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Homenaje a Lenin a 98 años de haber escrito: El imperialismo, fase superior del capitalismo

Enviado por Iván Jaime Uranga


  1. Introducción
  2. La concentración de la producción y los monopolios

Introducción

El Imperialismo, fase superior del capitalismo, lo escribió Lenin en Zurich, Alemania, en febrero de 1916. A un año y meses de encabezar la Revolución Bolchevique y formar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Qué mejor homenaje puede haber hacia un hombre sino es a través de sus obras.

Fallecido Karl Marx el 14 de marzo de 1883, en Londres, Inglaterra y Friederich Engels el 5 de agosto de 1895, también en Londres, ambos autores del "Manifiesto del Partido Comunista de 1848", parecía que el proletariado, la clase revolucionaria que engendró en su seno el sistema capitalista, se había quedado huérfana de constructores de teoría revolucionaria. Pero no fue así, porque Vladimir Ilich Ulianov conocido como Lenin, a los 46 años de edad escribiría esta joya del pensamiento revolucionario de la época. Llevó a la práctica el Marxismo.

Contra la falacia del fin de la historia promovida por el dogma de la doctrina neoliberal y el ideólogo más descarado Francis Fukuyama, yendo a la fuente original, el escrito de Lenin, El Imperialismo, fase superior del capitalismo[1]encontramos que la Revolución Soviética ocurrió, no en el capitalismo que Marx y Engels habían estudiado, sino en la fase superior, otro sistema que se engendró en su seno, es decir, el Imperialismo. Pero no nos adelantemos y vayamos directamente a lo escrito por Lenin hace 98 años:

"La propiedad privada fundada en el trabajo del pequeño patrono, la libre concurrencia, la democracia, todas esas consignas por medio de las cuales los capitalistas y su prensa engañan a los obreros y a los campesinos, pertenecen a un pasado lejano. El capitalismo se ha transformado en un sistema universal de opresión colonial y de estrangulamiento financiero de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países "avanzados". Este "botín" se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes (EEUU, Inglaterra, Alemania, Francia y Japón), que, por el reparto de su botín arrastran a su guerra a todo el mundo."

Los ideólogos de los sistemas que dominan el mundo, como dijera Marx, se parecen a los ministros de la religión, que para ellos todas las religiones son invención de los hombres, claro, con excepción de la de ellos, que es obra de Dios. Así, los ideólogos, dicen que todos los sistemas sociales-económicos-políticos que ha existido, son antinaturales y opuestos al progreso de la humanidad, solamente el sistema que defienden es natural y acorde con las obras hechas por Dios. Otros que se autoproclaman científicos, afirman que están acordes con las leyes naturales. En otras palabras, ha existido historia, pero al llegar al sistema que ellos defienden, esta se detuvo bruscamente, por siempre (per secula seculorum).

Hay versiones literarias que aseguran que un "científico", presidente de un club de inventores, al comenzar el siglo XX, pidió en una reunión disolver el club, porque ya todo estaba inventado. Curiosamente, esta historia la han repetido, para ilustrar la competitividad y competencia, infinidad de veces los ideólogos conservadores y mercenarios de las letras al servicio de los sistemas establecidos. Para ellos todo cambia, la ciencia, la tecnología, algunos fenómenos sociales-políticos-económicos, la correlación de fuerzas con la oposición si un líder carismático muere. Porque consideran, sin definirlo, que nada de eso es esencial, por supuesto, también, afirman que todos los sistema sociales que han existido en la antigüedad son antinaturales, solamente el sistema que defienden llego para convertirse en ley universal.

En el libro, "El Imperialismo, fase superior del capitalismo", Lenin confronta a estos bichos del género humano, con argumentos, estadísticas y escritos de los propios ideólogos conservadores. En este libro Lenin les prepara una sopa de su propio chocolate.

En el prologo a la edición Alemana, el 6 de julio de 1920, Lenin dice: "Sin haber comprendido las raíces económicas de ese fenómeno, sin haber alcanzado a ver su importancia política y social, es imposible dar el menor paso hacia la solución de las tareas prácticas del movimiento comunista y de la revolución social que se avecina. El imperialismo es el preludio de la revolución social del proletariado. Esto ha sido confirmado, en una escala mundial, desde 1917." (El subrayado es mío)

Como una especie de introducción Lenin comienza diciendo: "Durante los últimos quince o veinte años, sobre todo después de la guerra hispano-americana (1898) y de la anglo-boer (1899-1902), la literatura económica, así como la política, del Viejo y Nuevo mundo, se consagra una atención creciente al concepto del "imperialismo" para caracterizar la época que atravesamos. En 1902, apareció en Londres y Nueva York la obra del economista inglés J.A. Hobson, "El imperialismo". El autor, que está situado en el punto de vista del social-reformismo y de pacifismo burgués –punto de vista que coincide, en el fondo, con la posición actual del ex-marxista C. Kautsky- hace una descripción excelente y detallada de las particularidades económicas y políticas fundamentales del imperialismo. En 1910, se publicó en Viena la obra del marxista austriaco Rudolf Hilferding, "El capital financiero" (traducción rusa: Moscú 1912). A pesar del error del autor en la cuestión de la teoría del dinero y de cierta tendencia a conciliar el marxismo con el oportunismo, la obra mencionada constituye un análisis teórico extremadamente valioso de la "fase moderna del desarrollo del capitalismo" (así está concebido el subtitulo de la obra de Hilferding)."

A continuación presentamos el índice de "El imperialismo, fase superior del capitalismo":

  • I. La concentración de la producción y los monopolios

  • II. Los bancos y su nuevo papel.

  • III. El capital financiero y la oligarquía financiera.

  • IV. El reparto del mundo entre las grandes potencias.

  • V. El imperialismo como fase particular del capitalismo.

  • VI. El parasitismo y la descomposición del capitalismo.

  • VII. La crítica del imperialismo.

  • VIII. El lugar histórico del imperialismo.

Por razones de espacio, dado que la versión con que cuento tiene 89 páginas incluyendo notas, en este artículo no tocaremos todos los temas, menos en el orden en que los escribió Lenin, haremos un vuelo a través de toda la obra, subrayando, comentando y poniendo énfasis en lo que a mi parecer es significativo para despertar el interés del lector en leer la obra original.

Mi tesis particular y que reforzaré a través de toda la obra, es que una fase superior, de un sistema, es, en sí, otro sistema. Basado en que si cambian las reglas de acumulación de la riqueza y al grueso de la clase social dominante del anterior sistema, se le cierran los caminos para prosperar, se les obliga a compartir una parte importante de la ganancia y se les lleva a la quiebra, de dominantes se convierten en dominados. Mientras, un grupo selecto de miembros de su misma clase, asociados con otra clase social y conformando una nueva clase social, se convierten en los usufructuarios del sistema y dominan sobre todas las demás clases de la sociedad. Estamos ante un cambio del sistema social-económico-político, hay un cambio en cantidad y calidad. Ahora el nuevo sistema utilizando todas sus ventajas transformará las instituciones existentes para que sirvan a sus intereses. Un sistema social dominante no puede llevar el nombre de las víctimas, porque nos obligaría a modificar toda la historia, negar lo dicho por los autores que nos precedieron. El sistema capitalista sería el sistema proletario, por sólo poner un ejemplo.

La concentración de la producción y los monopolios

Vayamos directamente a lo escrito por Lenin sobre la concentración a inicios del siglo XX:

"Si tomamos lo que en Alemania se llama industria en el sentido amplio de esta palabra, es decir, incluyendo el comercio, las vías de comunicación, etc., obtendremos el cuadro siguiente: grandes empresas, 30,588, sobre un total de 3,265,623, es decir, el 0.9%. En ellas están empleados 5.7 millones de obreros, sobre un total de 14.4 millones, es decir, el 39.4%; caballos de fuerza de vapor, 6.6 millones sobre 8.8, es decir, el 75.3%; de fuerza eléctrica 1.2 millones de kilovatios sobre 1.5 millones, o sea el 77.2%. (…) ¡Menos de una centésima parte de las empresas tienen más de 75% de la cantidad total de la fuerza de vapor y eléctrica! ¡A los 2.97 millones de pequeñas empresas (hasta 5 obreros asalariados) que constituyen 91% de todas las empresas, corresponde únicamente el 7% de la fuerza eléctrica y de vapor! Las decenas de miles de grandes empresas lo son todo; los millones de pequeñas empresas no son nada."

Una primera observación es, en referencia a la energía, la industria se movía en base al carbón, que alimentaba las calderas de vapor que alimentaban los motores que producían los caballos de fuerza de vapor. Notar que se conservaba en la unidad de medida la reminiscencia de caballos heredada de una etapa anterior a la revolución industrial, en que todo se movía en base a la fuerza de los caballos, las mulas, los burros y bueyes. La energía eléctrica todavía era incipiente y se generaba en base a turbinas en caídas de agua y motores de vapor. Sin embargo, se estaba creando una revolución tecnológica, porque la energía eléctrica al ser más limpia y fácil de usar, cambió para siempre la forma en que en el futuro se construirían las máquinas industriales. La segunda observación es que menos del 1% de las empresas ya dominaba el mercado, ¿libre mercado? Monopolio. La concentración, el monopolio, se repite en EEUU:

"¡Casi la mitad de la producción global de todas las empresas del país en las manos de la centésima parte del número total de empresas! (…) El capital monetario y los bancos, (…) hacen todavía más aplastante este predominio de un puñado de grandes empresas, y decimos aplastante en el sentido más literal de la palabra, es decir, que millones de pequeños, medianos e incluso una parte de los grandes "patronos" se hallan de hecho completamente sometidos a unos pocos centenares de financieros millonarios." ¿Cómo, la mayoría de la clase dominante, dominada por unos pocos financieros millonarios?"

Ya se habla del capital monetario y los bancos participando en el financiamiento de las empresas industriales productivas. El pensamiento subjetivo, hace una abstracción muy general cuando dice que los capitalistas industriales, los banqueros y los comerciantes son la clase explotadora y los agrupa sin tomar en cuenta las diferencias que hay entre ellos y el antagonismo que existe entre sus maneras de acumular riqueza. El comerciante y el industrial se enfrentan, son antagónicos, en la negociación de los precios de las mercancías, el comerciante necesita mercancías baratas, para poder incrementar su utilidad de venta, el industrial busca la manera de compartir la menor ganancia con el comerciante, cierto, tienen algunos intereses comunes, es decir, conviven en unidad y lucha de los contrarios. Ambos, utilizan los servicios bancarios para guardar su dinero y eventualmente consiguen un crédito para ampliar sus negocios. El banquero es un intermediario que también le gusta ganar dinero y cobra sus servicios a través de los intereses que cobra por los préstamos. Los tres nos aparecen como aliados y vulgarmente se les agrupa como capitalistas, pero la palabra capitalistas no los describe en forma particular, más bien les sirve de camuflaje.

¿Son capitalistas porque tienen capital? Sí, pero esta definición abstracta que los agrupa, no los define plenamente y menos las contradicciones existentes entre ellos. En el capitulo V de "La sagrada familia"[2], Marx discute el tema de las abstracciones partiendo de una manzana, pera y almendras, a partir de ellas es fácil clasificarlas como frutas, una abstracción válida. Pero la abstracción la fruta es muy pobre para definir, a partir de ella, una manzana, una pera o las almendras. Las palabras: los explotadores, los capitalistas. No define de ninguna manera a los comerciantes, industriales y banqueros en lo tocante a sus particularidades. Pero este error es muy frecuente. Sigamos con Lenin…

"En qué precisamente se ha expresado la transformación de la cantidad en calidad, el tránsito del capitalismo desarrollado al imperialismo. Huelga decir, naturalmente, que en la naturaleza y en la sociedad todos los límites son convencionales y mudables, que sería absurdo discutir, por ejemplo, sobre el año o la década precisos en que se instauró "definitivamente" el imperialismo."

Aquí está la médula del asunto. La mayoría de los estudiosos de las ciencias sociales aceptan como verdad indiscutible que la Revolución industrial se inicia con la invención de la máquina de vapor por Newcomen, otros, pero de manera más discutible también señalan el Tratado de Utrech como el nacimiento de la Era Industrial. Prodigiosamente, estos dos acontecimientos si tuvieron la capacidad de llevar el sistema feudal a su decadencia y engendrar el nacimiento del sistema capitalista. Así mismo, después de este milagro, pase lo que pase, la historia en el futuro se detendrá para siempre, dado que así lo afirman los pensadores más "brillantes" y lo atribuyen a su gran capacidad de "reciclarse".

Lenin, al estudiar lo que llamaban capitalismo burgués en su época y que Marx y Engels definen de manera magistral en sus obras, observa y documenta en el libro que nos ocupa, que había sufrido una transformación en cantidad y calidad, transitando del capitalismo desarrollado al imperialismo. Nos da una lección de pensamiento sistémico al afirmar que en la naturaleza y en la sociedad todos los límites son convencionales y mudables.

De no ser porque Lenin encabeza el triunfo de la Revolución Soviética, hoy sería llamado revisionista por los dogmaticos que se autodefinen marxistas. Porque para ellos los escritos de los clásicos son la Biblia, también para ellos se acabó la historia. Esto no le hace ningún favor a Marx y Engels, porque si ellos lucharon contra algo, fue contra los dogmas de fe. En toda su obra se dedicaron a deshacer falacias y siguiendo su discurso dialéctico se puede seguir perfectamente la historia y escribirla sin dogmas a favor de las clases desfavorecidas de la sociedad.

Otros pensadores, ante la imposibilidad de contradecir a Lenin, aceptan al imperialismo como fase superior del capitalismo, pero aseguran en los hechos que allí terminó la historia, porque no hay ningún cambio "esencial" en el mundo a partir de que Lenin escribió el libro. Enseguida hago un recuento leve por los acontecimientos que han cambiado el mundo desde entonces: 1ª Guerra Mundial, Revolución Soviética; 2ª Guerra Mundial; el genocidio de dos bombas atómicas sobre población civil; Tratado de Bretton Woods con la moneda soportada por oro a $35 dólares la onza; Guerra Fría; derrota del Imperialismo en Cuba y Vietnam; golpe de estado y asesinato del presidente del imperio, Kennedy; derogación unilateral del Tratado de Bretton Woods y nacimiento del dinero soportado por deuda; desaparición del contrario del imperialismo, es decir, la URSS; Revolución Tecnológica en, informática, comunicaciones electromagnéticas, viajes espaciales, robótica, genética, nanotecnología y cultura financiera. ¿Se acabó la historia, nada ha cambiado, la esencia del sistema permanece inmutable? ¿Desde la oscuridad de sus tumbas, los sambíes de los Rotshchild, J.P. Morgan, Rockefeller, A. Carnegie, etc. Siguen manejando el mundo?

El prodigio del nacimiento del capitalismo, según estos ideólogos, no volverá a repetirse. El milagro del nacimiento de la Era Industrial, con la invención de la máquina de vapor, llegó para la eternidad. Allí se acabo la historia, no volvió a suceder, ni sucederá otro milagro, el capitalismo es eterno. Así razona el pensamiento lineal y subjetivo.

Desde la caída del Imperio Romano, Europa no ha tenido un siglo sin una guerra importante, las rivalidades de todo tipo se han resuelto por medio de la guerra.

(según Kautsky) "Resulta que el reparto territorial del mundo, terminado precisamente en la época del capital financiero y que constituye la base del carácter particular de las formas actuales de rivalidad entre los más grandes Estados capitalistas, es compatible con una política no imperialista. (…) Naturalmente, bajo el capitalismo, el monopolio no puede nunca eliminar del mercado mundial de un modo completo y por un período muy prolongado la competencia. (…) Desde luego, la posibilidad de disminuir los gastos de producción y de aumentar los beneficios por medio de la introducción de mejoras técnicas obra a favor de las modificaciones. Pero la tendencia al estancamiento y a la descomposición inherente al monopolio, sigue obrando a su vez y en ciertas ramas de la industria, en ciertos países y períodos determinados llega a imponerse."

Con datos de la época Lenin continúa:

"El imperialismo es la enorme acumulación de capital monetario, el cual, como hemos visto, alcanza la suma de 100 a 150 mil millones de francos en valores. De aquí el incremento extraordinario de la clase o, mejor dicho, del sector rentista, esto es, de individuos que viven del "corte cupón", completamente alejados de la participación en toda empresa y cuya profesión es la ociosidad. La exportación del capital, una de las bases económicas más esenciales del imperialismo, acentúa todavía más este divorcio completo del sector rentista respecto a la producción, imprime un sello de parasitismo a todo el país, que vive de la explotación del trabajo de varios países y colonias ultraoceánicos. (…)

Ante esto, cabe preguntar: en el terreno del capitalismo, ¿qué otro medio podía haber que no sea la guerra, para suprimir la desproporción existente entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la acumulación del capital, por una parte, y el reparto de las colonias y de las "esferas de influencia" para el capital financiero, por la otra? (…) ¡El beneficio de los rentistas es cinco veces mayor que el beneficio del comercio exterior del país más "comercial" del mundo! ¡He aquí la esencia del imperialismo y del parasitismo imperialista!

De manera necia, el mundo se comporta acorde con el análisis y síntesis dialéctico marxista. Como Lenin predijo, las potencias imperialistas resolvieron sus disputas en una guerra que Lenin ya no alcanzó a ver, la 2ª Guerra Mundial.

"Como hemos visto, el imperialismo, por su esencia económica, es el capitalismo monopolista. Con ello queda ya determinado el lugar histórico del imperialismo, pues el monopolio, que nace única y precisamente de la libre concurrencia, es el tránsito del capitalismo a un orden social-económico más elevado. Hay que poner de relieve particularmente cuatro variedades principales del monopolio o manifestaciones principales del capitalismo monopolista característicos del periodo que nos ocupa. (El subrayado es mío)

Primero: el monopolio es un producto de la concentración de la producción en un grado elevado de su desarrollo. Son alianzas monopolistas de los capitalistas, cartels[3]sindicatos[4]trusts[5]Hemos visto que inmenso papel desempeñan en la vida económica contemporánea. Hacia principios del siglo XX, alcanzaron pleno predominio en los países avanzados, y si los primeros pasos en el sentido de la cartelización fueron dados con anterioridad por los países con tarifas arancelarias proteccionistas elevadas (Alemania, EEUU) Inglaterra con su sistema de libre cambio, mostró un poco más tarde, ese mismo hecho fundamental: el nacimiento del monopolio como consecuencia de la concentración de la producción.

Segundo: los monopolios han conducido a la conquista recrudecida de las más importante fuentes de materias primas, particularmente para la industria fundamental y más cartelizada de la sociedad capitalista: la hullera y la siderúrgica. La posesión monopolista de las fuentes más importantes de materias primas ha aumentado en proporciones inmensas el poderío del gran capital y ha agudizado las contradicciones entre la industria cartelizada y la no cartelizada.

Tercero: el monopolio ha surgido de los bancos, los cuales, de modestas empresas intermediarias que eran antes, se han convertido en monopolistas del capital financiero. Tres o cinco bancos más importantes de cualquiera de las naciones capitalistas más avanzadas han realizado la "unión personal" del capital industrial y bancario, han concentrado en sus manos miles y miles de millones que constituyen la mayor parte de los capitales y los ingresos en dinero de todo el país. Una oligarquía financiera que tiende a una espesa red de relaciones de dependencia sobre todas las instituciones económicas y políticas de la sociedad burguesa contemporánea sin excepción: he aquí la manifestación de más relieve de este monopolio.

Cuarto: el monopolio ha nacido de la política colonial. A los numerosos "viejos" motivos de la política colonial, el capital financiero ha añadido la lucha por las fuentes de materias primas, por la exportación de capital, por las "esferas de influencia", esto es, las esferas de transacciones lucrativas, concesiones, beneficios monopolistas, etc., y, finalmente, por el territorio económico en general. Cuando las potencias europeas ocupaban, por ejemplo, con sus colonias, una décima parte de África, como fue aún el caso en 1876, la política colonial podía desarrollarse de un modo no monopolista, por la "libre conquista", por decirlo así, de territorios. Pero cuando resultó que las 9/10 partes de África estaban ocupadas (hacia 1900), cuando resultó que todo el mundo estaba repartido, empezó inevitablemente la era de posesión monopolista de las colonias y, por consiguiente, de lucha particularmente aguda por la partición y el nuevo reparto del mundo. Todo mundo conoce hasta qué punto el capital monopolista ha agudizado todas las contradicciones del capitalismo. (…)

Esta agudización de las contradicciones es la fuerza motriz más potente del período histórico de transición iniciado con la victoria definitiva del capital financiero mundial. (…) 1860-1880, punto culmínate de desarrollo de la libre concurrencia. Los monopolios no constituyen más que gérmenes apenas perceptibles. (…) Crisis de 1873, largo período de desarrollo de los cartels, pero éstos constituyen todavía una excepción, no son aún sólidos, aun representan un fenómenos pasajero. Auge de fines del siglo XIX y crisis de 1900-1903; los cartels se convierten en una de las bases de toda la vida económica. El capitalismo se ha trasformado en imperialismo. (…) La competencia se convierte en monopolio (…) resulta un gigantesco progreso de la socialización de la producción. (…) la socialización del proceso de inventos y perfeccionamientos técnicos." (El subrayado es mío)

Resulta un contrasentido que los neoliberales hayan enajenado a todo el mundo, incluyendo pensadores muy brillantes, con aquello del mercado libre a la competencia y la libertad individual, que por lo apuntado por Lenin ya en 1916, es una mentira del tamaño del mundo, imposible que nos quepa por la boca, pero no la tragamos, es tan grande la mentira que ofende a la inteligencia, los mercados libres, simplemente, no existen, y los economistas que defienden esta mentira, no dejan de ganar el premio Nobel. Continuemos con Lenin:

"Ya nada que ver con la antigua libre concurrencia de patronos dispersos, que no se conocían entre sí y que producían para un mercado ignorado. La concentración ha llegado hasta tal punto, que se puede hacer un cálculo aproximado de todas las fuentes de materias primas (…) en un país, y aun, como veremos, en varios países, en todo el mundo. No sólo se realiza este cálculo, sino que asociaciones monopolistas gigantescas se apoderan de dichas fuentes. Se efectúa el cálculo aproximado del mercado, el que según el acuerdo estipulado, las asociaciones mencionadas de "reparten" entre sí. Se monopoliza la mano de obra calificada, se toman los mejores ingenieros, y las vías y los medios de comunicación (…) El capitalismo, en su fase imperialista conduce de lleno a la socialización de la producción en sus más variados aspectos; arrastra. Por decirlo así, a pesar de su voluntad y conciencia, a los capitalistas a un cierto nuevo régimen social, de transición entre la plena libertad de concurrencia y la socialización completa. La producción pasa a ser social, pero la apropiación continúa siendo privada. Los medios sociales de producción siguen siendo propiedad privada de un número reducido de individuos. El marco general de la libre concurrencia formalmente reconocida persiste, y el yugo de un grupo poco numeroso de monopolistas sobre el resto de la población se hace cien veces más duro, más sensible, más insoportable." (El subrayado es mío)

De acuerdo con la moderna teoría anti-marxista de los "recicles" de los sistemas, estaríamos frente al imperialismo descrito por Lenin, porque en la actualidad, la propiedad cada vez es más social y la oligarquía mafiosa especuladora canalla financiera internacional (Omecafi) socializa las pérdidas y acumula las ganancias. Solamente que la historia nunca se repite, ha pasado demasiada agua bajo el puente, para que sea la misma agua. Lo que Lenin dice a continuación no tiene desperdicio:

"Esto significa: el desarrollo del capitalismo ha llegado a un punto tal, que, aunque la producción de mercancías sigue "reinando" como antes y siendo considerada como la base de toda la economía, en realidad se halla ya quebrantada, y las ganancias principales van a parar a los "genios" de las maquinaciones financieras. En la base de estas maquinaciones y de estos chanchullos se halla la socialización de la producción; pero el inmenso progreso logrado por la humanidad, que ha llegado a dicha socialización, beneficia… a los especuladores." (El subrayado es mío)

En la actualidad hay muchos estudiosos que se consideran "científicos", porque han leído muchas biografías de verdaderos científicos. Otros, un poco más aplicados, leen con atención los escritos científicos, pero solamente una minoría, nos atrevemos a observar la realidad y documentar lo que ocurre en el mundo real, buscar las relaciones que existen entre los fenómenos, muchos aparentemente triviales y sin importancia, pero que son parte del complejo orden que existe en la sociedad y en cambio permanente. Como Lenin apunta, las fronteras en las ciencias son trazados subjetivos muy relativos.

Para terminar, quisiera reiterar el llamado a estudiar las veces necesarias esta joya de la literatura científica marxista que es "El imperialismo, fase superior del capitalismo" y confrontarla con toda la literatura que se ha escrito acerca del sistema actual que gobierna el mundo y que se ha bautizado con el neologismo de Omecafi. Los cambios, en el mundo, en el universo, continúan, la historia que documenta y estudia estos cambios seguirá, por los siglos de los siglos. Sin embargo, quiero llamar la atención de todos, en el sistema Omecafi, con la destrucción que conlleva de los sistemas que sostienen la vida en el planeta, la especie humana está amenazada con la extinción.

La frase de Lenin: "Sin teoría revolucionaria no hay revolución", Hoy es más vigente que nunca. La Revolución Soviética partió tuvo su teoría revolucionaria, la desarrollada por el genio y la observación de Lenin.

¡Lenin vive en su obra, estúdienla, no solamente reproduzcan su fotografía!

 

 

Autor:

Iván Jaime Uranga Favela

(4 de febrero de 2014)

[1] Lenin, Vladimir I. Imperialismo fase superior del capitalismo. 1916. Obras escogidas Moscú 1948. Confrontado con la obra original en Ruso. Disponible en http://www.abrelosojos.yolasite.com/resources/El%20imperialismo,%20fase%20superior%20del%20capitalismo%20de%20Lenin.pdf

[2] Sève, L. Karl Marx y Friederich Engels. “Textos sobre el método de la ciencia económica 72.” Editorial Roca, México D.F., 1977.

[3] Los cartels, son asociaciones entre productores para manipular los precios y aumentar las ganancias.

[4] Sindicatos, aquí no se refiere a una asociación de obreros, sino a la organización de una rama de la industria con el fin de defender los intereses comunes y, sobretodo, traficar influencias con los gobiernos.

[5] Los truts, son la versión primitiva de los consorcios multinacionales, controlan la producción de materias primas, la manufactura, el comercio y el financiamiento bancario.