Descargar

Personalidades femeninas: su importancia en el patrimonio cienfueguero (página 2)


Partes: 1, 2

En 1938 organizó su propia orquesta con la que graba números como "Dos vidas", "Por ti sólo vivo", la guaracha "Cacarajícara" y la rumba "Pimienta y sal".En la década del 40 creó una segunda orquesta y decide un retiro temporal en los años 50 para dedicarse al comercio de ferretería y quincallería en una tienda de San Miguel del Padrón. Alrededor de 1955 retorna a la vida musical y es acompañada por prestigiosas orquestas como la de "Arcaño y sus maravillas", la de Antonio María Romeu, la "Aragón" y la de Benny Moré. De esta época datan sus interpretaciones de "Rosa peregrina" y "Reina africana".

La Unión Sindical de Músicos de Cuba le otorga una condecoración al mérito el 24 de febrero de 1957 como reconocimiento a su labor desplegada en favor de la divulgación de la música cubana. En 1960 canta para la Orquesta Típica Nacional, compuesta por 60 profesores, bajo la dirección de Gilberto Valdés y actúa indistintamente en el cabaret "Tropicana" y la TV. Falleció en La Habana el 22 de junio de 1965. (20)

De esta importante cantante cubana, lamentablemente no poseemos evidencias materiales, salvo alguno de sus discos, pero tampoco podemos pasar por alto la valía artística de esta cienfueguera en el contexto artístico nacional.

Evidencias patrimoniales existentes:

Discografía

María de Lourdes y Cristina Giral Andreu (Revolucionarias y mártires de la tiranía batistiana)

edu.rededu.red

Cristina (1930-1958) María de Lourdes (1936-1958)

Retratos realizados por Antonio Guerrero

Las dos jóvenes habían nacido en la calle Cisneros # 19, actualmente Avenida 42 # 3709 entre las calles 37 y 39 de la ciudad de Cienfuegos, donde transcurrieron sus primeros años. Lourdes era la dinámica muchacha llena de optimismo y amor a la vida; conversadora, presumida, decidida, valiente y tenaz. Cristina, la más seria y austera, audaz y reflexiva, pero entre ambas existía un profundo cariño y una relación de verdadera hermandad.

Cristina, la mayor de las dos, cursó estudios en la entonces Escuela del Hogar; en tanto la menor lo hizo en las Dominicas Americanas, donde obtuvo el título de Comercio y Secretariado. Desde épocas tempranas tomaron partido a favor de la justicia y la rebeldía. En los colegios vivieron en más de una oportunidad la discriminación hacia los pobres y los privilegios de las clases adineradas.

En 1954 Lourdes había llegado a La Habana en busca de trabajo. Por gestiones familiares, la muchacha, de sólo 18 años, empezó a laborar en Concretera Nacional. Cristina, quien se había marchado de Cienfuegos por idénticos motivos económicos, se fue a vivir con su hermana, colocándose como recepcionista en la misma empresa.

Compartían los mismos ideales revolucionarios y pronto fueron dos a luchar, integradas a la Resistencia Cívica. Ventas de bonos del Movimiento 26 de julio, distribución de propaganda, mensajes, preparación de botiquines y la transportación de niples y dinamita para sabotajes, también facilitan su casa para reuniones clandestinas de la dirigencia de la Resistencia Cívica. Estas fueron algunas de las tareas desplegadas por las hermanas Giral en aquellos años de la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba. Según Manuel Varela Pérez, vecino cercano de la familia Giral-Andreu, una vez Cristina, al referirse a los riesgos de la lucha contra la dictadura afirmó:…Eso es natural, porque Batista no se cae sólo, hay que tumbarlo".(21)

Audaces como eran, Lourdes y Cristina no desconocían el peligro a que estaban expuestas por sus actividades clandestinas. Incluso, antes de despedirse de sus padres en Cienfuegos, les comentaron sobre la seguridad que tenían en el triunfo revolucionario y Lourdes hasta expresó su deseo de incorporarse al Ejército Rebelde en las montañas de la Sierra Maestra.

El 13 de junio de 1958 deciden ir, como todos los años, a pasar el Día de los Padres a Cienfuegos. En el escaso equipaje llevaban propaganda revolucionaria, en particular el Himno del 26 de Julio. El domingo 15, Como era su costumbre se despidieron de familiares y vecinos, asegurando que pronto volverían a su querida ciudad, nadie podía pensar que la muerte vestida con el uniforme de los esbirros de la dictadura, las esperaban en el apartamento 41 del edificio de 19 y 24, en el capitalino reparto del Vedado, al que llegaron en las primeras horas de la noche, su hermano las dejó en la entrada del edificio, como hacia habitualmente al regreso de Cienfuegos.

Por esos días, combatientes del Directorio Revolucionario 13 de marzo, que preparaban un atentado al ministro de Gobernación Santiago Rey, alquilaron un apartamento vecino al de las hermanas. El atentado fracasó y una delación llevó a la policía batistiana al edificio, efectuándose un registro en todo el inmueble. No encuentran nada comprometedor, pero quedan al acecho, pues suponían que las dos hermanas estaban vinculadas a la acción. Cerca de las ocho de la noche de ese 15 de junio, entraron Lourdes y Cristina al inmueble. Al llegar a la puerta del apartamento las recibió una lluvia de balas. Los esbirros, sedientos de venganza, las ultimaron en el pasillo. De nuevo la tiranía cobraba otras víctimas inocentes, pues nunca tuvieron participación en el atentado contra Rey.

Asesinos de la talla de Esteban Ventura Novo, Pilar García y Wilfredo Álvarez del Real hicieron todo lo posible por establecer una relación entre las hermanas Giral y el atentado, y así justificar el abominable crimen. Tanta fue la desfachatez de los militares, que cuando en la morgue alguien preguntó qué había sucedido con ambas mujeres ensangrentadas, respondieron fríamente "Se envenenaron". (22)

Ellos, los asesinos tuvieron que buscar refugio junto a sus amos yanquis, pero Lourdes y María Cristina siguieron vivas en el corazón de los cubanos que hicieron realidad la revolución que ellas ansiaban para su pueblo. Alicia y José los padres que vivieron el resto de sus vidas con la tristeza reflejada en sus rostros, sus hermanos, primos y demás familiares, sintieron amortiguar un poco su dolor porque vivimos en una patria como la querían hermanas Giral Andreu. (23)

Desde 1984, la que fuera casa natal de Lourdes y Cristina Giral se convirtió en el Museo de la Clandestinidad que lleva su nombre. El inmueble, incorporado al conjunto que conforma el Centro Histórico Urbano de Cienfuegos, posee características similares a la construcción de otras viviendas fabricadas con los mismos componentes tipológicos y estilísticos correspondientes a nuestra arquitectura ecléctica de los primeros años del siglo XX.

El museo cuenta con valiosas piezas del último período de luchas de liberación nacional de la provincia de Cienfuegos, así como fotos, documentos, pertenencias y muebles de las hermanas Lourdes y Cristina Giral Andreu.

Evidencias patrimoniales existentes:

Museo de la Clandestinidad "Hermanas Giral" (Avenida 44 entre las calles 37 y 39) que atesora exponentes pertenecientes a ambas.

Anexos

Anexo 1

Poemas de Clotilde del carmen Rodríguez

Un socorro tardío

– Señora, por piedad, una limosna

que el hijo de mi amor muere de hambre

que sus manos se hielan con el frío

y mis besos no pueden reanimarle.

– Volved, buena mujer, a vuestra casa

mañana os llevaré cuanto os falte;

Y fue ¡pero qué cuadro!, la miseria

en todo su apogeo desolante:

abrazada la madre con angustia

a su extenuado niño, ya cadáver

con embargada voz le repetía:

¡dejadlo ya señora, que es muy tarde!

A orillas del Jabacoa

En las floridas riberas

que baña fiel Jabacoa,

en dulce y plácida calma

he pasado largas horas,

pensando, Jagua querida,

en las fases de tu historia,

y afanosa demandando

a las cristalinas ondas

algún episodio hermoso,

de indiano amor una trova.

Y las aguas murmurando

entre las piedras que estorban

su libre curso, y pequeñas

cascadas a trechos forman,

cien y cien trovas cantaron

para bosquejar la gloria

de los antiguos caciques

y de las hijas preciosas,

del suelo privilegiado

que cual escogida joya

el ínclito genovés

añadió a la real corona.

Aquellas aguas tan puras

que ya en calma o bullidoras

retratan en clara linfa

la verdura primorosa

de los bosques de esmeraldas

y las elegantes hojas

de los lirios, que en la orilla

jardín encantado forman:

¡Cuántos recuerdos despiertan!

¡cuántas acciones gloriosas!

Ya el ruido de una batalla

su corriente atronadora

me recordaba, al saltar

por entre guijas y rocas

ya apacible, mansa y leda

resbalaba silenciosa

cual si contara en secreto

de tierno amor, linda historia.

¡Cuántas veces correrían

del tranquilo Jabacoa

las aguas, hora tan claras

teñidas en sangre roja!

¡Y cuántas habrán sentido

cruzar en rauda canoa

de la luna al tibio rayo

sus ondas murmuradoras

un indio con su adorada

como dos blancas palomas!

Muchas veces he dormido

a la fresquísima sombra

de los júcaros, los robles

y las antiguas caobas

que miraron retratarse

en las transparentes ondas

a los arrogantes indios

y a las indias donairosas.

Y en mi sueño, Jagua bella,

vi volver la edad hermosa

en que aun no se mecían

ni la caña cimbradora,

ni el perfumado cafeto

en las márgenes preciosas

del Damují, Lagunillas,

Arimao y Jabacoa.

Y vi llegar a tus playas

en las naves españolas

de la sacrosanta cruz

la imagen consoladora.

Ví cambiar conchas y perlas

frutas y plumas vistosas

por collares de avalorios

y juguetes de mil formas

entre el indiano sencillo

y la hueste vencedora.

Y vi elevarse hasta el cielo

tras una Ceiba frondosa

ante un pueblo prosternado,

la sacratísima hostia,

y escuché al Padre Las Casas,

que con voz grave y sonora,

a los indios explicaba

nuestra religión católica.

"Hermanos, decía, Dios

no es el sol que brilla ahora,

ni los ídolos de barro,

de figura informe y tosca,

que adorais ciegos e ilusos.

Dios no nace con la aurora,

ni al llegar la tarde muere,

él jamás os abandona.

Dios es un ser infinito,

artífice de la obra

del universo, creado

a una frase de su boca.

Dios es la bondad suprema,

fin y principio de toda

ciencia divina y humana.

Dios, en fin, es la creadora

llama que da vida al mundo

y a quien siempre el alma invoca".

Esto escuché, que Las Casas

enseñaba con bondosa

persuasión, al ignorante

pueblo, que de oír se asombra

que haya un Dios que no es el sol

ni la imagen ruda y tosca

que hasta allí ciega su fe

o su fanatismo adora.

Y he despertado al estruendo

que al monte y al valle asordan

de las máquinas de ingenio

y de las locomotoras.

De los vapores que surcan

tus aguas, hora por hora

y con sus lenguas de fuego

por todo el mundo pregonan

el progreso, el adelanto,

la luz civilizadora.

Y he pensado con tristeza

evocando añeja historia

que a aquella raza sencilla

de aspiraciones tan cortas

ha sucedido otra raza

sabia, fuerte, emprendedora

más gigantesca, más culta

pero … ¿será más dichosa?

A orillas del mar

(Anacreóntica)

(A mi sobrina Anita)

¡Qué triste está la tarde!

¡qué sola aquella orilla

del mar, do tantas veces

con ella aquí venía!

a contemplar la puesta

del sol tras la colina!

¿En dónde está la airosa

gentil y amable niña

que modulando frases

y llena de alegría

intrépida arrojaba

al agua piedrecillas

"para formar espumas,"

según ella decía.

Muy lejos ha partido

tan lejos que mi vista

en el océano inmenso

no alcanza a distinguirla.

Ese murmullo suave

de plácida armonía

que alegra conmoviendo

el alma entristecida

¿es el querido acento

de su argentina risa?

¡Ay no!, que son las olas

que llegan a la orilla

trayendo los suspiros

que desde el mar me envía

el ángel de mis lares

la candorosa Anita.

Anexo 2

Poemas de Mercedes Matamoros

La muerte del esclavo

Por hambre y sed y hondo pavor rendido,

Del monte enmarañado en la espesura,

Cayó por fin entre la sombra oscura

El miserable siervo perseguido.

Aún escucha a lo lejos el ladrido

Del mastín, olfateando en la llanura,

Y hasta en los brazos de la muerte dura

Del estallante látigo el chasquido.

Mas de su cuerpo de la masa yerta

No se alzará mi voz conmovedora

Para decirle: -¡Lázaro, despierta!–

¡Atleta del dolor, descansa al cabo!

Que el que vive en la muerte nunca llora,

Y más vale morir que ser esclavo.

La orgía

¿Te acuerdas…? Fue una noche deliciosa,

Cupido en torno nuestro sonreía,

y en el loco bullicio de la orgía

a tu lado me hallé, tierna y gozosa.

Dulce vino de Chipre, en la preciosa

copa te dio a libar la mano mía;

con mis trémulos brazos te ceñía,

más que nunca incitante y voluptuosa.

¡Sentí en la boca un ósculo de fuego!

Después, voluble, con suprema calma

te fuiste sin oír mi blando ruego.

Mas del beso fugaz quedó la huella,

¡y aún palpita, encendido, aquí en mi alma,

como en cielo nocturno ardiente estrella…!

Al amor carnal

Por tí olvidé -cual flores sin esencia-

ilusiones de bien que fueron mías;

y troqué por culpables alegrías

lo más bello del alma, !la inocencia!

Lleváronse la paz de mi existencia

tus locas noches y revueltos días;

en el fuego mortal de tus orgías

quemó sus níveas alas mi conciencia!

Hollé por tu favor lo más sagrado;

apagué con tu risa el sentimiento;

escondí en tu cinismo mis sonrojoas;

y en cambio, ingrato amor, ¿qué me has dejado?

¡Sombrío, cual la noche, el pensamiento,

inerte el corazón, secos los ojos!

La peste

La pobre madre muy triste

sentada estaba en su lecho,

la cabeza entre sus manos

pensando en su pequeñuelo.

En una cercana aldea

lo tiene apartado un tiempo,

por librarlo de la peste

que arrebataba en el pueblo

los niños de sus hogares

como a las flores el cierzo.

Mas no a los niños tan sólo

marchitaba con su aliento,

que también en los mayores

infiltraba su veneno.

Presa de la fiebre ardiente

y en la miseria gimiendo

la triste madre decía

de su estancia en el silencio

-Antes de morir, Dios mío,

quisiera volver a verlo-¡

Pero a la cercana aldea

do moraba el pequeñuelo

la peste llegado había

y escogídolo el primero.

Aterrada la familia

dijo en gritos lastimeros:

-Devolvámoslo a su madre

antes que contagie el pueblo!-

y envuelto en míseros paños,

compasivo, un mensajero

llevose al infante enfermo.

Era profunda la noche

y peligroso el sendero,

cayó la lluvia a torrentes

y retumbaron los truenos,

su corcel aguijoneaba

temeroso el mensajero

y el niño en tanto dormía

con dulce y tranquilo sueño.

Oyó golpes en la puerta

la madre desde su lecho:

-Abierta está, no hay cerrojo,-

dijo con débil acento

y con el niño en los brazos

entró al punto el mensajero.

-Dios mío, gracias te doy

porque escuchaste mi ruego!-

y le descubre gozosa

el cándido rostro bello,

y vuelve a ver a su hijo,

lo vuelve a ver … pero muerto.

A Cienfuegos

¡Cuán hermosa en mis sueños te levantas

a los rayos de un sol resplandeciente,

flor marina, a quien besan blandamente

las ondas que suspiran a tus plantas!

Tú, cual visión deslumbradora, encantas

los tristes años de mi edad presente

y a tu nombre despiértase en mi mente

todo un pasado de memorias santas

¡Favorita gentil de la fortuna,

la que en ti halló su venturosa cuna

sin lágrimas no logra recordarte!

Bajo tu cielo –que mi pecho ansía-

duermen los restos de la madre mía …

¿cómo pudiera ya dejar de amarte? …

Patria

Ella guarda en su seno aquella historia

tan dulce al alma, de una infancia pura,

del santo hogar, la calma y la ternura

de un primer sueño, la primer victoria.

Eterna, cual de madre, es su memoria

hermosa, y más que todas, su hermosura

vivir con ella es la mejor ventura,

morir por ella, la suprema gloria.

Sin la luz de su sol, la vida es muerte

de esperanzas con lágrimas mezclada

y el hombre es débil por su amor, y es fuerte,

pues llora y lucha en extranjero suelo

como alma de su centro desterrada

que en la tierra suspira por el cielo.

A la bandera cubana

¡Bajo el cielo de Cuba brille tu estrella

cual resplandor eterno de eterna gloria!

¡que de sus nobles héroes la gran memoria

viva, con cifras de oro, grabada en ella!

De la justicia el triunfo siempre en la Historia

proclame con orgullo, fúlgida y bella

¡Bajo el cielo de Cuba brille tu estrella

cual resplandor eterno de eterna gloria!

La libertad, segura de su victoria,

arrogante en mi patria por fin descuella:

y pues ya dejó sólo su triste huella

la dura tiranía muerta en la escoria …

¡bajo el cielo de Cuba brille tu estrella!

Conclusiones

  • 1.  El estudio de la vida y la obra de personalidades significativas de la historia de nuestras localidades resulta imprescindible para llevar a las generaciones actuales y futuras, así como a quienes nos visitan, el conocimiento sobre las mismas, su valoración y sentido de pertenencia a nuestras verdaderas raíces.

  • 2. Cienfuegos ha sido cuna de relevantes figuras de la historia y la cultura cubanas, fundamentalmente mujeres que han enaltecido los valores socioculturales de nuestro territorio y han devenido en cubanas de todos los tiempos, luchadoras por nuestra independencia, artistas y cubanas de ayer, de ahora y de siempre, que con sus vidas y obras han forjado nuestro quehacer.

  • 3. Por su destacada labor en diversas expresiones históricas o artísticas, los cienfuegueros de distintas generaciones han perpetuado su accionar a escala urbana en disímiles modalidades: esculturas, tarjas, fondos bibliográficos y museos que forman parte de nuestro valioso patrimonio.

  • 4. Dentro de las funciones de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos y el Centro Provincial de Patrimonio se encuentran la preservación y divulgación de la memoria histórica del Centro Histórico Urbano de Cienfuegos (declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad) y otros espacios e inmuebles citadinos, así como los Monumentos Nacionales y Locales.

  • 5. Resulta de suma importancia la socialización del resultado de estas investigaciones en los diversos niveles de enseñanza del territorio, incluida la capacitación del sector turístico, como vía para su reconocimiento y valoración; así como propiciar la visita de estudiantes y turistas a museos y monumentos de la localidad.

Referencias bibliográficas

(1) Rousseau, P y Díaz de Villegas, P.1920. Memoria descriptiva, histórica y geográfica de Cienfuegos. Editorial El Siglo XX. La Habana.

(2) Peñarroche, A. Una perla entre bocoyes. En: www.azurina.cult.cu/…/index.php?…3

(3) Idem.

(4) Valdés, L. 2002. Ana Fernández: una pedagoga que educó desde la vida. En: http://www2.glauco.it/vitral/vitral.html

(5) Idem

(6) Idem

(7) Idem

(8) Lezama, J. 1965. Antología de la poesía cubana Editorial Letras Cubanas, La Habana.

(9) http://www.cubaliteraria.com/autor/ficha.php?Id=548

(10) Viera, C. La Ofelia que lanzó sus alas al vuelo. En: http://arique.50webs.com/26-mercedes-matamoros.html

(11) Pichardo, H. 1952. Mercedes Matamoros, su vida y su obra. Tesis en opción al título de Doctora en Filosofía y Letras. Universidad de La Habana. Ciudad de La Habana.

(12) Vitier, C. 1956. Recuento de la poesía lírica en Cuba de Heredia a nuestros días. En: Revista Cubana, octubre-diciembre de 1956. Ciudad de La Habana.

(13) Bustamante, L. 1931. Diccionario biográfico cienfueguero. Imprenta R. Bustamante. Cienfuegos

(14) Boudet, R. 2009. Crónicas, comentarios al margen y alguna sorpresa. En: http://rosaile.blogspot.com/2009/05/luisa-i.html

(15) Carriera, A. 2007. Una historia de compromiso con Cuba. En:

http://www.cubahora.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-not_hist.tpl.html&newsid_obj_id=1024710

(16) Idem.

(17) Idem

(18) Rodríguez de Cuesta, V. Patriotas cubanas. En: http://www.guije.com/libros/patriotas/andreu/index.htm

(19) Fajardo, R. Ana Aguado, "La calandria cienfueguera". En: http://www.habanaradio.cu/singlefile/?secc=13&subsecc=41&id_art=2007010111022

(20) Chepe, T. 2006. Cienfuegos, las sazones de su ajiaco. Tesis en opción al Título de Master. Centro de Estudios Turísticos. Universidad de La Habana. Inédito.

(21) Varela, M. 2008. A 50 años del crimen: Estas barbaridades no pueden olvidarse.

En: http://www.gacetadejagua.cu/varela/default.asp?id=82

(22) Chaveco, O. 2008. Hermanas Giral: Medio siglo de un abominable crimen.

En: http://www.ain.cu/2008/junio/13edhermanasgiral.htm

(23) Varela, M. Obra citada.

 

 

Autor:

MSc. Teresita Chepe Rodríguez

Lic. María Dolores Benet León

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente