades que brinda como sistema de comunicación. Transmite información y comunica mensajes a través de conocimientos, sentimientos y emociones.

El florecimiento de la música tiene gran influencia en nuestra cultura, la cual ha sido resultado del proceso de conquista y colonización española. Proceso de interacciones culturales entre raíces hispánicas y africanas, que se simbolizaron en un gen típico; culturas que constituyen el antecedente de nuestra música y bailes, aún cuando el paso del tiempo les ha hecho asumir influencias disímiles.

La danza popular y tradicional cubana ha sido producto del desarrollo sociocultural de nuestro país y el fenómeno conocido como transculturación[10]un factor determinante en la integración de la cultura cubana. Proceso mediante el cual muchos identidades se desgajaron.

En siglos anteriores, fueron introduciéndose en Cuba, numerosos bailes de moda foráneos como la contradanza francesa, el minué, el vals y otros. Sin embargo, las nuevas condiciones socioculturales y geográficas, propiciaron una criollización, tanto en la música como el baile, que con el paso del tiempo dieron lugar a diferentes bailes hasta llegar al casino.

Entre nuestros ritmos populares y tradicionales danzarios, pilares fundamentales para la creación del casino, como nuevo estilo de baile cubano, se encuentran el son urbano y el chachachá. Así como otros que se desarrollaron en Cuba, cuyo origen no fue en nuestro país, como la contradanza, la danza y el rock and roll.

El género musical bailable, contradanza, tuvo su origen en Inglaterra y Normandía. Se introduce a través de España, quien como colonia impuso usos y costumbres en la isla; por Inglaterra en 1762 al producirse la toma de La Habana y por Francia como consecuencia de las sucesivas migraciones franco-haitianas hacia la zona oriental del país cuando la Revolución de Haití en 1791.

En Cuba la contradanza comienza a ejecutarse y como elemento más notable aportado al casino, se tiene el paso de avanzar o retroceder, alternando los pies en cuatro tiempos musicales. Este paso se mantuvo en todos los bailes cubanos como el danzón, el son, chachachá y otros. Aunque evolucionó en diferentes períodos con ciertos cambios de acentos corporales y rítmicos. La posición de baile social abierto es otro aspecto de este ritmo aportado que se hace notar en el casino.

Otro atributo importante es el bastonero. Quien constituía un destacado bailarín o maestro de danza que dirigía y ensayaba los bailes de moda. Disponía el orden, cambios de figuras y designaba el lugar que debían ocupar las parejas.

La danza cubana, es denominada como una simplificación en el nombre de la contradanza, según investigadores y musicólogos. Esta mantuvo la forma musical de la contradanza, pero desde el punto de vista danzario, se iniciaba el baile en posición social cerrado. Este último atributo también es visto en el casino.

En la contradanza se produce una ampliación en lo formal desde sus partes, se extiende su tiempo bailable y establece combinaciones y elaboraciones rítmicas netamente cubanas. Esta contradanza se va a atemperar y da lugar al danzón.

El danzón tiene como figura iniciática creador a Miguel Fraílde (1852-1921). En el Liceo de Matanzas, el 1 de enero de 1879, se estrena por una orquesta de viento el primer danzón: "Las alturas de Simpson". Como complejo musical este agrupa al mambo y al chachachá.

El danzón es una pieza de cuadros y el único género bailable que alterna coreográficamente parte bailables llamadas cedazo, con partes de descanso que se ajustan al tiempo musical. Al bailar, se comienza desde la posición social, lo cual es un aspecto de gran importancia. Entre las figuras fundamentales se encuentra el paseo, cajón, vuelta de tornillo, y otras, sintetizadas o evolucionadas en el casino.

El son por su parte tuvo su origen en los suburbios montuneros de algunas ciudades de la zona oriental de cuba, como Guantánamo, Baracoa, Manzanillo y Santiago de cuba. Se trasladó a La Habana hacia el año 1909 por soldados del Ejército Permanente. Fue una de las representaciones bailables más representativas de las capas humildes de la población. Se bailó en accesorias, salones y academias de baile aunque al principio fue rechazado en los salones elegantes.

Desde el punto de vista coreográfico existen dos estilos fundamentales de interpretar este género: el son montuno y el son urbano. El son se empezó a ejecutar en todo el país y se caracterizó por realizar su paso básico a tiempo de clave o contratiempo de clave.

El son montuno es más movido. Se caracteriza por un movimiento acentuado del torso hacia los lados, profundas flexiones de las piernas que provocan un constante subir y bajar del cuerpo, y la acción frecuente de los brazos arriba y abajo. Se compone de cuatro compases y en donde el coro interviene dos veces entre cada solo. Dentro de este estilo vamos a encontrar el changüí, el sucu-sucu y otros.

En el son urbano los movimientos son más pausados, suaves y elegantes y la posición social de baile es más erguida. Las flexiones de las rodillas son menos pronunciadas y no se ejecutan los movimientos continuos de brazos descritos anteriormente. El paso básico del son en ambos estilos se ejecuta en 4 tiempos musicales, los tres primeros coinciden con 3 pasos y el cuarto es de espera, no se realiza paso alguno y la pareja se enlaza en posición de baile social cerrada. Esta forma de bailar el son es la que más incidencia tuvo en el casino.

El paso básico del son, en su esencia, es similar al del casino, no solo por los tiempos musicales que comprende sino, además, por la forma o diseños corporales y espaciales. Ambos estilos se ejecutan en 4 tiempos musicales, los tres primeros coinciden con 3 pasos y el cuarto es de espera, no se realiza paso alguno y la pareja se enlaza en posición de baile social cerrada.

Por su parte el chachachá es el otro baile cubano que constituye un antecedente importante en la conformación del casino. El destacado violinista, compositor y director Enrique Jorrín, es considero el autor del ritmo. Este género surgió como resultado de la necesidad de crear algo diferente partiendo del propio danzón. Su diferencia como nueva modalidad musical se consagró con la pieza "La Engañadora" (1949), aunque no fue popularizada hasta 1951, año en que el autor grabó un disco que rápidamente alcanzó gran difusión.

El chachachá como manifestación bailable es anónimo. Su nombre fue producto de la conserción musical del chac-chac que producían los bailadores de la sociedad Silver Star[11]en los salones de Prado, Neptuno y otros sitios habaneros al ejecutar el paso. La estructura del baile dio la estructuración del ritmo.

El aporte del chachachá al casino como manifestación bailable fue fundamentalmente coreográfico, a través de las figuras. Su ejecución es por parejas enlazadas o por bailadores sueltos. A finales de la década del 50, la rueda surge como una nueva variante en el chachachá, y se reconoció popularmente como chachachá en rueda. Consistía en una rueda donde las parejas ejecutaban la figura al unísono, una detrás o al lado de la otra, formando un círculo que avanzaba a favor o en contra de las manecillas del reloj. Es preciso señalar que el son también se interpretaba en rueda, aunque raras veces.

Aproximadamente en 1956, comienza a reproducirse este fenómeno del círculo de parejas interdependientes, con la peculiaridad de que se baila con el acompañamiento de otros géneros o modalidades de la música popular que estaba de moda, y se le llamo rueda del casino. El acontecimiento ocurrió de forma exclusiva en el Club Casino Deportivo (sociedad de blancos). Este hecho creativo prendió en el gusto de la juventud y fue imitado por los bailadores en otros clubes. En el proceso de expansión empezó a difundirse la frase "Vamos a hacer la rueda como en el casino" o "Vamos ha hacer la rueda del casino" y que daría por reducción el apelativo de "Casino", a lo que después identifico el nuevo estilo de baile.

Existe otra versión, menos generalizada sobre el origen de la palabra "casino". Los viejos camineros aseguran que la denominación casino se tomo del famoso Conjunto Casino (1940) . Esta agrupación tenía el formato de Jazz Band con percusión cubana. No cabe duda de que este conjunto haya marcado de alguna manera, pautas en el desarrollo del baile, sobre todo si se tiene en cuenta que el momento de su mayor auge, 1950, es la década en que se ha identificado como la del surgimiento del nuevo estilo.

El rock and roll es un ritmo norteamericano imperante en esa época del 50, que también dejó huellas en el casino. Esta forma de baile, con su característico estilo espectacular, tenía gran cantidad de elementos acrobáticos y giros de parejas, las constantes vueltas con brazos enlazados sin soltarse y la similitud en los tiempos con que se marca el paso, son elementos definitorios que comprueban la influencia del Rock and Roll en el casino cubano.

El casino, denominación a la forma de bailar la salsa en Cuba. Surge entonces, en un ambiente de integración de géneros, variantes o modalidades que gozan de gran reputación en el pueblo. Es aproximadamente en el año 1956 que se introduce el estilo casino (forma de bailar) entre la juventud, a diferencia de los bailes que le antecedieron, no se le atribuye un género musical específico. A través de todos los años que ha prevalecido en el gusto y la popularidad de los bailadores, se ha interpretado con todos aquellos géneros vertientes o variantes musicales que estuvieron de moda, y que por su esquema rítmico o tiempo musical, permitieran realizar el paso básico.

El casino surgió en el municipio Playa[12]de Ciudad de La Habana, por grupos sociales. Los viejos camineros aseguran que la denominación casino se tomo del famoso Conjunto Casino fundada en 1940, una de las orquestas más populares de la época. Surge como una manifestación danzaria anónima en el seno de las clases populares urbanas. No corresponde a ningún género, intergénero o modalidad musical específica. Es un estilo para la diversión individual y colectiva. No identifica a ninguna religión y sus movimientos no tienen significación alguna.

Se baila con una secuencia completa del paso y consta de ocho tiempos musicales. La ejecución está dividida en dos partes que abarcan cuatro tiempos cada uno tres de movimiento y uno de espera. Se pueden realizar en el lugar para lo cual existen dos variantes, con desplazamiento hacia delante o detrás y con giros rápidos o lentos sobre el mismo eje. En todos los casos se alternan los pies. En la rueda de casino se forma con varias parejas que se colocan en posición de baile social cerrado, quedará hacia dentro del círculo el hombro derecho de la mujer y el izquierdo del hombre. Los pasos se realizan al unísono por todos los integrantes.

En la actualidad con motivo de mostrarlos al pueblo, diferentes grupos bailables, han insertado en el baile otros géneros como el mambo, pilón, la rumba, puede ver su presencia en los pasos en línea. Se ha interpretado con todos aquellos géneros vertientes o variantes musicales que estuvieron de moda, y que por su esquema rítmico o tiempo musical, permitieran realizar el paso básico. O sea, el casino es un fenómeno que no se puede ver aislado de cada género y los elementos adquiridos para su desarrollo y evolución.

Con el triunfo revolucionario se convirtió en un hábito y se arraigó una tradición masiva y enriquecida por el pueblo. Este baile refleja hoy con gran fuerza el carácter propio del cubano. Es un extracto de los rasgos que nos caracterizan. Es una síntesis de muchos de los componentes de nuestra nación. Su popularidad y preferencia en nuestro público se ha mantenido durante décadas por ser parte de nuestro patrimonio cultural. Es por ello que el casino, puede catalogarse como síntesis de nuestros bailes populares y tradicionales cubanos.

Este estudio permitió la elaboración de los fundamentos teóricos de la Identidad danzaria en Cuba, mediante:

El estudio de los presupuestos teóricos acerca de la identidad musical y la danzaria, como un proceso coherente, continuo y formativo, de carácter participativo de nuestra cubanía.

El análisis evolutivo de la identidad danzaria que permite identificar las etapas de desarrollo del casino.

 

 

Autor:

Lic. Yirka Maceo Ferrera

[1] En el libro Danzas Populares Tradicionales Cubanas se define rescate y reconstrucción, p.10. Rescate: proceso investigativo mediante el cual se logra relacionar el reconocimiento detallado de una determinada manifestación danzaria, desaparecida por lo general del contexto social donde se producía originalmente. Reconstrucción: toma de base al rescate, y se producen los detalles que se obtuvieron de una determinada expresión corporal, con el propósito de complementar la información que tenía o proceder a su futura revitalización o renovación.

[2] María Antonieta Henríquez, "Lo permanente en nuestra música", en Revolución y Cultura No. 22, p. 17.

[3] Rosa Aguirre y Doris Prieto, en" La cultura en la salud", en Filosofía, Salud y Sociedad, p.25.

[4] Isabell Taquechell , en Apreciación de la Cultura Cubana .Apuntes para un libro de texto. Tomo I, p.13.

[5] Sitio WEB: www.wikipedia.org/wiki/es. 9 de noviembre del 2006, 4:00pm.

[6] Rolando Zamora, en “Notas para un estudio de la Identidad Cultural Cubana”, Pensamiento y tradiciones populares: estudios de Identidad Cultural Cubana, p. 190.

[7] Claude Fabrizio, en "El patrimonio elemento del desarrollo cultural", El desarrollo cultural. Experiencias regionales, p. 374.

[8] Martha Esquenazi, en Del areíto y otros sones. p. 10.

[9] http://www.wikipedia.laenciclopedialibre.htm. 8 de diciembre de 2006 a las 9:35 p.m.

[10] José A. Gutiérrez, en Arte Cubano. Músicos. Ernesto Lecuona, p.25.

[11] La SILVER STAR (estrella de plata) era una sociedad de negros que con frecuencia contrataba a la Orquesta América, donde se gestaron los primeros resultados del chachachá.

[12] Bárbara Balbuena, en El Casino y la Salsa en Cuba, p.15.