- El Capitalismo y el dólar como instrumentos principales del deterioro mundial
- Consideraciones bíblicas sobre el dominio de las Sociedades Secretas y el número 666 como clave ocultista en el dólar
- Prácticas secretas para el mejor dominio mundial
- El último sistema de dominio económico impulsado por las Sociedades Secretas
Ningún otro período de la historia ha conocido una escalada bélica como la acaecida durante el siglo XX. Más de cien millones de personas perecieron desde comienzos del siglo pasado a causa de las guerras. Guerras que han tenido un trasfondo económico, muchas veces, con apariencia libertaria. Hace cerca de 2000 años, en un monte cercano a la antigua ciudad de Jerusalén, tiene lugar una plática considerada por muchos como la más profunda y detallada en su género.
Allí, un pequeño grupo de buscadores del Reino de la Justicia y la Igualdad se reune en torno a su maestro, Jesús de Nazaret. La pregunta que le formulan sus seguidores motiva una respuesta que abarca numerosos siglos y se centra en la época actual. "(…) Y estando! después sentado en el monte de los Olivos, se llegaron los discípulos y le preguntaron en secreto: Dinos, ¿cuándo sucederá eso?, y ¿cuál será la señal de tu venida, y del fin del mundo?" (Mateo 24;3). Luego, Jesús les responde dicha pregunta mencionando varias señales que indicarían la proximidad del fin.
Es de considerar, que el término "fin del mundo" empleado en este pasaje bíblico no se refiere a la desaparición física del planeta sino a la culminación del régimen inhumano que ha ejercido el hombre sobre la existencia en el mismo. Sin embargo, la orientación actual de la guerra lleva en su esencia el concepto de "guerra total", es decir, ataques simultáneos desde distintos ámbitos (diplomático, militar, civil, informativo, climatológico, computacional, etc.), en distintas partes del mundo a escala global, bien sea, con intervención directa de los EEUU, o apoyando a un aliado con lo cual se pretenden generar destructivos conflictos internos o externos en casi todos los países.
I- El Capitalismo y el dólar como instrumentos principales del deterioro mundial.
En materia económica, el principal problema del Capitalismo bien sea salvaje o neoliberal (heavy o light), radica concretamente en su sujeción a un régimen monetario específico. No importa qué tendencia política llegue al poder en algún país, mientras siga el sistema monetario basado en reservas obligadas de dólares, la política económica tendrá que ser idéntica necesariamente. El asunto es que ninguna moneda del mundo posee valor intrínseco – ni siquiera la americana. Pero la de Estados Unidos tiene el privilegio de ser "moneda de reserva", privilegio que se autoconcedieron los Estados Unidos con el apoyo de Gran Bretaña como triunfadores en la Segunda Guerra Mundial. Lo cual, significa que ninguna moneda de algún país tiene valor propio sino que su valor se deriva de la existencia en la Tesorería en sus respectivos Banco Centrales, de reservas de dólares. La estimación de la suficiencia o insuficiencia en reservas de dólares, de su crecimiento satisfactorio o decrecimiento insatisfactorio, queda al criterio individual de los especuladores mundiales quienes están atentos todo el día a cualquier indicio que consideren será analizado por los demás especuladores como una señal de fortaleza o debilidad. Las jugadas de los especuladores no son más que apuestas idénticas a las de un juego de póker, pues, determinan la estabilidad momentánea o el desplome abrupto de las economías de cualquier país del mundo.
Desde hace algunos años el Capitalismo ha entrado en su fase final de decadencia, razón por la cual sus benefactores requieren de una nueva forma de dominio y han venido ajustando otras formas de sujeción al materialismo económico con el trasfondo de la guerra preventiva; sin embargo, la imprevistamente incontrolable guerra en Irak está terminando por debilitar aceleradamente la economía estadounidense y, lógicamente, su moneda. Ahora, sin dólares no hay Capitalismo posible, pues, una cosa va concatenada a la otra como se verá más adelante (cuestión que a mi, particularmente, no me preocupa para ser honesta). Pero, la verdad es que el dólar controla toda la economía mundial y con esto, debemo! s inferir una eventual crisis económica global que se avecina más pronto que tarde. Paul Volker, Director de la Reserva Federal, afirmaba en una oportunidad que: "la suerte de la economía mundial está en manos del mercado bursátil de los Estados Unidos, cuyo crecimiento depende en unos 50 valores, la mitad de los cuales nunca han declarado beneficios".
El Euro, a pesar de su aparente independencia, sin la existencia de dólares en el mercado no valdría nada. De hecho, según datos de Horacio Richardelli, Alemania, la primera potencia económica de Europa y tercera del mundo, entró en recesión pasando a tener crecimiento negativo (-0.2%) como resultado de los desbarajustes en la economía estadounidense. Holanda e Italia también se están parando. Irlanda, creció 10% en los últimos 3 años anteriores al 2003 y se enfrió a partir de Enero del mismo año. Se perdieron en el mismo lapso, 100.000 empleos en la Unión Europea, la primera disminución desde 1994. Hay una tasa de desempleo del 9.5% en Francia, Italia y Alemania. Japón sigue maniatado como en los años 90, aunque electoralmente crecen los candidatos anti-EEUU (Ishihara asumió como alcalde de Tokio). En EEUU, desd! e la crisis Enron, se han perdido 525.000 empleos y los inventarios de mayoristas siguen altos: esto implica que la compra de materiales es baja por lo cual no hay suficientes pedidos en las fábricas y, consecuentemente, ha caído la venta al menor. La producción industrial sigue bajando y el empleo estancándose. Ni que hablar de otras consecuencias sociales producto de la Guerra en Irak, al haberse desperdigado, inicialmente, 82 billones de dólares para financiar esta abominación. En fin, el mundo globalizado por el capital financiero muestra crecientes síntomas de atrofia, recesión y depresión….. ¿qué otra cosa se les ocurrirá próximamente?
II- Consideraciones bíblicas sobre el dominio de las Sociedades Secretas y el número 666 como clave ocultista en el dólar.
Es interesente observar como la Biblia nos ha prevenido en sus diversos escritos proféticos sobre el control ejercido por las Sociedades Secretas existentes desde hace mucho tiempo atrás. Dichas Sociedades, vienen operando desde las antiguas dinastías egipcias y sus doctrinas contaminantes han venido siendo difundidas alrededor del mundo, desde aquel entonces, por una casta del judaísmo. En la actualidad, el nasí (presidente israelí), mantiene el antiguo título del jefe del Sanhedrín, el ente judicial y legislativo supremo del pueblo judío en la Tierra de Israel desde los tiempos antiguos. Pero, en r! ealidad es a través de las sociedades secretas o movimientos masónicos de cualquier tenor, como el imperialismo judío ha venido concentrando el poderío económico, político-financiero y religioso del mundo. A este tipo de dominio y sus implicaciones iluministas u ocultistas, es que Juan el evangelista hace llamar "antigua serpiente o Satanás" en su obra magistral sobre el final de los tiempos: El Apocalipsis.
Simón Wolf, jefe sionista, en su obra "La influencia de los judíos en el progreso del mundo", escribía: "Todos nosotros sabemos que los banqueros más grandes del mundo, la familia Rothschild, son judíos. Y sabemos que no sólo dominan el mercado de capitales, sino el destino económico de Europa."
Ahora bien, es el 1° de mayo de 1776 la fecha más importante dentro de los planes para un Nuevo Orden Mundial ideados por parte de las sociedades secretas luciferinas iluministas. En esa fecha un perverso jesuita de ascendencia judía, Adam Weishaupt, profesor de derecho canónico en la Universidad de Ingolstadt en Bavaria (hoy Alemania), y el Baron Adolph von Knigge reorganizaron una sociedad secreta denominada: Los Antiguos e Iluminados Videntes de Bavaria (AISB por sus siglas en inglés), dos meses antes que los Estados Unidos de Norteamér! ica instaurase su "independencia", el 4 de julio del mismo año. Todas las operaciones fueron financiadas por Mayer Amschel Bauer (quien más tarde cambió su último nombre a Rothschild) conjuntamente con 12 de sus más poderosos amigos financistas, totalizando 13 de ellos.
Los Illuminati fueron erigidos bajo una mezcla de secretos masónicos (doctrinas satanistas), misticismo islámico (sufismo), disciplina mental jesuita (hatha yoga) y su particular elemento de peligro fue el uso científico de la droga hashish, para producir un "estado mental de iluminación" inspirado de la Asociación de Caballeros Templarios y la Orden de los Asesinos (Circa 1050 AD).
Los manuscritos iluministas provienen propiamente de la cultura egipcia, el más representativo lo constituye el texto funerario denominado: "Libro de la Muerte". Por tanto, la Iluminación ha sido desde hace milenios un apreciado componente de la masonería y otros grupos ocultos cuyo origen se remonta a códices existentes en las viejas dinastías de Egipto, algunos de los cuales eran transcritos en las columnas de los viejos templos. Consiste en resumidas cuentas en que el candidato solicita "la luz en la masonería" y sube de la escalera de iniciación para recibirla. Esta es la razón por la que las sociedades con énfasis en la Iluminación como AISB, llegaron a ser conocidas por su nombre más común, los Iluminados (Illuminati). El t! érmino proviene del plural en latín, Illuminatus, que significa "aquel que es iluminado". Así, identifica a una persona que ha recibido el grado pleno de la iniciación disponible a través de la masonería, que le hace conocedora de secretos que, supuestamente, lo hacen superior al resto de los humanos. Y aunque, Weishaupt, afirmaba que el término provenía de Lucifer queriendo significar "portadores de la luz", técnicamente, un illuminati es un maestro masón que ha recibido todo el conocimiento secreto que la masonería puede otorgar.
II.1- Símbología contenida en el dólar:
Los ocultistas creen en un poder contenido en los números. Y que el máximo poder puede obtenerse con la práctica de la Gematría. El Diccionario de la Nueva Era define Gematría como "el arte de interpretar las designaciones y cualidades de Dios a través de letras y números". Para las sectas ocultistas, los números 1, 10 y 100 representan "la unidad", o "la perfección ordinal", mientras que el número 6 representa "la unión de todas las dualidades aparentes en la realidad", o "la unión del infinito con el finito".
Las letras en la base de la pirámide egipcia al reverso del dólar representan ciertos números romanos que sumados igualan 1776, año cabalístico en el cual se impulsa el Capitalismo como sistema económico referencial con una publicación desde Londres, se afianzan los Illuminati en Los Estados Unidos como orden y se estabecen las bases "independentistas" de esa misma nación que han servido como referencia socio-cultural contaminante para los demás países del mundo.
La persona responsable del diseño y promoción de este sello fue Benjamin Franklin, que era un conocido iluminista. Muchas personas creen que la fecha del Gran Sello hace referencia exclusiva a la Declaración de la Independencia estadounidense (4 de julio), pero no. La fecha del 1° de Mayo de 1776, marca la formación de los Illuminati por Adam Weishaupt. y, también, es una fecha especial dentro del calendario satánico (May Day, Beltane, Lady Day, El Gran Climax Satánico). Este era un día de juramento para los satanistas de continuar su búsqueda en pro de un Gobierno Mundial.
Los Illuminati utilizaron el Sistema de Numeración Babilónica para diseñar el Gran Sello graficado en el dólar (The Great Seal). Dicho sistema de numeración no era basado en 10 sino en 6. Por ejemplo 600 podría ser 1000, 60= 100, y 6 = 10. Si dividimos el año 1776, (MDCCLXXVI) primeramente en tres grupos primarios "MDC", "CLX" y "XVI", luego en tres grupos inferiores "M.DC", "C.LX" y "X.VI" y, a su vez, reagrupamos los grupos inferiores todos juntos, se obtienen "MCX" y "DCLXVI" que representan 1110 y 666. Pero si usamos el sistema sexagesimal usado en el pasado por los babilonios (de base 60), en lugar del sistema decimal (de base 10), 1110 se convierte en 666 que es como decir 1110 multiplicado por 100 y dividido entre 60. Entonces DCLXVI descifra 666 en el sistema de base decimal y MCX también, pero en el sistema sexagesimal.
"Aquí está el saber. Quien tiene, pues, inteligencia, calcule el número de la Bestia. Porque su número es el que forman las letras del nombre de un hombre; y el número de la Bestia es 666." (Ap. 13;18)
"MDCCLXXVI" M=1000 / D=500 / CC=200 / L=50 / XX=20 / V=5 / I=1 =1776
(M ÷ D) x (CC ÷ L) x (XX ÷ V) x 1 = 32
(M ÷ D) x (CC ÷ L) x (XX ÷ V) + 1 = 33
DCLXVI= 666
El ojo omnisciente era un símbolo de los viejos tiempos. Los babilonios y los egipcios lo exhibían en muchas formas, una fue "UDJAT" o el "ojo de Horus" que también identifica a Lucifer. Udjat es el ojo del Dios egipcio pagano HORUS. Este era el jeroglífico más común entre los egipcios, y la clave de su religión.
El número 13: a la derecha del retrato de George Washington en el anverso del billete, se observa el sello del Departamento del Tesoro. Este contiene una llave, la balanza de la justicia y un cheurón (pieza heráldica parecida a una "v" invertida), que es un símbolo bien importante dentro de la francmasonería. Si lo observa verá 13 huecos en él. Existen también 39 puntos verdes que circundan el cheurón, la llave y la balanza. También pueden observarse:
13 hojas en la rama de olivo
13 barras y bandas en el escudo
13 flechas en la garra derecha del águila
13 letras en la frase "E Pluribus Unum" sobre la cinta
13 estrellas en la cresta de arriba
13 piedras de granito en la pirámide (las 13 capas representan las 13 líneas de sangre iluminada [castas] )
13 letras en la frase Annuit Coeptis
El águila reemplaza al Ave Fénix en 1841 como el pájaro nacional de los Estados Unidos. Dicha ave ha sido un símbolo de hermandad desde el antiguo Egipto. Fue adoptada por los padres fundadores de EEUU para ser usada en el reverso del primer sello oficial de ese país después de un diseño propuesto por Charles Thompson, Secretario del Congreso Continental. El águila tiene 32 plumas en el ala derecha, pero 33 en su ala izquierda. Las 32 plumas representan el número de grados ordinarios del Rito Escocés, y las 33 plumas representan el nivel de grado 33. (32+33=65). La cola porta nueve plumas, el número de grados en el Rito de York. El águila, en sin misma, es un icono prominente de la masonería, que es usado extensivamente en el Rito escocés. Justo debajo de la cabeza del águila se observan 13 pentagramas con una nube.
Los pentagramas están dispuestos en la punta del hexagrama (estrella de seis puntas)- o Gran Sello de Salomón (no confundir con la estrella de David). El hexagrama es una poderosa herramienta usada por los paganos y hechiceros para invocar a Satanás. También este es el signo del Anticristo con 6 puntas, 6 ángulos y 6 planos (666). Los 5 puntos de los pentagramas multiplicados por 13 estrellas igualan 65, el mismo número cabalístico mencionado arriba. En la francmasonería, el Pentagrama es encontrado comúnmente en el interior de las cámaras de las logias masónicas y se utilizan para los ritos de encantamiento y conjuro. En su origen antiguo representaba la Estrella Sirius, entrelazado a través de la adoración ocultista a la diosa egipcia Isis. Así, este ha llegado a ser el símbolo de la Orden de la Estrella Oriental, la contraparte femenina a la hermandad exclusivamente masculina dentro de la francmasonería.
Hay un diminuto búho justo a la izquierda del "1" que aparece en la esquina derecha a lo alto del billete de dólar (puede observarse perfectamente con una lupa). De vez en cuando políticos iluminados como Bill Clinton y George W. Bush han sido retratados portando el símbolo luciferino del búho con cachos, entre sus manos.
III- Prácticas secretas para el mejor dominio mundial
Fuente: http://www.lemmings.com.ar
La escritora Mary Stewart Relfe, supuso que si el versículo 17 del capítulo 13 del Apocalipsis insistía en que "nadie podría comprar ni vender sin la marca de la Bestia", debería orientar sus pesquisas hacia el mundo de la economía. Y allí se encontró con los códigos de barras, un ingenioso sistema de clasificación informática que ya está impreso en la práctica totalidad de los productos comerciales que adquirimos. Si nos detenemos un instante a observar uno de esos códigos, veremos cómo al principio del mismo hay una barra doble un poquito más larga, que no tiene número debajo como las demás; justo en el medio hay otra igual y una tercera idéntica se encuentra al final del código.
Pues bien, Steward, después de localizar la corporación masónica que había diseñado este sistema, averiguó que cada una de esas barras dobles simboliza un 6, la clave hexadecimal que decodifica toda la información acumulada en el código. Es decir, que en cada uno de esos códigos de barras se ocultan tres 6; o, dicho de otra manera, una clave 666 ya controla la economía internacional.
En Bélgica -y en Suiza- ya se ha pensado en contramarcar a los recién nacidos (para protegerlos de los robos de bebés y dotarlos de un DNI epidérmico no extraviable) por medio de un código de barras, tatuado con tinta ultravioleta y, por tanto, invisible al ojo humano en la piel. Se lo puede leer por medio de un lector láser, como aquél presente en las cajas registradoras de los grandes supermercados. También las empresas de tarjetas de crédito, encabezadas por VISA, están interesadas en reemplazar las tarjetas plásticas con este nuevo sistema a prueba de robo; y que elimina el problema de la identificación del usuario. La supercomputadora "La Bestia de Bruxelles" que calcula en hexadecimal con grupos de seis dígitos, se adoptará con una numeración tres "trenes" de seis cifras hexadecimales expresadas a través de un código de barras en ultravioleta, utilizando las primeras tres cifras! para codificar el prefijo 666 que MasterCard utiliza ya desde 1980.
El número "6" aparece con frecuencia sobre todo donde hay transmisión de datos o reconocimiento de códigos de barras, por la siguiente razón: la secuencia hexadecimal 6666… expresada en binario se torna 011001100110011001100110… que representada en un gráfico es una onda cuadra periódica con frecuencia un cuarto de la frecuencia de cifra. Sirve para sincronizar los aparatos de recepción cuando la velocidad de transmisión es asíncrona (ADSL), o sea no es soportada por un "clock" directo de referencia.
IV- El último sistema de dominio económico impulsado por las Sociedades Secretas
Fuente: http://www.lemmings.com.ar
¿Acaso no tenemos cada vez más la sensación agobiante de que nadie podrá comprar o vender si no es alienado en el sistema? En esto, como en las otras cosas, el Apocalipsis de Juan es el libro de mayor verosimilitud a tantos siglos de distancia en cuanto a textos proféticos se refiere. Dos son los elementos por los que, sin darse cuenta, nuestra actual civilización planetaria muerde el veneno de su paralización espiritual.
Mediante el economicismo del dinero y la transparencia, la humanidad ha caído en una nueva red de esclavitudes. Se dice que el poder monetario internacional ha confirmado el papel del dinero como nuevo ídolo de adoración, por el que el ser humano de hoy no ve nada más que por un ojo (… o a lo mejor está ciego -N. del R.), por cuya servidumbre sacrifica toda su existencia. Pero ello no es en sí demasiado importante si no tuviéramos que añadirle un factor nuevo: que ! el dinero pase eventualmente a ser sintético, al ser sustituido por una tarjeta de plástico informatizada que permita transar sobre la base de un fondo de crédito (… de "usura" -N. del R.), que además constituiría la llave de nuestra desnudez completa.
Este sistema permitiría poner el mundo a nuestros pies, a los pies de la colectividad, pero también -como en el pacto de Fausto con Mefistófeles- los hombres terminarían encadenando sus almas y sus vidas. Las tarjetas se convertirían en las llaves de la trasparencia, por la que el hombre, al perder su intimidad, se declararía "ciudad abierta", una ciudad no ya vulnerable, sino completamente entregada, indefensa, a merced del paseo de toda suerte de enemigos. Como se ha podido demostrar, la cifra "666", el número de la Bestia apocalíptica sobre la que ya nos había advertido San Juan evangelista, se perfecciona con una frecuencia insospechada, alarmante, en este mundo.
El documento cuneiforme, denominado "La tablilla de Essagil", hoy en el Museo de Louvre, muestra los planos numerados del zigurat de la antigua ciudad de Babilonia. Sus principales medidas son: 60 60 60 la longitud, 60 60 60 el ancho, y la altura igual a la longitud y al ancho (90 metros en cada lado). La mezquita denominada "El Domo de la Roca de Jerusalén", construida en el año 691 DC por el Califa Omar, localizada en Israel, se construyó bajo estructuras geométricas muy resa! ltantes. Por ejemplo, el plano de la tierra es un cuadrado doble, luego un octágono, coronado de una cúpula cuyo diámetro al piso es de 66 pies y 6 pulgadas. Así también, la longitud diagonal de la antecámara de la Gran Pirámide es 666 pies.
Stewart ha comenzado a anotar el elenco de instituciones, aparatos, tarjetas, etc., que han comenzado a usar, directa o indirectamente, o comienzan a revestirse con este número. He aquí algunas de sus pruebas (hemos agregado algunas observaciones nuestras): En el año 1984, el número del código del Banco Mundial era ya "666". Las tarjetas del Banco Nacional de Australia llevan el número "666". Hay nuevas tarjetas de crédito en los Estados Unidos a las que se ha asignado el prefijo "666". El número 666 está impreso en todos los tickets de loterías de Israel. Los sistemas de computadoras Olivetti P.6060 usan números para procesar que empiezan con "666".
Las computadoras centrales de Sears, Belk J. C. Penney y Montgomery Ward (cuatro grandes cadenas de al! macenes de los Estados Unidos) usan el prefijo "666" en sus transacciones. Las computadoras fabricadas por Lear Siegler LSI (Lear Siegler, Inc.) tienen estampado por un lado el número "666". La división de empleados del Servicio Medicaid del Gobierno Federal de los Estados Unidos tiene por número el "666". Las divisiones de Armas, Tabaco e IRS (Departamento de Impuestos) del Gobierno Federal de los Estados Unidos tienen en las chapas de sus empleados el número "666". El Departamento de Impuestos (IRS) ha empezado a requerir el prefijo "666" en algunas formas u hojas de declaración de impuestos; por ejemplo: W-2P, inválidos, es 666.3; muerte, es 666.4, desde 1977.
Los gobiernos de los diferentes estados (en los Estados Unidos) están usando en sus hojas de compras el número "666". Las credenciales de la fuerza de seguridad secreta que tuvo el presidente Carter llevaban el número "666". El número telefónico que comunicaba al presidente Nixon con Neil Armstrong, el primer hombre en pis! ar la luna, era 666 666. Los tanques construidos por la Corporación Chrysler para la fuerza de seguridad secreta de la presidencia estadounidense, llevan en los costados el número "666".
Las tarjetas de crédito del sindicato de la compañía Telco, parte de la Scout Central Bell, requieren el prefijo "666" y luego el número de la Seguridad Social de la persona. Algunas instituciones financieras de Florida están usando el número "666". Las tarjetas del Servicio Selectivo (militar) de los Estados Unidos llevan el número "666". Los recibos de cobro de computadoras de todos los Estados Unidos llevan un grupo de puntos grises que rodean el número "666". La tarjeta de crédito MasterCard empezó usando en Agosto de 1980 el número "666". En los Estados Unidos, encontrar el número "666" en locales, productos a la venta, o en las fachadas de los edificios de grandes tiendas, es cada día más habitual; aunque siempre como reclamo publicitario (… aún hay una línea de ropa "666"-N. del R.).
En Nueva York, en el distrito de Manhattan, hay un rascacielos en el cual se puede observar un gigantesco y luminoso 666. Este es el Edificio "Tishman", situado en la esquina de la 5ta avenida y la calle oeste N° 52, cercano al Centro Rockefeller y a los principales estudios de televisión. En Italia, hay una marca de zapatos 666, cuya etiqueta esta decorada con una cabeza de cabra. En Japón, la firma Suzuki fabrica la moto 666 y la publicidad respectiva, la enseña con una matrícula portando este número. El diseño escogido para la pirámide que sirve de entrada al Museo de Louvre, en Francia, es una cubierta de 666 paneles de vidrio.
Lo dicho hasta ahora es suficiente para hacer reflexionar. No obstante, qué decir cuando todos los gobiernos de los países más avanzados del mundo están trabajando ya, desde hace algunos años, en la confección de tarjetas de crédito y de identificación, fácilmente informatizadas, controlables, con todos los datos y pasos de nuestra vida, y qué decir si estos planes político-financieros tienden a preferir un número cabalístico sobre otros y que esa cifra sea precisamente el "666", el número del famoso Anticristo que en realidad implica un sistema, un modelo de vida y pensamiento.
En este orden de ideas, Cantelon indicaba en su libro "Dinero nuevo o sin dinero" lo siguiente: "Durante más de una década los banqueros y técnicos de Europa han estado trabajando febrilmente para establecer un nuevo sistema de números." ¿Una sociedad sin dinero circulante y con una sola tarjeta de crédito?… Computarizar a toda la Humanidad: abrirla a la puerta de la felicidad aparente y someterla. Esto, hoy ya no es pura especulación. Lo que tampoco representa ningún equívoco es la tendencia del mundo hacia un economicismo informatizado "bestial", sistemático, arrollador.
Tal vez no sea casual que en el centro neurálgico de la economía europea del mercado común (en tres pisos de la superficie administrativa de la EEC), haya sido situada una computadora gigantesca que ocupa un gran espacio del edificio, la cual se encarga de compaginar las transferencias de fondos internacionales por procedimientos electrónicos. Allí, cada persona de la Tierra puede estar siendo informatizada con un número o lo está siendo ya. En 1993, el Dr Eldeman, Jefe de Sistemas de la Comisión Europea, explicaba que dicho equipo estaba capacitado para otorgarle un número de tarjeta de crédito a cada habitante del mundo usando 3 datos de 6 dígitos (666). A este respecto, el doctor Emil Gaverlux preguntó al doctor Patrick Fisner en el año 1989, lo siguiente:
P-"¿Podría decirnos algo sobre la gran computadora de Bruselas que es llamada La Bestia?"
R-"Existe desde hace unos cuatros años. Por medio del uso de tarjetas de crédito ha sido fácil poner a casi todas las naciones que comercian en el mundo en la memoria de datos. Usted y yo estamos afectados por esta computadora, por medio de una o más claves: nuestro número de seguridad social, nuestro número de licencia de conducir, nuestro certificado de nacimiento, el número de nuestro pasaporte y cualquiera de las tarjetas de crédito que usamos. Cada movimiento que hacemos y cada céntimo que pagamos al Departamento de Impuestos, cada año, es registrado. La capacidad de la computadora es para dos billones de personas; esto es lo que se calculó hace cuatro años (1985)".
Elízabeth Delgado Rodríguez
Isla de Margarita
Venezuela