Otro concepto de la economía que muchas veces se olvida al discutir temas de educación, es que la estructura de mercado importa. La competencia varía según la estructura (de hecho hay monopolios naturales en el caso de la educación). Sin embargo, algunos trabajos de la literatura presumen que la pregunta no es si compiten o cuándo compiten, sino que el tema principal es cómo compiten (como si la forma de competencia no estuviera vinculada a los incentivos específicos del marco de incentivos existente en cada país). Estos trabajos concluyen que la competencia se hace segmentando y sugieren que ése es el principal efecto de cualquier sistema de vouchers. No se preguntan si eso es siempre así, si no dependerá del diseño del sistema, si no habrá un sistema de precios que cambie el comportamiento, todas preguntas que un economista que trabaja en otro sector sí se haría. Y que de hecho, son relevantes en este sector también.
El problema con los vouchers sería que se produciría una selección de riesgos (siendo riesgo en este contexto un alumno con bajo capital humano inicial), con una pérdida social. Un mal marco de incentivos en el caso de los seguros, al igual que en la educación, puede llevar a que la actividad de las empresas se concentre en lo que es accesorio (identificar y atraer a los de bajo riesgo) cuando un sistema de incentivos adecuados las haría concentrarse en lo esencial: ofrecer un buen producto al menor costo.
Otro concepto que se descuida en la economía de la educación es que la amenaza de competencia es lo que importa. Por lo tanto, cuánta competencia efectiva hay, que puede ser relevante, pero el efecto no se reduce a eso. Autores como Gallego, encuentra que la competencia sí tiene efecto, pero si el razonamiento anterior es correcto, ha de ser una cuota inferior del efecto de la competencia.
Como demuestra Gallego, la forma de estimar el efecto de la competencia sobre las escuelas públicas (la metodología de estimación) determina los resultados. La entrada de colegios PS es endógena y se produce en aquellos lugares en que controlando por ciertas variables) los colegios municipales no lo están haciendo bien. Esto es algo que uno esperaría: los primeros lugares en que entrarán los colegios privados será dónde los colegios municipalizados están haciendo una mala tarea. Al observar esto, uno podría erróneamente interpretar que la asociación entre malos colegios públicos y alta participación privada, se debe a una relación de causalidad inversa, en que es la participación privada la que causa el nivel de los colegios públicos. Ante esta posibilidad, a menos que se controle por la endogeneidad de la entrada, se puede llegar a conclusiones equivocadas.
En otras palabras, en lugar de encontrar que hay más competencia donde los colegios públicos son relativamente peores (algo que uno esperaría), se cree encontrar que los colegios públicos de los lugares en que hay más competencia son peores, presumiendo que es porque la competencia es la causa del deterioro.
"Pensando" el sistema educativo chileno
Lo cierto es que el sistema de lump sum vouchers (que es el sistema chileno) tiene problemas .Donde es que cada alumno con menos de un determinado ingreso recibe un voucher que crece a medida que el ingreso familiar cae y a medida que aumenta el porcentaje del ingreso del hogar dedicado a la educación.
Es difícil ofrecer una definición de diccionario del concepto económica de la educación, de hecho no existe tal, es claro que la teoría económica y la teoría social ofrecen muchas ideas, pero no podemos olvidar a las fuentes históricas, podemos plantear teorías y métodos de explicación muy sofisticados, pero mientras no los confrontemos con la información histórica cualitativa y cuantitativa y que, además, nos muestra la existencia de la relación entre economía y educación, no podremos asegurar que se esté construyendo una historia económica de la educación.
He podido observar , que existen dos tendencias claras alrededor de la relación histórica educación-economía que, de alguna forma, se contraponen: una percibe a la educación como variable independiente de la economía, es decir, como elemento impulsor de la economía, ésta es una visión claramente liberal; la otra es planteada en el sentido opuesto, esto es, que la economía es la variable independiente y presiona al Estado y particulares por la construcción de un sistema educativo, entre más compleja es la economía genera más presión por el incremento de la educación en calidad, cantidad y niveles de enseñaza. Una tercera opción es la relación entre oferta de mano de obra educada, sus ingresos, su productividad, y por tanto, el impacto en la economía.
Es decir, abordar desde la historia el análisis de la relación educación-economía, nos permitirá sopesar con información fáctica esas teorías e hipótesis, puesto que es muy importante diferenciar las distintas épocas de una sociedad en las que funcionó un sistema educativo.
Otro factor de gran importancia que no se debe de perder de vista es la cuestión regional, es claro que en un mismo país, la alfabetización y la economía sufren evoluciones desiguales. Además de que la alfabetización se debe de observar como un proceso que esta sujeto a los distintos factores sociales, políticos y culturales que están presentes en un país o región, así como, los fenómenos de ruptura y continuidad.
La educación es un proceso que depende de otros factores sociales para que su impacto se pueda observar en la economía, por ejemplo: se puede buscar su relación con las fuentes de trabajo, con los fenómenos de la demografía crecimiento poblacional, la distribución por edades, por sexo, por grupo étnico y geográfica, así como, la economía familiar y la distribución de la riqueza.
De tal forma, que la asistencia a la escuela, la escolarización, la presión por más y mejores niveles educativos se ve influido por la diferenciación de clases y sectores económicos, recordemos que Padua afirma que los sectores y altos y medios tienen más posibilidades de asistir a la escuela que los grupos marginados en la ciudad y el campo.
Por lo que, parece existir una fuerte influencia del sistema económico sobre la demanda educativa, sobre su cantidad y su calidad, no sólo es importante que llegue a los rincones más remotos de un país o región, se puede observar gran cantidad de ejemplos históricos que muestran que las escuelas no son iguales, aun siendo del mismo nivel educativo. Anteriormente las escuelas primarias estaban clasificadas como escuelas de primera, de segunda y de tercera.
En definitiva, la educación debe de analizarse como un proceso social ambivalente, en ocasiones puede funcionar como variable independiente de la economía, en otras situaciones puede ser un elemento dependiente de ella. Así deben de realizar más estudios para buscar las modalidades y características de la relación entre la educación y la economía que deben de ser analizados como procesos históricos dinámicos, cambiantes y no estáticos.
Siempre dicen que no se trata de aumentar el gasto en educación porque este viene aumentando con los Gobiernos de la Concertación. Pero hay un problema de cantidad. Los aumentos en el presupuesto educativo son solo para mantener a flote este actual sistema mercantilizado, municipalizado heredado de la dictadura. Es decir, les salvan el negocio, los subsidian, les favorecen con exenciones impositivas, les permiten todas las argucias legales necesarias para que establecimientos educacionales sean finalmente inmobiliarias, cajas chicas para los gatos de lujo, locales comerciales que se cierran cuando dejan de ser rentables,etc. No hubo un aumento sustancial que se acerque a los niveles necesarios, que expertos estiman en aproximadamente un 7%, para que la educación sea un derecho, y no un privilegio, y sea de calidad.
Fundamente, ¿por qué el gasto del Estado en Educación, no debiera ser considerado un gasto sino que valorarlo como una inversión?
La Educación ¿inversión o gasto social?
El propósito de re legitimar el Estado como actor social debe ir acompañado de algunas revisiones conceptuales , como por ejemplo la del papel que cumple la inversión social para sustituir el criterio tradicional del "gasto público" . La confusión entre gasto e inversión social ha permitido que los grandes recortes presupuestarios realizados en épocas de ajustes latinoamericanos hayan golpeado a los sectores más pobres de la sociedad en aras de unos "recortes burocráticos" celebrados mediáticamente.
Los recursos que se canalizan hacia la educación a través del pago de profesores no se pueden considerar "gasto" sino una "inversión" cuyos rendimientos, por difíciles de precisar que resulten contribuyan a un mejoramiento significativo de las condiciones generales de equidad y productividad en el largo plazo.
Una segunda revisión tiene que ver con el viejo concepto del ofertismo social (la famosa lista de supermercado); la fijación de metas de ampliación cuantitativa de la cobertura, mas cupos escolares, se tiene que acompañar de políticas públicas que aseguren la calidad de la prestación de los servicios y permitan la utilización de ciertos parámetros (no indicadores de mercado) medir el nivel de eficiencia social de los mismos. La revisión de conceptos limitados, como por ejemplo: el caso de las oportunidades escolares se tienen que distribuir racionalmente en proporción a la población, según necesidad y ubicación geográfica, así estas sean o no utilizadas, se precisa llegar a sistemas donde estas distorsiones conceptuales de lo que es el rol y función del Estado ,no se traduzca en la copia de indicadores de mercado que durante décadas no se han traducido en una reducción significativa de la desigualdad y en un mejoramiento significativo de las condiciones de bienestar de las personas.
Debemos creer en el capital humano y apostar por ello. Esta es nuestra oportunidad de pegarnos el salto el verdadero salto, el de piel y hueso. Nos hemos movido bien en el marketing promocionando Chile por el mundo, como un país de grandes perspectivas, que cada día estamos mejor y que esta pasando. Cuando existen recursos es factible realizar inversiones. La educación es una inversión en ningún caso un gasto. Chile se ha caracterizado por año a año aumentar la escolaridad, así como estudiar es una obligación y un derecho en este país. Asimismo, han de asegurarse los medios para que los escolares se trasladen a los recintos de estudio. Para una familia que se sostiene con un sueldo mínimo y con tres hijos por ejemplo para enviar al colegio, se le hace súper oneroso los costos de traslado diario, aunque se paguen $100. Porque lo más probable es que de acuerdo a como son las formulas para calzar en el estrato de ser pobre (hay que ganar menos de $48.000.- mensuales), el que esta sobre esa cifra no es pobre en Chile. Entonces hay que chequear si va a poder optar a la gratuidad total teniendo un sueldo mínimo de $120.000. Así como la educación de acuerdo al actual sistema es mercantil, es decir cualquier empresario con recursos se puede instalar con un Colegio, ya que ve en ello utilidades. No seria muy dificultoso que se incorporara a los subsidios actuales un porcentaje para que estos administradores se encargaran de cómo hacer llegar a sus alumnos a clases, si ese tramo también es parte del negocio. No veo la dificultad de estructurar y gestionar sistemas más óptimos con un poquito de creatividad y disposición al cambio. Podemos fijarnos en las siguientes tres opciones: Alternativa 1
Que el estado se haga cargo de la totalidad del sistema e inversiones en la educación. Alternativa 2
Que el área privada sea mejor fiscalizado y se le obligue al desarrollo de un mejor servicio. Alternativa 3
Opciones mixtas Para cualquiera de las selecciones se mete el asunto político, algunos estarán de acuerdo, otros no, pasa y pasa el tiempo y no hay cambios estructurales, los proyectos no se aprueban, se aprueban a la mitad, etc. Y diez años más vamos a estar en la misma. Entonces un poco de voluntad con creatividad e innovación (innovación, una manera de hacer las cosas de manera distinta, nos hacemos cargo articulando las preocupaciones de las personas, en este caso la de los estudiantes). Si se puede encontrar la forma de reestructura, pasando inteligentemente sobre la forma actual en como se esta desarrollando la educación en Chile. Es un gran y excelente desafío y trabajo de quienes están designados para ello.
Se han realizado grandes Cumbres (La XIV Cumbre Iberoamericana, el Tema central fue: Educación para progresar).Transcribo algunas declaraciones acordadas por Los Jefes de Estado y de Gobierno de los veintiún países iberoamericanos, reunidos en la XIV Cumbre Iberoamericana, en San José, Costa Rica, comprometidos con los principios y valores que identifican a la comunidad iberoamericana "10.- Ratificamos que la educación es un derecho humano fundamental e inalienable y tiene por objeto el pleno desarrollo de las personas y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades individuales y es instrumento fundamental para promover el desarrollo y la equidad. Una educación democrática, accesible y de calidad es la base fundamental para lograr un desarrollo sostenible, elevar la productividad, aprovechar el avance científico y tecnológico, reforzar las identidades culturales y consolidar los valores de convivencia democrática, pacífica y solidaria para reducir la pobreza y la brecha social.
11.- Ello exige otorgar a la educación el carácter de política de Estado y requiere de una visión multisectorial que permita ubicarla en el contexto económico, político, social y cultural de cada país, propiciando la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural. En consecuencia, reafirmamos la responsabilidad del Estado en la formulación y aplicación de políticas y programas educacionales.
12.- Asimismo, reconocemos que la educación es una responsabilidad de todos, por lo cual, es conveniente continuar los esfuerzos por lograr alianzas entre el Estado, el magisterio y la sociedad civil para consolidar las políticas de Estado que permitan mejorar la calidad de la educación.
13.- Destacamos que la inversión en educación es prioritaria, además de enormemente beneficiosa a medio y largo plazo, y nos comprometemos a hacer esfuerzos para aumentar la inversión social y ampliar el financiamiento de la educación, contemplando la obtención de nuevos recursos y la reorientación de los existentes para garantizar una educación de calidad, accesible, eficiente y socialmente equitativa ".
En el contexto de la política social a los subsidios, argumente a favor o en contra de la decisión de otorgar, el subsidio a la demanda o a la oferta en el sistema educativo
A comienzos de los años 80 se implementó una reforma en el sistema escolar que confió en que las fuerzas del mercado por sí solas lograrían mejorar la calidad de la educación. La idea era que la subvención por alumno, la competencia de proveedores privados, y la libre entrada y salida de colegios producirían un sistema escolar eficiente. Lo que está implícito en ella es una visión
extrema del Estado subsidiario, que no reconoce la complejidad del sistema educativo.
En primer lugar, se estableció una subvención pareja por alumno, sin reconocer que alcanzar un determinado nivel de aprendizaje requiere que los recursos varíen en forma inversa al nivel socioeconómico de las familias. Al no corregirse esto, las posibilidades de aprendizaje dependen del nivel socioeconómico de los hogares y se generan incentivos para discriminar a los más pobres.
En segundo lugar, no se consideraron las fallas de mercado propias de un sistema educativo. Por ejemplo, al no ser posible observar la calidad de la educación impartida por una escuela, se producen asimetrías de información entre los que ofrecen el servicio educativo (colegios) y quienes lo demandan (padres y apoderados), lo que incentiva la entrada de proveedores de mala calidad. Al mismo tiempo, la falla de información genera problemas de agencia. La conducta de los profesores o los directivos no es observable, y si hacer las cosas bien requiere más esfuerzo, entonces esto promueve un mal desempeño. Además la
Institucionalidad chilena bloquea, en el sector municipal, la posibilidad de que el mal desempeño tenga consecuencias, pues los profesores contratados son prácticamente inamovibles.
El problema de información se ve agravado porque en Chile el Ministerio de Educación ha mantenido la responsabilidad por los asuntos técnico-pedagógicos y los municipios han estado encargados de la gestión administrativa. A nivel de los establecimientos educacionales esto implica una doble dependencia, con una división de la gestión en dos ejes que necesariamente deben ir juntos.
Esto agudiza el problema de accountability ya que los padres y apoderados no pueden identificar a los responsables de los resultados educativos y nadie se siente responsable por ellos.
En tercer lugar, se ha cuestionado que las familias elijan colegios de acuerdo a su calidad. Algunos estudios muestran que las familias priorizan la distancia al establecimiento o los valores que enseñan, por sobre sus resultados de aprendizaje. Esto puede deberse a que efectivamente priorizan otros factores, o a la falta de información oportuna y pertinente.
En cuarto lugar, en algunas zonas rurales la competencia no existe, con lo que los incentivos de mercado no operan.
En quinto lugar, cuando la competencia es intensa las malas escuelas debieran ir perdiendo alumnos hasta desaparecer. Más allá del costo psicológico que significa para los alumnos cambiarse de escuela, durante este proceso de deterioro que puede ser largo, se perjudicará a los alumnos que permanezcan en establecimientos de bajo desempeño.
Todo esto configura un escenario en el cual los mecanismos de mercado son insuficientes, por sí solos, para garantizar calidad.
Esto no significa que no deban ser utilizados, sino que deben ser complementados correctamente. Para que un sistema de subsidio a la demanda con provisión privada de educación funcione adecuadamente no basta con crear un cuasi mercado, sino que es necesario establecer una institucionalidad, normas, regulaciones e incentivos que aseguren una educación de calidad.
Eso significa establecer requerimientos como contraparte al financiamiento público, como estándares de calidad mínimos, los que debieran ir mejorando con el desarrollo del país. Hay que involucrar e informar mejor a los padres, prohibir la discriminación y fomentar la integración social en los procesos de selección de alumnos, aclarar las responsabilidades de los distintos actores y promover estructuras de incentivos adecuadas, que alineen los objetivos de directivos, profesores, alumnos, familias y funcionarios para mejorar la calidad del sistema educativo.
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Autor:
Patricia de las Mercedes Bozzo Bravo
PROGRAMA DE MAGISTER
EN EDUCACIÓN
MENCIÓN ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN EDUCACIONAL
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