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Política social y sus cambios en la estratificación de la sociedad

Enviado por Mercedes Ortiz


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Recomendaciones
  5. Bibliografía

Introducción

Si de algún país del Mundo se escribe, debate y habla acerca de la situación política en los últimos 50 años, ese lugar es Cuba, donde incursionan periodistas, especialistas, escritores, entre otros, sobre el tema; pero para cualquier político, la agenda en Cuba continúa siendo una compleja singularidad.

En este sentido se hace difícil reunir la información necesaria para tratar de construir un modelo particular. Y no se encuentra ninguno semejante para comparar, ni antes ni después del derrumbe del Muro de Berlín.

Hay muchas interrogantes para las que no tenemos respuesta, pero sí queremos compartir algunas reflexiones e ideas desde el punto de vista de políticas sociales y cómo se manifiestan en la región desde la persección y experiencia que alcanzan las mismas en la cotidianidad partiendo de los enfoques y pertinencia en el desarrollo de la comunidad güinera.

Este trabajo aunque sintetizado refleja de manera sucinta el acontecer nacional y en particular del municipio pues se trata de insertar a todas las políticas sociales en el desarrollo cultural y social teniendo en cuenta como elemento principal la comunicación entre todas, pues son las que van a enriquecer y a mantener los cambios que puedan producirse en un período determinado.

Para esto debe tener fortaleza las organizaciones de masas y políticas ya que serán capaces de llevar a cabo las debilidades y amenazas que suceden a diario en el país, provincia y municipio.

Desarrollo

Si consideramos cierto la tesis de que el triunfo revolucionario de 1959 y las categorías económicas supeditadas a las políticas, comprendemos cómo Cuba es capaz de soportar, entre 1959 y principios de la década de los 90, cuatro cambios estructurados de su economía, un bloqueo de más de 40 años, dos reconversiones totales de sus áreas de comercio exterior y una deuda externa siempre creciente.

Según el Doctor. Salvador Larrúa estos cambios estructurales fueron los siguientes:

Primer cambio (Período de 1959 – 1970). Cambian las formas de propiedad sobre los inmuebles urbanos, la tierra y los medios de producción. Se instaura en la isla una economía centralizada.

Segundo cambio (período de 1971 – 1985. El fracaso de la zafra de 1970-la de los diez millones de toneladas que no se hicieron. Cuba reproduce entonces el modelo económico soviético y entra en el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica). Se implanta el Sistema de Dirección y Planificación de la economía y se confecciona el Plan Único de desarrollo Económico y Social que se convierte en ley del Estado.

Tercer cambio (período de 1985-1988). El llamado proceso de rectificación de errores y tendencias negativas resultó un retorno a los años del 61 al 70. Se enfatizó nuevamente en los estímulos morales y no en los materiales, dando por resultado que no se resolvieron los problemas de la producción y los servicios.

Cuarto cambio (período de 1991-?) La desaparición del comercio con Europa Oriental, agotamiento del modelo económico de producción extensiva copiando a los soviéticos, el endurecimiento del bloqueo, el aumento de la deuda externa y la ineficiencia de la economía nacional y a la reforma económica de la década de los 90. El azúcar de Cuba perdió, nuevamente, un mercado preferencial.

En esta reforma económica del año 1991 se puede acotar;

  • Reducción de subsidios a las empresas y aumento de los ingresos al presupuesto para disminuir el déficit.

  • Elevar los precios y tarifas de productos y servicios seleccionados.

  • Implantar un nuevo sistema de impuesto.

  • Liberalizar la producción y comercialización de los productos agropecuarios.

  • Desincorporar el grueso de tierras estatales.

  • Liberalizar la tenencia de dólares.

  • Formación del capital a partir de la inversión extranjera.

  • El incremento acelerado del sector turístico.

  • Las remesas procedentes de Estados Unidos.

  • Entre otras.

Por lo tanto esas políticas no promueven cambios, más bien justifican el inmovilismo, pues nos hace pensar que la economía cubana ha estado diseñada, desde siempre, como una economía de guerra irregular y con un nivel de centralización y dirección absolutos. Y que nada ha cambiado más allá de lo que se permite cambiar, sin tener en cuenta para nada las presiones a que está sometida Cuba.

Nuestra sociedad está en constante interacción entre las que proponemos cambios y los que se oponen a estos. Entre los argumentos que sostienen los que afanan en conversas el status está el diferendo entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos. Tres generaciones han estado entrampadas en este contexto, alrededor del cual giran todos los mecanismos del Estado, las instituciones y los medios de comunicación, y que tienen su centro de gravedad en las políticas liquidacionistas y confrontacionales. Y es tal la magnitud y la dinámica de estos procesos, que marginan otro diferendo: el de las autoridades cubanas con el pueblo cubano.

Esta sociedad está cada día más estratificada y se van haciendo notar más las diferencias entre estos estratos. Esta situación obliga, para evitar, crispaciones sociales, en primer lugar, a la tolerancia, al diálogo, y a la negociación, siempre que estas no signifiquen o simbolicen la eliminación de contrarios.

Después de 43 años de un sistema que transitó por diferentes estadíos hacia el interior y que ha estado, desde sus orígenes, enfrascado en una confrontación tenaz contra un adversario poderoso, es complicado y peligroso tratar de producir cambios sin pasar por el establecimiento de la confianza, las garantías y los compromisos productos de las negociaciones, en un proceso que solamente podrá comenzar cuando no exista nada que se le oponga a la dirección centraria.

La isla cuenta con una fuerza de trabajo bien calificada sobre todo en ciencias técnicas, naturales y medios, así como con una considerable potencia científico-técnico; la juventud bien identificada en estos sectores deben tener una referencia renovadora y renovada, la cual solo es posible mediante el proceso de diálogo. Estos elementos deben ser bien analizados en el municipio de Güines pues permitirá un mayor compromiso con la comunidad, tener sentido de pertenencia y ser capaz de llevar adelante el proceso económico, compromiso en el que todos debemos estar involucrados para salvar un tanto la economía.

Es entonces donde en cada Consejo Popular, las políticas sociales deben asumir de manera inteligente el comportamiento de las mismas para un mejor desempeño comunitario no ocurriendo así en nuestra región. Precisamente en estos últimos años nuestro Comandante Raúl Castro Ruz viene diseñando un nuevo modelo en el sistema socialista a través de las políticas sociales y cómo reflexionar en torno al momento histórico, es decir tratar la unidad como tarea imprescindible para las organizaciones con una verdadera reconciliación de la nación cubana con todos y para todos, se podrán acercar al futuro.

Anunció varias medidas que posibilitan avanzar en la actualización del modelo económico del país inmerso en un complejo panorama financiero a nivel global. Entre ellas figuran reducir plantillas, ofrecerle un tratamiento laboral y salarial a los trabajadores disponibles e interruptos, disminuir los enfoques paternalistas que van en detrimento al hombre y fundamentalmente al trabajo. La aplicación de un régimen tributario por cuenta propia que contribuya a la seguridad social.

El comandante apuntó, conformar un clima de transparencia y diálogo donde prime la información oportuna y diáfana con los trabajadores, situaciones que no son del todo satisfactoria en el municipio de Güines porque las direcciones aún no tiene la suficiente preparación para asumir estos nuevos cambios, se necesita compartir ideas y preocupaciones para llevar un proceso satisfactorio.

Vale la pena destacar que las políticas sociales tienen sus transformaciones porque provocan importantes cambios en la estructura por edades. Los niños y niñas, ancianos, mujeres y hombres, ellos son los que podrán dar soluciones ante los desafíos originados por las características de cada edad y los momentos históricos trascendentales que vienen ocurriendo a nivel mundial y en nuestra comunidad específicamente pues debemos tener una comunicación organizacional para asumir decorosamente estos momentos cruciales en la vida y la prosperidad de la región. Para Güines es un gran reto cumplir con todos los parámetros económicos a lo que está llamado el Gobierno local porque va a permitir una mayor estabilidad y satisfacción para la población habida de una cultura organizacional, sin estos elementos es imposible mantener una proyección que pueda suplir todas o casi todas las necesidades de la comunidad en sentido general.

Dentro de este proceso revolucionario las deidades católicas también juegan su papel como política social que marcan la evolución, identificación y la interrelación por las que pasaron todas las manifestaciones religiosas hoy llamadas afrocubanas antes y después del año 1959. Así sucede en Güines con la Santa Bárbara de gran arraigo popular que deja su impronta para futuras generaciones.

En Güines se conserva su fidelidad en la liturgia a la usanza de su país de origen, porque la Santa fue traída de Barcelona por un Cabildo, donde se conserva la lengua, los toques y las danzas con las características propias y con influencia al mundo que le rodea, es decir que el barrio de Leguina se identifica por estas populares fiestas de santo cada 4 de diciembre. Este tributo es significativo en la región. Conocer nuestra cultura a través de la influencia africana, es siempre fascinante, más aún cuando descubrimos ideas mitológicas arraigadas en la filosofía de la vida cotidiana del güinero.

Todas las instituciones y organizaciones religiosas desarrollan con total independencia y autonomía en relación con el Estado, sus actividades sociales, la formación de su personal, el nombramiento de su jerarquía, sus movimientos dentro y fuera del país, sostiene relaciones con instituciones y personalidades en el extranjero, reciben delegaciones e invitados de ese carácter y organizan eventos. Hay instituciones que tiene miembros en estructuras religiosas internacionales. Todo ello sin ningún tipo de limitación.

Así mismo, determinan sobre la participación o no de su personal consagrado en los órganos de representación popular, incluso a su más alto nivel. Es el caso de los evangélicos, presbiterianos, bautista, episcopal, masones, así como el babalawo, Presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba que por elección popular son miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Hoy en nuestro municipio tenernos el gran honor de tener una filial de esta asociación yoruba. Se escogió el mismo por la idiosincrasia y el arraigo religioso que posee.

Laicos de la Iglesia Católica y de otras denominaciones y manifestaciones religiosas forman parte de los órganos de poder estatal y de todas las organizaciones políticas y de masas del país. Así sucede en el territorio de Güines, hay gran integridad y control de las mismas.

Muchas de estas instituciones son propietarios de sus bienes muebles e inmuebles, poseen centro para la formación de su personal consagrado (seminarios), lo que realizan con plena libertad y sin limitaciones para la solución e incorporación de ese personal a sus estudios, desarrollan también actividades de carácter social.

Precisamente el artículo 55 de la Constitución de la República explica que se reconoce, respeta y garantiza la libertad de conciencia y de religión, reconoce, respeta y garantiza a la vez la libertad de cada ciudadano de cambiar de creencia religiosa o no tener ninguna, y al profesor, dentro del respeto a la ley, el culto religioso de su preferencia.

La ley regula las relaciones del Estado con las instituciones religiosas, es decir, tanto en la religión como en otras aristas lo que más se da es lo diferente, heterogéneo y tener como elemento común "la fe", pero en esto momentos coyunturales la santería aunque tiene su tradición popular, se sincretiza con el catolicismo porque fue la religión de los colonizadores. Hoy la utilizan los santeros para su sustento económico con autoridad, esto sucede por lo cambios en las políticas sociales y la situación de crisis a nivel mundial y buscan cómo vivir usando su magia religiosa.

En este sentido la Constitución de Cuba aprobó que todas las manifestaciones religiosas ante la ley y el derecho de todo ciudadano del país a profesar el culto religioso de su preferencia, a cambiar de creencia, a tener varias simultáneamente (aspecto distintivo de la práctica religiosa en la región) o a no tener ninguna (es de las pocas constituciones en el mundo que lo recoge en su articulado). La condición laica del Estado es tradicional en Cuba. A veces los que profesan ese tipo de religión no se dan cuenta que cometen errores incluso hasta niegan siendo militantes del Partido que pertenecen a algún tipo de Manifestaciones religiosas, eso denota que aún no estamos preparados para ser críticos y autocríticos en lo que a estas cuestiones se trata.

Es decir, el acelerado proceso histórico donde se sucedieron intervalos de renovación social, incide en un nuevo modelo ético, económico y político por lo que esas instituciones mencionadas reconocen, respetan y garantizan la libertad religiosa teniendo sus puntos de vista que siempre son analizadas por la Comisión Religiosa del municipio de Güines muy bien diseñadas en nuestro país.

Según IWDRI-IRETE

… Las buenas y malas experiencias nos otorgan conocimientos. Pero no por la mucha acumulación de las mismas se obtiene sabiduría, sino sabemos entender la causa de dichas experiencias, entonces el conocimiento es incierto y falsa es la sabiduría.

Conclusiones

Podemos concluir que las políticas sociales son determinantes en el desarrollo económico, político y social de una nación, pues son las decisoras en el buen desempeño de la nación cubana.

Se integran entre sí con sus especificidades e interacción a través del diseño que el Gobierno aplica en su estructura, donde se tiene en cuenta las fortalezas, debilidades y amenazas.

Precisamente las religiones afrocubanas hacen visibles los donativos de nuestras relaciones identitarias y su permanencia en la sociedad cubana.

Recomendaciones

Recomendamos que las políticas sociales continúen su avance entre sí porque son ellas capaces de desarrollar una cultura integradora desde diferentes aristas y lograr legitimizar sus rasgos, sin prescindir de peculiaridades zonales que enriquecen los presupuestos devenidos del Estado.

Bibliografía

García Molina Andrea; Entre Santos y Santeros. Editorial Unicornio 2010

Ribero Glean Manuela; Deidades cubanas de origen africano. Casa editora Abril 2011

Constitución de la República. Ediciones Pantón Caribe S.A, 2005

Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social 2010

Sabater Palenzuela Vivian M. Sociedad y Religión. Editorial Félix Varela 2007.

 

 

Autor:

Lic. Regla Mercedes Ortiz García

Año 2011

UNIVERSIDAD AGRARIA

"FRUCTUOSO RODRÍGUEZ PÉREZ"

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANÍSTICAS

CUM GÜINES

ESPECIALIDAD EN TRABAJO COMUNITARIO