Descargar

Apuntes en relación al acuerdo general sobre el comercio de los servicios. Cuba


  1. Introducción
  2. Características de los servicios
  3. Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios
  4. Otros apuntes sobre el tema

Introducción

En la actualidad a los servicios se le atribuye un papel destacado en la economía mundial por la importancia y expansión que han tenido en la estructura productiva de las economías y las nuevas situaciones que plantea el intercambio de los servicios en el contexto internacional, constituyendo el comercio de servicios una temática nueva a desarrollar.

Las tendencias contemporáneas de exportación de servicios muestran cifras interesantes. Los ritmos de crecimiento de las ventas mundiales de servicios muestran alta fluctuación, pero siempre con cifras positivas apreciables en el tiempo; todo lo contrario a lo mostrado por el ritmo de crecimiento de la exportación de mercancías, con una marcada estabilidad; aunque al mismo tiempo, a pesar de su crecimiento relativo, las exportaciones de servicios no han logrado representar más del 20% del total de exportaciones mundiales.

La exportación de servicios profesionales en Cuba se encuentra concentrada en pocos mercados y con una cartera reducida.

El comercio exterior cubano se ha reorientado de un modelo exportador primario, basado en la exportación de bienes básicos o primarios, a un modelo basado en la exportación de servicios, fundamentalmente profesionales, a mercados coyunturales y promisorios como los países pertenecientes a la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA); debido principalmente entre sus causas explicativas a la carencia de destino para los rubros tradicionales de exportación; la caída sostenida de los precios de esos bienes transables; el desmantelamiento de la industria azucarera cubana; el incremento del acervo del talento humano; la pérdida de créditos blandos; la incapacidad de generar tasas crecientes y sostenibles de ahorro interno; y la necesidad imperiosa y objetiva de acceder a fuentes frescas de financiamiento en divisas; así como el bloqueo económico.

En este sentido es útil aportar que el comercio del servicio se caracteriza entre muchísimos aspectos porque el comprador debe confiar en la competencia de la empresa de servicios, ya que decide la adquisición de los servicios antes de que éste se materialice y el mayor obstáculo en este sentido por las empresas de servicios es la credibilidad en el mercado internacional; las empresas deben actualizarse constantemente sobre el mercado, ya que el comercio de servicios resulta muy fluido, las nuevas oportunidades no suelen durar más de 6 meses y la mayoría de los servicios no pueden ser patentados; igualmente deben innovar de forma continua para mantener y ampliar su cuota de mercado y en este particular se aprecia que una estrategia muy satisfactoria consiste en penetrar en el mercado con una combinación original de servicios que aporte una solución única; asimismo necesitan buscar oportunidades adecuadas para dar a conocer el grado de competencia que poseen y deben prestar atención a cualquier diferencia cultural en cuanto a valores y a pautas de comunicación.

El comercio de servicios profesionales no es una tarea fácil, dadas las características del servicio y de los mercados. Son las naciones líderes en este rubro, países muy avanzados con un nivel tecnológico, universitario y de dinamismo empresarial del que Cuba adolece. Sin embargo, nuestro país desde hace varios años ha comenzado a potenciar la exportación de servicios, basada fundamentalmente en el capital humano, fruto de la labor que ha llevado a cabo la Revolución en el sector de la educación, la cultura, el deporte y la salud especialmente, aunque la participación del turismo ha sido determinante.

Características de los servicios

Un servicio podría definirse como todo acto o función que una parte puede ofrecer a otra, que es esencialmente intangible y no da como resultado ninguna propiedad. Su producción puede o no puede vincularse a un producto físico.

Sin embargo para entender la esencia de los servicios es válido refrendar las características de los mismos; y en este sentido tenemos que los servicios son intangibles, pues no es posible gustar, sentir, ver, oír u oler los servicios antes de comprarlos, al cliente se le puede ofrecer algo tangible para representar el servicio, pero la compra de un servicio es la adquisición de algo intangible y los criterios de calidad se aplican más bien a los proveedores de servicios que a los productos; Inseparables, debido a que estos no se pueden separar de la persona del vendedor y una consecuencia es que la creación o realización del servicio puede ocurrir al mismo tiempo que su consumo, ya sea este parcial o total; Heterogéneos, porque es difícil lograr la estandarización de producción en los servicios, debido a que cada prestación de un servicio puede ser diferente de otra, además de no ser fácil asegurar un mismo nivel de producción desde el punto de vista de la calidad y a los clientes también les es difícil juzgar la calidad con anterioridad a la compra; Perecibles, pues los servicios son susceptibles de perecer y no se pueden almacenar; asimismo los servicios se caracterizan por la falta de propiedad que es una diferencia básica entre una industria de servicios y una industria de productos, porque un cliente solamente puede tener acceso a utilizar un servicio determinado; no son transportables ni almacenables; existe simultaneidad de la producción y el consumo; no se aplican aranceles, las condiciones de acceso se determinan mediante reglamentaciones, cuotas, etc; también son intensivos en el uso del recurso humano y tienen un alto valor agregado.

Todas las actividades identificables, intangibles, que son el objeto principal de una operación que se concibe para satisfacer las necesidades de los consumidores, pueden ser entendidas como servicios o igual podríamos referir que el servicio no es más que la función que una parte puede ofrecer a otra, esencialmente intangible, a partir de lo cual es deducible que aquellas empresas que no tienen como meta principal la fabricación de productos tangibles para la posesión permanente de estos por sus compradores, son empresas de servicios, constituyendo el servicio el objeto del marketing, o sea, la compañía está vendiendo el servicio como núcleo central de su oferta al mercado.

Los retos que deben enfrentar los exportadores de servicios derivan del hecho de que los compradores deben aceptar adquirir algo que aún no ha sido creado y no puede, por tanto, ser examinado antes de la venta.

Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios

Respondiendo a las nuevas situaciones que se fueron dando en el mundo de los servicios, especialmente en la comercialización internacional, surgía la necesidad de la elaboración de normas de carácter universal dirigidas al sector servicios. De esta manera, se manifestaron una serie de interrogantes respecto a las vías a seguir para establecer una normativa que reglamentara el comercio de servicios a nivel internacional y al mismo tiempo cuál sería el organismo competente para instrumentarla en el marco multilateral.

¿Por qué negociar servicios multilateralmente? Porque evita barreras discriminatorias o restrictivas al comercio de servicios; crea un ambiente comercial y jurídico estable, previsible y transparente y aumenta los flujos del comercio de servicios hacia todos los Miembros.

La firma del Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (AGCS o GATS) [1]que se incluye en la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha sido considerado uno de los mayores logros de la Ronda Uruguay y una novedad en lo que se refiere al comercio de servicios, poniendo de manifiesto que se abría una nueva etapa en esta materia, por ser un tema nuevo que se introducía en el ámbito de las negociaciones comerciales, pues el mismo fue establecido en respuesta al enorme crecimiento de la economía de servicios durante los pasados 30 años y a la mayor capacidad de comercio de servicios resultante de la revolución de las comunicaciones.

El establecimiento de una normativa a nivel multilateral después de un largo período de negociaciones, demostraba la necesidad de la liberalización de las transacciones internacionales de servicios, que se convertiría en el motivo principal de un proceso a largo plazo que nacía a la luz del AGCS. El AGCS entró en vigor el 1 de enero de 1995, constituyendo el primer conjunto de normas y principios de aplicación universal en el ámbito del comercio internacional de servicios, con el objetivo de impulsar la liberalización del comercio de servicios a través de compromisos específicos, por medio de sucesivas rondas de negociaciones comerciales multilaterales. En este sentido, el AGCS comprende todos los servicios y vincula jurídicamente a los miembros, entendiéndose por tales a los países miembros de la OMC, estableciendo un marco multilateral de principios y normas encaminados a liberalizar progresivamente el comercio de servicios y mejorar la previsibilidad y seguridad del comercio y permitiendo un alto grado de flexibilidad, tanto en el marco de las normas como en lo relativo a los compromisos en materia de acceso a los mercados.

El 1º de enero de 1995, la OMC sustituyó al GATT[2]que llevaba en funcionamiento desde 1947, como organización encargada de supervisar el sistema multilateral de comercio. A los países signatarios del GATT se les denominaba oficialmente "Partes Contratantes del GATT". Con la firma de los nuevos acuerdos de la OMC (entre los que se incluye el GATT actualizado, conocido como GATT desde 1994) estos países se convirtieron oficialmente en "Miembros de la OMC", es decir, todos los Miembros de la OMC, son asimismo miembros del AGCS o GATS. Cuba se encontraba dentro de los 128 países que habían firmado el Acuerdo General antes de finalizar 1994 y actualmente es Miembro de la OMC desde el 20 de abril de 1995.

En el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (AGCS) era evidente la necesidad de una definición de los servicios. Sin embargo, al intentar definir el comercio internacional de servicios el AGCS optó por el concepto de «suministro de servicios», comprendiendo en ello la producción, distribución, comercialización, venta y prestación de un servicio, en sus cuatro modalidades, las cuales consisten en: suministro de un servicio del territorio de un Miembro al territorio de cualquier otro Miembro (Modalidad 1), consistente en que el propio servicio es el que cruza las fronteras, no existiendo traslado del prestador ni del consumidor, pudiéndose mencionar como ejemplos: el asesoramiento jurídico o financiero, a través de algún medio de comunicación o de telecomunicaciones (internet), software de informática, etcétera; suministro de un servicio en el territorio de un Miembro a un consumidor de servicios de cualquier otro Miembro (Modalidad 2), consistente en el consumo en el extranjero, lo cual se refiere a otra manera directa de comercio, en la que es el consumidor quien atraviesa las fronteras, ejemplificado en los viajes de turismo, asistencia médica, entre otos; suministro de un servicio por un proveedor de servicios de un Miembro mediante presencia comercial en el territorio de cualquier otro Miembro (Modalidad 3), consistente en el suministro de un servicio por un proveedor mediante la presencia comercial en otro país, lo cual puede ejemplificarse con la creación de una sucursal de una compañía de seguros o el establecimiento de una filial y suministro de un servicio por un proveedor de servicios de un Miembro mediante la presencia de personas físicas de un Miembro en el territorio de cualquier otro Miembro (Modalidad 4), donde el proveedor es quien se traslada al lugar del consumidor, ya sea porque las personas físicas son proveedoras de servicios o bien porque son empleadas de empresas proveedoras de servicios.

Con el propósito de incluir a los distintos sectores del comercio de servicios se intentó elaborar una clasificación de los servicios que sirviera de base en las negociaciones de servicios en la Ronda Uruguay. Esta lista de clasificación de servicios de la Secretaría del GATT (Doc. MTN/GNS/W/120) comprende 12 grandes sectores que a su vez se subdividen conformando un total de 155 sectores de servicios:

1) servicios prestados a las empresas, 2) servicios de comunicaciones, 3) servicios de construcción y servicios de ingeniería conexos, 4) servicios de distribución, 5) servicios de enseñanza, 6) servicios relacionados con el medio ambiente, 6) servicios financieros, 7) servicios sociales y de salud, 8) servicios de turismo y servicios relacionados con los viajes, 10) servicios de esparcimiento, culturales y deportivos, 11) Servicios de transporte y 12) otros servicios.

En principio, el AGCS incluye a todo servicio en cualquier sector, exceptuando los servicios suministrados en ejercicio de funciones gubernamentales (la seguridad, la fiscalidad, la justicia), es decir aquellos que no se prestan en condiciones comerciales, ni en competencia con uno o varios proveedores de servicios. De esta manera, surgen las cuatro modalidades de suministro.

Se observa el carácter de universalidad que se ha pretendido alcanzar. Evidentemente, la aplicación del AGCS deberá tener un carácter general y uniforme para todos los miembros.

Los principios básicos del AGCS se pueden relacionar de la siguiente forma:

  • Abarca todos los servicios (excepto los gubernamentales, como policía, justicia, etc. y los Servicios de Transporte Aéreo).

  • No discriminación a favor proveedores nacionales: Trato Nacional.

  • No discriminación respecto a otros Miembros: Cláusula de Nación más Favorecida (excepto exenciones temporales inicialmente establecidas).

  • Transparencia de las reglamentaciones.

  • Las reglamentaciones han de ser objetivas y razonables.

  • Compromisos de los distintos países: negociados y consolidados.

  • Liberalización progresiva: mediante nuevas negociaciones.

En el texto general del Acuerdo se distinguen tres elementos principales:

1) Acuerdo marco: Contiene las obligaciones fundamentales y Disciplinas Generales, que incluyen las normas y principios de aplicación a todos los sectores y todos los miembros.

Las obligaciones generales son de aplicación a todos los sectores de servicios e igualmente a todos los miembros, aun cuando éstos no hubieran establecido compromisos de liberalización o de consolidación de su régimen actual en un sector determinado. La cláusula de nación más favorecida (NMF) es la principal obligación de carácter general, la más importante del Acuerdo, convirtiéndose en la columna fundamental del mismo, y establece que «cada miembro otorgará inmediata e incondicionalmente a los servicios y a los proveedores de servicios de cualquier otro miembro un trato no menos favorable que el que conceda a los servicios similares y a los proveedores de servicios similares de cualquier otro país». También se disponen exenciones temporales a la aplicación de la cláusula de nación más favorecida y se encuentran expresadas en el Anexo sobre exenciones de las obligaciones del artículo II.

La segunda obligación de carácter general del AGCS es el principio de transparencia. En este sentido, hay que mencionar que las cuestiones relativas a la transparencia adquieren mayor importancia en las transacciones internacionales de servicios, consecuencia de la cantidad, diversidad y complejidad de las reglamentaciones nacionales existentes en este sector.

Existen también excepciones a las obligaciones generales y están referidas a: a) países en desarrollo; b) integración económica; c) acuerdos de integración de los mercado de trabajo; d) contratación pública; e) excepciones generales; y f) excepciones relativas a la seguridad.

En el AGCS se encuentran otras disposiciones de carácter general que están en estrecha relación con la aplicación de los compromisos específicos como: a) reglamentación nacional, b) reconocimiento, c) monopolios, d) prácticas comerciales, e) pagos y transferencias, f) subvenciones, g) medidas de salvaguardia urgentes, h) restricciones para proteger la balanza de pagos.

2) Listas de compromisos específicos: Contienen los Compromisos Específicos, relativos a las obligaciones asumidas por los miembros en los sectores que figuran en las listas de los países miembros, compromisos adoptados sobre esa base por los países, que serán objeto de un proceso continuo de liberalización

Los compromisos específicos dan lugar a obligaciones específicas, porque son contraídas por los miembros en forma individual, pero benefician a todos y su aplicación es únicamente en el marco de compromisos que cada miembro asume específicamente como consecuencia de una negociación. Es decir, se refieren a aquellos sectores o subsectores para los que un miembro determinado haya presentado una lista de compromisos iniciales y sobre los que se haya llegado a algún compromiso. Encontramos dos tipos de compromisos específicos: acceso a mercados y trato nacional, a los que se le pueden añadir otros compromisos adicionales de liberalización. Los compromisos específicos fueron negociados en el transcurso de la Ronda Uruguay, conjuntamente con el Acuerdo Marco, concluyendo con la elaboración de Listas de Compromisos Específicos. La presentación de listas positivas es el sistema adoptado para que los Estados miembros indiquen los sectores en los cuales asumen obligaciones concretas.

Cada miembro especificará en su lista los compromisos asumidos para cada sector o subsector de servicios, en relación a cada uno de los cuatro modos de suministro, con las limitaciones establecidas con respecto a las obligaciones de acceso al mercado y trato nacional.

Las listas de compromisos presentan una primera sección de compromisos «horizontales» que contiene las limitaciones aplicables a todos los sectores incluidos en la lista, las cuales hacen referencia a un modo determinado de suministro. La segunda sección se refiere a los compromisos asignados a los sectores o subsectores de servicios de la lista. Estas listas contienen:

  • Una columna en la que se hace una descripción del sector (son 12 sectores) o subsector objeto del compromiso específico.

  • Una columna donde se señalan las limitaciones y condiciones en materia de acceso a los mercados con respecto a cada modo de suministro.

  • Las condiciones y salvedades en materia de trato nacional

  • Obligaciones relativas a los compromisos adicionales

Así como el objetivo principal del AGCS es lograr que el proceso de liberalización avance aumentando el nivel de los compromisos consignados en las listas, y que dicho proceso se lleve a cabo respetando los objetivos de las políticas nacionales, el eje principal del AGCS lo constituyen las listas de compromisos específicos de liberalización, en las que cada país miembro manifiesta su voluntad de hacer concesiones en los distintos sectores de servicios dentro del ámbito de sus políticas económicas, asumiendo obligaciones en materia de acceso al mercado y trato nacional. Además, cada país miembro podrá incrementar o no el nivel general de los compromisos asumidos en los sectores de servicios.

3) Los Anexos, que establecen normas específicas adicionales para determinados sectores, que por sus características requieren de un tratamiento especial, o sea, abordan preocupaciones concretas de política o la situación especial de los distintos sectores de servicios y modos de suministro.

Los Anexos establecen normas específicas adicionales para determinados sectores, que por sus características requieren de un tratamiento especial, y son los siguientes: Anexo sobre exenciones de las obligaciones del artículo II; Anexo sobre el movimiento de personas físicas proveedoras de servicios en el marco del acuerdo; Anexo sobre servicios de transporte aéreo; Anexo sobre servicios financieros; segundo Anexo sobre servicios financieros; Anexo relativo a las negociaciones sobre servicios de transporte marítimo; Anexo sobre telecomunicaciones y Anexo relativo a las negociaciones sobre telecomunicaciones básicas.

Otros apuntes sobre el tema

El comercio exterior de Cuba ha estado signado, desde los albores de su inserción en la división internacional del trabajo, por la especialización a ultranza en la exportación de escasos rubros en los que el país posee ventajas comparativas tradicionales, tales como el azúcar de caña, el tabaco, el café y el níquel. Pero ese no constituye el único rasgo identitario del sector externo cubano. La alta concentración de los destinos de exportación de la nación se ha mantenido como tendencia por más de cuatro siglos. España en la etapa colonial, Estados Unidos en los albores de la república, el bloque socialista euro soviético durante los seis primeros lustros del gobierno revolucionario y Venezuela en el siglo XXI, han constituido socios prioritarios y mercados fundamentales de las exportaciones cubanas.

Sin embargo, las deformaciones estructurales de la economía, acumuladas por décadas, y acentuadas por una crisis cuya génesis se remonta a la década de los noventa de la centuria pasada y que se ha eslabonado a las crisis financieras globales contemporáneas, han provocado cambios composicionales de las ventas al resto del mundo.

En 1950, las exportaciones de bienes constituían el 93,48% del total de ventas a agentes foráneos, situación similar a la observada cuatro décadas después: 91,15%. Sin embargo, en un período de cuatro lustros el balance se ha invertido y actualmente los servicios comerciales se han convertido en la locomotora de la generación de ingresos frescos en divisas, liderados por el turismo y los servicios profesionales, todo ello avalado por la competitividad demostrada del potencial humano del país, cosechada por la revolución cultural y educacional promovida desde 1959; de lo cual se desprende el papel de la exportación de servicios profesionales dentro de la estrategia de desarrollo de la economía cubana.

La exportación de servicios profesionales como eje angular del desarrollo económico es una tarea difícil, dadas las características del servicio y de los mercados. No obstante, según cifras estadísticas, las naciones líderes en este rubro son países muy avanzados con un nivel tecnológico, universitario y de dinamismo empresarial del que Cuba adolece.

La tendencia mundial es potenciar los proyectos donde se combinan las cuatro modalidades del comercio de servicios, siendo el movimiento de personas físicas el de menor incidencia.

En Cuba no está limitada la exportación de servicios, salvo para el caso de la Asistencia Técnica, regulada. Cualquier empresa puede exportar servicios, salvo regulación interna, siempre que no se trate de asistencia técnica, la cual tendría que tramitarse ante el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.

De esto es posible señalar que el modelo exportador cubano ha transitado desde una especialización en la exportación de bienes primarios a una basada en la exportación de servicios profesionales y que la exportación de servicios profesionales de Cuba se encuentra concentrada en pocos mercados y con una cartera reducida.

En este sentido la exportación de servicios constituye un reto para los exportadores cubanos de servicios, toda vez que precisan no solo de la credibilidad de los servicios a comercializar; sino que requieren de una actualización constante sobre el mercado, innovación continua, concentración, marketing relacional, profesionalidad; asimismo esto implica un riesgo para el comprador y el procedimiento para lograr un contrato de servicios es normalmente más largo en comparación con la contratación de mercancías.

.

Autores:

ADRIANA R. BOFILL RODRIGUEZ

ANAYS MENDOZA SANTOS

[1] AGCS (Acuerdo General sobre Comercio de Servicios) o GATS en su expresión inglesa. El AGCS se inspiró básicamente en los mismos objetivos que su equivalente en el comercio de mercancías, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT): crear un sistema creíble y fiable de normas comerciales internacionales; garantizar un trato justo y equitativo a todos los participantes (principio de no discriminación); impulsar la actividad económica mediante consolidaciones garantizadas y fomentar el comercio y el desarrollo a través de una liberalización progresiva.

[2] Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).