El pensamiento feminista ha desarrollado interesantes abordajes en el área de la ética y las teorías políticas contemporáneas. Por un lado la relectura y examen, con perspectiva de género, de la producción filosófico política más importante de los últimos años; por otro la revisión de los conceptos y categorías fundamentales de estas teorías: igualdad, justicia, derechos, poder, público- privado, consentimiento, ciudadanía, etc. y la inclusión de nuevos temas: aborto, sexualidad, maternidad. [3]
Con respecto a los conceptos quiero aclarar la gran confusión con la que se utiliza el término género como sinónimo culturalista de sexo y se habla de dos géneros (uno masculino y otro femenino) cuando en realidad epistemológica y políticamente no podemos pensar la realidad de las mujeres sin pensar también la de los hombres y viceversa.[4] Es decir que cuando estamos hablando de género estamos hablando de un marco teórico de análisis y cuando hablamos de feminismo no lo estamos contraponiendo a lo que generalmente hacemos, al "machismo", sino que estamos hablando de un posicionamiento político y de una praxis política que nos permite ver con más transparencia las desigualdades sociales. Y de ahí el segundo inconveniente.
Creo que todavía se cuestiona mucho la importancia y la valides de la perspectiva de género a la hora del análisis serio. Todavía percibo que en el ámbito académico latinoamericano se sigue desdeñado, menospreciando, como en la época en que la antropología y demás ciencias sociales era totalmente androcéntrica en la academia europea. Quizá sea porque el aporte que han hecho las feministas solo ha sido consumido por mujeres occidentales y el debate solo se ha difundido en el ámbito académico. Sin embargo, abierto el diálogo, nos damos cuenta que en la praxis, las mujeres latinoamericanas y del tercer mundo en general tienen mucho que decir. Por eso es la razón de este trabajo.
1.3. Sobre el método o la teoría del punto de vista del género
Quizá lo que nos dice Diemut Bubeck[5]sirva para aclarar el papel del feminismo en la política y ver la importancia que nos brinda este tipo de investigaciones. Ella nos dice que la teoría política feminista puede dividirse en tres tipos distintos de investigación:
1) Discusión crítica del pensamiento político de "corriente masculina".
2) Reinterpretación constructiva de conceptos tradicionales y en la reconstrucción de determinadas afirmaciones y argumentos. Su objetivo es elaborar una teoría neutral.
3) Sobre la reflexión sobre la experiencia en las teorizaciones feministas y el activismo político del movimiento de mujeres.
La teoría política feminista está respaldada epistemológica desde la teoría de la perspectiva o el punto de vista, que deriva de la marxista. Esta se sostiene en las siguientes premisas:
1) Las diferentes condiciones materiales, tipos de trabajo y relaciones laborales, generan no solo experiencias diferentes, sino también conceptualizaciones y perspectivas distintas y por tanto teorías distintas acerca del mundo.
2) Existen divisiones sistemáticas entre grupos sociales distintos con respecto a las condiciones materiales de su vida. Dependiendo de las condiciones materiales su experiencia del mundo es distinta, sus creencias y teorías son distintas. Es decir, tienen diferentes puntos de vista.
3) El grupo social oprimido tiene un principio epistémico. Privilegio de experiencia, conocimiento de la realidad social no distorsionada y que refleja mejor las condiciones que el grupo opresor.
He aquí las razones por la que ser mujer, ser pobre y pertenecer a una minería étnica son ventajas ontológicas y epistemológicas para propiciar políticas que salvaguarden la biodiversidad. Ahora si, podemos situarnos mejor para hablar del ecofeminismo como uno de los análisis de la crisis ecológica desde la perspectiva de género.
¿Qué es el ecofeminismo?
2.1. Características principales y corrientes principales
Entre los diversos movimientos que se relacionan con la ecología, las feministas tematizaron las relaciones de las mujeres con la naturaleza, dando lugar a los llamados ecofeminismos, como su mismo nombre nos sugiere, se refieren a feminismos con conciencia ecológica. "La creciente conciencia de la destrucción ambiental acarreada por el industrialismo permite que emerja como sujeto valioso la alternativa de la mujer-naturaleza frente al hombre tecnológico. Un poco más tarde la mujer oposición adquiere matices étnicos: la mujer de color frente al hombre blanco." [6]
Alicia H. Puleo nos comenta sobre las vertientes del ecofeminismo a partir de dos narrativas sobre lo que ella denomina, el mito de la buena salvaje. La primera ejemplificada con el grupo de activistas de las mujeres Chipko en la India, de la mano de Vandana Shiva y el segundo de las mujeres mapuches de chile y argentina. Para hacer más evidente la evolución del pensamiento ecofeminista presentare sus tres fases y luego veremos como sería su aplicación o traspolación en el ámbito andino:
1) Ecofeminismo clásico:[7] Proviene del feminismo radical, se ocupa de recuperar la antigua identificación patriarcal de la mujer y la naturaleza para darle un nuevo significado. Invierten la valoración de este par conceptual, que en el pensadores tradicionales servía para afirmar "la inferioridad" de la mujer. Este tipo de ecofeminismo considera que la cultura masculina, obsesionada por el poder, nos ha conducido al envenenamiento de la tierra, agua, y el aire. La mujer, en cambio, al estar más cerca de la naturaleza es la esperanza de la conservación de la vida. Este ecofeminismo es un feminismo de la diferencia. En tanto que sostiene que hombres y mujeres, expresan esencias opuestas.
2) Ecofeminista espiritualista del tercer mundo: se vincula a las tendencias místicas del ecofeminismo clásico, pero se aleja de la demonización del varón. La principal representante es la hindú Vandana Shiva, quien realiza una crítica importante al desarrollo técnico occidental que ha colonizado al mundo entero. En América Latina (Chile, Brasil, México, Uruguay, Bolivia, Argentina, Perú y Venezuela), en el rastro dejado por la teología de la liberación, se está iniciando la elaboración de un pensamiento teológico ecofeminista. Este tipo de ecofeminismo se caracteriza por su interés en las mujeres pobres y su defensa de los indígenas, victimas de la destrucción de la naturaleza.
3) Ecofeminismo constructivista: Este tipo de ecofeminismo no comparte el esencialismo del ecofeminismo clásico, ni se nutren en las fuentes religiosas de la espiritualidad del tercer mundo, aunque comparten algunas de sus posiciones, tales como, antirracismo, antiantropocentrismo, etc. Desde este tipo de ecofeminismo tenemos el ambientalismo feminista o feminismo ecologista, de la economista Bina Agarwal, para quien el lazo que ciertas mujeres sienten con la naturaleza tiene su origen en las responsabilidades de género en la economía familiar, no son las características propias de sexo lo que favorece a la conciencia ecológica, sino la interacción con el medio ambiente.
Desarrollaremos un poco más las dos últimas visiones para entender mejor el aporte del ecofeminismo sobre la crisis ecológica y la realidad latinoamericana.
2.2. El ecofeminismo en el tercer mundo
Ahora bien, las preguntas a contestar a continuación serían las siguientes ¿cómo explica el ecofeminismo las causas y las consecuencias de la crisis ecológica? ¿en que medida la violencia contra la naturaleza está intimamente ligada a la violencia contra la mujer? ¿Cómo podemos vincular los aportes que hicieron las teóricas del ecofeminismo a la realidad latinoamericana? ¿Por qué?.
Vandana Shiva nos explica que son las mujeres las producen y reproducen la vida, no sólo biológicamente sino mediante el papel social de proporcionar sustento a sus familias y sus comunidades. Esto es el mismo papel que cumple la naturaleza en la cultura hindú.[8] De esta manera la filósofa explica que la devaluación y la falta de reconocimiento del trabajo y de la productividad de la naturaleza, condujo a la crisis ecológica por hacer uso y abuso de la naturaleza entendida como recurso natural. Por otro lado, la falta de consideración al trabajo de las mujeres como "productoras de vida" ha llevado al sexismo y la desigualdad entre hombres y mujeres. La falta de reconocimiento se explica por la labor silenciosa que han realizado siempre mujeres y naturaleza. Ella plantea que con la recuperación del principio femenino, las mujeres del tercer mundo pueden hacer visibles estas categorías de las que ellas son guardianas. Por eso sería papel fundamental de las mujeres detener y superar la crisis ecológica, con la creación de nuevos paradigmas intelectuales ecológicos.
Siguiendo esta línea, en Latinoamérica no hablaríamos de Pakriti, sino de Pachamama o Madre Tierra.[9] El mismo concepto de Pachamama englobaría algunas de las características que tenía Pakriti en la cosmología hindú: es principio femenino, dinámico, productivo, protector y reúne lo diverso. De la misma manera vemos que en la cosmología andina el ser humano es considerado parte de la naturaleza y no dueño de ésta. Asimismo las mujeres de los pueblos originarios son las principales damnificadas, porque la tierra es el lugar en donde ellas siembran y cosechan, recolectan frutos y recogen miel, encuentran semillas, maderas y plantas para hacer artesanías. Además la tierra no es solamente un lugar físico en donde viven sus comunidades y sus antepasados enterrados, tiene un significado que va más allá de nuestra comprensión.
2. 3. Las criticas ambientalistas y deconstructivista
La crítica de Bina Agarwall dice que la visión romántica de las mujeres del tercer mundo tiene consecuencias negativas para éstas porque, considera que las empujaría a permanecer en su miseria rural con el fin de preservar el medio ambiente. Por eso el ecologismo feminista elimina cualquier identificación entre las mujeres y la naturaleza. Lo que mantiene del ecofeminismo de su predecesora es ciertas cualidades como la empatía y la ética del cuidado que serían resultado de la construcción de la identidad de las mujeres en la historia patriarcal pero no por ello deberían ser objeto de rechazo.
Dentro de esta misma línea de crítica, Catherine Roach, nos dice que es malo afirmar la feminidad de la Tierra porque refuerza el dualismo naturaleza/cultura cuando se muestra a ciertos seres humanos como mas cercanos a la naturaleza, en este caso las mujeres. Por otro lado la imagen de la naturaleza como Madre sería una estrategia ecologista desafortunada con efectos negativos tanto para las mujeres como para la naturaleza. Por un lado porque despersonaliza a la mujer, manteniendo al estereotipo mujer-madre. Además esta personificación implica que la madre está para dar todo sin límites y que no exige nada a cambio. Esto también es perjudicial porque impulsa a la explotación desmesurada.
Otra crítica fue de Noel Sturgeon quien dice que la figura sobre que la mujer indígena y la asiática representadas como "buenas salvaje" en realidad las utiliza como recursos naturales para las ecofeministas blancas que las perciben como mas cercanas a la naturaleza. Esto favorece la impresión de que la única salida frente a la crisis ecológica es el retorno a lo salvaje, a la vida tribal de cazadores y recolectores, además de que no tiene en cuenta la lucha de otros colectivos. Hace además la observación de que las mujeres indígenas no siempre se comportan como esperan la ecofeministas. En realidad la política ecofeminista debería tener en cuenta también el compromiso de la mujer urbana frente a la contaminación. Frente a esto veremos a continuación en que consiste el activismo indigenista femenino.
Defensoras de la tierra en Latinoamérica
3.1. El "otro concreto" como fundamento de la acción social
Sheila Behabib contrapone lo que llama el otro generalizado al otro concreto, "…el otro concreto es el sujeto que habita el mundo desde posiciones de desigualdad , que tiene que luchar cotidianamente para acceder a los bienes necesarios para vivir, que dada su situación de opresión y explotación, no tiene otro remedio que actuar para ir eliminando los obstáculos que a su dignidad le imponen los procesos de división social, sexual, étnica, y territorial del trabajo y que en esas luchas sociales y culturales va auto-imponiéndose compromisos y deberes que lo unen colectivamente a los demás en esferas de responsabilidad y reconocimientos mutuos."[10]
El autor nos sugiere que situarse en la primacía del "otro concreto" es reflexionar sobre los problemas reales con los que nos enfrentamos. Además supone enfrentarse a las teorías que de un modo u otro esencializan el sujeto y el conocimiento, planteando como universales ("otros generalizados") lo que no es más que el producto de una concepción cultural particular: la occidental anglosajona.
Por eso las feministas afirman la primacía del otro concreto y se dedican a visibilizar e identificar los presupuestos teóricos y políticos que subyacían a las diferentes versiones "generalizadoras".
A continuación voy a presentar un ejemplo actual de una experiencia que muestra que el "otro concreto" sirve como fundamento de la acción social y el "otro generalizado" funciona como límite y control con la que toda práctica social se enfrenta a diario.
3.2. Mujeres en defensa del agua
No es mi pretensión enmarcar de manera uniforme al amplio conjunto de la praxis indigenista que se caracteriza por ser muy diverso. En este caso quiero citar el discurso de las mujeres que asistieron al primer encuentro nacional de "mujeres en defensa del agua que se realizo en la paz los días 12, 13, y 14 de junio de 2006. Las mujeres juegan un papel fundamental en los procesos de resistencia a la mercantilización del agua, generando debates, organizándose en movilizaciones y contribuyendo muy especialmente desde su cosmovisión. Esta cosmovisión presenta una alternativa que coloca a la vida y a la naturaleza en primer lugar en la lógica de gestión pública del agua. Si bien es desde distinta razones por las cuales ellas acceden participar de acciones para recuperar el significado social esencial del agua, ya que se trata de organizaciones vecinales, campesinas, de regantes, de trabajadoras, de trabajadores y de manera particular las organizaciones de mujeres rurales y urbanas, "…nos han recordado algo tan obvio, pero negado por un modelo privatista que antepone el lucro al bienestar y el respeto a los derechos humanos".[11] Ellas afirman "el AGUA ES VIDA, es UN DERECHO HUMANO y es un bien de la NATURALEZA."
Ahora bien, sobre esto Alicia Puleo nos dice: "El movimiento indigenista, las demandas de derechos colectivos sobre la tierra contra la expropiación favorable a las multinacionales y la exigencia de reconocimiento y protección de la cultura tienden a apoyarse en discursos que idealizan las tradiciones autóctonas. Éstas incluyen, por lo general, componentes opresivos para las mujeres."[12] Aquí caemos en lo que Bina Agawal nos advertía, empuja a estas mujeres a permanecer en la miseria rural a fin de defender la naturaleza. La cercanía de estas mujeres con la naturaleza se debe más bien a que su economía familiar está sustentada en ellas y si bien es un acto heroico de las mujeres, terminan siendo las mas oprimidas, ahora no solo por los hombres, sino también por el capitalismo.
3.3. Mujer y Biodiversidad
En la mesa Mujer y Biodiversidad[13]de 1ª Cumbre continental de mujeres indígenas, se discutió largamente el papel de la mujer con respecto a la crisis ecológica. Entraron temas de todo tipo, entre los más importantes estuvieron el tema del agua que desarrollé en el item anterior y el tema de las variaciones climáticas que se vienen sucediendo en los últimos tiempos. La mayoría de ellas eran hermanas bolivianas que pertenecían a la Fundación Solón y pedían por la instauración del Tribunal de justicia Climática para exigir a los países desarrollados y a las empresas trasnacionales no bañar la biodiversidad, madre tierra – pachamama.
Citaré solo un par de puntos que me parecieron los más ilustrativos (de los 14 puntos que salieron en conclusión) y que propugnaban la defensa de la biodiversidad y a la mujer como su guardiana más responsable: 1) Se debe profundizar las prácticas y documentar nuestros conocimientos y saberes ancestrales sobre el cuidado de la biodiversidad. Este punto se logró en base a la discusión sobre como difundir el valor que la cultura andina tiene sobre el cuidado de la naturaleza o pachamama. Este saber si bien ha sido transmitido oralmente, surge la emergencia de documentarlo y conservarlo como tecnología ancestral. Asímismo viene los siguientes puntos: 4) Fortalecer la participación de las mujeres como actoras directas en la toma de decisiones en las políticas de biodiversidad, pachamama – madre naturaleza (estudios y elaboración de productos); 5) Priorizar el tema de biodiversidad y el respeto a la naturaleza en todos los espacios y niveles de discusión.
Sobre la difusión de los conocimientos que las naciones del Abda Yala tiene sobre la biodiversidad se platearon los siguientes puntos: 6) Elaborar campañas de difusión de nuestros conocimientos ancestrales por todos los medios de comunicación; y 11) Participar de las investigaciones que se realizan en nuestros territorios, las mismas que deben ser propiedad de nuestras comunidades, en rechazo a la propiedad intelectual y sistema de patentes.
A modo de conclusión
Es un tema arduo y apasionante el que nos tocó referirnos aquí, no sólo porque es un tema candente el de la crisis ecológica y las posibles alternativas que presentan los movimientos ecologistas y antiglobalización, sino también porque se ha escrito mucho de esto. Las teóricas feministas presentan cada vez abundante investigación y a su vez más agudos análisis de la crisis ecológica y el papel de la mujer.
En el presente ensayo trate de hacer un esbozo general de la corriente que creo más se acerca a la realidad latinoamericana. Presenté al ecofeminismo como referente para entender los movimientos activistas indigenistas. Creo que es una de las maneras de abordar el tema, pero que no se agota aquí.
También traté de demostrar de alguna manera los aportes desde la perspectiva de género que se hace para desmontar el patriarcado y hacer más visibles las desigualdades tanto las de sexo, como las etnia, y sociales. Creo que fue útil mostrar las posibles vinculaciones que tiene la antropología con la filosofía política, para hacer más claro el aporte que hace la teoría ("otro generalizado" según Joaquín Herrera) occidental anglosajón hacia la práctica de los grupos activistas en Latinoamérica. Para esto fue que se presentaron fragmentos de los discursos de mujeres que si luchan por los derechos de la tierra y de los que habitan en ella para preservar su biodiversidad.
Bibliografía
– Memoria del primer encuentro nacional de "Mujeres en defensa del Agua". Fundación Solón, UPS ed. La Paz. 2006.
– BUBECK, D. El feminismo en la filosofía política: el hecho diferencial de las mujeres. En Feminismo y filosofía (Comp. Miranda Fricker y Jennifer Horsby) Idea Books. S.A. Barcelona, 2001.
– GAUNA, Romina A. Ecofeminismo: un análisis de la crisis ecológica desde la perspectiva de género. En Temas de Filosofía (Comp. Yolanda Acevedo, Romina Gauna, Raquel Cornejo). CEFISa. Centro de Estudios filosóficos de Salta. 2007.
– HERRERA FLORES, J. De habitaciones propias y otros espacios negados. Una teoría de las opresiones patriarcales. Universidad de Deusto
– PULEO, Alicia H. Madre naturaleza y la buena Salvaje en la crítica ecológica e indigenista en Feminismo y multiculturalismo (Comp. Celia Amorós Puente y Luisa Posada Kubissa). Instituto de la Mujer, Ed., Madrid, 2007.
– STOLCKE, V. Antropología del género. El cómo y el porqué de las mujeres. Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales
[1] Conf. Stolcke, V. Antropología del género. El cómo y el porqué de las mujeres. www.cholonautas.edu.pe. Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales.
[2] Ob. Cit. Stolcke, V. (pág 11)
[3] Carrique, V. “Crítica al liberalismo contemporáneo: la teoría de la justicia de Rawls y el sesgo de género.” En Temas de Filosofía. Cefisa. Salta, 2007 (pág. 57)
[4] Ob. Cít. Conf. Stoclke, V. (pág. 9)
[5] Conf. Bubeck, D. “El feminismo en la política: El hecho diferencial de las mujeres” en Feminismo y Filosofía. Un compendio. (comp. Miranda Fricker y Jennifer Horsby) Idea Book. S.A., Barcelona, 2001. (Pág. 201-221)
[6] Puleo, A. “Madre-naturaleza y la buena salvaje en la critica ecológica indigenista” en Feminismo y multiculturalismo (comp. Celia Amorós Puente y Luisa Posadas Kubissa) Madrid, 2007
[7] Sigo la clasificación presentada por Alicia Puleo de la cátedra de estudios de Género de la Universidad de Valladolid. www.nodo50.org/mujeres/ecología-a_puleo-feminismo_y_ecología.html
[8] Para explicar la naturaleza en tanto Principio femenino, Vandana Shiva toma como punto de partida el análisis cosmológico de la cultura hindú (Shakti es el principio femenino y creativo del cosmos, pero en su manifestación con Purusha, principio masculino, es que crea al mundo: Prakriti o naturaleza). La naturaleza se caracteriza por ser inherentemente activa y poderosa fuerza productiva y una de sus características fundamentales es su voluntad de devenir muchos; las montañas, ríos, bosques, etc., son una expresión de la diversidad a la que da lugar. Shiva, V. Abrazar la vida. Madrid, 1995. Ed. Horas y HORAS.
[9] Estoy siguiendo la traspolación que realiza Gauna, A. en el artículo “Ecofeminismo: un análisis de la crisis ecológica desde la perspectiva de género.” En Temas de Filosofía. CEFISa, Salta. 2007
[10] Herrera F., J. De habitaciones propias y otros espacios negados. Universidad de Deusto. España.
[11] Memoria del Primer Encuentro “Mujeres en defensa del agua”, UPS ed. La Paz, 2006.
[12] Ob. Cít. Puleo, A. (Pág. 233)
[13] Los datos aquí presentes están sacados de un documento que elaboró la comisión directiva de la mesa con ese mismo nombre.
Autor:
Roxana Maribel Ventura
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