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Organizaciones transcomplejas (página 2)


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El estado espiritual que produce la complejidad (complexus) no es solo la perplejidad (perplexus) del espíritu humano, hay otro estado que se parece a una excitación producida por algo que nos sobrepasa y nos sorprende provocando en nuestro espíritu un estado parecido al despertar. Paul Valéry denomina a este estado implexo y lo entiende como la capacidad de sentir, reacciona, hacer, comprender y resistir de parte de un sujeto que intenta recomponer sus habilidades y maniobrar sus pensamientos en búsqueda de nuevas estrategias frente a lo real. Es una actitud que lejos de remitirnos nuevamente al sopor del entendimiento y a la cómoda reducción esquemática de lo ya sabido (de hecho fragmentado y acotado) nos reenvía a una especie de vivificación de la situación a través de un repensar provocado por la perplejidad de la complejidad. Implexus igual que implexio en latín quieren decir "enlazamiento". Justamente la emergencia de la complejidad reclama un esfuerzo por parte del espíritu para enlazar, articular y religar la dispersión de nuestro saber vivir y de nuestra capacidad de comprensión. El pensamiento complejo es la respuesta del espíritu frente a la fragmentación y dispersión de los conocimientos que no pueden hacer frente a la emergencia de los fenómenos complejos. El pensamiento complejo es un pensamiento que relaciona, un artepensar y una estrategia del espíritu frente a la paradoja que anima el actual contexto que globaliza y al mismo tiempo fragmenta. El Pensamiento Complejo realiza la rearticulación de los conocimientos mediante la aplicación de sus criterios o principios generativos y estratégicos de su método. Estos son: principio sistémico u organizacional, principio hologramático, principio de retroactividad, principio de recursividad, principio de autonomía/dependencia, principio dialógico y principio de reintroducción del cognoscente en todo conocimiento.

A través de estos principios es preciso, tomar en cuenta la relación con el contexto, complejizar la noción de contexto para darle movimiento, ya que es la humanidad hoy la protagonista del proceso de planetarización del mundo. El comprender su devenir histórico actual como un proceso de globalización de los mercados y del sistema capitalista de producción, y no como parte de un proceso mucho más complejo y que globaliza a la globalización, consistente en una especie de progresiva simbiosis entre el destino de la especie y el devenir ecológico y cosmológico del planeta. La toma de conciencia de parte de la humanidad de su devenir planetario como sujeto errante, permitiría salir de la situación de barbarie global y crearía las condiciones de posibilidad de una forma distinta de convivencia de la especie en su Tierra-patria, y al mismo tiempo en función de lo que esta en juego: su propio devenir humano. Por lo tanto, no solo en preciso ver el entrelazado, sino también es preciso observar las dinámicas reconfigurantes del contexto con sus emergencias, eventos, acontecimientos, etc. y su retroacción sobre la observación, con la finalidad de hacer frente no solo a la dificultad del aprendizaje y la comprensión, sino también, a la entropía del sentido y así favorecer la comprensión de la necesidad de su permanente recreación. La imagen de trama y de textura sirve de modelo configurante para comprender la dinámica de la información y la organización de los conocimientos, cuya acabada manifestación es la morfología del sistema telemático y de las comunicaciones, esta es una trama que sostiene el flujo de datos en una forma multidimensional y vertiginosa. Hay una trama que envuelve y atraviesa a las sociedades mediante una red de redes. Esta trama no solo sostiene, sino que configura y determina cada vez más, las condiciones de posibilidad de la toma de decisiones, el intercambio económico, la gestión empresaria y pública, y la dinámica de gestión científica y tecnológica.

Sin embargo, el sujeto que hoy teje y desteje la trama de flujos que circunda y articula a las sociedades, como un cuatrimotor (conformado y articulado por la gestión económica, la ciencia, la tecnología y la búsqueda de lucro en el sistema financiero global) dislocado y dislocante de las distintas modalidades de organización social y productiva, transformando la Odisea planetaria de la humanidad en una masa amorfa errante y desorbitada. Aquí el contexto se vuelve al mismo tiempo, circunstancia, situación y horizonte.

Para el pensamiento complejo el actual contexto tiene como acontecimiento principal la emergencia de un punto de inflexión en el devenir de la humanidad, donde al mismo tiempo convergen y divergen la historia de la especie, la historia del universo, la historia del planeta y la historia de la humanidad, en una instancia hominiscente. Término introducido por Michel Serres para señalar la instancia en donde la humanidad deviene causa operacional de si misma como consecuencia del desciframiento del ADN. Pero en realidad es una instancia que contiene dos posibilidades, la autodestrucción termonuclear y la autroproducción genética. Anuncio de muerte y de nacimiento a la vez, la actual circunstancia de la humanidad es incandescente.

La ceguera e incomprensión sobre esta singular situación y la dificultad de dar cuenta de ella, a partir de una reflexión colectiva y un pensar original, se oculta en medio de un sin número de síntomas y problemáticas que despistan por sus escalas y heterogeneidades, tanto a la política, al mundo intelectual y a la ciencia.

Esta incomprensión de la actual encrucijada de la humanidad y sus mil caras y formas en que se revela a nivel local, obstaculiza la construcción de un prisma colectivo y global que se transforme en el sujeto y no en el objeto de los riesgos y desafíos del devenir planetario de la humanidad.

La emergencia globalizada y al mismo tiempo fragmentada se expresa en forma contundente, dislocante y que cada vez más lo quiere abarcar todo. Sin embargo, es ella misma la espesura que oculta el problema esencial: el conocimiento del mundo en devenir se vuelve una necesidad estratégica para la supervivencia de la especie. Es un problema intelectual y vital. Además, los problemas que hoy desafían nuestro futuro son cotidianos y simultáneamente globales. Pero la información, el conocimiento y la educación, soportes imprescindibles para la resolución estratégica de los problemas, se encuentran un una inercia fragmentaria, hiperespecializada, descontextualizada y enclaustrante. Su resultado no es la falta de soluciones, sino algo peor, la proliferación de soluciones impertinentes.

Hoy en día es necesario que las organizaciones diseñen estructuras más flexibles al cambio y que este cambio se produzca como consecuencia del aprendizaje de sus miembros. Esto implica generar condiciones para promover equipos de alto desempeño, entendiendo que el aprendizaje en equipo implica generar valor al trabajo y más adaptabilidad al cambio con una amplia visión hacia la innovación. La economía en su conjunto y las empresas en particular, se reconfiguran para hacer del conocimiento el activo principal de competencia, en una época de profundas turbulencias económicas. La discusión del tema de la gestión del conocimiento comienza a desbordar los ámbitos de los pasillos académicos y es objeto de reflexión empresarial, sobre todo bajo el prisma de una economía capitalista que se adelanta en marcar la esencia de su sistema en el intercambio y control de este valioso recurso.

La idea de una nueva economía ha venido de la mano del sector electrónico y de telecomunicaciones, cuya intromisión económica y social es determinante para el crecimiento, estructuras y formas de la economía y la sociedad de los países más desarrollados. La globalización de los mercados, la diseminación de las tecnologías de la información y el desmantelamiento de las jerarquías nacidas a mediados del siglo pasado, son los rasgos esenciales de una nueva era económica caracterizada porque sus fuentes principales de riqueza son el conocimiento y la comunicación, frente los tradicionales: recursos naturales y trabajo físico. Y no se trata tanto de un proceso evolutivo como de una verdadera revolución, ya que todo está sucediendo al mismo tiempo. Se trata de un proceso de causas y efectos que se realimentan, comparable en escala y consecuencias a la Revolución Industrial. En 1991 las inversiones norteamericanas en tecnologías de la información superaron por primera vez las inversiones industriales tradicionales. Y pasaron a constituir las herramientas de la nueva economía (ordenadores y telecomunicaciones).

Globalización y tecnología se refuerzan mutuamente. Si la primera es una consecuencia de la segunda, un mercado global y por tanto más competitivo acelera el proceso de innovación tecnológica afirmando y consolidando con ello el nuevo marco global. Las modernas tecnologías han difundido el poder globalmente a través de redes de telecomunicaciones, convertidas hoy en auténticas telarañas que soportan las nuevas fuerzas del progreso.La nueva economía está poniendo en cuestión no solo los instrumentos del quehacer humano; también los procedimientos. Así, al igual que la física cuántica ha desplazado a la de Newton y el paradigma de Einstein domina la ciencia de hoy, en el ámbito de la organización del trabajo y las finanzas, por utilizar dos ejemplos de interés. Es así como se comienzan a desarrollar nuevas teorías desde ópticas distintas a la taylorista y financieras clásicas.La característica esencial del cambio hacia la nueva economía es la aparición de un nuevo y emergente factor de la producción: el conocimiento, que tiende a desplazar a los clásicos: tierra, capital y trabajo. El principal desafío, como consecuencia de ello, es la productividad del trabajo intelectual y de los servicios.Un buen ejemplo del poder del capital intelectual y el trabajo del conocimiento lo representa el hecho de que la cantidad de energía que se necesita para producir una determinada cantidad de Producto Interno Bruto (PIB) ha venido cayendo un 2% anual durante los últimos 20 años. En el mismo período, se estima que un tercio del capital invertido en los países desarrollados ha sido empleado en tecnologías de la información. La economía del conocimiento no tiene, a pesar de su gran y creciente importancia, una teoría que la sustente cuando es evidente que no se comporta de acuerdo con las existentes.Para Romer (1990), uno de los principales teóricos de una nueva corriente de pensamiento: la del crecimiento endógeno, es decir, el basado en la tecnología, el cambio tecnológico es la más obvia característica de la economía contemporánea. Romer y otros economistas comienzan a aplicar las herramientas de la biología evolucionada, la historia, y la ciencia política a cuestiones que los economistas, desde tiempos de Adam Smith, habían evitado.Para el movimiento intelectual que sostiene la teoría económica del crecimiento endógeno, la tecnología no es una misteriosa fuerza exterior a la economía. Esta teoría ha venido manteniendo hasta ahora, una fuerza interna que puede ser cultivada para aumentar el crecimiento. Las nuevas tecnologías electrónicas y de telecomunicaciones son una fuente indiscriminada de ventajas. Con ellas aumenta la velocidad, precisión y tratamiento de la información, la capacidad de almacenamiento, la flexibilidad de la organización de la producción en forma de red y la transmisión de la información. La economía deviene virtuosa.Hoy es posible incrementar simultáneamente la producción, la productividad y el empleo. Las nuevas tecnologías, lejos de generar externalidades negativas, en forma de contaminación, agotamiento de materias primas, entre otras, sólo ofrecen economías externas positivas, que benefician a los demás sectores productivos y de servicios, y con ellos, toda la sociedad. En Estados Unidos ya se comienza a hablar de un nuevo ciclo económico que responde más al comportamiento del sector electrónico y de las telecomunicaciones que al del automóvil y la vivienda.

La historia occidental revela una profunda transformación en la sociedad cada cinco décadas aproximadamente, en su visión del mundo, sus valores fundamentales, sus estructuras sociales y políticas, artes e instituciones claves. La época en la cual vivimos es un período de transformaciones que se propagan a lo largo y ancho del mundo. Esta transformación comienza con el surgimiento del poder económico de Japón, sin embargo para Drucker es algo a discutir, se inclina mas bien a la ley de derechos de los soldados americanos (post segunda guerra mundial) y la respuesta que dieron los veteranos que señalaron el cambio de la sociedad del conocimiento.

En esta sociedad, el conocimiento es el recurso primordial para los individuos y la economía. Los factores tradicionales: tierra, trabajo y capital se hacen secundarios, es el conocimiento el motor productivo cuando se integra a una actividad, y por ello la Sociedad del Conocimiento es también una Sociedad de Organizaciones, en donde el propósito y la función de cada una de ellas, ya sea de negocio o no, son los de integrar los conocimientos especializados en una acción común.

En el transcurrir de esta transformación, se crean una suerte de tensiones y problemas a los que tiene que enfrentarse la sociedad de organizaciones. La tensión creada por la comunidad exige estabilidad y la organización requiere desestabilizarla, la tensión que se origina en las organizaciones es necesaria para su autonomía y es el soporte de la Sociedad del Bien Común.Según Drucker (1992), la organización moderna es una desestabilizadora, por lo tanto debe organizarse para la innovación y la nueva innovación, organizar para el abandono sistemático de todo lo establecido, acostumbrado, familiar, confortable, ya sea un producto, un servicio, un proceso, un conjunto de destrezas, relaciones humanas y sociales, o la organización misma.En esa transformación, la función de la organización es poner el conocimiento a trabajar, como herramientas, productos y procesos, en el diseño del trabajo, en el conocimiento mismo. Es la naturaleza del conocimiento lo que cambia rápidamente porque las certezas de hoy, de mañana y siempre se vuelven un absurdo. En la sociedad de organizaciones, cualquiera que tenga un conocimiento tendrá que ponerlo en práctica en beneficio de la organización y se verá obligado a adquirir nuevos conocimientos cada cuatro o cinco años o se volverá obsoleto.

Otro aspecto a considerar es que no sólo la ciencia o la tecnología crean nuevos conocimientos, la innovación social suele ser en muchas ocasiones más importante que la científica. La innovación basada en propósitos tanto técnicos como sociales, se ha vuelto una disciplina organizada que se puede aprender y enseñar.Es posible predecir que en los próximos 50 años, las escuelas y universidades cambiarán cada vez más impulsadas por las nuevas tecnologías y una sociedad basada en el conocimiento, en donde el aprendizaje del conocimiento es organizado y se vuelve un proceso de por vida para los trabajadores del conocimiento y de un ser humano que aprende una nueva teoría.Para los gerentes la dinámica del conocimiento presenta un imperativo claro: cada organización tiene que construir la dirección del cambio dentro de su estructura, y esto significa que cada organización tiene que prepararse para abandonar todo lo que hace. Ello requiere incorporar a la vida diaria la auto superación continua, cada organización tendrá que aprender a explotar su conocimiento, es decir, desarrollar la nueva generación de la aplicación de sus propios éxitos.

La necesidad de organizar para el cambio también requiere de un alto grado de descentralización con una estructura para tomar decisiones rápidas. Las organizaciones de la sociedad pos capitalista tienen que distorsionar constantemente, desorganizar y desestabilizar la comunidad. Tiene que cambiar la demanda de destrezas y conocimientos; así que las universidades han de responder a esas necesidades.

Drucker examina una gama de habilidades y conocimientos que la nueva organización exige, así como la importancia de que la organización goce de libertad para aplicar las decisiones que originen los cambios en el conocimiento, a fin de que pueda cumplir su función social. La organización moderna tiene y debe tener mucho poder social este puede ser restringido por el poder político, pero más aún tiene que ser ejercido por organizaciones de individuos, más que por autoridades políticas.

Cada organización tiene que asumir completa responsabilidad de su impacto sobre los empleados, el ambiente, los clientes y cualquier cosa o persona a la que afecte. Esta es una responsabilidad social.

También refiere Drucker, que al decir del común de las organizaciones"El personal es nuestro principal recurso" sin embargo en la práctica pocos hacen lo que predican. La organización tiene que atraer personas, mantenerlas, reconocerlas y recompensarlas, tiene que motivarlas, servirlas y satisfacerlas. La relación entre los trabajadores del conocimiento y sus organizaciones es un fenómeno nuevo y distinto, para el que aún no se tiene un término preciso. Hoy hablamos de "autoempleo", pero hasta que no se tenga esa nueva palabra, la mejor definición de empleado en la sociedad capitalista pudiera ser: personas cuya habilidad para hacer una contribución depende del acceso que tiene a una organización. La organización para hacer, tiene que ser organizada como un equipo sustentado en la información, administrada por una dirección intermitente y por funciones.

La sociedad de organizaciones no tiene precedentes en la historia humana. No tiene antecedentes en su capacidad de ejecución, porque cada organización constituye una herramienta muy especializada en el diseño de una tarea específica, en la organización y el empleo del conocimiento. Cada organización tendrá que aprender a innovar y la innovación puede ser organizada como un proceso sistemático que puede ser abandonado y luego comenzar nuevamente.Por ultimo, se considera que el reto que tenemos, especialmente para las democracias desarrolladas de libre mercado, es hacer que el pluralismo de las organizaciones autónomas basadas en el conocimiento, considere al mismo tiempo el hacer económico y la cohesión política y social.

Bibliografía

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Stiglitz, J (2002): El Malestar en la Globalización. Editorial Taurus. España. (Pp 269-281)

 

 

Autor:

Abogado Marcos Catoni

Doctorado en Ciencias Gerenciales

TRABAJO REQUISITO PARA LA APROBACIÓN DE LA CÁTEDRA ORGANIZACIONES TRANSCOMPLEJAS

FACILITADOR: DOCTOR JUAN JOSE JIMENEZ

CUMANA, JULIO 2007

edu.red

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL

NÚCLEO DE SUCRE

Partes: 1, 2
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