Debido a la globalización y a la trasformación social, tecnológica y de la información, ha originado que los viejos paradigmas queden en el pasado y se presente la revolución del pensamiento para compartir y empujar los nuevos paradigmas en beneficio a la producción de la teoría, y por tanto, del conocimiento, donde vemos como las viejas tendencia gerenciales quedan en el olvido emergiendo nuevas y renovadas concepciones acorde a la cosmovisión del mundo y de la cultura organizacional, tanto mundial como venezolana, es así como esto ha ocasionado la implementación de métodos que se analizan a través de la epistemología, con la finalidad de determinar el enfoque más adecuado para el estudio del saber gerencial, y así incorporar nuevas tendencias para el siglo XXI.
Para hacer comprensible el concepto de práctica en el campo de la administración, es necesario remitirnos a las condiciones de las sociedades "primitivas", y en general precapitalistas, en las que el hombre debe resolver su problema de supervivencia. Dado que el hombre ha debido enfrentarse al mundo natural para aprovechar los recursos que garanticen su vida, siendo necesarias históricamente una serie de prácticas que podrían denominarse como prácticas administrativas, y que están en el orden del manejo, la gestión y la administración de recursos.
De todo esto resulta la obtención de gerentes con pensamientos complejos, donde se enfrente a todos sus paradigmas, incluso contrapuestos, que posea una auto imagen lo suficientemente amplia, objetiva y madura para los debates de las organizaciones; Al mismo tiempo, debe ser dinámico, integrador, flexible, motivador, donde se resalte la creatividad, lo cualitativo e intangible, en busca del confort, la economía del tiempo y del espacio, con superposición de las comunicaciones, y donde asuma organizaciones de grandes retos y prestadores de servicios, con una gran responsabilidad hacia su comunidad, así como
conciencia de la preservación del medio ambiente, existiendo una competencia hacia el liderazgo en todos los sentidos.
Actualmente en Venezuela vivimos en épocas de azar, incertidumbre, riesgo, contingencias y repentinos y constantes cambios, es por ello que el lenguaje de gerencia está cambiando, debido a esta crisis, donde se ha comenzado a dar paso a la creatividad y la innovación, a consecuencia de la necesidad de estos cambios que amerita nuestro país, producto del nuevo pensamiento o saber gerencial en sintonía con el mundo, razones por la que se abordó este tema.
En base para conocer los fundamentos del saber administrativo fue necesario conocer y comprender el contexto que rodea el saber administrativo, en particular el proceso conocido como Revolución Industrial, cuyo escenario inicial de la administración es la empresa económica capitalista, tornándose más compleja y trascendiendo a la producción industrial, incursionando además en la oferta de servicios, que según Chandler (1994) afirmo que "Las actividades de esas unidades y las transacciones entre ellas transcurren entonces internamente. Son operaciones coordinadas y vigiladas por empleados asalariados, que sustituyen a los mecanismos de mercado"( p.120).
Bajo estos contextos iniciales, se desarrollan la división del trabajo, de organización de los recursos y de gestión de las relaciones sociales que le son propias. Tal situación hace su aparición única y exclusivamente con la Revolución Industrial en el siglo XIX, es decir, con una economía capitalista moderna que rompe con los antiguos esquemas de organización de los recursos de las sociedades antiguas y de la medieval europea. En estos escenarios ya se perfila los primeros fundamentos económicos del saber administrativo.
De comenzar el estudio de estos fundamentos bastaría adentrarnos en la conocimientos antiguos de como era relacionada las formas de gestionar los recursos para resolver la supervivencia (la tradición y la autoridad central) pre- cápita, para luego producto de esta misma evolución aparecer la sociedad de mercado, rompiendo con las maneras tradicionales de dividir el trabajo e instaura lo que la sociología ha llamado como clases sociales, de acuerdo con la relación que establecen las personas con los factores de la producción, fundamentalmente consecuente como burguesía y proletariado.
De esto surge el concepto de división del trabajo producto de la herencia de la sociología y de la economía para explicar el funcionamiento de la sociedad, por lo que la administración le intereso particularmente la manera como el trabajo se divide y especializa en las organizaciones, entendida por Ritzer, (2002) como "la división continua y la subdivisión de las tareas o funciones en actividades minuciosas altamente especializadas." (p.192). De esta dinámica propia de las organizaciones insertas en el mundo capitalista, surge el desarrollo de la tecnología, que ha contribuido a que el trabajo se organice de forma tal que permita la articulación de los procesos organizacionales con la lógica del capitalismo y por ende división técnica del trabajo.
En sintonía con lo expuesto hasta ahora, también los fundamentos religiosos y culturales, forman parte protagónica de este contexto del saber administrativo, es de aclarar, que la condena de la Iglesia Católica sobre el comercio se dirigió hacia el comercio en gran escala, al que daba lugar el desarrollo del capitalismo y de la burguesía, por las notables ganancias que producía y la acumulación de capital que se generaba. Mientras que el comercio en pequeña escala o artesanal era visto como un comercio "honrado" que supuestamente no perjudicaba a otros y que no era injusto a la luz de la moral católica. En este sentido el lucro sólo era aceptable dentro de los márgenes de supervivencia que permitía el trabajo.
Los mismos apoyaban la existencia del ser humano producto de su trabajo y condenaban como avariciosos a las personas que hacían de los artículos de primera necesidad un negocio solo para llenar sus bolsillos, de esta forma da sentido la moral católica según la doctrina católica. De esto surge unos valores éticos en medio del empresario burgués caracterizado la iniciativa individual, el sentido de ganancia, la valoración del trabajo como motor del progreso social y como elemento de dignificación moral del hombre, la valoración de la propiedad privada, la disciplina laboral, el ahorro, la austeridad en el gasto, la valoración de la ciencia en oposición a la fe y la creencia de que el hombre era dueño y señor de su destino, lo cual lo liberaba de aceptar un orden social que la iglesia proclamaba como inmutable e incuestionable. Todos estos valores hacían parte de una nueva racionalidad que se expresó en el homo economicus y que fue reforzada por la ética protestante.
Siguiendo lo anterior, la administración moderna por consiguiente hereda unas complejas tradiciones éticas y religiosas que fueron soporte para el capitalismo, donde se inscribe el moderno escenario de acción del hombre de negocio, que lleva la actitud del nuevo empresario intelectual, individualista, y más racional que supersticioso, acorde con unas nuevas actitudes de cálculo como explicación posible del mundo natural, donde los valores eran intercambiables, impersonales, abstractos, mercantilizados.
Dentro de lo que se entiende como "universalidad de la administración", que corresponde a las diversas ciencias y disciplinas que han hecho aporte al campo del saber administrativo, emerge estos fundamentos socio-psicológicos, donde las ciencias sociales, y particularmente aquellas del siglo XIX florecieron nuevos conocimientos sobre el hombre y el trabajo, motivadas en parte por los nacientes interrogantes y problemas sociales que suscitaban la modernización y la revolución industrial.
Del surgimiento de los nuevos actores sociales como la burguesía y el proletariado, y ante las relaciones de poder y de producción en que los involucraba el mundo de la producción suponían intercambios humanos muy complejos, conflictivos y de antagonismo social, de manera que empezó a evidenciarse la "lucha de clases" y el conflicto social propio y lógico ante el contexto histórico.
Es evidente que en el escenario productivo que resultó de la Revolución Industrial, la burguesía poseía la tierra y el capital, y el proletariado la capacidad de trabajo, estando este último subordinado a las lógicas capitalistas que definía la burguesía y a procesos sociales imprevistos que empezaron a ser leídos como fenómenos de descomposición social: la pobreza, la explotación, la desarticulación de las familias campesinas así como el ambiente de tecnificación, industrialización y especialización del trabajo obrero, fue visible un ambiente de "abatimiento moral y de depresión obrera", (Aktouf,p. 219, 1998).
De esto se confronto el hecho que había insatisfacción laboral ante las necesidades de los obreros, donde surge el cambio del pensamiento administrativo de la época, donde el mismo se percató que los elementos de orden afectivo y emocional eran tan importantes para el esfuerzo y la productividad, como los incentivos materiales. De aquí emerge un enfoque mas social, mas humanista centrada en la cooperación, de mismo surgieron nuevos conceptos, nuevas formas, nuevas variables basadas en el comportamiento humano mientras que la sociología influyó profundamente en el estructuralismo y más específicamente la sociología organizacional.
En esta transformacion de una epoca a otra, era claro que los problemas de la administración no giraban simplemente en torno a los procesos de la mecanización y al incentivo económico, como lo plantearon inicialmente los teóricos de la Administración Científica, sino que también era necesario reconocer los fenómenos sociales y psicológicos que tenían lugar en las fábricas, desde perspectivas que no eran exclusivamente técnicas, sino desde las ciencias sociales. Se podria decir entonces que los difererentes estilos y pensamientos de gerenciar son variados y dinamicos según el mundo o situacion geopolitica, economica u sociales pudiendo gestionar diferentes tendencias administrativas.
En este contexto Rubio (2011) citando a segovia (2010) donde definen los diferentes tipos gerenciales, coinciden en que el mejor estilo gerencial es aquel que obtiene excelentes resultados, ya que se adapta con las situaciones a las que se enfrenta, teniendo fácil manejo, y así en general, se pueden perfilar distintos efectos sobre los resultados. Esto da como resultado que el saber de la administración ha sido producto de los avatares de la historia, su contexto y desarrollo, esto en conjunción a los avances de la innovación, pero queda claro que el factor social, el humano y su pensamiento formara la llave de cada trasformación.
En torno a la temática de fundamentos del saber administrativo en base en el campo socio-psicológico, económico y cultural religioso, a través de las prácticas Gerenciales, nos proporciona la nueva episteme que se va construyendo de manera globalizada, posibilitando una lectura distinta a la tradicional, sustentada en una visión mecanicista, unilineal, disciplinaria, causal, positivista, que tiende a ser sustituida por una visión sistémica, con base en la lógica dialéctica, inter, multi y transdisciplinaria, global y compleja, es decir, el criterio clásico de obtener primero el crecimiento económico para luego redistribuir, nos llevo a una concepción del progreso distinta con un desarrollo del orden y la justificación del liderazgo, implícita en la idea según la razón, sociedad e historia regidas por leyes racionales movidas por una necesidad natural, y en consecuencia, una la aceptación de leyes sociales que daría al hombre una disciplina, una actitud ante el orden existente.
Los postulados y enunciados de las diversas propuestas de los enfoques revisados, se asumen no como infalibles recetas gerenciales, sino como un componente clave que se complementará en relación con otros factores sociales, culturales, económicos, políticos, ideológicos, etc., que se hacen presentes en la actividad empresarial.
Los principales aportes de la Administración se inscriben en esa "cosmovisión", desde el taylorismo hasta la calidad total en su variante japonesa, se cubre un amplio espectro del saber administrativo y de las técnicas desarrolladas que pudieron aplicarse, muchas de ellas, con éxito, de todas estas necesidades, hoy día existen otros participantes e interesados en ella, por lo que una fuente principal de ellas reconocen a los empleados, a los clientes, al resto de los actores del mercado (competidores o potenciales competidores) y a los proveedores, haciendo de las organizaciones mas flexibles, innovadoras, descentralizadas, participativas, racionales, equitativas y transparentes.
Ahora bien, se sabe que el ser humano no es absolutamente libre y que es sujeto de un contexto y que se contienen ambos o se construyen mutuamente
¿Cómo es o debe ser ese contexto?. ¿Qué intereses interactúan en ese contexto? ¿y en el contexto venezolano como se evidencia?
En este sentido, al analizar el cúmulo de posturas relativas al origen y definición de los nuevos enfoque administrativos, en el marco del paradigma de la complejidad, las mismas serán asumidas de manera racional, considerando que el objeto puede estudiarse desde diversas aristas, aun cuando se consideren las mismas construcciones teóricas, evidentemente la forma de gestionar estas organizaciones es fundamental para encaminarlas hacía el éxito, por lo que se requiere considerar las prácticas y estrategias gerenciales que más se adecuen a sus características particulares en un contexto social, económico, político y filosófico determinado.
Sin embargo la empresa como organismo típico en la administración, permite la elaboración de productos o servicios para la satisfacción de necesidades tanto individuales, como sociales. La importancia de la organización radica en que permite la conjunción ordenada de recursos humanos, materiales y económicos para el cumplimiento de sus fines. En torno a esto, es necesario que el pensamiento administrativo surja como consecuencia de las "necesidades sociales e individuales" que se viene gestando por la necesidad de un cambio de paradigma.
Contradictoriamente, a los postulados de las diversas corrientes del Pensamiento Administrativo, se podría deducir que se está ante un hecho concreto: la cultura social del venezolano, supeditada a una realidad que lo condiciona para su interacción social, dando pie a un sujeto-objeto dialógico ante su compleja realidad, que le permite interactuar desde sus limitaciones y carencias socio-culturales en medio de requerimientos de actores con estándares de vida completamente satisfechos? Valdría la pena preguntarse, si estas carencias completamente diferentes a la de estos pueblos, propician otro tipo de relaciones intersubjetivas y afianzadas en la inserción en redes, que se abre camino en medio de tan contradictorias interpretaciones de su intersubjetividad.
En este termino pudiera decir por una parte que la cultura proveniente de un sistema afianzado sobre el positivismo, y por otra parte la conformación de un sistema de valores, fundamentado en la estructura vertical, que vendría a reforzar lo primero en cuanto a la estructura de las organizaciones y en otro escenario los cambios paradigmáticos en el contexto global, son empujados hacia unos modos de ser y hacer, por lo que conlleva a interpretar y establecer contactos con los nuevos saberes gerenciales aunque sea de manera superficial y exploratoria.
Para todo profesional de la administración o afines a ella, es indispensable el conocimiento de las distintas corrientes o saberes administrativas, por lo que es innegable el uso de la administración en todo grupo social, ya que a través de ella es posible el mejor aprovechamiento y coordinación de los recursos humanos, técnicos y materiales, sin embargo, su correcto ejercicio requiere el uso y aplicación de conocimientos específicos, de otra manera, se corre el riesgo de tomar decisiones empíricas y subjetivas que comprometan el cumplimiento de los resultados esperados.
Es por ello que todo profesional de la administración requiere conocer las distintas corrientes que han guiado a la ciencia administrativa y los distintos enfoques para resolver problemas particulares de las organizaciones que se presenten, para que se puedan discernir y aplicar aquel que considere más conveniente en su práctica diaria como administrador o gerente, en consecuencia estas visiones generales de las corrientes administrativas actuales van dirigidas en torno a la eficacia, eficiencia, calidad y productividad que busca ser universal, especifica, en torno a la unidad de tiempo y unidad jerárquica, cuyo éxito requiere conocimientos, actitudes y habilidades basadas en la competitividad.
Todos estos modelos parten, según los acontecimientos económicos y sociales que surgieron del último siglo, donde tuvieron profundo impacto en este sector administrativo, obligando a las organizaciones a competir en un mundo globalizado y turbulento que exige la transformación de sus estructuras, sistemas, estrategias y prácticas gerenciales; evidentemente la forma de gestionar estas organizaciones es fundamental para encaminarlas hacía el éxito, por lo que se requiere considerar las prácticas y estrategias gerenciales que se adecuen a sus características particulares en un contexto social, económico, político y filosófico determinado.
Cada uno de estos enfoques, ofrecen una visión propia de la gestión del conocimiento en las organizaciones, se tiene la intención de comprenderlos, a fin de extraer elementos favorables de cada uno de ellos para diseñar el modelo que se propone a los cambios actuales. En este sentido, forma parte indisoluble de la efectiva administración del conocimiento en un contexto emergente, constituye una particularidad medular del sistema productivo de hoy día, en el que la innovación de procesos o productos, junto con las tecnologías de información y comunicación, son las que generan el valor añadido, donde los entornos dinámicos actuales han provocado que las organizaciones no tengan suficientes recursos para responder con eficacia, eficiencia y tiempo al ritmo de cambio actual, con lo que se impone la necesidad de hacer más con menos.
Como se ha sugerido en los fundamentos del saber administrativo, los administradores son herederos de unas tradiciones prácticas y teóricas que han resultado de la construcción de diferentes ciencias y de trabajos de pensadores cuyo legado está atravesando el oficio diario de quienes dirigen las organizaciones. Desconocer o ignorar estas tradiciones de pensamiento es ignorar la complejidad de un campo de saber que ha requerido de muchos años de historia para conceptualizar el mundo de las organizaciones modernas y los retos que les significa a los administradores, con actitudes ético- políticas de responsabilidad social.
Podestá p y Jurado J. (2003). Fundamentos del saber administrativo. Disponible en la web: http://www.esan.edu.pe/paginas/pdf/15Podesta-Jurado.pdf. [Citado el 14/02/14]
Rubio, M. (2011). Gerencia hospitalaria y su incidencia en la motivación y satisfacción laboral en el desempeño del personal médico. Tesis no publicada. Unefa. Valencia, Venezuela.
Ritzer G. (2002). Teoría Sociológica Moderna. España: McGraw Hill.
Fundamentos del Saber Administrativo
Marzo, 2014.
Autor:
Rubio, Mariand.MD-phD.