Introducción
En el presente ensayo se pretende hacer un análisis crítico del actual sistema tributario que impera en nuestro país. El sistema tributario es el reflejo de un acuerdo que es negociado entre el Gobierno y los agentes económicos sobre el monto de la carga fiscal y el tipo de impuestos. Tal proceso de negociación involucra al Ejecutivo, al Legislativo, a los partidos políticos, a los sindicatos y a las distintas asociaciones empresariales, lo cual permite llegar a acuerdos sobre las tasas impositivas y la incorporación de nuevos impuestos.[1]
El sistema fiscal mexicano que actualmente nos regula es el resultado de un gran proceso de reformas tributarias tanto de política como en materia administrativa tributaria que dio inicio a finales de los setenta.
"En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos."Benjamín Franklin
Sistema Tributario Mexicano
El gobierno cuenta principalmente con dos principales fuentes de ingreso: los ingresos tributarios y los no tributarios. Dentro de los primeros destacan contribuciones como:
Impuestos (como el impuesto a las bebidas alcohólicas y el impuesto al ingreso)
Derechos (como los pagos que se hacen por extraer petróleo, o al adquirir un permiso por alguna concesión)
Dentro de los ingresos no tributarios, destacan:
Venta de bienes y servicios que provee (gasolina, agua, electricidad, etc.)
Deuda o ingresos por financiamiento, que se tienen que pagar en un futuro.
La principal fuente de ingresos del gobierno mexicano son los impuestos.
Un impuesto o tributo es un pago al Estado, de carácter obligatorio, que consiste en el retiro monetario que realiza el gobierno sobre los recursos de las personas y empresas. La forma de gravar ha evolucionado a lo largo del tiempo y los sistemas fiscales se han hecho cada vez más complejos. En parte, esto se explica porque los impuestos cambian la asignación de recursos, lo cual genera efectos sociales y económicos.[2]
Han existido muchos impuestos a través de la historia en México, pero no todos han cumplido los principios jurídicos constitucionales, así como los elementos esenciales tales como: sujeto, objeto, base gravable, tasa o tarifa. Algunos impuestos los han creado a la ligera con una serie de errores, lagunas y vacíos jurídicos que crean incertidumbre al contribuyente. Nuestro Sistema Tributario Mexicano siempre ha sido muy criticado por los estudiosos de la materia fiscal, por su complejidad, así como por los constantes cambios a las disposiciones fiscales que en muchas ocasiones dejan al particular en un estado de indefensión.[3]
Se entiende como Sistema fiscal o Tributario al conjunto de relaciones básicas y de instituciones de carácter jurídico y económico, que supeditadas a la consecución de objetivos, caracterizan con un cierto grado de permanencia la organización y el funcionamiento de la actividad financiera del sector público de un país o un conjunto de ellos. (afectando a ingresos y gastos).[4].
Para referirnos al complejo sistema tributario mexicano algunos autores lo describen como un gran número de disposiciones cambiantes en su momento que de acuerdo a su política fiscal el Gobierno Federal ha implementado.
Efectivamente, cada seis año existen cambios drásticos en el sistema tributario mexicano, el actual no es la excepción, ya que desde su primer año implementó diversas medidas de política fiscal.
El sistema fiscal mexicano se ha caracterizado por ser producto de múltiples factores, sin embargo, la obtención de mayores recursos fiscales siempre se ha manifestado como una necesidad imperiosa del Estado[5]
Al referirnos al Sistema Tributario de nuestro país, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, nos remite al Artículo 31, fracción IV el cual es el fundamento jurídico para establecer impuestos y contribuir con la Federación y a artículos de la misma Carta Magna relacionados con nuestro tema de estudio.
"Es obligación de los mexicanos contribuir a los gastos públicos, así de la Federación, como del Distrito Federal o del Estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes."
De dicho precepto constitucional se desprenden los denominados principios de justicia fiscal o tributaria a los cuales se deben ceñir todas las contribuciones, tales como los de generalidad, obligatoriedad, destino al gasto público, proporcionalidad, equidad y legalidad tributaria.
Ahora bien, en relación con el principio de proporcionalidad tributaria, algunos autores, han sostenido que dicho principio radica en que las contribuciones deben impactar a cada sujeto pasivo en función de su respectiva capacidad económica, debiendo aportar una parte justa y adecuada de sus ingresos, utilidades o rendimientos, de tal manera que los contribuyentes que obtengan ingresos elevados tributen en forma cualitativamente superior a los de medianos y reducidos recursos.[6]
En 1980 el sistema fiscal mexicano presentó una evolución ya que se cambió el sistema de coordinación fiscal, se incorporó a todos los Estados de la República, donde se establece que la Federación se reservaba el derecho a determinar los impuestos mas significativos a cambio de otorgar a las Entidades Federativas una participación en el rendimiento y la administración de las mismas; se establecen los fondos de participación para las Entidades Federativas y se incluye en I.V.A. como incentivo.
De 1995, al año 2000 el sistema financiero tuvo importantes cambios en relación al manejo y la administración de la recaudación; ya que se creó en junio de 1997 el Servicio de Administración Tributaria (S.A.T.), con el objeto de crear condiciones para el fortalecimiento de la colecta de los ingresos y así como mejorar la eficacia en la administración tributaria y aplicar eficazmente la legislación fiscal para promover el cumplimiento de la obligación tributaria por parte de los contribuyentes; se estableció el Servicio Fiscal de Carrera, para que el S.A.T. cuente con un cuerpo de funcionarios fiscales calificados, profesionales y especializados.
Asi mismo en 1995 se incremento la tasa del I.V.A., la cual se encontraba en una tasa del 10%; aumento la tarifa a un 15%, todo esto con la finalidad de obtener mayor recaudación para el país.
En el sexenio del Presidente Vicente Fox Quesada se hizo una importante reforma hacendaria que buscó mecanismos para contar con mayores recursos y asegurar que éstos se utilicen mejor por los tres órdenes de gobierno a través de cuatro pilares:
(i) administración tributaria;
(ii) (ii) sistema tributario;
(iii) (iii) gasto público; y
(iv) (iv) fortalecimiento del federalismo.
En el pilar fiscal se tomaron las siguientes medidas:
Introducción del IETU. (60.6 mmp *)
Introducción del IDE. (19.3 mmp *)
Simplificación del cálculo del ISR de personas físicas.
Creación de la cuota a gasolinas para las entidades federativas. (24.5 mmp *)Reforma fiscal de 2010.
Incremento de la tasa general del IVA de 15% a 16%, y de 10% a 11% en frontera. (30 mmp)
Incremento temporal de la tasa marginal superior del ISR a personas físicas y la tasa de ISR empresarial de 28 a 30%. (33 mmp **)
Creación de un IEPS a telecomunicaciones al 3%. (7.2 mmp *)
Modificaciones fiscales para 2011.Incremento de la cuota fija del IEPS a tabaco de 1.2 pesos a 7 pesos por cajetilla. (12.1 mmp **)
Introducción de un IEPS a bebidas energetizantes al 25%. (69 mdp *)
Estímulos fiscales al primer empleo y al teatro
Es importante mencionar que la carga tributaria de México es similar a la de los países que recaudan el doble, asimismo las tasas del I.S.R. e I.V.A. son equiparables a los países con un desarrollo semejante.[7]
Nuestro sistema presenta ineficiencias, tales como, la mala gestión y cobro del tributo, la inconstitucionalidad de resoluciones misceláneas porque establecen elementos estructurales de las contribuciones, la doble o triple tributación sobre los mismos objetos imponibles, leyes oscuras e imprecisas que generan inseguridad jurídica, la corrupción, el alto índice de evasión de impuestos, te otros problemas.[8]
Hace 25 años, el Sistema Tributario Mexicano estaba constituido por impuestos especiales a la producción y al consumo; por un impuesto sobre la renta a la actividad empresarial, en la que coexistía una tasa fija o una tarifa, según el tipo de contribuyente; por un impuesto sobre la renta personal que trataba de manera distinta a cada tipo de ingreso, que provocaba la doble tributación; de un impuesto sobre ingresos mercantiles que piramidaba el gravamen según el número de etapas de la cadena productiva; y finalmente, por un esquema de imposición concurrente entre los distintos órdenes de gobierno, que impedía la armonización fiscal a nivel nacional.
La debilidad estructural del sistema tributario ha generado que la insuficiencia de recursos sea uno de los problemas más importantes de la hacienda pública federal, más aún, si se consideran que los requerimientos presupuestales en cada ejercicio fiscal van en aumento.
Para garantizar el bienestar social e infraestructura productiva con objeto de lograr el desarrollo sostenible del país, es necesario replantear y mejorar las políticas, estrategias y esquemas de tributación y recaudación.
El nivel de recaudación fiscal de México comparado con el entorno internacional es bajo, puesto que su razón con relación al producto interno bruto, se ha mantenido históricamente por debajo de 12%.
No obstante del dato anterior el incremento en los ingresos tributarios no petroleros entre 2006 y 2012 ha sido mayor al observado entre 1980 y 2006. Las adecuaciones realizadas al sistema tributario y la incorporación de herramientas para una mejor fiscalización y control han permitido una evolución favorable de los ingresos tributarios. El combate a la evasión ha sido constante. La factura electrónica acelerará esta dinámica. Los ajustes requeridos en el sistema tributario para incrementar la eficiencia de los dos impuestos principales requieren de amplios consensos tanto en el sector privado como en el Congreso. La disponibilidad de herramientas informáticas y la posibilidad de pagar de manera electrónica prácticamente la totalidad de las contribuciones constituyen las mejores prácticas de simplificación en el contexto internacional. Generalizar su uso es un reto administrativo.[9]
Conclusiones
Actualmente, el Sistema Fiscal está constituido, básicamente, por un impuesto sobre la renta empresarial, con tasas impositivas adecuadas a una economía abierta y globalizada; por un impuesto sobre la renta personal con tasas efectivas promedio relativamente modestas para la mayor parte de niveles salariales; por un impuesto al valor agregado que sustituyó el impuesto sobre ingresos mercantiles; y, por el impuesto especial sobre producción y servicios que grava la enajenación o importación de diversos bienes y servicios y que derogó una gran cantidad de impuestos especiales. Además, se cuenta con el Servicio de Administración Tributaria que tiene por objeto recaudar las contribuciones federales destinadas a cubrir los gastos previstos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, para lo cual tiene el carácter de autoridad fiscal y goza de autonomía técnica para dictar sus resoluciones.
Es necesario que se realice una reforma fiscal equitativa y armónica en el Sistema Tributario Mexicano, que mejore la recaudación de los tributos, la distribución de la riqueza y alcance los fines de política económica del Estado y sobre todo que salvaguarde los principios de justicia tributaria.
Existen amplias posibilidades para fortalecer la recaudación de impuestos mediante una reforma tributaria que amplié la base tributaria y aumenten los recursos para satisfacer las necesidades del gasto público. Una reforma fiscal integral no sólo debe perseguir el aumento de la captación de recursos, sino ordenar las finanzas públicas, el sistema tributario, el financiamiento y el gasto, otorgando estabilidad y solidez al nuevo sistema impositivo
La reforma en México debe ser gradual, viable administrativamente, fortaleciendo la seguridad jurídica, así como también simplificar la legislación fiscal para tratar de combatir la evasión y la elusión y fomentar la búsqueda de consensos para definir qué es lo que se quiere realizar y cómo lograrlo para obtener un mejor sistema fiscal en México..
Bibliografía
Flores Zavala Ernesto, Elementos de Finanzas Públicas.
Rosas Aniceto, Roberto Santillán. "Teoría General de las Finanzas Públicas y el Caso de México".Escuela Nacional de Economía, México D.F. 1962. p.}
Articulo on-line, disponible en: http://www.forexeco.com/economia/haciendapublica/19-sistema-tributario-concepto-y-finalidad.html.
Arriaga Concha Enrique, Finanzas Públicas en México.
Arrioja Vizcaino, Adolfo, Derecho Fiscal, Editorial Themis, México, p. 248.
Ayala Espino José, Economía del Sector Público Mexicano.
Chapoy Bonifaz Dolores, Problemas Derivados de la Múltiple Imposición Interestatal.
Articulo On-line disponible en: http://www.eumed.net/tesis/2012/eal/sistema_tributario_mexicano.html
Reflexiones sobre el sistema tributario en MéxicoVI Foro Regional: "Hacia un Nuevo Proyecto de Desarrollo"10 de junio de 2011
Autor:
Ismael Córdova Conde
MAESTRÍA EN ALTA DIRECCIÓN
[1] Flores Zavala Ernesto, Elementos de Finanzas Públicas.
[2] Rosas Aniceto, Roberto Santillán. “Teoría General de las Finanzas Públicas y el Caso de México”. Escuela Nacional de Economía, México D.F. 1962. p.}
[3] Articulo On-line disponible en: http://www.eumed.net/tesis/2012/eal/sistema_tributario_mexicano.html
[4] Articulo on-line, disponible en: http://www.forexeco.com/economia/haciendapublica/19-sistema-tributario-concepto-y-finalidad.html.
[5] Arriaga Concha Enrique, Finanzas Públicas en México.
[6] Arrioja Vizcaino, Adolfo, Derecho Fiscal, Editorial Themis, México, p. 248.
[7] Ayala Espino José, Economía del Sector Público Mexicano.
[8] Chapoy Bonifaz Dolores, Problemas Derivados de la Múltiple Imposición Interestatal.
[9] Reflexiones sobre el sistema tributario en MéxicoVI Foro Regional: “Hacia un Nuevo Proyecto de Desarrollo”10 de junio de 2011