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Aspectos conceptuales por la que se debe realizar la Gestión Energética en un Hotel


Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. La energía en el Hotel
  4. La gestión o administración de la energía
  5. Sistema de supervisión y control
  6. Plan de medidas
  7. Cálculo de ahorro

Resumen

La energía tiene un peso decisivo en estructura de gasto de la industria, el turismo y los servicios. Lo más importante para lograr la eficiencia energética en una empresa no es solo un plan de ahorro de energía sino la creación de un sistema de gestión energética que garantice la renovación de ese plan cada vez que sea necesario. En Cuba se pone de manifiesto el bajo nivel de la gestión existente en las diferentes instalaciones hotelera. Se conoce que internacionalmente el costo de los portadores energético constituye entre un 3-6 % de las ventas totales de un hotel.

La búsqueda de información respecto a un sistema de gestión energética, sustenta la base de este trabajo, que se traza como objetivo argumentar los presupuestos metodológicos por lo que se debe realizar una gestión energética para los Hoteles.

La conclusión de esta recopilación de información permitirá a cualquier instalación hotelera, tener todo el presupuesto metodológico que deben sustentar una propuesta de gestión energética.

Introducción

Gran cantidad de los problemas de uso no eficiente de la energía en la industria y los servicios se deben a gestión inadecuada en la administración de estos recursos y no a capacidad o actualización de la tecnología productiva o de servicios existente. La gestión energética se hace generalmente tan cíclica como lo son los aumentos y caídas de los precios de los recursos energéticos primarios que se consumen. Sin embargo, en los últimos tiempos el crecimiento de los costos energéticos ha pasado a ser parte preocupante y creciente dentro de los costos de producción y los métodos tradicionales de administración de los recursos energéticos no logran bajarlos sin realizar grandes inversiones en cambios de tecnología.

La eficiencia energética y la conservación de la energía son dos conceptos muy relacionados entre sí pero diferentes. La conservación de la energía es obtenida cuando se reduce el consumo de la energía, medido en sus términos físicos. Es el resultado, por ejemplo, del incremento de la productividad o el desarrollo de tecnologías de menores consumos de energía. La eficiencia energética es obtenida, sin embargo, cuando se reduce la intensidad energética de un producto dado (consumo de energía por unidad de producto), o cuando el consumo de energía es reducido sin afectar la cantidad producida o los niveles de confort. La eficiencia energética contribuye a la conservación de la energía. Lo que se persigue en ambas es mitigar la situación de que la humanidad, en los últimos 200 años ha consumido el 60% de los recursos energéticos fósiles que fueron creados durante 3 millones de años, pero en un caso se espera reducir el valor total del consumo y en otro ser mas eficiente en el uso.

A nivel Global los beneficios de la eficiencia energética son la reducción de las emisiones contaminantes y la contribución al desarrollo sustentable. A nivel de Nación, la conservación de los recursos energéticos límites, la mejora de la seguridad energética. la reducción de las importaciones de energéticos y la reducción de costos que pueden ser utilizados para el desarrollo. A nivel de empresa el incremento de la eficiencia energética reduce las cuentas de energía, incrementa la competitividad, eleva la productividad y las ganancias.

Es práctica común actuar sobre los consumos energéticos y no sobre la eficiencia energética, lo cual se explica porque es el consumo lo que se contrata y lo que se paga. La gestión empresarial sobre la energía se limita, en la generalidad de los casos, a obtener un buen contrato de energía y monitorear los cambios en la cuenta mensual y la variación del índice de consumo (consumo por unidad de producción) en el tiempo, observando oportunidades de cambios tecnológicos que pueden disminuir el consumo energético, pero que generalmente tienen sus causas en problemas de mantenimiento que afectan la producción.

En estos casos, estamos actuando sobre el efecto y no sobre la causa del problema que deseamos resolver: reducir los costos de energéticos. Y en no pocas ocasiones este esfuerzo se manifiesta infructuoso, con resultados cíclicos de altas y bajas.

Gerenciar la eficiencia energética significa identificar donde están las pérdidas energéticas del sistema que impactan los costos, clasificar estas pérdidas en relativas a los procedimientos y relativas a la tecnología, establecer y monitorear en tiempo real, indicadores de eficiencia ( que no es el índice de consumo) que permitan controlar y reducir las pérdidas relativas a los procedimientos, evaluar técnica y económicamente los potenciales de reducción de las pérdidas relativas a la tecnología y contar con un plan estratégico a corto, mediano y largo plazo con metas alcanzables y entendidas por todos los actores claves.

Muchos problemas asociados con el uso de la energía son debidos a problemas de gestión y no de tecnología. Se deben a la estructura empleada por la gerencia para coordinar los esfuerzos en la reducción de los costos energéticos. Muchas de estas estructuras se basan en los métodos de la "gerencia por crisis", cuando se trata de la energía e incluso del mantenimiento. La tendencia es depender de rápidos y temporales cambios de métodos o tecnologías, en lugar de establecer un sistema estructurado de mejora y culturización continúa.

Los principales problemas de gestión que incrementan los consumos y costos energéticos de la empresa son: carencia de focos, esfuerzos aislados, carencia de coordinación, planeación por intención, falta de conocimiento, falta de procedimientos, falta de evaluación, dilución de responsabilidades, falta de compromiso, falta organización y de herramientas de control. En consecuencia la capacidad técnico- organizativa de la empresa es baja y el tipo de administración de la energía que predomina es el tipo de " administración por reacción".

El desarrollo actual y perspectivo de nuestro país requiere de acciones encaminadas a reducir costos y aumentar la competitividad de las empresas de una economía cada vez más abierta y globalizada.

La energía tiene un peso decisivo en la estructura de gastos de la industria, el turismo y los servicios .el uso racional de la misma en estos sectores constituye un elemento esencial para garantizar la calidad de los servicios, conservar recursos para las futuras generaciones, disminuir las emisiones contaminantes al medio ambiente y aplazar los requerimientos para la infraestructura energética.

Hasta los días de hoy y desafortunadamente, de un futuro no tan cercano, el 90% de las necesidades energéticas de nuestro planeta son satisfechas con la utilización de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón).todos ellos extinguibles, fuertemente contaminantes y utilizados en forma ineficiente, por el interés predominante de la producción de energía sobre el de su efecto ecológico.

La importancia de reducir el consumo de esta fuentes primaria se ha transformado de un problema económico a un problema vital, y de un problema vital del futuro a uno de los mayores accidentes que ya padecemos en el desarrollote la humanidad.la acidez de las lluvias, las catástrofes naturales, las consecuencias del efecto de invernadero y de la disminución de la capa de ozono, son secuelas que debemos curar con una nueva vía de producción energética que recorre desde el control de los procesos actuales ,el incremento de su eficiencia y nuevos hábitos de consumo ,hasta el cambio de estructuras a una utilización descentralizada de las fuentes renovables , inagotables y de bajo impacto ambiental .Para cualquier Empresa o Institución desarrollar estos cambios sin tener en cuanta su rentabilidad seria particularmente desastroso .

Lo más importante para lograr la Eficiencia Energética en una Empresa no es solo que tengamos un plan de ahorro de energía, sino que exista un sistema de gestión energética que garantice que ese plan sea renovado cada vez que sea necesario.

Conociendo que una de las principales fuentes a de ingreso a la economía de nuestro país es el turismo, se hace necesario aplicar un plan de gestión energética en las instalaciones hoteleras, logrando de esta manera una reducción en los consumos energéticos sin afectación de la calidad de los servicios que se le brindan al cliente.

Con la concientización y capacitación de los técnicos y especialistas que trabajan en este sector se lograría la sistematicidad en la gestión garantizando la continuidad, efectividad y rentabilidad en la aplicación de medidas, proyectos de ahorro y conservación de la energía.

En análisis realizados en Cuba en diferentes instalaciones hoteleras se pone de manifiesto el bajo nivel de gestión existente, asi como las posibilidades de reducir los costos energéticos mediante la creación de las capacidades técnico – organizativas para la administración eficiente de la energía, ya que esta se ha convertido en la fuente principal de crecimiento de la economía en estos momentos.

Actualmente se está trabajando muy de cerca en el control y uso eficiente de los portadores energéticos que en una instalación hotelera son la energía eléctrica, los combustibles entre los que se encuentran, fundamentalmente, el diesel, el gas licuado y o manufacturado y la gasolina, y se incluye además el agua que aunque no es un portador energético propiamente dicho, constituye un gasto fundamental en el centro.

Se considera internacionalmente que el costo de los portadores energéticos constituye entre un 3-6 % de las ventas totales del hotel, por lo que tienen un peso fundamental dentro de los gastos de las mismas y su control representa una economización de los costos de la instalación.

La energía en el Hotel

Un Hotel es un edificio de mas o menos lujo donde se alojan los viajeros ya sea para pasar la noche, por razones de trabajo o vacaciones, en el los cliente reciben variados servicio con determinada calidad de acuerdo a ala categoría del mismo. Este como en todos los demás edificio tienen gasto de electricidad, agua , mantenimiento ya sea de equipo como de la estructura física del centro y estos gastos hay que controlarlos mediante una adecuada explotación de la instalación para que pueda llegar a ser competitivo yn tenderlo a disminuir con el tiempo.

En la explotación de una estalación hotelera pueden incidir muchos factores entre lo que se pueden mencionar:

  • Salarios

  • Gastos en insumos gastronomitos

  • Gastos en útiles y materiales (vajillas, detergente, manteles etc.)

  • Gastos de mantenimiento

  • Gastos energéticos.

  • Impuestos

  • Amortización de equipos e estalación.

  • Arrendamiento.

  • La diferencia entre las ventas totales y todos los gastos que se conoce como utilidades.

El objetivo de una explotación eficiente es la mejor combinación de estos factores para lograr las mayores utilidades con la satisfacción del cliente y la conservación de las instalaciones.

Entre todos los factores que inciden en le buen funcionamiento de las instalaciones hoteleras en este trabajo se aborda el tema energético el cual representa entre un 3-6 % de las ventas totales, por lo que tiene un peso fundamental dentro de los gastos y su control representa una economización de costos del hotel, estando además estrechamente relacionados con todos los servicios que se le presentan al cliente.

En el mundo moderno y particularmente en el buen funcionamiento de las instalaciones hoteleras se trabaja muy de cerca el control y uso de la energía que en este caso se traduce en portadores energéticos que son en el caso de la industria del turismo la energía eléctrica, los combustibles entre los que se encuentran fundamentalmente, el gas licuado y/o manufacturado y la gasolina; y se incluye además el agua que aunque no es un portador energético propiamente dicho, constituye un gasto fundamental en la instalación.

Internacionalmente se ha desarrollado varios métodos de control de los mismos entre los que se destacan, el método europeo y el americano. Este último se ajusta más a nuestras instalaciones, pues centra sus análisis en el consumo de electricidad; ya que constituye el energético de mayor gasto, no así el modelo europeo que tiene su centro en los análisis de consumo, costo y gasto de combustible Diesel, debido a que sus instalaciones un peso fundamental lo tiene la calefacción para la que generalmente se utiliza este portador.

En las instalaciones cubanas los consumos eléctricos, tiene un peso importante producto que en la mayoría de los servicio está presente, como por ejemplo en la climatización, los equipos gastronómicos, la iluminación, entre otros. Es importante mencionar aunque existe una tendencia al incremento de los consumos de este portador se están imponiendo gradualmente los sistema de supervisión y control que contribuyan al aprovechamiento y uso racional de la energía eléctrica evitando de esta manera, el consumo innecesario y permitiendo además la realización de un acomodo de carga que posibilita la demanda máxima y el consumo de energía en el horario pico.

Para poder tener una idea la importancia que tiene el consumo eléctrico dentro de una instalación hotelera, hay que analizar el porciento del mismo dentro de los portadores energético, teniendo la siguiente distribución:

Electricidad 70-80%

Combustible 30-20%

Dentro de los consumos eléctricos, hay algunos que tienen un peso importante; tales como la climatización y la iluminación. La siguiente distribución de consumo eléctrico en un hotel así lo demuestra la Tabla 1.1

Tabla 1.1: Distribución de consumo eléctrico en un hotel

PORTADORES

CONSUMO

Climatización

45-55%

Iluminación

15-20%

Equipos gastronómicos

10-12%

Refrigeración

6-8%

Ascensores

2-3%

Equipos de bombeo

4-7%

Ventilación

1-2%

Otros

2-3%

No obstante que el consumo eléctrico es el principal, no podemos dejar de mencionar los demás portadores que también incurren en gasto, por ejemplo:

El diesel donde su uso principal lo vemos reflejado:

  • Calentadores de agua

  • Calderas

  • Plantas eléctricas

  • En grupos electrógenos

El gasto está presente en:

  • La cocina

  • Calderas

  • Calentadores de agua

El agua que es usada en:

  • Sistema hidráulica sanitaria

  • El agua caliente fría y sanitaria (en habitaciones, cocina, baños)

  • Lavandería

  • Piscina

  • Bombas contra incendio, para regadío

  • El sistema de climatización (aunque esta agua recircula pudieran existir pérdidas)

  • Algún tipo de adorno como puede ser una fuente, un río pequeño, peceras, etc.)

Como se pueden apreciar los gastos por portadores energéticos son importante controlarlos y tener claras que no solo el cliente es un consumidor (agua fría y caliente, luz, etc.) también los trabajadores son consumidores en dependencia de la labor que desarrollen, aunque estos son consumos indispensables, muchas veces no tiene en cuenta el uso adecuando de los mismos. Es por eso que se hala de gestión energética la cual va encaminada al uso eficiente de energía sin descuidar al cliente y llegar a lograr un equilibrio entre la satisfacción del mismo y un uso más racional de la energía.

La gestión o administración de la energía

-Gestión Energética

El control de los portadores energéticos, las mediciones y la recopilación de datos no llevan a la eficiencia energética ya que solo se trabaja para lograr un registro histórico y no para el uso más racional de la energía, por lo tanto, hay que utilizar toda la información posible y ponerla en función de la disminución de los portadores energéticos dándole la utilidad adecuada para lograr este propósito.

La gestión energética es un procedimiento organizativo de prevención y control estructurado para lograr la máxima eficiencia y rendimiento en la utilización de la energía con el fin de obtener el mayor rendimiento energético posible sin disminuir el nivel de presentación, ya que toda reducción de coste energético redunda en una mejora de la economía de cualquier institución

La gestión energética puede concebirse como un sistema organizado, estructurado y de control para lograr la máxima eficiencia en la conversión y utilización de la energía. Esto es, lograr un uso más racional de la energía, que permita reducir el consumo de la energía sin prejuicio, sin afectación del confort del cliente, de la calidad de los servicios que se le brindan y de un modo general sin disminuir el nivel da atención al mismo.

Al crecer el coste de la energía y a medida que el suministro y el uso de las mismas requieren un esfuerzo de planificación a medio plazo, se comprende la necesidad de establecer mecanismos de gestión energética. Es decir, es preciso conocer los consumos y usos de las distintas fuentes energéticas, no solo a nivel de los valores globales, sino de modo particularizado aplicado a los distintos procesos y consumos internos. De aquí es posible predecir los incrementos de energía usada que se producirán al aumentar la actividad o es posible fijar las medidas contención del coste a trabes de un programa inteligente de ahorro.

La implementación de cualquier sistema de gestión requiere de un método, procedimientos y herramientas que permitan hacerlo de forma efectiva, en el menor tiempo posible y con bajos costos. Esto es necesario porque, como cualquier cambio de hábito en la forma de manejar las cosas, la etapa de implementación debe enfrentarse a barreras que solo pueden ser derribadas o sorteadas con la muestra de resultados nuevos no alcanzados por las vías tradicionales de enfrentar el problema. Una estrategia común es comenzar con algún área clave de la empresa que sirva de "generación de confianza", muestra de las potencialidades del sistema y motivación del personal clave.

Generalmente en esta etapa de cambio la empresa requiere ayuda o asesoria externa, la cual debe ser cuidadosamente seleccionada en función de la experiencia que mostrada en la implementación exitosa de este tipo de sistemas en otras empresas y por la estrategia, métodos, procedimientos y herramientas que presente para su desarrollo, compatibles con la cultura gerencial de la empresa.

A nivel mundial y en países desarrollados se reconoce que donde hay un exceso de consumo de energía, como en el caso de más de la mitad de las instalaciones de industria de California, EEUU, no existe una estrategia definitiva para erradicación y control de los elevados consumos existentes.

En la medida en que la situación energética se deteriora, se hace patente que la necesidad de que la energía sea considerada como factor de costo que requiere especial atención. En aquellas instalaciones hoteleras en las que costo de la energía suponga un porciento importante de los costo de explotación, cabe plantearse un sistema de de gestión energético el cual conduce a la optimización en el uso eficaz de la energía, justificando por la rentabilidad de la reducción de los costo energéticos.

Como toda probabilidad un análisis de este tipo pondrá de manifiesto multitud de ocasiones donde es propicio ahorrar energía con el consiguiente beneficio económico. Por lo tanto se podrá plantear varias medidas de ahorro.

La rentabilidad de las mismas puede ser muy variable. Algunas generalmente presentan periodos de retornos cortos de la inversión como el ajuste de la tarifa eléctrica o aislamiento de tuberías, otras en cambio requieren estudios más cuidadosos como es la utilización de la energía solar o la cogeneración.

En general estas medidas no solo suponen un ahorro directo de energía y del coste económico asociado, además se obtienen ahorros indirectos en mantenimiento, personal entre otros y una mejora en las condiciones de confort.

Un sistema de Gestión energética se compone de los siguientes elementos:

Manual de gestión energética: establecer las definiciones bases del sistema (política, objetivos, metas) los procedimientos, la estructura y las responsabilidades.

Planeación Energética: establece y describe el proceso de planeación energética según las nuevas herramientas de planeación del sistema de gestión.

Control del proceso: detalla los procedimientos que serán usados para el control de los consumos y los costos energéticos en las áreas y equipos claves de la institución.

Proyecto de gestión energética: se establecen los proyectos rentables a corto, mediano y largo plazo que serán ejecutado para el cumplimiento de los objetivos del sistema de gestión.

Compra de energía: incluye los procedimientos eficientes para la compra d recursos energéticos y evaluación de facturas energéticas.

Monitoreo y control de consumos energéticos: se establecen los procedimientos para la medición, establecimiento y análisis de indicadores de consumo, de eficiencia y de gestión.

Acciones correctivas/ preventivas: incluye los procedimientos para la identificación y aplicación de acciones para la mejora continúa de la eficiencia y del sistema de gestión.

Entrenamiento: prescribe el entrenamiento continuo al personal clave para la reducción de los consumos y costos energéticos.

Control de documentos: establece los procedimientos para el control de los documentos del sistema de gestión.

Registro de energía: establece la base de datos requerida para el funcionamiento del sistema.

Para la implantación de este sistema de gestión energético se puede presentar dificultades como:

  • La insuficiente especialización del personal técnico propio.

  • El no conocimiento las técnicas para la implantación.

  • La falta de recursos que pudieran traducirse como la falta de instrumento de medición.

  • La falta de documentación técnica.

  • La falta de voluntad o política energética.

  • Entre otros.

Por eso, de haber decidido la implantación se recomienda, para lograr los resultados esperados, evaluar la posibilidad de recurrir al asesoramiento o la intervención de terceros (entidades o centros) especializados en la materia y que garanticen el buen funcionamiento del sistema y el uso racional y eficiente de la energía

Gestión energética en hoteles. Particularidades.

  • La instrumentación para la realización de mediciones técnicas es insuficiente u obsoleta. Metros contadores con muy elevado factor de escala, muy pocos instrumentos digitales instalados, en general, las lecturas diarias del consumo de energía eléctrica son muy poco confiables pues tienen un rango de error muy alto. No se puede determinar con exactitud la hora de ocurrencia de la Máxima Demanda. No se miden ni se tienen registros estadísticos de algunos parámetros que constituyen variables del consumo energético, como por ejemplo, la temperatura y la humedad de locales climatizados.

  • El empleo de los equipos de termografía para la determinación del estado técnico del funcionamiento de las instalaciones y las pérdidas de energía en el sistema aún no se ha introducido. No se realizan mediciones de la intensidad luminosa mediante luxómetros.

  • No existencia de un sistema coherente de medidas encaminadas al uso racional de la energía, sólo acciones aisladas en momentos muy específicos, relacionados con la evaluación externa de la gestión energética del hotel.

  • Por lo general, la gestión energética no es de la competencia directa de la gerencia del hotel, existen varios escalones intermedios entre la gerencia y las personas encargadas de la eficiencia energética.

  • Desconocimiento por parte de los directivos de los indicadores y normas que caracterizan la eficiencia energética. En ocasiones se dice: "están aumentando los consumos" o: "se excedió el presupuesto", sin tener en cuenta, por ejemplo, el aumento de clientes por encima de lo previsto, aumento de la temperatura ambiente por encima del promedio histórico, inversiones y remodelaciones que implican consumos no planificados, etc.

  • Con frecuencia se piensa sin reflexionar que cualquier actividad de ahorro o uso racional disminuye el confort de la instalación.

  • En los procesos inversionistas o de remodelación, no se tienen en cuenta las alternativas más eficientes desde el punto de vista energético, ni se cuantifican los incrementos que se producen.

  • No se han determinado indicadores técnicamente fundamentados. Se trabaja con consumos específicos cuyo valor no está claro cómo se obtiene.

  • No existen normas para el funcionamiento de los equipos, tanto del régimen de explotación como de tiempo de funcionamiento.

  • Poca motivación y capacitación del personal relacionada con la eficiencia energética.

  • Cuando se obtienen beneficios por mejoramiento del factor de potencia o disminución de la máxima demanda, no se destinan parte de los mismos a seguir perfeccionando la eficiencia energética de la instalación.

  • Poco control estadístico de los indicadores propios de la gestión energética.

  • Los recursos humanos que más influyen en la eficiencia energética no están involucrados en un plan de capacitación y recalificación. Debe señalarse que en este aspecto se desaprovecha el potencial que significa la no despreciable cifra de ingenieros y técnicos que laboran en las instalaciones hoteleras en otras funciones, pero que debidamente adiestrados pueden contribuir a la aplicación de las medidas de ahorro.

  • No existe un plan de inversiones relacionado con la eficiencia energética (a corto, mediano y largo plazo). Se desaprovechan oportunidades de financiamiento.

  • Las personas que ocupan el puesto de energético aspiran a en un corto plazo ocupar otras responsabilidades, por lo que no hay un seguimiento continuo de este problema. En consecuencia con lo anterior, resulta conveniente tener un evaluador externo de esta actividad, contratado para atender este servicio.

  • El energético no participa en la construcción, en las inversiones. Este técnico tendría funciones muy importantes que garantizarían durante la explotación de la instalación hotelera, una mayor racionalidad del uso de la energía. Por ejemplo, puede velar desde la inversión por la correcta seccionalización de los circuitos de alumbrado, la independencia del suministro eléctrico a la red informática y de comunicaciones, lo cual es importante por dos motivos: por un lado, se evitan las afectaciones por sobretensiones transitorias en dicha red; y por otra parte, los equipos electrónicos constituyen una fuente de señales armónicas que se introducen en toda la red de suministro eléctrico, fenómeno indeseable desde el punto de vista energético. En resumen, el especialista en energía que atenderá la instalación durante la explotación de la misma, debe participar en todo el proceso de inversión por las razones anteriormente apuntadas, archivando al mismo tiempo toda la documentación técnica como diagramas monolineales, planos, catálogos y otros documentos que son de gran utilidad durante su trabajo, y que en la actualidad en muchos hoteles no se encuentran a disposición de los técnicos, con todos los inconvenientes que esto significa.

  • La arquitectura de las construcciones y remodelaciones no tienen en cuenta el aprovechamiento de la luz solar, corrientes de aire, etc.

  • Excesivo uso de resistencias para calentar agua, en lugar de utilizar gas, que resulta más económico.

  • Desarrollo insuficiente de fuentes renovables y limpias de energía, en particular la solar y la eólica.

  • La informática incrementa la presencia de armónicos y no se realiza una adecuada compensación de los mismos.

  • La climatización y su control es muy importante: una variación de 1o C en la temperatura implica una variación en el consumo energético de hasta un 6%.

  • Los niveles de iluminación no se miden, existen manifestaciones del fenómeno de contaminación lumínica, lo cual afecta la calidad de los paisajes nocturnos.

  • La iluminación constituye del 30 al 50 % del consumo total de energía eléctrica, dependiendo de la época del año. Sin embargo, es una carga repartida entre muchos equipos consumidores de baja potencia, lo cual hace difícil la actuación sobre los mismos.

  • La sucesiva instalación de equipos no previstos en la inversión inicial, ocasiona sobrecargas en la instalación, que provocan mayores pérdidas en los conductores y disminución de las tensiones de alimentación. Si la caída de tensión es superior a 5 voltios, se puede asegurar que la sección de los conductores es insuficiente y conviene sustituirlos por otros de sección mayor.

  • Los especialistas que están responsabilizados con el ahorro de energía en los hoteles pocas veces son ingenieros electricistas.

  • Por otra parte y como consecuencia del rápido crecimiento del sector turístico, ese personal tiene poca experiencia laboral.

  • Todo lo anterior hace aconsejar que las cadenas y grupos hoteleros deben diseñar un sistema coherente y con carácter continuo para el aumento de la calificación de su personal técnico.

Objetivos a lograr con la implantación de un sistema de gestión energética.

El objetivo fundamental de la gestión energética, es sacarle el mayor rendimiento posible a las cantidades de energía que necesita. Dentro de esta idea general, los objetivos a plantearse pueden ser uno o varios e incluso todos los que se relacional a continuación, siempre en función de las características de la instalación.

  • 1. Velar por la cantidad de suministro energético en el hotel (electricidad, combustible líquido y/o gaseoso y el agua)

  • 2. Lograr un control y nivel adecuado en la gestión energética con respecto a los ingresos y la relación de consumo en función de los niveles de explotación.

  • 3. Lograr los ahorros posibles con inversiones rentables. Demostrar que se pueden acometer importantes mejoras, que se paguen con el ahorro que ellas consiguen.

  • 4. Velar que en las reparaciones capitales, sustituciones y micro inversiones que se lleven a cabo en su fundamentación de selección se halla valorado la racionalidad energética.

  • 5. Crear las potencialidades de aumento de capacidad instalada sin afectar los consumos energéticos permisibles.

  • 6. Identificar y evaluar los costos referidos a disminución de los servicios o su calidad por posibles medidas de ahorro energético.

  • 7. Garantizar que las medidas de racionalidad energética, no afecten la satisfacción del cliente, la vida útil de los equipos e instalaciones para poder lograr la mejor relación costo-beneficio.

Metodología de la Gestión

La siguiente metodología esta encaminada a la determinación, control y evaluación de los índices energéticos a partir de los portadores que presenta un hotel, así como la estructura y organización de la gestión en si.

Lo primero para empezar un proyecto de gestión energética en un hotel, es realizar un recorrido por sus áreas, reconociendo al mismo tiempo las áreas prioritarias. Durante este recorrido resulta útil utilizar un formato.

La selección de las áreas prioritarias se puede basar en la importancia relativa de los siguientes criterios:

  • Elevado consumo energético: electricidad, combustible, vapor y otros.

  • Elevado consumo y/o costos de los insumos o recursos.

Además es necesario recopilar información disponible sobre:

  • Nivel de ocupación y/o servicios prestados.

  • Automatización de equipos e instalaciones.

  • Los equipos en el área como: cuarto de maquinas, mantenimiento y otros, con el fin de comprender todas las actividades operativas y sus interrelaciones administrativas.

Ya una vez recopilada la información y seleccionadas las áreas prioritarias, se procede a la realización del proyecto como tal, en el cual se debe seguir la siguiente metodología.

  • Estructuración de portadores energéticos:

Conocer la cantidad total usada de cada tipo de portador (gas, electricidad, combustible, y otros) así como el por ciento que representa dentro de los costos del hotel y los equipos que lo utilizan, con el fin de determinar las áreas donde se puede obtener los mayores ahorros posibles.

  • Definición de potenciales de ahorro.

Consiste en un análisis de la situación energética a lo largo de un periodo de tiempo con el fin de determinar como y donde se utiliza la energía en sus distintas formas. Representa un toma de datos, un diagnostico, un estudio de mejorar y análisis económico.

  • Determinación y evaluación de índices energéticos:

Permite determinar cuales son los índices más importantes y hacer una evaluación de los mismos a través de un periodo de tiempo.

  • Evaluación de medidas.

Cada medida de ahorro y uso eficiente de energía se evalúa técnica, ambiental y económicamente, especificando acciones, montos de inversión y tiempos de recuperación. También se indica, cuando se requiera, estudios especiales para definir modificaciones en los sistemas.

  • Estructura del sistema de gestión.

Una vez planificadas las líneas de actuación, un sistema de información será la base de un programa de gestión energética que se encargara de llevar el control y mantenimiento de todos los equipos, consumos, horarios, informes y otros.

Hay que señalar que esta metodología no es un modelo rígido a seguir, pueden existir cambios en lo que el proyecto se vaya desarrollando, ya que pueden aparecer nuevos objetivos y la gestión tenga una aplicación mas amplia.

Como se puede ver los gastos mayores de un hotel están en el consumo de agua y en el consumo de energía generalmente, por lo que se hace necesario estructurar las áreas del hotel por portadores, para así conocer cual área del hotel es la que mas consume y dentro de esta área cuales son los equipos que mas la afectan.

También es necesario conocer las cantidades de energía que demanda cada equipo así como sus eficiencias, rendimientos y tiempo de explotación.

En el mundo moderno /se trabaja muy de cerca el control y uso eficiente de la energía que en este caso se traducen en portadores energéticos que son:

  • Energía eléctrica.

  • Combustible.

  • Agua.

La energía eléctrica tiene un peso importante producto de que en la mayoría de los servicios que brinda un hotel esta presente, igual importancia tiene los combustibles entre los que se encuentran, fundamentalmente, el diesel, gas licuado y/o manufacturado y la gasolina, además se incluye el agua que aunque no es un portador energético propiamente dicho, constituye un gasto fundamental en la instalación.

Objetivos a lograr con la implantación de un sistema de gestión energética.

El objetivo fundamental de la gestión energética, es sacarle el mayor rendimiento posible a las cantidades de energía que necesita. Dentro de esta idea general, los objetivos a plantearse pueden ser uno o varios e incluso todos los que se relacional a continuación, siempre en función de las características de la instalación.

  • 1. Velar por la cantidad de suministro energético en el hotel (electricidad, combustible líquido y/o gaseoso y el agua)

  • 2. Lograr un control y nivel adecuado en la gestión energética con respecto a los ingresos y la relación de consumo en función de los niveles de explotación.

  • 3. Lograr los ahorros posibles con inversiones rentables. Demostrar que se pueden acometer importantes mejoras, que se paguen con el ahorro que ellas consiguen.

  • 4. Velar que en las reparaciones capitales, sustituciones y micro inversiones que se lleven a cabo en su fundamentación de selección se halla valorado la racionalidad energética.

  • 5. Crear las potencialidades de aumento de capacidad instalada sin afectar los consumos energéticos permisibles.

  • 6. Identificar y evaluar los costos referidos a disminución de los servicios o su calidad por posibles medidas de ahorro energético.

  • 7. Garantizar que las medidas de racionalidad energética, no afecten la satisfacción del cliente, la vida útil de los equipos e instalaciones para poder lograr la mejor relación costo-beneficio.

Definición de potenciales de ahorro.

Para determinar las potencialidades de ahorro se hace necesario hacer un diagnostico para determinar cuan eficientemente se esta utilizando cada tipo de energía para así hacer un estudio de mejoras que conllevarían a un incremento de la eficiencia así como un ahorro de energía.

Por esto se considera importante conocer bien a fondo como es un diagnostico energético, ya que tienen un peso fundamental para determinar donde se puede ahorrar y como.

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