La censura a la prensa en los países árabes a finales del siglo XX (página 2)
Enviado por Luis A. Reyes Rodriguez
Algunos autores señalan, que la verdadera prensa árabe crítica se encuentra en la comunidad árabe en el extranjero. Sin embargo, se plantea que estos periodistas han sido "comprados" por los regímenes de países como Arabia Saudita, Irak y Libia, quienes los utilizan como medios propagandísticos de esos gobiernos. Es por esto que hasta el presente, la prensa árabe ha estado dominada o influenciada de alguna forma por el Estado.[6]
De acuerdo con algunos periodistas, la prensa árabe comenzó a cambiar en los años noventa, cuando periodistas de diferentes países se adentraron en la "prensa independiente". Esto estuvo acompañado de varios "niveles" de persecución de parte de los gobiernos árabes.[7] A pesar de que el apoyo internacional [8]hacia la prensa árabe ha brindado mayor desarrollo a las libertades periodísticas, las condiciones de libertad varían de país en país. Estos van desde el Líbano, con una libertad "casi occidental", hasta el Irak de Saddam Hussein donde los medios estaban totalmente controlados por el Estado. La mayoría de los países están en algún punto entre estos extremos.
En los últimos años del siglo XX, los gobiernos árabes que no ejercen una censura "directa", tratan de manipular a los periódicos y periodistas de forma indirecta. Esto principalmente por medio del poder económico[9]o en ocasiones, por medio de crear periódicos "diz que independientes", que responden al régimen y desacreditan a los verdaderos periodistas independientes. No obstante, otros factores afectan al periodismo árabe, entre ellos se puede mencionar el control de las empresas sobre los periódicos a través del patrocinio y los anuncios. Además, la falta de criterio liberal y espíritu de diversidad entre periodistas. El primer factor convierte a muchos periódicos en rehenes de las empresas anunciantes y el segundo, hace que muchos periodistas sean intolerantes con sus colegas o ejerzan la auto-censura.[10]
Censura estatal y auto-censura periodística
Durante la segunda mitad del siglo XX, la libertad de prensa ha sido severamente restringida en los países árabes como medio de control político. En los años 80"s, el auge del islamismo radical fue utilizado por los gobiernos árabes como excusa para la represión.[11] Los ejemplos de ésto van, desde la censura impuesta por los propios gobiernos árabes, hasta la censura impuesta por Israel sobre la prensa palestina. Este último representa un caso extremo de censura contra la prensa durante los años ochenta, en especial luego de la invasión israelí al Líbano en 1982.[12]
La censura israelí contra la prensa palestina, se apoyaba en el argumento de que los diarios palestinos "incitaban a la violencia" y que brindaban un "supuesto" apoyo a la OLP. La censura israelí fue amplia, y de acuerdo con las Regulaciones de Emergencia para la Defensa, todo material publicado por los palestinos debía someterse a los censores militares israelíes.[13] El resultado de ésto fue, censura directa (arrestos domiciliarios, confinamientos en solitario, detenciones e interrogatorios y cierre de periódicos) y censura indirecta (revocación de licencias para publicar o de permisos de viaje a funcionarios para conceder entrevistas).[14] Sin embargo, el carácter arbitrario "en extremo" de la censura israelí, era notable en los temas censurables. De acuerdo con la información de la época, no existían unas guías definidas sobre los temas "prohibidos" y las autoridades censuraban todo lo que mostrara algún descontento con la ocupación israelí. Esta práctica llegaba al extremo de que se incluía hasta artículos reproducidos directamente de la propia prensa israelí.[15] De acuerdo con los periodistas, la lista de temas censurados comenzaba con las actividades judías en los territorios ocupados , luego seguía con las actividades y declaraciones de la OLP y se extendía a la resistencia contra el gobierno israelí; pero curiosamente, se permitía escribir y publicar cualquier cosa sobre el "Occidente".[16]
El caso de la censura a la prensa palestina por parte de Israel es un caso extremo, debido a que es una censura impuesta por un poder extranjero (Israel). Sin embargo, en los años noventa, a pesar de la concesión de la autonomía palestina, el espectro de la censura continuó presente, esta vez "justificada" por el terrorismo ejercido por los grupos armados palestinos.[17]
En los años ochenta la censura estatal se manifestó en otras áreas y publicaciones del mundo árabe. Un ejemplo interesante resulta ser el caso de censura contra la publicación de algunos escritos del filósofo medieval Ibn Arabi en Egipto durante 1979. Dicho caso resulta notable porque manifiesta el ejercicio de la censura por parte del Estado sobre material "religioso".[18] De acuerdo con los argumentos presentados por las autoridades, los escritos de Ibn Arabi habían sido revisados por las autoridades religiosas[19]las que determinaron que éstos resultaban "extremistas y confusos" para los musulmanes. Fue por ello que la Asamblea Popular de Egipto decidió legislar su prohibición. Esta determinación trajo una polémica entre los sectores gubernamentales y los sectores "civiles" y religiosos, que argumentaban el que los libros pertenecían al público y que la censura rompía con la "tradición" islámica.[20] En esta pugna, quedó claro que pese a la importancia de la religión, la censura contra Ibn Arabi era de tono político.[21]
Las verdaderas razones para censurar algunos de los escritos de Ibn Arabi en Egipto son del todo desconocidas. La lucha por dejar sin efecto dicha prohibición fue llevada a cabo por la prensa, como vocero de la protesta popular. Los sectores opuestos a la censura de Ibn Arabi señalaron que la "supresión de ciertas creencias y el endoso de otras era muy a menudo basado en la política y no en la sabiduría"[22]; siendo ésto un obstáculo para la preservación de la herencia islámica. Si bien era cierto que detrás de esta censura había argumentos de tipo religioso, fue el Estado quien tomó la iniciativa de ejercer el control. Sin embargo, el gobierno se protegió en el conflicto, ya que sometió el análisis y la decisión a las autoridades "apropiadas". La participación de la prensa como vocero de la protesta fue posible, ya que ésta no culpó directamente al gobierno por la censura.[23] Este detalle, a mi parecer, creó una "falsa apariencia" de libertad de prensa que sirvió muy bien a las autoridades del gobierno.
Un caso particular sobre censura en el mundo árabe lo es la prensa de Jordania.[24] Esta nación es de las más "democratizadas" en la región, pero conserva prácticas represivas. El proceso de democratización en Jordania ha sido impulsado por la necesidad del régimen Hachemita de buscar una estabilidad luego de varias crisis en la "sociedad rentista" de dicho país durante los años 80"s, y por la necesidad de limitar la participación política del pueblo a las instituciones oficiales.[25] Sin embargo, en este segundo factor, la democratización fue acompañada de represión para controlar el "activismo político" y la actividad política en la "sociedad civil". En este último renglón, es notoria la represión contra las organizaciones islamistas, ya que éstas no pueden separar sus actividades sociales del elemento político.[26] Esta represión contra los grupos islamistas ha conllevado, en ocasiones, a que el gobierno asuma prácticas antagónicas con los sectores religiosos.[27]
En el caso de la prensa jordana, si bien es cierto que ésta es considerada "relativamente" libre comparada con la de otros países árabes, su habilidad para criticar al régimen y entrar en la esfera política ha sido controlada. A partir del año 1992, en que se levantaron muchas restricciones a la libertad de prensa[28]muchos semanarios se politizaron y lanzaron ataques contra el gobierno.[29] Ante esta situación, el gobierno utilizó medidas "indirectas" para controlar a los semanarios, enmendando las leyes de prensa[30]Estas medidas enfrentaron oposición y fueron derogadas, sin embargo, la prensa jordana padecía desde hacía tiempo de una situación limitante a su libertad, pero de otra naturaleza. Esta situación lo era el control económico del Estado en los grandes periódicos.[31] Ello le brinda al gobierno un considerable poder para manipular la línea editorial y prevenir las críticas de tipo político. A esto se debe añadir la existencia del Departamento de Prensa y Publicación de Jordania (PPD), que está autorizado por el Estado para censurar los medios.[32]
El caso de la prensa jordana plantea una particularidad de tipo político. En 1998 la Suprema Corte de Justicia del reino, derogó la ley de control de la prensa por considerarla inconstitucional.[33] Sin embargo, subsecuentemente se aprobó otra ley que mantenía muchas de las antiguas restricciones, incluidos los "temas prohibidos" para la prensa; temas que eran considerados "de interés político para el reino". Entre estos se destacan, cualquier crítica a la familia real jordana, a las fuerzas armadas o de seguridad, cualquier información que perjudique la "unidad nacional" y promueva la "división entre la sociedad", y finalmente cualquier información que difame a jefes de estado de naciones árabes o naciones amigas.[34] Esta ley enfrentó cierta oposición, pero su aprobación fue consistente con el intento del régimen por mantener a la prensa fuera de la política; algo que resulta anacrónico, ya que la Constitución jordana estipula la "libertad de prensa".
El conflicto por la libertad de prensa en Jordania refleja cómo las libertades en dicha nación están delimitadas por el estado y cómo el régimen manipula las libertades, a través de la creación de leyes acorde con sus necesidades. La presencia de represión contra la prensa, en medio de un proceso democratizador[35]no es nada más que reflejo del intento del régimen por mantener su control político.
La situación de la prensa en los países árabes, además de presentar unas características de control estatal, demuestra un alto nivel de auto- censura. Esta auto-censura se vincula principalmente con la cultura política y con los programas educativos de periodismo.[36] De acuerdo con algunos analistas, la cultura política en los países árabes mantiene un conflicto para los periodistas, el de las influencias de libertad en los medios versus los gobiernos autoritarios.[37] Esto se combina con el ambiente político, cultural y económico en el que los medios árabes se desempeñan, los cuales los mantienen en un relativo atraso. Ejemplo de ello lo es, el que a pesar de que las constituciones de los países árabes garantizan la libertad de expresión, las leyes permiten al Estado acciones restrictivas y mantienen una falta de protección legal adecuada para los periodistas.[38] Esta situación en la que la restricción a la libertad de expresión responde a la principal razón de "preservar el Estado", se combina con elementos "culturales" que apoyan en cierta medida dicha restricción.
Algunos escritores plantean que con la llegada del "Islam político", los periodistas enfrentaron una doble lucha contra los gobiernos que ejercen censura y contra los líderes religiosos fundamentalistas que condenan a los que se atreven a reportar sobre sus grupos.[39] Esto último es fomentado, en cierta medida, por algunos valores culturales-religiosos del mundo islámico. En el ambiente periodístico árabe, las políticas legales nacionales que imponen la censura son consideradas como "apropiadas" para controlar las "críticas" y como defensa contra la "difamación" personal. Además, las sociedades musulmanas tienden a contemplar la censura como una forma de "preservar" las tradiciones, valores y costumbres.[40]
Los factores de tipo cultural que promueven la auto-censura en los periodistas incluyen la educación profesional y las percepciones estatales sobre los medios de comunicación. Sobre la educación, autores como Hussein Amin, señalan que los estudiantes de periodismo árabes aprenden sobre la libertad de prensa, pero no están preparados para funcionar bajo los controles estatales en las instituciones de comunicación.[41] Ello porque según Amin, el propósito de las comunicaciones en el mundo árabe es para la propaganda estatal. Dentro de este sistema, la investigación y la educación periodística están encaminadas hacia las metas políticas del desarrollo y la unidad nacional, evitando la implementación de programas críticos a los principios, valores y tradiciones nacionales de la sociedad árabe.[42]
Algunos expertos opinan que la auto-censura ha sido practicada por los periodistas árabes desde los comienzos de la profesión, algo que cuestiona las percepciones de los periodistas árabes sobre la libertad de expresión. Ello porque en dicho caso, la auto-censura sería atribuible al temor, la falta de confianza, o a una supuesta falta de competencia sobre los temas políticos.[43] No obstante, otros escritores argumentan que la auto-censura tiene otras motivaciones. Estos señalan, que los periodistas árabes sí valoran la libertad de prensa, pero que mantienen un miedo a los regímenes políticos. Lo que si queda claro, es que la larga historia de censura en los países árabes ha contribuido a limitar el que los periodistas árabes puedan formular y sostener una opinión critica sobre la política, los regímenes y la religión en sus países.
A pesar de la censura y otros problemas[44]como lo son la baja calidad profesional de los diarios y la sobre- dependencia de agencias nacionales e internacionales como fuentes de información, soplan vientos de cambio en la prensa árabe. Aún con las serias restricciones gubernamentales y la auto-censura, los periódicos logran presentar alguna libertad de expresión y diversidad de opinión.[45] Las asociaciones internacionales de prensa han promovido una mayor apertura para la libertad en la región del Oriente medio. La Declaración de San"aa en Yemen en 1997 planteó que la libertad de prensa debe ser concedida a todos los periodistas del mundo árabe.[46] Esto, y los cambios tecnológicos de años recientes en los campos de la tecnología informativa, telecomunicaciones, Internet y transmisión por satélite han causado cambios dramáticos en las economías, culturas y política del mundo árabe. La súbita accesibilidad a la información ha tenido efectos en los medios y ha rebasado la capacidad de los gobiernos para directa o indirectamente censurarlos, aumentando así la presión por convertir en obsoleta la censura.[47]
Conclusión
Durante la segunda mitad del siglo XX, los cambios políticos, sociales, económicos e ideológicos ocurridos en los países árabes moldearon el carácter de la prensa en dicha región e influyeron en su desempeño. A pesar de la modernización de la prensa árabe durante las décadas de los ochenta y noventa, principalmente el surgimiento de una prensa "independiente", los regímenes en los diferentes países de la región continuaron ejerciendo diversos niveles de censura, los cuales persisten hasta el presente. Esta restricción de la libertad de prensa, está motivada por el interés de control político de los gobiernos y utiliza como justificación el temor al islamismo radical para muchas de sus acciones represivas.
Los casos analizados en este trabajo muestran diversos grados de censura contra la prensa en diferentes países árabes en las últimas décadas del siglo XX. La censura israelí contra la prensa palestina, "externa y extrema", la censura gubernamental del Egipto de Sadat, censura política disfrazada por el uso de las autoridades religiosas, y la censura en Jordania, censura directa e indirecta en medio de un clima de "democratización". En cada una de estas situaciones está presente el elemento del poder político intentando controlar la información y evitar cuestionamientos sobre sus acciones.
Además de las acciones de los regímenes para controlar o influenciar la prensa en los países árabes hemos visto cómo otros elementos afectan el desempeño de los periodistas. La auto-censura entre la prensa árabe es producto de la cultura política y de la educación periodística. Estos elementos fomentan el que los periodistas árabes se mantengan vulnerables ante el poder represivo del Estado. Sin embargo, no todo está perdido, los pasos de avance en el área de las comunicaciones, en especial a finales de los años noventa, han abierto el campo a nuevas oportunidades de libertad periodística.
Al observar el nivel variado, y a veces precario, de las libertades en los medios de prensa árabes, se puede percibir el fracaso de los gobiernos en el mundo árabe para implantar la "democracia". Ello debido a la ineficiencia para proveer un ambiente favorable para el desarrollo de los medios de comunicación y fallar al adaptarse a los rápidos cambios en la era de la información. En la actualidad los fenómenos internacionales u "occidentales", como la globalización, han revolucionado las comunicaciones, convirtiendo la información en algo accesible para las personas. Es por ello que los gobiernos de las naciones árabes deben considerar que una prensa libre, que posea unos estándares globales de precisión e imparcialidad, es la mejor vía y seguridad para un buen gobierno y para la democracia.
Bibliografía
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[1] Said Essoulami, “The Press in the Arab World: 100 Years of Suppressed Freedom”, http://www.cmfmena.org/magazine/features/100_years.htm, p.1.
[2] Loc.cit., El autor menciona la gran influencia en esta época de los periodistas sirios y libaneses, que eran los más de avanzada y crearon periódicos que sirvieron de modelo para la prensa árabe.
[3] Ibid., p.2. Los ingleses prefirieron mantener control sobre la prensa política en Egipto, en vez de sustituirla por una prensa colonial.
[4] Loc. cit.
[5] Loc. cit. En muchos países los gobiernos abolieron los sistemas políticos multipartidistas. En Argelia por ejemplo, el Frente de Liberación Nacional estableció un sistema de partido único, en el que los periodistas eran “servidores públicos” responsables ante la revolución socialista.
[6] Abdulaziz Al-Saqqaf, “After the Sana’a Declaration, the Fate of Arab Media”, http://www.cmfmena.org/magazine/features/ after_sana%27a_declaration.htm, p.1.
[7] Ibid., p.1. El autor señala que con el fin de la Guerra Fría, la comunidad internacional comenzó a interesarse en las condiciones de la prensa árabe y a apoyar los reclamos de ésta por una mayor libertad.
[8] Loc. cit.; Essoulami, op.cit., p.3. Mucho del apoyo internacional para el desarrollo de países árabes está condicionado, hasta cierto punto, a la observación de la libertad de prensa y otros derechos. Essoulami señala, que los reclamos de la sociedad civil en los países árabes impulsaron grandemente la libertad de expresión.
[9] Hussein Amin, “Freedom as a Value in Arab Media: Perceptions and Attitudes Among Journalists”, http://www.polisci.taylorandfrancis.com/pdfs/pcp_article.pdf, p.8. El autor señala que los gobiernos utilizan las pautas de publicidad gubernamental para ejercer presión a los periódicos.
[10] Al-Saqqaf, op.cit., p.3. El autor atribuye ésto a que la mayoría de los periodistas árabes han sido educados en un ambiente totalitarista.
[11] Adeed Dawisha, “Identity and Political Survival in Saddam’s Iraq”, The Middle East Journal, Vol.53, No.4, Autumn 1999, p.555. El autor señala que la monarquía que regía a Irak antes de 1958, no era tan severa con la prensa como lo fue el gobierno de Saddam Hussein.
[12] Robert I. Friedman, “Israeli Censorship of the Palestinian Press”, Journal of Palestine Studies, Vol.XIII, No.1, Fall 1983, p.93.
[13] Ibid., p.99.
[14] Ibid., pp. 94-97.
[15] Ibid., pp. 94 y 99. Se menciona el caso de censura, por parte del Ministerio de Defensa, contra artículos que habían sido aprobados anteriormente por el censor militar israelí.
[16] Ibid., p.100.
[17] Laurie Copans, “Israel to Revive Censorship”, http://www.washingtonpost.com/wp-rvs/aponline/19990926/aponline203031_000.htm, pp.1-2. En el artículo se menciona que la censura era para “controlar”grupos extremistas que supuestamente utilizaban la prensa como medio de propaganda.
[18] Emil Homerin, “Ibn Arabi in the People’s Assembly: Religion, Press and Politics in Sadat’s Egypt”, The Middle East Journal, Vol.40, No. 3, Summer 1986.
[19] Ibid., pp. 462 y 463. Los textos fueron revisados por el Comité de Asuntos Sociales y Religiosos, y la Academia de Investigación Islámica.
[20] Ibid., p.464.
[21] Ibid., p.467. El gobierno de Anwar Sadat había tomado iniciativas para la promulgación de la Sharia como forma de legitimar su régimen y sus políticas. Pese a que ésto le ganó el favor de los sectores conservadores y el apoyo de la Asamblea Popular, la censura contra Ibn Arabi fue rechazada por el pueblo.
[22] Ibid., p. 471.
[23] Ibid., p.476. Las críticas aparecieron regularmente en los periódicos “estatales” sin ninguna interferencia.
[24] Quintan Wiktorowicz, “The Limits of Democracy in the Middle East: the Case of Jordan”, The Middle East Journal, Vol.53, No.4, Autumn 1999.
[25] Ibid., pp.607 y 608.
[26] Ibid., p.610. Los grupos islamistas aplican el Islam a todos los aspectos de la vida ya que, el Islam es visto como estructura para la política, la economía, la conducta social, la cultura y otras dimensiones de la existencia social.
[27] Ibid., p.613 y 614. El autor menciona que en casos de manifestaciones de protesta, las autoridades han arrestado y apaleado personas dentro de mezquitas, aún en la oración del viernes. Todas estas acciones han sido justificadas como neutralización de elementos que buscaban “desestabilizar” al Estado.
[28] Ibid., p.615.
[29] Loc. Cit., Esto fue motivado principalmente por la firma de un tratado de paz entre Jordania e Israel en 1994.
[30] Wictorowicz, op.cit., p.616. En mayo de 1997 se enmendó la ley de Prensa y Publicaciones de 1993, aumentando la cantidad de dinero requerido como fianza para autorizar la publicación de un semanario. En la mayoría de los casos los semanarios no lograron levantar la nueva suma. Esta medida fue criticada porque se percibió como un intento por coartar la prensa, principalmente porque los periódicos afiliados a partidos políticos estaban exentos de dicha ley.
[31] Ibid., p.615; Ahmad Khatib, “PPD Chief Rejects Claims of Publications Confiscation, Arbitrary Enforcement of Law”, http:/www.jordanembassyus.org/021898005.htm, p.1. Se menciona que el gobierno jordano posee entre el 32% y el 62% del capital en cuatro de los más grandes periódicos del país.
[32] Khatib, op. cit., p.2. El director del PPD, Bilal tal, reconoció en 1998 que su departamento estaba autorizado por ley para censurar los medios escritos, de audio y video, asegurándose de que los periodistas actúen “responsablemente al servicio del país”.
[33] Wictorowicz, op.cit., pp. 617 y 618. Los semanarios perjudicados por la ley argumentaron en corte, que la ley violaba la libertad de prensa tal y como estaba en la Constitución.
[34] Ibid., p.617. También se declaraba prohibida cualquier información que instigue a huelgas, protestas u otras reuniones públicas consideradas “ilegales”.
[35] Ibid., p.615. El autor señala que al momento de publicar su artículo, la legislatura jordana había aprobado una nueva enmienda a la ley de Prensa y Publicaciones, que en particular cancelaba la sección de los temas prohibidos. Si bien era cierto, que en ese momento el Rey no la había firmado, este cambio era una esperanza para las libertades de prensa en ese país.
[36] Amin, op.cit., p.1.
[37] Ibid., p.2. El autor destaca que la censura tiende a ser mayor en los medios no escritos, debido a su mayor alcance en la población.
[38] Ibid., pp. 4 -5. El autor señala que la cultura política en los países árabes fomenta una prensa centralizada y controlada por el gobierno, en el que la censura se utiliza contra todo aquello que se considere una “amenaza” contra las instituciones de poder y sus intereses. Esto también incluye declaraciones negativas sobre la religión o las creencias.
[39] Ibid., p.6.
[40] Ibid., pp. 5-7.
[41] Ibid., p.5. El autor señala, que los estudiantes son influenciados por los textos occidentales sobre periodismo en los que se valora la objetividad, el balance y la imparcialidad; pero el mundo de la prensa árabe al que entran, es uno autoritario en el que el Estado es dueño de muchos de los periódicos.
[42] Ibid., p.6.
[43] Ibid., p.7.
[44] Peter Feullherade, “Arab Media in Search of New Freedom”, http://newsvote:bbc.co.uk/go/pr/fr/-/2/hi/middle_east/3766159.stm. El autor recoge la opinión del periodista palestino Daoud Kuttab, quien entre otras cosas comenta, que el nivel de libertad de prensa varía grandemente en los 23 estados árabes; que en algunos países hasta 30 leyes diferentes regulan las actividades de los periodistas y que en muchos países los sindicatos de periodistas son controlados por el Estado, prohibiendo el que los periodistas trabajen si no son miembros del sindicato único.
[45] Amin,op. cit., p.8.
[46] Ibid., p.9.
[47] Ibid., pp.9 y 10.
Autor:
Luis A. Reyes Rodríguez
Junio de 2005
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