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Influencia y Trascendencia – Arthur y Sigmund, algunos de los porqués del Psicoanálisis (página 2)

Enviado por Federico Fontana


Partes: 1, 2

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2)       Arthur Schopenhauer – El mundo como voluntad y representación

 

Las posibilidades eróticas del animal humano,

su capacidad de ternura, intimidad y placer solo rara vez pueden expresarse espontáneamente,

sin transformaciones muy complejas: se organizan en una

intrincada red de creencias, conceptos y actividades sociales,

en una historia compleja y cambiante. (3)

Introducción

Si escuchamos la palabra "sexo" inmediatamente pensamos en genitalidad. Por más mal que bien siempre se ha enfocado el sexo solo en una esfera "biológica". Esto indiscutiblemente ya forma parte de la manera general de pensar del hombre moderno. No hemos tenido la delicadeza de reflexionar sobre la episteme que construye el sexo y de los discursos que el mismo ha fomentado.

La restricción de la falacia sexual a pura genitalidad es un grave error, lamentablemente en la modernidad la mayoría de las gentes se han dogmatizado en solo hablar del genital, del acto sexual y del mero placer. La sexualidad es mucho más de lo que percibimos de primer momento. Como decía Jacques Lacan, la sexualidad es todo tipo de cosas, los periódicos, la ropa, el modo en que uno conduce, la manera en que los muchachos y las chicas lo hacen, un buen día al aire libre, en la plaza. La sexualidad agujerea la verdad, es justamente el terreno en que no se sabe con que pie bailar a propósito de lo que es verdad (4). Vivimos en una estructura construida con infinidad de discursos sexuales, se puede notar en el amplio imaginario social que tenemos para describir nuestros sexos, ya que existen figuras, olores y hasta luces que son sexuales y no necesitan de la genitalidad y de sus órganos para ser sexuales.

Nos interesa hacer un previo repaso histórico y conceptual sobre algunas consideraciones que creemos necesarias para el presente trabajo.

Desde el siglo II el cristianismo como religión única y redentora, ha asentado las prohibiciones y prescripciones sexuales que van a regir en el mundo occidental tratando de minimizar los placeres (5). En el giro de la modernidad se terminan de acentuar con la total desexualizacion del cuerpo. La reinante modernidad comienza en la época donde el mundo abrió los ojos con la circunstancia de lo que llamamos "el iluminismo", con sus banderas de progreso, evolución y control. Esta época data del siglo XVIII, el siglo de las Luces, donde la razón es colocada como centro (logocentrismo) donde todo tiene que ser controlado y verificado empíricamente. Es la cuna de la ciencia experimental, la cual desarrolla técnicas muy precisas para controlar el curso de la experiencia. Con la relación ciencia-modernidad podemos entender la importancia del siglo XVIII, para observar como se configuro hace casi tres centurias, el pensamiento de lo que llamamos el hombre moderno, científico. Durante este siglo, la sexualidad fue objeto de investigación científica, control administrativo y preocupación social, pues el afán de control de la sociedad por parte del sujeto moderno era apremiante (6).

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3)       Jeffrey Weeks – El malestar de la sexualidad

4)       Jacques Lacan – Mi enseñanza

5)       Pierre Bonnnasie – Vocabulario básico de la historia medieval

6)       Michel Foucault – Historia de la sexualidad I: la voluntad de saber

El hombre al esconder el sexo, mas bien se ha centrado en hablar todo sobre el, de manera tímida, debido a los estatutos de moral en la época, los cuales contradictoriamente, han creado una especie de moral traicionada que ha sido común denominador desde el siglo XVIII, cuando aumentaron considerablemente las habladurías secretas sobre el sexo. Pero, aunque se habla mucho, se habla como algo que no se tiene. Debido a que la represión del siglo XVIII creo un mecanismo de lenguaje alterado para desdibujar y deconstruir todas las palabras de temática sexual, tratando de crear un lenguaje censurado, para cualquier oído que lo escuche. Se crea entonces un  vocabulario autorizado y restringido especial para el sexo, cualquier minuciosidad o detalle a la hora de hablar de este, era tomado como un insulto.

La deformación de nuestra sexualidad es un hecho desde el siglo XVIII. Desde entonces se ha creado un bucle reproducción-sexualidad, que enmarca los territorios de la sexualidad "buena". La "mala" es todo lo infecundo, todo lo que no tiene generación como fin, situando fuera de lo normal a toda practica sexual sin motivos reproductivos. Se genera entonces dentro de la familia el hogar ideal del sexo en la modernidad, ella es la que traza los limites entre lo debido-indebido, lo normal y lo descarriado. Se protegía ferozmente la monogamia matrimonial, todo fuera de esto se consideraba un grave pecado. Desde esta época se han incrustado en la mente humana "perversiones" que determinan y describen lo irregular en nuestra sexualidad.

Las primeras victimas en beber el veneno de los dispositivos de contención sexual fueron los niños. Se crearon instrumentos pedagógicos para incrustar paradigmas errados pero buenos en los jóvenes, para así minimizar las perversiones y rarezas sexuales en la sociedad. Esta implantación perversa esta fundada en la cientificidad del sexo. La verdad sexual la tenía el maestro, extendiéndose por las calles y avenidas, por los comentarios del alumno enseñado, ese alumno que crece para convertirse en un hombre de bien, que jamás caerá en perversión. Se observa hasta con los ojos mas ciegos, que se le ha puesto desde la niñez un gran "dique al desarrollo sexual con el asco, la vergüenza y la moral", estas tres palabras han sido los pilares donde se fundamenta la ocultación de la sexualidad humana (7).

Ahora bien, en nuestros tiempos podemos notar que las cosas han cambiado un poco, los controles del poder se han desgastado y se han desmenuzado muchos tabúes debido a las nuevas tecnologías sexuales, y junto con estas parece ser que se ha permitido la desinhibición en la sexualidad.

Habiendo creado el marco propicio para nuestro desarrollo es entonces que creemos oportuno el momento para comenzar, se han dado las condiciones necesarias y tenemos la plena convicción de no errar demasiado el sendero.

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7) Sigmund Freud – Tres ensayos de una teoría sexual

 

Después del amor a la vida, el sexo es el más poderoso y activo de los móviles humanos,

que reclama sin cesar la mitad de las energías y los pensamientos de los jóvenes.

Es el fin último de casi todo empeño humano.

Tiene una influencia perniciosa sobre los asuntos más importantes,

estorba a toda hora los menesteres más serios y muchas veces causa perplejidad a las mentes más grandes,

el sexo constituye de hecho, el meollo de toda acción y toda conducta,

y aflora por doquier pese a todos los velos con que se procura ocultarlo.

Es causa de guerra y objetivo de la paz, fuente inagotable del ingenio,

clave de toda alusión, sentido oculto de toda insinuación misteriosa,

de toda oferta callada y toda mirada furtiva,

es el tema de meditación de los jóvenes y a menudo también de los viejos,

el desvelo incesante de los que no son castos y la imagen que acosa sin tregua a los castos,

aun contra su voluntad.

Habida cuenta de todo ello, nos vemos obligados a exclamar:

¿Por qué tanto ruido y tanta bulla? ¿Por qué el apremio, el alboroto, la angustia y el agotamiento?

Solo es cuestión de que cada uno encuentre su cada una.

¿Por qué semejante banalidad juega un papel tan importante en la vida del hombre,

perturbándolo y confundiéndolo sin cesar? (8)

Un cuidadoso análisis de la obra central de Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación, muestra que muchas de las más características ideas de Freud habían sido anticipadas por Schopenhauer. En el siglo XIX, algunos temas generales eran muy frecuentes en el mundo de habla alemana, y ninguno de ellos más que el de la voluntad y la conciencia. Estos temas ciertamente pueden haber alcanzado en Freud su máximo desarrollo, pero no tienen sus comienzos en él ni tampoco en Nietzsche. Para encontrar sus orígenes y los primeros planteamientos claros debemos retroceder en el tiempo hasta el insólito y misantrópico filósofo Arthur Schopenhauer.

La doctrina de Schopenhauer contiene una clara anticipación de los procesos primarios y la sexualidad que es tan central en él como en la posterior teoría de Freud, también no solo identificó un proceso semejante a la represión de Freud  sino que lo expresó en un lenguaje similar e intento seguir el rastro de una etiología de la locura. Nos dice Schopenhauer: a través de nuestro cuerpo es como adquirimos conocimientos que no podemos conceptualizar ni comunicar porque la mayor parte de nuestra vida interna nos es desconocida. La reprimimos y no aflora en la superficie de nuestra conciencia porque tomar conocimiento de nuestra índole mas profunda (nuestra crueldad, temores, apetitos sexuales, nuestra agresividad y egoísmo) nos causaría una terrible conmoción que no podríamos soportar (9). ¿Acaso no suena conocido todo esto? Se parece un poco a las ideas de Freud sobre el inconsciente y la represión.

La obra fundamental de Schopenhauer se publico 40 años antes de que Freud naciera. A mediados del siglo XIX, cuando Freud era un niño (lo mismo que Nietzsche) Schopenhauer era el filosofo mas leído de Alemania.

Ahora bien, como comprendemos estas fuerzas inconscientes? Si bien es imposible conceptualizarlas, las experimentamos, y en opinión de Schopenhauer las transmitimos directamente y sin palabras a través de las artes. De ahí que consagrara su atención mucho mas que ningún otro filosofo a las artes y es especial a la música. ¿Cuáles fueron las conclusiones que extrajo Schopenhauer de su conocimiento interno del cuerpo? Que hay en nosotros, y en toda la naturaleza, una fuerza primaria insaciable que no se da tregua y que el llamo "voluntad". Donde quiera que miremos en la vida nos dice, observamos ese batallar que representa el núcleo, el "en si mismo de todo". Y entonces en que consiste el sufrimiento, en entorpecer esa batalla poniendo un obstáculo en el camino de la voluntad hacia su meta.

En que consiste entonces la felicidad, el bienestar? En alcanzar la meta. Deseamos, nos dice, siempre deseamos. Por cada deseo satisfecho que asoma a nuestra conciencia, hay cuando menos otros diez que no lo son y que quedan envueltos en los velos inconcientes. La volición nos impulsa sin tregua pues cada deseo colmado cede al instante su puesto a otro, y otro, y otro, y así durante toda la vida. Afirma entonces de esta manera que aquello que no impulsa no es realidad una necesidad nuestra sino la necesidad de la especie.

Y dice aún mas: "Aunque los protagonistas no lo adviertan, el verdadero fin de toda historia de amor es engendrar un niño". Y luego, "por ende, lo que impulsa en realidad al hombre es un instinto orientado hacia lo que es mejor para la especie, si bien el hombre individual imagina que así procura su propio placer". Analiza detalladamente los principios que rigen la elección de pareja sexual ("Todos aman aquello que les falta nos dice") pero no deja de repetir que la elección, en realidad, la hace el genio de la especie. "El espíritu de la especie se apodera del hombre, lo gobierna y el ya no se pertenece…pues en ultima instancia sus actos no se encaminan hacia sus intereses sino hacia los de un tercero que aun no tiene existencia". Insiste sin cesar en el vigor del impulso sexual: "Pues el hombre se halla bajo el dominio de un impulso semejante al instinto de los insectos, que lo obliga a cumplir sus objetivos sin condiciones, a todos los argumentos de la razón…no puede librarse de el". Es que la razón poco tiene que ver con ello. A menudo la razón indica a una persona que debe evitar sus deseos individuales, pero su voz es impotente contra el vigor de la pasión sexual. Schopenhauer cita entonces al gran cómico romano Terencio: "No es posible gobernar con la razón aquello que no esta dotado de razón" (10).

Al haber recorrido algunas citas de Schopenhauer para ilustrar mejor nuestra perspectiva nos sentimos en la necesidad de ampliar el abanico de referencias históricas y bibliografiítas a fin de sentir un respaldo sobre la columna del presente trabajo.

El primer estudio significativo entre la relación de nuestros protagonistas fue realizado en Ellenberger en su clásica historia de la Psicología Dinámica de 1970 (11). Subraya en varias ocasiones las ideas psicológicas de Schopenhauer e insta a que sea incluido "definitivamente entre los antecesores de la moderna psiquiatría dinámica". El ensayo de Gupta de 1980 es también una notable contribución. Afirma que en los escritos de Schopenhauer se encuentran muchas penetrantes ideas que más tarde fueron desarrolladas y elaboradas por Freud y además observa que ambos consideran la importancia capital de la infancia en la formación de la posterior personalidad (12). Thomas Mann hizo algunas profundas observaciones sobre el tema, desde su punto de vista, Schopenhauer como psicólogo de la voluntad, es el padre de toda la psicología moderna. Desde el parte una línea que a través del radicalismo psicológico de Nietzsche va directo hasta Freud y los hombres que construyeron su psicología del inconsciente y la aplicaron a las ciencias de la mente (13).

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8)       Arthur Schopenhauer – El mundo como voluntad y representación

9)       Irvin Yalom – Un año con Schopenhauer

10)   Irvin Yalom – Un año con Schopenhauer

11)   Henri Ellenberger – Historia y evolución de la dinámica Psiquiatría

12)   Rajender Gupta – Freud y Schopenhauer

13)   Thomas Mann – Ensayos de tres décadas

Volvamos un segundo a la noción de voluntad de Schopenhauer. Su psicología se desarrolla a partir de esta noción, especialmente sus doctrinas de que la sexualidad penetra toda la motivación humana y que el intelecto es secundario respecto a la voluntad. La voluntad es fundamental. Ella subyace y anima a todos los fenómenos (todo lo que se puede observar o lo que llamamos el mundo objetivo). La voluntad esta en lucha continua y todas sus múltiples manifestaciones en este mundo están eternamente compitiendo por alcanzar alguna satisfacción, este es el fundamento de su pesimismo. Piensa que la voluntad misma es inconsciente pero que se manifiesta en el deseo sexual y en el "amor a la vida" de los seres humanos. Como muchas de sus ideas, las opiniones de Schopenhauer sobre el poder del deseo sexual están expresadas en un lenguaje metafísico. Nos dice: cuando la voluntad se manifiesta por si misma en la forma de una criatura viva, tiende a perpetuarse a si misma de acuerdo al método de reproducción de la misma. Es la mas completa manifestación de la voluntad de vivir, su carácter mas claramente expresado. La sexualidad es la más decidida y poderosa afirmación de la vida por el hecho de que para el hombre en su estado natural es la finalidad de su vida y su meta mas elevada. La conducta sexual fluye desde las profundidades de nuestra naturaleza (14).

Schopenhauer, como más tarde Freud, amplió el término sexualidad y otros análogos a un conjunto de fenómenos mucho más amplios que los habituales en el discurso ordinario. Ampliaron drásticamente las motivaciones y las actividades sexuales. Schopenhauer mantuvo alguna conexión con lo orgánico y lo genital (la sexualidad en sentido común). Freud llegó mucho más lejos ya que también amplió el concepto de lo sexual, declarando como sexuales a muchas cosas que no tenían conexión alguna obvia con lo orgánico o el placer genital. Como él mismo admite: "al psicoanálisis se le reprocha frecuentemente por haber extendido el concepto de lo sexual más allá del uso común. El hecho es incontestable…" (15)

Creemos oportuno hacer un alto aquí, para la reflexión, el repaso por los conceptos que hemos desarrollado y para una segunda mirada que nos permita tal vez afilar la pluma y profundizar más en aquellas cuestiones que por (…) en el comienzo actuaron como disparadores del presente trabajo. Es una intención casi concreta que se hará tangible en la finalización del trabajo el repaso hondo y exhaustivo sobre las concepciones de la sexualidad infantil en Freud, acerca de la capital importancia que atribuyó Schopenhauer a dicho momento, ya que si bien él no postuló la existencia de una sexualidad infantil (todo lo contrario) sí desarrolló importantes características que nos permitirán más aun penetrar en la conexión que une a dichos autores.

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14)   Arthur Schopenhauer – El mundo como voluntad y representación

15)   Sigmund Freud – Las resistencias contra el Psicoanálisis – Una dificultad del Psicoanálisis

 

 

 

 

Autor:

Federico Fontana

Partes: 1, 2
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