Resumen
Los medios de enseñanza como parte del sistema de componentes del proceso de enseñanza aprendizaje han ido evolucionando favorablemente al unísono del desarrollo científico técnico. La gran revolución en la creación de estos medios ha conllevado al deterioro del uso de la pizarra en las aulas. Este trabajo aborda la importancia del pizarrón y su vigencia en el proceso enseñanza aprendizaje en la Educación Superior en Salud, a pesar de la explosión en el mundo, de la computación, el internet, las tele-clases, el software educativo, entre otros. Se parte del problema que este medio de enseñanza cada día tiene menor utilización en las actividades docentes desarrolladas en la ASIC Sierra Maestra, lo que trae aparejado un estancamiento en el desarrollo creativo de los estudiantes. Se diseñó el presente estudio con los objetivos de demostrar que la pizarra sigue siendo imprescindible y proporcionar a los docentes algunas sugerencias para el uso de esta en el programa del Médico Integral Comunitario en Venezuela. Se propone una guía para profesores que resume de forma fácil el cómo utilizar adecuadamente el pizarrón, pretendiéndose con esto aumentar el interés de los estudiantes en asistir y participar activamente en el proceso docente.
Introducción
El proceso de enseñanza aprendizaje constituye la base para la transmisión de conocimientos de generación en generación con el fin de crear seres humanos cada vez mejor preparados. Dentro del conjunto de componentes no personales de este se encuentran, como parte del sistema, los medios de enseñanza, de gran importancia en el proceso, pues sirven de soporte al método en aras de cumplir los objetivos y contenidos. (1)
Los medios de enseñanza son aquellos recursos materiales que emplea el profesor para favorecer la comunicación con sus alumnos. Funcionan como una extensión de los sentidos al poner al servicio del docente recursos que pueden representar conceptos, sistemas de organización, imágenes reales, etc, con las que el alumno puede alcanzar una mayor comprensión del contenido que recibe. (1, 2, 3, 4). Por tal razón adquieren una relevancia especial, pues de ellos se vale el docente para organizar y dirigir el proceso pedagógico y lograr mayor eficiencia en el proceso de asimilación del conocimiento por los alumnos, creando las condiciones para el desarrollo de capacidades, hábitos, habilidades y la formación de convicciones. Además reducen considerablemente el tiempo necesario para el aprendizaje; permiten un mayor aprovechamiento de nuestros órganos sensoriales; se logra una mayor permanencia en la memoria de los conocimientos adquiridos; se eleva la efectividad del sistema escolar; se puede transmitir mayor cantidad de información en menos tiempo; motivan el aprendizaje y activan las funciones intelectuales para la adquisición del conocimiento; facilitan que el alumno sea agente de su propio conocimiento, es decir, contribuyen a que la enseñanza sea activa y permiten la aplicación de los conocimientos adquiridos. (5)
Históricamente a los medios de enseñanza se les consideraban auxiliares para el trabajo de los maestros, puesto que se ignoraba la concesión sistemática y científica que tenemos hoy sobre el proceso docente educativo. Llamar a los medios de enseñar auxiliares no sería lo más acertado, a pesar de que muchos no comparten la concepción integradora de estos y piensan que lo están sobrestimando, incluso, alegan que sin medios se pueden dar clases, como se había hecho siempre. Estos que piensan así, tienen un criterio muy estrecho y limitado de los medios de enseñanza. (6)
Algunas de las definiciones más usuales de medios de enseñanza en Cuba son las siguientes:
Vicente González Castro (1980), plantea que ¨los medios de enseñanza son medios de objetivación del trabajo, que están vinculados a los objetos materiales, sirven de apoyo al proceso de enseñanza y contribuyen decisivamente al logro de sus objetivos¨. (7)
García Otero| (2002): ¨da el nombre de medios auxiliares de enseñanzas al material científico que exige la obra de instrucción .Tales son: los mapas, el pizarrón, los museos escolares, los carteles, cinematógrafo y en general, todos los recursos materiales que facilitan la ampliación de los métodos. (6, 8)
A lo largo de la historia los medios de enseñanza han tenido múltiples clasificaciones, atendiendo a diversos criterios: (9, 10)
Según el grado de objetividad, yendo de los más concretos a los más abstractos.
Según sus características materiales.
Según la etapa generacional, valorando el momento de aparecer en la enseñanza.
Según el libro de texto o el programa de la asignatura. Según la función didáctica que realizan.
Siguiendo esta clasificación los medios se agrupan en: (9, 10)
Medios de transmisión de información.
Medios de experimentación.
Medios de entrenamiento
Medios de programación de la enseñanza
Medios de control del aprendizaje.
Los medios de transmisión de la información son los más utilizados y tienen la función básica de transmitir a los alumnos la información acerca de los diferentes contenidos de estudio. Se pueden dividir en: (11)
Medios de Percepción directa (objetos originales o reproducidos; el pizarrón y el mural; mapas, láminas y carteles y Materiales impresos como la literatura docente, los libros, las revistas, etc).
Medios de proyección de imágenes fijas (Opacas o Transparentes: Diapositivas y retro transparencias).
Medios sonoros (Naturales o técnicos)
Medios de proyección de imágenes en movimientos (cine, televisión y software).
Los medios de percepción directa no necesitan para su utilización recursos técnicos, solo requieren, como su nombre lo dice, la percepción directa, lograda mediante los analizadores, fundamentalmente la vista y el tacto. Tienen como característica fundamental que permiten la permanencia y la estabilidad de la información durante un tiempo prolongado, lo que permite la percepción de la realidad objetiva o su reproducción con detenimiento. Tienen un gran valor didáctico en dependencia del uso que el profesor pueda hacer de ellos. (9, 10, 11)En este grupo tenemos a la Pizarra o pizarrón, como también se le conoce, la cual es uno de los medios más tradicionales, más utilizados y más difundidos internacionalmente que tiene una escuela, por lo cual a pesar de ser tan antigua como la enseñanza, no se valora bien y generalmente no se utiliza bien. No se concibe un aula sin una pizarra. La pizarra forma parte del aula, de tal manera que ha llegado a ser sinónimo de enseñanza. (9, 10, 11) Desde los primeros años del siglo pasado en que se comenzó a utilizar la pizarra, hasta nuestros días, ha experimentado múltiples transformaciones tanto en los materiales que se utilizan para su construcción, como en su forma, dimensiones y colores. Ella es el motivo central de nuestro trabajo pues con la explosión de la computación, la utilización del internet, la creación de software educativo, entre otros, su utilización se ha visto afectada. La situación problémica es una tendencia mundial, sin embargo, los medios técnicos no siempre están disponibles y algunos de ellos tienen una tecnología compleja, lo que hace más difícil su utilización de forma habitual en todas las facultades. Los medios más simples que se han estado utilizando desde épocas remotas constituyen una gran ayuda en el proceso y son más asequibles al trabajo del profesor, aunque a veces no valoramos su importancia y no los apreciamos adecuadamente. (9, 10, 11)
El presente trabajo fue diseñado debido a que se detectó como problema que los profesores de la ASIC Sierra Maestra de la Parroquia 23 Enero, dan un uso pobre a la pizarra en las diferentes formas de organización de la enseñanza en el programa del Médico Integral Comunitario (MIC). Varias razones han sido alegadas para ello: el desconocimiento sobre su uso correcto, la falta de tiempo para la preparación de la actividad docente, la majestuosidad de las teleclases, la existencia de softwares educativos donde los estudiantes pueden aprender a través de información brindada con movimientos, sonidos, colores. Nos preguntamos entonces: ¿Será la pizarra un medio de enseñanza vigente en el proceso docente en salud? En fin que cuales quiera que sean las razones alegadas, se está viendo afectado el proceso de enseñanza, pues el estudiantado al tener acceso a los diversos medios de aprendizaje ha perdido el interés por asistir a las actividades docentes impartidas directamente por el profesor, donde este con su maestría y la utilización de medios tan sencillos como la pizarra puede trasmitir experiencias, proponer métodos de estudios y explicar detalladamente procesos no comprendidos en su totalidad.
Se espera que con la exposición de la importancia del pizarrón, sus funciones, objetivos, modos correctos de utilización, ventajas y teniendo siempre presente su asequibilidad se logre un incremento en el uso de esta como medio de enseñanza en el proceso docente educativo que se lleva a cabo a través del programa del MIC. Para ello se propone una guía para su utilización, lo cual es muy factible y oportuno para reanudar el protagonismo del profesor en las clases impartidas y lograr el desarrollo de la creatividad en los estudiantes.
Objetivos
Evidenciar la vigencia de la pizarra como medio de enseñanza en el proceso enseñanza aprendizaje en Educación Superior en Salud.
Proporcionar a los docentes de la ASIC Sierra Maestra una guía para reanudar el uso de la pizarra en las diferentes actividades docentes llevadas a cabo en el programa del Médico Integral Comunitario.
Desarrollo
Los medios de enseñanza son todos los materiales necesitados por el maestro o los alumnos, para una estructuración a todos los niveles, en todas las esferas de nuestro sistema educacional y para todas las asignaturas, para satisfacer las exigencias del plan de enseñanza. (6, 7, 8)
En este trabajo se hace alusión a la pizarra como medio de enseñanza de trasmisión de información imprescindible, aunque no podría afirmarse que existe un único medio de enseñanza o que uno es más eficaz que otro, todos de una forma u otra, utilizados creadoramente, pueden favorecer el aprendizaje. Los diferentes medios deben emplearse en sistema, unos deben vincularse con los otros, su utilización debe planificarse en función del objetivo y el contenido previsto, de las características individuales de los estudiantes, de las formas de organización que se requieran, así como de las condiciones que existan. En su empleo debe tenerse en cuenta la motivación, la orientación, la ejecución y el control de la actividad en la que intervengan. (6, 7, 8, 12)
En la actualidad, con el vertiginoso avance de la tecnología, los medios ocupan un lugar cada día más relevante en el proceso de enseñanza aprendizaje, pero es evidente que este gran desarrollo científico técnico trae aparejado la pérdida del papel protagonista que siempre ha jugado la pizarra y el profesor en las aulas. Por ejemplo a través de Internet se puede acceder a Portales y Sitios de Educación que brindan acceso a catálogos educativos como: El Catálogo de Recursos Educativos de la Universidad de Zaragoza en España, la Red Telemática Educativa de Andalucía, el Portal de la Universidad Autónoma de Madrid, Infomed en Cuba, etc. En los países desarrollados se utilizan medios sofisticados como software educativos, multimedias, pizarra magnética o táctil, entre otros. (13, 14, 15,16) En Cuba se desarrolla todo un programa llamado audio-visual que ha permitido en breve tiempo mejorar la calidad del proceso docente educativo. (6) En Venezuela para implementar el programa del MIC, se utilizan básicamente las teleclases previamente elaboradas, apoyadas en la bibliografía, la computadora y el internet.
La Educación Superior en Salud no puede tornarse ajena a todo este gran desarrollo tecnológico, pues este contribuye sin lugar a dudas a mejorar la calidad del proceso enseñanza aprendizaje, pero sí es preocupación de muchos autores la informatización de la enseñanza, hasta el punto de pensar algunos que no serían necesarias las escuelas, ni la presencia del profesor. Preocupa también el hecho de que no todos los estudiantes tienen acceso a tanta tecnología. (17) Por tanto la importancia de los medios de enseñanza antiguos y tradicionales nunca debe ser olvidada y menospreciada, de ahí que este trabajo se dedique a retomar y a recomendar algunas medidas para la mejor utilización de la pizarra, medio antiguo, eficaz, económico y siempre vigente.
El término "pizarra", en español, identifica a una roca metamórfica de color gris que se parte en lajas planas que se utilizaron desde tiempos muy antiguos en países de Europa, fundamentalmente, para techar y también para construir lápices y tablas de escribir. De allí la designación de "pizarra" o "pizarrón" al tablero que se hacía con ese material y posteriormente a cualquier tablero o encerado que se utilizara con esos fines. (18, 19, 20)
La pizarra es el recurso didáctico más antiguo que existe. Es el medio de comunicación que más incidencia ha tenido a lo largo de los tiempos. Fue el primer medio de comunicación de las ideas del pensamiento y del saber científico, permitiendo, por primera vez, el almacenamiento de la información. Los primeros datos sobre el empleo de la pizarra datan del siglo XVIII. Es, en la actualidad, el recurso didáctico más empleado en los diferentes ámbitos educativos. Su presencia es un sinónimo de aula o local docente, su presencia es indiscutible en todas las aulas y la larga tradición de su uso la convierten en un recurso indispensable. Su baja iconicidad y la enorme superficie que pone a nuestra disposición la transforman en un medio de apoyo para muchos contenidos. (1, 2, 3, 4)
La pizarra es un medio de percepción directa. En la era moderna, del espacio virtual y la telemática, la pizarra sigue siendo el medio de enseñanza básico para la presentación de ideas. Los docentes la emplean con mayor eficacia en la medida que comprendan sus características, flexibilidad y oportunidades que ofrece para una óptima instrucción. La pizarra ha evolucionado tanto, que en la actualidad ha llegado a adquirir un carácter polifacético, pues no sólo continúa desempeñando su función clásica, sino que se emplea para apoyar el desarrollo de los métodos docentes participativos contemporáneos. (1, 21)
El valor pedagógico de la pizarra está dado por: (1, 21)
La creación de ideas a través de dibujos ideogenésicos. La pizarra es una fuente de imágenes emergentes que se desarrollan a la vista de los alumnos. Permite brindar un apoyo gráfico, dinámico y adaptado a las variadas situaciones que se producen durante una clase, pues no permite la elaboración previa de los apoyos y tampoco su confección reposada. Se trata de una información urgente, al hilo del desarrollo de la clase e improvisada en muchas ocasiones. No obstante, es un extraordinario elemento para otorgar secuencialidad a los contenidos que componen una clase. Este aspecto es singular tanto por lo que tiene de motivación como por la fuerza expresiva del propio acto, mucho más elocuente para los estudiantes que cualquiera de los géneros de explicación. Por eso se califica la pizarra como la "pantalla mágica", capaz de brindar un dinámico apoyo gráfico a las variadas y variables situaciones didácticas.
Accesibilidad: Cualidad importante de este medio de enseñanza pues, como se señalara antes, se encuentra en todos los locales docentes, constituye un punto de convergencia de las miradas del auditorio y está "tan a mano"; es visible de modo natural y puede ser empleado en cualquier momento, sin el menor obstáculo y con la máxima comodidad; todo lo cual le otorga la consideración de ser el medio de enseñanza accesible por excelencia.
Mejorar la comprensión de la explicación a través de los dibujos ilustrativos.
Activismo: Atrae el interés de los alumnos hacia la explicación. Todos los elementos expresivos que utilizamos en la pizarra se hacen en el momento y constituyen un acto de creación que añade interés a la exposición. Cuantas tareas desarrollen sobre ella profesores y estudiantes, constituyen ejercicios que poseen un indudable signo de actividad.
Para su uso correcto como medio de comunicación educativa, el profesor debe conocer las técnicas esenciales de uso. Entre ellas, Llorente (1983) destaca: (1, 2, 3, 4)
Estructuración y orden en la información que presenta. Se debe comenzar a escribir por la parte superior izquierda y terminar en la inferior derecha. No obstante, lo más aconsejable es dividir la superficie, al menos, en dos zonas y escribir empleando la técnica de las columnas. Así, se comienza a escribir arriba a la izquierda sin que la longitud de las líneas sobrepase la mitad de la superficie. Una vez terminada la columna, se pasa a la siguiente, de manera que lo expuesto anteriormente permanezca a la vista de los alumnos. El objetivo de esta técnica es dejar un tiempo a los alumnos para escribir o comprobar lo escrito. Además facilita la lectura al no emplear renglones demasiado largos.
El número de zonas en las que podemos dividir la pizarra está en función, en primer lugar, del tamaño de la pizarra y después del contenido que vamos a desarrollar. Por ejemplo si necesitamos hablar de ventajas e inconvenientes, haremos dos partes.
En cualquier caso se evitará el desorden en la presentación de los contenidos y la falta de secuencia de estos, colocados en cualquier lugar, sin dimensionar y guiados por una flecha. Es lo que se denomina la Pizarra del Científico.
La distribución de la información en la pizarra, no puede ser espontánea, necesita de un trabajo profesional serio, que se planifica de antemano cuando se confecciona el guión de clases, precisando en qué momento va a emplear la pizarra, qué se propone con ella y cómo combinar el empleo de este medio con otros. (21)
Legibilidad. Este es un factor fundamental en el uso de la pizarra y se refiere tanto a la claridad de la letra como al tamaño y la intensidad del trazo.
Es necesario hacer letras grandes, en mayúsculas, si no tenemos una letra cursiva clara y legible, y apretando la tiza contra el encerado de manera que queden bien marcados los trazos. Lo más adecuado es emplear letras de imprenta, pero diferenciando claramente entre mayúsculas y minúsculas y empleando tildes donde la regla ortográfica lo indique.
El tamaño de la letra debe estar relacionado con la distancia a la que se encuentran los alumnos. Siempre será mejor escribir letras grandes, aunque estos obliguen a borrar más veces, que trazos que los alumnos no puedan leer.
Resulta conveniente el empleo de tizas y rotuladores de distintos colores. La utilización de estos permite secuenciar y ordenar mejor la explicación, diferenciar sus distintas partes y componentes, hacer énfasis y ofrecer variedad visual en el escrito de manera que aumente la motivación y favorezca la retención. Para atraer la atención sobre lo escrito conviene llamar la atención con recursos gráficos como subrayados, cajas, flechas o colores. Para indicar movimiento o dirección se pueden emplear flechas.
A lo largo del escrito es conveniente no emplear abreviaturas, salvo que sean de uso muy extendido entre los alumnos. (1, 2, 3, 4)
Borrado. Se debe comenzar a escribir sobre una superficie limpia, sin restos de la explicación anterior y con la precaución de borrar todo aquello que no forme parte del tema. El borrado de la pizarra antes de empezar la clase es una precaución a emplear para que no se confundan los contenidos que se desarrollan con los que están en la pizarra. Como cortesía o como medida privacidad es conveniente borrar la pizarra una vez terminada la exposición.
El borrado también se emplea para centrar la atención, ordenar el contenido y no distraer a la audiencia con algo que permanece en la pantalla una vez que hemos terminado la exposición. Esta precaución es importante cuando hemos concluido un tema y queremos pasar al siguiente.
Otra utilidad del borrado de la pizarra es introducir una pausa en el discurso. Mientras se borra, los alumnos pueden terminar de tomar sus notas y ordenar su información. Tanto para ellos como para el que escribe supone un descanso no despreciable.
Cuando la pizarra es pequeña y no se puede distribuir en zonas, el borrado completo permitirá estructurar la pizarra. Cada apartado o aspecto será separado del siguiente con un borrado completo. No se harán borrados selectivos o por pequeñas zonas dentro de la pizarra, siempre el borrado se aplicará a una superficie completa ya sea una columna o a toda la pizarra.
Antes de borrar se debe mirar al auditorio, indicar a éste cuál es nuestra intención y comprobar que han terminado de copiar todo lo que hay en la pizarra.
Es conveniente borrar bien, sin dejar restos que puedan parecer símbolos o caracteres posteriormente. Por ello, se recomienda no borrar con la mano o con un papel. El borrador se debe emplear de arriba hacia abajo, sin hacer círculos y procurando que el polvo de la tiza caiga al suelo. (1, 2, 3, 4)
Posición. Delante de la pizarra hay que situarse de manera que no se entorpezca la visión de la audiencia, ofreciéndose la posibilidad de contemplar todo el desarrollo de la explicación completo y tomar apuntes.
No se debe hablar de cara a la pizarra. Al escribir, si no se ha adquirido la habilidad de hacerlo mirando alternativamente a la pizarra y a la audiencia conviene no hablar mientras se escribe. El escribir de cara a la pared da la sensación de que no se está muy convencido de lo explicado y la comunicación con la audiencia se hace indirecta al no poder observar sus reacciones. (1, 2, 3, 4)
Existen otros aspectos a tener en cuenta para la utilización de la pizarra. Ellos son:
Iluminación. Se debe tener en cuenta para lograr un uso adecuado, pues sobre la superficie de la pizarra no siempre incide la luz necesaria en cuanto a cantidad y calidad para lograr un perfecto visionado. Sobre la pizarra debe incidir una luz dedicada que la ilumine uniformemente sin producir reflejos. La colocación de pantallas fluorescente de luz de día encima de la pizarra es una buena solución. (1, 2, 3, 4)
Ubicación en el aula, la cual es sumamente importante y debe ser al frente. La mayoría de los expertos dicen que su borde inferior debe estar a la altura de los hombros de los estudiantes sentados, pues lo que se escriba más abajo estará en el "área ciega" de la pizarra. Es decir, que no podrá ser leído por los alumnos. (18, 19, 20) La primera fila de asientos deberá situarse a una distancia no menor del doble del ancho de la pizarra y los más alejados no deberán quedar más allá de 6 veces el ancho de la pizarra. Su mayor área de visibilidad es un ángulo de 90º, cuyo vértice se localiza es el centro de la pizarra. (15)
Existen varios tipos de pizarra que se adaptan a diferentes necesidades. En unos casos, relacionados con las materias que se van a explicar y en otros, con las características de la sala, su aspecto, el mobiliario y los aparatos o enseres que allí se encuentran. Cuanto más grande es ésta más posibilidades tiene como medio de expresión.
Dentro de los tipos de pizarra que existen se encuentra: (1, 2, 3, 4)
1. Tradicionales de tiza: (sean negras o verdes) Son las más baratas y fáciles de mantener, se ven mejor y, sobre todo, son las que menos cansan la vista de los alumnos. Su inconveniente principal es que la tiza puede ser una fuente de polvo, que puede dañar equipos y aparatos, manchar las ropas y, en algunos casos, provocar alergias en los dedos del usuario.
2. De acero vitrificado y con mantenimiento nulo: Son las más aconsejables en las aulas donde van a tener un empleo continuo e intensivo. Su gran dureza permite escribir con facilidad trazos firmes y legibles y borrarlos sin que queden manchas ni restos de tiza. Esta pizarras permiten también un fregado que aconsejamos que se haga al final de cada jornada. También permiten la adhesión de elementos magnéticos que complementen algunas explicaciones a base símbolos y expresiones conceptuales.
3. De madera acondicionadas con una pintura especial. Es un tipo de pizarra barata y portátil que tiene su utilidad en lugares donde no es posible colocar una pizarra sobre la pared o tiene un empleo restringido. Se deteriora con facilidad, lo que se pone de manifiesto en que cuesta trabajo borrarla, quedan siempre restos de escritura y la marca que deja la tiza comienza a ser imperceptible.
4. De cemento construidas directamente sobre la pared y preparadas para escribir con tiza. Estas pizarras son las características de aulas antiguas. Cuando se deterioran es necesario pintarlas con una pintura adecuada. Si la pared no tiene un tratamiento bien hecho son muy duras para escribir sobre ellas, presentan muchas irregularidades y son muy difíciles de borrar.
5. De lienzo o de plástico: Son enrollables y están acondicionadas para escribir con tiza. Son pizarras de quita y pon y para emplearlas sólo ocasionalmente.
6. La pizarra blanca es más moderna. Son de polivinilo rígido, blancas, y sobre ellas se escribe con un rotulador especial. Sin embargo presentan algunas deficiencias. En primer lugar, una sesión larga sobre ella es agotadora para el alumno, su brillo cansa la vista; además no suelen ser muy grandes pues están diseñadas fundamentalmente para aulas pequeñas o salas de reuniones donde su empleo no es continuado. Otro inconveniente importante de este tipo de pizarras es que con el tiempo se estropean, pierden el brillo y no se pueden borrar bien. Para escribir sobre ellas hay que disponer de rotuladores adecuados, los cuales deben borrarse con facilidad y escribir con la suficiente intensidad como para que el trazo sea legible, además de que manchan las manos y cualquier superficie que se ponga en contacto con ellos.
7. Pizarras ferromagnéticas: son blancas, donde además de escribir con un rotulador o marcador, podemos adherir elementos gráficos mediante imanes o cartulinas magnetizadas. Este tipo de pizarras son costosas, así como los materiales para escribir en ellas, por lo que no abundan en países subdesarrollados.
8. Pizarra copiadora: permite reproducir todo lo escrito sobre la superficie de la pizarra en papel mediante un sistema de fotocopias que tiene incorporado. Estas pizarras tienen un aspecto similar a las blancas, emplean los mismos rotuladores y ofrecen dos o más paneles desplazables que hacen más cómodo su uso y la utilización de varias páginas alternativas de texto. Las más modernas permiten copiar en impresora hasta cuatro colores y en papel normal y se pueden conectar a un ordenador y almacenar allí la información escrita, enviarla por correo electrónico, etc.
9. Pizarra digital: son el resultado de las nuevas tecnologías de la información aportando nuevas posibilidades de expresión a las mismas. No es otra cosa que la proyección de imágenes generadas en un sistema de presentación a través de un proyector multimedia. La pizarra digital es una pantalla táctil la cual funciona con una computadora y un cañón de proyección. Gracias a esta pantalla, el alumno tiene acceso a un gran rango de recursos multimedia en las clases tales como: textos, imágenes, video, sonido, diagramas, sitios web entre otros. (21)
En cuanto a su construcción, las más tradicionales tienen forma de un rectángulo, generalmente con un marco de madera o metal. Pueden estar provistas de anaqueles o cajas en su parte inferior para guardar el borrador o las tizas con las que se escriben en ellas. Hay otras más elaboradas que tienen piezas corredizas que permiten ocultar partes del contenido y aumentan la superficie útil. Las hay de secciones que suben y bajan, de libro que pueden abrirse, de acordeón que se pliegan, traslúcidas en las que se proyecta por detrás, etc. (18, 19, 20)
La pizarra. Sus ventajas e inconvenientes: (22, 23)
Ventajas:
Permite estructurar, sintetizar e ilustrar la información a medida que se va presentando, ofreciendo a los participantes un mapa permanente de las ideas principales o aspectos clave que sostienen el discurso, liberándolos de la necesidad de memorizarlo.
Se pueden utilizar el color y todos aquellos tratamientos que sirvan para resaltar un texto.
Es práctica, económica y reutilizable innumerables veces.
Aumenta la participación activa de los alumnos, favoreciendo una mejor comprensión y memorización de los contenidos de aprendizaje.
Resulta funcional para hacer esquemas, gráficos, dibujos, demostraciones de procesos, palabras de difícil escritura, etc.
Inconvenientes:
La información es temporal.
El formador tiene que dar la espalda.
Se pierde bastante tiempo "real" de la sesión.
Una vez analizada las diferentes opiniones de los autores es evidente que no por ser la pizarra uno de los medios de enseñanza más antiguos que existen, debe ser olvidada, ni mucho menos menospreciada por la aparición de nuevos y sofisticados medios. Sea esta de madera, cemento, polivinílico rígido o digital, los acontecimientos que van surgiendo en el desarrollo de la actividad docente solo pueden ser expresados a través de ella. Constituye la forma gráfica en que el profesor trasmite a sus estudiantes sus conocimientos, sus experiencias, sus habilidades. En ella se expone de forma sencilla y resumida todo un proceso, lo cual sin lugar a dudas motiva al estudiante y le brinda una vía fácil y directa de conocimientos.
Por este motivo se propone a continuación una guía para su uso adecuado en cada una de las aulas: (15, 18, 19, 20, 22)
1. Planifique de antemano como va a utilizar la pizarra en su actividad docente.
2. Limpie bien la pizarra antes de comenzar a utilizarla. El borrado se hace (si utiliza tizas) de arriba hacia abajo verticalmente y levantando el borrador al llegar abajo para generar la menor cantidad de polvo posible.
3. Utilice letra clara y de tamaño adecuado en correspondencia con el tamaño del local. Se aconseja el empleo de letra de tipo imprenta, pero utilizando mayúsculas y minúsculas y sin usar abreviaturas, excepto si el auditorio está familiarizado con su uso. Se recomienda una altura mínima de 5 cm para las minúsculas. Deje el espacio de una letra entre palabras y líneas. Evite el amontonamiento y la "caída" de los renglones.
4. Escriba primero los elementos centrales que deberán permanecer todo el tiempo en su actividad docente: fecha, título y sumario.
5. Comience siempre a escribir en el extremo superior izquierdo y planifique por secciones organizadas lo que desea plasmar en la pizarra. Divida el espacio de la pizarra en tres apartados: uno que mantenga el esquema de la sesión (situacional); otro fijo con la información más relevante o necesaria; y un tercero para las informaciones variables. En el caso de pizarras pequeñas borre todo, no haga "huecos" selectivos.
6. Presente esquemas, dibujos, gráficos, resuma discusiones, de conclusiones, presente cuadros sinópticos o comparativos, entre otros.
7. Escriba en silencio y no lea todo lo que escribe en la pizarra. Cuando termine de escribir sitúese a un lado de la pizarra para no molestar la visibilidad de los educandos y luego comente o amplié lo que escribió o dibujó.
8. Destaque aspectos importantes con diferentes colores, subrayados, cajas y flechas
9. Utilice el puntero para señalar algo de lo escrito.
10. Deje espacios en blanco para algún término, fecha, número, etc. que surja como una explicación accesoria. No llene totalmente la pizarra.
11. Escriba solo la información necesaria, no lo obvio o que este en materiales complementarios. No mantenga la información por más tiempo del necesario en la pizarra. Recuerde que distrae a los alumnos.
12. Borre la pizarra cuando termine de exponer una idea completa, así como cuando termine su clase.
Conclusiones
La pizarra mantiene su vigencia como uno de los recursos fundamentales que emplea el profesor para ilustrar los contenidos que expone a lo largo de la clase. Es muy adecuada para anotar preguntas, puntos de vista, enunciados, problemas y soluciones, permitiendo la participación del alumno y fomentando su interés.
Se propone una guía rápida para la correcta utilización del pizarrón por los docentes de la ASIC Sierra Maestra, para aumentar la calidad de las actividades docentes llevadas a cabo en el programa de formación del Médico Integral Comunitario.
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Autora:
Eileen Alonso Núñez
Asic Sierra Maestra
Trabajo para optar por la condición de diplomado en Educación médica
Distrito capital, Venezuela, 2011
MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA
ESCUELA NACIONAL DE SALUD PÚBLICA
CUBA
TRABAJO DE DIPLOMA