- Introducción
- El contexto geográfico
- Población humana del área
- Los recursos naturales existentes
- Fauna
- Recursos escénicos
- La experiencia no "muy" biológica
- Problemas
- Lecciones aprendidas
- Bibliografía
Introducción
Quienes manifiestan que el paraíso o los lugares bellos ya se han agotado, están equivocados. Y posiblemente no conocen, ni tampoco han escuchado hablar del alto Nangaritza, formado por los ríos Nangaritza y Numpatakaime (río de aguas negras). Esta zona geográfica ubicada en el nacimiento mismo del río Nangaritza pertenece al cantón que lleva su nombre, de reciente creación (11 años). Posiblemente antes de la firma de la paz con el Perú, esta zona era desconocida para la mayoría de la población, pero ahora es muy publicitada por la presencia de interesantes y únicas formaciones vegetales, representadas por bosques, matorrales, cascadas, laderas muy pronunciadas y muchos hábitats aun "intactos". En las orillas del caudaloso y caprichoso río oriental están asentadas algunas comunidades ancestrales de la etnia amazónica Shuar. En los lugares más cercanos ya han llegado los colonos y con ellos como siempre la destrucción de los recursos boscosos.
Es importante resaltar que debido al impulso del Programa Podocarpus, Ministerio del Ambiente y Municipio de Guayzimi, se ha logrado, que la vegetación natural de la cuenca alta del Nangaritza sea declarada e incluida en el sistema nacional de bosques protectores. Esta decisión es importante y será una buena iniciativa para el manejo y la conservación de los recursos naturales de la zona.
Para un amante de la naturaleza llegar a un lugar como este es una buena y grata experiencia y vale la pena socializar lo que una mirada con respeto a la naturaleza puede significar. La intención de esta nota es dar a conocer una experiencia en dos sentidos: la primera la importancia biológica de un sector poco intervenido pero que esta empezando a soportar los embates del "desarrollo" y la otra comprender los caprichos de la naturaleza y azares de la vida.
Seguramente muchos de los lectores hayan tenido este tipo de vivencias y aventuras, pero por nuestra poca cultura de escribir no lo hemos comunicado. Este es otra de las razones por la que deseo escribir este relato, para incentivar a que escribamos. Y de esta manera aportemos al conocimiento de nuestra realidad, aunque con hechos pequeños posiblemente insignificantes para muchos y, así documentemos nuestra permanencia en esta vida.
El contexto geográfico
La cuenca alta del Nangaritza que para una delimitación geográfica indicativa se considera como limite bajo 900 y el alto a 3000 msnm. La pendiente de los terrenos fluctúa entre 25 a 60 %. Con una fisiografía colinada muy particular con pequeñas mesetas. Pero lo que más llama la atención son las formaciones de tepuies (formaciones geológicas entrecortadas con presencia de montañas de formas cuadráticas cubiertas de vegetación) que hasta ahora solo habían sido reportados para Venezuela y Las Guyanas.
A lo largo del cañón del río se nota formaciones rocosas blanquecinas formadas por areniscas que carecen de suelo agrícola, la vegetación que crece es muy cíclica solo vive mediante el reciclaje de nutrientes de la descomposición de la hojarasca y otros residuos vegetales.
Los suelos son de coloración rojo y amarillentos con alto contenido de hierro, infértiles, superficiales, muy compactos difíciles para las actividades agrícolas. Muy susceptibles a erosión cuando quedan desprovistos de la vegetación y son sometidos a actividades agropecuarias intensivas.
La mayoría de los terrenos están sobre montañas de laderas sin un patrón definido de pendientes a veces muy fuertes y otras suaves. En los peñascos a lo largo de la travesía del río son comunes y en ellos sobresalen las rocas blanquecinas en donde solo algunas plantas colonizadoras como los líquenes y helechos cercen, dándole un aspecto muy particular al verde de la selva con manchas blancas de las rocas. Para complementar esta belleza se observa la caída de caprichosas cascadas de agua muy cristalina.
En la rivera del río y algunas quebradas se observan áreas con pendientes suaves (5-10%) que dan origen a pequeños valles aluviales muy fértiles por su origen, que albergan bosques aluviales muy interesantes por su composición florística y estructura. Y otros sitios ya han sido utilizados para la agricultura y pastizales.
Población humana del área
La población del área es predominantemente de la etnia amazónica Shuar, entre las que sobresalen Shaimi como el centro poblado Shuar más grande, además Yawi, Yuyu, Mariposa, Chumpias, Kusunts y Shamatak. Todos estos poblados shuaras ya están bastante aculturizados y son pocas las costumbres ancestrales que conservan.
Hace aproximadamente 35 años empieza la colonización y uso no sostenido de los recursos naturales en la cuenca del río Nangaritza. Se establecen tres frentes de colonización activa en el alto Nangaritza con colonos venidos desde Jimbilla, Saraguro y principalmente Espindola. Se establecen tres poblados: Nuevo Paraíso, Alto Numpatakaime y Chumbiriatza (Harko, 2000). En los últimos 15-20 años el proceso colonizador se ha incrementado y existen otros poblados entre los que sobresalen: la Punta, Las Orquídeas, Selva Alegre y Héroes del Cóndor.
La actividad productiva principal de la población local es la ganadería, practicada por los colonos principalmente "Saraguros" y mestizos, la agricultura es una actividad secundaria de subsistencia. Las comunidades shuar aun practican actividades tradicionales de subsistencia como la caza y la pesca. (López et al, 2001).
Los recursos naturales existentes
Vegetación
La mayoría la vegetación es poco intervenida y es una mezcla de formaciones vegetales muy especial que muy difícilmente se puede diferenciar un límite natural, a excepción del antrópico donde ya llego la mano "desarrollo" del hombre. La descripción que se realiza en este documento es una idea de la estructura y apariencia de la vegetación, mayores detalles de una descripción de comunidades vegetales se puede encontrar en el estudio realizado por Koster Harko en el año 2000.
Bosques: la vegetación boscosa está presente en los lugares de pendiente más suaves y en la rivera del río formando los bosques aluviales, se observan estratos de hasta 40 metros. La vegetación es muy frondosa y diversa, se encuentran todos los hábitos de crecimiento, desde hierbas carnosas, lianas, bejucos, arbustos, arboles y una abundancia extrema de epifitas. Entre las especies sobresalientes se anotan: yumbingue Terminalia amazonica, Seique Cedrelinga cataeniformis, foratero Endlicheria farmosa, almendro Platimiscium pinnatum, bella maría Calophyllum longifolium, copal Dacroyoides peruviana. Todas estas especies de madera muy valiosa y por ende muy presionadas. Además se observa otras plantas potenciales para otros usos como la chonta Bactris gasipaes, papayo silvestres Grias peruviana, cacao silvestre Herrania sp., uva de montaña Pourouma cecropifolia, uña de gato Uncaria tomentosa, sangre de drago Croton mutisianus (Koster, 2000, Herbario LOJA, 2002, Cuenca, 2001)
Es importante rescatar la tradición de uso que los shuars dan al bosque, pues éste hasta el momento es la despensa del pueblo indígena. De aquí obtienen buena parte de la proteína de su alimentación mediante la cacería. Además es importante observar como aun los indígenas shuars limpian determinadas superficies del bosque para sembrar la papa china, yuca, maíz, camote y plátano pero en una forma totalmente armónica que solo los ojos de un naturista puede comprender.
Matorrales: es un tipo de vegetación muy densa y con elementos florísticos superiores a los 4-5 metros de altura. Por lo que el nombre más correcto para este tipo de vegetación será de un bosque achaparrado siempre verde. Este tipo de vegetación esta ampliamente distribuido en las laderas y crestas de las montañas de la cuenca, y están creciendo sobre las areniscas de color blanquecino. Las especies que sobresalen son: Schefflera sp., Alchornea sp., Clusia latipes (Koster, 2000).
Cultivos y pastos: Las áreas de dedicación agropecuaria están localizadas en la parte baja de la cuenca, en los sectores de áreas aluviales, donde se han formado pequeñas vegas, de superficies muy variables, pero que son las únicas donde se puede hacer agricultura. La agricultura es solo de subsistencia. En zonas como la comunidad de Las Orquídeas, donde la colonización es más antigua, las áreas de agricultura y pastos son más amplias. Entre los principales cultivos y pastos que se practican se tiene: cacao, guineo, plátano, camote, yuca, maíz, papa china y caña de azúcar. Las áreas de pastizales están cubiertas por setaria, pasto elefante y chilena.
Fauna
En un recorrido rápido no se puede observar la totalidad de la fauna, pero en base a conversaciones e información de algunos estudios se enumeran los animales más representativos de la zona.
Mamíferos: Ardilla Sciurus, jaguar Panthera onca, puerco espín, sahino Tayassu pecari, tigrillo Felis tigrina, tapir Tapirus terrestris, guanta Agouti paca, guatusa Dasyprocta fuliginosa, cusumbo Potos flavus, cuchuco, armadillo Dasypus novemcinctus (Guarderas y Jacome, 1998).
Aves: Gallo de la peña Rupicola peruviana, pacharaca, perico cabeza azul Pionus menstruus, pava de monte Penelope montana, buho Lophostrix cristata, carpintero Piculus riveti, tayo Steatornis caripensis, gavilán Falco rufigularis, picaflor Ensifera spp. (Guarderas y Jacome, 1998; Cueca, 2001).
Según Doorns (2001), reporta para la zona a la nutria de río Lontra longicaudis, que en shuar se la conoce como uniu, raposa de agua Chironectes minimus, lagartija Protoporus unicolor, caiman negro Melanosuchus niger en el río Numpatakaime, que es apetecido para la caza y pesca.
Recursos escénicos
Debido a estos caprichos de la naturaleza hacen del área una zona muy atractiva en recursos escénicos que dan origen a paisajes verdaderamente espectaculares, que fácilmente pueden ser utilizados para el ecoturismo planificado. Entre los recursos escénicos más interesantes sobresalen:
Las cascadas que caen desde montañas elevadas, que entre el verde de la vegetación, el blanco-café de las rocas y la caída del agua cristalina brindan oportunidades espectaculares para el disfrute visual y la fotografía.
Los cañones que forman las montañas en el curso del río y todo el caudal que pasa por espacios horizontales reducidos, es otro de los atractivos paisajísticos sobresalientes con muchas oportunidades de aprovechamiento visual.
Los tepuies son formaciones geomorfológicas muy especiales, caracterizadas por la elevación de montañas y la presencia de mesetas, cubiertas de vegetación arbustiva que dan origen a la formación vegetal de matorral muy húmedo tropical, que en ciertas zonas los arboles crecen más y se forman verdaderos bosques enanos con abundancia de epifitas. Esta formación vegetal es única en el Ecuador.
Debido al caudal y las caídas del agua (río correntoso) es posible la utilización del río para turismo de aventura mediante rafting. Además a través de la navegación se puede aprovechar para la observación de hábitats especiales de aves y plantas.
La cultura indígena Shuar y la riqueza de sus costumbres, tradiciones de uso de los recursos naturales renovables, misticismo son elementos importantes para considerarse como un recurso importante para el ecoturismo. El uso de las plantas por parte de esta etnia es muy diverso por esta razón su reconocimiento "in situ" es otra opción de aprovechamiento etnocultural.
Es innegable que la zona por el poco estudio realizado es muy importante y brinda la oportunidad para seguir realizando investigaciones multitaxonómicas que permitan relevar aún más su importancia biológica.
Existen muchas especies endémicas de flora y fauna reportadas para la zona, y otras especies posiblemente nuevas para la ciencia. Esto la convierte en un área especial de endemismo restringido (Koster, 2001).
Esta zona es el centro de distribución de muchas especies de flora de importancia por el uso ancestral y potencial, así hay concentraciones de hacho – morete – Mauritia flexuosa que es un fruto comestible de gran utilidad en la economía familia shuar.
La experiencia no "muy" biológica
Este viaje cubría el propósito de visitar los trabajos de investigación de Fernando Santín, estudiante de Ingeniería Forestal que se había propuesto estudiar la etnobotánica de las comunidades Shuars. Esta experiencia empezaba en la población de Zumbi, cuando empezamos a ascender hacia Guayzimi, y empieza cuando en la primera curva una cooperativa Nambija que al parecer su dueño al momento de comprar su vehículo le vendieron con el derecho de ocupar toda la vía, casi detiene ahí el viaje, desde ese momento ya sabía en que terreno estamos, "ósea", el más fuerte sobrevive –ley de la selva- y había que tomar todas las precauciones del caso.
Como era mi primer viaje al Alto Nangaritza, me tenía un poco preocupado la travesía, por esta razón luego de pernoctar en Guayzimi y muy temprano empezamos el viaje hacia la Punta, al llegar a este puerto con mucho movimiento, tenía la impresión de estar en una de esas películas del lejano oeste. Además como conservacionista tuve mi primera desilusión al ver apilados más de 1000 tablones listos para ser llevados hacia las grandes urbes para ser transformados en dólares por los intermediarios, que como siempre se llevan todos los beneficios. Mientras que la persona que los exploto, estará nuevamente abasteciéndose de combustible, y buscando el favor de un regente forestal para nuevamente continuar la destrucción "legal" de lo que a la naturaleza le llevo cientos de años construir y mantener.
Con un poco de demora finalmente emprendimos el camino hacia nuestro destino Shaimi. Con Fernando nos colocamos los chalecos salvavidas y muchas personas nos miraban y decían esas cosas ayudan a que se ahoguen más rápido. El recorrido a través del río fue maravilloso, llena de colorido, observando montañas, vegetación, gente indígena en cada parada esperando algún familiar, etc.
En contraste con estas bellas apreciaciones se empezó a observar los símbolos del "desarrollo", ya se pueden imaginar que, unos majestuosos y bellos letreros, construidos con la mejor madera de la zona (yumbingue, zeique), tratando de indicar la presencia de algún proyecto en la zona. Lamentablemente este símbolo de presencia no hacia tono con el colorido verde de la amazonía.
Luego de dos horas y media de travesía se llega a Shaimi el centro indígena más importante de la zona, la ilusión de ver una población y poblado autóctono se desvanecía, pues llegaba un poco tarde, ya el "desarrollo" me había ganado y, con él, el cambio de costumbres, tradiciones en todos los sentidos: casas de ladrillo, hormigón, zing, eternit eran comunes. Seguramente la chicha será solo para ceremonias muy importantes, la coca cola ya la reemplazo.
Recorrimos el bosque, conversamos con algunos indígenas jóvenes, que ya no conocen mucho, y en el bosque aún se sienta esa energía del sacha runa, al parecer no se ha perdido del todo, pese a su destrucción. Es interesante observar que entre el bosque todavía se guarda la tradición de cultivar pequeñas superficies de yuca, plátano para el autoconsumo familiar. Aquí la destrucción de los hábitats naturales son mínimos y es un ejemplo de convivencia armónica hombre-naturaleza.
Era corto el tiempo que podíamos permanecer y debíamos regresar. Es así como fuimos al pequeño puerto a esperar el bote para bajar de regreso. Llegando al río ya escuchamos y observamos que el río había crecido, estaba con mucha más agua. La gente que esperaba decía es mejor para el bote, ya que puede ir más rápido. Yo no estaba tan convencido de esta aseveración.
Empezamos el regreso y a unos pocos kilómetros ya empezaron los fuertes "chapusones" de agua y Fernando no dejaba de cogerse del filo del bote y repetía: creo que la maldición del "wingo" ese de Rosales se va cumplir, yo le pregunto, cual es esa maldición, con voz entrecortada dice: dijo que ojalá el bote se vire y no regresemos. Estos comentarios nos hacían sonreír por fuera, pero en la realidad lo que diría un chaso lojano medio chumo, "me rio, por no llorar". Realmente ahora me explico que era una risa nerviosa, más no sentida. Fue todo un viaje de aventura, luego nos bajamos del bote y fuimos caminando un tramo, para volver a subirnos y continuar la aventura, estuvimos un momento solo esperando que el bote se vire, simplemente no había más que hacer. Pero lo más curioso era que el chofer del bote, el doctor de Guayzimi y un ayudante del Centro de Salud de Guayzimi que habían ido a Shaimi a obtener una muestra de sangre de un posible caso de paludismo, venia consumiendo alcohol, al parecer para ellos no pasaba nada, peor preocupación por las 22 personas a bordo. Con mucha naturalidad continuaban con risas y consumiendo alcohol.
Ya en tierra, un poco más tranquilos y meditando, recién magnifico y entre mi mente cruzaba la reflexión que frágil e indefenso es el ser humano frente a la fuerza de la madre naturaleza. Eso me lleva a la conclusión de pensar que sabios nuestros antepasados al respetar, amar y adorar a los ríos, ellos tenían razón, contra esa fuerza no se puede luchar.
Problemas
Posiblemente muchas personas todavía estarán pensando y diciendo que desde el alto Nangaritza no sale madera, pues están bastante alejados de la realidad. Ya que en esta zona se esta dando una marcada sobre-explotación de los recursos forestales. Y lo puedo aseverar con un ejemplo: cuando e regreso a la Punta, un colono pactaba con el conductor para que en una futura fecha el bote suba a bajar 100 tablones de yumbingue, ese es solo un caso, del cuál doy fe. Además en casi todas las paradas del bote se observa pilas de madera esperando un turno para ser trasladado hasta la Punta y aquí ser vendida.
Lamentablemente la entrada de colonos y en general la agresividad de mercados del sistema de globalización esta dejando fuertes y graves secuelas en la cultura Shuar, en todos los estratos de edad y sexo es notorio la aculturación de la población indígena. Situación que es muy lamentable, ya que posiblemente lo poco de tradición que quedaba se exterminara muy pronto.
La extracción de minerales como el sílice en Zurmi trae graves problemas ambientales y socioculturales, pues las excavaciones a campo abierto que se realizan elevan partículas, provocan ruido, sedimentan ríos y erosiona los suelos, posiblemente no muy visibles o susceptibles a simple vista, pero que en un futuro cercano serán una fuerte amenaza ambiental. Y lo más grave posiblemente, ocurra con los bosques que se desarrollan sobre areniscas, donde justamente se amplia la extracción del sílice.
La construcción de la carretera hacia la nueva Punta, es el destrozo más grande de la zona, pues la vía se construye siguiendo la rivera del río, sumado a esto seguramente por ahorro de dinero, desconocimiento de normas ambientales mínimas, los operadores desalojan la tierra directamente al lecho del río, entonces imaginémonos los procesos consiguientes de erosión y sedimentación. Por consiguiente la eliminación de muchas especies de ictiofauna utilizada en la alimentación por la población local. Un asunto que posiblemente nadie se atrevería a tocarlo o posiblemente ni siquiera imaginarlo es la facilidad que una carretera presta para futuros procesos de colonización y deforestación. Otro punto critico sucederá en los taludes de la carretera, ya que para su estabilización pasaran muchos años hasta que eso ocurra, habrá derrumbes, deslizamientos y por ende destrucción de muchos raros e interesantes hábitats orientales.
Se esta impulsando el ecoturismo no planificado a la zona, y esta actividad esta haciendo bastante daño a la población indígena. Es común observar a grupos de turistas nacionales "agringados" y a mochileros que "casi" nunca dejan ingresos o beneficio alguno a las comunidades visitadas, al contrario malas costumbres y hábitos. Esta problemática se agrava con la llegada a veces masiva de "turistas" y la poca o casi nula infraestructura que ofrecer al turista, entonces esto es un apresuramiento. Y lo peor, confusión porque se cree que ecoturismo es subir a un turista a un bote y cobrarle bastante plata y que él logre tomar muchas fotos. Dentro del desarrollo sustentable turismo es otra cosa y enfoca principalmente al aprovechamiento de los recursos escénicos, pero de una manera sana, donde haya beneficio mutuo en este caso turista-indígena.
Un inconveniente que se está presentando en la zona es el cobro de tasas o impuestos de investigación y/o visitas en beneficio personal o a veces grupal de una denominado asociación, que funciona en Zamora (a control remoto). Este grupo de personas a pretexto de conservar los recursos naturales exige estos pagos, pero lo lamentable es que este dinero nunca llega a los propios cuidadores del bosque.
Lecciones aprendidas
Las siguientes son algunas reflexiones, que se enuncian como experiencias que serán inolvidables para los autores:
Tan bella es la naturaleza, pero tan rara a la vez, un momento estamos disfrutándola y posiblemente en segundos estamos dejándola, ese es su capricho.
Hacemos tanto daño a la cultura indígena con nuestras obras de "desarrollo", seguramente los shuars que aquí viven, hace muy poco tiempo estaban muy contentos en sus casas de madera elevadas, cubiertas con hojas de -hacho-palma, comiendo sus plátanos con carne de guanta o sahino, bebiendo chicha de yuca, vistiendo un taparrabos. Ahora llevan jeans, camisetas reebook, etc., Sus casas construidas con cemento, eternit, zing, incluso luz con paneles solares, dependiendo de la coca cola, del fideo y arroz, esto es desarrollo para un pueblo indígena de los últimos que quedan?, para muchas personas si!, personalmente tenemos dudas.
Acaso nos imaginamos a un indígena contento, con lo que esta vendiendo, posiblemente no, solo sabe que alguien muy "novelero" llego con el mensaje y él dijo sí, pero tal vez lo que hayamos formado será un mendigo de la naturaleza, cobrando para dejarse tomar una foto, o algo peor. Y no realmente un conservador del bosque para el aprovechamiento racional de las futuras generaciones nativas y visitantes.
La destrucción de los recursos naturales continúa a pretexto del desarrollo, nadie considera como una obligación moral cuidar al bosque, al contrario, se lo cataloga como un obstáculo. En la zona trabajan varias organizaciones que al parecer cuyo mensaje no ha sido claro, pues la carretera continua, y con ella la destrucción no solo de la zona por donde atraviesa la vía, sino por lo que ocurrirá luego por la facilidad de ingreso para colonización y transporte de madera. La explotación forestal se intensifica con el visto bueno de la regencia forestal, lamento del Ministerio del Ambiente y los conservacionistas. Y es más que seguro que en pocos años manifestaremos era una zona interesante.
Proyectos con visiones más amplias como el Programa Podocarpus, han apoyado con mucha decisión para buscar una opción de manejo y conservación de los recursos naturales de esta zona muy particular por su fisiografía, vegetación y gente. Se ha conseguido la declaratoria de bosque y vegetación protectora de toda la parte alta de la cuenca del río Nangaritza, esto ha creado expectativas que ameritan un seguimiento para comprobar evolución.
Bibliografía
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HERBARIO LOJA, 2002. Base de datos computarizada. Universidad Nacional de Loja.
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LOPEZ A., BURGOS M., CUELLAR J. Y DE LA TORRE J. 2001. Estrategia de Desarrollo Sustentable para la cuenca del río Nangaritza. Municipio de Nangaritza, Proyecto Saraguro Yacuambi, Programa Podocarpus. Zamora, Ecuador.
Autor:
Zhofre Aguirre Mendoza,[1]
Fernando Santín[2]
[1] Profesor de la carrea de Ingeniería Forestal. Facultad de Ciencias Agrícolas. Universidad Nacional de Loja.
[2] Egresado de Ingeniería Forestal. Tesista *Artículo publicado en la Revista de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Nacional de Loja.