Alemania sufrió la separación de su territorio en cinco secciones en un principio, las cuatro zonas tomadas y Berlín, también dividida en cuatro partes, de estas zonas menos la URSS, se formó la Bundesrepublik Deutschland (República Federal), la que poseía la mayor población del país junto a un gran número de refugiados cuyo éxodo paró en 1961 con la construcción del muro. La actividad política alemana casi no existía, era reglamentada por las potencias ocupantes, en 1945 luego de lo sucedido en la zona soviética, fueron permitidos los partidos políticos pero éstos sólo actuaban como "títeres" de los aliados pues era bien poco lo que podían hacer frente a las potencias. En el Oeste surgió la Social Democracia (SPD), la Democracia Cristiana (CDU) y los liberales (FDP), los primeros eran los más antiguos pero conformaban sólo una minoría, en el gobierno necesitaban de alianzas por lo cual no pudieron imponer su plan, no pudieron oponerse a Hitler y posteriormente no eran vistos con buenos ojos por los países ocupantes; la CDU era un gran partido afín al federalismo, pero su orientación católica no le daba seguro éxito debido a que no formaban mayoría en el lado occidental, afirmó su carácter socialista buscando el progreso económico y estabilidad política; por último el Partido Democrático Libre junto a alemanes del Sur y a nacionalistas de derecha, su representación no fue grande y sucumbió frente a los dos partidos grandes, eso sí, su líder Theodor Heuss fue el primer presidente de Alemania Occidental. En tanto, en el lado oriental sólo había cabida para un partido, el comunista, el cual pese a no poseer mayoría, contó con el apoyo de la Unión Soviética y sus líderes rojos; su modus operandi fue de terror frente a los demás partidos reprimiéndolos severamente, un grupo liderado por el socialdemócrata Grotewohl favoreció la unión con los comunistas a pesar de la gran oposición que tenía, formando el Partido de la Unidad Socialista, a sus opositores se les persiguió y arrestó; debido a esto en el Oeste nació un ánimo anticomunista férreo debido a la suerte que corrían sus camaradas.
En el lado de las potencias ocupantes era cada vez peor visto lo que sucedía en el lado oriental, al principio no se deseaba irritar a los soviéticos, pero éstos – muy irritables – no aceptaron ni la menor crítica. Los aliados ordenaron su política y Gran Bretaña y EE.UU. se unieron en un grupo económico al que luego se sumó Francia ya en 1947; se creó un Consejo Económico Europeo, se les dio más participación a los partidos políticos sobretodo en la administración, se adoptó un plan económico y se eliminaron las barreras a la industria germana. En Junio de 1948, se dio un cambio drástico a la moneda a la cual se potenció, no se entró al juego de la economía de mercado, se mantuvieron productos esenciales (leche, carbón, electricidad), se produjo lo no esperado, tuvo éxito la reforma y comenzó lentamente el renacer germano.
No obstante apareció el desempleo y el alza de precios pero se pudo estabilizar y dar paso al pleno empleo, las tiendas volvieron a colmarse de productos, la producción llegó al 50% y el año venidero a un 25% más, se ve que la reforma entregó muchas energías, fue el comienzo del milagro económico de la década de los cincuenta y en el ámbito político asentó el triunfo de la CDU en la cual recayó el éxito económico. El triunfo de la CDU en la cual recayó el éxito económico, esto lo reflejó con la retirada del mariscal Sokolovski del Consejo Aliado de Control pues avizoraba la unificación de las zonas ocupadas; la Unión Soviética decidió irritar a Occidente en Berlín, cerrando el contacto a través del hambre, Berlín era una molestia para Moscú pues era un núcleo de la Social Democracia, en un bastión de resistencia al comunismo, desde ella escapaban muchos refugiados del Este. Occidente tomó una decisión difícil e inició un puente aéreo de abastecimiento trasladando cientos de miles de toneladas a la capital berlinesa, Stalin comprendió que si atacaba a los aviones sobrevendría una guerra total por lo cual dio paso a la retirada, levantándose el bloqueo el 12 de Mayo de 1949 poniendo freno en parte al bloqueo soviético.
3. Inicios del Milagro Económico
Comenzó el gran repunte alemán, se unió a la CEE ( Plan Marshall) e 1948, en 1951 se unió a la Comunidad Europea del Carbón y el Acero y un mes después al Consejo de Europa, cesó en 1955 el estado de guerra en Alemania. Konrad Adenauer asumió como ministro de Relaciones Exteriores y sus diplomáticos y con el tratado de París se puso fin a la ocupación y a las autoridades a liadas en el país salvo las tropas que seguirían bajo nuevas acuerdos; en este ámbito Alemania volvió a tener presencia al rechazarse la política de René Pleven y se incorporaron tropas alemanas a un plan de defensa europeo, el primer ministro de defensa fue Theodor Brandt ya que su país se unió a la OTAN en 1954. Alemania pasó a ocupar el segundo lugar en los países comerciales del mundo, no ocurría lo mismo en el plano político, con reticencias se aceptó la participación alemana en la OTAN, a la luz de la rápida reintegración, la CDU subió su votación en 1953 con el 45%, mientras la SPD descendía en su apoyo popular. En el continente europeo se fue asentando cada vez más la idea de unidad; franceses, italianos, alemanes confiaban en una cooperación más estrecha lo que traería beneficios a todos los países.
Sin duda, – luego de este análisis de la política alemana en la postguerra cuyo estudio resulta necesario – el reflote económico alemán explica la estabilidad política en la quinta década del siglo XX, pero también se puede decir que el milagro económico debía su éxito a causa de esa tranquilidad, pero la recuperación tardó un tiempo, pues a pesar de el aumento irrefrenable de la producción industrial, el desempleo se acercaba a las dos cifras y la balanza de pagos daba índices negativos, durante el período de 1945 – 1960 se dio un crecimiento sin igual en Alemania, el P.N.B. se triplicó entre 1950 – 1964 ubicándose en primer lugar en Europa aunque no tan rápido como en territorio nipón, y la producción se sextuplicó. Toda esta cantidad de evidencias da la idea de espectacularidad del repunte alemán, ni los más optimistas podían creer lo que sucedía, un país devastado pasando a ser el líder europeo, sentando aún más las bases capitalistas; demuestra quizás al mundo que los alemanes son tan germanos como siempre y que está en su espíritu y en algo innato tal vez, el haber podido resurgir de las cenizas y de la casi total destrucción, de la vuelta del "Furor Teutonicus".
Uno de los factores explicativos se puede encontrar en la creciente demanda de la población alemana, después de años de vivir en situaciones paupérrimas, deseaban tener una mejor calidad de vida, un mejor pasar, deseaban tener automóvil, artefactos electrónicos, etc. y el único medio para soportar esto, era creando industrias. La Química, electrónica, el rango textil, surgieron velozmente, en esto ayudó el gran número de refugiados aportando una gran mano de obra, posibilitando que el desempleo cayera bajo el 1% y que hubiera ¡siete plazas de trabajo para cada persona!, algo ilusorio en nuestros días; esto se cubrió con más de un millón de extranjeros que encontraron trabajo en Alemania. Se trata de decir mucho que el Plan Marshall y sus mil quinientos millones de dólares fueron la solución pro Francia y Gran Bretaña recibieron mucho más; fue la rápida recuperación del comercio mundial después de la guerra lo que posibilitó el milagro germano.
En el lado opuesto, Alemania Oriental, las cosas eran diferentes, casi el 100% de la población votó a favor del gobierno. Transformándose en una democracia popular, sobrevino la eliminación de los partidos que no eran comunistas, se acabó con todo elemento indeseable, aun luego del fallecimiento de Stalin. Era incontrarrestable la visión de los alemanes orientales respecto a Occidente, avizoraban los distintos sistemas y resultados que se daban pero en silencio manifestaban su rechazo al modelo imperante, llegó el colectivismo a la agricultura aunque muy lentamente, miles de alemanes se fueron al Occidente en busca de mejores oportunidades en la pujante Alemania Occidental que ya formaba parte del sistema económico, político y militar del Oeste. Casi un movimiento obrero acaba con el régimen de no ser por el accionar del ejército soviético, a manera de advertencia los gobernantes buscaron el mejoramiento y se dejó de indemnizar a la URSS, con lo cual Alemania Oriental se transformó en la segunda potencia del lado comunista europeo; se buscó mostrar que el sistema comunista tenía sus ventajas pero no fueron satisfactorios sus intentos, la población cada vez se resignaba más al sistema y que lo único que les quedaba era insertarse en él, ya no poseían el poder para oponerse al régimen, los comunistas querían imponerse sobre Alemania Federal a través de mejorar el nivel de vida, etc., pro fracasaron luego de años estableciendo la cortina de hierro en 1961.
Realmente el Wirtschaftswunder comenzó con las repercusiones de la reforma económica de 1948, aumentó el comercio exterior en el período 1949 – 1950, ya en 1951 aumentó un 75% y se triplicó en los años siguientes, se sextuplicó la producción industrial, el desempleo bajó a menos el 1% y se tuvo que recurrir a mano de obra extranjera para mantener en rodaje a la economía. El cerebro de esto fue Ludwig Erhard y su grupo de expertos económicos, creyentes del libre mercado y la ley de oferta y demanda, promulgaban la intervención del Estado cuando fuese necesario. En materia agrícola, la cual permanecía atrasada e incapaz de competir con los países vecinos, se le imputó nuevas tecnologías, aumentó enormemente la cantidad de tractores y se permitió el uso de fertilizantes, por esto también bajó la población que se desempeñaba en el campo; cambió su cara el mundo rural alemán, pues su productividad se duplicó en pocos años. La modernización del campo germano cambió para siempre su rudimentaria existencia. Alemania impactaba al mundo por su sorprendente desarrollo, después de una guerra total y la devastación máxima se ubicaba como la primera potencia industrial de Europa continental, dejando en el olvido los cambios hechos por los aliados en suma restrictivos, sin embargo, se hizo inminente la convertibilidad del marco alemán pese a arrasar con miles de cuentas de ahorro. También a pesar de la destrucción y a los millones de refugiados que llegaban, Alemania supo asimilarlos, se construyeron entre 1948 y 1964 más de ocho millones de unidades de vivienda llegando a un índice por habitante superior a los países del Oeste.
La pericia alemana resultó fundamental, así como la gran mano de obra especializada y su tradición industrial fueron decidores, la falta de fábricas por la guerra, las comenzaron a construir de nuevo con la última tecnología existente, ayudó también la creciente demanda interna, esto no le produjo gastos en defensa ni se vio en la necesidad de ayudar a países pobres o en desarrollo. Luego, en los años siguientes a la postguerra el índice de crecimiento superó fácil el 5% e incluso el 10%, mucho capital llegaba a Alemania afines de los cincuenta, se advirtió un sobrecalentamiento económico, por lo cual se bajó la tasa de interés y se modificó el cambio del marco alemán. Sobrevino la crisis de los sesenta en la cual descendió el índice de crecimiento, la demanda se desaceleró y aumentó el desempleo; se fue quedando rezagada y superada por países estancados en los cincuenta y fue presa de una crisis económica en 1966, aquí la producción industrial sólo aumentó en un punto respecto al año anterior; todos estos problemas repercutieron en la población acostumbrada a un ritmo de crecimiento sin igual, incluso creyeron que una nueva crisis parecida a la de 1929 sobrevenía en Alemania, pecó de poca confianza a pesar de lo moderna que era la industria, el contar con una de las monedas más estable del mercado y el poco impacto que tenía en ella los problemas de las huelgas. Al poco tiempo Alemania se recuperó, salió de la minirecesión de los sesenta, y la economía tomó su curso normal convirtiéndose en un modelo a seguir para el resto del continente europeo y occidental.
La problemática o paradigma que nos podemos plantear, tratando de explicarnos el milagro económico, es elevar interrogantes como ¿Cuáles fueron las medidas, que modelos, que circunstancias y razones espirituales llevaron a que el gran derrotado se haya convertido en tan poco tiempo en un país modelo para el mundo, en una economía ideal, tan poderosa y estable como pocas?, apelo más que nada a la esencia del alemán, a su estructura mental, psíquica y cultural heredada de cientos de años de historia pasando por Federico Barbarroja, Gutenberg, Kant y Hegel, Goethe, Beethoven, Wagner y Nietzsche, Engels y Marx y la controvertida figura de Hitler, este último como glorificador del período teutónico primitivo; el basamento innato del alemán como un ser destinado a imponerse a los demás, a mantener su mirada altiva y arrogante, presa de una visión autoritaria, ese "Furor Teutonicus" del que hablaban los franceses que es hereditario e incorregible, simplemente a la habilidad alemana, a algo inmerso en su cultura, tradición y costumbres, como reza en su himno patrio: "Alemania sobre todos, sobretodo en el mundo…". –
Se ha tomado el concepto de "Wirtschaftswunder", pues refleja en buena forma el amor al orden, a lo autoritario, a evidenciar en conceptos cerrados y concretos un importante fenómeno en la vida del pueblo alemán. De ahí surgió el deseo de explicar a grueso modo, sin ánimo de dar verdades absolutas sino que ampliar el debate y el objetivo de plantear interogantes y problemáticas; en lo más profundo existe la firmeza de que este gran tema da para mucho más, no sólo para un pequeño análisis sino para que sea presa de una férrea estructura de conocimiento y comprensión, y en lo posible de una final evaluación. La idea es poner en el tapete lo sucedido hace ya cincuenta años, quizás como punto de comparación o de análisis ulterior para que sirva de alguna forma a la recesión económica que se vive en la actualidad o mejor aún como una gran experiencia de un país en cenizas convertido en un gigante occidental. Mucha gente llenará de elogios a lo que hizo Alemania en la décadas posteriores a la guerra y no podría ser de otro modo, pues de esta experiencia histórica se pueden sacar muchas enseñanzas, como la confirmación de que no basta con una guerra destructiva y demoledora para acabar para siempre con un país, no resulta suficiente mermar su población, acabar con su industria ni rebajarla hasta la humillación, si aquella nación tiene la entereza suficiente, el orgullo inalterable y la voluntad irreductible, aquella nación volverá a surgir, cueste lo que cueste, sin importar los sacrificios y los problemas a solucionar, sólo el deseo de volver a ser grandes como antes, como las tribus germanas o la época imperial, así lo hizo Alemania y así al parecer lo seguirá haciendo.
García V., Víctor Hugo: "El Mundo de la Postguerra, los Fundamentos de la Actualidad Internacional 1945 – 1995", proyecto de Docencia 96 – 160, Editorial de la Facultad de Ciencias Biológicas, U. de Concepción, Concepción, 1999. – Laqueur, Walter: "La Europa de Nuestro Tiempo, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los años 90", Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1994.- Revista "Life en Español", Editorial Time Incorporated, New York, edición quincenal, 7 de Junio de 1954.- Van Der Wee, Herman: "Historia Económica Mundial del Siglo XX, Prosperidad y Crisis, Reconstrucción, Crecimiento y Cambio 1945 – 1980", Editorial Crítica, Barcelona, 1986.-
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