Perdidos entre los nacionalismos: España desde la perspectiva ucraniana de Halychyna, 1936-1939
Enviado por Bohdan Chuma
Perdidos entre los nacionalismos: La cuestión nacional de España durante la Guerra Civil desde la perspectiva de la prensa política ucraniana de Halychyna, 1936–1939
La Guerra Civil española manifestó numerosos conflictos políticos e ideológicos que eran vigentes para toda la Europa, entre ellos el problema de los nacionalismos había sido uno de los más importantes. Su rasgo decisivo fue la oposición entre el nacionalismo común y los nacionalismos regionales particulares. La causa principal de esta división consistía en la contradicción entre las naciones estatales o dominantes y no estatales o subyugadas. El entrelazamiento muy complicado de los conflictos nacionales suprimió las ideas tradicionales sobre la nación y el estado, vigenetes en el siglo anterior. En el mapa política europea aparecía nueva realidad – los límites nacionales que en su mayoría no correspondieron a las fronteras estatales.
Mucho más agudamente este problema se expresó en los pueblos de Europa Central y Oriental y, en particular, en el pueblo ucraniano, que fue la nación sin estado y después de la fracasada revolución nacional de los años 1917–1921 fue dividida durante el periodo de entreguerras (1918–1939) entre los cuatro estados nuevos – la URSS, Polonia, Checoeslovaquia y Romania. En el oeste de Europa, en España, este conflicto se presentó de otra manera. Desde los últimos años del siglo XIX aquí se habían desarrollado los movimientos de liberación nacional (los regionalistas), sobre todo en Cataluña y País Vasco, que evolucionaron de las exigencias culturales hasta las pretensiones políticas estatales. Por lo tanto cuando en España se estalló la Guerra Civil el interés en las naciones no estatales a los conflictos nacionales en este país ibérico se aumentó.
El objeto de este artículo es representar la percepción de los conflictos nacionales en España durante la Guerra Civil (1936–1939) por la élite política ucraniana de Halychyna*, que fue la parte de Ucrania de aquel tiempo más desarrollada políticamente. En el período de entreguerras aquí funcionaron los partidos políticos de todos los colores, que representaron su opinión en distintas publicaciones periódicas, los cuales en su mayoría se editaron en la Ciudad de Lviv. Para revelar el tema del artículo vamos a presentar la percepción ucraniana de los conflictos nacionales de España de la izquierda a la derecha política.
En la segunda mitad de los años 1930 los grupos políticos ucranianos de la izquierda no disfrutaban de la gran popularidad. Entre ellos se distinguían el Partido Comunista de Ucrania Occidental (Komunistychna Partiya Zajidnoii Ukrainy, KPZU), que fue radical izquierdista e ilegítimo**, y dos partidos socialistas moderados legítimos – Partido Ucraniano Socialista Radical (Ukrains"ka Sotsialistychna Radykal"na Partiya, USRP) y Partido Ucraniano Social Demócrata (Ukrains"ka Sotsial-Demokratychna Partiya, USDP). El USRP fue el partido más viejo y más popular entre los izquierdistas, particularmente, gracias a su periódico "Hromads"kyi Holos". La prensa política del USDP representó el periódico mensual "Robitnychyi Holos". Doctrina política de los partidos moderados socialistas se sostenía en dos fundamentos: reforma social, que resuelve los problemas de todos los campesinos y trabajadores, y autonomía política para ucranianos de Polonia, que asegura el desarrollo independiente de la nación ucraniana[1]
La condición decisiva de la percepción de la Guerra Civil española por los partidos de izquierda fue el apoyo absoluto del gobierno republicano. Por eso el hecho de la participación de catalanes y vascos en la parte de República se utilizó por la prensa izquierdista como el argumento en la discusión con sus contradictores políticos, el argumento que se convirtió en la convicción firme al final de la guerra. Así, al principio de la Guerra Civil el periódico socialista radical solo constató que "contra los fascistas luchan las minorías nacionales – Catalanes, Vascos y Gallegos"[2]. En el mayo de 1939, cuando el conflicto español estuvo a punto de terminar, el periódico político de USDP, para hacer el balance de la guerra, afirmó: "Cuando en las luchas sangrientes a lo largo de tres años se hundía libre Cataluña, se moría la libertad de los Vascos y el pueblo de España perdía su independencia, nosotros nunca habíamos mantenido, ni en pensamientos, la parte de los invasores, nosotros nunca nos habíamos alegrado de sus victorias, porque nosotros nunca habíamos esperado de ellos ningún apoyo para resolver nuestro asunto nacional. Por eso nosotros no sufrimos este desengaño trágico, que sufren la mayoría de los partidos ucranianos"[3].
En el centro político de la sociedad ucraniana de Halychyna en los años 1930 se estableció el partido liberal demócrata Reunión Ucraniana Nacional Demócrata (Ukrains"ke Natsional"no-Demokratychne Obyednannia, UNDO). Este partido ocupó el primer puesto entre los partidos legítimos y constantemente dominaba en la Representación Ucraniana Parlamentaria, fundada en el parlamento polaco por los deputados ucranianos. Al mismo tiempo la UNDO aprovechaba la prensa política más numerosa. Muy cerca de sus posiciones estuvo el periódico diario "Dilo" que gozaba de la máxima popularidad entre los lectores ucranianos.
Los dirigentes de la UNDO pretendieron ser representantes únicos de la sociedad ucraniana en el Estado polaco, proponiendo con este motivo la reunión de todos los grupos políticos ucranianos. La tesis principal de su programa político previó la autonomía territorial para los ucranianos de Halychyna. Con este fin en el año 1935 entre el gobierno polaco y la UNDO fue firmado el tratado de la "normalización" de los asuntos polaco-ucranianos, que tuviera que permitir el desarrollo político independiente de los ucranianos en Polonia y garantizar el apoyo del gobierno polaco en la probable lucha contra la URSS, que ocupó la parte más grande de Ucrania y se consideró como el enemigo mayor de la independencia ucraniana. La "normalización" fracasó en el otoño de 1937 y en diciembre de este mismo año, gracias a la iniciativa de la UNDO, fue organizado el Comité Comunicativo de todos los partidos políticos ucranianos legítimos[4]
Como el partido liberal demócrata la UNDO no aceptaba el nacionalismo integral de los franquistas y acogió con comprensión las pretensiones de las naciones no estatales, diciendo que cada nacionalismo pretendía hacer su estado lo más íntegro interiormente, y el nacionalismo de la nación dominante con todos los medios se esfuerza eliminar las diferencias internas, pero la democracia, con su liberalismo y humanismo, no puede usar de estos medios radicales[5]Analizando la posición de los estados más fuertes de la Europa Occidental, como la Gran Bretaña y Francia, el diario "Dilo" también comparaba la situación de las minorías nacionales de España con la de la nación ucraniana. Para sus autores el resultado de las aspiraciones catalanes y vascongadas fue igual que el resultado de todos los llamamientos ucranianos "al mundo culto" que en principio no podía ayudarles, porque "él tiene todavía mucho más problemas y sanciona todas las acciones de poca cultura, que están mantenidos por fuerza"[6].
La percepción por los periódicos de la UNDO los asuntos nacionales de España también dependía de la contradicción de los dos principios determinantes para la mayoría de la élite política ucraniana: por un lado había simpatías al movimiento liberador nacional, y por otro la posición perentoria anticomunista. En consecuencia, los nacional demócratas en caso de las contradicciones nacionales apoyaban a Franco, diciendo que las minorías nacionales juegan el papel de contrapeso a causa de que los "rojos" con los catalanes y vascos sean iguales a los sublevados. Por su juicio dicha unión no llevará la resolución esperante para las minorías nacionales de España, porque "los argumentos a favor de la democracia rahezan cuando la democracia evoluciona al bolchevismo… cuando los políticos vascos esperan defender así su pequeña patria católica del destino que amenaza a toda la España, se equivocarán, se perderán en sus redes de las "astucias malorusas"*[7]. Al mismo tiempo el periódico "Dilo" pretende proteger las aspiraciones de las naciones no estatales, escribiendo que "el triste ejemplo español" evidentemente manifiesta que la lucha de una nación "por su derecho de vivir" es "el elemento de tal fuerza que no se lo puede estrangular", y más alla: "Con la negación y los métodos policíacos solo se podría cambiar el movimiento nacional creador al esfuerzo destructivo. Hoy los ricos en ideas y heróicos sublevados están redimiendo gravemente los pecados de Monarquía y Dictadura"**[8].
Esta dualidad de principios perseguía la prensa nacional demócrata hasta el fin de la Guerra Civil de España. Así, concluyendo los hechos españoles, la redacción de "Dilo" el 22 de enero de 1939, en el día de duodécimo aniversario de la reunificación de dos partes de Ucrania – del Este y del Oeste – que culminó la fracasada revolución nacional, como en la enseñanza a los sublevados españoles, escribió: "La política nacional muestra la disonancia enojosa con la política general de Franco, que en otras actividades se manifiesta como el político maduro"[9].
Cerca de la UNDO, en la centroderecha del espectro político ucraniano de Halychyna, se encuentran dos grupos clericales – Renovación Ucraniana Nacional (Ukrains"ka Narodna Obnova, UNO) y Unión Ucraniana Católica (Ukrains"kyi Katolytskyi Soyuz, UKS). Ambos grupos fueron fundados dentro de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana*** bajo el patronado de los obispos famosos – al frente de la UNO era el obispo de Stanislaviv**** Hryhoriy Jomyshyn (1867–1947) y la UKS fue animada por el arzobispo metropolitano Andrey Sheptytskyi (1865–1944). A pesar de las posibilidades de convertirse en el movimiento de masas, los clericales no conseguían organizarse en el partido popular. Su doctrina política consistía en la sintesis del catolicismo y el conservadurismo. Ellos también defendieron la necesidad del compromiso con el gobierno polaco con el fin de obtener la autonomía territorial cultural y política. La opinión católica fue presentada en los periódicos "Nova Zorya" y "Pravda" de la UNO y "Meta" de la UKS[10]
Apoyando por completo "el moviento español nacional", dirigido por Franco, la prensa católica no fue tan consecuente en caso de las minorías nacionales de España. En este asunto ella manifestó la misma dualidad que el periódico nacional demócrata. Escribiendo, por ejemplo, al principio de la Guerra Civil que "el país español de Cataluña se convirtió realmente en la república comunista independiente"[11], su posición fue claramente anticomunista, pero, con el desarrollo del conflicto, analizando sus causas y comparando la situación de las minorías nacionales de España con las condiciones ucranianas, los católicos cambiaron su opinión. "La opresión de las naciones no estatales" se consideró por ellos como la causa principal de la Guerra Civil, porque "En España, además de la nación española (castellana), hay también las naciones no estatales, como los Catalanes, Vascos etc. Los mismos españoles les trataban mal, no les dieron los derechos necesarios y les oprimían. Y a tales oprimidos y descontentos es muy facil incitar a cualquiera revuelta o revolución". De este modo el ejemplo español se había usado como la posible consecuencia para el Estado polaco, que limitó los derechos ucranianos, pues "las naciones no estatales deben desarrollar su propia cultura con su idioma natal"[12]. Entonces la Guerra Civil española presentó para los autores católicos "las situaciones sorprendentes" cuando "los Vascos luchan junto con los comunistas y anarquistas contra el general Franco, porque él no quiere reconocer su autonomía"[13].
El desdoblamiento de la opinión católica entre las simpatías a la sublevación nacional española y a las minorías nacionales de España les llevó al callejón sin salida, porque los vascos están divididos y luchan por dos lados del frente – "unos contra los rojos, en defensa de Dios y Religión, otros contra el general Franco, en defensa de Patria y Libertad". Sin poder elegir entre los valores básicos, la prensa católica acusó en esta situación desesperada al mismo Franco y a los vascos, porque para "el general Franco cualquier regionalismo es igual enemigo como el bolchevismo. Tal actitud del jefe de la sublevación nacional certificó no solo su chovinismo extraordinario… sino más, su miopía. Esta miopía política engendró la tragedia contemporánea de aquel pequeño, pero el más viejo pueblo de Europa, la tragedia como la consecuencia de la falta entre los Vascos y la revolución nacional del hombre de Estado de alto nivel"[14].
Al final de la Guerra Civil, después del fracaso de las aspiraciones políticas de las minorías nacionales de España y entendiendo la inevitabilidad de una nueva guerra mundial entre el nacionalismo y comunismo, los autores católicos confirmaron de nuevo su posición anticomunista, aprovechando el caso español como la enseñanza para otros pueblos no estatales: "la derrota de Cataluña… tendrá que ser una advertencia a todas las naciones del oriente europeo. Pues, las aspiraciones más justas pierden su justicia cuando reciben la "ayuda" de Moscovia. Cada estado o cada nación que entra en la unión con Moscovia, refuerza las cadenas de ochenta millones de pueblos conyugados por la URSS"[15].
El conflicto español lo observaban muy atentamente los representantes del movimiento nacionalista ucraniano. En el tiempo de la Guerra Civil española en sus filas se confirmaron dos grupos – Frente de la Unidad Nacional (Front Natsional"noii Yednosti, FNE) y Organización de Nacionalistas Ucranianos (Orhanizatsiya Ukrains"kyj Natsionalistiv, OUN).
El FNE fue el partido legítimo recien fundado, organizado por distintos grupos políticos – nacional democratas, conservadores, monarquistas y nacionalistas – que se desengañaron de la actividad de otros partidos. Su doctrina, denominada como "el nacionalismo creativo", rechazó la política de "normalización" de la UNDO y el radicalismo de la OUN y aspiraba unir la nación ucraniana para construir por la vía legítima el Estado ucraniano. A diferencia de otros grupos políticos ya presentados el FNE prestaba mucha atención a la política internacional y no disimulaba sus simpatías a los "estados nacionalistas" Italia y Alemania. Imitando la práctica fascista europea, los dirigentes del Frente se concentraron en el trabajo con campesinos y obreros, pero no habían conseguido transformarse en el partido numeroso e influyente. Lo que es más interesante para el tema de dicho artículo es la prensa del FNE – "Bat"kivschyna", "Peremoha", "Ukrains"ki Visty" – numerosa y muy atenta a los acontecimientos internacionales[16]
Al comienzo de la Guerra Civil la prensa del FNE se limitaba por reimprimir las noticias de los periódicos europeos sin separar la verdad de la mentira*. Pero, al mismo tiempo, los nacionalistas moderados empezaron a examinar la situación española para formar su posición. Analizando el entrelazamiento de los problemas de España que llevaron a la guerra civil, ellos también no habían evitado las contradicciones nacionales causadas por el movimiento liberador. Pero su simpatía a las naciones subyugadas de España era más reservada: "¿Pueden las simpatías a la lucha justa de los Catalanes y Vascos cambiar nuestra posición en lo que se refiere del problema español en general? Nosotros podemos solo compadecer… Moscú les utiliza precisamente así como antes utilizaba a Ucrania y nuestro movimiento liberador, joven y politicamente no madurado…"[17]
Reflexionando sobre las vías posibles del desenlace de la cuestión nacional de España, los periódicos del Frente se dirigieron a la Dictadura del general Primo de Rivera (1923–1930), denominándola como el período de "fascismo español", y previnieron al general Franco la repetición de los errores recientes. Uno de los más importantes de ellos fue el problema nacional no resuelto que distingue cualitativamente a España de otros estados fascistas, porque "ni Italia, ni Alemania no tenían Cataluña. España la tiene y ella se convirtió en la tumba del fascismo español. ¿Había enseñado algo al general Franco la experiencia de Primo de Rivera? ¿Quiere todavía construir el régimen totalitario, subyugando a Cataluña y País Vasco? Cuando sí, después de la victoria podrá de nuevo esperar las noticias sobre las operaciones militares de los frentes españoles"[18].
A la postre, examinando el avance de la Guerra Civil y los éxitos de las fuerzas nacioanlistas, encabezadas por Franco, que proclamó el Estado español unitario, los representantes del FNE contemplan con pesimismo las posibilidades de asegurar las aspiraciones políticas de las naciones subyugadas y conservar la paz en España. Para el FNE la insoluble cuestión nacional en este país ibérico fue semejante a la insoluble cuestión ucraniana, por lo tanto sus simpatías se consagran a las naciones oprimidas y llevaron a los partidarios del Frente a la conclusión muy profética y, como hemos visto, muy habitual para la prensa política ucraniana: "No hay diferencia entre el español blanco y rojo, como no hay diferencia entre el moscal* blanco y rojo, cuando se trata sobre el imperio "único e indivisible". El general Franco va bajo la consigna del nacionalismo. Aparte de las simpatías de su lucha con el bolchevismo español, nosotros, los nacionalistas ucranianos, no tenemos ninguna simpatía al debilitamiento de los vascos y catalanes, porque la esencia del nacionalismo no es subyugación de otras nacionalidades, sino la regeneración de la suya. España no alcanzará la paz hasta que los vascos y catalanes no recibirán la plena autonomía y no lograrán la igualdad en el estado federal español-catalán-vasco"[19].
La posición muy especial en cuanto al conflicto español tomó la ONU – organización ilegítima político militar que pretendía ampliar su actividad a todo el pueblo ucraniano, inclusivamente a la emigración en los países de la Europa Occidental. Su objeto principal fue la creación del "Estado Ucraniano Independiente y Unido" mediante la revolución nacional contra todos los ocupantes, sobre todo contra la URSS y Polonia. En la segunda mitad de los años 1930, debido a la agudización de relaciones internacionales y negación categórica por el gobierno polaco los proyectos de resolución las exigencias ucranianas, la Organización fue la más popular en la sociedad ucraniana de Halychyna**. Su credo de la política exterior previó que hay que buscar a los aliados solo entre tales naciones los cuales son enemigas de los ocupantes de Ucrania[20]
Según este principio los partidarios de la ONU consideraban el problema nacional de España. Así, el jefe de la Oficina Nacionalista de Prensa, el órgano reprsentativo de la Organización, Orest Chemerynskyi (1910–1942) en el folleto "¿Dónde estamos?", publicado bajo el seudónimo Yaroslav Orshan, al subrayar la complejidad de los asuntos españoles, se había abstraído del tema de la Guerra Civil de España, como del secundario, y destacó solo la importancia de la confrontación global, en la cual las aspiraciones catalanes y vascongadas no deben tener ningún sentido para los políticos ucranianos. "Los Catalanes y Vascos – escribía O. Chemerynskyi – son las naciones subyugadas que unen su destino con el comunismo y Moscú. Alguien (no solo nuestros izquierdistas domésticos) duda de nuevo: pues, es la lucha de dos naciones subyugadas por su libertad, y Franco es como Denikin*, quien quiere esculpir estado "único e indivisible"… Y este asunto ya es tan complicado que no hay quien puede decir seguro, unívocamente y sin reserva: por Catalanes y Vascos, contra Franco… Pero se trata de Ucrania y no por concepciones fantásticas y solidaridades sentimentales en nombre de las dogmas muertas… Idea del nacionalismo en el mundo de hoy es, sobre todo, la lucha contra el mayor enemigo de todas las naciones – Moscú y bolchevismo… por eso culquiera colaboración nuestra con otras naciones subyugadas es posible solo a base del frente nacionalista y contra Moscú"[21].
Semejantemente la cuestión nacional la apreciaba el semanario "Holos Natsii"**, aproximado a la ONU. Así, la duración de la Guerra Civil fue causada, a juicio del periódico nacionalista, por el apoyo de los partidos nacionales vascos y catalanes al gobierno republicano[22]y la única salida de las contradicciones nacionales de España se veía en la posible resolución de las exigencias políticas de minorias dentro del Estado español "unido, poderoso y libre"[23].
Pues bien, como hemos visto, la cuestión nacional de España durante la Guerra Civil despertó el gran interés en la élite política ucraniana de Halychyna, que muy escrupulosamente observaba y examinaba el conflicto español. Su percepción por la prensa política se determinó, en su mayoría, por dos distintos puntos de vista: por un lado fue la posición radical anticomunista, que preveía que el mayor enemigo de la nación ucraniana es la URSS, y, por otro lado, estaban las simpatías al movimiento de liberación nacional – el caso de vascos y catalanes que recordaba mucho el destino de ucranianos y también había usado como la advertencia a los dirigentes del Estado polaco. La verdad es que al analizar el conflicto de los nacionalismos en España los políticos ucranianos legales se azoraron, perdiendo por otra vez la claridad de su posición y el puesto de líderes nacionales.
Autor:
Bohdan Chuma
[1] En este caso el término histórico “Halychyna” (Galicia) se usa para determinar el territorio nacional ucraniano que perteneció al Estado polaco y hoy coincide aproximadamente con tres regiones del oeste de Ucrania – son las Regiones de Ivano-Frankivs’k, Lviv y Ternopil.
[2] A diferencia de otros partidos izquierdistas ucranianos el KPZU no tomó la posición independiente y ejecutó las órdenes de la URSS e Internacional Comunista, dirigido desde Moscú, utilizando la Guerra Civil para la recogida de dinero, como “la ayuda” al gobierno republicano, y reclutamiento de los voluntarios a las Brigadas Internacionales.
[3] Pushkar Z. Za zemliu i voliu! Za prava vsij praciuyuchyj! Prystupne slovo prohramy i taktyky Ukrains’koii Sotsialistychno-Radykalnoii Partii (USRP). – L’viv, 1928; Koko E. W nadzieje na zgode. Polski ruch socjalistyczny wobec kwestii narodowosciowej w Polsce (1918-1939). – Gdansk, 1995.
[4] Hromads’kyi Holos, 22-08-1936.
[5] Robitnychyi Holos, el Mayo de 1939.
[6] Zaytsev O. Natsionalizm i natsional’na demokrtiya: vytoky konfliktu // Suchasnist’. 1994. ?2. S. 70–76; Stempen’ S. Poliaky i ukraintsi v II Rechi Pospolytiy: sproba dialogu // Ukraina-Polscha: istorychna spadschyna i suspil’na svidomist’. – ?yiv, 1993. S. 211-222; Shvahuliak M. Partiyni podily ta zahal’nonatsional’ni interesy (Problema politychnoii konsolidatsii ukrains’koho natsional’noho ruju Halychyny (1919–1939) // Suchasnist’. 1994. ?2. S. 77-82.
[7] Dilo, 12-08-1936.
[8] Idem.
[9] El término “maloruso” (“el ruso pequeño”) se usa aquí como la designación despreciativa del habitante de Ucrania en el Imperio Ruso, que significa un hombre astuto y servicial.
[10] Dilo, 14-08-1936.
[11] Bajo las dos últimas palabras debe entenderse el reinado de Alfonso XIII (1902–1931) y la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera (1923–1930) en España.
[12] Dilo, 15-08-1936.
[13] Dilo, 22-01-1939.
[14] Es la Iglesia Católica oriental autónoma, la más númerosa en la Ucrania Occidental, que está en plena comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana desde la Unión de Brest del año 1596.
[15] Hoy es la Ciudad de Ivano-Frankivs’k.
[16] Jomyshyn H. Miy pohlyad na Ukrains’ku Narodnu Obnovu (UNO) // Nova Zorya, 04-04-1937; Stempen’ S. Poliaky i ukraintsi… S. 211-222; Shvahuliak M. Partiyni podily… S. 77-82.
[17] Pravda, 23-08-1936.
[18] Pravda, 27-11-1936.
[19] Meta, 04-04-1937.
[20] Meta, 23-05-1937.
[21] Pravda, 09-04-1939.
[22] F.N.E. Do ideolohii i taktyky Frontu Natsional’noii Yednosty. – Lviv, 1935.
[23] Una de las primeras noticias sobre la cuestión nacional española tuviera que satisfacer las simpatías ucranianas al movimiento liberador: “en el noroeste acordaron el armisticio, porque los Catalanes y Vascos dejaron los rojos y empezaron a negociar con los sublevados… También los últimos días Cataluña proclamó su independencia izquierda del gobierno de Madrid. El resultado de la revolución puede ser tal que España roja se desintegrará en la federación de los estados separados”. – Bat’kivcshyna, 30-08-1936.