III
Nacidos bajo una guerra, y educados por las balas de conciencia, que se las quita, que se las carcome con la edad. ¡¡No más niños soldados!! Su infancia es mucho más importante que educarlos para una segunda guerra, no les basta con que ya vivan en esta vida, que al final es una guerra… no más ajedrez con ellos, son mucho más que eso; son humanos usados por otros no tan humanos… Si crees que este mensaje va al viento… ¡¡¡Hagamos una secta!!! ¡Luchemos contra lo que de verdad hoy nos atormenta!
Se suele confundir un molino de viento con un gran monstruo, o los humanos con elementos tan efímeros como ignorantes, pero que aún así logran hacer muchas reacciones y terminan siendo aparentemente servibles para nuevos producir nuevos servicios para sí mismo… dentro o no de esa especie ignorante, no quiero ser uno más… ¿y tú?
IV
"(…) y fue así como se descubrió que el humano, en cualquier historia, nunca se comportó como humano que es…"
V
Inédito:
Pestañas engañosas, que me adentran en tu sueño inusitado, me obligan a pensar que estoy despierto para ser cordialmente invitado a ese mundo de desconcierto habitable espacio de desierto…
Oda bajo las estrellas. Si la luna fuesen vuestros ojos, desearía abordar en el Apolo y llegar, habitar y ver mi reflejo en ellos, que mucha falta me hace, pero su necesidad la deshace.
Si llegases a perderte en la oscuridad bajaré con las estrellas que están al lado de tus lunas y haré incandescencia con la hoguera, madre vuestra llama cabellera e hija de su cuna.
Mis besos serán los suspiros del viento, producto de mi anhelo por cada vez que miento, ahínco parra llegar a tal meta viviente, sin conocer la meta ni menos lo que siente.
Soy tu rocín, Soy tu camino sin fin, Soy tu carta sin nombre, Soy tu barón rojo, que mirará siempre la luna, recordando tu belleza de ojos.
VII
Tengo tantas ganas de escribir cosas bellas, tan bellas como vuestra hermosa cara, pero he acudido mucho a mis dedos, y pareciese que el cansancio ha consumido su hablar, por tanta somnolencia de aspecto, enamorar aquel espectro con tan dulce melodía que nace de su ser cada día y que muere en un intento fallido de enamorar lo intangible, viento que es destinatario de tan bellas palabras…
VIII
Kelpie. Cuentan que bajo los ríos, intrépidos, cabalgando por sobre su alimento, algas de cosecha autónoma, se abalanza con ímpetu hacia el pecaminoso humano que solo tiene que contar cuan es su daño hacia su hábitat.
Solo los más intrépidos se salvan…
Incautos pagarán la venganza de Kelpie…
IX
"Felicidad, tan digna de encontrarla como perderla… la felicidad tú no la haces, se hace con el tiempo, tan autónoma como quienes la crean…"
X
Viva ella.
Y viva ella… la de cabellos de hoguera incandescente, protagonista de mi oda… ella es la musa…
Y viva ella, la de cabellos de hoguera incandescente bajo la luminosa aurora, tan bella como ella, tan bella como el cielo, cuna para tal belleza…
Y viva ella, mi dulcinea que me mantiene loco, con su hoguera que hace de este camino incandescente algo sudoroso…
Y viva ella, la de cabellos de hoguera que hace de mi sendero un infierno iluminado por antorchas que me guían atolondrado hacia una meta que quizás me es imposible pero posible de soñar… pero que infierno más bello… la muerte me espera allá…
Y viva ella, que ya me es tan lejana como una estrella… pero por más que se aleje, siempre la veré sobre el horizonte, firmamento su morada, brillar como flama encendida.
¿Y vive ella?, no lo sé…
Con los pies en la tierra, puedo ver como desaparece ese mar, mar que más de alguna vez deseé bañarme.
Ella pareciera no vivir para mí, pero la veo respirar todos los días.
Y ella si que viva, me da una vida y mi voz son los orgasmos que se alzan por el viento, libre para poder ser sólo brisa…
Y Viva ella… no sé el porque de lo que hice, fue un espasmo, inusitado, pero mi postura por muy descriptible o recreable, es imposible de volver a realizar, tal proeza…
Trisquel… Es el "fin del camino", la evolución ahora está en aprender…
Druidas dotados de tal virtud, curanderos con tal magnitud, Deidad materializada que solo quería paz, Corazones de colores indescriptibles encontrando su felicidad a asaz.
El Amor.
El Amor es tan connotado como la voz que hacemos todos juntos, no hace falta tener ojos para ver el amor, quizás hace falta corazón, quizás consciencia que te dé razón, razón de que amas y que vivirás en un sueño que anhela hacerse realidad, el amor a veces no es concreto, pero se puede ver y tocar personificado en el destinatario de esa carta de amor, que a veces se aguarda en el silencio sin nombre esperando ser voz y revelarse ante las hipotéticas de un posible no…
El amor mueve al mundo, el mundo mueve el amor, por cada paso que das para hacer tangible lo intangible, pero tus ganas de ver ese sueño real hace que esta vida siga en pie y nos permita vivir en equilibrio…
gracias por amar, gracias por admitir que eres amado, gracias por ser animal y poder amar, gracias por ver cuanto amas sin ser amado… y si alguna vez ves que ese río de lágrimas se desborda, nunca es en vano, porque el amor necesita agua marina de beber…
XI
Hawkin está más vegetal que mis verduras, y mis verduras más humanas que los que se dicen llamar así.
Estos humanos pocos racionales pero sí que son carnívoros, más que los mismos leones, que se comen las cebras, malditas, pero muy benditas cebras que se comen mis verduras, que si no fuesen por ellas y yo la tierra sería verde en vez de azul; azul por el agua, pero agua que está cada vez más sucia por el humano que es menos humano que mis verduras…
"Eres mi radio de cada día, en la mañana siempre estás dispuesta a regocijarme con tus ondas sonoras y tus emisoras para no aburrirme, porque me siento solo, no sabes cuanto, y sin ti mi radio de cada día sería solo una aguja en el desierto, hoja sobre papel, pero sin alma o mano que la manipule y sean escritor para tal lápiz, lápiz para tal papel, papel para tal pensamiento que pretende ovacionar tus antenas y sintonías que hacen de ti alguien perfecta, alguien irremplazable. Eres como mi radio de cada día, irremplazable."
Inédito:
"Si puedo leer, si puedo entender, si puedo tratar de razonar que está escrito tal como escribo aquí que hay un camino marcado, pero no es necesario seguirlo…
Es como si me diese una dosis brutal, de tal vino a tal copa, de tal rojo a tal rosa, y si tal elocuencia, que si fuese deficitaria, por descarte yo señalaría que ese sendero al que es algo como obligación, tal como leo, o como trato de entender, tanto así como nacer y crucificarse en una tarjeta que te marcará toda tu vida (que sea triste, o quiera cambiarlo no incide, ya que ahora es realidad), no es obligatorio, o por lo menos mi mente de humano, buen humano según me califican los dioses (Miguel de Cervantes en castilla en su templo, entre otros), no es obligatorio, reitero para que se entienda la idea, no es obligatorio, vuelvo a reiterar para que no os quepa duda, ídem… no lo creo así, es un sendero que hemos los humano hecho imaginación y que pasa a reflejarse, o como diría buen escritor para tal buen lector, de tal vino a tal copa, de tal rojo a tal rosa, de tal barón a tal rojo, se proyecta un esbozo que pasa a ser dibujado en nuestras mentes para luego tomarlo como una obligación, pero gramaticalmente no lo es, ósea, comer carne, por muchas proteínas que nos brinde el cuerpo de un animal que en verdad si es hermoso, no como el que lo mató, insensible mente de supuesto humano, no reemplazará la imagen que se tenía de este antes…. virtud de humanos: destruir para construir".
XII
Inédito:
La tierra camina, deja manchas, se confunden con lágrimas esos ríos contaminados, se confunde con suciedad ese aire denso, bruma que cubre su vista, se confunde con el sol por las gotas que suda, ¿o serán ríos que se confunden con lágrimas?, no creo, las lágrimas son limpias…
Inédito:
Es como la realidad, es como la verdad, escéptico el que no crea, sus ojos lo privan que vea tal realidad atemorizante y el cuento se narra sin más levante.
Correos anónimos, sin destinatario fijo, y el viento alisa sus lomos diciendo: ¡yo bajo ninguna regla me rijo!
Flechas del viento preveo, ¿Será este el caos? Teatro, escenario recreo y con un suspiro me dice ¡callaos!
Como actor el viento, si no lo ves no es que miento, antagonista humano, escenario vano.
¿Qué hizo de ti la razón, te ha robado el corazón, se te ha roto el balazón, o el sol no te permite ver? ¿Quién está allí?, ¿Un ser idéntico a mí? Estropajos cubren su figura, jirones sucios dicen que esto no es una locura.
Solución hay muchas, se ve a diario con múltiples luchas…
Domable Sonido. Música, Haz llegado como el murmullo del viento, Música, te haz ido con el paso de los artistas, que en su escenario desprenden su incandescencia.
Música, no te dejas vender, te dejas comprender, tan dócil siempre.
Música, tus letras, un jeroglífico que pretende develar algo, y los incautos caerán ante la música, pero nadie lo ataca, es la melodía que no comprende, acicala algo más que sus oídos, siempre dócil…
XIII
Las mentes esconden un secreto, bajo las sábanas de pensamientos, y se dejan domar, porque esta vida se escribe con tu mano, pero las uñas de las demás serán hasta la eternidad las musas del buen autor poeta…
XIV
Albedrío. Incongruencia de vida, que se hace consecuente al andar de los años, lentes que nos hacen ver esa realidad que siempre creíamos distante, ojos que aceptan como el sol al horizonte que por mucho alarde de llamas siempre se dejará calentar.
XV
"El mensaje está en la carta, si lo preguntas, pierdes tu tiempo, ¡analiza como abrir esa carta!"
XVI
Inédito:
Tantas voces que se hacen una sola, y es un solo cuerpo, que con millones de manos tratan de consolarse a si mismo o a quienes lo rodean. Su lengua es el hambre, su ojos la tristeza, y el viento que respiran por muy puro que sea está contaminado por el que más ambiente come.
Injusticias de injusticias…
Y seguiremos luchando, porque sabemos contar, y por ello los escalones, por muy infinitos que sean, se hacen efímeros con el andar de las proezas…
Orgasmo. Grito del alma, que nace cuando esta se desprende de su ser.
XVII
"La vida es un sueño, y despertamos para solo ver la tierra profunda".
XIX
Inédito:
Son su tiempos, saben cuando aparecer, oportunas como el oxígeno a el ahogado, como el sonido al sordo, pero este siempre tendrá oídos, en honor a escuchar tal armoniosa melodía-
XX
Hoy la vi, desde hace mucho tiempo que mis ojos la extrañaban. Siempre está allí, dispuesta a ser admirada, pero nunca su mano se dejaba robar para sobar el lomo del que sus ojos cegaban con tal esplendor de belleza…
XXI
Libertad. Ya la oyes… ya la lees… ya la sientes… ya la sueñas…
Inédito:
Y la venganza llegará sola, sin palabras pero con cuerpo que la porta, y por agria que te parezca su emisor siempre le parecerá dulce.
La venganza: triste, consoladora, agria para algunos, pero para él un dulce en el que se haya su paz….
XXII
Mudos recuerdos. "¿Amor? Creo haber escuchado esa palabra antes…
¡pero que cosas dices!, de solo escuchar esa palabra me da nostalgia.
¿Por qué lo preguntas? La verdad que no lo sé, la verdad que no lo recuerdo. ¿Es eso un problema? Bueno creo que sí, pero si mi inconsciencia no quiere recordar es porque será una dosis nociva de sentimientos con bordes de vidrio.
¿Crees que no la tengo? ¿Y porque haz de tener tú razón? ¿Cómo que se me ha roto el corazón?` pues claro que lo tengo, solo que mi memoria no quiere recordar, solo que yo no recuerdo nada y todo se queda en el viento, sin explicación, sin argumento…."
Lamer el suelo. "Amor, ¿Haz escuchado esa palabra cuando nada se ve por es bruma maldita? ¿Y su luz habla? Porque si fuese así lo reconocería. ¿Y su calor se siente cuando solo somos dos? No sirve de nada estar a tantos metros, no se siente su calor…
Y por más que trate de callar, ella me dice las cosas más horrible que nunca he escuchado…"
XXIII
Inédito:
Que ambiguo, es como la cabeza del humano, tiene la capacidad de ser infinito, mucha materia por conocer, pero no se descarta lo conocido, pero por más que se quisiera la infinitud no lleva a la felicidad, si no que hacer con ella, infinitud que con el pasar del tiempo se hace finita con su uso. Que ambiguo.
¿En que momento te acuerdas de ti? ¿Y de ella? Es tan triste que mi cara se desvanece entre mis pensamientos, pensamientos que tiene una cara femenina, parece un tributo,
Pero, ¿Será en vano?
¿Será sólo torcerme la mano para que otra ilusión me la repare?
Pero siempre tiene el mismo torcido final…
Inédito:
Para todo lo que no te permita una vida justa, es la principal causa de tu paro cardiaco. Detén todo lo que no te permite ver el sol que esos nubarrones se despeguen de tu vista y cuídate, porque esa lluvia ácida es muy dañina. Techos oxidados, cuerpos descuerados…
Inédito:
De seguro fue una declaración poética, me pongo el sombrero, con un lápiz en mano y en la otra una guitarra, me convierto en trovador y transformo tu realidad en una canción. Mis palabras salen por mi boca como el fuego del dragón, y las vacas evolucionan, son salchichas voladoras no comestibles, los peces son de acero, tenaces… Todo en un papel que no es de árbol…
XXIV
Inédito:
No cualquier cuchillo puede romper una burbuja. No cualquier rascacielos se da el lujo de saciar el comezón del cielo, ese cielo que es distante, está donde siempre lo veo, y por mucha multitud de nubes que me hagan confundirla, confío en él, mi cielo azul como el mar, mi mar que es reflejo del cielo, porque siempre está ahí, siempre está allí.
XXV
Nubes de Almohadas.
¿Esto es un sueño?, ¿que clase de vida es esta? No soy un ángel, pero me poso sobre los cielos. Siento que ese sol se asoma solo para atormentarme. De cerca veo como me quema pero solo siento algo imposible, el agua acude (como aire al ahogado) a mi ayuda. ¿He dicho que no soy un ángel? Eso sí puedo descartar algo, los ángeles no respiran, ¿por qué lo harían? (fundamento o pregunta que no responde a nada, estúpido). No lo harían porque ya estarían muertos, intoxicados, quizás como yo me siento ahora (fundamento óptimo, que responde y ramifica más preguntas). Aquí las nubes son casi blancas, si no fuese por ese azul (o quizás celeste, como se vería desde abajo) serían perfectamente casi blancas. Es un color raro. Como un gris, si es que ese color se llama gris. La verdad que estar acá arriba y no saber nada no me hace ignorante el no saber distinguir esos colores que para los de abajo son tan básicos, porque soy el único por estos lados.
Aquí de seguro no viven los ángeles. ¡Estarían achicharrados como el magma! (fundamento que no responde y solo obliga a criticar). Ese sol que quema hace de mí escorpión en horno, pero por algo no muero, quizás me derrite, pero seré líquido que sigue pensando, observando, razonando, etc. Todos menos amar (porque él era el único idiota que quizás murió tal día ¿Estaba muerto?).
¿Estoy muerto?, No lo creo, porque aquí no hay Dios que se apiade de mí y me haga devolverme al reino de los muertos. O quizás nunca hubo existencia de tal Dios, bueno, existe, pero no es real… Este Dios solo vive en los reino de los "muertos" (sátira contra el reino de los vivos y sus maldita rutina de vida, al final sátira contra los humanos, porque la muerte es la buena vida ausente).
Bueno, como soy humano (supuestamente inteligente), empezaré con mi propio negocio de "maniquíes" (sátira contra la actitud de Dios hacia los humanos). Seré mi propio Dios, solo por este sueño, o quizás en esta vida, de todos modos no sé cuán muerto estoy o cuanto puedo llegar a serlo. Empezaré invocando a la lluvia (piensa en trabar amistad con los campesinos y captar la atención de nuevos feligreses).
¿Qué ocurre? ¿Por qué no todos sonríen al ver tal diluvio de lágrimas puras que buscan su felicidad? Ese señor se molesta al ver que la ropa que cuelga se moja, y ese sol se va… ¡Rayos! (expresión de sentimiento de rabia y decepción, pero se ejecuta un juego de palabra, y es así como se mueven los rayos y queman bosques e innumerables objetos, sin contar a los humanos).
Es imposible caerles bien a todos. Aún así he contentado a los pirómanos con tal "hermoso" (como ellos lo describían) espectáculo. Pero mis pulmones se vuelven negros, me intoxico y siento que ya no queda aire para mí. Pero soy un dios (con minúscula al no ser un dios en particular, pero ni el mismísimo Dios que "todos conocemos" tiene tal dignidad para empezar con mayúscula. Solo son términos globales) y le quitaré el aire a todos mis acreedores y feligreses (por ahora solo los pirómanos, sus más fieles y ardientes feligreses).
Puedo vivir todavía, no espero represalias. … Me empiezan a estorbar las nubes, me cubren lo poco que me queda de vista. Y es así como voy descubriendo mi segunda muerte. Mi cuerpo se atrofia con el aire, solo somos dos cuerpos contaminados; el calor me derrite, ya no soy escorpión en el horno, soy hormiga en medio de una bomba atómica; el oxígeno malgastado me maltrata (más a sus pulmones) y la soledad me come. Este juego de ser dios se acabó, me siento sol sin luna. Que aburrido todo esto. ¿Qué habrá después de esta muerte? ¿Miles de muertes más? Hoy no ha muerto nadie, las nubes, mis almohadas por la eternidad cobijan una cabeza sin cerebro, y si lo tuviese aquí no me es útil.
Soy una mente en el desierto que por muy inteligente la arena hace de mí una rutina en la que lo único que se hace es respirar y pensar en como morir. Pero esta vida/ muerte me es eterna.
De repente esa cama de nubes me deja entrever una escalera hacia la tierra (controversia de "escalera al cielo", de led zeppelin). Miro hacia abajo: Guerras; hambrunas; iglesias que tratan de cautivar al incauto (el representante siempre fue ateo, solo que un poco irónico en sus juegos de dios); animales disfrazados de humanos, auténticos payasos; ríos contaminados que se confunden con lágrimas de barro que yerguen de la tierra; y supongo que hay más terror, porque una nube negra me impide ver más… Pienso más de dos veces bajar. ¿Por qué al cielo no dudé subir? Quizás porque no hay humano, o por lo menos no malos humanos. Me siento solo y afortunado. No bajaré solo porque hay muchos problemas por solucionar (un poco de ironía hacia Jesús). Haré como que no conozco, no seré nada, soy el único que sabe de mi vida y todos saben de mi muerte…
Me he confirmado que estoy muerto, al final mi indiferencia está muerta y ciega.
Puede que esté soñando.
Acotación primaveral. Las nubes se acomodan en el cielo para dar paso a los rayos del sol; el parque está en celos; los jardineros no saben como sentirse ¿Es mejor regar más hojas o tener que limpiar hojas secas a montones?
El árbol viejo, seco y desnutrido aunque viva en cementerio sus hojas brotarán para hacer de él árbol pueril y fuerte. Y es que ese color fuerte no no da a lugar en pensar otra cosa que no fuese alegría.
Las mujeres se enamoran, los hombres se dejan conquistar; el jardinero ve brotar y se da cuenta de cuanto ama regar.
Objeto del tiempo. Antes de que el sol desborde sus rayos por sobre las montañas me levanto e inhalo esa atmósfera de niebla. La paciencia me obliga a esperar micro, pues no hay ancho ni largo camino para dos débiles pies. Riego con mi sudor un brote de lucro de un adinerado empresario. Humillaciones se quedan impregnadas en mi mente, pero a cambio recibo un buen sueldo. Alimento mi familia y mi cansancio.
De nuevo la paciencia me obliga a esperar micro, pues no hay angosto ni corto camino para dos pies cansados. Abandono esa plana atmósfera negra; entro a los redondos suburbios.
El gato y el ratón. Empiezo un camino sin fin, pero ¿dónde está mi enemigo? Por más que te imagine nada es igual a ti. Nuestro odio érase nuestro afecto.
No veo piedras en el camino, sólo veo horizonte que me es nuevo, pero ya conocido y quizás recorrido.
Nos odiábamos, nos necesitábamos; nos gruñíamos, y el silencio de uno conlleva la soledad y rutina del otro.
Soy objeto del tiempo sin tu insulsa mordida y camino con ojos cerrados hacia un norte con una estigmatización de seudo-odio. Ya nada me sorprende, aún así te sigo imaginando.
¿Y te haz ido con mi odio?
XXVI
Mi coma. Quisiera ser imagen sin edad, o quizás sólo palabras que divagan en un espacio para encontrar a su correspondida auditora.
Quisiera ser guitarra oculta en el vacío, para que así mi eco sólo pudiese ser escuchado por las paredes, o bellas paredes, que rostro y oídos tienes…
Quisiera ser copa de vino llena de sentimiento, para que se posen vuestros labios en tal manantial y beban aquel brebaje y sólo atinen a seguir bebiendo cada vez con más aplomo.
Quisiese ser imagen sin edad, o letra sin rostro, o persona sin identidad pero que siempre siente.
Quisiese ver tales lunas de ojos posados por sobre el manantial de mis deseos. Soy deseo poco anhelado. Soy deseo que mucho anhela.
Superficie aguada.
Eres la primavera de contrabando. Sólo que no os dejáis manipular. Sólo que vives en tiempos imprudentes. Sólo que siempre eres y serás prudente.
Tu imagen se confunde con la luna que se refleja en el mar y que lo termina todo con mi andar por ese piso inseguro al tratar de alcanzarte.
Amor de mi vida. Eres la que me inventa esta y muchas vidas. Eres ilusión que se confunde con realidad. Eres realidad que sólo da ilusión.
Y si ves que todo se apaga es porque el ambiente nos quiere. Es porque la luz te ama y tú recipiente de tal vacío que no se toca. Y tú portadora de tal vacío que se siente. Y tú luciérnaga de tal vacío que se ve.
Amor de mi vida. Eres la que me inventa esta y muchas vidas. Eres ilusión que se confunde con realidad. Eres realidad que sólo da ilusión.
Eres verso que sólo crea poemas. Eres luna que sólo hace posarse en tal mar. Y el velo será vuestra cuna aguada. Y cobija peces y algas que os dan la bienvenida a tal vacío que no se toca, pero se siente y hace sentir; pero se ve y atrae miradas.
XVII
Camina.
Era una de esas calles donde el río se dejaba conducir, y las cloacas hacían de él un buen transporte. Uno de esos días donde la gente caminaba hacia una misma parte, los motivos siempre sobraban en aquel instante de la tarde, todos cansados, esperando un transporte más demoroso (mucho más) que las cloacas. Pero algo pasaba, esa tarde pintada de un color más que normal no alteraba el andar y manchar de sus pasos del joven que no tenía rumbo, quizás cordura y sentido, pero le faltaba norte. "¿Hacia dónde caminan todos?"- se preguntaba inquieto. Pero tal pregunta no logró perturbarlo más que unos segundos. Al poco rato siguió caminando por esas "planas calles insulsas" (cosas que a él se le venían a la cabeza), pero se dio cuenta que de tanta cosa rara de palabra le alteraban la cordura ignorante que él poseía, diciendo cosas que de tanto analizar el fundamento se ausentaba (y se dejaba ausentar con voluntad sobrada).
Al otro día, o tarde, el mismo chico. El escenario no érase el mismo, pero sí lo parecía. El público desinteresado no era el mismo, pero sí lo aparentaba. Lo único similar era la hora. Todos hacia un lado, y él de nuevo hacia otro lado, era la controversia, era el sentido opuesto, y lo único que explicaba aquello de todos los días era la rutina, aburrida rutina (como él la llamaba).
De nuevo se aprecia el andar de gente (aceptamos que la gente similar siempre tiene casi la misma actitud, por ello puede que la gente sea la misma en distintos aspectos corporales), la misma hora, la misma gente, distinto escenario, distinto tempo. ¿En qué momento aquella gente deja caer sus piernas para reposar? (se lo pregunta el protagonista, un poco ignorante al no saber que la gente posee vergüenza para dormir en la calle, es nuestro defecto hereditario: la vergüenza).
Y al dejarse llevar por las masas se da cuenta que es parte de esa asquerosa rutina. ¿Y es que se había dejado llevar siempre por ella? Mientras tales personas se consumían la energía en esperar la ruidosa y contaminante micro, él se dejaba transportar por la bulliciosa y aburrida rutina de gente aburrida (bastaba con mirarle el aburrido rostro). Decide con ímpetu dejar el camino que todos marcan, y toma por reflexión que si alguien dejase un camino marcado, no siempre es para peor (el protagonista alimenta su inteligencia, que en un principio se calificaba ignorante, pero entre ignorantes nos entendíamos, ¿se habrá vuelto loco de tanto ajetreo?).
Camina y camina, el camino lo hizo caminante de millas y millas sin sentido encontrado, pero aún por buscar. Se dio cuenta de cuan perseverante fue al seguir tal gente, y de cuanto es hoy en día por no rendirse en buscar y realizar tal deseada utopía (utopía que es desconocida hasta por el mismo protagonista, utopía más deseada por encontrar).
Las calles lo educaron más que cualquier escuela, y cada vez que se sentía sumido en una rutina, se desviaba de tal aburrido camino para dejar de ser maniquí del tiempo y el mismo manipularse. Él construía las planas calles que no se dejaban marcar por sobre esa noble tierra, pero aún así el érase el único quien apreciaba tal camino (sin contar a los vagabundos que se alimentaban con la rutina de nuestro representante, porque están en todos lados aprendiendo de lo que nosotros ignoramos).
Era una de esas tardes donde aquel hombre (antes joven, claro está) observa sólo unas tardes, dominado por su cordura por sobre su rutina, aquel río que con ímpetu se dejaba avanzar cada vez más sucio. Él, consciente de tanta suciedad, sólo escribía como cualquier inocente. Y es que en verdad era inocente, porque su suciedad individual era la posible limpieza colectiva del ambiente, espacio y tiempo que aún se podía explorar y disfrutar. Sigue en su camino que nada perturba, porque poco conoce, su camino que poco consume (ganancias escasas), pero que mucho entretiene con el andar de unos pasos quizás cada vez más enclenques, pero felices de no vivir una rutina adinerada.
Y fue así como hoy se ve a tal individuo caminar y encaminar a otros vagabundos, en busca de dejar el ocio, en busca de dejar y construirse su propia rutina. Era así como todos creíamos un camino marcado pero al andar en tal camino la cordura se posesiona de tal cuerpo, o por lo menos la razón (lo digo porque no tengo nada de cuerdo), y yergue con nosotros la razón, tarde o temprano, se caen las hojas de la juventud, pero siempre habrá un camino para todos.
Y fue así como yo vi avanzar esos pies cada vez más rotos, pero que no se dejaban humillar por cualquier zapato limpio y brillante. Y fue así como he construido mi propio camino, en busca de utopía por construir, en busca de un basurero por alimentar, o que me alimente de idea (y porque no de comida). La gente me mira, pero su humillante rutina me engrandece.
Buscando utopía por luchar.
Perspectiva. Vivimos en un mundo redondo, con gente plana o dinámica, según sea el caso. Los planos se van hacia un lado que para los redondos les es desconocido, como su los opacada por la oscuridad que esconde una mano ajena.
Los redondos sólo se dejan llevar, los planos se mantienen.
Los dinámicos se mueven consigo mismo, llegando a pensar más allá de lo que la situación le permite (nunca está de más), pero la amargura se invoca al preguntarse la explicación de un todo, obteniendo un nada mezclada amargura.
Hay otros tíos que son grandes, pero no más humanos. Abusan de los planos, al ver que su mundo no se mueve, le ponen pies y hacen de ellos locomotora esclavizada. Con los dinámicos sólo dejan que piensen, pero cuando llega el momento abusan de tal disposición.
No hay que olvidar a las rosas, que tienen forma amorfa, inocentes del todo, quizás hacen nada, pero no logran romper la cordura del silencio. Su voz se hace oportuna con el aparecer de negras, redondas y corcheas.
Están las caricaturas, que sólo critican, divierten, son comunes y corrientes, pero son los más felices.
Cada viñeta, acto, escena, capítulo hacen de ellos personajes principales, secundarios y episódicos. Pero cada uno será el protagonista de su propia historia.
Creo que alguien falta…
Siempre va a faltar algo mientras no conozca el todo.
XXIII
Pienso que pienso. Sólo pienso que pienso demasiado. El pensar me obliga a pensar en que pensar, porque pensar me llevará a pensar otra cosa que no sería quizás lo pensado en un principio.
Sólo pienso que pienso demasiado. He pensado que pensar sólo me llevará a una estrategia bien pensada. Nunca pensé que llegaría a pensar en esto: en pensar tanto en ella.
Sólo pienso que pienso demasiado. El sólo hecho de pensar me lleva a pensar en mi amargura, pensar sin recibir una respuesta bien pensada. He pensado en muchas cosas que he pensado, y de sólo pensarlo pienso que he pensado demasiado, y de lo mucho que pensado poco he hecho.
Sólo pienso que soy un pensamiento pensando en pensar ser realidad.
XXIV
Esperanza.
De tanta música que ese ser escuchó, se le averió algo más que el corazón; y la música no era la culpable, si no el motivo que le obligó a embriagarse con tal melodía que muchos recuerdos a de evocar.
Se levanta del sillón, y empieza a mirar fotografías que le indican que no todo fue en vano.
Esa fotografía que tan recóndita mantenía entre marcos de plata y oro que no brillaba, para no dar excusas sobre tal existencia que cada vez érase más imposible de alcanzar, y esa montaña tapaba todo de lo poco que dicha persona le daba.
Sale de tal habitación, y en su mirada se refleja un reloj, indicándole lo tarde que era, y cuanto tiempo había perdido derramando ríos de ilusiones que cada vez parecían perderse en un desierto sin agua ni remedio que apacigüe lo cálido que puede azotar el sol nuestros ojos húmedos y desilusionados.
Sale de todo lo que parecía su hogar, prosigue caminando para encontrar algo que hacer, y una mujer lo invita a hacer de ella recipiente en la que se vacíe toda la amargura que en tal cuerpo viril abundaba. Fue así como calló en un lecho que no le permitía disfrutar, sólo hacer del tiempo algo más que tristeza. Y entre tanto humo y vino se le desborda su ser de toda cordura: Agarra a aquella mujer (ya entregada para conseguir algo de dinero) y (como se dijo) vació en ella algo menos que amargura, desilusión y soledad; ella fue recipiente de toda rabia frustrada, siendo víctima de manos que parecían dueña de toda locura, pero mucha culpabilidad.
Sale de aquella habitación, y la intemperie lo guía hacia un lugar donde pueda olvidar todas las locuras que había cometido en aquella larga noche.
Pero el vino no sana, cura momentáneamente; y fue así como esas manos se dejaron llevar y destrozaron todo lo que le parecía recordarle a ella (el vino quizás le recuerda a ese dulce aroma que derramaba siempre al querer acercársele, sólo en alma, porque la presencia los separaba como al humano de la inteligencia, sólo creemos tenerla).
Creyéndose invicto de toda crítica, que le parecían despotricar su alma, se retira con cierto aliento a cigarro y vino en exceso.
Las veredas se levantaban para dejarlo tirado en el incierto en un piso que se vestía de lecho y permitía derramar cualquier pringue de sueño frustrado y amor platónico muerto por la oxidada armadura que se hacía desdeñar con el paso de las horas y el pasar del agua que derramaban algunas personas para despertar a aquel borracho que mucho parecía vomitar, pero sólo eran lagrimas las que él ha de derramar.
Ese piso que parecía manchar (porque seco no ha de estar) y el parecía escribir unos versos que su intención mucho ha de delatar. Cosas que sólo él parecía leer (y el narrador, que lo sabe todo):
Si intentas abrir tus ojos,
no encontrarás soledad.
Puede que el mundo sea rojo
y se llame vanidad.
Las flores no darán bienvenida,
pero el mudo hablará.
Ojos se cierran ante tal recibida.
Sólo el ciego mirará.
Sirenas nadan en el cielo;
buscan nube en que posar.
Barco, refugios de muchos anhelos.
Ángeles van a cazar.
Pretendía escribir algo más hasta que llegó alguien armado, parecía ser un policía, y con su voz imperiosa le ordena levantarse y que lo acompañe. Con la cabeza agachada se deja conducir (pues sus pies se traban como su lengua embriagada, borracha) y entra en un auto que mucho ha de decir, pero que él (en su estado) poco ha de descifrar.
…
Cinco años lleva encerrado aquel frustrado hombre, que más que su justo castigo ha de recordar (y lo que lo llevó a tal lugar), sólo puede pensar en aquella figura que en muchos años ha de recordar, adorar y amar.
Y llegó tal día (hermoso día de lluvia en aquel entonces),en el que aquel condenado (ya no lo era, y la "libertad" le decía que entraba al mundo de las tarjetas de crédito, peor la libertad después de cualquier cadena es indiscutible).
Justamente, luego de ser liberado y no tener rumbo (pero sí camino y sentido), pasó sobre aquel poema que él alguna vez creyó en el olvido. Fue así como se acercó, y ver tal cemento todavía vulnerable a cualquier pringue o roce (por lo húmedo que estaba, cinco años no le eran nada ni para el cemento mientras no se disfruta del tiempo), le agrega unas cuantas letras más al poema. Y con ello su arrepentimiento desborda cierto sentimiento que le obliga a derramar unas de esas lágrimas que tanto añoraba y pensaba que había olvidado para nunca volver a llorar. Ahora hallaba motivo por el escribir tales letras en aquel cemento que aun no se había secado. Estuvo esperándolo en busca de un título. Y él recuerda en que se llevó todo el tiempo dentro de esas malditas rejas. Blanco y negro, ese era su mundo que formaban el gris y la cárcel.
Su pasatiempo, código de más de una palabra, pero que fácilmente se desbordaba tal sentimiento sobre aquel cemento paciente.
Y dicho código era lengua y habla, y dicho título era "Esperanza".
Enviado por:
Wiseppi Peñazco de Araña
Santiago de Chile, 24 de septiembre 2007
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