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La agroecología, medio de construcción de conocimiento liberador y emancipador como vía a consolidar una agricultura endógena sustentable (página 2)


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Los saberes locales siguen un proceso inductivo en su construcción, paradójicamente similar al conocimiento científico positivista, pero que a diferencia de éste no parcializa la realidad para generalizarla por sus regularidades sino que forma estructuras fuertemente imbricadas por complejas interacciones entre los elementos contextuales naturales, humanos, sociales, espirituales y culturales (PRATEC, 1998). Es allí, donde tenemos la gran diferencia entre estas dos tipologías de saberes que, en suma, representan dos cosmovisiones divergentes sobre la forma de ver el mundo, pero en un dialogo sincero, de respeto, de reconocimiento mutuo cambiaremos la visión y miraremos al mundo desde una misma perspectiva integral en el entorno rural.

Nos cabe preguntar ¿Es posible recuperar y recrear ciertos conocimientos tecnológicos locales pertenecientes a las culturas de los pueblos campesinos y conjugarlos al desarrollo científico y tecnológico actual?

El conocimiento local puede posibilitar la técnica pero no la ciencia. En efecto: "La ciencia es una práctica productora de conocimientos muy especiales y específicos. Si bien todos los pueblos tienen conocimientos, no todos tienen producción científica. La separación entre ciencia y conocimiento pasa por la elaboración de lo que se conoce como paradigma positivista, durante la formación histórica de la modernidad. (Ramírez, 2001). Es de resaltar que las comunidades campesinas mantienen un dialogo constante como intelectuales orgánicos, solo a la espera de encontrar la posibilidad de que sus cocimientos puedan gozar de un status de ciencia en el espacio académico formal, seria la forma de dar a conocer la matriz epistemológica diferente de conocer y explicar al mundo, teniendo todo el derecho como seres humanos la legitimidad de reclamar que reconozcan sus conocimientos.

Nos comenta Raimundo Cádiz, productor de la zona Tuyera de ochenta y cinco años de edad que sus primeras enseñanzas en el arte de la agricultura fueron guiadas desde muy pequeño por su tío paterno el Sr. Miguel Cádiz a la falta física de su progenitor y su madre se ocupaba de otras labores para la manutención del núcleo familiar, estas primeras enseñanzas se fundamentaban en las técnicas de siembra y el tratamiento en la preparación de la tierra, de algunos rubros de la región como por ejemplo ñame, ocumo, caraota y apio. Ya por la tercera década de los años noventa adquieren en calidad de arrendamiento al mismo tío un lote de terreno donde es trabajado por el y su madre constándole 52 bolívares el alquiler lo cual a veces se tenia dificultad para el pago esto nos coloca en claro la existencia del explotador latifundista en el negocio del trabajo de la tierra. También la vida lo lleva a adquirir conocimientos en otros oficios como es el caso de la construcción (albañilería), lo cual le ayudo al sustento familiar una vez que la actividad agrícola no cubría todas sus necesidades familiares.

La transmisión de sus saberes a sus descendientes mas directos (hijos), el lo califica que ninguno de sus hijos no han seguido sus pasos aunque el observaba que tenían un gusto por el arte, pero es posible que el no atractivo por el trabajo es por las condiciones de vida en las que se encuentran y se han desarrollados.

Finalizaba en Sr. Raimundo que sus gustos se inclinaban más por la agricultura que por la construcción.

El amigo productor Sr. Florencio García también trabajador de la tierra de los Valles del Tuy y de cuarenta años de edad, nos relata que sus inicios en el arte de la agricultura es desde sus primeros años de vida y son guiados por sus padres orientándolo en las diferentes actividades a realizar, el padre enseña los ciclos de la naturaleza, las fases lunares (regla fundamental de los campesinos), conservación de las fuentes de agua y de la naturaleza, rotaciones de los cultivos entre otras actividades. Abandona el campo por la aventura de la ciudad y allí desarrolla diferentes oficios como comerciante y jardineros aplicando lo aprendido en esta ultimo oficio, regresa de nuevo a su campo con vivencias traídas de la ciudad y al observar el deterioro de las condiciones de vida de su población decide dedicar su vida a la lucha por las reivindicaciones campesinas, por un tiempo se interna en la montaña y ahí funda una familia donde su esposa le consigue tres hijos lo cual le ha permitido poder seguir transmitiendo sus saberes adquiridos en su desarrollo.

Concluye el productor el gusto por ser agricultor y anhela de estar ya cuando posea una edad avanzada en su tierra con su familia y animales.

Podemos observar que en dos generaciones diferentes y en condiciones ambientales-geográficas-sociales la transmisión de los saberes entre generaciones se ha mostrado diferente observando, como el entorno donde se desenvuelve el campesino (a) interviene en su desarrollo y calidad de vida conjugado a las políticas agrícolas que el estado desarrolla.

Generalmente las investigaciones sobre las culturas campesinas han sido desarrolladas por personas foráneas a estas comunidades y han objetivizados los conocimientos locales, es decir, convertidas en objeto de estudio. Los resultados de dichas investigaciones no han regresado a las comunidades campesinas para ser socializadas, criticadas, comentadas, asimiladas, por los diferentes actores que realizan la investigaron.

Además es importante determinar el proceso de acercamiento al objeto/sujeto de estudio y así para conseguir una producción de conocimiento liberador y transformador a partir de los conocimientos locales. La investigación científica generalmente se ha reducido a una simple metodología y no al seguimiento riguroso de la comprensión de la realidad cultural, social, productiva ambiental, histórica y política de los nichos estudiados.

De allí que el diseño paradigmático que asumiremos es el del constructivismo social, Ernst von Glasersfeld aclara que el constructivismo no niega la posibilidad de conocer, sino que propone otros términos para explicar estos procesos: El constructivismo es una teoría del conocimiento activo, no una epistemología convencional que trata al conocimiento como una encarnación de la Verdad que refleja al mundo "en sí mismo", independiente del sujeto cognoscente.

Se pueden reconocer dos fundamentos básicos del constructivismo social. Por una parte, se entiende que el conocimiento no se recibe pasivamente sino de forma dinámicamente, ni surge solamente por la acción de los sentidos, ni por medio de la comunicación, sino que es construido por el sujeto/objeto cognoscente. Por otra parte, se concibe que la función del saber sea adaptativa y sirva a la ordenación del mundo experiencial del sujeto, y no simplemente al descubrimiento de una realidad ontológica objetiva.

Nuestro sujeto/objeto de estudio debe partir a su acercamiento por parte del Investigador (sujeto) en una valoración al campesino (objeto/sujeto), donde el sujeto no imponga su visión, que conozcan la realidad local, propicie la construcción participativa de las ideas y respete, valorice y reconozca los saberes locales del objeto/sujeto en estudio.

En la relación sujeto-Objeto/sujeto debe existir una intención participativa en el entorno (ambiental-geográfico-social) de las comunidades campesinas, que permita la producción de conocimiento desde una relación equitativa e igualitaria entre el saber local mas el saber técnico con el resultado del constructivismo de un conocimiento transformador social de la realidad.

edu.red

Esquema planteado sobre el acercamiento al objeto/sujeto en estudio por parte del sujeto investigador.

Entendiéndose el proceso dinámico e interactivo en el ambiente rural existiendo una retroalimentación entre los miembros de una comunidad campesina y el investigador al acercarse al entorno en estudio.

La Agroecología, más allá que una panacea

En el momento histórico actual de la humanidad donde las mayores riquezas la poseen pocos países, existe una gran diferencia entre una minoría que disfruta las condiciones necesarias para su existencia y una mayoría de la población que no goza al menos de las condiciones mínimas para su existencia, se hace necesaria la búsqueda de un nuevo modelo paradigmático científico-tecnológico que se encuentre guiada por el dialogo de los saberes, la Agroecología surge como una posibilidad para suplir las necesidades esenciales a los modelos agrícolas capitalista mundial. La Agroecologia tiene una dimensión política vinculada a la capacidad de cuestionar radicalmente al modelo científico-tecnológico agrícola mundial imperante y de las relaciones asimétricas de poder que el mismo establece. (Aguilar, 2007).

Debemos debatir desde lo local con los diferentes actores sociales, científicos y políticos teniendo la primicia del reconocimiento cultural, ambiental, de organización y los modos de producción y comercialización, utilizando los principios basados en la participación protagónica de todos los actores, la armonía con la naturaleza, la solidaridad, la igualdad, la equidad y la pertinente social rural y además permitir una reflexión constante sobre todo los ámbitos y concepciones en torno a lo relacionado con el sector rural productivo. En resumen se debe socializar el conocimiento desde los propios nichos comunitarios (locales) con su potencial y su intelectualidad orgánica conjurando con el potencial técnico-científico para diseñar y poner en ejecución un modelo agrícola sustentable económicamente, ecológicamente y socialmente.

La agroecología se perfila como un nuevo paradigma productivo en una constelación de ciencias, técnicas y practicas para la producción ecológicamente sustentable dentro del campo rural. La Agroecología plantea alternativas a las prácticas depredadoras impuestas por la mal llamada "Revolución Verde" creando así una agricultura capitalista y violentando a la tierra madre que ha sido forjada a rendir sus frutos para alimentar algunos pocos.

La Agroecología es la tierra del nuevo campo donde se sembraran las nuevas semillas que se enraíce el conocimiento transformador y la tierra sea el crisol donde se amalgame las diferentes dimensiones del saber y conocimientos, ciencias, tecnologías y practicas, artes y oficios en la forja de este nuevo paradigma productivo.

La agroecología ha sido definida por Altieri (1987) como "las bases científicas para una agricultura alternativa". Su conocimiento habría de ser generado mediante la orquestación de las aportaciones de diferentes disciplinas para comprender el funcionamiento de los ciclos minerales, las transformaciones de energía, los procesos biológicos y las relaciones socioeconómicas como un todo en el análisis de los diferentes procesos que intervienen en la actividad agraria. La agroecología incorpora el funcionamiento ecológico necesario para una agricultura sustentable, pero a su vez introyecta principios de equidad en la producción de manera que sus prácticas permitan un acceso igualitario a los medios de vida.

Autores como Altieri, González de Molina, Sevilla o Gliessman han visto la agroecologia como una caja de herramientas ecológicas para ser utilizadas en los desperfectos ambientales en el agro ecosistema productivo por parte de los trabajadores agrícolas, haciendo la observación de las visiones de estos autores sobre la agroecologia el orden cultural, costumbres, pertenencia, la identidad local, las practicas y sus relaciones sociales serian el punto central y que junto a la caja de herramientas ecológicas concretarían la apropiación social de sus practicas.

La Agroecologia favorece a un diálogo de saberes e intercambio de experiencias, entre la "Empírica Campesina" y la "Ciencias Agrícolas" para articular los conocimientos ecológicos, sociales, económicos y tecnológicos, que confluyen en la dinámica de los agro-eco-sistémicas.

La Agroecologia y la Agronomía capitalista no confrontan a sus "paradigmas de conocimiento" contrastando simplemente la efectividad de sus modelos productivos tomando a la naturaleza como objeto. En ambos casos, la producción está vinculada a cosmovisiones del mundo: así, mientras la Agroecologia se nutre de los saberes culturales de los pueblos, de valores tradicionales que vinculan el momento de la producción con las funciones simbólicas y el sentido cultural del metabolismo social con la naturaleza, la agricultura capitalista se funda en la creencia en el mercado y en la valoración de la especialización tecnológica, en una ideología del progreso y del crecimiento sin límites que va desnaturalizando a la naturaleza y la relación del hombre con la tierra. (Leff, E 2001)

En consecuencia el paradigma científico solo son contrastados y probados en espacios restringidos de experimentación científica, la visión paradigmática Agroecológica se ensaya en el campo de producción agrícola; sus saberes no se validan y refutan en el laboratorio científico, sino en las prácticas de cultivo de los campesinos. Por tal razón, la Agroecología convoca al conocimiento, pero éste se aplica y se prueba en el terreno de los saberes personales y colectivos en el ámbito de la ruralidad local.

Referencias Consultadas

Altieri, M.A. (1987). AGROECOLOGIA Bases científicas para una agricultura sustentable,

Agrawal, A. (2002). El conocimiento indígena y la dimensión política de la clasificación. Revista Internacional de Ciencias sociales. 173:6-18.

Aguilar, J (2007) El conocimiento libre y la agricultura en el siglo XXI: La Agroecología, BOLETIN AGROTECNICO Nº 23, Facultad de Agronomía-LUZ, Estado Zulia-Venezuela.

Bowers, C (2002) Detrás de la apariencia, hacia la descolonización de la educación. Gráfica Bellido, PRATEC, Lima, Perú.

Programa Andino de Tecnologías Campesinas (PRATEC, 1998) La Regeneración de los saberes en los andes, Grafica Bellido, Lima, Perú (http://www.pratec.org.pe/index.php)

Leff, E (2001), Agroecologia y Saber Ambiental, (http://www.pronaf.gov.br/dater/arquivos/19_agroecologia_y_saber_ambiental_leff.pdf)

Ramírez, A (2001), Problemas Teóricos del Conocimiento Indígena, Revista Yachaikuna, 1, marzo, http://icci.nativeweb.org/yachaikuna/

Rohr, E (1997) La destrucción de los símbolos culturales indígenas. Quito Ed. Abya Yala.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Lic. Williams Rogelio Vegas Echezuria

Prof. Efraín Márquez

Universidad Bolivariana de Venezuela.

Edo. Miranda – Venezuela

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