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Identificación de emociones positivas adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés

Enviado por leopoldo Ferrer


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Naturaleza de la emoción
  4. Procedimientos de inducción de emociones
  5. Propuesta de procedimiento para la identificación de emocionas positivas adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés
  6. Ejemplo de los resultados obtenidos en uno de los atletas
  7. Descripción cualitativa de las sensaciones corporales percibidas
  8. Análisis de Resultados
  9. Conclusiones
  10. Referencias bibliográficas

Resumen

En el presente trabajo se expone el basamento teórico que condujo al autor a elaborar un procedimiento para la identificación de las emociones positivas más adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés en deportistas, los pasos seguidos en el experimento realizado con éxito en un equipo de jugadores de Baloncesto, un ejemplo de los resultados obtenidos con uno de los atletas y las conclusiones generales de toda la investigación realizada.

Introducción

La vida del atleta constantemente presenta diversos retos que le exigen desplegar altas capacidades tanto físicas como mentales. En esos momentos, las emociones desencadenadas en el deportista tienen notoria influencia sobre su desempeño.

En tales circunstancias, una respuesta emocional adecuada debería favorecer la ejecución correcta y, al mismo tiempo, disminuir el sufrimiento a nivel psicológico. Por otro lado, una reacción emocional debería catalogarse de inadecuada cuando produzca el efecto contrario constituido por un aumento del sufrimiento psicológico y un detrimento en la ejecución deportiva.

Una posible alternativa para encausar la respuesta emocional del atleta radica en el empleo de procedimientos de inducción de emociones positivas. Su eficacia podría depender de la capacidad del psicólogo para identificar cuáles serán las emociones positivas adecuadas para mejorar el estado de ánimo y el desempeño de un atleta particular ante un reto específico que lo esté afectando.

Uno de los retos potencialmente generadores de diestrés lo constituye la ejecución de tiros libres en el Baloncesto, donde el partido se detiene dándole a un solo jugador la oportunidad de anotar puntos, con balón detenido. Allí este es colocado como blanco de las miradas del público presente en las gradas y de los deportistas ubicados en la cancha, sometido a diversas presiones, como el ruido de los espectadores del bando contrario, las exigencias de sus propios partidarios y la importancia que tenga cada tiro libre sobre el resultado final del partido, en dependencia del tiempo de juego restante y de los puntos anotados por cada equipo hasta el momento.

En este sentido, la información recabada mediante una entrevista con el entrenador del equipo de baloncesto Cocodrilos de Caracas, categoría Cadetes, evidenció que sus jugadores tenían la necesidad de adquirir herramientas para la regulación emocional. Según el director técnico, ellos presentaban una merma en la ejecución de sus tiros libres durante los juegos competitivos y reportaban experimentar ansiedad al realizarlos.

Esto brindó la oportunidad para elaborar un procedimiento que permite: (1) registrar los efectos fisiológicos que diversas emociones positivas inducidas producen sobre los atletas cuando ellos están experimentando vivencias de diestrés asociadas al lanzamiento de tiros libres y (2) tomando como marco de referencia ese conjunto de estados afectivos inducidos, identificar cuáles son las emociones positivas más adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés en cada jugador.

Al mencionado procedimiento lo hemos demoninado "Undoing Testing", debido a que su principal sustento teórico está representado por la Undoing Hypothesis" de Fredrickson y col. (2008) (2). Tanto el diseño como la aplicación del mismo conformó un proyecto de tesis requerido para la obtención del grado de Máster en Psicología del Deporte otorgado por la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte de Cuba, culminado en el presente año 2011 cuyo título fue "Procedimiento de identificación de las emociones positivas adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés, ante la ejecución de tiros libres en Baloncesto"

DESARROLLO:

Naturaleza de la emoción

Nuestra postura teórica sobre la emoción enlaza planteamientos diversos autores. De Palmero (1999) (6), tomamos su definición de emoción que incluye elementos subjetivos, cognitivos y fisiológicos. De Damasio (1994) (1), el papel de las sensaciones corporales dentro de la emoción y el papel de la emoción en las decisiones. González (2004) (3), nos aporta la importancia del nivel de activación en el deporte, la diferenciación entre euestrés y diestrés (estrés positivo y negativo), la asociación de estos con el mayor aumento de la tensión sistólica (en el euestrés) y diastólica (en el diestrés) ante el reto competitivo de los deportistas, y la influencia negativa del diestrés sobre la motricidad. Fredrickson y col. (2000) (2) nos aportan la "Undoing Hypothesis". Según esta, las emociones positivas reviertes los efectos fisiológicos generados por las negativas.

2.1.1 El modelo de Palmero.

Palmero (1999) (6) toma la teoría de William James, basada en los cambios fisiológicos y crea su propio modelo al incorporarle dos procesos evaluativos. Una situación externa es evaluada y ello produce cambios fisiológicos; luego estos son evaluados para que el individuo pueda asignarle nombre a su emoción.

Según este autor, la emoción es un proceso que moviliza al organismo para enfrentar situaciones de amenaza y contiene una serie de pasos desde la percepción del estimulo hasta la experiencia subjetiva emocional. Todos ellos, modulados por el estado afectivo previo a la situación (Palmero, 1999) (6).

Mientras el sujeto experimenta dicho estado ajeno al desencadenante, este estímulo se presenta como situación adversa (o reto en el deporte) y es evaluado por procesos cognitivos que indican si el bienestar del sujeto está a punto de mejorar o desmejorar. Dependiendo de ello, se producen unos cambios fisiológicos y no otros. Tales cambios corporales constituyen distintas manifestaciones del arousal que luego son igualmente evaluadas por el sujeto y allí es cuando el individuo le asigna el nombre a la emoción o el significado a los cambios. Todo ello, también depende de la situación inicial porque un mismo cambio fisiológico puede tener diversos significados dependiendo del contexto (Palmero, 1999) (6).

La siguiente cita muestra como la autora le asigna al estado afectivo previo un papel importante que le permite modificar las evaluaciones tanto del estímulo externo como de los cambios corporales:

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Dicho autor le asigna a la experiencia subjetiva de la emoción el nombre de "Sentimiento" y plantea que no es el elemento más importante de la emoción. Para él, los cambios fisiológicos y los procesos evaluativos de la cognición son más determinantes; y en general, lo importante es la movilización general del organismo para enfrentar una situación amenazante (Palmero, 1999) (6).

2.1.2 Planteamientos de González (2004).

Diversos autores plantean la existencia de dos dimensiones importantes dentro de la emoción. Una es la valencia, que distingue entre emociones positivas o placenteras y negativas o displacenteras. La otra es el nivel de activación del organismo o arousal. González (2004) (3) es uno de aquellos quienes defienden este tipo de postura. Para él, la competición deportiva es una situación generadora de estrés, los retos que enfrenta constantemente el atleta son los desencadenantes de su respuesta emocional.

Allí, el nivel de activación representa la fuerza volitiva y motivacional que moviliza la energía en el atleta. La motivación superior -compuesta por juicios de autovaloración, nivel de aspiración, motivos de participación y sentido personal– es el "núcleo energético" de su respuesta de estrés (González, 2004) (3).

La valencia implica estados emocionales de connotación agradable o desagradable. Esta direcciona los efectos de la activación generando respuestas de euetrés o diestrés; estrés positivo o estrés negativo ( Levi 1972, citado por Gonzalez 2004) (3). Las primeras favorecen el desempeño y las segundas lo merman.

Para González (2004) (3) el hecho competitivo es una situación de estrés; un reto que implica una amenaza a la integridad (física y/o moral) del atleta, cuya superación implica realizar tareas de altísima dificultad con el propio cuerpo. Ello requiere la activación de los recursos biológicos del deportista y una elevada inversión de energía a favor de la respuesta motriz. Allí, el control que este tenga sobre la tarea y el nivel de arousal lo conducen a experimentar estrés o diestrés.

Un alto nivel de control sobre la tarea con elevado nivel de activación produce respuestas generadoras de energía. A nivel fisiológico, se eleva la actividad simpatoadrenomedular, aumentan las secreciones de catecolaminas y se suprime el cortisol. En estos casos, el desempeño aumenta (González, 2004) (3).

Menor excitación implica menor motivación. Por ello, el bajo nivel de activación aunado a un elevado control sobre la tarea produce actuaciones deportivas caracterizadas por desmotivación, distracción e indiferencia. En estos casos, no se logran las mejores ejecuciones deportivas. Allí el eje simpatoadrenomedular está medianamente activado y el pituitarioadrenocortical poco activado (González, 2004) (3).

La motivación se relaciona con la significación del hecho competitivo. Entonces, tales niveles bajos de excitación ocurren cuando una determinada competencia carece de significación o importancia para un determinado atleta (González, 2004) (3).

Si el control sobre la tarea es bajo y la excitación también lo es, se producen actuaciones pasivas en el atleta, carentes de de intenciones de combate, y la respuesta neuro-endocrina es plana. Cuando el control sobre la tarea es bajo pero la excitación es elevada, ocurre la respuesta de diestrés. Allí se incrementa la actividad pituitarioadrenocortical (aumentando la producción de cortisol), ocurre una reducción de la actividad simpatoadreomedular (se reduce la producción de adrenalina y noradrenalina) y ocurre sufrimiento a nivel psicológico (González, 2004) (3).

En este sentido, Frankenhaeuser (1982, citado por González 2004) (3) plantea la existencia de tres posibles estados. El primero es de alegría: "euestrés sin diestrés", asociado a secreción de catecolaminas y supresión del cortisol. En el segundo, de "euestrés con diestrés", se incrementan ambas. Finalmente, en el "diestres sin euestrés", asociado a desamparo y depresión, se eleva solamente el cortisol.

Sin embargo, el parámetro psico-fisiológico más importante dentro de sus planteamientos de es la tensión arterial. El mayor aumento de la tensión arterial diastólica revela una respuesta diestrés y una mayor elevación en la sistólica, indica una respuesta emocional de euestrés que favorece el desempeño.

Este autor, ha encontrado correlaciones entre las emociones experimentadas por los atletas durante las competencias y la tensión arterial. El optimismo se asoció con mayor aumento de la tensión media y sistólica, y menor aumento en la diastólica. La seguridad se encontró asociada al mayor aumento de la tensión sistólica. (González, 2004) (3).

Dicho autor, también plantea una relación entre diestrés y ejecución motora, según la cual, el diestrés introduce conexiones nerviosas parasitarias, que distorsionan movimiento preciso y necesario dentro del deporte.

2.1.3 Planteamientos de Fredrickson y Branigan.

Estos autores aceptan que las emociones positivas facilitan la aproximación y continuación de la acción; lo cual, conduce a la integración social y la partición en actividades adaptativas; en ello concuerdan con diversos teóricos anteriores. Sin embargo, plantean que esta función es compartida con el placer sensorial y los estados de humor. Las emociones positivas tienen otras funciones "más relevantes y no compartidas". Una de ellas es ampliar el repertorio de acciones y pensamientos. La más importante construir recursos personales duraderos porque son estos y no las emociones positivas en sí mismas los que finalmente llevan al individuo a juzgar su vida como más satisfactoria (Fredrickson, y col. 2008) (2).

Para la teoría de "Ampliación Construcción" de Fredrickson, y col. (2008) (2), las emociones negativas llevan mayormente a acciones y las positivas, al pensamiento. Las negativas restringen el repertorio momentáneo de pensamientos y conductas al favorecer acciones específicas apoyadas en cambios biológicos adecuados. Así, cuando el miedo favorece el escape, aumenta el flujo sanguíneo en los miembros inferiores facilitando la carrera. Por el contrario, las emociones positivas amplían la variedad de acciones y pensamientos disponibles para el sujeto.

Por el contrario, las emociones positivas pueden actuar como antídoto de que revierte tanto la restricción del repertorio de pensamientos como los cambios fisiológicos generados por las emociones negativas (Fredrickson, y col. 2008) (2). Este planteamiento ha sido denominado "Undoing Hypothesis".

Según investigaciones realizadas, las emociones positivas inducidas han mejorado el sistema inmunológico, el balance hormonal, la respiración y los niveles de glicemia; ha reducido la presión arterial y disminuido los niveles de lípidos. Las emociones positivas generan ritmos cardiacos más coherentes, armoniosos y por ello, mejoran todo el cuerpo humano. Tales estudios han demostrado que las emociones positivas modificaron indicadores fisiológicos. Se orientan a favor de la "Undoing Hypothesis". Sin embargo, no la comprueban cabalmente ya que no han comprobado que tales indicadores hayan sido "previamente afectados" por emociones negativas. Fredrickson y sus colaboradores han realizado experimentos realmente probatorios donde indujeron respuestas de diestrés y registron la respuesta cardíaca tanto antes como después de inducir emociones positivas. Allí han encontrado que la posterior recuperación cardiovascular ha sido facilitada por videos generadores de emociones positivas (Fredrickson, y col. 2008) (2).

2.1.4. Los planteamientos de Damasio, 1994.

La Hipótesis del Marcador Somático explica la naturaleza del proceso de toma de decisiones a partir de una idea central: los procesos estrictamente racionales "por si solos" no pueden dar una respuesta rápida y adecuada a las decisiones que tomamos en la vida para solucionar nuestros problemas (Damasio, 1994) (1).

Ante un problema cotidiano y ordinario, la solución totalmente racional requeriría identificar absolutamente todas las posibilidades de acción a tomar, predecir la evolución de los acontecimientos que generaría cada una, calcular de costos y beneficios, compararlas todas entre sí y seleccionar la mejor. El ser humano no posee capacidad de memoria para procesar todos esos datos y no puede tardar tanto en decidir (Damasio, 1994) (1).

A nivel neurológico, las modernas estructuras prefrontales del cerebro humano se encargan del pensamiento racional. Intervienen en la toma de decisiones, pero lo hacen en colaboración con la amígdala y otras estructuras primitivas que procesan las emociones. Para decidir, utilizamos de forma integrada el pensamiento y la emoción. La hipótesis del marcador somático explica como opera esta interacción (Damasio, 1994) (1).

Ante la presencia de diversas posibilidades de acción, la corteza prefrontal, en colaboración con zonas de la corteza sensorial del cerebro, crea una fugaz representación mental de los escenarios que el sujeto podría vivir si adoptara las distintas decisiones (Damasio, 1994) (1).

Tales representaciones mentales provocan la activación de un esbozo de la reacción emocional que cada situación podría producir en nosotros. Ello incluye un anticipo de las reacciones viscerales y somáticas propias de cada emoción, denominadas "Marcadores Somáticos (Damasio, 1994) (1).

Estas le colocan a las situaciones imaginadas una especie de "Marca o Etiqueta" corporal, nos muestran como estarán las vísceras y el cuerpo cuando las situaciones imaginadas se conviertan en realidad. Los anticipos de modificaciones corporales percibidas como placenteras son denominados "Marcadores Somáticos Positivos". Los anticipos de modificaciones fisiológicas desagradables son "Marcadores Somáticos Negativos" (Damasio, 1994) (1).

Rápidamente, el cerebro descarta aquellas posibilidades de actuación etiquetadas con los Marcadores Somáticos Negativos. Pero las opciones señaladas con Marcadores Somáticos Positivos son preseleccionadas quedando en calidad de candidatas para convertirse en la conducta elegida y ejecutada (Damasio, 1994) (1).

Tanto la producción de imágenes sobre los escenarios o consecuencias de cada opción como la producción de los marcadores somáticos, ocurren por lo general de manera inconsciente (Damasio, 1994) (1).

La operación de los marcadores somáticos, es decir, los factores que determinan cuando una opción es calificada como positiva o negativa se basan en la historia personal del individuo (Damasio, 1994) (1).

Procedimientos de inducción de emociones

Los procedimientos de inducción de emociones (PIEs) son estrategias creadas para generar estados emocionales. El sustento de esta investigación exige PIEs eficaces para revivir respuestas emocionales de diestrés (ocurridas en situaciones competitivas) junto con sus reacciones fisiológicas, para inducir emociones positivas específicas y que sean basados en factores internos manejables por el atleta. Esto últimos, pueden ser aprendidos en condiciones de laboratorio y luego utilizados en la vida real.

2.2.1. La inducción mediante imaginación.

El script-driven imagery utiliza grabaciones de voz que describen situaciones instruyendo al sujeto a experimentarlas de forma vívida. Diversos autores han modificado este PIE agregando contenidos adicionales a las grabaciones. Por ejemplo, Laza y col. (2007) (5) utilizaron grabaciones para inducir emociones específicas solicitaron a los sujetos: (1) imaginarse protagonizando la situación escuchada, (2) repetir mentalmente las frases que oían y (3) imaginarse que estas constituían su propia forma de evaluar la situación. Ellos emplearon pistas sonoras con cinco situaciones imaginarias correspondientes tanto a la alegría como a la tristeza; cuyos temas eran considerados por ellos como prototípicos de cada emoción: La pérdida y la impotencia, correspondientes a la tristeza y el éxito, a la alegría.

2.2.3 El uso del recuerdo en la inducción emocional.

Los recuerdos inducen emociones mediante diversos procedimientos. En el script-driven imagery, las grabaciones de voz guían el recuerdo visualizado. Lanius y col. (2002) (4) emplearon este procedimiento. Sus instrucciones fueron permanecer quieto, respirar a través de la nariz, comenzar a centrarse en la grabación tan pronto como fuese leída y recordar las sensaciones olfativas, auditivas, somato-sensoriales y visuales asociadas al evento revivido.

El uso del recuerdo en la inducción de respuestas emocionales ofrece ventajas: genera emociones asociadas a situaciones ya experimentadas por el sujeto (Lanius y col. 2002) y respuestas fisiológicas análogas a las del hecho real (Damasio, 1994) (1).

2.2.3 El uso del lenguaje interior en la inducción emocional.

Existen diversos procedimientos de inducción basados en la generación de palabras, ya sea por medio de la voz hablada o mediante el lenguaje interior. Luego de una extensa revisión bibliográfica, en el presente proyecto de investigación, hemos seleccionado los cambios en el contenido y el tono emocional de la voz representada mentalmente como herramienta para generar estados emocionales de valencia positiva.

El motivo para tal decisión fue la versatilidad de este método que permite inducir diversas emociones positivas. La utilidad de los cambios en el contenido y tono emocional del lenguaje interior para la regulación del diestrés y el autocontrol de la conducta en los deportistas ha sido planteada por Sainz de la Torre (2005) (7).

Propuesta de procedimiento para la identificación de emocionas positivas adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés

Los pasos para la realización del Undoing Testing consisten en:

A.- Seleccionar un tipo de reto o situación competitiva que suele afecte al atleta ocasionándole vivencias de diestrés de manera reiterativa.

B.- Recopilación de información sobre los pensamientos, hechos, y/o estímulos estresores adicionales que suelen aumentar el diestrés cuando se presenta dicha situación.

C.- Solicitar al atleta que cierre los ojos y recuerde un momento de diestrés asociado esta situación. Con base en la información recopilada, guiarlo a visualizar la situación como si estuviese ocurriendo en el presente. Debe ser guiado para introducir los mismos contenidos visuales, sonoros y de pensamiento que reportó en el paso B.

D.- Pregunte al atleta si percibe una "sensación corporal asociada" al estado emocional evocado (marcador somático), registre la ubicación corporal y la descripción subjetiva de la misma. Active un tensiómetro automático previamente colocado al atleta.

E.- Justo cuando el tensiómetro arroje su primera medición, solicite al atleta que estime la intensidad de marcador somático en una escala tipo likert que va desde cero (ausencia de la sensación) hasta diez (sensación muy intensa).

F.- Registre los datos de la primera medición efectuada antes de inducir calma. Los parámetros son T.A diastólica, sistólica y media e intensidad del marcador somático.

G.- Inmediatamente active de nuevo el tensiómetro y solicite al atleta que se hable a sí mismo con una voz en su pensamiento, cuyo tono emocional que suene "calmado" y cuyo contenido en palabras sea acorde a dicha emoción. Suministre la orden de escuchar el tono emocional de la voz, percibir qué tan calmada suena y colocarla cada vez más calmada. Es decir, el atleta debe escucharla mentalmente y hacer que suene más calmada una y otra vez continuamente hasta obtener una medida de la tensión arterial.

H.- Cuando el tensiómetro automático arroje su segundo resultado, justo en ese momento se le pide al sujeto estimar nuevamente la intensidad del marcador somático (sensación corporal asociada al diestrés) en la misma escala likert.

I.- Registre los datos de los parámetros fisiológicos posteriores influenciados por la inducción de calma (T.A diastólica, sistólica, media; intensidad del marcador somático).

J.- Todos los pasos desde la letra "C" hasta la "J" deben repetirse de la misma manera 7 veces más variando solamente la emoción positiva específica que se va a inducir.

K.- Para cada emoción positiva, compare los datos obtenidos antes de inducirla vs los datos posteriores su inducción. En base a ello, identifique aquellas emociones que hayan producido mayor aumento en la T.A. sistólica y mayor disminución tanto en la diastólica como en el marcador somático. Estas serán las más apropiadas para mejora los parámetros fisiológicos del diestrés de ese "atleta ante esa situación".

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Ejemplo de los resultados obtenidos en uno de los atletas

En la siguiente tabla, lo registrado bajo el título "Luego de evocar el diestrés" corresponde al paso 4 del gráfico N1. Los datos colocados bajo el título "Luego de la inducción de emociones positiva" corresponden con el paso 6.

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Nota: Los resultados considerados beneficiosos se colocan en verde y los perjudiciales en rojo. Lo deseable es obtener un valor positivo y elevado en la columna "Cambio en la diferencia sist-Diast" y valores negativos y elevados en las otras dos columnas "Cambio en el marcador somático" y "Cambio en la Tensión A. media".

Descripción cualitativa de las sensaciones corporales percibidas

En este caso hubo dos marcadores somáticos percibidos como resultado del recuerdo y la visualización de las situaciones estresantes durante los lanzamientos de tiros libres. En los dos primeros ensayos (seguidos por la inducción de calma y optimismo) se presentó una molestia desagradable en el hombro derecho. Se trató de un temblor, acompañado de la sensación de los latidos o pulsaciones de la sangre en ese segmento corporal (el atleta es de lateralidad derecha y lanza con ese brazo).

El jugador refiere que esta manifestación somática suele ocurrirle al ejecutar tiros libres en los partidos. Plantea que en esos momentos, el balón no llega al aro o sale desviado. También relata que en tales casos, usualmente rebota el balón antes de lanzar y suele perder el control del esférico, que sale hacia un lado al impactar en el suelo o en su mano, lo cual disminuye su concentración antes de lanzar.

Retomando el tema de las reacciones corporales acontecidas durante el experimento, tenemos que a partir del tercer ensayo, correspondiente a la inducción de alegría, la molestia en el hombro dejó de presentarse. En su lugar, apareció un tic nervioso en ambos pies.

El atleta refiere que el mismo suele presentarse durante la ejecución de los tiros libres en los partidos y que en esos momentos, no flexiona bien las piernas antes de lanzar, tampoco se pone de puntas al realizar la extensión de piernas, no realiza un adecuado movimiento de extensión, pierde fluidez, no suelta bien el balón y este no llega al aro.

Análisis de Resultados

Tanto la molestia en el hombro, como el tic nervioso en los pies, generan conexiones neuronales parasitarias que afectan partes del cuerpo altamente implicadas en la ejecución de los tiros libres. Ambas reacciones se asocian a temblores o pequeños movimientos descontrolados que pueden disminuir la precisión del lanzamiento.

Ello, sumado a la pérdida de fluidez y a la dificultad de flexión y extensión, convierte a estas manifestaciones somáticas del atleta en elementos importantes que pueden mermar notablemente su desempeño.

Si bien, en otros de los atletas examinados, la tensión arterial podría ser el parámetro de mayor relevancia, en este atleta específico, la disminución de estos marcadores somáticos es el elemento de mayor relevancia para determinar la emoción positiva adecuada para modificar su respuesta de diestrés y generar euestrés.

Todas las emociones produjeron disminuciones en la intensidad de estos marcadores somáticos, con excepción del vigor. Dicha emoción generó un aumento de 2,5 en la intensidad percibida del tic nervioso en los pies; adicionalmente produjo una diminución de 9 puntos en la sustracción de la sistólica menos la diastólica. Dicha modificación se debió a una disminución de 7 puntos en la sistólica y un aumento de 2 puntos en la diastólica. Basándonos en los planteamientos de González (2004), podemos decir que ello implica una disminución del euestrés y aumentó del diestrés. Por tales motivos se descarta la pertinencia de la inducción de Vigor en el caso de este atleta específico.

Matemáticamente, toda disminución de resultado, obtenido al restar sistólica menos diastólica, implica una merma de la sistólica, un aumento en la diastólica o ambas alteraciones. Por este motivo, igualmente, se descartan el placer, el entusiasmo y el optimismo, debido a que disminuyen la diferencia entre sistólica y diastólica.

Según el siguiente análisis de los resultados, las emociones más apropiadas para revertir los efectos fisiológicos del distrés en este atleta al momento de ejecutar los tiros libre son satisfacción, alegría, calma y amor.

La satisfacción se selecciona debido a que demostró la capacidad de disminuir la intensidad del tic nervioso de los pies en 9 puntos o más, ya que antes de inducir la emoción se encontraba en 9 y luego de inducirla llegó a estar inexistente, reportando el atleta un valor de 0. Ello sumado al aumento de 11 puntos en la diferencia de la sistólica menos la diastólica, presenta a la satisfacción como la emoción más adecuada para ser inducida en el atleta.

La alegría disminuye en 7 puntos la intensidad percibida del tic nervioso en los pies y aumenta en siete puntos la diferencia de sistólica menos diastólica. La calma arroja resultados positivos en los tres parámetros; aumenta en 5 la diferencia entre sistólica y diastólica, disminuye 3 puntos en la intensidad de la molestia en el hombro y disminuye en 2,5 la tensión arterial media.

Si asumimos que la tensión arterial media es un indicador del nivel de activación del sujeto, su disminución generada por la calma representa una ventaja para esta emoción, debido a que se sabe que en el Baloncesto se debe disminuir el nivel de arousal antes de lanzar los tiros libres.

El amor disminuye en 6 puntos la intensidad del tic nervioso en los pies, según la percepción del atleta y aumenta en 5 puntos la diferencia entre la sistólica y la diastólica. Si bien aumenta en 3,5 la tensión arterial media, dicho incremento se debe mayormente a la subida de la tensión sistólica.

Por estos motivos aquí expuestos se determina que, del conjunto de emociones positivas sometidas a prueba mediante el Undoign Testing, la satisfacción, la alegría, la calma y el amor son las más adecuadas para modificar los efectos fisiológicos del diestrés en el mencionado atleta al momento de ejecutar tiros libres.

Conclusiones

1.- La aplicación del procedimiento "Undoing Testing", elaborado a partir del basamento teórico recopilado sobre la naturaleza de las emociones y sus procedimientos de inducción, permitió identificar las emociones positivas más adecuadas para modificar los parámetros fisiológicos del diestrés experimentado por los jugadores del equipo Cocodrilos de Caracas categoría cadetes a causa del reto de ejecutar tiros libres en las competiciones.

2.- La evocación y reexperimentación imaginaria del suceso generador de diestrés permitió identificar y ubicar anatómicamente algunos marcadores somáticos específicos asociados a conexiones neuronales parasitarias que afectaban segmentos específicos del cuerpo impidiendo la precisa ejecución del lanzamiento de los tiros libres.

3.- La aplicación del Undoing Testing, demostró que la inducción de algunas emociones positivas específicas puede alterar parámetros fisiológicos en dirección opuesta a la deseada potenciando respuestas de diestrés; lo cual depende de las diferencias individuales del atleta.

Referencias bibliográficas

  • 1- Damasio, A. (1994) Descartes" Error: Emotion, Reason and the Human Brain. New York, Putnam´ s sons.

  • 2- Fredrickson, B. L., Cohn, M.a., Coffey, K. A. y Finkel, S. M. (2008) Open Hearts Build Lives: Positive Emotions, Induced Through Loving-Kindness Meditation, Build Consequential Personal Resources. Journal of Personality and Social Psychology. Vol. 95, No. 5, 1045–1062.

  • 3- González, L.G. (2004) La respuesta emocional del deportista, una visión científica del comportamiento ante el reto deportivo. Editorial Deportes, La Habana, Cuba.

  • 4- Lanius, R. A., Williamson, P. C., Boksman, K, Densmore, M., Gupta, M., Neufeld, R. W. J., Gati, J. S. and Menon, R. S. (2002), Brain Activation during Script-Driven Imagery Induced Dissociative Responses in PTSD: A Functional Magnetic Resonance Imaging Investigation. Biológical Psychiatry. 52, pag 305-311.

  • 5- Lasa A., Vallejo, M. y Domínguez, J. (2007) Género y respuesta emocional inducida mediante imaginación. Psicothema 2007. Vol. 19, nº 2, pp. 245-249

 

 

Autor:

Leopoldo Ferrer Maldonado