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Láser terapéutico en el tratamiento de las alveolitis

Enviado por epazl


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Objetivos
    3. Método
    4. Resultados
    5. Discusión
    6. Conclusiones
    7. Referencias Bibliográficas
    8. Anexos

    Pensamiento:

    " Las experiencias son los granos de simiente

    a partir de los cuales crece la sabiduría "…

    Honrad Adenaver.

    Resumen:

    Con los objetivos de evaluar la eficacia del Láser Terapéutico de Arseniuro de Galio Aluminio en las alveolitis comparada con la aplicación de alvogil, determinar la evolución de la intensidad del dolor según visitas, establecer la relación entre la eliminación del dolor y antecedentes de infección, trauma quirúrgico durante la extracción, tipo de alveolitis, diente extraído y tiempo postextracción así como determinar la presencia de reacciones adversas en el grupo estudio, se realizó un ensayo clínico fase II tardía , abierto y aleatorizado en la Clínica Estomatológica Provincial Docente de Camagüey en el período comprendido entre marzo del 2004 y marzo del 2005, con una muestra de 74 pacientes que se dividió en dos grupos: estudio y control, siguiendo los criterios de la FDA.

    El tratamiento fue ambulatorio, se aplicó Láser terapia con el equipo LASERMED 670DL de fabricación cubana con parámetros analgésicos y antinflamatorios (25 mw, 30 seg) en el interior del alvéolo afectado y en el fondo del surco vestibular o se colocó alvogil en el grupo control.

    Se concluyó que las alveolitis ocurren con más frecuencia en mujeres mayores de 35 años y que el dolor disminuye significativamente en cada visita después de la aplicación del láser que resultó ser un tratamiento eficaz de elección cuando se presentan alveolitis independientemente de los antecedentes (infección o trauma), tipo (seca ó húmeda), diente extraído o tiempo postextracción resultando ser además una técnica inocua para el tratamiento de esta urgencia estomatológica.

    Introducción

    La alveolitis o alveolalgia es una complicación local que puede suceder a la extracción de cualquier diente (1,2) y es la causa más común de dolor en el postoperatorio tardío. Es un estado de infección localizado de forma superficial que es completamente reversible (3) y suele acompañarse de tumefacción de la mucosa oral perialveolar, el alvéolo estar deshabitado o contener restos de coágulo necrótico. (4)

    Se caracteriza por su aparición tardía (2-4 días después de dicho procedimiento)(5), fuerte dolor frecuentemente irradiado, difícil de aliviar hasta con el uso de analgésicos potentes. (6)

    Esta complicación ocurre aunque se trabaje con la técnica más perfecta, una asepsia excelente y cualquiera que sea la capacidad y el buen juicio del cirujano. (7)

    Los estudios sobre la incidencia muestran que ocurren entre el 1 y el 4 % de todas las extracciones. (3,7,8)

    Se localiza con mayor frecuencia en el maxilar inferior y los alvéolos más atacados son los de molares y premolares (3), pudiendo aparecer en un rango del 20 al 30 % después de la exodoncia de terceros molares mandibulares impactados (8,9). Es más frecuente en el sexo femenino (3) y en relación con la edad son rarísimas las apariciones durante la infancia. La mayoría de los casos se observan entre la tercera y cuarta décadas de la vida, aunque existe una mayor posibilidad de desarrollarse en ancianos. (6)

    El diagnóstico se realiza mediante el interrogatorio y el examen clínico y se confirma al pasar una cureta dentro del alvéolo seco y encontrar hueso desnudo con gran sensibilidad ó coágulo necrótico que al ser irrigado y desplazado muestra paredes desnudas e hipersensibles. (3)

    La etiología no es del todo conocida (3,8) y autores como Gay Escoda y García Murcia hablan de un origen multifactorial (1,10). Definirla es difícil pero se consideran algunos factores que aumentan su frecuencia como: aporte vascular disminuido del hueso, pacientes con hueso esclerótico ,traumas excesivos de los bordes del alvéolo , de la encía y aplastamiento óseo, extracción de dientes con procesos periodontales o periapicales agudos, mala higiene bucal, permanencia de cuerpos extraños en el alvéolo, restos radiculares, de quistes y granulomas. (3,7)

    El uso de anestésicos locales y vasoconstrictores compromete la irrigación del alvéolo de extracción. La isquemia ha sido referida como una de las causas fundamentales de alveolitis, aunque se han reportado casos en pacientes a los que se les ha realizado exodoncia bajo anestesia general. (6)

    El tabaco también influye en su aparición, al producir la nicotina, vasoconstricción de los vasos periféricos (11,12) y después de la exodoncia se suma el efecto mecánico debido a la succión durante la aspiración del humo, que puede determinar un desplazamiento del coágulo. (6)

    Los anticonceptivos orales son otra posible causa de aparición de las alveolitis ya que estas hormonas predisponen a la trombosis intravascular, también durante la menstruación, debido a que durante este período existe un pico hormonal. (6,12)

    Un último factor sospechado recientemente es la posible disminución de la capacidad defensiva y regenerativa, debida a una causa endógena. Se puede hablar en tal caso de un déficit inmunitario o más genéricamente de la llamada disreactividad hística. (6,10)

    Son considerados como factores coadyuvantes de esta complicación disturbios sistémicos como la diabetes, sífilis, tuberculosis, avitaminosis y otras enfermedades debilitantes. (13)

    La clasificación de las alveolitis difiere según los autores, agrupándose generalmente en:

    Alveolitis seca: Alvéolo abierto, sin coágulo y con paredes óseas totalmente desnudas.

    Alveolitis húmeda o supurada: Inflamación con predominio alveolar marcada por la infección del coágulo y del alvéolo, pudiéndose encontrar un alvéolo sangrante con abundante exudado. (3,11-13)

    El Dr. Emilio Dolci señala que la marcada sintomatología álgica parece ser debida a la concomitante neuritis de las terminaciones nerviosas a lo largo de la pared del alvéolo aunque más recientemente se ha reconocido el papel de la plasmina presente en la herida, que transforma una mayor cantidad de quininógeno en quinina, mediador del dolor. (6)

    En general si la alveolitis no se trata, remite en 15-20 días. Sin embargo, con un adecuado tratamiento médico quirúrgico disminuye notablemente el intervalo de curación. (2,14)

    El tratamiento debe ser paliativo buscando aliviar los síntomas subjetivos (5,6) y lograr cierto estado de sedación (14). Algunos autores utilizan anestesia local, irrigación, curetaje del alvéolo (15) para inducir la formación de otro coágulo, curas locales intralveolares (2,3) de sustancias antibióticas, anestésicas, analgésicas o antinflamatorias para el tratamiento del dolor, que se sustituyen cada dos ó tres días con una nueva colocación de material dentro del alvéolo, pero la posibilidad de reacción a cuerpo extraño ha hecho que tales prácticas caigan en desuso. (6)

    Por otra parte algunos autores consultados contraindican el legrado del alvéolo porque puede retardar la cicatrización y diseminar la infección (7,11,16), además, este tratamiento no elimina los anestésicos locales, que son sustancias químicas capaces de ocasionar numerosas reacciones como lipotimias, reacciones de intolerancia, hemorragia y alveolitis producida por la adrenalina inyectada con los mismos. (3)

    Otros tratamientos consisten en el uso de la gasa yodoformada con diversos materiales de revestimiento incorporados, el óxido de zinc y eugenol y un gran número de compuestos comerciales (5) como el alveosan, alveoliten, apernye y alvogil. (17)

    Para la prevención de las complicaciones en la cicatrización de las heridas quirúrgicas postextracción se han utilizado agentes fibrinolíticos, lavados, antisépticos y antibióticos (8,18). Shafer señala que el uso de sustancias antibióticas en el alvéolo después de la extracción dentaria puede acelerar la formación del coágulo sanguíneo, protege al alvéolo contra la infección bacteriana y promueve su cicatrización (13), sin embargo, la mayoría de los estudios indican que el uso rutinario de agentes introducidos en el alvéolo tienen un valor dudoso. (11)

    En la actualidad múltiples han sido los esfuerzos para encontrar terapéuticas eficaces e inocuas para el paciente, así por ejemplo, se han realizado estudios de eficacia con técnicas de origen oriental como la acupuntura (1,19), apifármacos como la miel polifloral y el propóleo (20,21) con resultados alentadores, la magnetoterapia (22) y la ozonoterapia (23).También se propone para el tratamiento local de las alveolitis el empleo del láser (24), método sencillo indoloro y no invasivo, aceptado cada vez más por los pacientes.

    Han pasado más de cuarenta años desde que fue inventado el primer láser por Maiman en el año 1960 (25,26) y aún el campo de estudio y de investigaciones está lejos de ser agotado. La laserterapia es una disciplina muy amplia con resultados muy promisorios y con una tendencia progresiva y sostenida en nuestra profesión. (27)

    El nombre láser es una palabra formada por las iniciales de la frase << light amplification by estimulated emision of radiation>> que significa amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación. (28-30)

    Albert Einstein en 1917, a partir de su propia teoría sobre la naturaleza corpuscular de la luz (1916) anunció el concepto de emisión estimulada (31-34) que es en esencia el fenómeno en que se basa el láser.

    La luz láser es una radiación electromagnética en el rango de energía visible (35) o cerca de lo visible, que se produce como resultado de la emisión de la luz a partir de incontables átomos o moléculas individuales (36). Sus características de coherencia, brillantez, monocromaticidad y direccionabilidad la diferencian de otros tipos de luces fabricadas por el hombre, resultando cualitativamente superior. (36-38)

    Esta radiación se clasifica según su potencia o energía en tres tipos: alta, media y baja. Estos últimos los denominados de baja potencia, son también conocidos como láseres blandos, o terapéuticos debido a las reacciones bioquímicas, bioeléctricas y bioenergéticas que se desarrollan a nivel celular. (39,40)

    Projonchukov y Colls señalan que la propiedad fundamental de la radiación de baja potencia, es su capacidad para provocar diferentes efectos terapéuticos de acuerdo con la magnitud de la densidad de potencia aplicada y la magnitud de la energía absorbida por el tejido, lo que depende por un lado de los parámetros de la radiación láser y por el otro, de las características individuales del paciente, del tejido a irradiar y de su estado funcional. (40)

    Los efectos terapéuticos fundamentales que se han reportado, con estos tipos de láser son: antinflamatorios, analgésicos, regenerativos (41-43) e inhibitorios del crecimiento celular (27). Autores como Parajara y Calderón refieren que acelera la cicatrización post-intervenciones quirúrgicas y traumatismos. (44,45)

    En la literatura mundial (46-48) existen investigaciones básicas que partiendo de los efectos primarios permiten argumentar los mecanismos de acción de la radiación láser de baja potencia en múltiples afecciones odontoestomatológicas tales como: hiperestesia dentinaria, pulpitis, periodontitis enfermedades de los tejidos blandos como la gingivitis y la estomatitis herpética, estomatitis subprótesis, entre otras.

    A pesar de sus múltiples ventajas sobre el tejido vivo, el láser, tecnología de avanzada, posee un potencial investigativo no totalmente abordado. Es por ello que como profesionales de la salud, interesados en la búsqueda de métodos y técnicas modernas capaces de lograr una curación más rápida y la total restitución de los tejidos dañados, con menos molestias al enfermo y ser la alveolitis una patología donde la sintomatología álgica es la principal razón por la que acuden los pacientes a consulta nos motivamos a realizar esta investigación.

    Objetivos

    General

    Evaluar la eficacia del láser terapéutico en el tratamiento de las alveolitis comparada con la aplicación de alvogil.

    Específicos:

    1.- Caracterizar la muestra según edad y sexo.

    2.- Determinar la evolución de la intensidad del dolor según visitas de evolución.

    3.- Establecer la relación entre eliminación del dolor y:

    2.1 Antecedentes de infección.

    2.2 Trauma quirúrgico durante la extracción

    2.3 Tipo de alveolitis.

    2.4 Diente extraído.

    2.5 Tiempo postextracción.

    4.- Determinar la presencia de reacciones adversas con el tratamiento.

    Método

    Se realizó un ensayo clínico, multicéntrico, fase II tardía, abierto, controlado y aleatorizado en la Clínica Estomatológica Docente Provincial " Ismael Clark y Mascaró" de la provincia de Camagüey (CEDP-C) desde marzo del 2004 a marzo del 2005, siguiendo las consideraciones generales de la FDA (49) para la realización de protocolos y ensayos clínicos.

    La población objeto de estudio se dividió en dos grupos equilibrados denominados estudio y control, integrado cada uno por 37 pacientes. Se utilizó un programa computacional de lista aleatoria con vista a evitar los sesgos en la investigación y el método de selección fue el sistemático con arranque al azar para cada día de consulta hasta completar la muestra.

    El universo de estudio se formó por todos los pacientes de ambos sexos, de todos los grupos étnicos que acudieron remitidos de las consultas de urgencias de las clínicas estomatológicas de la ciudad de Camagüey al servicio de laserterapia de la CEDP-C, conformando la muestra según los criterios siguientes:

    Criterios Diagnósticos:

    – Dolor postextracción dental.

    • Inflamación perialveolar.
    • Cavidad ósea amarillo grisáceo sin tejido de granulación ó coágulo mal formado color gris sucio con olor necrótico.

    Criterios de inclusión:

    • Pacientes con diagnóstico de alveolitis.
    • Mayores de 15 años.
    • Consentimiento escrito del paciente a participar en la investigación.

    Criterios de exclusión previo a la admisión:

    • Embarazo.
    • Lesiones neoplásicas.
    • Fumadores.
    • Pacientes que tengan iniciado otro tipo de tratamiento.
    • Tratamiento con medicamentos fotosensibles.
    • Pacientes epilépticos, con marcapasos, arritmias cardíaca y disfunciones tiroideas descompensadas.
    • Alérgicos al yodo.

    – Alveolitis en zona de terceros molares

    Criterios de salida después de la inclusión:

    • Abandono voluntario del tratamiento por parte del paciente.
    • Pacientes que dejen de asistir a las visitas de evolución.
    • Aparición de algún aspecto que constituya criterio de exclusión.

    Fracaso terapéutico:

    Pacientes que una vez iniciado el tratamiento no refirieron alivio a las 24 horas o empeoraron los síntomas a las 24 horas por lo que hubo que realizar otro tipo de terapia y/o aparición de reacciones adversas que conlleven a suspender el tratamiento.

    Técnicas y procedimientos:

    La consulta de valoración se realizó en el servicio de urgencias de la CEDP-C para examinar los pacientes remitidos con diagnóstico de alveolitis y aplicar los criterios establecidos para el estudio.

    A los pacientes incluidos se les informó los objetivos del ensayo clínico y se solicitó su aprobación para participar en la investigación, de acuerdo a los requerimientos éticos del ensayo clínico, mediante un modelo de consentimiento informado (50) (Anexo 1). Una vez obtenido dicho consentimiento se les explicó que tipo de tratamiento recibirían: Un grupo láser ( Anexo 2) y el otro alvogil (anexo 3).

    En ambos grupos se realizó la eliminación cuidadosa de restos del alvéolo ó coágulo mal formado, sin realizar el curetaje de la cavidad alveolar, así como irrigación con agua destilada estéril (ámpulas por 3 ml) y secado del mismo con gas estéril. (1)

    En el grupo estudio se aplicó laserterapia con el equipo LASERMED 670 DL de fabricación cubana con parámetros analgésicos y antinflamatorios (25 mw, 30 segundos) en el interior del alvéolo afectado y en el fondo del surco vestibular.

    En el grupo control se colocó cura de alvogil de acuerdo al diente extraído y colocación de gasa estéril, la cual se le indicó al paciente debía mantener mordida por 30 minutos.

    En las visitas de evolución en ambos grupos se interrogó al paciente sobre la mejoría o no del dolor recogiendo los datos en la encuesta confeccionada al efecto para cada paciente (anexo 4). De acuerdo a esta mejoría y la observación clínica del alvéolo se repitió el tratamiento a las 24 y 48 horas, según grupo estudio donde se aplicó solamente láser o control aplicación de alvogil sin realizar limpieza del alvéolo.

    El instrumental y materiales utilizados fueron: Equipo LASERMED 670 DL, alvogil, curetas alveolares, jeringuillas hipodérmicas, espejo bucal y pinza para algodón, torundas de gasa, algodón y alcohol de 70 grados.

    Para la evaluación de la eficacia se utilizaron las siguientes variables:

    Variables dependientes:

    • Intensidad del dolor (Intensidad dolorosa con la que llega el paciente a consulta antes de iniciar el tratamiento).
    • Evaluación de la eficacia.
    • Reacciones adversas.

    Variables de control:

    – Tipo de alveolitis presente (húmeda o seca)

    – Factores predisponentes ( Trauma quirúrgico durante la extracción y antecedentes de infección)

    • Tiempo postextracción ( Tiempo transcurrido desde la realización de la extracción hasta que el paciente es atendido en la primera visita)
    • Localización de la alveolitis.

    Variables independientes:

    – Sexo.

    – Edad.

    – Tratamiento con láser.

    – Tratamiento con alvogil.

    Los criterios para la evaluación clínica del dolor se basaron en la escala descriptiva, validada por criterio de expertos, aplicada en un pilotaje a pacientes portadores de odontalgias y utilizada en trabajos de investigación de la Facultad de Estomatología del ISCM-Camagüey. (1,20)(Anexo 5)

    El tratamiento y los exámenes para la evaluación se realizaron con una periodicidad diaria recogiendo los datos en la encuesta confeccionada al efecto (Anexo 4). En la primera visita se evaluó la intensidad del dolor con que llegó el paciente a consulta y luego se aplicó tratamiento. En la segunda visita se interrogó al paciente sobre la mejoría o no del dolor y se realizó la observación clínica del alvéolo, repitiendo el proceder a las 24 y 48 horas.

    La evaluación de la eficacia se realizó cuando el paciente llegó a la cuarta visita antes de realizar el tratamiento.

    Los criterios principales para la evaluación de la eficacia fueron tipo escala:

    Eficaz: Cuando hay remisión total de signos y síntomas de la enfermedad después de haber recibido el tratamiento y se observa tejido de granulación de la periferia hacia el centro y pequeño edema localizado en los bordes.

    Parcialmente eficaz: Cuando el paciente refiere menos intensidad del dolor después del tratamiento y clínicamente se presenta algún tejido de granulación y bordes edematosos del alvéolo.

    Ineficaz: Si al menos cumple algunas de las siguientes condiciones: signos y síntomas inalterables, falta de observación de tejido de granulación, gran edema y tumefacción del borde del alvéolo que puede llegar al fondo del surco vestibular.

    Procesamiento Estadístico

    Para la realización de nuestro trabajo se confeccionó una encuesta (Anexo 4) con las variables objeto de estudio, las mismas se llenaron con los datos que aportaron los pacientes en el interrogatorio y exámenes físicos, se procesaron en una computadora PENTIUM 3, mediante el paquete de programas SPSS, y se le aplicaron las siguientes técnicas estadísticas:

    Distribución de frecuencia

    – Tabla de contingencia con la prueba de Chi Cuadrado

    Test de hipótesis de proporciones con un nivel de confiabilidad del 95 % y se aceptó la significación estadística para una p < 0.05, como está establecido internacionalmente.

    Los resultados se muestran en tablas y gráficos y el trabajo de procesamiento de la información estuvo a cargo del Centro de Estadística y Computación aplicada a la medicina del ISCM-Camagüey CECAM.

    Resultados

    Del total de la muestra, un paciente del grupo control salió voluntariamente del estudio al no acudir a la tercera visita, el mismo no se contempló en el análisis para la evaluación final porque su salida no tuvo relación con el resultado final de la eficacia por no ser considerado fracaso terapéutico.

    En el estudio, la muestra estuvo formada por 74 pacientes con alveolitis (Cuadro No1, gráfico No1) seleccionados aleatoriamente y repartidos en dos grupos: Estudio y control. La distribución del sexo en los dos grupos conformados a partir del criterio diagnóstico de alveolitis fue uniforme, siendo esta patología más frecuente en las mujeres mayores de 35 años.

    El Cuadro No2, Gráfico No2 y No3 expresa la evolución de la intensidad del dolor según visitas de evolución. Obsérvese que en la primera visita el 100% de los pacientes presentaban dolor intenso o moderado en ambos grupos, no existiendo diferencias significativas entre ellos p>0.05, sin embargo, en la segunda persiste el dolor intenso y moderado en 11 pacientes del grupo estudio (29.7%) y 29 del grupo control (78.4%), lo cual implica una diferencia significativa (p=4.512E-4). Comparando la categoría no dolor en ambos grupos vemos que existen diferencias significativas (p<0.05) a partir de la segunda visita, siendo la tercera la más significativa para los pacientes sin dolor en el grupo estudio, quiere decir que evolucionaron mejor los pacientes con alveolitis cuando aplicamos láser en comparación con los que recibieron alvogil.

    Tanto en el grupo estudio como en el de control (Cuadro No3) en el factor predisponente de antecedentes de infección la eliminación del dolor obtuvo porcentajes elevados con 15 (83.3%) y 15 (71.4%) pacientes respectivamente. En el caso de la exodoncia traumática en el grupo estudio la eliminación del dolor fue del 75% y para el control de 14.3% existiendo diferencia significativa entre ellos (p=4.414E-4). Si comparamos (Cuadro No4) la cantidad de pacientes con alveolitis seca que eliminaron el dolor en el grupo estudio (76.9%) con relación al grupo control (46.4%) vemos que hay diferencias significativas (p=0.0108) y al hacer la misma comparación entre estudio y controles pero con los casos de alveolitis húmeda también se encontraron diferencias significativas en los pacientes que eliminaron el dolor (p=0.024).

    El Cuadro No5 expresa un comportamiento similar para los grupos estudiados en la localización de las alveolitis. Se puede observar que los alvéolos más afectados fueron por orden de frecuencia los de zona de primer y segundo molar (57.5%) y la de primer y segundo premolar (31.5%). Tanto en el grupo estudio como en el control no existieron diferencias significativas en los pacientes que eliminaron el dolor con alveolitis ubicadas en incisivos y caninos así como primer y segundo premolar (p=0.103 y p=0.120 respectivamente). Sin embargo si fue significativo los pacientes del grupo estudio que eliminaron el dolor con alveolitis en zonas de primer y segundo molar (75.5%) en relación al grupo control (36.4%) (p=5.994E-3).

    La mayor cantidad de pacientes (Cuadro No6) acudieron a las 72 horas en ambos grupos no existiendo diferencias significativas en cuanto a la eliminación del dolor entre los controles (38.5%) y los pacientes que recibieron tratamiento con láser (p=0.1278), tampoco se encontraron diferencias significativas para los pacientes que acudieron con más de 72 horas de evolución (p=0.1035) pero para aquellos pacientes que acudieron con menos de 24 y 48 horas de instalada la alveolitis al realizar la prueba de hipótesis de proporciones entre estudios y controles se encontraron diferencias significativas (p=8.83E-3 y p=0.04 respectivamente).

    En el Cuadro No7, Gráfico No4 se presenta los resultados de la eficacia de los tratamientos utilizados en las alveolitis para este estudio. Aparece un mayor porcentaje (78.4%) de pacientes en los que se evaluó el tratamiento como eficaz en el grupo estudio en relación con los que recibieron alvogil (44.5%). Solo se evaluó el 21.6% de los casos en el grupo estudio como parcialmente eficaz y ninguno como ineficaz y en el control fue evaluado el 47.2% como parcialmente eficaz y el 8.3% como ineficaz por lo que hay dependencia estadística significativa entre eficacia y grupo (p=6.793E-3).

    Discusión

    En nuestro estudio la mayoría de los casos se observan en la cuarta década de la vida porque estas son las edades en que como promedio se extraen mayor cantidad de dientes. Amado Montoya y Dolci E. enmarcan la tercera y cuarta décadas de la vida como las más frecuentes (6,12). También refieren que las féminas son las más afectadas lo que coincide con nuestros resultados. Martín Reyes y Rivero Varona (1,20) describieron cifras similares en trabajos de investigación.

    Esto puede ser debido a que en la mujer hay cambios hormonales por la menstruación que produce aumento de la actividad fibrinolítica, por otro lado los contraceptivos orales predisponen a la trombosis intravascular. (6,12)

    Pudo comprobarse que evolucionaron mejor con el tratamiento los pacientes del grupo estudio en esta patología. El láser actúa en los procesos dolorosos agudos y crónicos como antiálgico, siendo una de sus mayores aplicaciones. Este efecto se obtiene por inhibición de la transmisión del estímulo doloroso al interferir en el mensaje eléctrico a nivel local y el aumento de los potenciales de acción nerviosa en el área tratada (51).

    También fue demostrado por Benedicenti, en el Congreso Mundial de Cirugía Máxilo Facial de 1982, que después de una aplicación con soft láser había un aumento de β – endorfinas a nivel del líquido cefaloraquídeo, indicando que ese péptido endógeno es el responsable de la estimulación de los receptores morfínicos produciendo analgesia.

    No debemos dejar de considerar otros mecanismos de acción que sin dudas, contribuyen a una acción analgésica y antinflamatoria como por ejemplo: mecanismo de equilibrio de potencial de membrana y equilibrio energético en la región lesionada(52), además, actúa sobre las fibras gruesas táctiles buscando el aumento del umbral doloroso, con lo que se produce un bloqueo de las fibras finas de conducción lenta. Por otro lado cuando el dolor se acompaña de un proceso inflamatorio localizado, el estímulo de la microcirculación venosa, arterial y linfática ayudará a la reabsorción del exudado, con disminución del edema. (51)

    La mayoría de los pacientes con antecedentes de infección eliminaron el dolor en ambos grupos. El láser actúa sobre las células dañadas produciendo aumento de la vascularización que repercute sobre el número de mitosis celulares y la eliminación del edema intracelular. Además, controla la excreción de sustancias tóxicas hacia los líquidos tisulares (necrosina, leucotoxina, histamina), aumenta la producción de enzimas que intervienen en la defensa tisular (lisozima, interferón) y favorece el aporte de neutrófilos hacia el tejido afectado facilitando el proceso de fagocitosis (46) todo esto conlleva al aumento de los factores humorales de defensa y de la reacción leucositaria general, con activación del sistema inmunitario defensivo (52) y el alvogil es un medicamento de uso local que basa su mecanismo de acción en las propiedades de sus componentes (Anexo 3) que le confieren una capacidad antiséptica y analgésica (1) por lo que en este caso si se eliminó el dolor.

    La eliminación de dolor en la exodoncia traumática predominó en los pacientes que se les aplicó láser. En este caso los tejidos de la zona están mayormente dañados y el dolor se produce debido a una estimulación de las terminaciones nerviosas por lesión de las células tisulares. Este dolor suele ser agónico y producir sufrimientos prolongados e insoportable como resultado de la estimulación de las fibras C más primitivas. (53)

    Datos experimentales demuestran que la aplicación del láser de baja potencia favorece la regeneración hística de los tejidos lesionados activando la cicatrización de las heridas y el efecto analgésico se produce al actuar sobre las terminaciones nerviosas, pues provoca la estimulación de las neuronas, lo que mejora la conductividad de los impulsos nerviosos y la disminución de la actividad bioeléctrica al bloquearse el foco doloroso (54), también la normalización del potencial de membrana que realiza ésta radiación a nivel de las fibras finas tipo A (conducción rápida) y C (conducción lenta)(51) justifican este efecto en el control del dolor dental.

    En relación al alvogil Mazzonetto refiere que su fibras incorporadas al tejido de reparación después del trauma pueden producir una respuesta a cuerpo extraño de la células inflamatorias y perjudican la reparación alveolar. (17)

    Eliminaron el dolor mayor cantidad de personas tanto con alveolitis seca como húmeda en el grupo estudio por lo que el tipo de alveolitis no modifica la eficacia del láser en esta enfermedad.

    Predominó la localización en zonas de primer y segundo molar, quizás por ser los molares los dientes que más se extraen, tener mayor cantidad de raíces y ser la extracción más trabajosa, también pudo influir la estructura ósea más compactada de los segmentos posteriores y con menos vascularización. Fue significativo la eliminación del dolor en esta zona en el grupo estudio.

    Según los estudios de Projonchukov la acción del láser de baja potencia, está dado por su efecto integral fotogénico. Esta radiación conlleva a la disminución del edema del tejido, liquida la microtrombosis, contribuye a la normalización de la circulación sanguínea lineal y de volumen, aumenta el nivel de oxígeno y de los procesos de intercambio que estimulan la regeneración celular, disminuye los fenómenos alterativos y normaliza el metabolismo lo que hace que se elimine el síndrome doloroso. A su vez estimula los procesos de proliferación que llevan a la liquidación de los focos de destrucción(40), por otro lado parece que las características de la estructura ósea de esta zona retarda la acción del alvogil.

    Arnabat y Escoda (6) caracterizan la aparición de la alveolalgia del segundo al cuarto día y en este estudio la mayoría de los sujetos acudieron a la consulta estomatológica a las 72 horas lo que coincide con lo encontrado por la Dra Martín en trabajos de investigación. (1)

    Las diferencias significativas para el grupo estudio se encontraron en la eliminación del dolor en las alveolitis que se presentaron a las 48 horas o antes. Ramos Cardoso refiere que el láser produce un efecto analgésico individual, en un tiempo corto después de la radiación. (40)

    Se pudo comprobar que el láser es una técnica inocua ya que no presentaron reacciones adversas durante el estudio lo que coincide con investigaciones publicadas durante más de 20 años. (55)

    Por último la acupuntura resultó ser una buena elección para las alveolitis ya que en la cuarta visita ningún paciente permaneció con el cuadro clínico inicial y el tratamiento en la mayoría de los casos fue evaluado como eficaz.

    Takeda relató diferencias significativas entre los alvéolos tratados y no tratados con rayo láser de Arsenio y Galio en alveolitis tratadas experimentalmente en ratas, por otro lado Niccoli Filho observó después del tratamiento con láser de HeNe que la reparación alveolar evidencia formación más precoz de tejido de granulación e inicio de neoformación ósea, con remodelación más rápida de las crestas alveolares, concluyendo que la radiación láser promueve la aceleración del proceso de reparación del alvéolo infectado.(24)

    Conclusiones

    1. La alveolitis se presenta con más frecuencia en mujeres mayores de 35 años.
    2. La intensidad del dolor disminuye significativamente en cada visita después de la aplicación del láser.
    3. La terapia láser resultó ser un tratamiento eficaz de elección cuando se presentan alveolitis independientemente de los antecedentes (infección o trauma), tipo (seca ó húmeda), diente extraído ó tiempo postextracción resultando ser además una técnica inocua para el tratamiento de esta urgencia estomatológica.

    Referencias Bibliográficas

    1. http://www.cmw.sld.cu/amc/v3n2/amc3(2)05.htm.

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