Dimensiones de la planificación
Un proceso de planificación, en su sentido más estricto y más amplio, tiene por objetivo "reducir la incertidumbre", incertidumbre respecto al tiempo, de un "algo" que se proyecta temporalmente. Este proceso, implica determinar e identificar, como primer aspecto a tomar en cuenta, "que es ese algo" en cuanto a sus características particulares, su naturaleza, su situación anterior, aquellos aspectos endógenos y exógenos que podrían haber influido en su trayectoria temporal y su situación actual.
Posteriormente, determinar cómo queremos "que ese algo" sea en un futuro cercano o lejano. Dependiendo del tiempo, será necesaria una imaginación prolija que pueda determinar el proceso preciso por la cual deba seguir y pasar "ese algo" para llegar a ser "ese algo del futuro" y en el futuro, además de ello, esto permitirá determinar las pautas del proceso de evolución de "ese algo".
El proceso de "reducción de incertidumbre" o de planificación puede ser individual así como social, lo que plantea, dependiendo del caso, una serie de dificultades propias e inherentes a cada uno. Sin embargo, existen aspectos que son inherentes a ambas, como ser: la "información", que se constituye en el elemento esencial de todo proceso de planificación.
Nos atendremos, en lo que sigue, con mayor énfasis en el proceso de "Planificación Social", lo que entraña, ya de por sí una serie de dificultades conceptuales y de justificaciones sobre si debe existir, si se debe llevar a cabo o no un proceso de "planificación social", y lo que necesariamente deriva en un problema de "acción colectiva". Convengamos, en que este aspecto podría ser considerado como la dimensión política-filosófica del proceso de planificación. Por su parte, una vez determinado si es viable o no dicha "planificación social" conviene determinar quienes deben realizar dicha planificación, como se debe enfrentar el proceso, bajo qué criterios se debe determinar ese "algo" a planificar, en definitiva implica el proceso de organización del "proceso de planificación social", esta dimensión podría ser denominada como la dimensión teórica-metodológica, que permite abordar la "planificación social" delimitando los aspectos a tomar en cuenta, dimensionando el proceso, etc. Así también, nos interesa una otra dimensión la dimensión práctica-técnica que determina y delimita los tiempos y los espacios para que ese "algo actual" se transforme en ese "algo del futuro".
Cualquier tipo de análisis necesariamente pasa por estas tres dimensiones, poniendo énfasis en una de ellas o en las tres, sin embargo, se debe tomar en cuenta que el "análisis" no busca evaluar los resultados esperados del proceso de planificación, a lo mucho pretende determinar si esos resultados serían factibles dentro el mismo marco del proceso de planificación. Lógicamente, se debe tomar en cuenta que es casi imposible determinar en la práctica que dimensión es la que se observa, ya que todas se encuentra sumamente interrelacionadas o superpuestas unas sobre otras. Este dimensionamiento, solo es posible a un nivel teórico y analítico.
Por ello, es necesario indicar que el presente trabajo de análisis aborda el tema de la planificación desde la dimensión política-filosófica del proceso, dejando de lado las otras dimensiones, no porque sean irrelevantes sino porque la dimensión política-filosófica incorpora nuevos elementos que hacen de LEPND algo novedoso y relevante.
Dicho ello, nos interesa determinar la justificación, que permite llevar adelante el proceso de planificación, cuyo fruto es el "Plan Nacional de Desarrollo de Bolivia", así como las implicaciones que ella tiene sobre el conjunto de la actividad política, social y económica del país.
De la crisis política a la crisis de la política
Uno de los elementos más importantes que plantea el Plan Nacional de Desarrollo (PND), en su concepción, es la ruptura de un orden político, económico y social tras el reconocimiento explicito de un orden estructurado sobre la base de un sistema colonialista y de un patrón de acumulación primario exportador que ha enraizado una profunda desigualdad social y la inhumana exclusión que oprimen a la mayoría de la población boliviana y particularmente a la de origen indígena.
En este aspecto es necesario, por tanto, determinar el discurso que ha originado dicha concepción para en ella entrever los diferentes condicionamientos que han permitido la configuración de un escenario. Ello plantea, sin embargo, una serié de interrogantes para determinar de que manera un marco discursivo que genera un tipo de escenario da paso a otro marco discursivo que busca su propio escenario, pero ello solo es posible dentro de una ruptura profunda que se sucede desde "una crisis política hacia una crisis de la política[1]como tal.
Por ello, es necesario indicar que los discursos hacen posible, la configuración de un escenario económico, político y social, en distintos niveles, escenario en el cual se desenvuelven todos los actores sociales, y cuyas perspectivas se limitan al horizonte delimitado por el discurso mismo, discurso necesario, además, para acceder al poder de manera legítima dentro del marco institucional –de manera general todo aquello que permite la sobrevivencia del discurso—que el mismo discurso crea.
Sin embargo, una característica muy singular de todo discurso que pasa a ser dominante, en todo contexto social, es que esta sobrevive en cuanto usa como medio de dominación un recurso de sus instrumentos hegemónicos —medios de difusión discursiva, que actúan en el ámbito emocional – ya que, cuando pasa a dominar a través de mecanismos coercitivos – aparato represivo, que actúan en el ámbito físico— muestran claramente que algo anda mal y que por tanto, esto abre la posibilidad del surgir o resurgir de otros discursos, los cuales interpelan a la sociedad en su conjunto pretendiendo obtener un grado de legitimidad. En primera instancia, dentro del marco institucional del discurso dominante y posteriormente fuera del mismo y realizando acciones para crear su propio marco institucional inclusive.
Tal proceso, vivido en el país, fue el preámbulo que dio paso a dicha ruptura caracterizada por una época de gran inestabilidad social. Dicha ruptura, fue muy significativa y muy importante, y en cuyo proceso se pudo observar, en el escenario nacional, diversos actores y sus discursos, y entre ellos también a los actores del discurso dominante realizando infructuosos intentos para hacer que sobreviva su discurso y tratando de mostrar una imagen de que "todo anda bien" y a cuya tarea orientaron todo tipo de recursos.
Todo este proceso se realizo en el ámbito del "sistema político" en cuyo ámbito se realiza el proceso de toma de decisiones, decisiones que afectan al conjunto de la sociedad y/o a sectores particulares, y en cuya aplicación de esas decisiones se manifiestan las relaciones de poder. De esa manera, siendo uno de los componentes o elementos más importantes del sistema político "el Estado", este fue incorporado de una manera distinta en el irrumpir de los nuevos discursos.
Este análisis, nos permite entender la magnitud de la crisis vivida en el país, y las implicaciones que ella tiene sobre los elementos a tomar en cuenta en el diagnóstico de una realidad, configurada a través de otro tipo de lenguaje, vista desde otra perspectiva y que son determinantes a la hora de definir nuevos instrumentos, nuevos objetivos, nuevos roles. De esta manera, la realidad adquiere su significación dentro de un nuevo marco discursivo donde lo que era considerado "como mejor" ahora, incluso, podría ser catalogado "como peor".
Por ello, el objetivo fundamental del Plan Nacional de Desarrollo la de: "remover, desde sus raíces, la profunda desigualdad social y la inhumana exclusión que oprimen a la mayoría de la población boliviana, particularmente la de origen indígena", plantea un nuevo lenguaje discursivo como criterio de análisis de la realidad, donde la misma realidad, vista desde otro discurso, adquiere significados diferentes.
Planificación liberal vs. Planificación social
La planificación liberal por excelencia es la "planificación individual" sustentada en el criterio del ser humano maximizador, racional y egoísta, concebida bajo la filosofía individualista. Dicha filosofía es una concepción egocéntrica y etnocéntrica pues tiene su fundamento en la idea de que el ser humano "individualmente" es el centro de todo lo que sucede. Por ello, toda actividad debe estar regida por el y orientado hacia él. La sociedad, en tal sentido, no es sino una extensión de esa idea, y que por ello la construcción social debe ser un medio para que el ser humano "individualmente" logre realizarse y consolidarse como tal. Como consecuencia directa de esto, es el hecho de que todo ser humano debe ser responsable de si mismo, preocuparse por su realización personal.
Lo social, como una extensión de sí mismo, no debe interferir en ese proceso de desarrollo individual, ningún poder ajeno a él se le debe imponer. Lo contrario, es atentar contra su desarrollo individual, contra su libertad para desarrollarse por si mismo. La libertad, adquiere por ello un significado y una importancia esencial, individual y socialmente, y se transforma en el sustento y fundamento de su construcción discursiva en los diferentes ámbitos: político, económico y social.
La libertad, en su aspecto económico se expresa en la iniciativa individual y la propiedad privada como garantías y condiciones expresas para ejercer dicha libertad individual. Concebida así y bajo el supuesto de que todos son iguales, "así como uno hace su mejor esfuerzo se asume que el otro también está haciendo su mejor esfuerzo", lo mejor, por tanto, es que no exista nada que pueda entorpecer dicha libertad, además, ya que de ella se desprende que el resultado obtenido, de esa manera, es el mejor de todos los resultados posibles, no debe existir ningún obstáculo para su institucionalización. De esa forma, el mejor resultado posible es el que nos permite "vivir mejor" y ello es gracias al esfuerzo individual.
Es inconcebible, por tanto, cualquier tipo de planificación que no sea la individual, ya que, puesto en esos términos, si existiese otro tipo de planificación ella estaría en contra de la libertad individual, de la iniciativa individual, y en contra de los mejores resultados inherentes a la planificación individual.
¿Es posible pensar en un tipo de "planificación" que no sea la individual? Si ello fuese posible, ¿Cuál sería la justificación para dicho proceso de planificación? ¿Qué características debería tener ese tipo de planificación?
El mayor problema que presenta, la "planificación individual" es el sofisma de la composición, no todos pueden estar "mejor" al mismo tiempo algunos estarán "mejor" que otros, esto debido a que se tiene por principio que los bienes que se consumen son escasos y las necesidades ilimitadas, por ejemplo, si se asume por un instante que la producción de los bienes es constante, y cada uno por su parte busca el mayor de los bienes posibles, pues resulta que algunos podrían llegar a acceder a más de lo que necesitan y algunos no podrían alcanzar lo necesario para vivir. Pero esto, es justificable bajo la lógica del futuro mejor.
Por otra parte, sería posible concebir otro tipo de planificación que no sea la individual, esto si se pudiese demostrar que es posible que el accionar colectivo, y no individual, tiende a lograr mayores y mejores resultados que la planificación individual. Ciertamente es este aspecto que utiliza el Plan Nacional de Desarrollo (PND) como justificación para poder desarrollar el proceso de "planificación social", mediante su postura holística en el sentido de que se puede lograr mejores resultados y mayores a la de una postura individualista.
Sin embargo, esta postura holística asume la totalidad, dejando de lado lo individual, como elemento central de su planificación, pero no deja entrever la concepción individual que es necesario para entender la totalidad, y ello permite presenciar el nacimiento de posturas totalitarias, incluso mesiánicas en la que algunos individuos o grupos, plantean objetivos trascendentes al cual todos deben sumarse, de una u otra forma. Esta, parece ser, la carencia más sentida del PND, pues toma muchos conceptos del discurso liberal, y no asume sus consecuencias.
La postura holística de la planificación, plantea una serie de interrogantes en cuanto a las condiciones que deben existir para que ello pueda ser posible de realización, en torno a este aspecto poco dice el documento.
Del "vivir mejor" hacia el "vivir bien".[2]
La noción de "vivir bien" es ciertamente el sustento y fundamento del PND y se constituye en el aporte conceptual más importante frente a la concepción occidental del individuo y de la sociedad. Es un concepto que proviene, desde las culturas originarias, se indica, mismo que permite replantear y reconceptualizar el contenido, el alcance y las perspectivas del "desarrollo" convencional, sustituyéndolo por un nuevo concepto de desarrollo de raigambre cultural fundado en la sociedad real y en la naturaleza de la cual ésta es parte.
En términos estrictos, el "vivir bien" es una adaptación al español de una expresión originaria de los pueblos andinos y amazónicos que está contenida en un verbo generalmente conjugado para expresar la pluralidad del encuentro entre los seres humanos por un lado, y entre los seres humanos y la naturaleza, por otro. De tal manera que esta expresión significa "vivir bien entre nosotros" y al mismo tiempo "vivir bien con lo que nos rodea" y "vivir bien contigo". Significados radicalmente diferentes al "vivir mejor" concebido desde la individualidad e incluso "a expensas" de los demás.
De tal manera que el "desarrollo para vivir bien" supone una superación de los contenidos etnocéntricos del desarrollo tradicional, postulando una visión cosmocéntrica a partir de los elementos comunitarios enraizados no sólo en las comunidades agrarias y en los pueblos nómadas sino también en las organizaciones y comunidades urbanas.
Considerando que desde el lenguaje se concibe al mundo, la traducción al español de esta noción propia de la cosmovisión de los pueblos originarios, no consigue expresar completamente –o sólo la expresa parcialmente- la riqueza y las connotaciones del "vivir bien" como una expresión que condensa una forma de entender la satisfacción compartida de los seres humanos –como parte de una comunidad– respecto a sus necesidades más allá del ámbito de lo material. De tal manera que el "vivir bien" conlleva una superación de la condición exclusivamente material y económica del desarrollo postulando una dimensión afectiva y mental del crecimiento.
El "vivir bien" aspira a una condición humana y social del desarrollo que no se debe entender en términos de oposición al concepto occidental de "bienestar", cuyo significado está constreñido a lo material, es más, al acceso y a la acumulación de bienes materiales en desmedro de la obtención del reconocimiento y del prestigio social o de la autoestima.
En última instancia, el "vivir bien" es la decisión de incorporar al desarrollo contenidos económicos, sociales y culturales de solidaridad, altruismo, reciprocidad, cooperación, que son habituales en la dinámica comunitaria. Se trata por lo tanto, de una demanda de humanización del desarrollo en el sentido de advertir que la diversidad cultural permite asegurar la continuidad de la vida y además la responsabilidad y obligación social en el desempeño de la gestión pública.
"Lineamientos Estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo: Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien 2006-2010" LEPND)
Los Lineamientos Estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo están estructurados de la siguiente manera:
a) En primer lugar, se presenta la nueva concepción del "Desarrollo Boliviano", que podría resumirse de la siguiente forma: Del "vivir mejor" hacia el "vivir bien". La noción de "vivir bien" es el sustento y fundamento del PND y se constituye en el aporte conceptual más importante frente a la concepción occidental del individuo y de la sociedad. Es un concepto que proviene, se menciona, desde las culturas originarias mismo que permite replantear y reconceptualizar el contenido, el alcance y las perspectivas del "Desarrollo" convencional, sustituyéndolo por un nuevo concepto de desarrollo de raigambre cultural fundado en la sociedad real y en la naturaleza de la cual ésta es parte. En términos estrictos, el "vivir bien" es una adaptación al español de una expresión originaria de los pueblos andinos y amazónicos que está contenida en un verbo generalmente conjugado para expresar la pluralidad del encuentro entre los seres humanos por un lado, y entre los seres humanos y la naturaleza, por otro. Esta expresión significa "vivir bien entre nosotros" y al mismo tiempo "vivir bien con lo que nos rodea" y "vivir bien contigo". Significados radicalmente diferentes al "vivir mejor" concebido desde la individualidad e incluso "a expensas" de los demás.
b) El segundo aspecto Bolivia Democrática: que está enfocado a la construcción del poder social territorializado.
c) El tercer apartado corresponde a Bolivia Digna: contiene la propuesta de desarrollo social e implica la resignificación de la concepción de la protección social con la incorporación de activos y el acceso irrestricto a los servicios sociales.
d) El cuarto apartado, Bolivia Productiva: orientado a la conformación de la matriz productiva, integrada por la transformación de los recursos naturales en los sectores estratégicos en los cuales intervendrá el Estado como productor, dicha producción debe ser diversificada e integrada, basada en el trabajo y el conocimiento en los sectores generadores de empleo e ingresos; complementados por la vinculación y articulación productiva de las comunicaciones y el transporte, además de los servicios de financiamiento e innovación tecnológica.
e) El quinto apartado, Bolivia Soberana: referido al cambio en la orientación de las relaciones internacionales y las relaciones económicas externas.
f) El último apartado está referido a los elementos determinantes de la sostenibilidad macroeconómica y sus proyecciones, los cuales inciden en las condiciones institucionales y políticas de largo plazo
Asimismo, se divide al país en 15 macroregiones caracterizadas de acuerdo a factores geográficos principalmente. En esta misma línea, se han identificado cuatro macrosectores de impacto para la realización de proyectos de inversión pública.
Estos macrosectores son:
Macrosector Económico productivo
Macrosector Socio comunitario
Macrosector de Gestión de políticas e institucional
Macrosector de Inserción Internacional
Dentro de esta perspectiva nuestro ámbito de análisis se encuentra ubicado en el cuarto apartado que corresponde a la denominación de "Bolivia productiva" que contiene la propuesta de desarrollo económico.
Bolivia productiva
Este apartado, Bolivia Productiva, está orientado a la conformación de la matriz productiva, integrada por la transformación de los recursos naturales en los sectores estratégicos en los cuales intervendrá el Estado como productor, dicha producción debe ser diversificada e integrada, basada en el trabajo y el conocimiento en los sectores generadores de empleo e ingresos; complementados por la vinculación y articulación productiva de las comunicaciones y el transporte, además de los servicios de financiamiento e innovación tecnológica.
La propuesta del plan nacional de desarrollo en este ámbito, consiste en cambiar el patrón primario exportador ya que dicho patrón, según los diseñadores del LEPND, no permite la acumulación interna que sustente el desarrollo nacional, dicho patrón permite que los excedentes generados en el país sean transferidos al exterior. Por ello, el nuevo patrón de desarrollo que se pretende implantar con LEPND tiene como función primordial la generación, control y distribución de los excedentes productivos generados en el país, orientados a la acumulación interna, que a la larga aliente el desarrollo nacional.
En tal sentido, para lograr los cambios en el patrón de desarrollo es necesaria la conformación de una "matriz productiva". Según los LEPND la matriz productiva de Bolivia está compuesta por dos sectores de fundamental importancia. Estos sectores son:
a) El sector estratégico generador de excedentes
b) El sector generador de empleo y ingresos
A su vez, el sector estratégico está conformado por: los hidrocarburos, la minería, electricidad y los recursos ambientales. La característica común de estos sectores es que son recursos naturales y son patrimonio del Estado. Sin embargo,
los dos pilares fundamentales sobre las cuales se sustentará el desarrollo, según los LEPND, son: el sector de hidrocarburos y la minería, ambos caracterizados por generar elevados niveles de excedentes ya que presenta una rentabilidad alta y que ello permite atraer al capital extranjero para su explotación e industrialización. No obstante, tanto los hidrocarburos como la minería, dada su estructura productiva, son intensivos en capital, requieren grandes inversiones a largo plazo, tecnología y mano de obra especializada; además, tienen pocos encadenamientos con el resto del aparato productivo nacional.
En ese marco, una estrategia importante y necesaria, es fortalecer la participación regulatoria y promotora del Estado sobre el aprovechamiento de los recursos naturales, de manera que se garantice un beneficio sostenible y una distribución justa entre los actores que participan del mismo. Asimismo, es necesario consolidar el dominio del Estado sobre los recursos naturales que no sean sujetos de explotación comercial (áreas protegidas) y sobre los derechos de propiedad de la variedad genética existente.
Por su parte, el sector generador de empleo e ingresos esta conformado por actividades privadas en sus diversas formas de organización y escala: micro, pequeña, mediana y gran empresa, cooperativas y artesanías en el ámbito urbano; grandes, medianas y pequeñas empresas, Organizaciones Económicas Campesinas (OECAs), comunidades campesinas, pueblos indígenas, cooperativas y artesanos en el área rural, estas actividades se caracterizan por su bajo nivel de desarrollo tecnológico y de productividad, su débil organización institucional y su dependencia respecto a la dinámica de otros sectores productivos y comerciales. Es por eso que, este sector, requiere apoyo del Estado para la superación de estos obstáculos mediante políticas productivas que busquen criterios de selectividad y prioridad en la atención a sectores, productos, regiones, en función de las vocaciones productivas.
La idea central, para el proceso de dinamización, es que a partir de sus excedentes, el sector estratégico provea recursos al sector generador de ingresos y empleo, de manera de contribuir a la diversificación económica y el desarrollo del área social. A su vez, el sector proveerá de insumos y bienes finales al sector estratégico para lograr un tejido productivo más denso y cohesionado.
Por otro lado, el sector de apoyo, desarrollo de infraestructura y servicios productivos, proveerá las condiciones para el desarrollo del sector estratégico, generador de ingresos y empleo. El Sistema Nacional de Financiamiento para el Desarrollo Productivo facilitará el acceso de las organizaciones económicas y sociales del campo y la ciudad, que fueron excluidos del sistema financiero tradicional, y contribuirá a la diversificación económica. Sin embargo, es necesario aclarar que el ámbito de acción no se restringe a las unidades de pequeña escala.
Las políticas nacionales productivas desarrolladas en los LEPND se diferencian con el modelo anterior en el sentido de que con el plan el país tendrá Políticas Productivas Selectivas. Esto significa un cambio del enfoque de estrategias neutrales y horizontales, donde ningún sector era "privilegiado". Las políticas selectivas requieren criterios de priorización de las distintas áreas. Así, se privilegia el sector estratégico y se establecen interrelaciones con los otros para conformar un entramado productivo integrado, denso, articulado y diversificado es decir la conformación de una Matriz Productiva.
La Política Productiva parte de reconocer la heterogeneidad productiva, social, territorial y comunitaria del país por lo que no se pueden aplicar medidas homogéneas sino diferenciadas. A su vez, reconoce la heterogeneidad de asociaciones empresariales, comunitarias y económicas y busca romper el sesgo hacia las empresas extranjeras. De esta manera, la política productiva será de inclusión pero también de incentivos a la formación de agrupaciones y asociaciones empresariales. Para llegar a tales objetivos los LEPND plantean como instrumento fundamental un Estado promotor y protagonista del desarrollo, cambiando la anterior concepción de subsidiario y pasivo; esto significa un cambio en la lógica del accionar y de la intervención estatal. Entre las políticas nacionales podemos mencionar:
La política comercial estratégica, en el marco de la política productiva, se centra en el aprovechamiento complementario del dinamismo de la demanda externa y de las potencialidades del mercado interno, lo cual significa un cambio del enfoque orientado exclusivamente a las exportaciones.
La política de inversión, para lograr el aumento de la producción es necesario incrementar y lograr una mayor eficiencia de la inversión. La Nueva Política Productiva tiene como herramienta central una estrategia de inversiones que ponen énfasis en el sector público sin descuidar el rol de la Inversión Extranjera Directa (IED) y de la privada nacional.
Política de Financiamiento al sector productivo, (Sistema Nacional de Financiamiento para el Desarrollo, SINAFID) El SINAFID, a través de la Banca de Desarrollo (Financiera Boliviana para el Desarrollo Productivo), se constituirán según los LEPND en el mecanismo de redistribución del ingreso nacional, financiando el desarrollo productivo y rural, de sectores y regiones excluidas como consecuencia del limitado acceso y políticas de crédito conservadoras del actual mercado financiero, que ha significado ampliar las brechas de inequidad y pobreza, concentrando el capital y mercado. Dentro un marco de estabilidad macroeconómica, El SINAFID y la Financiera, permitirán la transición hacia una nueva estructura de financiamiento para el sector productivo.
La política de innovación y desarrollo tecnológico, otro de los quiebres con la política anterior se da en el campo de la tecnología. Se decía que el país no era competitivo en función de salarios, infraestructuras e incentivos. Sin embargo, el factor más relevante que explica nuestro rezago en competitividad es el factor tecnológico puesto que este influye directamente en la productividad.
La política de empleo, una orientación general para encarar los problemas de empleo es la diferenciación de la aplicación de las políticas a partir de puntos de vista geográficos y sectoriales, considerando las diversas dimensiones que presenta el problema y los distintos potenciales de cada región/sector, en el marco de horizontes de tiempo también diferenciados: largo, mediano y corto plazos.
La política de gestión ambiental se centra en el logro del equilibrio entre la necesidad de desarrollo y la conservación del medio ambiente, fortaleciendo el rol del Estado en la prevención, el control de la calidad ambiental y la protección de los recursos naturales, sobre la base de una amplia participación social. En efecto, el territorio boliviano ha sufrido un paulatino deterioro ambiental a causa de una explotación incontrolada de sus recursos naturales, que lejos de beneficiar al país, ha enriquecido solamente a ciertos grupos que han detentado el poder, bajo la visión de una política neoliberal que fijó como principal parámetro de desarrollo la atracción y protección de las inversiones externas.
A manera de conclusión
Lo significativo del Plan Nacional de Desarrollo es que plantea una ruptura discursiva muy significativa, con respecto a la concepción occidental del desarrollo y de la planificación, incorpora diferentes elementos que plantean nuevas alternativas en cuanto a justificar un proceso de planificación social, ciertamente el aporte conceptual radica en ello. La visión holística de la planificación.
El "vivir bien" es el objetivo trascendente que guía la formulación del Plan Nacional de Desarrollo cuyo significado proviene de un marco discursivo ajeno al discurso liberal, propio de los pueblos andinos y amazónicos que pretende expresar la pluralidad del encuentro entre los seres humanos por un lado, y entre los seres humanos y la naturaleza, por otro. De tal manera que esta expresión significa "vivir bien entre nosotros" y al mismo tiempo "vivir bien con lo que nos rodea" y "vivir bien contigo". Significados radicalmente diferentes al "vivir mejor" concebido desde la individualidad e incluso "a expensas" de los demás. Sin embargo, "vivir bien" es aún un concepto muy oscuro, que no permite ver claramente las implicaciones filosóficas, políticas, económicas y sociales. Es una totalidad que lo abraza todo, como si el todo existiera sin las partes que la constituyen, he ahí su mayor dificultad.
Por su parte, el proceso de instrumentalización permite apreciar una ruptura del patrón de acumulación, la creación de vincules horizontales entre sectores generadores de excedentes y sectores generadores de empleo e ingresos, así como la plena participación del Estado en el proceso productivo, en sectores estratégicos, y en la regulación y apoyo a otros sectores. A su vez, se observa el fortalecimiento de la capacidad del Estado de apropiación del excedente.
Con todo, no se debe olvidar que todo proceso de planificación debe ser un proceso honesto y participativo, sin negar el derecho de "ser" de nadie, ni fundamentarse en la negación de algo. Debe ser, un proceso que determine y muestre las opciones o alternativas para que uno sea, en última instancia, el que elija, un proceso en el que se tenga claro lo que se gana y lo que se pierde, porque solo aquel que sabe lo que pierde, sabe realmente lo que gana. De esa forma probablemente, cada uno se transformaría en un contrapeso natural, de las acciones de los otros, cada uno sumaria más de lo que uno es, y con ello sería posible, tal vez, un día no muy lejano una "Bolivia digna, soberana y productiva para vivir bien".
Para finalizar podemos mencionar que los lineamientos del plan nacional de desarrollo están enmarcados en los lineamientos de un esquema pos- neoliberal, debido a que en los LEPND mediante mecanismos de política plasmadas en sus pilares: Bolivia digna, Bolivia democrática y participativa, Bolivia productiva y Bolivia Soberana, tratan de eliminar la pobreza, la exclusión social, generar elementos de una mayor participación del pueblo en las actividades del Estado, diversificación del aparato productivo a través de una matriz productiva, consolidar la soberanía en la toma de decisiones del país. Dichos objetivos, establecidos en los LEPND, se hallan en relación directa con los del esquema pos-neoliberal mismos que se traducen en: la profundización de la justicia, la igualdad, la democracia, género y medio ambiente.
Bibliografía
Elizalde H., Antonio. "Paradojas y punto de fuga para una sostenibilidad posible". Textos de Clase. Economía Agraria.
Mires, Fernando. "La revolución que nadie soñó o la otra posmodernidad". Caracas, Venezuela. Nueva Sociedad, 1996.
Morales Anaya Rolando (2006) "Hacia una nueva visión de la planificación económica en Bolivia". Cuarto Congreso de la Asociación de estudios Bolivianos. Sucre, Bolivia 2006.
Viceministerio de Planificación: Estrategia Nacional de Desarrollo. Nociones para un Mapa-Marco Conceptual. Bolivia, Abril 2006.
Ministerio de Planificación del Desarrollo: Lineamientos estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo "Bolivia, digna, soberana y productiva para vivir bien 2006-2110 (LEPND)". Bolivia, Junio 2006.
UDAPE (1999): BOLIVIA: EVALUACIÓN DE LA ECONOMÍA 1998
PNUD (2002): Progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio BOLIVIA 2002
Anexo
[1] Entenderemos por política: a) las acciones que implican relaciones de poder (uso del poder) y b) Los cursos de acción (instrumentos) para alcanzar un objetivo establecido. Por crisis política una situación en la que dentro de un determinado orden establecido (o discurso) (objetivos e instrumentos definidos por y para la política previamente superado el ámbito de las relaciones de poder) los actores políticos encargados de plasmar los objetivos con los instrumentos establecidos, no cumplen sus roles de manera adecuada, lo cual genera un determinado escenario o una crisis, sin embargo, esta crisis encierra en sí misma la creencia y la posibilidad de superación a través, tan solo, del cambio de los actores políticos por otros más eficaces y eficientes. Por crisis de la política una situación en la que la creencia y la posibilidad de superación, pasa no solo por el cambio de los actores políticos, sino que la solución se plantea a través de la definición de nuevos instrumentos y objetivos, y en cuyo proceso de definición se manifiestan los conflictos de poder. Situación, que además se presenta –mientras más personas estén disconformes con el discurso dominante– en un escenario de no adecuación entre lo que se imaginan los representados que debe ser la política y la política que se imaginan que tienen que realizar los representados. Este tipo de crisis, es una crisis mucho mas profunda, ya que esta se supera en cuanto se definen nuevos instrumentos y objetivos (otro discurso que tenga sus propios instrumentos y sus propios objetivos) o que los instrumentos y objetivos del anterior orden establecido logren imponerse nuevamente en el ámbito de las relaciones de poder dentro del sistema político.
[2] Este análisis tiene por sustento el documento “Estrategia Nacional de Desarrollo Nociones para un Mapa-Marco Conceptual” Elaborado por el Viceministerio de Planificación. Se ha extraído de ella, algunos acápites que permiten configurar y tener una idea del significado del “Vivir bien”.
Autor:
Juan Luís Zabala Vásquez
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