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Víctimas del futuro – Adiós al liberalismo: en busca de la confianza perdida

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

    1. Resumen
    2. ¿Del neoliberalismo al neoproteccionismo?
    3. Palabras que no existen
    4. El próximo escenario: una larga y dolorosa depresión mundial, aranceles y proteccionismo
    5. La trampa de la globalización
    6. Al "Don Pirulero" económico: cada cual, cada cual, atiende su juego…
    7. Remember
    8. Al descubierto (efectos colaterales del "low cost": de la hipocresía al esperpento)
    9. De BRICs à brac (mundos virtuales)
    10. Facebook (alertas y trasvases)

    Víctimas del futuro – De plan de rescate en plan del rescate hacia la derrota final o el regreso del proteccionismo – Adiós al liberalismo: en busca de la confianza perdida

    Resumen

    The party is over

    La fiesta ha terminado. Se apagan los ecos del "último tango"… en Wall Street. Grandes dosis  de despreocupación, autosatisfacción y cinismo… han derivado en una economía "sin responsables". Una economía de "call centers"  (nadie sabe dónde están, ni quién los atiende). Así y todo, algunos mitos económicos comienzan a caer. Posiblemente, uno de ellos (eso espero) sea el del librecambio.Cuando la globalización nos la prometía tan felices, cuando la tierra era plana… con la "falacia" de la libre circulación de mercancía (que sólo fue parcial y sesgada), con la "promesa" (espejismo, timo) de la libre circulación de trabajadores, se impuso (único fin cierto, primigenio y constatable) la libre circulación de capitales. Eso era lo que verdaderamente interesaba a los "amos del mundo". Lo demás eran espejitos de colores para entretener a la "manada" (gilada). Peanuts.Ahora, que se ha constatado que la globalización lo único que ha globalizado han sido las pérdidas (repartido la mierda, digamos), un efecto "esperable" del coito interruptus, tal vez sea (eso anhelo) el regreso del proteccionismo.¿Estamos llegando al fin del capitalismo? Quizás no, pero es probable que estemos ante el fin de cierto tipo de capitalismo, el financiero y especulativo, que ha crecido demasiado en las dos últimas décadas, y la crisis actual sólo una elocuente expresión de ello, aunque no la única. Las causas de esta crisis tienen raíces muy profundas, tanto en el sistema financiero, como en los estilos de vida y consumo.El capitalismo puramente financiero es amoral. Es hora de "volver a creer" en el capitalismo del esfuerzo y del trabajo. Se debe moralizar el capitalismo. Refundarlo. Eso no quiere decir destruirlo. Destruirlo es dar un paso atrás, renunciar a todo lo hecho. Pero, o lo refundamos o se destruirá

    – El "último tango" en… Wall Street: ¿Soberbia, ignorancia o mentira?

    "La nación, en plena recesión, exige una nueva burbuja en la que invertir" aseguraba hace unos meses un artículo de The Onion, el diario satírico estadounidense. "Un panel constituido por los principales líderes empresariales testificó el lunes ante el Congreso, y exigió al Gobierno que ofreciera a los americanos otra irresponsable y extraordinariamente ilusoria burbuja en la que invertir". Con su habitual ironía, la publicación tocaba uno de los puntos clave de los mercados financieros de la última década: las mayores creaciones de riqueza desde finales de los noventa se han producido a lomos de sendas burbujas: la burbuja puntocom y la del crédito fácil, causa subyacente de la burbuja inmobiliaria. Para no romper la magia de la ironía, The Onion no menciona explícitamente que el posterior estallido de cada burbuja destruye buena parte de la riqueza creada. Si no toda.

    En cualquier caso, lo curioso de esa sucesión de irracionalidades es que la reacción del mercado y de las instituciones a cada una de las burbujas ha generado el caldo de cultivo de la siguiente. Los tipos históricamente bajos con los que los bancos centrales de todo el mundo pretendían estimular la demanda, evitar la deflación y coagular la sangría bursátil de principios de siglo XXI, abarataron hasta niveles jamás vistos los costes de endeudarse. El dinero fácil salía a espuertas de los bancos centrales y llegaba tanto a empresas como a hogares a través de la banca comercial y de inversión.

    Dinero fácil

    Con tanta oferta de crédito como demanda, se perdió la noción del riesgo y se generaron pequeñas burbujas de activos, como la inmobiliaria, la de materias primas, e incluso la bolsa… Los precios de la vivienda en las principales ciudades de EEUU han caído más de un 20%, el petróleo ha pasado de 150 dólares por barril a 30 dólares y la bolsa ha llegado a caer casi tanto como se dejó en el estallido del puntocom (Ibex 35), o incluso más (S&P 500). El propio George Soros, el multibillonario inversor que se hizo rico a principios de los años noventa apostando en contra de la libra esterlina, ha dedicado los últimos años de su vida a perfilar una teoría que define la economía moderna como una sucesión de superburbujas, que a su vez tienen pequeñas burbujas dentro.

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