Indice1. Introducción. 2. Turismo y medio ambiente 3. Educación ambiental en el turismo. 4. Modalidades del turismo sustentable. 5. Conclusión. 6. Bibliografía.
El Taller pretende analizar cómo desde el turismo es posible contribuir con la educación ambiental. Así el desafío de la educación ambiental es promover una nueva relación de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y sostenible. Podemos decir que la educación ambiental (formal y no formal) es por sobre todas las cosas una educación para la acción, desde una aproximación global e interdisciplinar, facilitando así un mejor conocimiento de los procesos ecológicos, económicos, sociales y culturales. La educación ambiental debe fomentar el cambio social a partir del desarrollo de valores, actitudes y habilidades para asumir una responsabilidad ambiental. El turismo puede contribuir en esto. El turista es un individuo capaz de transformar su comportamiento durante el viaje, al desarrollar diferentes respuestas ante las situaciones y ambientes por donde se mueve y a los que percibe de forma diferente a lo habitual. Muchos de estos aspectos en su vida cotidiana pasarían por alto. El turismo puede convertirse en un disparador de situaciones que se pueden materializar en "buenas prácticas" (no arrojar basuras, cuidar los árboles, etc.) o nuevas demandas que obliguen al mercado a tomar medidas de control. De acuerdo a este marco general los objetivos del taller son: a) Analizar la relación entre turismo y medio ambiente para establecer su dimensión en el marco de la educación ambiental no formal. b) Reconocer la transversalidad de la educación ambiental y sus valores sociales aplicados a todos los aspectos de la vida, para comprender su relación con el turismo. c) Identificar propuestas turísticas que incorporen la dimensión ambiental y los agentes que participan en dicho proceso a fin de comprender su valor. A partir de los objetivos planteados se propone trabajar con las temáticas desarrolladas, desde el abordaje de situaciones concretas en donde se articule el debate teórico con la implementación de itinerarios y propuestas en diferentes ámbitos. Tal como se señaló la educación ambiental es un proceso mucho más abarcativo y complejo, no obstante, desde las actividades recreativas, turísticas y deportivas, se puede educar en el respeto a otras culturas, otras formas de organización social, otros recursos u otras formas de ver el mundo.
Concepto de medio ambiente. El hombre, tanto individualmente como organizado en un grupo social de cualquier escala y nivel de complejidad, desarrolla sus múltiples actividades en un escenario concreto, formado por muchos elementos: luz solar, suelo, aire, agua, plantas y animales, construcciones de todo tipo y tamaño, luz artificial, máquinas, etc. Este complejo escenario es lo que podemos llamar el ambiente. El hombre tiene una gran capacidad para modificar algunos de los factores que forman el ambiente y también para agregarle nuevos elementos.
Las grandes transformaciones ocasionadas por el hombre en el ambiente, han conducido al planeta a una situación de crisis, por lo cual es necesario restablecer el equilibrio con la naturaleza. Esto nos lleva al concepto de desarrollo sostenible, que según la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, es un desarrollo cuyo principio general es el de satisfacer las necesidades humanas del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias. Es necesario un desarrollo antrópico equilibrado, integrado y acorde con su medio ambiente (Ministerio de Medio Ambiente (1997) Tomo 6. p. 10). La incorporación de la dimensión ambiental en proyectos de inversión asociados al turismo. Todo proyecto debe tener en cuenta que la Educación Ambiental es (Houstoun, H. 1994: 23.): Múltiples zonas turísticas ausentes de adecuada planificación han experimentado procesos de deterioro. Las causas son múltiples y están asociadas con: La ineficiente actuación pública: Por falta de directrices. Desconocimiento del entorno y el mercado. Falta de recursos humanos capacitados. Falta de iniciativa e interés. Escasa preservación de los recursos del sector. Legislación inadecuada (obsoletas o inexistentes). Instituciones desarticuladas.
Falta de trabajo interinstitucional Ausencia de intercambio público privado. Carencia de medios de articulación. Ausencia de responsabilidad. Comunicación interinstitucional deficiente. Inexistencia de modelos y experiencias.
Deficiente infraestructura turística: Inexistencia de infraestructura básica. Falta de equipamiento adecuado. Ausencia de medios de comunicación. Falta de recursos financieros. Dificultad en el acceso a la información. Aprovechamientos meramente económicos de los espacios. Ausencia de tecnología accesible. Ausencia de mecanismos de control de calidad. En general estos se encuadran dentro de lo que se considera la CARENCIA DE ESTUDIOS DE DIAGNÓSTICO y EIA (Evaluación de Impacto Ambiental).
Comportamiento inadecuado del turista y del empresario: Falta de concientización, usos demasiado intensivos, bajo nivel de educación aplicada. Falta de estudios de Marketing, falta de capacitación en gerenciamiento sustentable del empresariado. Falta de diagnóstico integral de los proyectos de inversión. Falta de códigos de procedimiento. Ausencia de mecanismos de educación ambiental formal y no formal.
Participación comunitaria deficiente: Las comunidades se sienten ajenas al proyecto, poco estimuladas. Preconceptos frente al turismo. Problemas económicos emergentes. Información insuficiente sobre los proyectos. En definitiva todas estas causas han llevado a situaciones asociadas a impactos negativos porque la demanda superó la capacidad de carga de los entornos donde se desarrollo la actividad, al surgimiento de actividades agresivas con el entorno social y natural, servicios inadecuados, aparición de incompatibilidad de usos, formación de enclaves y pérdida de identidad cultural. Es urgente que dentro de la proyección de las inversiones se le otorgue a la capacitación de personal en materia ambiental, un papel más importante. Mejor aún sería disponer de mecanismos de educación ambiental.
Las características del turismo hacia el siglo XXI. Megatendencias Globales: En primer lugar habría que hablar de dos tendencias de carácter holístico, una que afecta a la oferta y otra a la demanda, pero que podrían titularse como crecimiento sostenido de la actividad turística en el futuro. Nos encontramos ante un sector en expansión, relativamente reciente, cuyos orígenes son prácticamente de los años sesenta y en el que nada parece vaya a variar esa tendencia en el mediano a largo plazo. Esto requiere algunas aclaraciones que afectarán a su comportamiento en las distintas zonas. De un lado, el hecho de que las cifras de demanda turística que se facilitan por países anualmente, suelen referirse al turismo internacional, excluyendo el turismo interno o nacional, cuyo papel en los países desarrollados es muy importante. El crecimiento de la demanda no va a ser en todos lados igual, variará entre las distintas zonas turísticas, dependiendo esto de diferentes circunstancias. Mientras Europa Occidental crecería mas lentamente, América Latina lo haría más rápido. Esto es importante en el desarrollo de los destinos de nuestro continente. Megatendencias demográficas van a afectarnos en los últimos años, tanto en las vacaciones, como en el turismo en general. El envejecimiento de la población europea o de las naciones industrializadas demandará otros productos turísticos. Se supone además un aumento en demandantes mujeres independientes, sin pareja y un aumento en las familias tardías, parejas mayores con hijos pequeños. Esto indudablemente requerirá de nuevos servicios. Entre las tendencias culturales se denota ya un aumento en la calidad exigida por el turista, una maduración como consumidor. Este reclama, mayor y mejor información, calidad del producto (servicios e instalaciones), calidad del entorno, y en los servicios públicos que necesita. También la personalización de los viajes de acuerdo a las expectativas y no los tours estandarizados. Se trata de una búsqueda personal, en la que se puede desarrollar un tratamiento mucho más adecuado respecto del ambiente. La diversificación motivacional aún será mayor, donde empiezan a surgir nuevas demandas, con planteamientos más dinámicos, microproductos, etc. Esto se asocia a un turista más activo y participativo, que le gusta decidir sobre sus vacaciones, quiere ser activo en su viaje, con demanda de actividades lúdicas, deportivas, ya sea como accesorio o motivo de viaje. Existen también megatendencias económicas, entre ellas el aumento en la renta de los consumidores de servicios. Esto es una manifestación lenta que solo se ha alcanzado en algunas áreas. No obstante es positivo su avance paulatino porque augura una mayor seguridad. La expansión comercial también es fundamental porque posiciona al comercio del turismo en otro rango dentro de la economía y por supuesto a nivel competitivo. Esto va de la mano con la evolución de los tipos de cambios y la incertidumbre que eso provoca aún hoy. Lo anterior se asocia al flujo de las inversiones y la aparición de centros de crecimiento acelerado, no controlado, con la formación de enclaves, que hay que evitar. América Latina se está convirtiendo en receptora de estas situaciones. La mejora en los sistemas de transporte y telecomunicaciones acelera los procesos asociados al turismo y beneficia procesos de cambios en materia ambiental. Indudablemente esto requiere de una buena gestión. En términos de tendencias políticas, la incorporación de nuevos territorios al escenario mundial abre el juego a la competitividad y a la diversificación a la que irremediablemente todos los destinos se enfrentan. La OMT ha reconocido una sensibilización del turista por aspectos ambientales. Este factor va más allá de la diversificación motivacional, es una valoración incluida dentro de las grandes tendencias del mundo actual. No solamente hay un conjunto de turismos específicos de base medioambiental, sino que cualquier actividad turística tiene que considerar su aspecto ambiental. Desde esta perspectiva podemos distinguir cuatro maneras distintas de intervenir el medioambiente en la oferta turística. 1) Como motivación exclusiva, lo que ha dado el Ecoturismo o turismo de la naturaleza. 2) Teniendo en cuenta el ambiente, como principal factor pero no único. Ejemplo de esto es el Turismo rural, incluyendo en este caso el concepto ambiental desde la antropología. 3) Cuando el aspecto ambiental tiene el carácter complementario. Aquí, el entorno se convierte en un espectáculo, con una duración y un entorno limitado (parques temáticos, delfinarios, acuarios), etc. 4) Cuando el medio ambiente entraría formando parte, de algún modo, de los productos y servicios concretos. Hoteles con energía alternativa, restaurantes con productos ecológicos, transportes no contaminantes, etc.
De una u otra forma todo esto contribuye en la educación ambiental. El desafío del turismo en el marco del desarrollo sostenible: recomendaciones para América Latina. La OMT (En su libro "Agenda para planificadores locales. TURISMO SOSTENIBLE y GESTIÓN MUNICIPAL. Edición para América Latina y el Caribe. 1999) sostiene que es necesario hacer viable las empresas, el negocio y la comunidad local dentro del respeto a la participación en la planificación turística sobre tres vértices, beneficios sociales y económicos para el municipio y sus habitantes, calidad y sostenibilidad ambiental y desarrollo turístico acorde a la autenticidad e identidad cultural. Es necesaria la cualificación y valoración de los recursos naturales y culturales como tendencias recientes en la ordenación territorial. Para eso se requiere de un enfoque estratégico aplicado a la ordenación territorial. Planes orientativos dirigidos a la gestión y orientados a la acción, a través de la concentración de proyectos dedicados al desarrollo de actividades sobre el territorio. Se propone apuntar al liderazgo municipal entendido como el espacio de organización en el marco de una tendencia descentralizadora y del refuerzo de los roles del sector público en la negociación con el privado. El papel esencial de la municipalidad consiste en definir las bases para la elaboración de una estrategia de desarrollo del turismo, desde los principios de la sostenibilidad. No obstante esto requiere de una coordinación interdepartamental tanto en materia de promoción, de servicios públicos de gestión de calidad ambiental, educación ambiental, etc. Para esto es necesario desarrollar capacidades técnicas, coordinando a agentes empresariales con estrategias de inversión adecuadas. Se desataca el papel de la cooperación de inversiones del exterior y de las ONG´s. Por otra parte se requiere de una tarea de sensibilización pública a través de campañas, comunicación, formación, así como el asesoramiento externo e incluso de subvenciones de organismos e instituciones internacionales y colaboración de las ONG´s. El reto es articular y consensuar intereses de los distintos grupos actuantes, actuar sobre proyectos específicos en protección de determinados lugares, señalar procedimientos de inversión y convenios de colaboración. En tal sentido también se hace necesaria la gestión sostenible en el proyecto empresarial con recursos atractivos que den origen a productos diferenciados y competitivos, donde se valoren los recursos y se apueste por una red productiva, con la contribución a la gestión y conservación del patrimonio, creación de espacios de calidad, etc. Es fundamental la formación de la administración y manejo de situaciones imprevistas, audacia e imaginación, fortaleciendo capacidades de organización del ámbito directo, aprendizaje y reciclaje continuo. Se plantea además la formación profesional y las necesidades de actualización y difusión de la actividad turística entre la población local, la generación de consenso de la idea, la difusión de hábitos ambientales y de consumo mejores y más sostenibles, acordela modelo y que redunde en sus beneficios. Indudablemente dadas las tendencias actuales América Latina debe asumir el desafío de convertirse en un centro de desarrollo del turismo. Para esto es necesario evitar caer en los errores de la vieja Europa o de otros centros que han hecho las cosas inadecuadamente.
Impacto del turismo sobre el entorno.La información acerca de las repercusiones ambientales del turismo tiene dificultades conceptuales y metodológicas similares a aquellas relacionadas a la dimensión holística del medioambiente. La investigación sobre las repercusiones del turismo es tópicamente desigual y particularmente escasa acerca de la calidad del suelo, del aire y del agua. La mayoría de los estudios se refiere a los efectos que ejerce el turismo en un componente ambiental particular. América Latina carece de estudios regionales sobre su situación y faltan evaluaciones previas del impacto de los proyectos. El turismo puede afectar las áreas naturales como las construidas y habitadas. De lo poco que se ha investigado sobre esto último se reconoce que en ocasiones el turismo genera: Contaminación arquitectónica: a menudo se ha fracasado al querer integrar la infraestructura de sitios o de lugares turísticos con las características del ambiente natural, provocándose así "choques" entre el medioambiente construido y el propio de la zona. Urbanización y postura: la urbanización responde a los diferentes paisajes, ya se trate de ambientes costeros (lineal), a lo largo de valles y rutas escénicas, en áreas de tierra interior. En ocasiones esto no se respeta, las áreas permanecen mucho tiempo deshabitadas, etc. Sobrecarga de infraestructura: se manifiesta cuando la intensidad de las visitas supera la capacidad de la infraestructura prevista. Esto a su vez trae aparejado contaminación y posibles consecuencias en la salud. Segregación de residentes locales: la separación espacial de las áreas turísticas del resto del centro turístico o en los alrededores del campo conlleva, en ocasiones, a una segregación social. Congestionamiento de tráfico: esto ha surgido como una de las consecuencias más significativas del desarrollo de centros turísticos. El incremento del congestionamiento de tráfico, sobrecarga de tráfico. Problemáticas asociadas al acceso y número de los estacionamientos. Es cierto que el equipamiento hotelero y los servicios de apoyo, así como las residencias privadas, son las principales fuentes de descargas residuales en muchos de los desarrollos turísticos. Detrás de esto se identifica la presencia de una sociedad que usando los recursos del entorno como atractivo, les otorga además la categoría de receptor de sus propios desechos. Además de los que operan y gestionan con los recursos turísticos, existe una categoría que no debe ser descuidada en una visión integral del turismo como del desarrollo de los destinos turísticos; es el turista. Entendiendo a este como aquel que visita un lugar que no es el de su residencia habitual, con la convicción de abandonarlo, y que permanece en este determinado tiempo (horas, días, semanas, etc.). Se incluye entonces a los excursionistas o visitantes. Los individuos que integran los flujos turísticos, hoy en día en mayor medida, provienen de lugares en donde se sienten sometidos a un ritmo exigente, generado por su rutina diaria. En tales condiciones se trasladan al lugar de sus vacaciones con la intención de "dejar atrás los problemas" y dispuestos a variar sus patrones de comportamientos diarios en virtud de un "cambio de aire". La suciedad en las playas y la contaminación del mar reflejan que existe cierto sentido de "irresponsabilidad" hacia el entorno. La misma ineficiencia en los servicios de los destinos, o la apariencia "sucia" de algunos lugares, donde existe desorden o residuos por doquier, estimulan conductas evasivas. En definitiva se multiplica el problema porque la anarquía exterior que perciban los turistas les resulta en una tendencia a sumarse a esta. En América Latina el problema se vislumbra tanto en el camping como en las áreas protegidas. El hombre puede ser un depredador consciente o inconsciente, y provocar innumerables daños (en la fauna, flora, etc.). En ocasiones las reservas naturales se convierten en focos de problemáticas ambientales, propias de lugares que no poseen una gestión ambiental adecuada. Algunos psicoanalistas analizan al turista como un individuo capaz de transformar su comportamiento, adaptándose a múltiples situaciones. Un ser, que producto de las circunstancias, también desarrolla una capacidad de aprendizaje de determinados aspectos, los cuales en su vida cotidiana pasaría por alto; o por el contrario reacciona frente a determinadas situaciones que cotidianamente controla. La evolución social y cultural conlleva innegables efectos sobre la calidad ambiental. Un papel relevante en esta evolución lo tiene el crecimiento demográfico y las necesidades que trae aparejadas. En algunos sitios, en la medida, en que la crisis ambiental va en aumento, la conciencia pública despierta y se manifiesta de diversas formas, denunciando situaciones que perjudican los productos turísticos, o productos turísticos que perjudican los destinos. Como los destinos turísticos tendían a parecerse, en todo sentido, incluso en la decadencia que sufrían, y no se reciclaban ni mejoraban en calidad, empezaron a surgir demandas de nuevas alternativas. Pequeñas empresas primero, y grandes tour-operadores en la actualidad son beneficiarios de esta tendencia creciente Ahora bien, también los llamados turistas tradicionales, plantearon exigencias claras a los destinos y urbanizaciones ya conocidas. La calidad se convierte en una exigencia de la demanda que obliga a incorporar, incluso, la variable ambiental (Se reclamo por ejemplo: bajo nivel de ruido, control de la fauna nociva para el hombre, equipamiento autentico asociado al entorno, más información de los recursos y los atractivos, visitas a ecosistemas seguros, entre otros). Una nueva dinámica que incorpora a sitios y emprendimientos específicos, pequeños, con alta creatividad y acogida, atención personalizada. En la medida que aumenta el interés por conocer acerca de la naturaleza, en igual proporción se requiere mayor información para satisfacerlo. En parte, esta es proporcionada por los medios masivos de comunicación, por la literatura ambiental, las asociaciones y fundaciones de diversas clases, incluso las experiencias personales, etc. De este modo se estimula la necesidad de profundizar tanto en conocimientos teóricos como en experiencias prácticas relativas al manejo de un turismo en equilibrio con el ambiente. A la par se han ido multiplicando centros cuya finalidad se orienta a la formación y educación ambiental, fomentando una serie de programas que buscan un cambio de actitud de las personas en sus relaciones con la naturaleza (ya sea desde el punto de vista de los profesionales del turismo como de las personas en general). Es clara la importancia del turismo y de sus impactos sociales económicos y territoriales en la estructura previa de los lugares sobre los que se desarrolló y a los que influye directa o indirectamente. El turismo es constructor de paisajes en términos de gestión, con creación de composiciones territoriales, con cambios de la perspectiva y de percepción. Se ha convertido en un elemento clave para la mejora de la calidad de espacios degradados y la valoración del patrimonio, o por el contrario el causante de espacio degradados, muy artificializados y fuera de contexto.
Respecto a la gestión ambiental se buscan medidas de reducción de impactos que se apoyan en cambios asociados con el tipo de turismo (adecuación de los recursos para soportar la presión, limitación en el número de visitantes y educación ambiental a largo plazo, como mecanismo de cambio de modelo). Hay que hablar de calidad ambiental desde los mismos operadores, no solo en áreas receptoras, como señala Bernáldez (1992) "es evidente la gran importancia futura de las versátiles formas de educación, sensibilización e información relativas al medio ambiente, de las que forman parte, sin duda muchas formas de turismo" (VERA, J. 1997). El turismo también gestiona el paisaje, como recurso, fruto de la interrelación físico-ecológica, y cultural, sintetizando la actividad turística y el medio ambiente.- Se apoya en la dialéctica del espacio turístico como espacio de producción y espacio de consumo a la vez y hay que evitar un consumo excesivo. En las políticas de ordenación del territorio, el paisaje ha estado ausente muchas veces en la gestión del medio y protección del patrimonio. En tal sentido se cuenta con algunas experiencias de regeneración paisajística. En conclusión se busca la definición de modelos de desarrollo para espacios con potencialidades, en las que se intenta lograr el dinamismo económico con la preservación de valores y patrimonio cultural. Se plantea además una propuesta metodológica para la planificación de los espacios turísticos con la definición de objetivos primarios, y específicos. Explotar con "inteligencia local" las ventajas de la atracción turística que posea el espacio en cuestión, en el marco de la sostenibilidad y el consenso.
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