Propuesta de un conjunto de ejercicios para la atención de pacientes hipertensos (página 2)
Enviado por alexis
Es bien conocido que el ejercicio es una de las normas que figuran como elemento recomendable para el tratamiento no farmacológico de la HTA. El efecto del ejercicio físico parece derivarse no solo de un descenso de las cifras tensiónales, sino que además produce un indudable beneficio desde el punto de vista psicológico, que en definitiva redundará en un incremento del bienestar físico global.
Desarrollo
Marco Teórico Conceptual:
La hipertensión es un problema de salud pública que genera altos costos financieros y sociales por su alta prevalencia, su larga duración, su gran dependencia de la farmacoterapia múltiple y sus complicaciones con frecuencia de carácter letal.
Se postula que el agente antihipertensivo ideal sería el que sea bien tolerado, efectivo y seguro en la reducción de la presión arterial, conveniente en la posología, de bajo costo y al alcance de todos, sencillo en su aplicación, sin efectos secundarios indeseables, y de ser posible, que contribuya a revertir las disfunciones creadas en el hipertenso. Por fortuna hay evidencia suficiente para afirmar que tal remedio existe, y que está a disposición de todos los hipertensos, quienes tendrían también mediante él la posibilidad de mejorar su calidad de vida. En efecto, el ejercicio físico regular reduce eficientemente la presión arterial. Este hecho resulta además bastante atractivo en el manejo del hipertenso y se tiene en cuenta que a diferencia de otros tratamientos en lugar de producir efectos secu8ndarios indeseables, el ejercicio tiene una serie de consecuencias, todas ellas muy favorables, para la salud física y mental de los pacientes.
BASES FISIOPATOLOGICAS
El sistema cardiocirculatorio es funcionalmente un circuito cerrado. El corazón, actuando como una bomba muscular, distribuye la sangre a través de una red de vasos sanguíneos, los cuales se van haciendo gradualmente más estrechos, hasta convertirse en finísimos capilares, para retornar luego en mayor calibre en su regreso hasta el punto de partida. Con este proceso se cumple la función vital de alimentar y oxigenar cada una de las células del organismo. La impulsión de la sangre requiere de la potencia y la energía del sistema contráctil, capaz de generar la presión necesaria a fin de que dicho fluido, qu4e es de naturaleza un tanto espesa, se mantenga en continuo movimiento. Esta presión cuando toda la estructura funciona correctamente, fluctúa entre 80 y 120 mmHg que en su defecto lo optimo seria 70 y 110 mmHg.
Extrañamente un buen numero de adultos va experimentando con el tiempo un trastorno hemodinámico en el cual la presión en el sistema cardiovascular se eleva y se mantiene alta en forma permanente. Este aumento constante de la presión conlleva riesgos muy delicados para la salud de todo individuo; el corazón puede fatigarse hasta llegar a una insuficiencia cardiaca letal; alguno de los vasos sanguíneos cerebrales puede romperse provocando una hemorragia con pérdida de funciones intelectuales o aún la muerte súbita; el proceso de filtración renal se puede dañar impidiendo la desintoxicación regular del organismo; la retina puede sufrir deterioro y hemorragias capaces de producir ceguera y otra serie de diversas complicaciones no menos graves. La causa directa de esta anomalía es algo que aun no está bien esclarecido, pero probablemente en la hipertensión es otra de las manifestaciones temprana de la llamada arteriosclerosis, un proceso degenerativo de las arterias que se caracteriza por su estrechamiento y rigidez con el consiguiente aumento de la resistencia periférica. La hipertensión es ante todo un signo de que el sistema cardiocirculatorio está viviendo una sobrecarga funcional, lo cual deben ser corregidos oportunamente a fin de no sufrir las severas complicaciones antes mencionadas, si bien éstas pueden tomar cierto tiempo en gestarse.
ALGUNOS ASPECTOS EPIDEMIOLOGICOS
Se ha demostrado una clara asociación entre la hipertensión arterial y los diversos factores de riesgo; estos prácticamente son los mismos identificados para la enfermedad isquémica del corazón en particular o para las enfermedades cardiovasculares en general.
FACTORES DE RIESGO
EDAD:
??en la edad infantil y adolescente, la hipertensión arterial es poco frecuente.
??Entre los 40-50 años la PAd tiende a aumentar y la Pas tiende mant4enerse
??A partir de 55-60 años la PAd tiende a estabilizarse o disminuir y la Pas a aumentar
En la población mayor de 60 años la prevalencia de hipertensión arterial es mayor al 30%, incluso 50% en mayores de 70 años. Teniendo en cuenta que la vida se alarga cada vez más, podremos ver la importancia de que cada cuatro mayores de 70 años sea hipertenso.
SEXO:
La hipertensión arterial es menos frecuente en mujeres por debajo de la menopausia., pero supera o iguala a los hombres a partir de los 60 años.
HERENCIA Y AMBIENTE:
Familiares en primer grado de hipertensos esenciales (sin causa conocida) ti4nen presión arterial mayor a las de los individuos sin esta relación. Es evidente que se requiere la unión a factores ambientales para que la hipertensión se manifieste. Los factores genéticos actúan como permisivos y los ambientales como decisivos Es más frecuente en los descendientes de padres hipertensos y más aun si son ambos padres.
SAL:
Su relación aparece cada vez mas confirmada. Hay varias hipótesis que tratan de explicarlo.
-RENAL: por disminución de la capacidad del riñón para eliminar sodio, lo que produce retención de líquidos que aumentan la presión arterial.
-dietética: el aumento del sodio en la dieta es el causante del aumento de la presión arterial con la edad.
RAZA
Estudios han demostrado mayor tendencia a la hipertensión arterial en la raza negra de ambos sexos.
OBESIDAD
La relación obesidad-hipertensión es muy conocida. El aumento de la presión arterial en la infancia se relaciona más con la talla y peso que con la edad. En la adolescencia la presión arterial se relaciona mas con el crecimiento en estatura (osteomuscular) que en la masa grasa. Tras la pubertad la relación masa-grasa y presión arterial va adquiriendo mayor importancia.
DIETA
Además del sodio y potasio, otros componentes dietéticas han sido incluidos como factores en la hipertensión arterial: proteínas, calorías, dureza del agua, etc.
ALCOHOL Y CAFÉ:
La ingesta de alcohol exagerado produce un aumento de la presión arterial, esto es independiente de la edad, raza, sexo, peso, clase social, y habito de fumar. No se ha demostrado con el uso moderado y se ha encontrado cierta protección contra hipertensión arterial en bebedores moderados. Puede que la ingesta crónica de cafeína no modifique la presión arterial.
TABACO
No se puede demostrar su relación con aparición de hipertensión arterial pero es un factor adicional a otros.
FACTORES PSICOSOCIALES Y SOCIOCULTURALES
Es conocido el papel del estrés en el aumento de la presión arterial, también el ruido a niveles altos mantenidos es capaz de producir aumento de la Pas reversible cuando desaparece el estímulo, pero permanece si se prolonga por más tiempo. Esto es importante para habitantes de grandes ciudades y trabajadores de industrias y servicios.
También influye la altitud geográfica en la presión arterial. El hecho de la inmigración comporta introducir nuevos hábitos de vida con respecto a los ya inculcados que podrían modificar para bien o mal e influir positiva o negativamente en la presión arterial.
El sedentarismo es responsable en gran medida de la prevalencia de obesidad, enfermedades coronarias, hipertensión y alteraciones en el colesterol, incluso en niños existe un estudio que relaciona la obesidad con las horas que ven la televisión.
Las cifras hablan por sí solas: se ha estimado que el riesgo de padecer hipertensión arterial en personas sedentarias es aproximadamente 30 a 50% mayor que en aquellos que efectúan ejercicios físicos con regularidad. Se estableció además, que la realización habitual de actividad física, aunque se trate de prácticas de leve a moderada intensidad, es una medida eficaz para descender la presión arterial.
Los factores biológicos tales como la herencia, la edad y la raza no permiten ser modificados, pero otros como el sobrepeso corporal, el consumo excesivo distal y de grasas saturadas, el estrés, y el sedentarismo si pueden ser favorablemente modificados mediante estilos de vida más saludables.
La falta de ejercicio físico se asocia desfavorablemente con varios parámetros; entre ellos, la presión arterial.
El sedentarismo es un probado factor de riesgo cardiovascular. Existe bastante certeza acerca de que la actividad física continua, bien por la actividad laboral o por actividades extra laborales, se asocian con reducción de la presión arterial, tanto en sujetos hipertensos con normo tensos en ambos sexos.
Se postula que el ejercicio reduce la presión arterial sistólica al igual que la diastólica y que por lo tanto es capaz de revertir los estados de hipertensión arterial leves y moderadas sin utilizar ninguna clase de medicamentos, aunque si acompañado de un ingesta más favorable de alimentos.
Las intervenciones en que incluye la actividad física como un factor terapéutico, han reportado reducciones de las cifras tensiónales que varían entre 5 y 21 mmHg.
Cuando la intervención incluye además del ejercicio ajustes alimentarios y algunos aspectos de vida saludable, se obtienen reducciones de la incidencia de hipertensión que pueden llegar a valores superiores al 50%.
El ejercicio que es benéfico para reducir la presión arterial es por naturaleza moderado en intensidad y de larga duración; deben además ser realizado con una frecuencia superior a tres veces por semana y activar en lo posible las cuatro extremidades. Se asume que su ejecución debe de ser agradable y no requerir en ningún momento esfuerzos vigorosos extenuantes. En esta categoría encajan ejercicios tales como caminar, trotar, nadar, correr, bailar, montar en bicicleta, etc.
EFECTOS HIPOTENSIVOS DE LA ACTIVIDAD FISICA REGULAR
El ejercicio aeróbico regular de los pacientes con hipertensión arterial esencial se asocia a los cambios beneficiosos en la presión arterial, el perfil de lipoproteína, el metabolismo de la glucosa y el incremento del neurohormonal. Los estudios epidemiológicos recientes han demostrado que el ejercicio físico reduce morbilidad cardiovascular y la mortalidad en la población en general, incluyendo individuos con hipertensión.
Varios estudios recomiendan la prevención primaria de la hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares, sin embargo, el mecanismo antihipertensivo y los mecanismos antiaterogenicos del ejercicio no se han clasificado completamente. En pacientes hipertensos la relajación vascular dependiente del endotelio se ha divulgado por producir deterioro coronario, en el antebrazo, la disfunción endotelial de arterias renales, se pueden implicar en el desarrollo de la aterosclerosis y pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares. Los efectos beneficiosos del ejercicio físico regular en la función endotelial se han demostrado en animales y en el joven sano, sin embargo, ahí no es ninguna información en paciente con la hipertensión arterial esencial. En estudios realizados, es una forma segura de ejercicio diario, no solamente disminuye la tensión arterial sino también pueden mejorar la función endotelial en pacientes hipertensos esenciales.
El ejercicio aeróbico disminuye la presión arterial sistólica y diastólica, las concentraciones en suero del colesterol total y del colesterol de LDL, la concentración del plasma de norepinefrina, y aumentaron el colesterol HDL. El ejercicio aeróbico no afecto el peso corporal, el ritmo cardiaco y otros parámetros.
Se ha establecido que el ejercicio físico regular dilata los pequeños vasos sanguíneos de la micro circulación; incluso se postula que en el músculo entrenado aparecen nuevos capilares, que bien pueden ser los que antes mantenían cerrados y que ahora se han abierto ante el estímulo funcional del ejercicio, o que efectivamente el organismo genera estructuralmente nuevos caminos para la circulación. De cualquier modo o forma el efecto de estos cambios, llamados con frecuencia circulación colateral, es la reducción de la resistencia al paso de la sangre lo cual permite que disminuya la presión que se requiere de parte del corazón para impulsar todo el volumen circulante. Las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) disminuyen en la persona que practica actividad física regular. Este hecho es claramente favorable a la reducción de la presión arterial en el sistema, dado que el efecto directo de estas aminas sobre el corazón es el aumento de la fuerza y la frecuencia de la contracción muscular, ambos factores relacionados con el aumento de la presión. De igual manera, los vasos sanguíneos se dilatan ante una menor influencia de la noradrenalina, cuyo efecto específico es la vasoconstricción periférica. Se conoce también que el efecto benéfico del ejercicio en la concentración de los lípidos en la sangre. Los triglicéridos, el colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad disminuyen en las personas físicamente activas, al tiempo que aumenta el colesterol de alta densidad. Todo esto representa un cambio favorable para la circulación pues implica el estimulo apropiado para detener y aun revertir el proceso arterioesclerótico al menos en sus fases iníciales.
La grasa corporal disminuye en las personas que se ejercitan regularmente. Dado que el sobrepeso está íntimamente relacionado con altos valores de presión arterial, es fácil observar que se reduce la presión arterial en la medida en que disminuye el peso corporal, especialmente cuando se hace a expensas de la grasa.
El efecto reductor de la presión arterial que se atribuye al ejercicio es una buena parte en éste caso, por la probable reducción de un considerable lecho vascular que no hay que abastecer, representa un alivio a la carga circulatoria que ordinariamente afronta el sistema.
Debe tenerse presente que el ejercicio produce por sí mismo, en el momento en que se practica, un aumento de la presión arterial, pero solo de la sistólica; los valores de la diastólica permanecen inalterados o incluso en ocasiones disminuyen durante el ejercicio o en la fase inmediatamente posterior al esfuerzo físico. Este efecto hipertensivo sistólico persiste mientras dure el ejercicio, es proporcional a la intensidad del esfuerzo y se suspende con la terminación de la actividad.
La repetición regular de estos estímulos es lo que determina que el organismo vaya adaptándose gradualmente tanto en su estructura como en su funcionamiento para adquirir esa condición más favorable a la circulación general donde la presión del sistema se estabiliza en un nivel más bajo y más confortable para la función cardiaca. Sin embargo, hay que aclarar un hecho muy importante; no todos los ejercicios son igualmente benéficos para la presión arterial, algunos no producen efectos significativos y otros pueden incluso aumentarla.
Contenido del plan de ejercicios físicos
Ejercicios aerobios: marchas, trotes.
En relación con las categorías y manifestaciones de la resistencia, se debe desarrollar la resistencia general, también llamada resistencia de base, que es la recomendada para mantener o recuperar la salud. Se utilizará como procedimiento organizativo para el desarrollo de la resistencia, las estaciones.
Los métodos utilizados fundamentalmente para la educación de la resistencia de base son los siguientes:
Para la marcha: Comenzar con el tiempo alcanzado en la prueba de diagnóstico, mantenerlo durante las 5 primeras sesiones (una semana), aumentar cada tres o cinco sesiones de 2 a 4 minutos hasta llegar a 15 minutos como mínimo y máximo o ideal a 30 minutos; con una intensidad: baja (de 70-80 m/min.), moderada: (de 80-90 m/min.) y alta: (de 90-100 m/min.)
Para los hipertensos grado 2: 160 o más (sistólica o máxima)
100 o más (diastólica o mínima)
MARCHA DOSIFICADA
PRIMERA ETAPA SEGUNDA ETAPA
Semanas Intensidad Semanas Intensidad
1 – 4 Baja 17 – 20 Moderada
5 – 8 Baja 21 – 24 Moderada
9 – 12 Baja 25 – 28 Moderada
13 – 16 Baja 29 – 32 Moderada
Para los hipertensos grado 1: 140 – 159 (sistólica o máxima)
90 – 99 (diastólica o mínima)
MARCHA DOSIFICADA
PRIMERA ETAPA SEGUNDA ETAPA
Semanas Intensidad Semanas Intensidad
1 – 4 Moderada Continuar con la última carga y
Las mismas exigencias.
5 – 8 Moderada
Para el trote: Comenzar con un tiempo acorde a las posibilidades de los pacientes, mantenerlo durante las primeras 5 sesiones (una semana), aumentar cada tres o cinco sesiones 1 minuto, hasta llegar a 15 minutos como mínimo, a partir de aquí el incremento será de dos minutos cada semana hasta llegar como máximo a 30 minutos; con una intensidad: baja (de 100-110 m/min.), moderada (de 110 a 120 m/min.), y alta (de 120 a 130 m/min.).
Para la marcha-Trote: Comenzar con el tiempo alcanzado en la prueba de diagnóstico para la marcha y el trote, mantenerlo durante las primeras diez (2 semanas), aumentar un ciclo (5min.) cada 3-5 sesiones, hasta llegar a 15 min., como mínimo y como máximo o ideal a 30 min., con la intensidad planteada anteriormente para cada actividad respectivamente.
El aumento de las cargas de ejercicios será de acuerdo con el pulso de entrenamiento, al grado de la enfermedad y las características individuales de cada paciente.
Acciones o requisitos para la aplicación del sistema de ejercicios a los pacientes hipertensos:
Si durante su realización el paciente siente cualquier molestia o dolor de cabeza, debe suspender la ejecución de los mismos.
Los pacientes deben usar una vestimenta holgada, fresca y limpia.
Los pacientes deben hidratarse durante y al finalizar los ejercicios.
No comenzar los ejercicios con presiones iguales o superiores a 160 / 100 mmHg.
Si durante la actividad física el paciente alcanza en cualquiera de las dos presiones, (sistólica o diastólica), valores de 190/100 mmHg, suspender la actividad.
Los ejercicios deben ser capaces de movilizar grandes planos musculares.
Los ejercicios deben ser acompañados por la respiración diafragmática.
En la aplicación de ejercicios con pesos no sobrepasar el 60% de una repetición máxima.
Aspectos que se deben tener presente en el entrenamiento con hipertensos:
Criterio y orientación del médico.
Magnitud de la enfermedad.
Historia de la actividad física del paciente y su estructura osteomioarticular.
Medicamentos que utiliza.
Edad y sexo del paciente.
Ejercicios fortalecedores
Para el desarrollo de la fuerza se propone ejercicios donde se incluya el trabajo de los músculos abdominales y ejercicios sencillos con implementos (con poco peso)
Abdominales: comenzar con la cantidad de repeticiones según las posibilidades de cada uno de los pacientes durante 5 sesiones, aumentar de 3 a 5 repeticiones cada 5 sesiones hasta llegar a 20 repeticiones, a partir de este número se dosificara en series o en tandas que oscilarán entre 2 y 4.
Ejercicios con pequeños pesos: se planifico una batería de ejercicios con peso que sirve como complemento a la preparación física de los pacientes, sustentados fundamentalmente en ejercicios del tren superior, ya que la gran mayoría de los ejercicios aeróbicos se realizan con el tren inferior.
Los ejercicios con peso se realizaran dos veces por semana, con una intensidad de 30 a 60 % de la fuerza máxima, el tiempo de trabajo de la sesión será corto entre 10y 20 min, el procedimiento organizativo que se utiliza es el circuito, ya que influye en el organismo de los pacientes no solo mejorando la fuerza muscular, si no que aumenta la capacidad funcional, las rotaciones serán de 4 a 6 estaciones, se las series o tandas varían entre 2 y 4 con la cantidad de repeticiones acorde a las posibilidades individuales de los pacientes, el tiempo de recuperación entre cada estación es de 30 a 45 segundos y entre series entre 60 y 90 segundos. Para el aumento de la carga, se recomienda comenzar incrementando el número de repeticiones, las tandas y por último el % de peso, cuando se realiza el aumento de este último componente de la carga física, se debe disminuir los anteriores.
Todo lo explicado anteriormente debe ser de acuerdo a la evolución de cada paciente.
Indicaciones metodológicas para realizar los ejercicios con peso:
No se comenzaran los ejercicios con peso hasta que el paciente no allá realizado por lo menos 4 semanas de ejercicios aeróbicos.
La batería de ejercicio se debe realizar al finar de la parte principal de la clase.
Se debe descansar entre una y otra sesión de trabajo con pesos de 48 a 72 horas.
No se debe comenzar los ejercicios con pesos con niveles de de presión arterial iguales o mayores a 160/100 mm hg.
Se debe controlar la presión arterial al comienzo y al terminar las sesiones de ejercicios.
Los aumentos de cargas deben ser de forma individual, comenzando por las repeticiones, tandas y por último el porciento de peso.
Los ejercicios seleccionados deben desarrollar músculos agonistas y antagonistas.
Estos ejercicios pueden combinarse con los ejercicios generales y alternativas que aparecen en los programas de actividades físicas para el tratamiento de la hipertensión.
Distribución del tiempo por contenido
Distribución de contenido por días
Acciones o requisitos para la aplicación del sistema de ejercicios a los pacientes hipertensos:
Si durante la realización el paciente siente cualquier molestia o dolor de cabeza, debe suspender la ejecución de los mismos
Deben usar una vestimenta adecuada
Los ejercicios debe ser capases de movilizar grandes planos musculares
Los ejercicios deber ser acompañados por la respiración diafragmática.
No sobrepasar el 60 % de una repetición en los ejercicios con pesos
Para la aplicación de ejercicios con pesos se debe tener en cuenta la severidad de la hipertensión.
La intensidad de los ejercicios debe ser moderada entre el 50 y 80 % de la frecuencia cardiaca máxima.
El aumento de las carga será de acuerdo con el pulso de entrenamiento, al grado de la enfermedad y las características individuales de cada paciente.
Aspectos que se deben tener en cuenta para el entrenamiento de hipertensos.
Criterio y orientación del médico.
Magnitud de la enfermedad.
Historia de la actividad física del paciente y su estructura osteomioarticular
Medicamentos que utiliza
Edad y sexo del paciente.
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Martínez Morrillo, M. Manual de Medicina Física. Hartcourt Brace. España 1998.
Autor:
Alexis Alin Luis
Organismo: INDER
FACULTAD DE CULTURA FÍSICA Y DEPORTE
Especialidad: LIC. EN CULTURA FÍSICA Y DEPORTE
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