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Antología Poética. El Salvador (página 3)


Partes: 1, 2, 3
LA IGUANA

Oswaldo Escobar Velado

La iguana sola. Sobre la piedra sola.

En pleno mediodíaapenas mueve su dorada cola.

Cola con sol y cola con poesía.

Sola. Sola. El sol la tornasola.

Se vuelve pedrería.

Su cresta en la cabeza es una ola de fina alfarería.

Junto a los cactus, lejos de la hojala iguana está sobre la piedra roja.

Sobre la piedra roja. Roja y dura.

Sola. Sola. El sol la tornasola.

Cuando mueve su dorada cola,la cola le fulgura

PATRIA  EXACTA

Oswaldo Escobar Velado

Esta es mi Patria:un montón de hombres;

millonesde hombres; un panal de hombresque no saben siquierade donde viene el semende sus vidasintensamente amargas.

Esta es mi Patria:un río de dolor que va en camisa y un puño de ladronesasaltandoen pleno díala sangre de los pobres.

Cada Gerente de las Compañíases un pirata a sueldo;

cadaMinisterio del Gobierno Democráticoun demagogo que hace discursos y que el puebloapenas los entiende.

Ayer oí decir a uno de esos técnicosexpertos en cuestioneseconómicas; que todomarcha bien;

que las divisasen oro de la patriailuminan las noches de Washington;

que nuestro créditoes maravilloso; que la balanza comercial es favorable;

que el precio del café se mantendrácomo un águila ascendiendo y que somosfeliz que vive y canta.

Así marcha y camina la mentira entre nosotros.

Así las actitudes de los irresponsables.

Y así el mundo ficticio donde cantancomo canarios tísicos,tres o cuatro poetas, empleados del Gobierno.

Digan, griten, poetas del alpiste.

Digan la verdad que nos asedia.

Digan que somos un pueblo desnutrido.

Que la leche y la carne se la repartenentre ustedes después que se han hartadolos dirigentes de la cosa pública.

Digan que el rábano no llegahasta las mesas pobres;

que diariamentemueren cientos sin asistencia médica

y que hay mujeres que dejan la uva de su vientrea plena flor de calle.

Digan que somos lo que somosun pueblo doloroso,un pueblo analfabeto,desnutrido y sin embargo fuerteporque otro pueblo ya se habría muerto.Digan que somos, eso sí, un pueblo excepcionalque ama la libertad muy a pesar del hambreen que agoniza.

Yo grito, afirmo y aseguro:En todas partes donde vivo, el cerro.

En todas partes donde canto, el hambre

El hambre y el dolor junto a los hombres.

La miseria golpeándoles la vidahasta quebrar el barro más cocido del alma.

Y a esto amigo se le llama Patriay se le canta un himno y hablamos de ella como cosa suave,

como dulce tierraa la que hay que entregar el corazón hasta la muerte.

Mientras tanto al occidente de la casa que ocupohay una imagen encaramada en el mundo(¡mayor razón para que viera claro!)

y allá junto a sus pies de frío mármol una colonia alegrese va en las tardescantando, a los cinemas

Bajo la sombra de "El Salvador del Mundo"se mira el rostro de los explotadores.

Sus grandes residencias con sus ventanas que cantan.

La noche iluminada para besar en Cadillaca una muchacha rubia.

Allá en el rostro de la Patria, un gran dolor nocturno: allá y yo con ellos, están los explotados.

Los que nada tenemos como no sea un gritouniversal y alto para espantar la noche.

Allá las mesa de pino; las paredeshúmedas; las pestañas de las tristes candelas;la orilla de un marco de retrato apolillado;

los porronesdonde el agua canta; la cómoda donde se guardan las boletasde empeño;

las desesperadas camisas; el escaso pan junto a los Luneshuérfanos de horizontes;

el correrde los amargos días;

las casasdonde el desahucio llega y los mueblesse quedan en la callemientras los niños y las madres lloran.

Allá en todo esto, junto a todo esto,como brasa mi corazóndenuncia al apretado mundo

la desolada habitación del hombre que sostiene el humo de las fábricas.

Esta es la realidad.

Esta es Mi Patria: 14 explotadoresy millones que mueren sin sangre en las entrañas.

Esta es la realidad.Yo no callo aunque me cueste el alma!

A PIE

Pedro Valle

 Tiempo caballo desbocado

sombre noche terrible

sólo el silencio solo

en la secreta voz

Los días que en marejada

llenan de dolor el pecho

tropel que pinta de luna

el río de los recuerdos

Cómo no encontrar tus pasos

en las huellas del que ama

cómo no vestir la aurora

con el cielo de tus ojos

Vamos a cruzar la vida

por la esquina de la muerte

vamos a encender los sueños

con la guitarra del llanto

Pasos de la única selva

del dolor y la esperanza

en que vamos desnudando

una sed debida a mares.

MALAS NOTICIAS

Pedro Valle 

El estado del tiempo

es un periódico

hojeado a la siguiente página

Días que como nubes negras

cabalgan hacia el país

de los sueños

Rutina asfixiante

de presagiar goteras

en el tejado del pecho

Hijos del odio los hombres

sólo enarbolan

la canción triste de la muerte

OSCURO OSCURO

Pedro Valle

Voces como ríos de sangre

en la inmensa noche del poder

En el pecho del hombre

sólo escombros

geografía mustia que se yergue

dejando tras su paso

la única flor de la tristeza.

MONÓLOGO DEL VIAJERO

Pedro Valle

Un hombre

se refugia en un cuarto

porque en las calles

sólo hay monólogos

de medianoche

Un hombre vuelve

Y en su mirada trae

La flor de la nostalgia

No hay nadie

y en las mesas del tedio

humeantes cigarros

se confunden

con la sombra

de extraños habitantes

Pareciera

se olvidaron las palabras

y los viajeros presurosos

ignoran el idioma

de otro tiempo

Cae la noche súbita

y el silencio es un puente

hacia un poema triste

en la estación de los sueños.

ATARDECER

Raúl Contreras

Mujer, dame la red de tu cariño.

Dame aquellas angustias perfumadas

Como rosas del cielo deshojadas

Sobre la seda azul de tu corpiño.

Refúgiame otra vez en el armiño

De tus manos piadosas y calladas,

Cuando vi reflejarse en tus miradas

La candorosa timidez de un niño.

Dame las horas que viví de prisa

Asomado al balcón de tu sonrisa.

Más alejadas cuanto más las sueño.

Estoy tan solo. Y el invierno es crudo…

Y errante va mi corazón desnudo

Igual que un perro que perdió su dueño.

COMO LA PRIMAVERA

Raúl Contreras

Pasó por mi camino vaporosa y ligera

Como una clara sombra teñida de ilusión.

Y fue un instante sólo como la primavera,

Como la primavera para mi corazón.

El viento me traía la música primera,

Tal vez la última rima que cierra una canción…

Y al ver que se esfumaba la sombra pasajera,

Toqué, por cautivarla, mi más ingenuo son.

¡Oh son incomprendido que ya ni el viento espera.

No pude aprisionarla… porque en mis ojos era

— imagen imposible — la sed de una visión!

Y así por mi camino pasó la luz de afuera.

Y fue un instante sólo como la primavera…

La está llamando a gritos mi pecho en floración.

DOS SOMBRAS

Raúl Contreras

Sangre de don Quijote llevo en las venas mías.

¿Soy un contemporáneo de Lope y Garcilaso?

Amo los arabescos, los jubones de raso

Y las espesas ventanas de espesas celosías.

En este siglo veinte de las bellaquerías,

Por mi decadentismo soy un vivo fracaso.

Pesan sobre mis hombros cuatro siglos de atraso

Y siento, como propias, las glorias de otros días.

Eterno enamorado de los nobles rincones,

Amo el Madrid antiguo lleno de tradiciones,

El de los desafíos y las rondas galantes.

Y sueño — ¿cuántas veces? —a la luz de la luna,

Sobre el cimiento roto de una torre moruna,

Dialogar con la sombra de mi antiguo Cervantes.

VIEJAS FRAGANCIAS

Raúl Contreras

Me encantan de Madrid las calles viejas.

Los callejones retorcidos, donde

Parece que el espíritu se esconde

De olvidadas historias y consejas.

Evoco aquellas mustias candilejas,

La joven dama y el galán vizconde.

Y el suspiro amoroso que responde

De un bandolín a las nocturnas quejas.

Yo quisiera haber sido algún don Diego;

Ir por un largo callejón. Y luego

Sacar de pronto a relucir la espada;

El gesto airado, el ademán muy mío.

Y matar a un rival en desafío

Al pie de los balcones de mi amada…

BALLET

Roque Dalton

El último vagón ha matado el cisne…

Su mayor enemigo fue la mancha del barro

y he aquí que hoy sus estertores anegan

de suciedad los trajes de los transeúntes.

Los niños ríen y traen varitas agudas

para rematarlo a estocadas.

EL CÍNICO

Roque Dalton

Claro es que no tengo en las manos

el derecho a morirme

ni siquiera en las abandonadas tardes de los domingos.

Por otra parte se debe comprender que la muerte

es una manufactura inoficiosa

y que los suicidas

siempre tuvieron una mortal pereza

de sufrir.

Además, debo

la cuenta de la luz…

LA POESÍA

Roque Dalton

El hombre de los ojos iracundos preguntó: ¿Qué

(es la poesía?

El hombre de los ojos limpios

Miróle profundamente, sin proferir palabra.

En su mirada había poesía.

MIRADLES

Roque Dalton

Las gentes nos transcurren

lanzando arroz a las palomas,

saludándonos bajo la lluvia con tibias manos de médico,

vociferando en los stadiums junto a toda luz

o enterrando a sus muertos con esa extraña envidia

que siempre os ha tocado los hombros en las estaciones

o en los sonoros aeropuertos al decir un adiós.

Al ver pasar las gentes como un río que ama

comprendo que es alguien como Robinson Crusoe y no yo

el hombre más desgraciado y peligroso de esta época.

porque amo a las gentes sin pedir permiso

y odio al suicida que yo quería ser. ..

CONVERSACIÓN CON DIOS

Silvia Elena Regalado

I

Alguno que otro día

me amanece el deseo de invitarte  un café

y abrazarme a la certeza con la que me nombraste para siempre.

Quiero escuchar  como respira en vos el universo,

descubrirme en el milagro sin edad de tus pupilas.

Días en los que necesito darte gracias

por  lo que  me concediste infinito,

por la posibilidad de hacer y re-inventar

cada trozo de vida a mi propia semejanza o a la tuya,

Por la angustia y la fe en lo que anhelo,

por la alegría simple de los frutos.

Vos sabes que este amor mío renegó tanto  de nombrarte.

Se ufanó de sí mismo,

evadiendo el diálogo cara a cara,

refugiándose en tu sustancia,

cumpliéndote en los principios

pero sin la humildad serena de aceptarte.

¿De qué he huido?

Si todo rumbo me devolvió tu aliento;

si toda libertad sin vos siempre fue cárcel.

Aquí estoy otra vez,

como emergiendo del útero materno:

confiándote mi vida,

abandonándome a tu ímpetu

despertando a tu amor

fundiéndome en tu nombre.

(Desnuda de mí)

II

No quiero buscarte en la derrota,

sostenerme en tu fuerza cuando flaqueo.

Yo quiero esta alegría limpia de intereses,

este nombre tuyo llenándome de flores,

ser parte de tu aliento  si respiro.

No quiero que este amor sea una falacia teórica,

un acuerdo callado

mientras la vida me habla en voz alta,

mientras alguien me grita

y yo vuelvo la espalda.

¿Tendrá sentido amarte,

si soy una más en la tragedia humana?

¿Si me resigno al miedo y no asumo la vida

con la misma pasión que me heredaste?

¿ Si cargo con la culpas, si te pronuncio,

pero no me perdono?

¿Si etiqueto  a los demás desde mi pequeñez

y no te descubro en ellos por tu grandeza?

No debes responderme.

Quiero ser tu respuesta.

(Desnuda de mí)

LA VIDA

A Silvia Matus

Silvia Elena Regalado

Esa tristeza rozándote  sin preguntarte

el gris inexplicable

que cae como tormenta sobre tu esperanza.

La vida es el puñal y la herida

la generosidad de millones de plaquetas

conteniendo  ríos de sangre.

La piel sana y nueva bajo una costra.

Un sueño  deshecho  contra el pavimento…

Navaja esperando a la vuelta de la esquina.

La vida es ese beso  desangrado en las paredes

y a veces su  respuesta purulenta.

Una boca oscura donde debes deslizarte a tientas

que nadie te vea  hecha una luz por su frontera

Pero la vida es también la luz y la frontera

el precipicio más allá

el cielo

lo visto y lo que nunca será visto ni oído ni tocado

La música del cosmos en nuestras vísceras.

Los peces y los cantos de las aguas.

El sol para tu casa.

La frondosidad del árbol de jocote

resquebrajando suelos y paredes.

El sí que sólo irrumpe y es y crece.

La vida es la alegría de respirar profundo

el olor del segundo que se escapa.

El amor en las calles

que canta sobre  sangre y podredumbre.

El dolor la vida

el dolor que te punza

para volver a unirte los pedazos.

Es el dolor llamándote a tu centro

a tu sol de vos misma

a que seas así  vida de la vida

el sí que sólo irrumpe y es y crece.

OCTUBRE ES EL CULPABLE

Silvia Elena Regalado

Octubre no fue

un mes común de vientos

y piscuchas encumbradas por cipotes.

Octubre….

derrumbó el silencio,

me conjuró mujer,

te hizo hombre,

nos desnudó el espacio de pretextos,

y el amor fue

una batalla dulce de sudores.

Octubre se disfrazó

de junio, enero, marzo,

fluye en mis venas, como entonces,

acecha, sin medir las consecuencias;

octubre, compañero, es el culpable.

(libro Pieles de Mujer)

**

Cómo te explico

este fuego que arrasa y que me enciende:

nada se vuelve cenizas,

simplemente la luz es infinita.

(Libro Izquierda que aún palpitas)

**

Dios es el ojo de agua en el abismo de la nada.

La infinita rebelión de la luz en las tinieblas.

Quien pronuncia una flor

nombrando cada uno de sus átomos,

porque su palabra es semilla

de todo el universo.

Dios sin mantos ni barbas,

denudo sobre el lecho

de galaxias y novas.

(Libro Izquierda que aún palpitas)

¿VUELO O CAÍDA?

Silvia Elena Regalado

I

Te desprendés y sos lo que siempre te dijeron que no eras.

Sos lo que no sabías ser.

Sos lo más autentico de vos

y ahí no hay límites.

Volás y ya no sos ese vos que te construiste.

Ahí rompés los cálculos.

Vos en un latido del universo.

Materia y partícula de un ala.

Color que nos incendia.

El vuelo es ese azul orgásmico del cielo.

II

La gravedad te vence

y el único sentido de pelearse con la vida

es demasiada muerte.

Grave como la gravedad.

Fruto que se basta sin su árbol.

La caída es el anverso del paraíso:

Ventana donde nadie te ve

y vos devorás la intimidad

de todo lo visto.

ELEGÍA VIOLENTA

A UN HOMBRE AGRARIO

Tirso Canales

La Historia, la carnicería, ríe,pero el hombre….está herido.

El victimario calla.Profundamente calla.

¡También todos callaron!desde antes, las sombrascayeron en tu espalda.

Hoy eres solamentecualquier sobrante de henoque se aburrieronde morder las bestias…

¿Y habrá quién todavía,nos diga lo contrario?

Hoy no respiras.Hoy se te negó el aire:Cómo un santo soberbio.

¿Cómo justificamos esto,esa tu muerte pálida, de paja…?

¿Y quién afirmaría, que nosotros -poetas- no estamos complicadosen esa muerte tuya?

¿Quién se atreve a decir,inútilmente la perdida lujuria de la rosa?¡En éste caso nadie…!

Ahora tu corazón,es una fruta secaconsumida en su mismo aroma.

Ahora tus ojos sonun par de gotas duraspesándole a la noche.

Ahora tu cuerpodesolado pétreo,es nada más el cauceque agotó el río.

Ahora sí,al fín mañana mismotendrás tu propia tierra.

Tu corazón,-tractor en el subsuelo-romperá las parcelasde tu alto pecho agrario.

Sembrarás la protestadolida de tus dientes.Y estoy seguroque mañana,tu voz vendrá temblandoen los cereales.

Y en la leche más tiernadel maízcabrá la gota sagrada de tu genio.

Francamente,cualquiera afirmaríaque tú viviste de hombre.

La vorágine herida de mi gritoaún lo está preguntando:

¿Fuiste invierno,que retornó a su origen?

¿O fuiste lana,que volvió a su oveja?

¿O la grave nostalgia,de algún minero antiguo?

O la mueca del hacha,reventada de un golpe?

¡Francamente, penetra la tristeza…!

Después de todo,lo sentiremos mucho.

Lo sentirá mi pechoy la herramienta tuya.

Lo sentirá la lluviay el sol del mediodía. ¿Qué más después de todo?

Yo por mi parte,-poeta en la esperanza-lo más que ofrecería,

es besarte las manos coaguladas,mientras me duele el canto.

Y en el futuro-eso sí, lo prometo-¡saludar las auroras de tu nombre!

¡HAY COSAS EN LA VIDA…!Tirso Canales

Hay cosas en la vida de los hombres,profundamente tristes…

Uno ha querido amarcon torrenciales ansiasy el asombro le apaga la voluntad de un golpe…!

Uno abre el corazónintensamentecomo si abriera un díacon sus anchas luces.

Eso lo hiciste tú Sandino,darte a todos los hombres con efusión ardiente.

Eso lo hiciste túsin admitir siquiera,que el amor a la Patriay a los hombres,es como derramarla vida de antemano…!

Eso lo hiciste tú, Sandinocon una voz resuelta, y un hondo sentimientoen la mirada…

Tú, hombre de ésta tierra,gran ráfaga de luzen medianoche, tibiezay entusiasmosoldado de amplio pecho.

Tú, hombre de estas Patriasheredades ajenas…

Yo no sé, yo no sépobladas de tristeza…!

BLASFEMIA

Vicente Rosales y Rosales

Mi vida ha sido un largo pecado; tú lo hiciste;

Yo que lo vivo siento

Horror… ¡Tú debes estar más triste!

Tú más triste, Señor, porque lo has creado;

Quien peca tiene el arrepentimiento,

¡Y el arrepentimiento no es pecado!

Tú pecas, pues, dos veces, porque siembras espinas

En mi vida: el mal. Después en mí lo sientes

Y lo sufres hasta en mi pensamiento:

Y si después de todo te arrepientes,

Purgas mi solo mal, pero el mal que originas

Se queda en ti como un remordimiento

Nunca jamás purgado

Ni con el dolor ni con el sufrimiento,

¡Porque el remordimiento sí es pecado!

Yo te pido perdón porque he pecado,

Yo espero tu perdón porque te infiero

Culpas que, si las he justificado,

Ha sido por lo mucho que te quiero.

LA CANCIÓN SIN PALMAS

Vicente Rosales y Rosales

Un ritmo dócil, una emoción sedeña

En qué vaciar el oro de una canción humana,

Que tenga esa fragancia de la novia risueña

Que deja los corpiños olientes a manzana.

Unos vocablos tristes que hagan melancolía.

Y puntos suspensivos que dan tanto temblar,

Se fugen en un largo suspiro de agonía

¡Despertando un recóndito deseo de llorar!

Dame una gorga, Alondra. Yo cantaré contigo,

Ya que inquieto de celos, como tú ? todo amor —,

Bien me acostumbraría a comer granos de trigo

Y a beberme el rocío que amanece en una flor.

Oculta entre la rama, cubriendo a vientre el nido

Y el ojo redondo todo el oro del sol,

Dar mi trino más diáfano que engañar al oído

De una perla que rueda dentro de un caracol.

Una sílaba larga, larga, larga, muy larga,

En que se fuera toda la musicalidad

Inédita del alma, que se me ha puesto amarga

De succionar el gajo de la Sensualidad.

¡Una sílaba larga! Tan larga que midiera

Mis elasticidades. Y un modo de sentir

Que hiriera alma, silencio, corazón y quimera,

Como sobre una cuerda dulcísimo en que hubiera

Tendido largamente mi ansiedad de morir.

Unos ojos de humilde diafanidad celeste,

Unos labios floridos, sabrosos a panal,

Unas manos perlíferas y un suspirar agreste

¿No serían el claro motivo de cristal?

¡Oh! Canción sin palabras… Amor, novia trigueña,

¡Cielo azul que te acercas a la hora temprana,

A poner tú dulzura personal y risueña

En la paz inefable de mi abierta ventana!

MEDIODÍA

Vicente Rosales y Rosales

El día hincha sus llamas,

Buscan acribillados la sombra algunos asnos;

Y por entre las ramas

Levantan las cabezas y botan los duraznos.

Niños desherados de hambre y de sed maltrechos

Se acercan al pomar casi maduro.

Una niña harapienta muestra en parte los pechos

Y al ver que hurgo y deploro sus harapos deshechos

Se cubre con las manos el tesoro más puro.

Mi corazón se dora como un durazno. Siento

Deseos de ser árbol y darme en largos frutos

Y que me utilizaran en un ciento por ciento

Estos niños desnudos que por el desaliento

Viven entre las patas y el humor de los brutos.

El día allá en el fondo de un gran calor resuella;

Sobre un sonoro yunque desespera un martillo.

Dos niños comen tierra; la niña que es muy bella

Me ofrece desde lejos un durazno amarillo.

QUEJA EN FUTURO IMPERFECTO

Vicente Rosales y Rosales

Si no creaste otras cosas en tu sabiduría

Un futuro imperfecto más te atormentaría

Si yo no hubiera sido,

Mi vida no sería

Bajo los astros soplo de la tuya, Señor,

¡Cuánta fe faltaría!

Pero tú bien quisiste

En la iglesia de siglos de tu labor increada,

Angustiar esta llama de mi lámpara triste

Que casi no ardió nada

Alargar esta llama que mi carne consume,

Y ponerme muy hondo de este aliento

La intimidad del alma que en apenas perfume

De tu presentimiento.

Tus manos filotécnicas en su alquimia incompleta

Ungen siempre un encanto sobre todas las cosas;

Das al mundo grotesco su ilusión, un poeta

Cuya vida en tus áureas balanzas milagrosas

Fluctúa con el peso sideral de un planeta

Y un manojo de rosas.

Si yo no hubiera sido,

¡Qué tristeza no habría

En un alma dolida de ti mismo, Señor;

Cuánta fe faltaría,

Qué hondo anhelo de olvido,

Qué gran forma de amor!

Bibliografía

  • CONCULTURA. "Biblioteca Básica de la Literatura Salvadoreña". Volumen 4. San Salvador 1996. 96 Págs.

  • CONCULTURA. "Biblioteca Básica de la Literatura Salvadoreña". Volumen 10. San Salvador 1996. 128 Págs.

  • CONCULTURA. "Biblioteca Básica de la Literatura Salvadoreña". Volumen 6. San Salvador 1996. 150 Págs.

  • CRUCHAGA, André. "Selecciones de poetas mayores de la literatura salvadoreña".

  • CRUCHAGA, André. "Compilación y Selección de Textos Poéticos".

  • GONZÁLEZ HUGUET, Carmen. Taller de letras. Publicación del departamento de letras de la Universidad Centroamérica "José Simeón cañas", UCA. Año 6, #121, enero febrero de 1988.

  • www.artepoetica.net

 

 

Autor:

Lic. Jaime Noé Villalta Umaña

Prof. y Abg.

Partes: 1, 2, 3
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