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La conciencia y el espíritu en los seres humanos


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Antecedentes y características de la interacción biológica
  4. Consciencia humana individual
  5. El espíritu en el hombre
  6. Bibliografía

Resumen

Se inicia el artículo con la interacción biológica o fuerza vital, hipotética quinta interacción fundamental de la Naturaleza, como intento de dar una posible explicación a la emergencia de la vida y a sus fenómenos, pues como se vio en artículos anteriores las leyes de la física y la química actuales, así como las leyes del azar, no bastan para explicarla, se necesita algo más. Se presentan ahora los antecedentes históricos y las principales características de la interacción biológica.

Se estudia a continuación a la consciencia individual del ser humano, que es un fenómeno biológico y por lo tanto pertenece al mundo maternal. Se exponen los factores que determinan su emergencia en el hombre, así como algún ejemplo ilustrativo.

Al ser imposible por la razón demostrar la existencia del espíritu, se recurre a una poderosa sugerencia que es mostrar como la creencia del hombre en la presencia en el de un espíritu, es la creencia acreditada más antigua y extendida en todas las épocas y culturas, se muestran a continuación algunas opiniones respecto al espíritu sostenidas a lo largo de la historia por diversas creencias religiosas. Posteriormente se trata de indagar en la posible naturaleza del espíritu, así como la forma en que el espíritu pudo emerger en los homínidos.

Por último se exponen diversas opiniones respecto a lo que pudiera ocurrir después de la muerte.

Introducción

El conjunto de especulaciones que se exponen a continuación, constituyen un intento de completar las reflexiones efectuadas en anteriores artículos sobre la hipotética interacción biológica, consciencia en el hombre y espíritu del mismo.

Su objetivo no es otro que exponer el fruto de unas reflexiones personales sobre esos temas, cuyo mérito, si es que tienen alguno, sería contribuir a estimular las reflexiones del lector en relación sobre dichos asuntos.

Antecedentes y características de la interacción biológica

Iniciaremos este artículo tratando de completar el concepto de interacción biológica.

Tal como expusimos en el artículo "Interacción Biológica" las leyes de la física o química actuales, así como las leyes del azar no bastan para explicar la emergencia y funcionamiento de la vida.

Este hecho es cada vez más evidente en la ciencia actual, lo que ha obligado a ir introduciendo paulatinamente nuevos conceptos, así por ejemplo en biología molecular y en otras ramas de la ciencia, los científicos modernos consideran como insuficiencia las explicaciones bioquímicas y recurren cada vez a conceptos informacionales.

A este respecto indicaremos que la información es algo esencialmente distinto a la física actual entendida esta como relaciones entre materia y energía.

La información, aunque no sabemos muy bien lo que es no es ni materia ni energía. Los intentos de vincular la información a la física, a través del concepto de entropía, son en mi opinión artificiosos.

Así en un intento de buscar explicaciones nuevas a la vida, quizás haya llegado el momento de considerar la interacción biológica o fuerza vital.

El concepto de interacción biológica, fuerza vital o como queramos llamarlo no es un invento nuevo, tiene importantes antecedentes históricos.

Así por ejemplo en ciertas religiones de la Antigüedad como la del antiguo Egipto, hace más de 5000 años, se creía en la existencia de una fuerza vital, que se materializaba en el ser humano en el llamado "Ka", siendo este parte de la esencia no maternal del hombre que se separaba del cuerpo físico con la muerte. Otro caso interesante se da en la India, con la religión de las Vedas y más concretamente con el yoga, el cual cree en la existencia de una fuerza vital, el Prana, que se materializaba en el ser humano en el Pranamaya Kosha o cuerpo vital, que seria una de las fundas o envolturas del espíritu puro del hombre.

En la ciencia occidental estuvo muy en boga el "Elan vital", cuya existencia sostenían muchos científicos, entre ellos Pasteur, hasta que hacia finales del siglo XIX lo rechazaron por completo y afirman desde entonces que la vida obedece a las leyes de la física y la química y a nada más.

Pasemos ahora a exponer cuales serían, a mi juicio, las principales características de la hipotética interacción biológica, que sería la quinta interacción fundamental de nuestro Universo.

En primer lugar hay que decir que es una fuerza de la Naturaleza, no se trata de nada espiritual o sobrenatural; que existe desde el inicio del Big Bang y está presente en todo nuestro Universo. Si es una fuerza de la Naturaleza creemos que debería ser susceptible de comprobación experimental.

Cuando decimos que la interacción biológica y por tanto como veremos más adelante, la consciencia, es parte de la Naturaleza, queremos decir que pertenece a lo que podríamos llamar Mundo maternal.

A este respecto quisiera hacer un pequeño apartado para comentar que el concepto de materia o de mundo material, ha experimentado una gran transformación desde los tiempos de Newton y la mecánica clásica, hasta nuestros días.

Para la física clásica, la materia tenía como prototipo o ejemplo, a una roca, y tenía como características el ser impenetrable, sólida, masiva, densa etc.

A principios del siglo XX, pasó a considerarse que la materia estaba formada por un conjunto de partículas elementales, llamados átomos, los cuales pasaron después a estimarse que estaban formados por un núcleo y electrones a su alrededor, concentrándose mayoritariamente la masa en el núcleo, estando constituido por tanto, el átomo en su mayor parte por espacio vacío.

Luego surgió la teoría de los Cuanta, que es una teoría paradójica y difícil de interpretar, pero que en definitiva dice entre otras cosas que los átomos, antes de ser observados, no son reales, sino funciones de onda de potencialidades.

Con Einstein se precisó que la materia puede convertirse en energía según la célebre ecuación E=mc2 y cuya prueba práctica fue la bomba atómica. Pero también se observó que la energía podría convertirse en materia, concretamente fotones en electrones, con lo cual la materia pasaba a ser una especie de energía concentrada.

Finalmente diremos que las últimas teorías cosmológicas consideran que la mayor parte de nuestro Universo es energía, la llamada energía oscura (que no sabemos lo que es).

Así pues hemos visto que desde un concepto tangible y grosero de la materia y lo material, se ha pasado a algo sutil como es la energía.

Ahora damos un paso más e incorporamos como parte del mundo material a algo tan sutil como la consciencia.

La segunda característica a considerar, es que la interacción biológica al igual que las interacciones físicas fundamentales, aunque existen en todas partes de nuestro Universo, solo actúan eficazmente en determinadas circunstancias, así por ejemplo las interacciones nucleares fuerte y débil solo actúan en distancias pequeñísimas, en el mundo microscópico del átomo. En cambio la interacción gravitatoria, no actúa prácticamente en el núcleo del átomo, requiriendo la intervención de grandes masas y actuando a gran distancia, es decir solo actúa eficazmente a nivel macroscópico. Para que actúe eficazmente la interacción biológica se requiere un entorno adecuado, como por ejemplo un planeta o cuerpo celeste, con condiciones similares a las de la Tierra primordial (existencia de agua en estado líquido, temperatura, etc…). Si se dan estas circunstancias hace surgir la vida, que nosotros conocemos, e impulsa su desarrollo.

La tercera característica a considerar, es que se trata de una interacción radicalmente distinta de las cuatro interacciones físicas fundamentales, ya que posee lo que podríamos llamar una consciencia oscura de la realidad, sea esta la que sea.

Decimos que tiene una consciencia, pues observamos que su acción sobre la vida, se hace con un cierto conocimiento de la realidad, es decir del entorno y de las circunstancias particulares que surgen en él. Por otra parte las respuestas evolutivas que da, no son unas cualquiera o aleatorias, sino que están orientadas a un cierto entorno, necesidad u oportunidad.

Por otra parte decimos que es una consciencia oscura, porque desde luego no es omnisciente, si así fuera la respuesta evolutiva sería única y perfectamente adecuada, cuando la realidad nos muestra, que la interacción biológica, ante un determinado entorno, necesidad u oportunidad, produce varios experimentos, es decir produce varias respuestas evolutivas, de las cuales algunas fracasan y se extinguen, en cambio otras perduran y continúan el proceso evolutivo. Así pues creemos que la interacción biológica tiene un cierto conocimiento oscuro y parcial del Mundo en general y de las situaciones particulares que se presentan en él, así como de los eventuales efectos de las respuestas evolutivas que produce.

Ahora bien, dicha interacción no solo puede reaccionar ante cambios en las situaciones del entorno externo sino que también origina impulsos internos tendentes a la emergencia y desarrollo de los seres vivos.

Así observamos que en la Tierra primordial hubo una época en que no existían seres vivos, es decir ni tan siquiera biomoléculas, solo existían hipotéticamente los monomeros basicos, fueran estos nucleótidos, aminoácidos o análogos suyos, entonces creemos que la interacción biológica como fuerza pura, es decir sin mediar ningún ser vivo, porque no existían, intervino para dirigir e impulsar a esos monomeros, primero seleccionándolos, después concentrándolos y finalmente dando lugar a las reacciones de la ruta química que los llevó a formar la biomolécula primordial (sea esta un ARN, una proteína o un análogo de esas moléculas). Pero no sólo ha intervenido de forma decisiva y directa la interacción biológica en el origen de la vida, pues en el registro fósil se observa que a lo largo de la historia se han producido grandes cambios en el medio externo (por caída de meteoritos, erupciones volcánicas, radiación solar, u otras causas) que han originado extinciones masivas de seres vivos y el surgimiento de otros como respuesta al cambio del medio. Pero también se observa que en largos periodos de tiempo el medio externo en la Tierra ha permanecido aproximadamente igual y sin embargo se han continuado produciendo importantes cambios evolutivos, los cuales creemos se basan en el impulso al desarrollo de los seres vivos que posee la propia interacción biológica.

La cuarta característica consiste en la forma en que actúa presumiblemente; la interacción biológica opino que es el fundamento de la evolución biológica y la consciencia.

Creo muy probable que la acción de la interacción sobre la evolución, se efectúe a nivel molecular, modificando la información hereditaria, en las células germinales u originales. En efecto, de la misma forma que creo actuó sobre las moléculas orgánicas primordiales para llevarlas a las biomoleculares, también es posible que se modifiquen moléculas u orgánulos de la célula, que no solo afectaría al ADN, sino que probablemente también a otras moléculas del mecanismo celular.

Es decir las mutaciones o evolución no solo se originan en cambios del ADN, sino que pueden ser producidas por otros cambios en la célula.

Hoy en día esta de moda el genoma y los genes, y todo parece ser genético u originado en los genes. Opino que no es así, lo cual comprobamos fácilmente con dos ejemplos, a saber: el hombre es el ser mas complejo que conocemos y por lo tanto la información necesaria para su emergencia, si estuviera contenida solo en el genoma, debería ser este el mayor de todos los seres y sin embargo el genoma humano es 200 veces menor que el de una ameba (ser unicelular); otros autores dicen que lo importante no es el genoma sino los genes, pero ocurre que hay seres evidentemente más complejos que otros (por ejemplo la mosca Drosofila y el gusano nematodo, que es sumamente simple) y sin embargo ocurre que el más complejo tiene menos genes que el más simple.

Creemos que la información hereditaria, que es lo que determina la evolución de las especies, se encuentra no solo en los genes, sino principalmente en el resto de la célula originaria o germinal. Así por ejemplo en la concepción del ser humano, hay información hereditaria en el ADN del espermatozoide y del ovulo, pero la mayor parte de la información hereditaria que precisa el nuevo ser, se encuentra en el conjunto de moléculas y orgánulos del ovulo femenino.

En definitiva creemos que la cuarta característica de la interacción biológica en relación con la evolución es que es su principal causante y actúa a nivel molecular en las células germinales u originales produciendo modificaciones de las instrucciones contenidas en la información hereditaria.

Consciencia humana individual

En el artículo "La consciencia en los seres vivos" consideré que la consciencia era un conjunto heterogéneo, complejo y mal conocido de facultades mentales que permite a un ser vivo conocer y actuar.

En el caso del ser humano dichas facultades eran algunas de ellas exclusivas de él y otras compartidas con otros seres, como los animales, pero en algunos casos con un grado de desarrollo muy diferente.

Pasemos ahora a considerar los factores que determinan la emergencia y desarrollo de una consciencia humana determinada.

El primer factor a considerar es la información hereditaria, es decir aquel conjunto de instrucciones contenidas en el ovulo fecundado.

Un ser humano es el producto final, por el momento, de una larga cadena de seres vivos que han ido surgiendo unos a partir de otros, mediante la intervención de la interacción biológica y el entorno existente en cada momento.

La información hereditaria que posee el ovulo fecundado constituye un conjunto de instrucciones y un impulso que va desencadenando el proceso de desarrollo del cuerpo humano, pero no solo de él, sino que también originan ciertas conductas (actos instintivos del bebé por ejemplo) o determinados conocimientos innatos que posee el ser humano en general y el bebe en particular.

Ahora bien el desarrollo corporal y mental del ser humano, no es solo la consecuencia de la acción de la información hereditaria, sino que también influyen de forma decisiva los otros factores que citamos mas adelante.

Así en el caso de los gemelos idénticos, podemos considerar que ambos tienen la misma información hereditaria (me resisto a utilizar la expresión información genética, que es lo habitual, porque tal como he indicado anteriormente, el concepto de información hereditaria es mucho mas amplia al incluir toda la información contenida en el óvulo fecundado) y sin embargo, a lo largo de su vida por la intervención de los otros factores, pueden acabar siendo dos individuos notablemente diferentes.

El segundo factor a considerar es el entorno, es decir el conjunto de circunstancias, entre las que se desenvuelve el individuo a lo largo de su vida que indudablemente condiciona su desarrollo físico y consciente.

Un área importante de estas circunstancias es la sociedad humana, en la que vive el individuo.

Para destacar la importancia del entorno, pongamos el ejemplo de un accidente que puede terminar con su vida o causarle pérdidas graves de sus facultades mentales y físicas.

Desde que se forma el óvulo fecundado hasta que nace el bebé, la acción principal es la información hereditaria, que lleva desde la célula inicial hasta el bebé recién nacido, pero también intervienen los otros factores, como por ejemplo el entorno representado es este caso por el seno materno en el que se va desarrollando el feto.

Es posible que los restantes factores empiecen a actuar antes del nacimiento del bebé, pero probablemente su acción sea reducida.

A partir del momento en el que nace el bebé, empiezan a actuar con fuerza otros aspectos del entorno, como es el mundo físico y su estimulación de los sentidos, pero merece destacarse la importancia de la influencia de otro aspecto del entorno que es la sociedad humana en la que va a desarrollar su vida el individuo.

El hombre es un ser social, que vive en el seno de una sociedad de hombres, de forma análoga a otros animales sociales (Ej: hormigas, abejas, etc.) y esta sociedad humana influye y educa poderosamente al individuo, especialmente en la niñez, pero también a lo largo de toda su vida.

Esta influencia sobre el individuo y su consciencia es tal que la aparición y desarrollo de determinadas facultades mentales está condicionada a una adecuada interrelación con la sociedad humana.

El hecho de que un ser humano se desarrolle, fuera de una sociedad humana, pasando por ejemplo parte de su infancia en una sociedad animal (como en el cerebro caso de las niñas Kamala y Amala que crecieron en el seno de una manada de lobos) o el caso de niños salvajes que han crecido solos, ejemplos de los cuales hay muchos en la historia.

Se ha observado que aunque con posterioridad se les recupere, integre en una sociedad humana y se trate de educarles, la experiencia demuestra que, en la mayoría de los casos, no son capaces de alcanzar la plenitud de las facultades mentales de un ser humano adulto.

El tercer factor a considerar en la formación de la consciencia individual es la experiencia individual.

El niño empieza a experimentar a edad muy temprana, quizás empiece en el propio seno materno. A medida que su desarrollo corporal se va produciendo, en especial, como más adelante veremos, en el cerebro y sistema nervioso, va aumentando el campo y la profundidad de sus experiencias hasta llegar a su plenitud en la edad adulta.

El cuarto factor sería el espíritu, pero de ello hablaremos extensamente en el siguiente apartado.

Los anteriores factores influyen en la formación del ser humano en su conjunto, pero ahora vamos a centrarnos en una parte importante, en especial en relación con la consciencia, que es el cerebro y el sistema nervioso.

Diremos en primer lugar que en el cerebro lo importante no es el tamaño, como afirman algunos antropólogos al observar el crecimiento de la capacidad craneal en la evolución de los homínidos, y ello es así por las siguientes razones:

El Neandertal era un homínido con mayor capacidad craneal que el Cromagnon (hombre actual) y además era más fuerte físicamente y sin embargo el primero se extinguió y el segundo perdura en nuestros días.

Hay animales con un cerebro mucho mayor que el del hombre, como el elefante, y sin embargo no alcanzan la inteligencia humana.

En los seres humanos nos encontramos con personas de un peso corporal similar y que sin embargo una tiene una capacidad craneal de 2000 cm3 y otra de solo 1000 cm3, sin que pueda decirse que uno sea más inteligente que el otro.

En el desarrollo corporal del ser humano, se observa que a los 6-7 años el niño alcanza un tamaño y peso del cerebro, que es similar al de un adulto y no cabe duda que las facultades mentales de uno y otro son muy distintas.

Si el tamaño del cerebro no es determinante, entonces quizás lo sea el número de neuronas. Tampoco esto es cierto, pues se observa que el número de neuronas es aproximadamente igual al nacer que en un adulto. Lo que ocurre es que desde el nacimiento hasta los 6-7 años del niño, aumenta el tamaño de sus neuronas.

Otra posible causa podría ser la densidad de sinapsis (contactos entre neuronas). A este respecto se observa que dicha densidad es baja el nacer, crece hasta los 6-7 años y después disminuye hasta estabilizarse en el adulto. Quizás esto sea debido a que a medida que se van creando los circuitos neuronales en el cerebro, ya no hacen falta ciertas sinapsis.

¿Qué es, en mi opinión, lo importante en el cerebro humano? Creo que es la forma como se van organizando las neuronas, es decir lo importante es su organización, su estructura organizativa, en la que a lo largo del proceso de desarrollo del hombre se forman áreas, circuitos y redes neuronales específicas. Tal como vimos en el artículo "La consciencia en los seres vivos", esta empieza con la vida y por lo tanto el ovulo fecundado posee una consciencia de nivel celular, a medida que el feto se va desarrollando va pasando a tener una consciencia de nivel animal, de tal forma que cuando el niño nace, es un ser irracional, pero es capaz de conocer y actuar de forma instintiva (actos instintivos de succionar, agarrar, etc…), progresivamente a medida que el niño se desarrolla y recibe el impacto del medio, y otros factores, van apareciendo y potenciándose facultades mentales humanas, de tal forma que a muy temprana edad puede considerarse que el niño tiene consciencia humana, aunque aún le aguarde un largo proceso hasta llegar a la plenitud de sus facultades cuando es adulto.

Un ejemplo muy claro de cómo va produciéndose el anterior proceso lo tenemos si estudiamos la actividad de alimentarse en el ser humano, actividad realmente muy básica pues sin ella no podría sobrevivir.

El periodo que media desde que emerge el ser humano, es decir cuando se produce el ovulo fecundado por un espermatozoide hasta el momento del nacimiento del bebé, e interrupción del cordón umbilical, la alimentación del ser humano es completamente automática por el sistema materno, sin que requiera acto alguno por el ser en formación.

A partir del momento en el que nace el bebé el alimento es producido y suministrado por la madre, pero ahí el bebé ya desarrolla actos instintivos, tales como succionar, tragar, etc.., para incorporarse el alimento.

En una etapa de niño pequeño, el alimento es suministrado por los padres y el niño ejercita una serie de actos voluntarios: escoger el alimento, cogerlo y llevárselo a la boca, etc.., con la finalidad de incorporarselo.

En una etapa de niño mayor, este puede suministrarse el alimento, al menos en parte, mediante actos voluntarios relativamente simples, tales como recolección de algunos productos vegetales, capturar pequeños animales, etc.., e incluso puede prepararse estos alimentos (lavar y pelar fruta, cascar nueces, etc…).

Posteriormente las facultades mentales del ser humano (y las físicas) le permiten desarrollar actos voluntarios muy complejos, como por ejemplo suministrarse alimentos mediante la caza, actividad que requiere estrategia mental, construcción de instrumentos, etc.., o practicar la agricultura y ganadería. Puede preparar los alimentos (utilizando el fuego por ejemplo). Ahí los actos mentales que desarrolla el hombre no solo son producto de una capacidad física o experiencia personal, sino especialmente gracias a una educación social.

Finalmente en la etapa adulta (incluso antes en muchos seres humanos), en el supuesto de estar en plenas facultades físicas y mentales, así como de haber recibido una adecuada influencia y educación por parte de la sociedad humana en que vive y una experiencia personal amplia, el individuo no solo es capaz de suministrarse alimentos de forma muy diversa, sino de introducir, por ejemplo, en la preparación de los alimentos una facultad mental que es especial y exclusiva del hombre, el arte. Así la alta cocina y la que no lo es tanto, suponen una actividad artística del ser humano.

El espíritu en el hombre

Lo primero a señalar es que según Kant el alma (o espíritu, partes espirituales, etc…) es lo que él llama un "postulado práctico", es decir que por la razón es imposible demostrar su existencia, y recíprocamente tampoco puede demostrarse su inexistencia.

Así pues es un aspecto de la realidad que no puede ser abarcado por la ciencia, y lo único que podemos hacer es encontrar sugerencias de su existencia y formular especulaciones al respecto, que es lo que haremos a continuación.

Como una sugerencia de la realidad del espíritu, indicaremos la existencia de una creencia, que es el autorreconocimiento de la existencia de un espíritu en el hombre, que sobrevive a la muerte del cuerpo fisico.

Esta creencia es sin duda la más antigua y generalizada del ser humano. En efecto la existencia de dicha creencia esta acreditada desde el paleolítico, gracias a los enterramientos, restos de ritos y de ofrendas funerarias, que atestiguan sin lugar a dudas que el hombre prehistórico, creía que poseía un alma o espíritu, que sobrevivía a la muerte. Ningún animal ha dado muestras nunca de creer que posee un alma, así los casos que a veces se citan de elefantes que tapan con piedras o pasto los cuerpos muertos de elefantes pequeños u otros miembros de la manada, debe interpretarse como una muestra de amor maternal o filial, que intenta proteger al fallecido de la acción de los depredadores.

Los primeros vestigios de posibles actos funerarios conocidos hasta ahora aparecen en la cueva de Zhan Koudan (China) de hace unos 600.000-300.000 años. En Atapuerca (España) en la "Sima de los huesos", una cueva que actuó de cementerio hace unos 300.000 años, se han descubierto en ella no solo abundantes restos humanos, sino restos de posibles ofrendas funerarias como el hacha de piedra "Excalibur". Los Neardentales tienen múltiples ejemplos de enterramientos con ofrendas (alimentos, utensilios, objetos, etc) y ritos funerarios (restos de ocre rojo) que demuestran la creencia en la existencia de un alma (o almas) con vida en la ultratumba.

La creencia en la existencia de un alma o espíritu en el ser humano no solo es la creencia acreditada más antigua, como hemos visto antes, sino que es la más generalizada en todos los tiempos y culturas. Así incluso hoy en día es, sin duda, la más ampliamente asumida, pues los materialistas (que niegan la existencia de un espíritu) o los agnósticos (que no saben) son una minoría muy reducida de la población mundial actual.

La creencia de los seres humanos en un espíritu que sobrevive a la muerte, ha sido calificada por algunos autores, como una reacción del hombre ante el miedo a la muerte. La experiencia nos demuestra que en muchos animales se dan una serie de actitudes y comportamientos, que muestran la existencia de un sentimiento de temor o miedo, en una serie de situaciones y concretamente muestran miedo al enfrentarse a una muerte inminente. En cambio ninguno de estos animales a dado muestras de creer en un espíritu.

Por otra parte diremos que todos los seres humanos sabemos que vamos a morir, pero ello no nos obsesiona, salvo a algunos individuos o culturas; llevamos nuestras vidas realizando en muchas ocasiones actos que revelan nuestra creencia en un espíritu, actos que en la mayoría de los casos no tienen nada que ver con el hecho de la muerte.

Por ultimo indicaremos que hay culturas como el induismo, budismo, etc, en los que el individuo no teme a la muerte, lo que realmente teme es el "samsara"o cadena eterna de reencarnaciones.

En definitiva diremos que la gran mayoría de los hombres de todos los tiempos y culturas creen y reconocen en sí mismo, una parte distinta del cuerpo físico, creyendo también que esta parte es capaz de sobrevivir a la muerte.

Pasemos ahora a efectuar otras consideraciones sobre el tema. En primer lugar diremos que un concepto interesante es el contenido en la filosofía del Samkhya-yoga, que según la interpretación de Mircea Eliade, nos dice que la substancia primordial (Prakriti) que estaba en equilibrio perfecto, en un momento determinado sale de este estado y asume una determinada condición de masa energética (mahat) que gracias a la evolución progresiva (panirama) produce formas infinitas cada vez más variadas. Esta concepción guarda un notable paralelismo con la Teoría moderna del Big Bang y la evolución.

El Sankhya-yoga cree que esta enorme complejidad en el mundo tiene que tener una justificación y en su creencia esta consiste en permitir la liberación del espíritu (purusha).

Yo también creo que la evolución de nuestro Universo, que nos ha llevado al enorme número de seres que existen en él, también tiene que tener una justificación, una finalidad y esta, en mi opinión, es permitir la emergencia del espíritu, tal como comentamos más adelante.

El espíritu es algo completamente distinto de la consciencia, pues hemos visto que esta última es un fenómeno biológico, pertenece al mundo material mientras que el espíritu no.

Vimos también que la consciencia humana se diferencia de la de los animales, en el hecho de existir algunas facultades mentales exclusivas del hombre y otras que aunque son compartidas con lo animales, tienen un grado de desarrollo muy diferente. Sostendremos que este hecho es debido a la presencia del espíritu en el hombre y su reflejo en la consciencia.

Respecto al espíritu, indicaremos en primer lugar que las distintas creencias religiosas, cuestión sobre la que volveremos más adelante, que han existido a lo largo del tiempo se han planteado diversas opciones.

La primera es la que sostienen algunas de las grandes religiones actuales: cristianismo, islam, judaísmo, etc..,las cuales creen que el hombre además del cuerpo físico, tiene un espíritu que sobrevive a la muerte del cuerpo.

Hay otro grupo de creencias religiosas que sostienen que el hombre además del cuerpo físico tiene diversas partes espirituales.

Así la antigua religión egipcia creía que existen diferentes partes espirituales entre las que se encuentran el "Ka" y el "Ba". El yoga considera que la parte espiritual o mejor sutil, del ser humano esta formada por varios "koshas", fundas o envolturas del espíritu puro.

Haciendo un inciso diremos que el llamado segundo cuerpo (es decir después del cuerpo físico) que se supone esta formado por una materia útil, es el doble etéreo del cuerpo físico según el yoga, siendo la creencia en este doble etéreo bastante generalizada en muchas creencias religiosas, así por ejemplo además del doble etéreo indio, tenemos el "Ba" egipcio, el cuerpo astral en el espirititstas, etc.

La posible existencia de este doble etéreo explicaría muchos de los llamados fenómenos extraordinarios, tales como las apariciones, los fantasmas, la exteriorización de la sensibilidad en la hipnosis, las llamadas experiencias después de la muerte, etc.

A este respecto indicaré que si existen estos hipotéticos "cuerpos" sutiles, en realidad serían manifestaciones sutiles de la materia, no el espíritu puro. En el anterior apartado de este artículo sobre "antecedentes y características de la interacción biológica" se efectúan algunos comentarios respecto como ha evolucionado en la ciencia el concepto de materia o de mundo material, desde la inicial concepción grosera de la materia, como por ejemplo una roca, hasta un concepto mucho más sutil de la realidad en el sentido que todo es energía; intentamos incorporar un concepto aún más sutil en el mundo material, que sería la consciencia.

Volviendo al tema principal, diremos que en el hombre existe un único espíritu propiamente dicho, sin prejuicio de que quizás pudieran existir diferentes cuerpos etereos, que serían distintos de él y en definitiva se trataría de materia sutil.

Consideramos ahora a la posible naturaleza del espíritu.

Es consustancial con el concepto que el hombre tiene del espíritu, el hecho de que este no muere con el cuerpo físico, sino que sobrevive en el otro mundo, es decir que el espíritu no tiene un final, como sabemos ocurre con todas las cosas de este mundo que tienen un final, luego parece poder afirmarse que el espíritu si bien está en este mundo, su naturaleza no pertenece a él, es algo radicalmente distinto.

La segunda consideración a tener en cuenta es lo dicho por la Biblia (Génesis) cuando dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, cuestión sobre la que la filosofía indú, expuesta en los Upanishads fue un poco más allá al decir que el Atnan (espíritu del hombre) se identifica con Brahman, que es Dios.

Pasemos ahora a efectuar unas consideraciones respecto a como ha podido surgir el espíritu en un homínido. Opino que la evolución ha ido produciendo seres cada vez mas complejos, alcanzando la consciencia en los seres vivos y posibilitando posteriormente la emergencia del espíritu en el hombre. No quisiera dar una visión homocéntrica de la Evolución, pues la ciencia nos ha demostrado primero que el hombre no era el centro del Universo, después que tampoco lo era la Tierra ni el Sol, sino que nuestro sistema solar era un grano insignificante de uno de los extremos de las espirales de nuestra galaxia.

Por ello creo que la Evolución y la interacción biológica han podido actuar en millones de planetas o cuerpos celestes, en todo el Universo que puedan poseer unas condiciones físicas y químicas similares a las de la Tierra y haber desarrollado en ellos el proceso evolutivo hasta la vida que nosotros conocemos, o quizás de otro tipo y por ultimo la emergencia en ellos del espíritu.

Respecto a la forma en que pudo emerger el espíritu en el cuerpo de un homínido expondremos una analogía, que quizás resulte ilustrativa. Consideremos el carbón y el diamante, ambos están formados por la misma materia, el carbono, pero en el primero su estructura es amorfa, que entre otras cosas no deja pasar la luz, en cambio en el segundo es cristalina que si permito el paso de la luz. Pero el diamante en bruto es una piedra translúcida, que necesita un tallado y un pulido para que se convierta en un maravilloso diamante al pasar la luz por él. Analógicamente diremos que la evolución llegó hasta los animales cuya consciencia será análoga al carbón con estructura amorfa, que no dejaba pasar la luz, pero en un paso ulterior de la evolución se modificó la estructura organizativa de las neuronas del cerebro en el seno de los seres humanos, adquiriendo una estructura, que permitirá ya que el espíritu brillase en él. Este cambio de estructura se produjo probablemente a nivel de cerebro y sistema nervioso en los que lo importante no era el aumento de la capacidad craneal en los homínidos, como creen algunos paleontólogos, ni el aumento del número, tamaño o forma de las neuronas, creo que lo importante es que se produjo un cambio en la organización de las neuronas. Estos cambios físicos y en la consciencia del ser humano, podemos considerarlos análogos a pasar de la estructura amorfa a la cristalina en el carbono. Estos cambios en la evolución de las especies de homínidos o en el proceso de desarrollo del cuerpo del ser humano desde que se forma el óvulo fecundado, es lo que permite la emergencia paulatina del espíritu, cuyo reflejo sobre la consciencia humana es lo que posibilita la aparición de facultades exclusivas en el hombre o el gran desarrollo de otras facultades compartidas con los animales.

Esta concepción del espíritu es parecida a lo que dice el yoga-sutra en relación a que "el espíritu se refleja sobre la inteligencia, como una flor se refleja en el cristal".

A parte de este cambio de estructura, es preciso que se produzca algo parecido al pulido y tallado del diamante en bruto, para que la consciencia humana pueda brillar en todo su esplendor.

Esto consiste por una parte en la educación y comunicación del individuo con la sociedad humana en que vive (pues sabemos que individuos que han estado apartados de la sociedad humana en su niñez, como los varios casos de niños salvajes, que conocemos, no pueden alcanzar posteriormente las plenas facultades humanas). Por otra parte las propias experiencias del individuo contribuyen al desarrollo de las facultades mentales del hombre.

Esta luz interior que brilla en el ser humano, de la que se habla también en las Upanishads, es Dios, que esta en todas partes, tal como nos dice la Biblia (Salmos) siendo la causa que mantiene en existencia todas las cosas con su presencia, pero ocurre que en unos casos la estructura material de todas las cosas, salvo el ser humano, no permite la manifestación externa de Dios, en cambio en el hombre, si es posible que una chispa divina se manifieste y esa chispa o gota de la esencia divina, es el espíritu del hombre.

Cabe plantearse que es lo que hace humano a un hombre. Hemos dicho que el ser humano se diferencia de los animales en algunas de sus facultades, pero realmente esto no es lo verdaderamente esencial, pues es perfectamente concebible que un ser humano esté inconsciente o que tenga mermadas parcial o totalmente (por un accidente por ejemplo) sus facultades mentales, y no por ello deja de ser humano, opinamos que lo esencial de la humanidad reside en la posesión de su espíritu. Sólo deja de ser humano el cuerpo físico, con la muerte, en la que se separa el espíritu.

¿Cuándo surge el espíritu en el hombre? Opinamos que existe en ele momento de la concepción, es decir cuando se unen un espermatozoide y un óvulo humanos. Ahora bien dicho espíritu sólo se manifiesta en la consciencia y en sus facultades mentales, de forma paulatina, a medida que el desarrollo corporal, y en especial del cerebro, lo hacen posible.

Como ya expusimos el ser humano experimenta un desarrollo corporal y de su consciencia, que llega a su plenitud con la edad adulta. A continuación el ser humano experimenta una etapa de decadencia física progresiva que se llama vejez, en esta etapa las facultades mentales disminuyen y cabe pensar que ello es debido no a una disminución real de las mismas, sino a un deterioro de la estructura del cerebro y cuerpo físico en general que dificultan o impiden, que la consciencia plena pueda manifestarse.

Llegamos a la última fase de la vida que es la muerte, podemos plantearnos que puede ocurrir después de la muerte.

Existen al respecto diversas opiniones, por un lado la posición materialista dice que cuando el cuerpo físico muere, ahí se acaba todo, que no hay nada más.

Por otra parte hay la opinión sostenida por las creencias religiosas de los hombres que dicen que al menos una parte del ser humano sobrevive a la muerte y pasa a vivir en el otro mundo. La variedad de creencias sobre lo que ocurre ahí es muy grande, a título de ejemplos diremos que el hombre paleolítico por las pruebas que ha dejado en diversos enterramientos, ofrendas funerarias, alimentos, objetos, etc.., como veíamos mas extensamente anteriormente parece ser que creía que el espíritu llevaba en el otro Mundo una vida parecida a la de este Mundo.

En la antigua religión egipcia, concretamente en el "Libro de los muertos" se hace una detallada explicación del accidentado recorrido que tiene que hacer el alma del difunto, hasta llegar, eventualmente, al paraíso que sería una versión idealizada de este mundo.

En la filosofía indú, en el yoga por ejemplo, se cree que al morir se produce una separación entre el cuerpo físico y los otros "koshas" o fundas que envuelven el espíritu puro, estos "koshas" se mantienen durante un cierto tiempo, dependiendo de su vida anterior, pero van estallando sucesivamente, hasta que finalmente el espíritu puro se libera y se une a Dios. Hay una bella frase de Panikar que dice más o menos así: el alma al morir es como una gota de agua que cae en el océano, que es Dios.

Algunas de las grandes religiones actuales (cristianismo, Islam, judaísmo, etc…) creen que el hombre posee un alma que sobrevive al cuerpo en la muerte y pasa al otro mundo, donde existen lugares de castigo para los que han sido malos (infierno), de purificación (purgatorio) o de premio para los buenos (cielo) donde las almas pueden contemplar a Dios.

Con independencia de la existencia o no de fases intermedias después de la muerte, según las diversas creencias, religiones, opino que el espíritu del hombre, esta llamado, en ultima instancia, a la unión o comunión con Dios.

Bibliografía

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Autor:

José Luís Chancho Neve.

Spain. Madrid. Noviembre 2012.