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El Enfoque de la Historia (página 2)


Partes: 1, 2

Por su parte Tucídides (460 – 404 a.C.) nos deja su Historia de la Guerra del Peloponense. En primer lugar, Tucídides prefiere realizar un acabado retrato psicológico de los personajes y cuidar preferentemente el estilo literario. Además propondrá en boca de sus personajes elaborados y acabados discursos. Para él, el hombre es el protagonista de la Historia. La causa de los acontecimientos históricos reside en la naturaleza humana, en las pasiones y ambiciones de los hombres. Como el devenir histórico es un producto humano, si conocemos las causas se pueden deducir las consecuencias. La Historia sirve para educar. Tiene una finalidad práctica. Su utilidad se obtiene de la experiencia histórica sobre aciertos y errores de los hombres en el pasado. La Historia para Tucídides va a ser por tanto educativa, explicativa y pragmática.[7]

Polibio (210-126 a.C.), transfiere a Roma el protagonismo de la historia. Admirado por la potencia y universalidad del nuevo mundo Romano, escribió una Historia en la que relata la portentosa aventura de Roma. Además elabora una teoría de los ciclos históricos que tendrá enorme vigencia posterior. Para él, las sociedades tienen un comportamiento similar al de los cuerpos humanos. Nacen, se desarrollan, llegan a su esplendor y posteriormente viene la decadencia y extinción.

En tanto, Tito Livio (59 a.C.- 17 d.C.) es, con mucho, el principal historiador romano. Escribió una monumental Historia de Roma, desde sus orígenes, en la que explicaba cuáles fueron las virtudes que habían llevado a Roma a ser la cabeza del mundo. También fueron desarrollados otros géneros, como las biografías (Plutarco, Suetonio), o las Memorias (Cesar).[8]

Por lo tanto, si los historiadores Griegos enfatizan que el sujeto de la Historia es el ser humano como naturaleza con sus ambiciones y pasiones, en los historiadores romanos, el sujeto de la Historia es la ciudad, el imperio con sus triunfos y glorias. Esto implica que si aplicamos el concepto de los historiadores griegos a la Historia de Nicaragua enfatizaríamos la Historia de hombres y mujeres con sus ambiciones y pasiones. En tanto, si enfatizamos la visión de los historiadores romanos escribiríamos una Historia de Nicaragua desde el Poder que enfatizará el desarrollo de las principales ciudades, familias de poder y elites gobernantes.

De igual modo, si aplicamos el concepto de los Historiadores Griegos al estudio sobre el cristianismo, por la parte católica, lo relevante seria conocer y analizar el vínculo entre los obispos y los que han gobernado, ejemplo de ello, es "Ulloa y Calvo y el Presiente Pedro J. Chamorro", "Simeón Pereira y Castellón y el Gen. J. Santos Zelaya", "José Antonio Lezcano y Somoza García", "Obando y Bravo y El Presidente Somoza Debayle", "Obando y Bravo y Daniel Ortega", "Obando y Bravo y Violeta Barrios de Chamorro", "Obando y Bravo y Dr. Arnoldo Alemán" y finalmente "Obando y Bravo y Arnoldo Alemán y Daniel Ortega.

Por la parte protestante, los vínculos entre "William Walker y David H. Wheeler[9]"Francisco Penzoti, De Roos y José Santos Zelaya", "Arturo Parajon y Somoza García" Gustavo Pararon y Daniel Ortega" u otros casos. Y en estas historias relataríamos sobre sus grandezas, pasiones y sacrificios.

Por otra parte, si aplicamos la Visión Romana, de que la Historia es la Historia de las ciudades, de las glorias del imperio, entonces estudiaríamos la Historia, por la parte católica, la iglesia Católica y el Gobierno de Zelaya, la Iglesia Católica y los gobiernos Conservadores, La iglesia Católica y el Somocismo, la Iglesia Católica y el Sandinismo, la Iglesia Católica y el Gobierno de la UNO, la Iglesia Católica y el Liberalismo Constitucionalista.

En la parte protestante se estudiaría los vínculos entre: La Historia de la Iglesia Morava y sus relaciones con los Gobiernos Nicaragüenses, La Convención Bautista de Nicaragua y los Gobiernos Conservadores, La Convención Bautista y el Somocismo, el CEPAD y el CIEETS y el Sandinismo, La Convención Bautista y el Gobierno de la UNO, La Alianza Evangélica Nicaragüense (AENIC) y el Liberalismo Constitucionalista. Con estos mismos criterios estudiaríamos la Historia de la iglesia Centroamericana, La Historia de las Asambleas de Dios, Apostólicos, Nazarenos u otros

La Visión Agustiniana de la Historia

Para los historiadores cristianos, cuyo principal representante es San Agustín (354-430), Roma ya no es, en adelante, la protagonista de la Historia. En todo caso, el Imperio Romano se consideraba como el marco o instrumento que Dios ha dispuesto para la universalización de su mensaje de salvación.

En este sentido Cristo, y su mensaje destinado a todo el género humano, pasan a ser el eje del relato histórico. La Historia deja de ser explicativa. No hay causas que explicar por cuanto el devenir histórico obedece a la voluntad divina, a la Providencia. [10]

Esta peculiar visión providencialista de la Historia se va a prolongar durante toda la Edad Media e incluso estará presente todavía en algunos historiadores de los siglos XVII y XVIII. A unos niveles más inmediatos, la influencia cristiana en la historiografía resulta evidente en la periodización, en la que el nacimiento de Cristo sirve como punto divisorio de todo nuestro sistema cronológico se va a decir antes o después de la era cristiana.[11]

Desde el punto de vista Agustiniano hacer Historia o escribir Historia implica destacar que la Historia es el instrumento por el cual Dios se vale para dar a conocer su gracia, pero una acción Divina que puede ser explicada en un orden cronológico.

De Hecho cuando San Agustín escribe su obra sobre Civitas Dei y Civitas Terrena hace dos cosas:

  • Primero, nos indica que la Historia es la Historia de dos grandes ciudades:

  • La ciudad de Dios que actúa por los Santos redimidos en Cristo

  • y la ciudad terrena que opuesta a la ciudad de Dios es dirigida por el mal.

  • Segundo, la estructuración de la Historia se divide en tres periodos:

  • la Historia gentil o humana,

  • la Historia judía

  • la Historia Cristiana o a partir de Cristo.

Una será Historia profana y otra Historia sagrada.[12]

Vista la Historia en perspectiva agustiniana en cuanto a la historia del cristianismo en Nicaragua implicaría:

  • Primero, establecer que la Historia de Nicaragua es una y la Historia del Cristianismo es otra.

  • Segundo, la Historia de Nicaragua es Historia profana y la Historia del Cristianismo, por el cual Dios actúa en la Historia de Nicaragua, es la Historia sagrada.

  • Tercero, que para efectos de investigación sobre la historia tendríamos que investigar cómo se han articulado las relaciones entre Iglesias y Estado, en cuento una representa a la Civitas Dei y la Segunda a la Civitas Terrena y en que medida, la Civitas Terrena se ha opuesto a la Civitas Dei.

  • Cuarto habrá que aun discriminar más a fondo, porque habrá que preguntarse cuál es el instrumento eclesiástico que Dios utiliza para hacer presente su gracia en Nicaragua, sí a través de la Historia del Catolicismo o a través de la Historia del Protestantismo.[13]

Un típico ejemplo de dicha problemática puede verse en las versiones de la Historia del Catolicismo en Nicaragua. Cuando Pablo Antonio Cuadra, Eduardo Arellano y Edgar Zúñiga escriben la Historia de la Iglesia Católica, lo hacen con la plena convicción de que Dios actúa a través de lo que ellos entienden por la "Iglesia Católica", que es la Iglesia oficial. Más aún, Cuando ellos refieren las relaciones de la Iglesias con el Estado atacan a al régimen de Zelaya por ser opositor a los intereses eclesiásticos de la Iglesia y alaban a los gobiernos cuando son benevolentes con la Iglesia y la Jerarquía.[14] En su defecto, cuando el Grupo Tayacan, Ángel Arniz y Antonio Esqueva Gómez, escriben la Historia de la Iglesia de los pobres consideran que Dios actúa no por medio de la jerarquía, sino a través de las comunidades católicas identificadas con los idearios de liberación y transformación social y las Relaciones Iglesia Popular y Estado son entendida en la medida en que ambas comparten un proyecto de liberación tal como ocurrió en la Revolución Popular Sandinista.[15]

Igual situación ocurre en la construcción de las Historias de las Iglesias Protestantes un ejemplo es el caso del Doctor J. Pixley, quien influido por su visión teológica y no tanto histórica construye la Historia de los Bautistas en cuento esta contribuye al Reino de Dios[16]En tanto, el Ing. Roger Araica se preocupa de igual manera del aporte que la Misión Centroamericana, CAM (siglas en ingles), a los valores del Reino de Dios.[17] De ahí, que para evaluar una historia del cristianismo por el sector protestante tendríamos que partir del Criterio del Reino de Dios. Lo cual implica, que está de primero un criterio hermenéutico de orden teológico, (que no es malo por supuesto) antes que una construcción historiográfica de los hechos.[18]

3. El Concepto de Historia en la Edad Media

La historiografía medieval estuvo influenciada por el providencialismo agustiniano[19]El mayor aporte de la Edad Media lo da Ibn Haldun, (1350- 1400), considerado como un autentico precursor de la Sociología, el cual se interesó por la comprensión y explicación del ascenso y caída de los Estados. Frente a la tradición oral árabe que explicaba la crisis de los Estados por la lucha de las dinastías, Haldun busca las causas profundas que motivan estos procesos. A partir de ahí, elabora una teoría general sobre los ciclos de las sociedades (nomadista, sedentarismo y lucha por la obtención del poder). [20]

El concepto de Historia de Haldun se sitúa en el poder y las relaciones de poder, de ahí, su relevancia tanto para la investigación como para el estudio sobre la historia del cristianismo en Nicaragua. Aquí se desprenden las siguientes implicaciones al asumir un enfoque de poder y de las relaciones de poder al estilo Halduniano:

  • Primero, el tomar distancia critica de las tradiciones orales y buscar las causas profundas o condiciones reales que hacen posible el ascenso y la caída de los Estados.

  • Segundo, valorar la visión institucional y de poder que tiene tanto el Estado como las iglesias.

  • Tercero, tener en cuenta que el Criterio estructural y de poder prima sobre un enfoque de población, es decir, lo que se tiene en cuenta es las relaciones de Institución – Estado a Institución – Eclesiástica y no tanto de la relación entre Institución – Estado y población Creyente. [21]

  • Cuarto, Analizar conforme a los hechos históricos las motivaciones y plasmaciones históricas de las luchas de poder entre el Estado en cuento institución Política administrativa y a la Iglesia en cuanto institución religiosa

  • Quinto, Analizar en que condiciones las Relaciones entre las Iglesia y el Estado en Nicaragua son favorables y bajo que condiciones no lo son.

  • Sexto, en el estudio de la historia del cristianismo habrá que analizar una teoría general de los ciclos de relaciones entre las Iglesias y el Estado en Nicaragua, Analizar los momentos que se clasifican en dos modelos:

  • El Primero que va desde el conocimiento y amistad, el mutuo apoyo hasta la colaboración decidida: Es la relación integrativa.

  • El segundo modelo va desde la presentación, las diferencias hasta la confrontación, la deslegitimación y el conflicto declarado: es la Relación Distributiva.[22]

1.4. El concepto de historia en el Renacimiento

Los historiadores del renacimiento se encuentran muy influenciados por los historiadores clásicos, especialmente por Tito Livio.[23] Por eso encontramos en estos historiadores un estilo, método e ideas muy similares a los del mundo clásico, tenemos que:

  • La Historia se concibe como un relato de los hechos políticos y similares más sobresalientes por ser considerados los más dignos de tener en la memoria.

  • La Providencia no se alegará para la explicación de la Historia. Será la naturaleza humana, el conjunto de sus defectos y virtudes los que influirán en los hechos históricos. Se inicia por tanto una secularización de la Historia.

  • La fortuna se considera un factor determinante del devenir histórico. Frente a ella, el hombre, con sus virtudes, podía en algunos casos, hacer variar su rumbo. En otros, se sucumbirá ente ella.

  • Los historiadores renacentistas van a tener en cuenta, sobre todo, la realidad de una Europa constituida por los nuevos Estados modernos, que cobran un protagonismo y presencia mayor en detrimento de los dos grandes poderes medievales, el Imperio y la Iglesia.

  • En cuanto al estilo, se abandonó la forma de anales o crónicas para, siguiendo el ejemplo de los clásicos, buscar una línea argumental no exclusivamente cronológica.[24]

Nos encontramos de nuevo con una Historia explicativa, narrativa y pragmática sin tomar en cuenta los factores económicos y las clases sociales. Enfatizando los caracteres personales. En efecto, la reflexión filosófica e historiográfica va a desaparecer en el Contexto de vivisimas polémicas teológicas. En los años de la Reforma la Historia sirvió, en todo caso, como argumento a esgrimir entre ambas partes enfrentadas, entre protestantes y católicos.

Hay en el paradigma teórico de la Historia de los Renacentistas algunos elementos sobre los que se debe reflexionar:

  • Primero, La Historia se concibe como un relato de los hechos políticos y similares más sobresalientes, en tal sentido se enfatiza, la astucia, la sagacidad y la inteligencia para tomar e implementar decisiones.

  • Segundo, una Historia del Cristianismo Nicaragüense enfatizaría una vez más el carácter, la prudencia y astucia de los que han liderado la inserción y el desarrollo de los cristianismos en Nicaragua, lo cual terminaría en una Historia más de personalidades que de los procesos más amplio que han hecho posible la realidad histórica de los cristianismos en Nicaragua.

  • Tercero, Un elemento que nos parece importante es la secularización de la Historia, entendiéndola como el hecho de que la naturaleza humana con sus defectos y virtudes influyen en los hechos históricos. Este elemento es esencial, ya que la afectividad, la comprensión y la decisión influyen a la hora de formar cualquier movimiento social o religioso. Por ello, las motivaciones son importantes resortes para evaluar hasta donde el desarrollo que se sigue en la comunidad Cristiana Católica o Protestante penden de las impresiones y afecciones y no sólo de factores económicos, sociales, jurídicos políticos o culturales. [25]

  • Un Cuarto, elemento importante es la idea de la fortuna como un factor determinante del devenir histórico. Y es que, de algún modo los renacentistas tenían razón, porque, desde el punto de vista de la antropología filosófica los seres humanos como realidades individuales y sociales somos actores, agentes y Creadores.[26] Ser actores significa que tenemos que actuar e ínter actuar con las realidades dadas en un espacio histórico y que es imposible impulsar procesos sin tomar en cuenta las condiciones en que queremos hacer o desarrollar un movimiento religioso o establecer una nueva compresión y practica religiosa. El Cristianismo Católico no se introdujo en Nicaragua sin existir en Nicaragua prácticas religiosas ya establecidas de antemano. Por otro lado el Protestantismo no logro hacer raíces sin tomar en cuenta que la fe católica era parte del orden social colonial, federativo y republicano. Más aún, a los que les toco asumir en su persona la instalación y propagación de la fe religiosa protestante, a unos, por el tiempo histórico, no les fue mejor, tal es el caso de Wheeler y Ferguson, no así las primeras comunidades que se organizaron bajo la luz y las influencias de la revolución liberal de Zelaya. Ser agente, implica que como personas y colectividades construimos o ejecutamos un camino con unos proyectos, sueños, visiones y propósitos. Así El catolicismo colonial tenía un sueño, una visión y unos propósitos que realizar con los medios que estaban a su alcance. Lo mismo sucede con los protestantismos. Los agentes de la sociedad Bíblicas de la segunda mitad del siglo XIX tenía una misión, un sueño, unos propósitos y como tales echaron a andar su proyecto.[27] Finalmente, Ser creador implica decidirse por fomentar condiciones que hagan posible el desarrollo favorable del Proyecto por el cual tengo que actuar e impulsar. Los católicos crearon las condiciones en Nicaragua para establecerse. Los protestantes han tenido que luchar contra un orden social conservador, religioso, inquisitivo y autoritario para poder establecerse.[28]

  • Quinto elemento es sobre el estilo argumental no exclusivamente cronológico que privilegiaron los renacentistas. En nuestra consideración, el historiador debe combinar dato cronológico y el estilo argumental, y esto porque, una fecha sin más, puede tener sólo el sentido del dato, pero una fecha que nos indica un acontecimiento y una argumentación científica porque se dio ese acontecimiento contribuye a la compresión de los momentos históricos sociales y personales.[29] De ahí, que al igual que los Renacentistas, consideramos oportuno combinar ambos estilos: el argumental y el cronológico.

1.5. Historiografía en el siglo XVII

El siglo XVII para muchos entendidos en la materia, es uno de los períodos más oscuros en la Historia de la historiografía. La decadencia de las Universidades, sumidas en interminables polémicas dogmáticas, la instrumentalización de la Historia como argumento contra el enemigo en medio de una Europa dividida y en guerra, la utilización de la Historia por parte de las monarquías absolutas para su propio ensalzamiento etc., son alguno de los elementos que arrastraban a los historiadores desde el siglo XVI y que determinaron su decadencia y desprestigio.

El siglo XVII es el siglo de las ciencias. La paz religiosa en Francia, Alemania e Inglaterra permitió deslindar los campos de la Religión y de las ciencias. Sin embargo, para Descartes la Historia es un saber inútil, incluso perjudicial y que en modo alguno puede alcanzar la verdad.[30]

La crítica del racionalismo a la Historia va a repercutir en importantes intentos de renovación. Los historiadores encontraron su propio método a través del nacimiento de la Paleografía y la Diplomática, obra de la Congregación Benedictina de Saint Maur y especialmente del P. Mabillon. La utilización de estas dos ciencias auxiliares, supone, con mucho, una auténtica revolución metodológica. Ahora se trata de la investigación de los documentos, de las fuentes, desde un punto de vista crítico y analítico.

El aporte de la historiografía del siglo XVII se puede ver en dos direcciones: Primero en la función de la Historia. Segundo, en el método para hacer Historia. Y es que a nuestro parecer la Historia tiene por así decir tres funciones básicas:

  • Una función instrumental, que consiste, en que la Historia como tal no solo nos re – actualiza hechos sociales humanos acontecidos, sino que dicha re actualización se puede suscribir a los intereses y proyectos de la comunidad, institución y persona que fomentan su estudio e investigación. Solo así se explica que la historia en el contexto del siglo XVII sirvió como instrumento ideológico de legitimación y guerra.

  • Una función comunicativa, es decir, la Historia tiene una función orientadora y pedagógica, en tal sentido practica. La Historia escrita y contada sirve para orientar la memoria histórica de la comunidad, los grupos sociales e instituciones.

  • Finalmente, una función de enajenación y liberación: La Historia en cuanto Historia, dependiendo del enfoque o interés, puede contribuir a superar estadios sociales o religiosos ya superados o de retornar a los mismos.[31]

Por tales funciones, hay que preguntarse siempre qué función le damos a la Historia cuando la escribimos. Sea esta una Historia patria o la Historia de los cristianismos nicaragüense. Qué rol le damos a la Historia, qué función comunicativa le atribuimos y qué efectos tienen sus enfoques.

Por otro lado, es importante la valoración de la metodología para construir la Historia. La utilización de las ciencias auxiliares, el análisis critico de los documentos y de las fuentes en la investigación y el estudio de la Historia es una contribución importante del siglo XVII. Y en caso que nos toca, un criterio fundamental para hacer investigación sobre los cristianismos del siglo XIX y principios del XX.

6. Historiografía del siglo XVIII

El concepto de Historia racionalista o ilustrada tenía notables diferencias con la historiografía renacentista. Era, también, una Historia pragmática, pero no estaba orientada a educar o a aconsejar al Príncipe, sino, a expresar los puntos de vista de la filosofía de la Ilustración. Quedaba atrás el mero relato de los defectos y excelencias de determinadas personalidades. Estos historiadores están conscientes de la importancia de la Filosofía, de las artes, de las ciencias, del desarrollo económico, etc. Y por ello la Historia que van a redactar será una Historia a la luz del concepto de civilización como concepto englobador[32]

Lo que implica la búsqueda de causas y leyes históricas. Se abandona el provincialismo, los protagonismos personales, los discursos y de las reflexiones morales. Sin embargo, mantienen su preocupación literaria. Las obras siguen teniendo una cierta estructuración dramática: primero se presenta a los personajes, después el desarrollo de los acontecimientos y finalmente el desenlace. El mismo Voltaire, manifestaba que los que mejor podían escribir Historia eran los autores de teatro.

El concepto de la Historia del siglo XVIII y el modo de hacer Historia ofrece para los propósitos de la investigación y el estudio Histórico de los Cristianismos las siguientes luces:

  • El interés que pusieron los historiadores en la búsqueda de las causas y las leyes históricas que hacen posible los hechos sociales humanos. Y es que, una investigación histórica sobre el Cristianismo en Nicaragua una vez más tiene que partir de las condiciones reales de la Historia y no de la anécdota y el relato literario. Es decir, existen factores internos y externos que hacen posible el desarrollo de una fe histórica y en tal sentido el investigador tiene como primera tarea reconstruir el marco global en que se da una iniciativa de fe religiosa. El Protestantismo en Nicaragua no se logro insertar en la época de la colonia porque las leyes históricas de ese entonces no posibilitaban su inserción, sin embargo, el cierre del siglo XIX y principios del XX ofrecieron mayores posibilidades y ello permitió que el protestantismo se abriera paso.

  • Sin embargo una diferencia sustantiva es que para los historiadores del siglo XVIII las leyes de la Historia son determinantes para que se den comportamientos históricos, pero no es así, porque las leyes de la Historia son un conjunto de condiciones estructurales constitutivamente dinámicas que hace posible el desarrollo de determinados procesos social. Y por ser dinámica cambian estructuralmente. No hay unas leyes históricas pre fijadas o fijadas, sino una serie de condiciones estructurales que varían sistemáticamente[33]

  • El Cristianismos del Siglo XIX se impulsó gracias a un conjunto de posibilidades que en la actualidad han cambiado sustancialmente.

  • Por otro lado, es importante reconocer de los historiadores del siglo XVIII la idea de que en los procesos de la Historia hay un desarrollo y un desenlace. Pues bien, hay que decir, primero, que todo proceso histórico tiene un Momento Constitutivo, segundo un Momento Desarrollante y tercero un Momento de Progresión. Más que desenlace como argumento racional lo que se dan son procesos de transformación histórica precisamente porque al cambiar las condiciones personales, económicas y socio políticas se modifican sustancialmente el quehacer de las personas y las colectividades.[34]

En el caso del Cristianismo protestante, hay un momento constituyente en que este hace su aparición en la escena de la Historia Nicaragüense y este momento tiene que ver con la divulgación de la Biblia en el Pacifico y en el Atlántico con las misiones de las Unitas Fratrum y la misión Anglicana. En el caso Católico con el proceso de conquista y colonización iniciado en el siglo XVI. El momento desarrollante del Protestantismo se da a partir de 1909 y en el caso católico con la instalación del sistema colonial. Y el momento progre diente, en el caso protestante, las primeras transformaciones se van a experimentar con la creación de iglesias nacionales. En el caso católico con la independencia en 1821.

Finalmente, Que la Historia sea un drama tiene que ver con el acontecer humano como Actor. Y en este sentido, ya hemos mencionado que el Ser humano es actor, pero no sólo actor sino también agente y creador de la Historia.

7. Historiografía contemporánea

En Alemania, Ranke (1795- 1886), inauguró una influyente corriente: el Historicismo. De acuerdo a esta visión, la Historia debe de apartarse de las interpretaciones generales y atenerse al contenido estricto de las fuentes. Entre ellas, Ranke utilizó especialmente las fuentes Diplomáticas. De este modo se creó un sistema riguroso e innovador en la utilización de las fuentes y de la crítica histórica pero se concedió una gran importancia a la intuición del historiador y una primacía absoluta al valor de las ideas como hilo conductor de la Historia. [35]

Frente al subjetivismo romántico, Augusto Comte (1798- 1857) escribió su Curso de Filosofía Positiva[36]en el que reclamaba la aplicación de métodos científicos, positivos, para la Historia y el análisis de la sociedad. Influido sin duda por el espectacular avance de las ciencias naturales y aplicadas, Comte señaló que al investigador, al científico no le competen las causas últimas o metafísicas sino los elementos próximos y analizables. Como creador de la sociología, consideró que la sociedad podía ser sometida igualmente a observación positiva y verificable. La evolución de la sociedad en el tiempo, es decir, el estudio dinámico de los factores sociales emergió como el ámbito específico del historiador.

Además del Positivismo e historicismo, el Marxismo es la tercera gran corriente de interpretación historiográfica, formulada a mitad del siglo XIX, no fue tomada en cuenta sino hasta el triunfo de la Revolución Rusa de 1917 y la posterior fundación de una escuela de historiadores marxistas. Junto a ello, la crisis económica de 1929 y la creciente fuerza de los movimientos sociales indujeron a los historiadores a considerar en su importancia una teoría y un cuerpo conceptual, que hasta entonces había estado ausente en los círculos académicos[37]

El aporte del marxismo a la Historia se da en los aspectos siguientes:

  • Orientó la investigación de la Historia hacia los fenómenos sociales y económicos a largo plazo.[38]

  • Indujo a los historiadores a considerar la importancia de las condiciones materiales de la vida de los pueblos, de la economía y de la tecnología.

  • Activó la curiosidad por el papel jugado por las masas en la Historia. La teoría de la división de la sociedad en clases, permitió el estudio de los procesos de formación y transición de grandes períodos históricos (esclavismo, feudalismo y capitalismo). [39]

El historicismo, el positivismo y el marxismo, son tres corrientes o enfoque de la Historia y del modo de hacer Historia diferentes. Sin embargo, para una construcción de la Historia de Nicaragua y de los Cristianismos Nicaragüenses tienen las siguientes implicaciones. Por su puesto que desde la visión Historicista:

  • En primer lugar, tenemos que la Historia debe de apartarse de las interpretaciones generales y atenerse al contenido estricto de las fuentes. En tal sentido, una Historia de Nicaragua y del Cristianismo, exige un apartarse de la especulación, las interpretaciones infundadas y generalizadas. De tal suerte que la investigación y el estudio de la Historia requieren de un manejo serio, responsable y científicos de los datos que nos arrojan las fuentes históricas.

  • En Segundo lugar, el historicismo estableció un sistema riguroso e innovador en la utilización de las fuentes y de la crítica histórica. Y esto da pie, que no vasta con las fuentes históricas sino que, para escribir e investigar sobre Historia se requieren de metodologías y procedimientos de investigación confiables científicamente. Por ello, cualquier investigación sobre la Historia de Nicaragua o sobre los diversos cristianismos en el País exige un planteamiento metodológico sobre el uso de las fuentes y el análisis de los contenidos históricos.[40]

En tanto desde el Positivismo:

  • Reclamar no sólo la aplicación de métodos científicos, positivos, para la Historia y el análisis de la sociedad, sino que también al investigador y científico le competen el análisis de los elementos próximos y analizables. De ahí, que una la investigación histórica debe tomar en cuenta los factores sociológicos y dicho factores sociológicos debe ser factibles al análisis y compresión. Desde esta visión, un estudio de la Historia sobre Nicaragua y el Cristianismo debe partir de la condición sociológica y no solo de lo que determinadas fuentes nos permiten conocer. El historiador debe reconstruir las condiciones sociológicas en que se dan los hechos históricos y no solo quedarse con lo que arrojan las fuentes.

Finalmente, desde a visión marxista de la Historia:

  • Que la Historia de las sociedades depende de las condiciones materiales de la vida de los pueblos, de la economía y de la tecnología. En tal sentido, las practicas políticas, sociales, culturales y religiosas son sólo un reflejo (super estructura) de las condiciones materiales, del modo de producción y de las relaciones sociales de producción. Vista así la Historia de Nicaragua y de los Cristianismo, debe tomar en cuenta los cambios de los modelos económicos en que se ha venido desarrollando el país desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad. Así en una sociedad predominantemente agraria como era la colonial era posible una cultura semi feudal, vertical y patrimonialista y en este sentido un cristianismo radicalmente ortodoxo, integrista e inquisitivo. Pero con la transición al capitalismo modernizante liberal al modificarse las condiciones materiales daba lugar a una modificaron de las condiciones de la super estructura y con ello el protestantismo tendría mayores posibilidades de inserción. Por ello el establecimiento del Catolicismo en Nicaragua tiene su base en la forma en que estaba organizada la economía colonial y a su vez la inserción del protestantismo esta ligada al surgimiento de la economía capitalista en Nicaragua y la inserción de Nicaragua al mercado internacional.

  • Por otra parte, es importante para la elaboración de la Historia tomar en cuenta el papel jugado por las masas en la Historia y la división de la sociedad en clases. Este Criterio es importante para cualquier investigación de la Historia ya que esto tiene que ver con los siguientes criterios:

  • Uno, el desarrollo de la Historia no sólo depende de factores infra estructurales, sino de las condiciones de las masas como motor de la Historia. Es decir de su disposición hacia los cambios. No es lo mismo hablar de la situación de masas en el período de la colonia que hacerlo con respecto a la situación de las masas a fines del siglo XIX. En tal sentido, un estudio de la Historia del protestantismo tendría que estudiar las condiciones reales en que se encontraban las masas en Nicaragua y su disposición a aceptar un cambio en su visión de fe, tal como lo proponía el Protestantismo. [41]

  • Dos la división de la sociedad en clases (clase dominante y clase dominada) nos obliga a pensar que por un lado el Catolicismo es originariamente una Religión de la clase dominante poseedora de los medios de producción, el control del poder político y cultural, de los que triunfaron por la fuerza, independientemente, de sí en el pueblo hubo o no-sincretismo. Y por otro lado, estar claros, que el Protestantismo tuvo su impulso dentro de sectores las clases dominadas, quienes venden su fuerza de trabajo en la Sociedad que emergía del siglo XIX. En tal sentido el Protestantismo Nicaragüense es en su origen nacional una fe de las clases dominadas, pero sin tener conciencia de un proyecto de liberación.

Conclusión

Con respecto a la Historia del Cristianismo Católico y Protestante en Nicaragua, es imposible realizar una interpretación de lo que estos sean como fenómeno global sin partir de la construcción de una Historia integral de católicos y protestantes. Al no existir una Historia del Cristianismo Nicaragüense con esos caracteres globales, aventurar interpretación sobre los mismos, es no sólo aventurado, sino científicamente irresponsable.

El otro problema es determinar el criterio filosófico para interpretar la Historia del Cristianismo Nicaragüense. Y aquí no hay que confundir los criterios teológicos con los propiamente filosóficos. Mientras el Criterio Teológico parte de la convicción, el criterio filosófico parte de criterios más racionales. Un ejemplo de ello es que cuando Pixley escribe su Historia de los Bautista desde la posibilidad de que estos contribuyen al Reino de Dios o en el caso de Roger Araica que lo hace con respecto a la posibilidad de que la Historia de la CAM contribuya a los valores del Reino de Dios, estos criterios son más teológicos, de fe y no propiamente filosóficos[42]

Nuestra hipótesis es que el Cristianismo Nicaragüense es un componente Fundamental de la Historia de Nicaragua y que esta última no podría ser entendida sin presuponer lo que el Cristianismo (Católico y Protestante) implica tanto para la Administración de las instituciones públicas, la toma y la preservación del poder como para la población y sus familias. Pero esto seria un trabajo aparte. De Hecho la Historia del Siglo XIX y Siglo XX en Nicaragua no son sólo la Historia de las leyes, lo político, la economía, la cultura, sino la Historia de las Relaciones Iglesias y Estado. Y es imposible comprender la caída de Zelaya y del Frente Sandinista sin tomar en cuenta la oposición católica organizada. El complacimiento protestante con el régimen liberal.

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  • 21. ZUBIRI, XAVIER, Sobre el Hombre. Madrid: Alianza Editorial, 1986.

  • 22. PEREIRA DE QUIROZ MARÍA ISAURA. Historia y Etnología de los Movimientos Mesiánicos. México: Editorial Siglo XXI, 1968..

  • 23. ZUBIRI, XAVIER, Siete Ensayos de Antropología Filosófica. Madrid: Editorial Alianza, 1986.

  • 24. FONSECA, ELIZABHET, Historia, Teoría y Métodos, San José: Educa, 1989..

  • 25. GONZÁLEZ ANTONIO. Introducción a la práctica de la Filosofía. San Salvador: Editorial UCA, 1995.

  • 26. COROMINAS JORGE Y JUDITH RIVAS. Identidad y Pensamiento Latinoamericano. Managua: UCA, 1992.

  • 27.  ELLACURTIA IGNACIO. Filosofía de la Realidad Histórica. Managua: UCA, 1990.

  • 28. ZUBIRI XAVIER. El problema filosófico de la Historia de las Religiones. Madrid: Editorial Alianza, 1993.

  • 29. COMTE AUGUSTO. La Filosofía Positiva. México: Editorial Porrua, 1986.

  • 30. EQUIPO INTERDISCIPLINARIO LATINOAMERICANO. Teoría y practica Revolucionaria en Nicaragua. Managua: Ediciones Contemporáneas, 1983.

  • 31. HELLER, AGNES, Teoría de la Historia, – 3 Edición -. México: Fuentemara, 1988.

  • 32. MADRIGAL MANDIETA LIGIA, La Evolución de las Ideas: El Caso de los Protestantes en Nicaragua (1856- 1925) Managua: CIEETS, 1999.

 

 

 

 

 

 

 

Autor:

William Ulises Rodríguez Arce

[1] RICARDO PASOS MARCIAG. Nicaraocalli Teote Gueguense. Managua: UCA, 1993, Págs. 13-18.

[2] ELIZABETH FONSECA. Historia, Teoría y Método. €“1era.edic-, San José CR: EDUCA, 1989, Págs. 225-264.

[3] ANTONIO GONZÁLEZ. "Hacia una Fundamentación de las Ciencias Sociales" En: Para una filosofía Liberadora. San Salvador: UCA, 1995, pp. 65-84.

[4] AGNES HELLER. Teoría de la Historia. México: Editorial Fontamara, 1989, Pág. 72-189.

[5] Sobre un estudio comparativo del concepto de Historia y del Tiempo en las culturas Mesopotámica, Egipcia, Hebrea e Islámica Cfr. REYES MATES y Otros. Filosofía de la Historia. Madrid: Trotta, 1993, Págs. 33-46.

[6] ROBERT A. NISBET. Cambio Social e Historia, aspectos de la teoría occidental del desarrollo. Barcelona: 1976, Págs. 03-54.

[7] CORTAZAR, GUILLERMO y VALENCIANO CRUZ. Como Estudiar la Historia. España: Vivens-Vives, 1989, Pag.12

[8] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ. Como Estudiar La Historia, Op Cit, Pag. 13., BROM, JAN., Para Comprender la Historia, México: Editorial Nuestro Tiempo, 1988, Págs. 20 €“ 22.

[9] David H. Wheeler, era copoltor de la Sociedad Bíblica Americana y fue asesinado junto a otros por tropas nicaragüenses en la plaza de Granada el 12 de octubre de 1856, Cf, W.U.Rodriguez, Historia de las Relaciones Iglesia €“ Estado en Nicaragua, 1893- 1909, Tesis de grado, Facultad Evangélica de Estudios Teológicos, Managua, Nicaragua, 2002.

[10] Agustín decía: "En la primera época vivían los hombres como niños, sin ley. En la segunda, recibieron la ley y fallaron; en la tercera les abrió Cristo el camino de la felicidad". JOHANN FISCHL. Manual de Historia de la Filosofía. Barcelona: Editorial Herder, 1977, Pag. 140

[11] ROBERTO A. NISBET. Op. Cit. Págs. 55-100

[12] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 13.

[13] El problema de esta visión esta en dos vertientes, por un lado es una visión teológico filosófico de la historia y por tanto una filosofía de la Historia. Segundo, es una visión dualista de la historia. Y la historia antes de ser interpretada es vivida y realizada socialmente por grupos y personas en un situs y en un locus histórico. Ahora bien, el criterio que uno utilice para interpretar los hechos históricos es ulterior y no primario en el orden del quehacer histórico.

[14] PABLO ANTONIO CUADRA. Breve Historia de la Iglesia en Nicaragua. México: S.E. 1948, Págs. 1-4, JORGE EDUARDO ARRELLANÓ. Breve Historia de la Iglesia en Nicaragua. Managua: Editorial Manolo Morales, 1983, Págs. 9-11, EDGAR ZUÑIGA. Historia Eclesiástica de Nicaragua. Managua: Editorial Unión, 1981, Págs. 17-21.

[15] EL TAYACAN €“ CEHILA. Historia de la Iglesia de los Pobres. Managua: Tayacan, 1983, Págs. 3, 60-63. ANGEL ARNAIZ. Historia del Pueblo de Dios en Nicaragua. Managua: Centro Antonio Valdivieso, 1990, Págs. ANTONIO ESQUEVA GÓMEZ. "La Iglesia en la Historia de Nicaragua (1970 €“ 1980)". Managua: UCA, 1980, Págs. 1-3.

[16] PIXLEY, JORGE. Por una iglesia Laica, Una historia de los y las €“creyentes que se congregan en la Convención Bautista de Nicaragua. Edic. Convención Bautista, 1999, págs. 16-18.

[17] ROGER ARAICA SALAS. Los Hijos de la Misión, Anecdotario de los primeros cien años de la Misión Centroamericana en Nicaragua. Managua: Imprimátur, 1999, pag.18

[18] La insuficiencia de este camino que sigue la visión de PIXLEY y ARAICA es que primero está el criterio de interpretación y luego los hechos. Pues bien, para evaluar la historia del protestantismo se debe partir primero de los hechos y sólo después hacer la interpretación que se quiera.

[19] REYES MATES y Otros. Op. Cit. Págs. 47-64

[20] BROM, JAN. Para Comprender la Historia, Op. Cit. Pág. 23 €“24.

[21] BONALD, realiza un estudio comparativo entre las analogías del concepto de Institución y Poder en el sistema monárquico y centralista y la visión de institución y poder en la Iglesia Católica. Además, la analogía entre la visión de institución y poder en los gobiernos democráticos o representativos y la visión de poder en el protestantismo. Cf. LOUIS €“ AMBROISE DE BONALD. Teoría del Poder Político y Religioso. Madrid: Tecnos, 1988, Págs. 127-142

[22] Los analistas en procesos de mediación, negociación, conciliación y arbitraje sostienen que existen dos modelos que sustentan las relaciones entre partes, sean estos estados, instituciones privadas, grupos humanos o personas: Las relaciones integrativas y las relaciones distributivas. La primera es cooperativa, la segunda es competitiva. En la cooperativa lo fundamental es el acuerdo y el entendimiento. En la segunda, la confrontación y la guerra. Cf. J. FLING. Teoría de la Negociación Internacional. Argentina: Editorial Lemusa, 1993, Págs. 17-25

[23] REYES MATES y Otros. Op. Cit. Págs. 65-84.

[24] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 14 €“ 15.

[25] ZUBIRI, XAVIER, El problema filosófico de la historia de las religiones. Madrid: Alianza Editorial, 1993, Págs.165-205.

[26] ZUBIRI, XAVIER, Sobre el Hombre. Madrid: Alianza Editorial, 1986, Págs. 584-588

[27] MARÍA ISAURA PEREIRA DE QUIROZ. Historia y Etnología de los Movimientos Mesiánicos. México: Editorial Siglo XXI, 1968, Págs. 19-36.

[28] ZUBIRI, XAVIER, Siete Ensayos de Antropología Filosófica. Madrid: Editorial Alianza, 1986,pags. 130-133

[29] FONSECA, ELIZABHET, Historia, Teoría y Métodos, San José: Educa, 1989, Págs. 25 €“ 75.

[30] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 15- 16.

[31] Para un debate más amplio sobre la función de la historia Cfr. ANTONIO GONZÁLEZ. Introducción a la práctica de la Filosofía. San Salvador: Editorial UCA, 1995, Págs. 277-281. JORGE COROMINAS Y JUDITH RIVAS. Identidad y Pensamiento Latinoamericano. Managua: UCA, 1992, Págs. 95-104 y 190-201. IGNACIO ELLACURTIA. Filosofía de la Realidad Histórica. Managua: UCA, 1990, Págs. 471-598.

[32] REYES MATES y Otros. Op. Cit. Págs. 85-118

[33] Sobre el debate de la estructura de la Historia Cfr. la obra de: IGNACIO ELLACURTIA. Filosofía de la Realidad Histórica.Op. Cit.

[34] XAVIER, ZUBIRI. El problema filosófico de la Historia de las Religiones. Madrid: Editorial Alianza, 1993, Págs. 65-205

[35] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J., CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 18.

[36] AUGUSTO COMTE. La Filosofía Positiva. México: Editorial Porrua, 1986, Págs. 14-16.

[37] REYES MATE y Otros. Op. Cit. Págs. 119-137

[38] EQUIPO INTERDISCIPLINARIO LATINOAMERICANO. Teoría y practica Revolucionaria en Nicaragua. Managua: Ediciones Contemporáneas, 1983, Págs. 416-420.

[39] EQUIPO INTERDISCIPLINARIO LATINOAMERICANO. Op. Cit. Págs. 420-425.

[40] AGNES, HELLER, Teoría de la Historia, – 3 Edición -. México: Fuentemara, 1988, Pág. 72 €“ 182.

[41] Cfr. -MADRIGAL MANDIETA LIGIA, La Evolución de las Ideas: El Caso de los Protestantes en Nicaragua (1856- 1925) Managua: CIEETS, 1999. Págs. 11-39.

[42] ¿Cuáles son los criterios filosóficos que interpretan la Historia?, En la Historia de la Filosofía de la Historia están: El Cosmos en la antigüedad, Dios en la Edad Media, El Hombre en el Renacimiento, la Razón en la Ilustración, liberación en el Siglo XIX, y el Micro relato en el Siglo XX y post modernidad.

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