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El comprador más grande


Partes: 1, 2

    Cundo leí el best seller El Vendedor Más Grande del Mundo, del fabuloso Og Mandino, , nunca jamás imaginé, nunca jamás supuse que en su momento, en algún momento de mi vida me convertiría en escritor, o por lo menos pretendería convertirme en escritor, el escritor del libro EL COMPRADOR MAS GRANDE.

    Es que mi trabajo como médico asistencial de un centro de salud de un distrito relativamente pequeño de la provincia de Chiclayo, región Lambayeque, Perú, siempre lo desarrollé como lo desarrolla cualquier médico asistencial: Crear la mejor relación médico-paciente, dentro de lo posible, mediante la anamnesis(interrogatorio), examen físico, exámenes auxiliares, etc. Establecer el mejor diagnóstico al alcance de uno (de acuerdo a nuestros conocimientos y experiencia), y luego recetar, indicar, lo necesario al mismo tiempo que educar, orientar al paciente para en lo posible evite volver a tener el mismo mal siguiendo el cumplimiento de las mejores reglas preventivas, etc.

    Como este libro no pretende ser un compendio sobre medicina, es razón por la cual no me extiendo en detalles del desempeño del médico. Pero como este libro sí pretende ser una obra de consulta (a través de su lectura, si es repetida, mejor) para las enfermedades del alma, traducidas en tristezas profundas, desánimos intensos, etc, es razón por la cual sí me extenderé en otro tipo de detalles: El cómo infundir ánimo, optimismo, sea cual fuere la naturaleza del mal que aquejara a tal y/o cual paciente, a tal y/o cual persona, porque nadie (ninguna persona, no necesariamente teniendo que ser "paciente"), hasta donde conozco, está libre de aquellos golpecitos de la vida, golpecitos que generaron el magistral poema de nuestro vate universal césar Abraham Vallejo mendoza, "hay golpes en la vida, tan fuertes yo no sé". Entonces este verso nos habla de golpes, pero, ¿nos habla de golpes físicos?, evidentemente que no. Tal verso nos habla de golpes no físicos, talvés golpes a nuestra autoestima, golpes a nuestro amor propio, golpes a nuestra dignidad, etc. Golpes que, no siendo físicos, sí duelen, pero ¿Dónde podemos conseguir, comprar, un analgésico que palie tales dolores, de naturaleza no física?

    Cuando alguien me habla, me conversa, de lo extendido del problema de la drogadicción, alcoholismo, etc, yo contesto, yo comento: "Dime tù. ¿No es cierto que la droga es un potente analgésico?¿No es cierto que el que bebe hasta màs no poder, se sumerge en un estado de conciencia, cercano al coma, estado en el que no siente los golpes, no le despiertan los gritos, etc, etc? Entonces, ¿no es cierto que lo que busca el alcohólico y/o drogadicto es analgesia a sus dolores no físicos, dolores inherentes a sus angustias, ansiedades, frustraciones, penas, sinsabores, desgracias, pobrezas, desilusiones, etc?"

    Por lo tanto, urgiría encontrar un analgésico para el alma adolorida, un analgésico para el espíritu sufriente. Mejor dicho, urgiría comprar tal analgésico. Y al hablar de comprar, tengo que referirme al título de esta obra: "El Comprador Más Grande". De los grandes podemos (y debemos)aprender, incluso a comprar, para después no estar descontentos con lo que hemos comprado, y/o constatamos que lo que llegamos a comprar en verdad en verdad no nos sirve para lo que estábamos necesitando.

    Entonces aquí va la respuesta a la pregunta que talvés, amigo lector, te has formulado. Porque si yo leo el título "El Comprador más Grande", mínimo lo que me viene a la mente es, ¿"y quien será tal Comprador Más Grande?".

    Y la respuesta es: El Hombre que curaba con solo hablar, Jesús.

    Es por eso que quizás el título de este libro debería ser "El Comprador Más Grande del Universo", porque esto es lo que en verdad, en verdad, ES EL SEÑOR JESUS, El Comprador Más Grande, no del mundo sino del Universo. Pero por alguna razón aún no muy clara me he quedado con aquel título, "El Comprador Más Grande". Parece que manifiesto un temor a la rimbombancia del otro título. Bueno sea como sea, lo dejamos ahí. El Tìtulo del Libro es "El Comprador Más Grande del Mundo".

    Lo que busco es transmitir, compartir ciertas ideas, ciertos conocimientos, ciertas convicciones, y como dicen quienes tienen éxito en la televisión, "nuestro éxito depende del televidente ya que si el televidente quiere, o apaga la televisión o cambia de canal y deja de vernos entonces disminuye nuestro rating, por lo tanto nuestros auspiciadores nos dejan de auspiciar, entonces nosotros ya fuimos". Así también yo digo: Tendré éxito o no como autor de este libro, si tú, no "apagas" el libro (no lo cierras, no lo botas) y/o no lo cambias por la lectura de algo más ameno, etc.

    Es decir; o logro que estas páginas sean todo lo imantadas para que los mantenga, amigos, amigas, adheridos, adheridas, a su lectura, o este libro "ya fue". Habrá sido de mi parte solo un intento vano de llegar a las mentes de uds en procura de intentar hablarles algo del Comprador Más Grande.

    Pero al mismo tiempo que me propongo hablarles algo del Fabuloso Comprador, al mismo tiempo me digo, "pero como puedo hablarles a mis amigas, amigos, algo del Gran Comprador si ya todo ha sido dicho de El, si ya todo el mundo lo sabe todo o casi todo de El".

    Pero como la terquedad habita en mí en cierto grado, aquí estoy, terco, pretendiendo hablar algo sobre el Magnífico Comprador.

    Es que El Fabuloso, El Gran, El Magnífico Comprador, compró mi alma señores. Y compró la vuestra también.

    Quien haya leído la magnífica obra literaria "los miserables" del también magnífico Víctor hugo, tiene que recordar que Jean Valjean robó piezas de plata del sacerdote que le dio hospedaje. Y el lector, tiene que recordar también que un policía lo detuvo por su apariencia de vago y al inquirirle sobre el origen de las piezas de plata Jean Valjean le refirió que el sacerdote se las había obsequiado, y cuando el policía le expone esto al sacerdote preguntándole si ello era cierto, este le responde que "sí", que sí le había regalado esas piezas de plata al vagabundo. De esta forma (el policía, ¡cómo iba a dudar de la veracidad del testimonio del sacerdote!), Jean Valjean, fue dejado libre, gracias a la bondad de tal sacerdote que prefirió mentirle al policía (y con ello salvarle de una cárcel segura), antes que decirle la verdad (y con ello condenarlo a Jean Valjean a la cárcel). Qué dilema para el bondadoso sacerdote.

    Y cuando pasado el tiempo, Jean Valjean, convertido en hombre de bien llegó a ser alcalde de una ciudad que lo cobijó (no recuerdo o no está dicho por qué es que él no volvió a su ciudad natal), llevó a dicha ciudad a la prosperidad. En cierto momento, haciendo alusión a ese cambio que se había operado en él y mencionando que todo el odio que había sentido en su corazón (porque estuvo preso largos años solamente por haber robado un pan para saciar el hambre de su niño), él dijo refiriéndose a aquel sacerdote, "es que hubo alguien que compró mi alma, y ahì salió de mi ser todo odio, todo sentimiento negativo".

    Tal sacerdote con su bondad, al decirle al policía que sí era cierto que él le había obsequiado tales piezas de plata, libró a tal andrajoso de nuevamente ser encarcelado. La gratitud que el sacerdote generò, fue verdadera semilla, que luego se transformò en "la planta" en que se transformò: El nuevo Jean Valjean.

    Ese hecho, la ayuda que recibió del sacerdote, le produjo a Jean Vanjean tal impacto que lo dejó estupefacto, anonadado, y cuando se fue el policía, cayó de rodillas ante el bondadoso sacerdote y le agradeció su ayuda.

    Cuantas faltas, cuantos errores, habremos cometido amigas, amigos. San pablo dijo, "tendría que tener paladar de acero para enumerar todas mis faltas". Que hombría, que virilidad la de San Pablo para ser tan valiente de reconocerse como gran pecador. Si él, San Pablo, se reconoció como hacedor de tan grandes faltas, ¿Cuánto más nosotros?

    Por eso necesitábamos a alguien que nos compre, así con nuestras faltas, así con nuestros pecados, asì con nuestras suciedades. Tal comprador es el Eje de este libro: Nuestro muy Amado Señor Jesucristo.

    Yo no soportaría tanto látigo, tanto escupitajo, tanta burla. El sí. Por amor a nosotros pagó el precio que pagó. Que amor. Cuanto amor. Que amor más grande.

    Por eso hablo de El, por eso escribo sobre El. No porque haga falta que yo o alguien hable o escriba sobre El, sino que es algo que está en uno, como un hambre, como una necesidad, y cuando uno tiene hambre, cuando uno tiene una necesidad uno encuentra la forma, de satisfacerlos. Yo tengo hambre y necesidad de hablar de El. Mi satisfacción la logro hablando de El, escribiendo sobre El. He aquí el por qué esta obra está en tus manos.

    ¿Llegará a otras manos?, ¿otras manos querrán tener esta obra? El tiempo dirá su palabra.

    Yo me limito a decir entonces, "Oh Comprador, compraste mi alma cuando me hiciste sentir Tu Amor, Tu Bondad, Tu Nobleza, cuando me libraste de aquella muerte inminente, de aquella caída ya casi materializada, por eso reconozco, acepto, que mi alma ya no es mi alma, mi alma es Tuya, Te Pertenece ti, y como Tú, TODO lo que tocas lo Transformas en oro, Tú sabrás que hacer con mi alma, para que sea un alma que no odie, sino que AME. Amén".

    ¿Te parece amigo, amiga, que tal oración, ò una oración que tù mismo(a) generes, adaptada a tus sentimientos, emociones y/o necesidades, te puede ayudar a comunicarte con El?, yo creo que sí. Para mí, es indiscutible que sí.

    Por eso me place hablar del Comprador, porque compró a toda la humanidad, con "solo" dar Su Sangre, Su Vida, en La Cruz del Calvario.

    Jesùs, con solo darle al Creador(a través de demostrarle su fe)5 panes y 2 peces, ¿qué compró?: Compró suficiente alimento para saciar a "unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y niños"(asì dice La Biblia). Qué tal capacidad de compra, QUE TAL. Por eso lo Admiro, por eso es mi Guía, mi Líder.

    Y me viene a la memoria otro gran comprador de la Historia Bíblica, el gran Jacob, que con un plato de lentejas le compró a su hermano esaú, su derecho a recibir la Bendición de Primogenitura, tal y como sucedió después, al punto que con el tiempo, su nombre fue cambiado a Israel, (luego de ser bendecido por el ángel), le dio tal nombre a toda una nación.

    George Washington, con su apellido dio nombre a uno de los más importantes estados del poderoso Estados Unidos.

    Por eso hay quienes, como George Washington que en algo se han acercado al éxito de Jacob, pero emularlo, que yo sepa no lo hay.

    Amèrico Vespucio, le dio su nombre al continente americano. Colòn le dio su nombre a colombia.

    Entonces, si hasta aquí me has seguido en la lectura, amigo, amiga, ¿es porque he logrado atraer tu atención porque estás descubriendo que en tí existía latente el sentimiento, la emoción (y no te habías percatado antes talvés) de que tú también quisieras ser un gran comprador, quizás no "otro" comprador más grande del mundo, pero sí hoy mejor comprador que ayer, mañana mejor comprador que hoy, pasado mañana mejor comprador que mañana, y así hasta donde te sea posible llegar?

    ¡Eso!, amigo, ¡eso! amiga, ya sabía que en ti albergaba, existía, ese germen de "quiero ser un gran comprador", "quiero ser una gran compradora".

    Pero, ¿Cómo alguien puede ser un gran comprador, una gran compradora, si solo mira los defectos, las fallas, etc y entonces se dice "esto no sirve", "esto tampoco sirve", "esto igualmente no vale", etc, y así va buscando por el mundo "lo perfecto" entonces al no encontrarlo, a las finales no compra nada?

    Yo prefiero comprar tu amistad, con mi amistad; prefiero comprar tu afecto, con mi afecto. Que Dios me ayude en esto.

    Entonces, ¿qué nos depara el destino? Demos tiempo al tiempo y mientras tanto sigamos aprendiendo de los que ya lo hicieron, de los que ya llegaron.

    Moisés fue otro gran comprador. Con su sacrificio de renunciar a su posición de segundo, después del Faraón (y con ello renunciar a la posibilidad de ser el siguiente faraón). Con tal sacrificio comprò su ingreso a la Historia, como el libertador del pueblo hebreo, el hacedor de las maravillas que están narradas en La Escritura, incluído por supuesto el Majestuoso paso del Mar Rojo.

    Claro que sì, el paso del Mar Rojo, la apertura de las aguas del Mar Rojo, la separación de las aguas del Mar Rojo, "no" las hizo Moisès, las hizo Dios. Pero, Dios, ¿habrìa podido abrir, separar las aguas del Mar Rojo, si es que Moisès no hubiera estado presente en la escena, sirviendo de instrumento, medio, vehículo, transmisor, sustrato, para que el Maravilloso Poder de Dios se manifieste? Ojo con esto amigos, amigas: Dios, NECESITA a sus instrumentos, medios, vehículos, transmisores, sustratos. ¿Queremos y/o podemos ser sus instrumentos, medios, vehículos, transmisores, sustratos? Cada uno tiene su respuesta, cada uno tiene su destino.

    ¿Puede un artefacto eléctrico funcionar si es que no se conecta el enchufe en el tomacorriente, para que pueda CIRCULAR la electricidad?

    Por lo pronto lo que nos está instruyendo la vida del gran comprador Moisés, es que no pocas veces el que quiere ser un gran comprador debe estar dispuesto a sacrificar posiciones, sacrificar riquezas, privilegios, etc. ¿Estamos todos dispuestos a dar ese pago por, para, convertirnos en grandes compradores? Cada quien tiene su respuesta, por supuesto.

    Quien desea hacerse profesional, por ejemplo, tiene que, ingresar a la universidad, seguir los estudios propios de su carrera. Todo esto le significa competir con otros(as) que también aspiran a ingresar a la universidad. Le significa aprobar las materias inherentes a sus estudios. Sin el aporte de su tiempo, dedicación, perseverancia, etc, no puede "comprar" su egreso, su graduación, su titulación, etc.

    En otras palabras, desde que nacemos, hasta que llegue el último dìa de nuestras vidas, estamos moviéndonos en un mundo en el que hay que saber vender y saber comprar. Que Dios nos ayude a procurar ser buenos vendedores, y también buenos compradores.

    Tenemos el Gran Guìa, El Gran Comprador, nuestro muy Amado Señor Jesucristo.

    Cuando le compartì el borrador de este libro a mi hermano mayor(soy el 2º de 8 hermanos), me contestò "bacàn tu libro". Considerè tal expresión como estìmulo para seguir adelante, y aquí està este compartir de ideas con uds, amigas, amigos. Y aquí está mi gratitud a mi hermano que con su "bacán tu libro", me ayudó a llegar hasta uds, amigas, amigos.

    Poco después de tal estímulo de mi hermano mayor, me llegó el estímulo de mi hermano que me sucede, menor mío por 3 años, quien me escribió "y respecto a tu libro, sería bueno que nos los hagas llegar", indicando con esto que por algún motivo no le había llegado el archivo que le envié a su correo, lo que inmediatamente corregí. Desde aquí, gracias, hermano.

    Del penúltimo de mis hermanos recibí la sugerencia "no uses disminutivos y no repitas mucho las palabras o las frases". Cogí, hermano, tu sugerencia, como una "orden".

    Luego de este agradecimiento a mis hermanos, sigamos.

    Si este libro, habla de comprar algo, ¿tenemos el concepto claro de lo que es comprar? Lógico que cada quien tiene su propio concepto de todo. Bien o mal, cada uno de nosotros tenemos nuestras propias definiciones. ¿Cómo defines tù el comprar? Para mí, el comprar, no es sino el obtener lo que necesitamos, dando a cambio, entregando a cambio, lo que el que vende necesita recibir. ¿Puedes tù coger una moneda de un sol y "beberla"? Lógico que no. Pero sí puedes ir a la tienda, entregar la moneda de sol y pedir a cambio la gaseosa que vale un sol, y con esta gaseosa saciar tu sed. Entonces, detrás del proceso de compra, está implícita la magia de transformar lo que "no puedes usar", (la moneda) en lo que sí puedes usar(la gaseosa).

    ¿Cuántas cosas necesitamos todos? He aquí la palabra clave, la necesidad: Según sean nuestras necesidades, así tendrán que ser nuestras compras. Cuando esaú llegó del campo, cansado, hambriento, ¿qué era lo que más necesitaba?, comida, comida, comida, claro está. ¿Quién tenía la comida, lista para ser consumida?, Jacob, pues. Es ahí cuando se establece el diálogo: dame tu plato de lentejas – te lo vendo – ¿cuánto pides? – renuncia a tu primogenitura para yo pasar a ser el primogénito – hecho – renuncio a mi primogenitura – toma mi plato de lentejas, no eres más el primogénito, yo he pasado a serlo.

    Negociazo, negociazo, negociazo. Por eso los judíos son los más grandes negociantes del mundo. Venden hasta el aire. Cogen un tarro cualquiera, hacen un movimiento, tapan el tarro y le dicen al turista "lleve aire de la tierra santa". Jacob, gran negociante: Con un plato de lentejas, compró su derecho a recibir la Bendición de Primogenitura. Claro que cuando Isaac, (que no estaba enterado que esaú le había vendido su primogenitura a Jacob), le habló a esaú de que sentía que ya estaba cerca el momento de dejar esta tierra y que por lo tanto era momento para bendecirlo con la bendición de primogenitura, esaú no le dijo a su padre "padre, no puedes darme la bendición a mí. Yo le vendí mi primogenitura a mi hermano Jacob, por lo tanto es a él a quien tienes que bendecir". No le dijo así. Al contrario, salió disparado a conseguir el cabrito que Jacob le había pedido como ofrenda. Pero, como Dios está atento a todo, más aún cuando se trata de asuntos serios, movió las cosas a favor de Jacob. Raquel, que había escuchado lo que isaac le dijo a esaú, fue a Jacob y le dijo "tu padre le va a dar la bendición a esaú, siendo que a esaú no le corresponde recibirla. Yo voy a coger un cabrito de nuestro corral y lo voy a preparar al gusto de Isaac. Pero cuando te presentes ante él(Isaac era ciego), por tu voz puede entrar en duda de que quien está frente a él no es esaú, por lo tanto te puede tocar los brazos y sentir que eres lampiño(esaú era velludo), entonces, vas a cubrir tus brazos con la piel del cabrito, para que imites los vellos de esaú. Para que huelas a tu hermano ponte sus ropas". Así lo hizo, y sucedió que Isaac lo bendijo.

    Al rato llega esaú y al decirle su padre "pero si ya te bendije", esaú entra en ira y le dice "Jacob me ha suplantado". Debió hablarle del asunto de la venta de su primogenitura, pero no lo hizo.

    Esaú insistió "mi hermano me ha suplantado, maldícelo", Isaac contestó "en la bendición que le he hablado le he dicho "el que te bendiga será bendito y el que te maldiga será maldito" ", y agregó "ni yo puedo maldecirlo, porque si lo maldigo yo seré maldito, yo me estaría maldiciendo a mí mismo". Es ahí cuando esaú jura darle muerte a su hermano, y es ahí cuando nuevamente entra a participar la ayuda de Dios a través de su madre, quien al escuchar lo que esaú había jurado, inmediatamente, le dio la advertencia a jacob, el que sin pensarlo 2 veces, emprendió la huída.

    Entonces aquí vemos como la compra que hizo el buen comprador Jacob, fue defendida por Dios. Y esto es lo que debemos procurar siempre: Que nuestras compras tengan el respaldo de Dios. Logrado esto, lo demás, el resto, es "papayita": Contando con la ayuda de Dios, todo va por buen camino. Por eso siempre, incluyamos en nuestros buenos hábitos el decir "Que todo sea Conforme la Perfecta Voluntad de Dios".

    Y AQUÍ sí qué, entra la gran disquisición tuya, amiga lectora, amigo lector. "¿Qué todo sea Conforme la "Perfecta" Voluntad de Dios?", "¿Acaso la Voluntad de Dios,así a secas, no es perfecta?"; "¿Lo correcto no es simplemente, llanamente, decir: "que todo sea conforme la Voluntad de Dios", sin tener por qué anteponer el término "Perfecta"?"

    Entonces, para no perderte como lector, te invito a que este punto lo pases por alto, si es que te estoy generando algo de inquietud. Pero si quieres abrirte a la posibilidad de que hay algo interesante que te quiero mostrar, entonces te invito a la lectura de los 3 párrafos siguientes:

    Lee el libro de job y ahí te encontrarás con la conversación que Dios tuvo con el enemigo, antes del suplicio que job experimentó. "¡qué!, ¿Dios conversa con el enemigo?, no lo creo, no lo puedo creer, ¿de donde saca este señor tamaña cosa?", pueda que te estés diciendo, amiga, amigo. Entonces, vayamos con calma a la ESCRITURA. ¿Sí?, ¿Ya leíste el 1er capítulo del libro de job y acabas de constatar que verdaderamente Dios conversó con el enemigo, previo al suplicio de job? Entonces, ¿ya comprobaste de donde el señor autor de este libro ha sacado "tamaña cosa"? Y ojo que por poco casi dijiste "¿de donde saca este señor tamaña mentira, tamaña falsedad?". Y dime tú, ¿no es cierto que la ESCRITURA desde siempre ha tenido ahí en Sus Páginas tal relato, y no te habías percatado de dicha conversación? BIEN, sigue leyendo, ¿no es cierto que cuando Dios le habla bien de su hijo job, el enemigo le dice "¿me permites que me meta con él?", a lo que Dios le contestó "ya, métete con él, solamente no te metas con su vida(no lo mates)".

    Entonces el enemigo no lo pensó 2 veces y salió disparado a hacerle daño a job. Así es amiga, amigo: Dios tiene una permisiva voluntad a través de la cual le puede dar permiso (si es que así lo decide) al enemigo. Obtenido el permiso, el enemigo puede meterse con quien eligió meterse.

    Diferente fue con el Señor Jesucristo. Jesús llegó a orar "Padre, si te es posible evítame pasar por lo que voy a pasar, pero si no te es posible evitarme pasar, que todo sea Conforme tu Voluntad". Jesús hizo referencia tácita a la Perfecta Voluntad, aquella que desde la expulsión del edén de nuestros primeros padres, ya hizo alusión al Señor Jesucristo cuando les hizo vestir con pieles de cordero. Màs tarde, 4 mil años después tendría que venir el Cordero de Dios, que al ser sacrificado, nos limpiaría de nuestras faltas, de nuestros pecados. La piel del cordero, solo cubría el pecado. El Cordero, Jesús, limpió el pecado. La diferencia es total.

    Entonces, si lo aceptas, bien, si no lo aceptas, bien. Lo verdaderamente importante es usar los conceptos espirituales para curarnos, para ayudarnos a salir de nuestras dificultades. Si tal o cual concepto, en lugar de ayudarnos, nos confunde, nos hace entrar en dilemas, ansiedades, mejor hagámoslo a un lado, pues. Dicho más explícitamente, sigue leyendo lo que sigue, sin prestar atención a los 3 párrafos anteriores. Triste sería para mí que cierres el libro, pero tienes todo el derecho de hacer lo que creas que debas hacer.

    Bien, asumiendo que sigues en la lectura de este mi libro, ¿no te ha sucedido muchas veces(o por lo menos una única vez)que te has sentido encerrado, aprisionado, en una situación de difícil o imposible solución, como se sintió Moisés con su pueblo cuando tuvo al frente de ellos al mar rojo y detrás al ejército del faraón?

    ¿Con que compró Moisés el paso del mar rojo?, ¿No fue con fé? Entonces está clarísimo pues: Con fé compra el paso tuyo a través de esas dificultades insalvables, Con fé compra el paso tuyo a través de esos problemas gigantescos. ¿No tienes fé? Crees que no la tienes, amiga, amigo. Si no tuvieras fé, no estarías como estás ahorita: Con vida, con salud, con seres queridos que te aman, etc. Lo que pasa es que no estamos habituados a contar nuestros bienes. No tenemos el dichoso hábito de valorar lo que nos rodea: el aire que respiramos, el agua que bebemos, el amor que recibimos, etc.

    Y dime algo, ¿sabes algo de la victoria de David sobre goliath? Ese es otro temaza, ¿cierto? Entonces, ¿te parece que lo degustemos, lo paladeemos, lo saboreemos?, bien, vamos a disfrutar esa hermosura encerrada en la victoria del jovencito David, casi desarmado (armado solo con una honda), versus el combatiente, gigante, cubierto por una armadura metálica que le protegía casi totalmente, goliath, quien era el luchador estrella de los filisteos, pueblo que le hacía guerra a Israel. Llegado el momento se dio la figura de que si algún israelita lograba vencer a goliath, los filisteos aceptarían dejarlo en paz al pueblo hebreo. Saúl, el rey israelita de tal momento, ofreció a su hija en matrimonio al que venciera a tal guerrero. Ninguno de sus mejores soldados aceptó el reto. David no era soldado, era un sencillo pastor de ovejas, pero de hecho habitaba en él un espíritu especial, que lo indujo a decir que él aceptaba el reto. Así fue. Llegó el momento de la confrontación. El grandazo, aguerrido, experimentado, goliath y el minúsculo, casi adolescente, nada experimentado en batallas, simple pastor de ovejas, David. Goliath vestido con una armadura que lo protegía incluso en la cabeza. David, portando solamente una honda y 5 piedras. La armadura de goliath tenía una casi insignificante abertura en el entrecejo, para facilitarle en algo la visión: Por ahí ingresó la piedra lanzada por David, tan contundente, que goliath cayó para nunca más volver a levantarse. ¿Fue la puntería de David? ¿Fue la Mano de Dios que tomo la honda, y fue Dios El que insertó la piedra por tal abertura? Yo quiero pensar que fue la puntería de David Y la Mano de Dios actuando a favor de Su pueblo.

    Por eso es que yo cuando converso con mis amistades, familiares, pacientes, etc, les digo, "hagámonos amigos de Dios, y conformaremos con Dios, un Dúo, un Equipo, fenomenal. EL siempre va a encontrar la forma de que en todo (o en casi todo), nos vaya bien"

    Por otro lado, si queremos escudriñar la realidad de la vida, nos encontramos con que hay hechos, circunstancias, a quienes, si no le incorporamos el artificio del concepto de que existe Perfecta y permisiva Voluntad de Dios, a tales hechos, a tales circunstancias no le encontramos ni pies ni cabeza, y/o las vemos tan disparatadas, incongruentes con el concepto que todos tenemos de Dios: Bondadoso, Piadoso, Misericordioso, Sabio.

    Un ejemplo: El 17 de julio de este año(lógicamente que no se, amigo, amiga, en que fecha te encuentras tú, ahora que me brindas la cortesía de aún estar adherido a mi libro, leyéndolo -gracias y bendiciones por ello- me haces sentir que el tiempo que dediqué escribiéndolo, no fue en vano, a alguien le estoy sirviendo en algo), 2014, un avión fue derribado(supuestamente en forma accidental) por un misil, en ucrania, y ahí murieron una gran cantidad de médicos y activistas que luchaban contra el sida. Incluso alguien especula que uno de los médicos, el Dr Joseph marie Albert lange, llevaba la cura para el sida, a presentarlo en la 20 Conferencia Internacional sobre el sida, que se llevaría a cabo 3 días después, el 20 de julio en Melbourne, Australia. Cuando se inició la Conferencia, se tributó un tristísimo minuto de silencio. Al día siguiente se prendieron velas en la plaza principal de la ciudad, mientras las lágrimas seguían corriendo abundantemente por las mejillas de los Científicos asistentes al evento.

    Especulación o no, verdad o no (de que el Dr lange iba a presentar la cura para el sida), lo cierto es que, lo dice la comunidad científica, entre los fallecidos habían científicos que trabajaban en estudios que llevarían, finalmente a la vacuna contra dicho mal (si es que no la habrían ya obtenido).

    Yo, talvés sin base alguna, talvés sin fundamento, quien sabe solo guiado por mi irascibilidad que siempre fue un rasgo distintivo en mi carácter, yo me niego a aceptar que tal accidente fue un hecho planificado, ordenado por Dios. Yo me digo que ahí entró a tallar el enemigo (que debe estar feliz que exista tanto enfermo con sida), y que el accidente (?) que produjo la muerte de tales eminencias, lo manejó él, el enemigo, el malo. Pero, ¿o sea que el enemigo puede causar los accidentes que quiera, las desgracias que se le ocurran, las muertes que su apetito voraz desee? Entonces, ¿Dónde está Dios, el Bondadoso, el Piadoso, el Misericordioso, el Sabio?

    Lo único que a mí me aclara el panorama es la aceptación (por lo menos en hipótesis) de que todas las desgracias(o por lo menos la mayoría de ellas), no son obra de Dios, son obras del enemigo de Dios, que antes de actuar, ha tenido que obtener sí o sí el permiso de parte de Dios.

    Dios es el Todo Poderoso, por sobre EL no hay, no existe otro poder. El enemigo sí es poderoso, sí tiene poder para hacer el mal, para destruir, para enfermar, pero tal poder no está en la escala jerárquica por encima del Poder de Dios. El poder del enemigo está sujeto al permiso.

    Sin este artificio, sin este teorema, la tamaña maldad, el tamaño desorden, el tremendo abuso que impera en el mundo, yo no le encontraría explicación ni en un 0.00000000000000001%. Aplicado el artificio, aplicado el teorema, yo le encuentro explicación a ello y a todo(o a casi todo). ¿Recuerdas esos problemas de aritmética, álgebra, geometría, que era imposible resolverlos si es que no se aplicaba artificios y/o teoremas? Igual la vida pues: usemos, apliquemos los artificios, los teoremas que la vida nos va enseñando. En la vida, si no aprendemos las lecciones, aprenderemos lo que la vida quiere que aprendamos con la siguiente lección, el asunto es que las más de las veces, las siguientes lecciones son tan pero que tan dolorosas, que no pocas veces se nos escapan ¡ayes!, ¡lágrimas!, y así seguiríamos si es que en algún momento no exclamamos ¡ya sé para la próxima!

    ¡Ya sé para la próxima!, frase paralela a la frase que una alma amiga me enseñó: "ya sabes para la próxima". Tal exclamación es, en otras palabras, "¡Ya aprendí la lección, la cual la tendré en cuenta la próxima vez, para no volver a cometer las mismas burr…adas que cometí antes de ser aprendida tal lección". Y más nos vale aprender, mientras más, mejor, y mientras más pronto mejor. Y si no aprendemos, aguantemos los palos pues: La vida no es una aleccionadora muy tolerante. ¿Opinas diferente? Bueno, mejor, ¿lo dejamos ahí?

    Pues bien, ahora la pregunta sería, "si Dios le dio permiso al enemigo para que cometa tal y/o cual maldad, ¿Quién es más malo, Dios o el enemigo? Porque si Dios es el Todo Poderoso, y El puede, si así lo quiere, darle permiso a tal tipo (¿me aceptas que le llamemos con otro nombre al enemigo para no estar fastidiosamente repitiendo "el enemigo", "el enemigo"?) para que haga atrocidades, o puede negarle el permiso. ¿Por qué no le niega el permiso, pues? La lógica nos diría que si Dios le niega el permiso, nuestra vida sería paradisiaca, pues: Sin desgracias, sin maldades, sin violaciones, sin delincuentes que torturan a niños, niñas, viejitos, viejitas, etc.". ¿Verdad, verdad que eso podríamos preguntarnos si quisiéramos?

    Entonces para intentar darnos respuestas, cojamos la frase "nuestra vida sería paradisiaca", ¿te parece?, lo cual nos lleva a la palabra paradisiaco, la misma que nos habla de "paraíso". ¿No nos dice La Escritura que nuestros primeros padres vivieron en el paraíso terrenal? ¿No nos dice La Escritura que nuestros primeros padres llevaron una vida paradisiaca? ¿Y no nos ha sido dicho también el por qué fueron ellos expulsado del paraíso?

    Ahí está la respuesta pues: Suceden las cosas que suceden, desgracias, maldades, etc, ¡porque no estamos viviendo en el paraíso!

    ¿Por qué, para qué, El Comprador Más Grande, compró a la humanidad entera, dando como pago su Sangre? ¡Para qué, cuando EL cumpla su Segunda Venida, establezca su Glorioso Reyno Milenial, que será el Paraíso restaurado!

    ¿No te satisface la respuesta? No imagino entonces que respuesta esperas. O en todo caso contáctame en mi correo [email protected], o mejor aún, contáctame en facebook, solicítame la amistad al nombre Washington Orlando soriano lozano, y pueda ser que nos sirva el diálogo.

    El Sacrificio del Comprador, hubiera sido en vano, no habría tenido sentido, hubiera sido inútil si es qué, EL no viniera a establecer su Reyno. Yo no acepto que Su Sacrificio fue vano. Para mí el establecimiento de Su Reyno es amén, así dice el Señor, luego entonces cumplimiento tiene.

    Ya, muy bien, qué bueno, tú y yo estamos aceptando que en algún momento se establecerá El Reyno, pero ¡cuando!, ¿y por mientras? ,¿a seguir aguantando, soportando la agresividad, la tortura del enemigo? No, amigo, no amiga: Por mientras llega, por mientras se establece el Reyno, tú y yo tenemos el derecho en legítima defensa personal de conversar con Dios y decirle que "antes", ni siquiera teníamos idea de que EL, si así lo quiere, puede darle permiso al enemigo que se meta en nuestras vidas. "Ahora", ya estamos enterados de tal realidad, luego entonces, ya no decimos "será su voluntad, pues", "así lo habrá querido su voluntad, pues". ¡Ahora!, pedimos especificación: "Señor, ¿se está por mover tu permisiva voluntad, luego entonces, está por actuar el enemigo, trayendo desgracia, dolor, lamento?, ¡no lo acepto, Señor!"

    "¡Dios mío!, ¿se está por mover Tu Perfecta Voluntad y aunque es Perfecta está por traer alguna desgracia, algún dolor, algún lamento, por Razones que solo pertenecen a Tu Sola Potestad? ¡Dios mío!, si te es posible, EVITA que venga tal desgracia, tal dolor, tal lamento, pero si no te es posible evitarlo, por Razones que solo pertenecen a tu sola Potestad, QUE ASI SEA, heme aquí, aquí heme, has con tu siervo Conforme Tu Perfecta Voluntad, yo quiero que La Palabra del Señor se cumpla".

    ¿Eres capaz de orarle así a Dios?, ¡albricias! ¿No eres capaz de orarle así a Dios?¿Consideras que es una oración rebelde?¿Te dices a ti mismo(a), "¿Cómo le voy a decir a Dios "¡no lo acepto!", ¡a Dios hay que aceptarle todo, lo que sea ¡". Bien, si este es tu criterio, adelante. Yo no te he venido a buscar la amistad a través de conversar contigo por medio de este mi libro para generarte conflicto. Yo me he acercado a ti con el sano propósito de intentar exponerte un punto de vista que pueda que te ayude en tus asuntos personales. Si no cumplo este propósito, sino más bien, te estoy "sirviendo" de elemento de confusión en tus conceptos, en tus credos, yo prefiero respetar tu posición y pedirte por favor que cierres el libro en estos momentos, y te deseo amigo, amiga, el mejor de los presentes y el mejor de los futuros. Fue un gusto conocerte, Dios te cuide.

    Para ti mi otro amigo, para ti, mi otra amiga, que no has cerrado el libro y sigues en la plática conmigo, démonos un abrazo, por favor. Qué triste es la soledad y qué reconfortante es saber que tú estás aquí.

    ¿Sabes tú por qué fue que Adán comió la manzana, después de eva? ¿Verdad que nunca te habías puesto a pensar en tal tema? Lo que nos han enseñado en nuestras clases de religión fue "y nuestros primeros padres comieron el fruto prohibido, y a consecuencia de ello fueron echados del paraíso". Claro, hasta ahí la historia Bíblica, no está mal contada. Pero, ¿no tendrá importancia el dilucidar quien comió la manzana primero?, ¿no tendrá importancia el dilucidar quien secundó a quien, y por qué?

    Para quien no tiene el espíritu inquisidor le da igual quien comió primero. "El asunto es que ambos comieron la manzana, y punto, para qué darle más vueltas al tema", diría tal o cual. Ya pues, cada uno con su naturaleza.

    Yo sigo haciéndote presente que soy totalmente consciente que el éxito de un programa de tv depende única y exclusivamente del público: Si el público se cansó, se aburrió, se fastidió, nadie le va a privar de su derecho de cambiar de canal y pasar a otro programa, que mínimo no lo aburra, aunque no lo eduque (con que lo entretenga para "matar" su tiempo, pueda que se de por más que satisfecho). Igual mi libro: En el momento que lo cierres y no lo vuelvas a leer, hasta ahí habrá llegado mi deseo de lograr ser un buen escritor.

    Cuanto admiro, amo y agradezco a mi Maestro William soto Santiago, a og mandino, a dale Carnegie, a Wayne dyer, al Dr vander, a yosip Ibrahim, y a cuantos escritores que con sus letras alimentaron mi alma desde mi edad adolescente, hasta ahora, ya superado el medio siglo, de felíz existencia, según me defino. Pueda que desde aquellos años juveniles, tal admiración, amor y gratitud, en el fondo era una aspiración a algún día intentar emularlos.

    El orden de la desobediencia sí tuvo, si tiene, sí está teniendo justamente ahorita, sí va a tener en el futuro, importancia, mucha importancia.

    Te explico: Quien sucumbió a la tentación fue eva. La sentencia dada por Dios desde antes que se produzca la caída fue totalmente contundente: "el día que comas de ese árbol, morirás". La naturaleza de Adán y eva era de inmortalidad. Eva al desobedecer se condenó a muerte. Entonces Adán, si no comía el fruto prohibido, iba a seguir en condición de inmortal, pero ¡solo!. La soledad lo arredró. Por eso comió el fruto, para no quedarse solo. Y, por amor a eva.

    Si eres escudriñador, fijo fijo que te estás diciendo, "pero el día que comieron del fruto, ese día no murieron, al contrario, siguieron viviendo, su muerte fue varios años después. Aquí parece que la Biblia se ha equivocado". Bien que digas "parece". Aparentemente hay error. Lo que pasa es que para Dios "un día", significa mil años, y si revisas bien la Escritura, Adán y eva no llegaron a pasar de los mil años, y ninguno de sus descendientes. El que más se aproximó a mil años fue matusalén, que vivió algo de 900 y pico de años.

    Entonces, este punto de la soledad, desde Adán hasta nuestros tiempos es el motor de aciertos pero también desaciertos. La chica que pasó cierta barrera de años y aún no ha encontrado pareja, ¿qué se dice?, eso, lo adivinaste, "me caso con el primero que pase". El jovencito para eludir la soledad, acepta ir con sus amigos a donde ellos van, así ello signifique acompañarles en drogas, vicios, etc. Dios nos ayude a nunca experimentar la soledad. Dios nos ayude a sentir que cuando la soledad nos acecha, en realidad no estamos solos: Dios nos está acompañando.

    Y te he invitado a que revisemos lo de Adán y eva porque para mí ahí (en el suceso del edén) el meollo del asunto fue la desobediencia. No era tanto que el árbol prohibido sea la manzana. Yo lo comparo que le digas a tu hijo "de estos cajones que tengo en mi cómoda, si necesitas algo, puedes abrir los que quieras, menos este de acá". No es que en tal cajón tengas algo especial, sino que quieres evaluar que tan obediente es. En fín, quizás no tenga mucho valor este punto de vista, pero creo que sí tiene valor el reconocer que la obediencia es un rasgo distintivo de muchas cosas, y paralelamente tiene valor el reconocer que la desobediencia es la causa de muchos conflictos personales, y yo me he puesto a pensar que lo que nos quizo transmitir la experiencia del huerto fue la consecuencia de la desobediencia.

    Y el otro aspecto del por qué te invite a revisar lo de Adán y eva es porque ahí está representado, de alguna manera, hasta donde conduce el amor. Adán por amor a eva se hizo mortal. Nuestro amado Comprador Más Grande del Mundo, nuestro muy amado Señor Jesucristo, por amor a nosotros se hizo mortal. El cogió sobre sí el pecado del mundo, y se hizo mortal, ¿por tontería?, ¡no! Por supuesto, sino para que tú amiga, amigo, yo, nuestros seres queridos, ahora, digamos fuerte, con convicción "La Sangre del Señor Jesucristo me limpia de todo pecado".

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