Problemas sociales que enfrenta la gestión de riesgos geológicos en los procesos constructivos y de infraestructura en Cuba (página 2)
Enviado por Liber Galb�n Rodr�guez
Un resumen de las fuentes consultadas plantea que, en principio la Geología es la ciencia que estudia todos los fenómenos y procesos físicos y químicos, y su evolución en el tiempo, que tienen lugar en el planeta tierra desde su propio surgimiento. Centrando su mayor enfoque a los que ocurren en su parte más externa, o sea la corteza terrestre.
Entender entonces que, por ejemplo, las relaciones entre los fenómenos atmosféricos y sus consecuencias en la corteza terrestre sean estudiadas por esta ciencia, o que las relaciones existentes entre fenómenos que tienen su origen en el interior de la tierra con consecuencias manifiestas en el clima y nuestra atmósfera, también sean estudiadas por la geología, es una cuestión lógica para los geólogos. Así también las acciones que realiza el hombre y que afectan a uno o varios componentes de la corteza terrestre, y la evolución de la flora y la fauna terrestre y sus huellas en las rocas, también son objeto de estudio entre otros de la ciencia geológica.
Otro aspecto importante en esta ciencia son los procesos y fenómenos geológicos, también llamados eventos geológicos. Los eventos geológicos tienen lugar en el planeta tierra, y generan transformaciones que ocurren de una manera lenta o súbita. Sin embargo, unos y otros pueden ser igualmente letales para la sociedad en dependencia de una serie de factores que se analizan más adelante.
Las fuerzas propias del planeta nacen del interior de la tierra, pero proyectan sus efectos de diversos modos en la superficie terrestre y el espacio cósmico. Estas fuerzas incluyen la gravedad, el magnetismo, las reacciones termo-nucleares, las reacciones físico-químicas y los procesos geológicos vinculados a ellas. En su conjunto generan los movimientos de las placas tectónicas, los levantamientos y descensos del terreno, las erupciones de volcanes, géiseres y fumarolas, los manantiales, los terremotos, los maremotos, los cambios del relieve, las modificaciones seculares del clima, y una variada gama de eventos relacionados con la formación y transformación de las sustancias y el paisaje. En síntesis, fuerzas internas del planeta determinan el paisaje de la superficie terrestre, cuyas influencias en el medio ambiente y la vida son determinantes para el presente y el futuro de la sociedad.[3]
Los eventos lentos o acumulativos son aquellos que actúan durante un largo período de tiempo, por lo que sus efectos no son muy evidentes a simple inspección. La afectación al entorno y a la sociedad de dichos eventos ocurre por acumulación, por añadidura, en decenas y miles de años. Por ejemplo, los procesos cársicos, donde ocurre la formación de cavidades y galerías subterráneas (popularmente conocidas como "cuevas") y/o cambios en el relieve superficial (mogotes, entre otras formas); o la presencia de pequeñas concentraciones de sustancias nocivas en rocas, suelos y aguas naturales, las cuales no se detecta sino mediante estudios específicos; no obstante, pueden concentrarse a niveles nocivos para la salud, debido al consumo de aguas y vegetales que se extraen de estos medios.
Otros eventos lentos son los movimientos seculares del terreno, los que tienen lugar normalmente a velocidades que se miden en milímetros por año, pero con el tiempo llegan a provocar cambios importantes en el relieve y afectar las edificaciones, las costas, o el curso de los ríos. En contraste, los eventos súbitos, generalmente catastróficos, son aquellos que tienen lugar por la liberación en un breve espacio de tiempo, de alguna energía del interior de la tierra, así como su combinación con fenómenos externos, que se traduce en erupciones volcánicas, terremotos, derrumbes, deslizamientos, inundaciones, etcétera.[4]
Fenómenos naturales de origen geológico como los mencionados anteriormente, representan un peligro latente que bien puede considerarse como una amenaza para el desarrollo social y económico de una región o un país. Entendiéndose como amenaza al peligro asociado con un fenómeno de origen natural (geológico en este caso) o tecnológico (inducido) que puede presentarse en un sitio específico y en un tiempo determinado produciendo efectos adversos en las personas, los bienes y/o el medio ambiente.[5]
Algunos de estos fenómenos como los terremotos, movimientos tectónicos locales, tsunamis, la carsificación, las tormentas costeras, los movimientos ascendentes y descendentes del terreno, las mareas, la sequía, la desertificación, el impacto de meteoritos, la presencia de suelos expansivos, la erosión eólica y los hundimientos de tierras son ejemplos de amenazas que aun no pueden ser intervenidas en la práctica; mientras que inundaciones costeras y fluviales, desprendimiento de rocas, desbordamientos de los ríos y sus cauces, la erosión y sedimentación, la salinización de suelos y los deslizamientos de tierra pueden llegar a controlarse o atenuarse con obras civiles de canalización, construcción de diques y muros de contención, irrigación artificial de suelos, recarga de acuíferos, suspensión total o parcial en la explotación de obras y estabilización de suelos, entre otras.
Un aspecto importante en estas cuestiones es el análisis la "vulnerabilidad" de la zona, población, etc., (sitio específico); este es un elemento que caracteriza la predisposición intrínseca de un sujeto o elemento a sufrir daños debido a posibles acciones externas, y por lo tanto su evaluación contribuye en forma fundamental al conocimiento del riesgo mediante interacciones del elemento susceptible con el ambiente peligroso.[6] De aquí que el daño, destrucción o pérdida esperada obtenida de la probabilidad de ocurrencia de eventos peligrosos sobre elementos vulnerables sea conocida como El Riesgo. (Spence 1990).
La diferencia fundamental entre la amenaza y el riesgo está en que la amenaza esta relacionada con la probabilidad de que se manifieste un evento natural o un evento provocado, mientras que el riesgo está relacionado con la probabilidad de que se manifiesten ciertas consecuencias, las cuales están íntimamente relacionadas no sólo con el grado de exposición de los elementos sometidos sino con la vulnerabilidad que tienen dichos elementos a ser afectados por el evento (Fournier 1985).
El riesgo que puede generar un proyecto constructivo y de infraestructura puede ser permanente o recurrente, afectando la vida cotidiana de las personas y las posibilidades de desarrollo de una zona o de la región en general. Asimismo, para que un riesgo se traduzca en un desastre, el evento no tiene que ser de una gran magnitud, pues en determinadas ocasiones una serie de fenómenos pequeños, ocasionados o potenciados por la construcción de un proyecto de infraestructura, pueden ser más desastrosos que uno de magnitud considerable. Igualmente, un fenómeno pequeño puede ser un aviso de que se están gestando condiciones de riesgo que, en un futuro, pueden desembocar en un desastre de grandes magnitudes.
El efecto de los proyectos constructivos y de infraestructura en la generación de riesgos se produce de dos formas distintas: En el proceso de construcción y operación, cuando desencadenan reacciones de la naturaleza, tales como inundaciones, sequías o deslizamientos, principalmente cuando estos provocan deforestación, manejo inadecuado de los suelos, desecación de zonas inundables y pantanosas, o rellenos artificiales, entre algunos elementos. Y la otra forma de generar riesgos, es debido a la exposición permanente de los proyectos constructivos y de infraestructura a los fenómenos geológicos naturales o inducidos, lo cual multiplica los efectos sobre la población y los ecosistemas en general.[7]
En el caso que nos ocupa, se hace necesario mencionar que los diferentes tipos de riesgos geológicos pueden relacionarse entre sí, y ante la predominancia de uno estén presentes otros como efecto secundario, lo cual puede complicar la situación e incrementar la vulnerabilidad del objeto de obra en cuestión. Por cuanto no podemos concebir el análisis independiente sin que finalmente se realice una evaluación de los riesgos como un sistema, complementando estos con otros estudios tales como: geofísicos, estructurales, demográficos, socioculturales, medioambientales, económicos, etc.), lo cual en la bibliografía consultada no aparece especificado de esta manera, aunque si se refieren o asocian determinados riesgos primarios y secundarios o se utilizan los sistemas de información geográfica para determinar cierto nivel de riesgo.
Estas cuestiones denotan que el riesgo geológico en función de los proyectos constructivos y de infraestructura, independientemente a que se caracterice, también es necesario que en función del aprovechamiento de este conocimiento, se tomen medidas en orden administrativo y tecnológico que conduzcan a garantizar cierto nivel de seguridad en las mismas; es decir, es necesaria la gestión.
El concepto de gestión, proviene del latín gesio y hace referencia a la acción y al efecto de gestionar o de administrar. Se trata, por lo tanto, de la concreción de diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera. La noción implica además acciones para gobernar, dirigir, ordenar, disponer u organizar.[8] De aquí se infieren aquellas acciones encaminadas al estudio, análisis, evaluación, planificación, organización, dirección, ejecución, seguimiento y control. Este concepto que insertado adecuadamente en función de los riesgos geológicos, constituye una herramienta de trabajo muy útil en los procesos constructivos y de infraestructura que se desarrollan en Cuba, convirtiendo a la gestión de riesgos geológicos en un proceso abarcador y a la vez específico.
Si se consideran todas las prerrogativas analizadas, es posible teniendo en cuenta los conceptos relacionados con el riesgo geológico definidos con anterioridad, discernir como gestión de riesgo geológico, a la actividad que se encarga de los estudios que deben realizarse de los fenómenos o procesos relacionados con la geodinámica terrestre y los procesos o fenómenos inducidos por la actividad humana que afectan proyectos y/o las obras de ingeniería, civiles o de infraestructura, situados o que en un futuro estarán situadas en el terreno; de forma tal que estos contribuyan a planear, organizar, dirigir, evaluar y controlar las medidas organizativas, técnicas o tecnológicas que sean dictadas a favor de estos proyectos u obras, dirigidas a prevenir o mitigar los daños provocados por la ocurrencia de eventos geológicos de carácter natural o antrópico.[9]
De forma más amplia se puede decir que la gestión del riesgo geológico se realiza para pronosticar las consecuencias (riesgo), que futuros fenómenos y procesos geológicos naturales o inducidos (amenazas), tendrán sobre determinada obra o proyecto que conciba el hombre donde lleve implícito o no la transformación de la realidad (vulnerabilidad) y en consecuencia se haga necesario tomar medidas organizativas y tecnológicas para disminuir su impacto (gestión).[10]
El mayor problema de la gestión de riesgos internacionalmente para cualquier nivel de gobierno, es que la gestión de riesgos es un problema a largo plazo, y los gobiernos no han sido particularmente buenos en la planificación del desarrollo a largo plazo, ni han gastado mucho dinero en la reducción de estos riesgos a largo plazo[11]En consecuencia, debido precisamente a que su función está dirigida a la realización de determinadas transformaciones de la realidad, precisa ser contextualizada, y en función de esto, plantear un mecanismo capaz de garantizarla en la medida de las posibilidades reales de cada país, visualizando siempre la resolución de los problemas sociales que le impiden su realización exitosa.
Problemas sociales que enfrenta la gestión de los riesgos geológicos en Cuba
La tendencia internacional en lo relacionado a la disminución de riesgos geológicos en proyectos constructivos, ha sido el trabajo por disminuir las vulnerabilidades, independientemente del necesario conocimiento del comportamiento de los eventos geológicos.
Cuba no está exenta de esta tendencia, la experiencia práctica demuestra que a pesar de los logros en esta esfera (que son muchos), es necesario continuar integrando los estudios realizados por varias ciencias o ramas de la ciencia (geofísicos, estructurales, demográficos, socioculturales, medioambientales, económicos, etc.) en función de la disminución la vulnerabilidad de las construcciones y por tanto de los riesgos geológicos.
En este contexto, es preciso entender que la vulnerabilidad constructiva es un proceso dinámico, donde sus manifestaciones varían de una comunidad a otra, o de un año a otro. Ninguno de los factores que provocan vulnerabilidad se encuentra en forma pura o aislada de los demás. Existen factores de vulnerabilidad que se pueden evitar o reducir para disminuir las debilidades. En muchos casos se requieren recursos económicos, pero en otros casos los elementos principales son las decisiones políticas, económicas y sociales. Asimismo, la vulnerabilidad no es exclusivamente un problema de carencias, bajos recursos o pobreza, sino de cómo se asignan y utilizan los recursos disponibles, o de cómo se controla la calidad de la ejecución de las obras de mitigación.[12]
En este sentido los resultados de las indagaciones realizadas en el contexto de la presente investigación, confirman que de una manera u otra estos factores están presentes en la realidad de las empresas constructoras cubanas, las obras constructivas y de infraestructura que estas ejecutan y, en la sociedad en general, trayendo consigo la manifestación de problemas de índole económico, medioambiental, cognitivo, de educación, culturales, pedagógicos, entre otros, que se explican más adelante:
Desde el punto de vista económico la gestión de riesgos geológicos en los procesos constructivos y de creación de nueva infraestructura, se ha visto afectada por una planificación inadecuada de los sitios idóneos para la ubicación de nueva infraestructura o por la falta de consideración y evaluación de los posibles riesgos que se producirán por la necesaria ubicación de estas en zonas frecuentemente amenazadas, trayendo consigo la utilización errónea de los recursos económicos en unos casos, y en otros gastos excesivos en labores de rehabilitación de las obras ya construidas luego de ser abatidas por los eventos geológicos.
En Cuba existen numerosos ejemplos que demuestran la utilización inadecuada de recursos económicos. Ejemplo fehaciente se concreta en el amplio crecimiento desproporcionado de las ciudades y poblados cubanos en años anteriores, sin una planificación física verdaderamente consciente de los problemas ambientales que hoy día enfrenta la sociedad cubana. En este sentido, se conoce la ubicación de varios poblados en zonas peligrosas, donde el Estado cubano ha tenido que invertir cuantiosos recursos económicos para rehabilitarlos, en algunos, en varias ocasiones. Un ejemplo reciente lo constituye el poblado de Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camaguey, afectado en varias ocasiones por las inclemencias del viento y del mar, provocando pérdidas económicas considerables al Estado y fuertes afectaciones a la economía familiar.[13]
Un poco más al Sur, en la provincia Santiago de Cuba, se encuentra el caso de la carretera Santiago de Cuba – Guamá – Granma, que ha sido afectada en varios tramos por la acción geológica del mar y presenta un peligro potencial de incomunicación por ocurrencia de deslizamientos y/o derrumbes en varios de sus tramos. En la mayoría de los casos los taludes tienen alturas que oscilan entre los 20 y 40 metros, y una inclinación de 60 a 90º, en estos ya en el 92% se han manifestado o se manifiestan de alguna manera deslizamientos, derrumbes o desprendimientos de rocas. [14]En un recorrido efectuado por especialistas de la provincia a esta zona, se pudo además determinar una amplia afectación económica en los puentes que se encuentran a lo largo de la misma, observándose deslizamientos de tierra en taludes laterales por efecto de sobresaturación de suelos, en varios de estos puentes se observan además afectaciones por los corrimientos de sus bases, provocando en algunos casos la inhabilitación parcial de los mismos. [15]
Desde el punto de vista ambiental la gestión de riesgos geológicos en los procesos constructivos y de infraestructura también presenta dificultades. Siguiendo con el caso de la provincia Santiago de Cuba, se observa que alrededor de esta son conocidos los acuíferos productivos casi con exactitud. El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (representado en la Delegación Provincial de dicha institución), ha establecido determinadas regulaciones para las inversiones constructivas y de infraestructura que se ejecuten sobre estos acuíferos(tanto de la vivienda como institucionales), sin embargo existen factores antrópicos que atentan con el cumplimiento de las mismas, que incrementan la vulnerabilidad de los suelos y que conllevan a la contaminación de aguas subterráneas, entre estos focalizamos los siguientes:
La construcción de fosas de desechos fecales humanos sin sello en el fondo y, la improvisación de desagües en zonas donde no existen alcantarillados, y donde sin embargo ha sido autorizada por las direcciones de la vivienda y planificación física la construcción de obras. Evidenciado en el municipio de Santiago de Cuba en la zona baja de El Caney de las Mercedes y San Juan.[16]
La actividad agrícola en los alrededores de la ciudad de Santiago de Cuba cargada de fertilizantes, cuya aureola de dispersión permite la entrada al manto freático de elementos nocivos para la salud, contaminando fundamentalmente las áreas aledañas a la cuenca del río San Juan, mayor humedal de la provincia, de donde se obtiene agua subterránea para abastecimiento a gran parte de la población de la ciudad de Santiago de Cuba.
La generación de desechos industriales contaminantes que van a parar al subsuelo, ríos y bahía de Santiago de Cuba; carga contaminante considerable de las industrias y población de sus alrededores.[17] Esta bahía se considera la segunda bahía más contaminada de Cuba, sólo superada por la Bahía de La Habana (Villasol, 1979). Dentro de los procesos constructivos y de infraestructura que generan estos tipos de riesgo está la construcción de sistemas hidráulicos para la evacuación de desechos tanto residenciales como de las industrias y los sistemas de alcantarillado.
El mal estado constructivo en que se encuentran los sistemas de alcantarillado en toda la provincia. Provocando que tanto los desechos institucionales, así como residenciales, en reiteradas ocasiones se desborden y contribuyan con el aumento del estado de contaminación de los suelos y locaciones diversas.[18]
A esto lógicamente se suma el riesgo propio de las abundantes precipitaciones en la provincia durante las diferentes etapas del año, las cuales contribuyen a remover o disolver elementos acumulados en basureros o suelos secos, y a trasladar hacia zonas más bajas la contaminación producida por estos.
Los problemas analizados traen al debate otros dos problemas que están íntimamente relacionados: problemas cognitivos y socio culturales, que también afectan la gestión de riesgos geológicos en Cuba.
Por ejemplo, nuestra sociedad se ve afectada por la extendida indisciplina social. Muchos cubanos obviando regulaciones existentes que de una manera u otra, su cumplimiento, contribuye a la gestión de riesgos geológicos, realizan obras constructivas generadoras de riesgos o en zonas vulnerables. El ejemplo puesto anteriormente de las autorizaciones emitidas obviando los problemas ambientales que se generan en Santiago de Cuba, muestra claramente esta situación.
No obstante, a pesar estas cuestiones y del avance revolucionario logrado en la Resolución 91/2006[19]en materia de gestión integral del proceso inversionista, y de la existencia de un conjunto de normas y regulaciones específicas elaboradas por este y otros ministerios, las cuales intervienen de una manera u otra en la gestión de riesgos geológicos en procesos constructivos y de infraestructura; la realidad es que existen problemas relacionados a la aplicación de los resultados científicos, la organización de la gestión de riesgos geológicos en las obras y por tanto de la calidad final de las mismas. [20]
Es conocida además la falta de superación de muchos directivos empresariales; para poner un ejemplo, según Gago 2009,[21] todavía es insuficiente la capacitación del personal que labora en las empresas adjuntas a la Delegación de Recursos Hidráulicos en Santiago de Cuba en cuestiones relacionadas con las regulaciones existentes en Cuba, que intervienen en la gestión de riesgos geológicos en los proyectos de obras hidráulicas. Esta situación también es nacional.
En todo el país existe la voluntad de realizar contribuciones a una mejor gestión de los riesgos geológicos, sobre todo incrementando la base informativa en los diferentes medios de comunicación masiva e Internet. Adicionalmente, está planteada la necesidad de continuar realizando investigaciones y acciones que contribuyan al mejoramiento de estas cuestiones. Los criterios más generales expresados por las geociencias alrededor de este tema en Cuba son: [22]
1) Realizar investigaciones destinadas a conocer mejor los distintos tipos de eventos geológicos activos o que están latentes en cada territorio.
2) Dar a conocer a los tomadores de decisiones la índole y consecuencias de estos eventos geológicos generadores de riesgo.
3) Elaborar mapas de riesgos geológicos y vulnerabilidad a nivel general y territorial, y diseñar los sistemas de monitoreo de las zonas más amenazadas donde se pueden desencadenar eventos catastróficos.
4) Introducir la alfabetización sobre eventos geológicos, sus efectos negativos y su mitigación en los programas de educación primaria, secundaria, profesional y no-formal, a nivel nacional.
5) Especialmente, educar a las comunidades en los riesgos geológicos a que están sometidas, sus consecuencias, y las acciones a tomar de carácter preventivo.
6) El diseño de metodologías, estrategias, modelos, etc. que lleven tanto a las instituciones como a la población a gestionar de forma correcta y eficaz el riesgo ante la posible ocurrencia de los eventos geológicos.
Todo esto se traduce en una insuficiente cultura general sobre el tema de los riesgos geológicos tanto en el medio administrativo y empresarial en general, como en la población; además de la insuficiente preparación cognoscitiva en estos temas; razón por la que se hace necesario también, reforzar desde la instrucción, el conocimiento de los mismos en las generaciones de cubanos que se forman y se formarán en las instituciones educacionales del país, tanto en pregrado como en postgrado.
Esta última cuestión también trae a discusión otro problema que enfrenta la gestión de riesgos geológicos en los procesos constructivos y de infraestructura: problemas de tipo educativo, hacia los cuales también se necesita incrementar acciones, tanto para generaciones en formación en centros de educación, como para la comunidad en general como se planteó anteriormente.
Para que se tenga una idea de la actualidad de estos problemas, por ejemplo en una obra actual priorizada por el Estado como lo es la rehabilitación del Acueducto de la Ciudad de Santiago de Cuba, se han mostrado problemas de conocimientos, educativos y socio culturales del personal encargado en su ejecución.
Según los especialistas del CENAIS,[23] los valores de susceptibilidad a la ocurrencia de deslizamientos en la ciudad de Santiago de Cuba van de baja a media. Los deslizamientos efectivos han sido observados en barrios periféricos de Santiago de Cuba, donde por ejemplo se producen deslizamientos en sectores de la parte norte del Distrito José Martí, Puerto Pelado, quintero, alrededores del río San Juan, la bahía, Carretera Turística y en la Autopista. [24]
Sin embargo, en el tramo de Quintero de la conductora principal, ocurrió un deslizamiento durante su ejecución, también ocurrió en la ya mencionada localidad de Altamira y en ramificaciones secundarias. Los mismos provocaron la paralización y atraso de la obra, con el consecuente gasto imprevisto y excesivo de recursos financieros y humanos, además de las afectaciones sociales que trajo consigo al abasto de agua a la ciudad. [25]
Según O'leary González Matos, exdirector del CENAIS, estas cuestiones tienen como fuente fundamental, la indisciplina social y empresarial en general existente acerca de la realización de obras constructivas sin conocimientos científicos y técnicos apropiados, o desconociendo las regulaciones vigentes para algunos casos; además de ejecutarse obras sin previa autorización de las Direcciones Regionales de Planificación Física y la vivienda.[26]
Todo este análisis demuestra la actualidad de esta temática y la necesidad de la modelación específica de subsistemas como el de la geología, cuestiones que dificultan el objetivo final: lograr un desarrollo económico y social sostenible y sustentable en Cuba.
Hoy los sistemas o modelos de innovación tecnológica son cada vez mas complejos; los miembros del GEST[27]en Cuba plantean que la asimilación de nuevas tecnologías no es un proceso pasivo, ni se logra solamente entrenado al personal técnico y a los operadores en otros países como muchas veces ocurre. Ellos necesitan de una cultura alrededor de estas tecnologías, de toda una cultura local, en que la preparación del personal se base en el conocimiento y el dominio, en profundidad, de las leyes y principios básicos que la rigen. Esto permite no solo operarlas con eficiencia, sino enfrentar situaciones nuevas e inesperadas, realizar adaptaciones necesarias y desarrollar creadoramente innovaciones incrementadas sobre la misma.[28]
Por tanto queda planteado el reto, la necesidad de un modelo tecnológico único en materia de gestión de riesgos geológicos que resuelva esta situación en el entorno las construcciones y la creación de nueva infraestructura construida; modelo que deberá considerar la resolución de los problemas sociales analizados en este documento y que constituye el objetivo principal de la investigación.
Conclusiones
1. La gestión de riesgos geológicos en los procesos constructivos y de infraestructura constituye gran problema social de irrefutable actualidad en Cuba.
2. La manera de gestionar el riesgo geológico actualmente en Cuba no satisface las necesidades reales del país, evidenciándose en primera instancia un divorcio objetivo entre el uso los resultados científicos y el desarrollo local, y de forma secundaria, entre lo legislado en materia de gestión de riesgos, su conocimiento y el cumplimiento de sus preceptos por los habitantes y directivos cada territorio o escenario bajo riesgos.
3. Desde el punto de vista económico existen afectaciones por una planificación inadecuada de los sitios para la ubicación de nueva infraestructura o por la falta de consideración y evaluación de los posibles riesgos que se producirán por la necesaria ubicación de estas en zonas frecuentemente amenazadas.
4. Desde el punto de vista ambiental existen factores antrópicos que incrementan la vulnerabilidad de los suelos y contribuyen a la contaminación de aguas superficiales y subterráneas; afectando consigo a las obras constructivas y de infraestructura que crea el hombre sobre el terreno o para aprovechas las riquezas del subsuelo.
5. Existe una insuficiente cultura general sobre el tema de los riesgos geológicos tanto en el medio administrativo y empresarial en general, como en la población; por consiguiente, insuficiente preparación cognoscitiva en estos temas, razón por la que se hace necesario reforzar desde la instrucción, el conocimiento de los mismos en las distintas generaciones de cubanos.
6. De forma general el modelo de gestión de riesgos geológicos que se utiliza hasta los momentos actuales, en función de la prevención y mitigación de desastres en los procesos constructivos y de infraestructura, ha funcionado con ciertas dificultades o deficiencias, las que se han visto exacerbadas por las manifestaciones de indisciplina social y empresarial, así como cognoscitivas y organizativas.
7. Los problemas enunciados deducen la necesidad de creación de un modelo tecnológico para la gestión de riesgos geológicos en los procesos constructivos y de infraestructura que se desarrollan en Cuba.
Bibliografía
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Autor:
Ing. Liber Galbán Rodríguez.
Facultad de Construcciones, Departamento de Ingeniería Hidráulica. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba. Cuba.
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[3] Manuel A. Iturralde-Vinent, Bertha E. González Raynal, Tomás Chuy. RIESGOS NATURALES DE ORIGEN GEOLOGICO. 2006, Obtenido en formato electrónico en www.medioambiente.cu/uptnatgeo/index1.htm.
[4] Idem.
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[6] Idem.
[7] Hernando Monge Granados. 2003."La construcción de proyectos de infraestructura multinacionales en Centroamérica y sus consecuencias en la generación de riesgos". Costa Rica. Obtenido en formato electrónico en Centro Territorial de Gestión de la Información del MICONS, Santiago de Cuba, 2008.
[8] Según Diccionario de consulta http://definicion.de/gestion/. Consultado en febrero 2009..
[9] Liber Galbán Rodríguez, Modelo para la gestión del riesgo geológico en los procesos constructivos y de infraestructura. Revista de Obras Públicas: Órgano profesional de los ingenieros de caminos, canales y puertos, ISSN 0034-8619, Nº. 3500, 2009, Págs. 39-50. España. Junio 2009. Referenciada en varias bases de datos internacionales: COMPENDEX, COMPLUDOC, GEOREF, ISOC, ICYT, LATINDEX, TRANSPORT, TECNOCIENCIA, DIALNET.
[10] Idem.
[11] Hernando Monge Granados. 2003."La construcción de proyectos de ….Cit. .
[12] Hernando Monge Granados. 2003."La construcción de proyectos …..". Cit.
[13] Tomado del sitio: Cubainformación.tv. Recorre Raúl zonas dañadas por el huracán Paloma. jueves, 13 de noviembre de 2008. http://www.cubainformacion.tv/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=7273. Consultado enero 2009.
[14] Gerónimo Luis Seisdedos Caballero, Carmen Rosa Reyes Pérez, Fernando Guasch Hechavarría Belmis Avich Durán et all. ATLAS DE PELIGROS NATURALES DEL MUNICIPIO GUAMÁ. proyecto "Contribución a la disminución de la vulnerabilidad de las comunidades por eventos geodinámicos en el municipio Guamá". CENAIS.2002.
[15] Vid …. Atlas de peligros naturales del municipio Guamá…..Cit.
[16] Liber Galbán Rodríguez, El modelo de gestión por procesos en la evaluación de riesgo geológico en la provincia Santiago de Cuba: un ensayo preliminar. Revista Mapping, ISSN 1131-9100, Nº 132, 2009, pags. 18-23. España. Marzo 2009. Referenciada en varias bases de datos internacionales: LATINDEX, COMPLUDOC, DIALNET. Mapping, ISSN 1131-9100, Nº 132, 2009 , pags. 18-23.España. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2913108
[17] R. Regadera et all ¨Diagnóstico de la calidad de las aguas en la Bahía de Santiago de Cuba¨. 2002. Vid Memorias, Conferencias Internacionales de Manejo Integrado de Zonas Costeras. CARICOSTAS. Centro de Estudios de Manejo Integrado de Zonas Costeras. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Oriente. Cuba.
[18] Martín, A.; F. Ruiz, M. Ramírez y M. Hernández (2001): Información técnica Bahía Santiago de Cuba. Informe del Cimab, C. de La Habana, Cuba. 18 pp. Obtenido en formato electrónico.
[19] Resolución 91/2006. INDICACIONES PARA EL PROCESO INVERSIONISTA. Ministerio de Economía y Planificación. Obtenida en formato electrónico.
[20] Adrián Gago Abad. Situación actual y perspectiva de las normas y regulaciones que intervienen en la gestión de riesgos geológicos en las obras hidráulicas del municipio Santiago de Cuba. Tesis de pregrado. Universidad de Oriente. Facultad de Construcciones. Departamento de Ingeniería Hidráulica. Tutores: Ing. Liber Galbán Rodríguez, MsC. Zulima Rivera Álvarez. Consultado Julio 2009.
[21] Idem.
[22] Vid, Manuel A. Iturralde-Vinent, Bertha E. González Raynal, Tomás Chuy. Riesgos naturales de origen geologico…Cit
[23] Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba.
[24] Fernández Meliá, Bárbara Zulima C. Rivera Álvarez, Carmen R. Reyes Pérez, José A. Zapata Balanqué. Los fenómenos físico geológicos secundarios en la ciudad de Santiago de Cuba. Revista Geología y Minería, Vol.XVII, No.2, 2000… CENAIS. ISBN: 0258 5979.
[25] Liber Galbán Rodríguez, Algunas reflexiones sobre… Cit.
[26] José Antonio Torres. Un aval en la prevención de desastres, GRAMMA INTERNACIONAL, La Habana, sábado 25 de octubre de 2008. Año 12 / Número 298.
[27] GEST: Grupo de Estudios Sociales de la Tecnología. Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Ciudad Habana. Ingenierización e innovación tecnológica, Tirso W. Saens. 1999.
[28] Colectivo de autores. Tecnología y sociedad. Grupo de Estudios Sociales de la Tecnología (GEST). Editorial Félix Varela, La Habana. Cuba. 1999.
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