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Sor Juana y la Virgen de Guadalupe: Colaboradoras en la creación de la consciencia mexicana

Enviado por Rachel Miles


  1. Introducción
  2. Parte uno: una escritura mexicana
  3. Parte dos: ¿En qué consiste el mexicanismo de Guadalupe?
  4. Parte tres: una comparación entre Sor Juana y Guadalupe
  5. Obras citadas

Introducción

La conciencia criolla es el fenómeno que se produce en el Nuevo Mundo cuando los criollos, o americanos: hijos de españoles, empiezan a sentirse un pueblo diferente, con su propia cosmovisión. Es decir, los criollos empiezan a ocupar un espacio propio: "no se identificaban con los españoles por el orgullo nacional americano, pero tampoco con los indígenas por las diferencias raciales y culturales" (Berendová 47). Esta situación complicada implica la necesidad de una redefinición de su espacio social y cultural. Entonces, los mismos necesitaban algo distinto para unificar y cambiarse a un grupo separado. Durante el siglo XVII, dos figuras femeninas contribuyeron notablemente a la formación de la conciencia mexicana mediante el sincretismo y amalgama de culturas. La Virgen de Guadalupe representa dicho sincretismo religioso mientras que Sor Juana representa el cultural y literario. Ambas figuras revolucionarias, en el sentido de la invocación, contribuyeron decisivamente en la formación de la consciencia mexicana.

Parte uno: una escritura mexicana

Sor Juana Inés de la Cruz, hija natural de padres criollos, nació en 1651 en Chimalhuacán, un pueblo cerca del valle de México. Juana, una niña precoz, estudiaba todo lo que podía, desde matemáticas, astronomía, filosofía, teología hasta literatura. Cuando ella llegó a una edad precisa, entró a un convento para continuar su educación y tener la libertad para escribir. Según Octavio Paz, su decisión de entrar al convento no se debió a una vocación espiritual pero sí a su deseo de aprender y leer con libertad (109). En otras palabras, ella entró al convento por su propia elección, no porque alguien la obligó a hacerlo. Su confesor, Antonio Núñez de Miranda había convencido a Sor Juana que su búsqueda del conocimiento no era incompatible con la religión. Miranda, más tarde, retractaría su opinión sobre el conocimiento y la religiosidad de Sor Juana, pero por casi quince años él apoyó a Sor Juana y sus intereses académicos. Sin embargo, últimamente fue su decisión entrar al convento. Decidir entrar a un convento no parece que fuera una decisión revolucionaria al principio, pero si se toma en cuenta el tiempo y los derechos limitados de las mujeres de la época, definitivamente fue revolucionaria porque ella misma tomó la decisión y no sus padres o algún maestro.

En el convento, ella produjo obras prolíficas que se adelantaron a su tiempo, con ideas modernas y feministas. Su poema "Hombres necios" echa la culpa a los hombres por la situación de las mujeres y sus falsas expectativas. Juana era muy astuta. Este poema todavía atrae a las mujeres de hoy porque mucho de lo que dice el poema es verdad. Por eso, es fácil para los lectores modernos querer dar sus propias opiniones e interpretaciones sobre la vida de Sor Juana. Por ejemplo, la película autobiográfica de Sor Juana Yo, la peor de todas muestra un aspecto un poco exagerado de su feminismo y hay una implicancia de lesbianismo. Sin embargo, es irrefutable que ella no vivía la vida normal de una monja. En el convento, Sor Juana recibía en audiencias a personas notables y poderosas del Virreinato de la Nueva España. Quizás la más importante en el éxito de Sor Juana fue la Virreina, María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga. Su amistad a menudo protegió a Sor Juana de las amenazas de la Iglesia (González 10). Por la importancia de sus obras, ella recibió los títulos de «la Décima Musa mexicana» y «el Fénix de América.» Debido a su escritura, Sor Juana fomentó la formación de una conciencia criolla en Nueva España, más tarde México.

La influencia de Sor Juana en la formación de la conciencia criolla es notable en dos aspectos principales: el cultural y el literario. Sin embargo, el término "cultural" es un poco libre porque, en una sociedad tan religiosa como la de la Nueva España, la cultura incluía también la religión. Para la iglesia, Nueva España representaba una oportunidad para crear una sociedad nueva y perfecta, sin los problemas de la España antigua. Es importante recordar que el descubrimiento de las Américas ocurre durante el pleno apogeo de la Inquisición y el final de la Reconquista. La inquisición fue una institución de la iglesia católica en la que los clérigos combatían la herejía. Depende del siglo, los grupos heréticos cambiaban, pero el final siempre era el mismo: tortura y muerte. Durante el siglo XV, la Inquisición apuntaba contra los judíos y los musulmanes. El final de la Reconquista tuvo lugar cuando en 1492 los moros fueron finalmente expulsados del territorio español. Fue la gran victoria de los reyes católicos Fernando e Isabel que unificaron los grandes reinos de España (Castilla y León) con su casamiento y luego establecieron el dominio católico. Entonces, siguiendo el patrón establecido por la Reconquista, era importante para los reyes católicos y la iglesia el convertir a todo el mundo al catolicismo. Tanto la iglesia como la monarquía querían que la colonia consistiera de personas piadosas y devotas (Paz 15). En aquel tiempo, cuando esta monja cuestionó a la iglesia públicamente en sus obras[1]la iglesia reaccionó asustada. Los clérigos no querían a alguien inquisitiva, e indudablemente no querían que ese alguien fuera mujer y causara problemas. Sor Juana era la personificación del miedo de la iglesia: una mujer independiente lista a cuestionar el estatus quo.

Por muchos años, Sor Juana disfrutó el éxito de sus obras prolíficas. De repente, su éxito termina un poco antes del final de su vida. Algunos eventos probablemente estén conectados, pero la causa oficial de su muerte fue una enfermedad que fue el resultado de un contagio de una epidemia que se dio en el convento. Antes de su muerte, Sor Juana fue víctima de una pelea dentro de la iglesia, lo cual eventualmente trajo su perdición. El obispo Manuel Fernández de Santa Cruz le animó a Sor Juana a escribir un ensayo teológico, conocido como La carta atenagórica, que atacó la teología de su rival, el arzobispo Francisco de Aguiar y Seijas, para criticar un sermón de su teólogo favorito, Antonio de Vieyra, un jesuita portugués. Él le prometió a Sor Juana que el ensayo no se publicaría y solamente un pequeño grupo de lectores lo leería. Sin embargo, cuando Sor Juana visitó a su madre en su lecho de muerte, el obispo publicó el ensayo con una introducción que él escribió. Como lo ha dicho Octavio Paz, él se escondió «bajo un pseudónimo femenino» y se llamó Sor Filotea de la Cruz (520). En su introducción, él, o Sor Filotea, al principio dice que admiró tanto la crítica del sermón que lo publicó a su propio gusto. No obstante, Sor Filotea, o Manuel Fernández de Santa Cruz, continuó a reprender a Sor Juana por su orgullo y le dice a ella que necesita cambiar su lectura y dedicarse a leer el libro de Jesucristo (Paz 519-20). Lo más probable, es que esta reprimenda fue más para protegerse a sí mismo que censurar a Sor Juana. Mientras que el obispo quería atacar al arzobispo, él necesitaba protegerse a sí mismo de la ira del arzobispo y de la iglesia. Si hubiese realmente apoyado a Sor Juana, el ataque que sufrió ésta no habría sido tan severo. Aunque, según Octavio Paz, era de conocimiento común que Manuel Fernández de Santa Cruz publicó el ensayo, su nombre no estaba relacionado directamente con el texto y por eso su asociación con el texto pudo ser pasada por alto. Sin embargo, antes de este evento, las obras de Sor Juana fueron muy populares y demostraron un sentido de mexicanismo temprano.

Específicamente, la Loa para el auto sacramental de "El Divino Narciso" de Sor Juana refleja la mentalidad del criollismo en la forma del sincretismo religioso. Esta loa sirve para introducir una obra de teatro más larga: El auto sacramental de "El Divino Narciso." El auto fue escrito para el festival religioso de Corpus Christi y por eso la loa le prepara a la audiencia para esta forma de religión sincrética. La loa cuenta la historia de una interacción alegórica entre un par de indígenas y un par de españoles: el Occidente (un indio), la América (una india), el Celo (un español) y la Religión (una española). La historia empieza con un grupo de indios, incluyen América y Occidente, bailando en un rito religioso. Luego, un grupo de españoles, con Celo y Religión, entran y piensan que el rito es pagano. Una discusión entre los dos partidos empieza y al final, ambos grupos llegan a un acuerdo. Este método de formar equivalencias es notable porque Sor Juana trabaja desde la perspectiva de los indígenas en lugar de la de los españoles (Taylor 81-85). Es decir, Sor Juana considera los argumentos de ambos lados y, en esta consideración, se forma una perspectiva nueva: una perspectiva sincrética. Este sincretismo demostrado en la loa probablemente ayuda a los criollos a definir su mentalidad de religión en este sitio americano, que más tarde sería México.

La perspectiva sincrética se manifiesta durante la loa en la interacción entre los personajes. Los indígenas adoran a su "Dios de Semillas," pero los españoles creen que esto es el trabajo del diablo. Religión, la española, dice a los indígenas que el Dios cristiano no es nuevo, aunque no sea conocido por ellos. Este hecho empieza un dialogo en el que se hacen comparaciones entre ambas religiones. Por ejemplo, ambos grupos comen el cuerpo de su Dios en forma de comida trasformada. Los indígenas practican el teoqualo, o comer al dios, que es maíz empapado en sangre y los españoles toman la Eucaristía, que es el pan transformado en el cuerpo de Jesucristo. Al final de la loa, los indígenas creen en el Dios cristiano y los españoles cambian sus pensamientos por su participación en el baile ritual y el refrán del "Dios de Semillas" (Taylor 81-85). Es fácil imaginarse que la loa fue escandalosa para los católicos piadosos. Sin embargo, la unión de culturas y el siguiente compromiso representa el sincretismo de culturas en una forma que nadie podía ignorar.

Sor Juana representa también el sincretismo literario porque forja un estilo propio y nuevo para el Nuevo Mundo. Durante el barroco novohispano, los escritores tenían que cumplir con las normas del estilo europeo. El estilo de España durante el barroco consistía en mucha ornamentación de palabras, simbolismos y alegorías. Además, después de Luis de Góngora[2]el estilo barroco español se transforma en un estilo más decorativo con metáforas y sintaxis complicada. Entonces, debido a la presión europea, Sor Juana utiliza una forma de expresión que permite una doble lectura de símbolos tradicionales europeos (Catalá 12). El estudio de Rafael Catalá trata el sincretismo cultural y compara cómo Sor Juana utilizaba la mitología en sus obras. Por ejemplo, Sor Juana hizo comparaciones entre los dioses indígenas y los dioses grecorromanos. Por eso, en Neptuno Alegórico, Sor Juana trae tradiciones europeos a Nueva España, con un tema distinto para esta lectura nueva.

En obras como Neptuno Alegórico, Sor Juana puso en práctica una técnica distinta para mezclar los estilos en simbolismos. Después de la Conquista, los españoles habían establecido «que la mitología cristiana era la "verdadera" y que la cultura europea era la "Cultura," con c mayúscula» (Catalá 31). En otros términos, la mitología y la cultura de los americanos no importaban. Además, la cultura americana fue considerada demoníaca por los europeos. Así que, Sor Juana necesitaba tener cuidado para ajustarse con las normas de la sociedad. Por esto, el mensaje es implícito y velado. Frailes como Fray Bernardino de Sahagún y Fray Juan de Torquemada introdujeron la idea que había semejanzas entre las diferentes culturas. Torquemada publicó un libro que hacía comparaciones entre la mitología europea y la mitología americana. Es decir, Torquemada estudió a los dioses de Mesoamérica y encontró la equivalencia entre dioses. Sor Juana citó a Torquemada como una fuente para sus estudios y obras. Desde el trabajo de Torquemada, Sor Juana decidió que Neptuno era Tláloc[3]y viceversa.

En su obra maestra "Primero sueño," Sor Juana imitó el estilo de Góngora pero con su estilo propio. Con la intención de una doble lectura, Sor Juana duplicó su estilo con alusiones mitológicas, hipérbaton, palabras latinas, vocabulario e inversiones (Paz 469-470). Sin embargo, Paz afirma que "las diferencias son mayores y más profundas que las semejanzas" entre Sor Juana y Góngora (470). Por lo tanto, Sor Juana usó el estilo básico de Góngora pero puso su propia interpretación y estilo en este poema. Por ejemplo, Sor Juana usó la imagen del águila como un símbolo sincrético. El águila abarca a la vez las tradiciones cristiana, grecorromana y mesoamericana. Para los cristianos, el águila tiene muchas representaciones como la Ascensión, la oración, la resurrección, la nueva vida, el alma confortada y la fuente del bautismo. En la tradición grecorromana, el águila representaba la divina majestad y era una criatura en la que Zeus se convierte. En México, el águila se asocia con la guerra y el sol que representan al dios azteca Huitzilopochtli. Según la leyenda, el águila guió a los aztecas a Tenochtitlan. Conforme a las normas de la escritura emergente del novohispanismo, Sor Juana utilizó una doble lectura en "Primero sueño" y usó el águila para cautivar a todos los lectores (Catalá 123-7).

En suma, Sor Juana desafío las normas patriarcales de la iglesia y de la sociedad en general a través de sus obras. Al hacerlo, Sor Juana creó un estilo nuevo y único para México, además de defender a los marginalizados. Juana defendió a los marginalizados en obras como "Hombres necios" y La Respuesta a Sor Filotea donde abogaba por las mujeres. Además, con sus obras sincréticas, Sor Juana abogó por los indígenas, los mestizos y los mulatos en una forma accesible pero todavía agradable para los criollos y los españoles. Sin embargo, al final, sus trabajos fueron demasiado radicales para la iglesia católica y ella fue obligada a renunciar a sus posesiones mundanales. Nadie sabe definitivamente porque ella renunció a sus cosas, pero es muy probable que fue debido a las presiones de la iglesia. Sor Juana fue una mujer increíble y extraordinaria.

Parte dos: ¿En qué consiste el mexicanismo de Guadalupe?

La Virgen de Guadalupe se constituye con la primera aparición de la Virgen María en Latinoamérica, más específicamente en la Virgen de los mexicanos (los nahuas en ese entonces). Según la leyenda escrita en el "Nican Mopohua," la primera historia de la aparición y en la lengua indígena náhuatl, la Virgen se le apareció cuatro veces a Juan Diego, un hombre náhuatl, en el Cerro de Tepeyac, en 1531. La primera vez, ella le habló a Juan Diego en náhuatl y le pidió que una iglesia fuese construida en este sitio. Juan Diego visitó al arzobispo Fray Juan de Zumárraga para decirle lo que pasó. La primera vez que Juan Diego pidió hablar con el arzobispo, éste lo tuvo esperando a Juan Diego por mucho tiempo porque aparentemente Zumárraga no le dada mucha importancia a lo que un indígena le diría. Además, cuando el arzobispo oyó su cuento, le dijo a Juan Diego que regresara cuando se sintiera más calmado. Juan Diego regresó al cerro, le pidió a la Virgen que enviara a alguien más noble y más respetable. Sin embargo, la Virgen insistió que era muy importante que el mismo Juan Diego trajera su mensaje.

Por eso, Juan Diego volvió al arzobispo quien todavía no le creyó a Juan Diego y le ordenó que regresara al cerro para pedirle un milagro a la Virgen. Justamente el tío de Juan Diego estaba enfermo, así que Juan Diego regresó a Tepeyac y le dijo esto a la Virgen. Ella le curó a su tío. Luego, la Virgen le dijo a Juan Diego que él recogiera flores en el cerro, un lugar que normalmente no tenía flores. Las flores que aparecieron en el cerro eran rosas nativas de Castilla, España. Juan Diego arrancó las flores y se las trajo a la Virgen. Ella las arregló en su tilma, una capa holgada en el estilo indígena, y le mandó a Juan Diego que mostrara las flores al arzobispo, y solamente el arzobispo. Entonces, cuando él apareció en frente del arzobispo, Juan Diego abrió su tilma y las flores cayeron al suelo y, donde las flores habían estado, apareció impresa una imagen de la Virgen. Zumárraga se postró en frente de la imagen y pidió disculpas por su falta de fe. Luego, él ordenó la construcción de la iglesia de Guadalupe en el cerro de Tepeyac.

Es notable que Guadalupe le habla a Juan Diego en su propio idioma. Sin embargo, aunque ella habla en náhuatl, produce flores que no son de ese lugar. Juan Diego era indígena, pero había sido bautizado, evidente por su nombre español. La Virgen utilizó a Juan Diego como su mensajero en lugar de aparecerse en frente de los jefes de la iglesia. Este acto da importancia al pueblo indígena y a su cultura. Después de todo, la cultura se constituye a través del lenguaje y el lenguaje se constituye a través de la cultura. Este aspecto es muy importante por la manera en que la Virgen le pide que se construya una iglesia en este lugar para así dar el merecido respeto a la cultura hibrida. O sea, porque la Virgen le pide la iglesia en náhuatl, ella da el permiso, o incluso, manda a los españoles adaptarse a las Américas. Desde el momento que la Virgen habla en náhuatl le da legitimad a la cultura de Juan Diego. Además, cuando Juan Diego le pidió a la Virgen para cambiar su mensajero a una persona más poderosa y respetada, la Virgen insistió que necesitaba ser Juan Diego. Al mismo tiempo, la manera que ella expresa su divinidad es ajena para Juan Diego. Por ejemplo, él nunca había visto las flores de Castilla. ¿Por qué las flores de Castilla? Las rosas de Castilla era para los españoles-éstas no pertenecían a Juan Diego, pero da la legitimad de la aparición para los españoles. Este fenómeno produce una nueva consciencia porque los españoles se sienten tocados de cerca por causa de las rosas, pero todavía se sentían extranjeros por el uso del náhuatl. En este momento, algo nuevo nació: La Virgen María de los mexicanos.

Esencialmente, Guadalupe les ayuda a los españoles a traer el catolicismo a los indígenas. De hecho, algunos historiadores consideran a Guadalupe como una conquistadora asistente en el Nuevo Mundo (Matovina 264). Obviamente, ella fue instrumental en la conversión al catolicismo. Los indígenas amaban tanto a Guadalupe porque por sobre todo Guadalupe es sincrética. Ella es una figura nueva para Nueva España. Sus rasgos son indígenas y su piel es morena, pero en esencia ella es la Virgen María a quien los europeos adoraban desde antes de venir al Nuevo Mundo. Sin embargo, la construcción de su persona es sincrética debido precisamente a su apariencia y a su forma de expresarse. Después de todo, la tradición de apariciones es europea y no indígena. Antes de la aparición de Guadalupe, no existía ninguna tradición de apariciones en México (Poole 274). Entonces, esta tradición viajó a través del océano y se manifiestó en el Nuevo Mundo a un hombre indígena que no sabía sobre apariciones.

Este relato de aparición específica es significativo porque trae una tradición antigua al Nuevo Mundo. Es decir, los relatos de apariciones medievales tenían una fórmula que Lafaye resume perfectamente:

Una imagen santa escondida en la montaña, una aparición cuyo testigo es un pastor, en esos tiempos difíciles en los cuales los cristianos tenían necesidad, justamente, de una manifestación de Dios y su gracia sobrenatural. (305)

Debido a esta situación, la Virgen aparecería como la intercesora entre Dios y los seres humanos (Lafaye 305). La leyenda de Guadalupe de Tepeyac usó la formula antigua, pero con algunos cambios. La Virgen de Guadalupe apareció en un tiempo difícil para los cristianos, ellos estaban intentando convertir a los indígenas a su religión. De hecho, para los españoles, la conversión era una lucha contra el diablo por las almas de los indígenas. En lugar de una imagen santa escondida, Juan Diego encontró rosas de Castilla como un símbolo santo y luego la imagen de la Virgen impresa en su tilma. Antiguamente, el pastor podía encontrar una estatua de la Virgen en la tierra, como el pastor en la leyenda de la Virgen de Guadalupe de Extremadura, o la Virgen de Guadalupe española. Quizás el cambio más significativo en esta leyenda mexicana es el cambio de un pastor a un indígena. En las leyendas antiguas, el pastor representa a los demás, o a la persona común. Entonces, en esta leyenda, la gente son los indígenas y no los españoles.

Antes de la conquista, el sitio para la basílica de Guadalupe era un importante lugar de peregrinación para los indígenas. La tradición de usar lugares sagrados y costumbres a grupos paganos no es algo nuevo. Durante la historia del cristianismo, los misioneros usaban materiales de los templos antiguos de los paganos para construir las nuevas iglesias. Además, los cristianos conservaban los lugares de las peregrinaciones druídicas o ibéricas y sustituían la imagen pagana por un santuario cristiano (Lafaye 300). En esta manera, los españoles usaron el sitio de Tepeyac, un lugar de peregrinaciones de los nahuas, para de ahí en adelante honrar a la Virgen de Guadalupe. Antes de la llegada de los españoles, los nahuas visitaban Tepeyac para adorar a Cihuacóatl, que significa "mujer de la culebra," y también la llamaban Tonantzin, que quiere decir "Nuestra Madre" (Lafaye 301). El nombre Tonantzin se queda para Guadalupe, pero Fray Bernardino de Sahagún afirmó que este título fue el trabajo del diablo porque Tonantzin da demasiada divinidad a Guadalupe. Llamándola a Guadalupe Tonantzin, o Nuestra Madre, implicaba que ella es la Creadora y Dios. Entonces, su solución fue nombrarla, "Dios-inantzin," o "Madre de Dios" en lugar de Tonantzin (Peterson 81). Los indígenas adoraban a los dioses y a las diosas igualmente, entonces la idea de una mujer poderosa no era un problema. Sin embargo, los españoles destacaban el machismo de Dios. Por eso, la distinción entre los títulos Tonantzin y Dios-inantzin para la Virgen fue importante. De este modo, el sincretismo de este sitio y de la figura adorada es obvio.

Como he mencionado antes, los indígenas estaban mucho más inclinados a adorar a mujeres que los europeos. Fray Juan de Torquemada, el jesuita Clavijero y Sahagún estaban en acuerdo que Tonantzin era una diosa con muchos adoradores, quienes llegaban a Tepeyac en tropel para celebrar sus días de festivales. Hoy, los peregrinos van al Tepeyac para compartir su tiempo y pedir protección, consuelo y fortaleza (Oleszkiewicz-Peralba 50-2). O sea, ella es la encarnación de una madre. Sus peregrinos necesitan una mujer porque las mujeres son más empáticas que un hombre. Guadalupe, combinada con Tonanztin, llegaba a ser el icono de consolidación y protección como una madre, una protectora y una amiga que inspira coraje (Oleszkiewicz-Peralba 79). Sahagún también problematizaba el culto de Toci en Tlaxcala. Los tlaxcaltecas adoraban a una diosa que se llamaban Toci, o "Nuestra Abuela." Después de convertirse al cristianismo, los tlaxcaltecas usaban el nombre Toci para referirse a Santa Ana, la madre de María y entonces la abuela de Jesús. En la mente colectiva de los tlaxcaltecas, si Santa Ana era la abuela de Jesús, entonces ella era la abuela de cristianismo (Lafaye 302). Universalmente, los indígenas consideraban a las diosas como salvadoras porque les daba vida a la gente (Peterson 87).

La imagen en sí de la Virgen de Guadalupe es sincrética en esencia. Malgorzata Oleszkiewicz-Peralba analiza su apariencia con mucho detalle y apunta la consciencia del sincretismo en la imagen. Guadalupe posee elementos aztecas y católicos. Su indumentaria no es azul, como implica la tradición de los europeos. La indumentaria es turquesa, que en la mitología azteca simboliza el agua, el fuego, la prosperidad y la abundancia. Asimismo, el turquesa es el color sagrado de múltiples dioses, como el dios principal de los aztecas, Huitzilopochtli. De hecho, los aztecas creen que Huitzilopochtli fue concebido inmaculadamente con una pluma por su madre, la diosa Coatlicue (56). Esta leyenda suena bastante similar al nacimiento de Jesucristo por María, otra concepción inmaculada. Por otro lado, su sotana es roja que significa para los aztecas la juventud, el placer y el renacimiento. Este simbolismo azteca de los colores corresponde a la dualidad cristiana como ambas una virgen joven y una madre joven. El color de la piel de Guadalupe es idéntico al color de la piel indígena. Hay que recalcar, no obstante, que según Oleszkiewicz-Peralba la imagen de Guadalupe es similar a la imagen de la bandera de Cortés (56-57). Cortés traía una bandera con la imagen de la Virgen de Guadalupe de Extremadura cuando él conquistó Tenochtitlan. Esta Virgen también tenía piel oscura y tiene muchas semejanzas con la Guadalupe mexicana (Lafaye 319, Oleszkiewicz-Peralba 54). Esta yuxtaposición de la conquista con la idea de una salvadora expresa la complicada naturaleza de la Virgen. Ella ayudó a los conquistadores con la subyugación de los indígenas mediante su apariencia en la bandera de Cortes y porque repuso la religión antigua. Sin embargo, también consolaban a los indígenas con su naturaleza benévola y su énfasis en la importancia que podemos ver con el episodio con Juan Diego.

El problema de tener dos Guadalupes llegó a ser uno importante durante la transformación de Nueva España a México. En realidad, fue un punto de contención que separó a los criollos de los españoles. Para muchos españoles, la Virgen de Guadalupe de Extremadura fue una figura de mucha reverencia. Su leyenda es un caso clásico de las historias de apariciones medievales. Después de la derrota de los moros en Extremadura, los cristianos necesitaban un símbolo de esperanza. Entonces, un pastor experimentó una aparición de la Virgen y, por sus órdenes, desenterró una estatua de la Virgen María. Esta Virgen era originalmente de Bizancio, pero estuvo perdida por muchos años. La Guadalupe de Extremadura apareció durante un tiempo muy importante para los españoles y, por lo tanto, era muy importante en su conciencia. Así, Cortés, un extremeño, era devoto de Guadalupe de Extremadura y la usó durante sus conversiones de masas de indígenas. Además, cuando Cristóbal Colón retornó de sus primeros viajes, los primeros indios que tocaron suelo de España fueron bautizados en la tierra de Guadalupe de Extremadura (Lafaye 305-311). Así que, es probable que muchos elementos de la Guadalupe mexicana se deriven de la Guadalupe española. Sin embargo, la Guadalupe mexicana tiene muchos elementos únicos, ya antes dicho, que los criollos defendían ferozmente contra los españoles que afirmaba que la Guadalupe mexicana era solamente una copia de la Guadalupe española. Había un sentimiento de inferioridad americana hacia los criollos y por eso éstos se unificaron detrás de la figura de Guadalupe, la mediadora entre todos. Guadalupe era la mediadora entre Dios y los humanos, entre Dios y los mexicanos y también entre el rey y los americanos (Lafaye 392). Por lo tanto, Guadalupe se centró entre la religión antigua y la religión nueva en Latinoamerica. Ella fue el puente entre dos culturas completamente diferentes.

A lo largo de los siglos, La Virgen de Guadalupe llegó a ser una figura de adoración para Nueva España y luego México. Ella es parte de la identidad nacional de México, para todos los mexicanos, incluso los personas con patrimonio mexicano que no practicaban el catolicismo (Lozano-Díaz 207). La Virgen de Guadalupe se ganó los indígenas en la época colonial como Dios y Jesús no pudieron hacerlo. ¡Que revolucionaria!

Parte tres: una comparación entre Sor Juana y Guadalupe

En la conciencia colectiva de México, Sor Juana y la Virgen de Guadalupe representan dos figuras queridas y respetadas por la población. Estas mujeres ayudaron a la gente a descubrir su voz y su identidad mexicana. Sor Juana creó un modelo literario propio de México, mientras que Guadalupe inspiró un renacimiento católico. Aunque Sor Juana utilizó a autores como Góngora como su base para escribir, ella puso su propia interpretación al estilo barroco de España. Un poco antes de la aparición de Sor Juana en el mundo de las letras, Guadalupe dio una vida nueva al catolicismo en Nueva España con su enfoque hacia los indígenas. Ambas mujeres contribuyeron en la formación de la conciencia mexicana, pero también dieron contribuciones únicas. Antes quiero recalcar algunas similitudes y diferencias entre estas dos figuras femeninas icónicas que contribuyeron a la formación de la conciencia mexicana.

Empezaré con los similitudes entre Sor Juana y Guadalupe. En esencia, ambas figuras pertenecen al mundo de religión con un fuerte modelo europeo. Sor Juana tenía el modelo del barroco y Guadalupe tenía el modelo de Guadalupe de España. Recuerdemos que Sor Juana imitó los estilos del barroco, pero le dio su propia interpretación en sus obras. Por otro lado, la Guadalupe mexicana consiste en una mezcla de la Virgen de Guadalupe de Extremadura y la tradición indígena. Además, el hecho que ambas son mujeres no se puede pasar por alto. En la religión católica de los siglos XVI y XVII, los tiempos de Guadalupe y Sor Juana respectivamente, las mujeres no tenían una voz respetada en la iglesia católica. De hecho, sólo recientemente las mujeres han comenzado a tener una voz en la iglesia y tampoco tienen igualdad con los hombres en ninguna otra denominacion. Debido a esto, Sor Juana y Guadalupe son tan relevantes hoy como lo eran antes.

Ambas, Sor Juana y Guadalupe consistían en madres de muchos. En Yo, la peor de todas, Sor Juana le dice a la virreina que "mis libros y mis instrumentos son mis hijos." Este sentimiento representa la diferencia en prioridades de Sor Juana a las monjas normales que dejan su potencial de casarse y tener hijos propios para que puedan ser las madres de la gente. Al final de la vida de Sor Juana, ella se convirtió en una monja tradicional, pero anteriormente ella les dio más devoción a sus instrumentos de conocimiento. Sin embargo, aunque Sor Juana fue la madre de miles de libros y muchos instrumentos y no fue una monja tradicional, Sor Juana tuvo el rol de madre. Por otra parte, Guadalupe es la madre de su gente, un idea bastante simple. En Nueva España, la Virgen de Guadalupe amaba a todos los habitantes de México, incluso a los mestizos, a los indígenas, a los criollos, a los españoles, a los mulatos, a los negros y a los europeos.

Ahora, hablaré de las diferencias entre Sor Juana y la Virgen de Guadalupe. En el carácter, Guadalupe se convertía en un símbolo religioso de México mientras que Sor Juana se volvía en un símbolo cultural de México. Aunque ambas fueron parte de la religión, Guadalupe volvía a ser una figura de devoción mientras que Sor Juana fue respetada por sus habilidades de escritura. Además, Guadalupe llega en la conciencia y se inserta en una cadena larga de diosas existentes. Ella toma algunas características de algunas diosas, pero Sor Juana no tiene una precedente. Como he dicho antes, Guadalupe ciertamente tuvo un modelo español pero, a diferencia de Sor Juana, también tuvo un modelo mexicano. No hay nadie antes de Sor Juana. Ella tendrá muchas seguidoras, pero no tuvo un modelo mexicano. Y aún, ambas son muy mexicanas y símbolos diferentes para la gente.

Para los estudios feministas modernos, Sor Juana y Guadalupe representan iconos feministas, pero en maneras muy diferentes. En particular, Sor Juana es una feminista más activa que Guadalupe. Es decir, Sor Juana hizo cosas como atacar a los hombres en su poema "Hombres necios" y desafiar al patriarcado de la iglesia, como expliqué antes. También, ella eligió entrar el convento-nadie le ordenó a escoger esa vida. Para las normas modernas, estas acciones son el epítome de la acción feminista. Al contrario, a la primera vista, Guadalupe es considerado como la encarnación de una mujer que actúa conforme a las normas de la sociedad antigua: es sumisa, dócil y virtuosa. Sin embargo, como he enfatizado, Guadalupe representa una figura de fortaleza y compasión. Además, con su innegable popularidad, ella ilustra que una mujer puede ser una mediadora y símbolo de una nación. Por eso, Sor Juana y Guadalupe son dos figuras femeninas diferentes, pero fuertes.

En síntesis, Sor Juana es la máxima expresión de literatura mexicana y hasta es considerada la primera feminista de Latinoamérica si no del continente América. Guadalupe es la más extraordinaria abogada de todos los mexicanos. Su figura se merece la máxima adoración. Queda claro que, sin estas mujeres, México no sería el mismo.

Obras citadas

Catalá, Rafael. Para una lectura americana del barroco mexicano: Sor Juana Inés de la Cruz & Sigüenza y Góngora. Minneapolis: The Prisma Institute, 1987. Impreso.

González, Michelle A. "Seeing Beauty within Torment: Sor Juana Inés de la Cruz and the Baroque in New Spain." A Reader in Latina Feminist Theology: Religion and Justice. Ed. María Pilar Aquino, Daisy L. Machado, and Jeanette Rodríguez. Austin: U of Texas P, 2002. Impreso.

Lafaye, Jacques. Quetzalcóatl y Guadalupe: La formación de la conciencia nacional en México. Trad. Ida Vitale. España: Fondo de Cultura Económica, 1977. Impreso.

Loya, Gloria I. "Pathways to a Mestiza Feminist Theology." A Reader in Latina Feminist Theology: Religion and Justice. Ed. María Pilar Aquino, Daisy L. Machado, and Jeanette Rodríguez. Austin: U of Texas P, 2002. Impreso.

Lozano-Díaz, Nora O. "Ignored Virgin or Unaware Women: A Mexican-American Protestant Reflection on the Virgin of Guadalupe." A Reader in Latina Feminist Theology: Religion and Justice. Ed. María Pilar Aquino, Daisy L. Machado, and Jeanette Rodríguez. Austin: U of Texas P, 2002. Impreso.

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Taylor, Diana and Sarah J. Townsend, eds. Stages of Conflict: A Critical Anthology of Latin American Theater and Performance. Ann Arbor: University of Michigan P, 2008. Print.

Yo, la peor de todas. Dir. María Luisa Bemberg. GEA Cinematográfica, 1990. DVD.

 

 

 

Autor:

Rachel Miles

Honors Research

Bajo el supervisión de: Dra. Clinia Saffi

31 marzo 2015

[1] Sor Juana escribi? un ensayo teol?gico con el prop?sito de una lectura peque?a y privada, pero se hizo public? contra sus deseos, con una carta introductoria escrita bajo el seud?nimo, Sor Filotea de la Cruz, que atacaba a Sor Juana. Entonces, Sor Juana escribi? la Respuesta a Sor Filotea y defendi? los derechos de las mujeres a tener educaci?n y formar opiniones, incluso opiniones teol?gicas.

[2] Luis G?ngora es reconocido como el representante del barroco hispano y desarroll? el estilo del culteranismo, que despu?s lleg? a ser referido como el gongorismo. Su estilo ampli? el estilo barroco en Espa?a. Es decir, el estilo barroco en Espa?a fue m?s exagerado que en el resto de Europa.

[3] Tl?loc era el dios azteca de la lluvia y tambi?n de la fertilidad y el agua.