Introducción
Por medio de la realización de este trabajo se pretende llegar a conocer un poco más acerca de diversas teorías de Jean Piaget. En el mismo se recorrerá los diferentes estadios que este autor desarrolló como los parámetros de la inteligencia del niño.
Para este trabajo utilizaremos el material proporcionado por la cátedra de Piaget, J. (1955). Psicología de la Inteligencia. Buenos Aires: Editorial PSIQUE. Editamos material de "Psicología del Desarrollo", llamado "Psicología del niño" de los autores Jean Piaget y B. Inhelder.
Como ya dijimos nuestra idea es simplemente pulir y reconstruir el trabajo de Jean Piaget a cerca de la Psicología del niño.
En dicho trabajo se trataran los siguientes temas y subtemas:
Psicología del niño:
Estadios
Sensoriomotor (estadios de reflejos o montajes hereditarios y de los primeros hábitos motores y primeras percepciones organizadas)
Ejercicio reflejo
Primeros hábitos
Reacción circular
Búsqueda de medios
Nuevos medios
Preconceptual (estadio de pensamiento simbólico)
Pensamiento intuitivo (estadio pre-operacional)
Operacional concreto (estadio de las operaciones intelectuales, concretas)
Operación abstracto (estadio de las operaciones formales)
DESARROLLO:
Etapas de desarrollo de Piaget
ESTADIO DE DESARROLLO SENSORIO-MOTRIZ– estadio de los reflejos o montajes hereditarios y de los primeros hábitos motores y primeras percepciones organizadas). Es una etapa que atraviesa de 0 a 2 años.
cuando los bebes cierran los ojos ante una luz brillante, actuando de manera involuntaria, éstas respuestas automaticas ante estimulos externos se conocen como reflejos. Es la etapa principal de este estadio. Estos reflejos que vienen adquiridos desde el nacimiento resultan importantes para que puedan vivir. El respirar o tragar son claves para que el bebé pueda sobrevivir. Gran parte de los reflejos con que nace el bebé desaparecen a las pocas semanas de vida, pero hay pequeños que continúan con éstos hasta los cuatro u ocho meses. Aunque hay algunos reflejos que acompañarán a la persona durante toda su vida, como es el caso de toser. Su presencia o ausencia en los primeros meses de vida es una guía para evaluar el desarrollo neurológico.
Dentro de los reflejos1 que adquirimos desde el nacimiento podemos encontrar:
Reflejos de sobresalto o moro: cuando el recién nacido se enfrenta a un fuerte ruido, o a la sensación de estar a punto de caer, estira las piernas, brazos y dedos. Además encorva la espalda e inclina la cabeza hacia atrás. También, lleva los brazos hacia el pecho con los puños cerrados. Esta reacción dura entre cuatro y seis meses.
Reflejo de Babinsky: se le debe pasar la mano de manera suave sobre la planta del pie. Ante esto, el pequeño levantará los dedos y girará el pie hacia adentro. Esto durará entre los seis meses y los dos años de vida.
Reflejo de mamar o hociqueo: cuando a un recién nacido se le toca la mejilla con un dedo, volverá la cabeza hacia el lado en que fue tocado, abrirá su boca y estará listo para amamantar.
Reflejo de andar o caminar: si al recién nacido se lo coloca en posición vertical, sosteniéndolo de las axilas, éste comenzará a mover sus pies, como si quisiera caminar. Hay que tener en claro que esto no significa que vaya a caminar enseguida, es solo un reflejo del bebé.
Reflejo de chupar: cuando al recién nacido se le toca la boca, éste comenzará a succionar el dedo, pensando que se trata del pezón de la madre. Este acto dura desde que el bebé nace hasta los cuatro meses aproximadamente.
Reflejo Darwiniano (prensor): al tocar la palma del recién nacido, ésta se cerrará y agarrará los dedos de quien esté realizando esto. Este reflejo dura entre los tres a los seis meses de vida.
Reflejo de natación: se coloca al bebe boca abajo en el agua; éste comenzara a realizar movimientos de natación bien coordinados.
Reflejo tónico: Se puede comprobar este reflejo al poner al recién nacido de espalda, el bebé girará la cabeza hacia un lado mientras mantiene estirada la pierna y el brazo de ese costado; en tanto, mantendrá dobladas las partes del otro lado. No siempre aparece en el primer día de nacido del bebé, puede presentarse incluso a los dos meses y su duración total no pasará más allá de los seis meses de vida del pequeño.Si existe una inteligencia senso-motora, es muy complicado determinar en que momento aparece, debido a que el bebé no habla. Lo que se da es una serie de etapas, cada etapa señala un nuevo progreso. La primera etapa son los reflejos. Los reflejos no son simples respuestas aisladas, si no actividades del organismo. Los mismos pueden presentar una actividad funcional que implica la formación de esquemas de asimilación. En lo que pertenece a los reflejos del recién nacido, resulta que, entre ellos presentan una importancia particular para el porvenir, que dan lugar al ejercicio reflejo, o sea un ejercicio funcional. De este modo el bebé va a mamar de manera mas segura y encuentra mas rápido el pezón de la mama cuando se lo deja, se va a notar una diferencia de la primera vez que lo ha realizado. La asimilación reproductora o funcional que asegura ese ejercicio se estira por una parte, en una asimilación generalizadora (chupar al vacio, o entre las mamas, o otros objetos que se le presenten) en una asimilación re-cognoscitiva (distinguir el pezón de otros objetos) La asimilación empleada no deja de realizar un papel fundamental, porque esa actividad que impide considerar un reflejo explica, por otra parte, extensiones siguientes del esquema reflejo y la formación de los primeros hábitos. La coordinación de los movimientos del brazo, de la mano y de la boca, es una asimilación senso-motora. Ya no va a existir reflejo de chupar el pulgar, si no un hábito de realizarlo.
Los primeros hábitos son series repetidas con intención, dependen de una actividad del sujeto, o son impuestos desde el exterior. No son aún inteligencia. Llamamos hábitos a las conductas adquiridas, un hábito se basa en un esquema sensorio-motor de conjunto, no existe diferencia entre medios y fines. A diferencia de los actos de inteligencia, donde existe un fin planteado desde el comienzo.
Después de la etapa de los reflejos, y de la adquisición de los primeros hábitos, aparece una tercera etapa, ya por los cuatro meses y medio, en que hay coordinación entre la visión y la aprehensión (el niño agarra y manipula todo lo que ve en su espacio próximo). Un bebe de esta edad por ejemplo tira del cordón que cuelga de su cuna, lo que tiene como resultado mover todo lo que cuelga de él, éste repite ese acto una serie de veces, con resultados insólitos, lo que constituye una reacción circular
Encontramos tres tipos de reacciones circulares2:
Reacción primaria, relacionado sobre su propio cuerpo. Un ejemplo típico es la succión de su propio dedo, reacción sustitutiva de la succión del pezón
Reacción secundaria, relacionado sobre los objetos. El bebé orienta su comportamiento hacia el ambiente externo buscando aprender o mover objetos y ya observa los resultados de sus acciones para reproducir tal sonido y obtener nuevamente lo que le provoca.
Reacción terciaria, por repetición. Por ejemplo, el niño descubre que si llora será atendido, ya sea por hambre, incomodidad, etc. A esta reacción se le puede atribuir que el bebé presenta un egocentrismo inconsciente, debido a que no tiene conciencia del mundo que lo rodea, todo lo que percibe se remite a su propia actividad y a sus necesidades.
Con el paso del tiempo, el niño comienza a presentar actos más completos de inteligencia práctica. Se le impone al sujeto una finalidad previa independiente de los medios que vaya a utilizar. Aquí la coordinación de los medios y de los fines es nueva y se renueva constantemente en cada situación imprevista, los medios solo se toman de los esquemas de asimilación conocidos. La utilización de dichos medios permite el nacimiento de la inteligencia.
Se comprueba que al principio no existe ni un espacio, ni un orden temporal que engloben los objetos y los acontecimientos. Solo se da un conjunto de espacios, centrados todos en el cuerpo propio: boca, tacto, visión, audición, posición. Los niños solo se limitan a la hora de tomar la leche, o la hora de bañarse, y realiza todo a través del llanto, o con una simple sonrisa.
Por ejemplo, vemos la sonrisa social. La sonrisa del bebé en un principio tiene el objetivo la interacción entre la madre, padre o cuidador, y el bebé lo realiza para mantener el contacto de ambos y desarrollar los lazos de unión.
Las primeras sonrisas son espontáneas y reflejas, ciertos estímulos provocan una sonrisa incompleta, es decir, no es una respuesta a otra persona. En la siguiente etapa de sonrisas sociales, ya pasados algunos meses, el niño comienza a limitar los estímulos a los cuales sonríe. Ya para esta época la sonrisa es completa lo cual induce al adulto a responderle de forma cariñosa y juguetona. Por último aparecen las respuestas sociales diferenciadas y es la fase que perdura toda la vida. Aquí el niño sonríe abiertamente ante una figura familiar. Es más reservado con los extraños a los cuales evita o bien dirige una sonrisa con fines de sociales.
La última etapa de este estadio señala el término del periodo senso-motor y la transición del periodo siguiente: el niño se hace capaz de encontrar medios nuevos, no ya solo por tanteos exteriores o materiales, si no por combinaciones. Así será capaz de buscar objetos que se han escondido mediante movimientos invisibles. Así prosigue el siguiente estadio.
ESTADIO PRE CONCEPTUAL- estadio de pensamiento simbólico. Atraviesa de los 2 a los 4 años de edad. Desde los últimos estadios del periodo senso-motor, hacia un año y medio o dos, aparece una función fundamental para la conducta y consiste en poder representar algo por medio de un significante, como ser el lenguaje, imágenes mentales, gestos, etc.
En el curso del segundo año de vida aparecen un conjunto de conductas que representan un objeto o acontecimiento ausente y que supone la construcción de significantes. Se distinguen cinco conductas.
Se comienza con la imitación diferida, el niño comienza por imitar en presencia del modelo (por ejemplo un movimiento de mano), después del cual puede continuar en ausencia de ese modelo.
Se continua con el juego simbólico, se inventa su propio juego simbólico, haciendo que se duerme, estando sentada y sonriendo, pero cerrando los ojos y con la cabeza inclinada.
Aquí los pequeños imaginan ser, imitando situaciones que ven en la vida real. En ese proceso utilizan al máximo su imaginación, jugando al límite entre lo real y lo imaginario, lo cual les ayuda a crear representaciones mentales que serán de gran ayuda para resolver situaciones futuras en su vida. Como por ejemplo: imitar situaciones reales como jugar al papá y a la mamá, a hacer la comida, jugar a que van a la tienda por comida, cuidar al bebé, etc.
Pero el juego no consiste únicamente en imaginar, sino que el lenguaje acompaña el juego, ya que mientras interpretan están hablando y compartiendo sus fantasías con otros niños, por lo que además fomentan sus primeras relaciones interpersonales. Aquí pueden observarse conductas mágico fenoménistas, en donde se pone de manifiesto el egocentrismo primitivo, porque el niño atribuirá cualquier resultado a sus propias acciones, y no podrá concebir aun que un objeto pueda actuar causalmente sobre otro objeto en forma independiente de su propia acción.
El dibujo, es un intermediario entre el juego y su imagen mental.
Continua luego, la imagen mental, se emplea como una imitación interiorizada; es complicado saber esto de un niño, ya que el niño no se expresa todavía correctamente.
Por último tenemos, la evolución verbal, cuando por ejemplo una niña dice "miau" sin ver un gato, aparece una representación verba, además de imitación.
La utilización del sistema de los signos verbales cumple al ejercicio de una "función simbólica", más general, cuyo objetivo es permitir la representación de lo real por intermedio de "significantes" distintos de las cosas "significadas". En efecto, distingue los símbolos y los signos.
Un símbolo es una representación mental de una realidad, una imagen mental. Los símbolos pueden ser construidos por el individuo solo y los primeros símbolos del juego del niño son buenas ejemplos de esas creaciones individuales.
Y un signo lo entendemos como un símbolo colectivo, como por ejemplo, un número, una letra, una palabra.
Otras de las cualidades de este estadio, según Piaget, son:
Artificialismo infantil, que es una expresión de pensamiento egocéntrico con lo que los niños del periodo preoperatorio, entregan de vida e incluso de cualidades humanas, a los objetos del mundo material.
Animismo: consiste en atribuir a los objetos inanimados cualidades de los seres vivos. Los niños suelen hacerlo con objetos que representan figuras vivas, como animales o juguetes.
El niño en esta etapa comienza a tener un pensamiento más reflexivo, comienza a buscar el por qué de las cosas, como por ejemplo: comienza a darse cuenta que si el cielo se pone gris es porque esta por llover; o al ver la llave de luz sabe que es para prender o apagar la luz.
Desde la aparición del lenguaje hasta aproximadamente los cuatro años, hay que distinguir un primer periodo del desarrollo del pensamiento, que puede llamarse período de la inteligencia preconceptual.
Los preconceptos son las nociones que el niño liga a los primeros signos verbales.
El niño de 2-3 años dirá indiferentemente "el" caracol o "los" caracoles, así como "la" luna o "las", sin decidir si es un solo individuo o una clase de individuos distintos. El sujeto no maneja todavía las clases generales, por falta de distinción entre los "todos" y los "algunos".
Es claro que un esquema que permanecerá así a mitad de camino entre lo individual y lo general, no es todavía un concepto lógico. Pero es ya un esquema representativo, y que llega en particular, a evocar gran cantidad de objetos mediante elementos privilegiados considerados ejemplares.
A partir de los 3 años construye nociones como: dentro-fuera, ir-venir, delante-detrás, izquierda-derecha, alto-bajo, grueso-delgado. El concepto de espacio es todavía práctico, el espacio abstracto no tiene sentido. Los objetos tienen espacio y consumen el espacio que ocupan, la distancia entre los objetos no es constante. Ya los objetos comienzan a cumplir una función importante en la vida del niño.
Hacia los 3 años el tiempo se va acomodando, el pasado, presente y futuro equivalen a ayer, hoy y mañana.
Ya comienzan a cumplir horarios de jardín, o de otras actividades que realizan, pero no tienen mucha noción del tiempo.
Lo propio del esquema senso-motor, del símbolo preconceptual, de la configuración intuitiva, es que se hayan siempre centrados en un estado particular del objeto y en un punto de vista particular del sujeto: esto es, que prueban siempre, simultáneamente una asimilación egocéntrica al sujeto y una acomodación fenoménica al objeto.
El pensamiento ya no se apega entonces a los estados particulares del objeto, y ya no procede de un punto de vista particular del sujeto, si no que coordina todos los puntos de vista distintos.
ESTADIO PENSAMIENTO INTUITIVO, es un estadio pre operacional, que atraviesa de los 4 a los 7/8 años.
Para Piaget, el pensamiento intuitivo representa la transición entre el pensamiento preoperatorio y la etapa de las operaciones concretas. Al compartir experiencias, juegos y actividades y al utilizar el lenguaje el niño entiende su relación con los otros como más reciproca.
El pensamiento intuitivo es la interiorización de conocimientos y movimientos como una imagen mental o experiencia mental. En estas interiorizaciones las imágenes o experiencias no están coordinadas entre sí, aparecen aisladas unas de otras. En este se diferencia una percepción articulada porque en esta se evalúa la cantidad teniendo en cuenta el espacio ocupado y aparte la densidad.
La reacción de la inteligencia de este nivel ante el medio social es exactamente paralela a su reacción ante el medio físico. Por ejemplo: si muestra su mano derecha, confundirá las relaciones con el compañero que se encuentra frente de él, es incapaz de colocarse en el otro punto de vista. En ésta etapa el niño se hace más capaz de mostrar el pensamiento lógico ante los objetos físicos. El niño es capaz de retener mentalmente dos ó más variables cuando estudia los objetos y reconcilia datos contrarios. La capacidad mental se demuestra por un rápido aumento en su habilidad para conservar ciertas propiedades de los objetos como los números, para realizar una clasificación y ordenar sus objetos. También surgen las operaciones matemáticas, en éste período.
En el periodo intuitivo piensa que el tiempo se incorpora a los hechos y cada hecho tiene su propio tiempo. La apreciación y medida del tiempo se trabajará en relación con situaciones cotidianas (lo que se hace antes de comer o por la mañana, después de comer, o por la tarde) y con unidades naturales (tarde, mañana y día). Es un tiempo ligado a los objetos y a los movimientos particulares. Dentro del pensamiento pre-operacional, Piaget distingue, el pensamiento simbólico y preconceptual y el pensamiento intuitivo.
A lo largo de este periodo, al poder sustituir el objeto por su representación simbólica, se adquiere el lenguaje y la capacidad para poder reproducir conductas. El pensamiento intuitivo asimila, la acción se realiza esta vez mentalmente: la intuición es un pensamiento que se efectúa por imágenes, pero de modo más penetrante que el pensamiento preconceptual.
Esta etapa se caracteriza por la intensidad en las relaciones sociales, la cual le permite junto con la capacidad de lenguaje, el impulso del pensamiento, el niño comienza a separar realidades físicas de las mentales. Aprende a establecer diferencias aunque de manera limitada puede entender que existen otros puntos de vista
ESTADIO OPERACIONAL CONCRETO, es un estadio de las operaciones intelectuales concretas, basado en la edad de 8 a 11/12 años.
En esta etapa el niño se hace capaz de mostrar el pensamiento lógico ante los objetos físicos. Es capaz de retener mentalmente dos o más variables cuando estudia los objetos. La capacidad mental se demuestra con un rápido incremento en su habilidad para conservar ciertas propiedades de los objetos (números y cantidad), para realizar una clasificación y ordenamiento de los objetos. También surgen las operaciones matemáticas.
Las operaciones concretas forman, la transición entre la acción y las estructuras lógicas más generales que implican una combinación y estructurarlo de "grupo" coordinante de las dos formas posibles de reversibilidad.
Lo propio de estas estructuras, que llamaremos "agrupamientos", es que constituye encadenamientos progresivos, que implican la composición de operaciones directas, inversas, idénticas, teológicas y parcialmente asociativas. Es por eso que para Piaget la operación va siempre integrada en un sistema de otras operaciones y es precisamente porque es susceptible de agruparse por lo que la intuición se vuelve operación.
Las propiedades lógicas que encontramos en el agrupamiento concreto son3:
Transitividad: reunir una clase consigo misma consigue a obtener la misma clase, mientras que añadir una unidad a una cantidad conduce a un nuevo resultado.
Reversibilidad: Es la posibilidad de concebir simultáneamente dos relaciones inversa, es decir, considerar a cada elemento como mayor que los siguientes y menor que los anteriores. La acción se vuelve reversible.
Asociatividad: La comprensión de que las operaciones pueden alcanzar una meta de varias maneras.
Identidad y Negación: La comprensión de que una operación que se combina con su opuesto se anula, y no cambia. Un ejemplo es que dar 3 y quitar 3 resulta en cero.
PERDIDA DE EQUILIBRIO: Los niños, sobre todo a partir de los 5 años pierden con mucha frecuencia el equilibrio entre asimilación y acomodación. Es muy frecuente que cuando aprende algo nuevo, tienen una pérdida de equilibrio y de conocimientos q habían adquirido anteriormente. Esto ocurre (sobre todo a partir de los 6 años) porque estamos al límite de las posibilidades del niño; y el paso de la intuición a la lógica no es de golpe.
A partir de los siete años, los niños van incorporando a sus juegos reglas cada vez más complejas que determinan el sentido del juego. Este tipo de juegos, son necesariamente sociales, se juegan en grupo, y requieren el desarrollo de diferentes habilidades sociales para poder llevarlo a cabo. A diferencia del juego simbólico, en estos juegos siempre hay alguien que gana y alguien que pierde, y todos los jugadores vigilan el adecuado cumplimiento de las normas.
Esto lleva a que el niño comience a tomar su lugar en el grupo, comience a cumplir reglas y a esperar su turno.
En cuanto a la noción del tiempo, se basa, en una forma acabada, entre tres clases de operaciones:
Una seriación de acontecimientos, constitutiva del orden de sucesión temporal;
Un ajuste de los intervalos entre los acontecimientos puntuales, fuente de la duración;
Una métrica temporal.
ESTADIO OPERACIONAL ABSTRACTO, estadio de las operaciones formales. Ocurre desde los 12 en adelante.
Cuando aparece la lógica, el niño empieza a utilizar la palabra como forma de pensamiento. Esto lleva a que aparezcan diferencias muy claras entre este periodo y el anterior, respecto al pensamiento. El sujeto es capaz de reflexionar a partir de premisas, es decir, que ya no necesita de la presencia de los objetos.
Se aplica sobre el pensamiento, independiente de la acción sobre esos objetos. Es un sistema de relaciones q permite coordinar distintos puntos de vista entre sí.
A partir de este momento el niño se va a volver mucho mas analítico, más crítico y aparece por primera vez un cierto sentimiento de imposibilidad o de contradicción.
Va a tener perfectamente clara la diferencia que existe entre el mundo simbólico, imaginario, de la fantasía, y el mundo de la realidad. En definitiva y a partir de ahora, su pensamiento se va a parecer cada vez más, al del adulto.
El niño pasa de la intuición a la lógica, para ello el niño tiene q deslizar su pensamiento de las impresiones sensoriales y en un momento determinado, sustituir un razonamiento basado en la intuición, en una impresión sensorial por un razonamiento lógico y objetivo. También tienen q ser capaz de coordinar este pensamiento con otros anteriores.
El niño entiende de golpe q las otras personas pueden tener puntos de vista distintos al suyo, ó intereses, o otras necesidades.
Se va a producir una descentralización. No aparece de golpe, la descentración implica q el niño poco a poco pierde el egocentrismo. Esta pérdida se manifiesta al igual que el egocentrismo, ya q afecta a todo su comportamiento.
Comienza a aparece la capacidad de colaborar en su casa, con sus cosas. Aparece la autonomía, incluso dentro del grupo, los niños son más independientes del adulto.
El egocentrismo toma un carácter especial, cree que el pensamiento lógico es omnipotente, de tal modo que el mundo debe someterse a los esquemas de la lógica y no a la estructura de la realidad.
Conclusión
Luego de realizar dicho trabajo hemos observado que el niño durante su desarrollo vivencia diferentes circunstancias que lo llevan a conseguir un pensamiento hipotético deductivo, que le será adecuado para poder transitar los diferentes acontecimientos a los que se enfrentará a lo largo de su vida.
Es significativo cumplir cada etapa de dicho desarrollo para poder llegar a su máximo de inteligencia.
Desde el punto de vista terapéutico lo anteriormente dicho es importante debido a que para que un niño pueda realizar sus diferentes actividades u ocupaciones a lo largo de toda su vida, debe contar con todos sus elementos, tanto cognitivos, como físicos, ya que si no cumple con alguno de éstos, se verá afectado su desempeño ocupacional.
Vale destacar que la intervención del terapeuta parte de un acercamiento holístico a la rehabilitación, con programas basados en las necesidades individuales de cada paciente, abordando los déficits en los componentes motores, cognitivos, sensoperceptivos y psicosociales que afectan el desempeño funcional de un individuo, en este caso en el niño, promoviendo la independencia en todas las áreas significativas de la vida, como ser autónomo- independiente.
4 El Terapeuta Ocupacional especializado en pediatría, se encarga de la prevención, diagnóstico funcional, tratamiento e investigación de las ocupaciones diarias en las diferentes áreas para incrementar la función independiente y mejorar el desarrollo de los niños que presentan dificultades en su desempeño diario. Así mismo incluye la adaptación de las tareas o el ambiente para lograr la máxima independencia y mejorar la calidad de vida.
Para que un niño desempeñe una tarea funcional, tal como: colocarse los zapatos, atarse los cordones, escribir al ritmo de sus compañeros en clase, existen habilidades profundas que son requisitos, llamadas componentes del desempeño ocupacional.
Algunos de estos componentes son: habilidades de destreza y coordinación fina, procesamiento perceptivo visual, procesamiento y modulación sensorial, planificación y organización motriz, los cuales posibilitan el éxito en el desempeño de una tarea.
Los componentes están presentes en cada una de las áreas del desempeño y un componente afectado puede interferir en una o más áreas.
Esto ayuda a los niños a alcanzar un nivel óptimo de funcionamiento en el hogar, la escuela, el juego, y en la comunidad.
Desde el momento del nacimiento es importante que el terapeuta tenga en cuenta todos los aspectos fundamentales de la persona, para lograr así un desempeño correspondiente para llevar a cabo su vida por parte del individuo, y es trascendental para el T.O., debido a que conociendo sobre cada uno de los estadios y los acontecimientos que en el ocurren podrá notar los diferentes déficit o dificultades que se dan en los mismos.
Bibliografía
Piaget, J. (1955).Psicología de la Inteligencia. Buenos Aires: Editorial Psique.
Piaget, J; Inhelder, B. (1969). Psicología del niño. Madrid: Editorial Morata.
Baloueff, O. y Cohn, E.. Introducción a la población de lactantes, niños y adolescentes. Willard & Spackman. Terapia Ocupacional, 10º ed. (Cap. 32, 33. pp. 691 a 720). Buenos Aires: Editorial Medica panamericana.
Papalia, D. Psicologia del Desarrollo. Editorial: Emma Ariza H
Tomado de Papalia, D. Psicologia del Desarrollo. Editorial: Emma Ariza H
Tomado de Piaget, J. (1955).Psicología de la Inteligencia. Buenos Aires: Editorial Psique.
Tomado de Piaget, J; Inhelder, B. (1969). Psicología del niño. Madrid: Editorial Morata.
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Autor:
Bertero, Candela
Enricci, Yamila
IAP de Ciencias Humanas
Licenciatura en Terapia Ocupacional
Seminario Teorías del Aprendizaje- Tercer año. Año 2012
Docente: Licenciada Esp. Celia Fabiana Galvalisi
-Villa María- 13 de Junio 2012-