98 1 Ahora juro ante vosotros, para los sabios y para los tontos, que tendréis extrañas experiencias sobre la tierra. 2 Porque vosotros los hombres os pondréis más adornos que una mujer y más ropas de colores que una muchacha. En la realeza, en la grandeza y en poder; en la plata, en el oro y en el púrpura; en el esplendor y en los manjares, ellos serán derramados como agua. 3 Porque carecerán de conocimiento y sabiduría y a causa de ello serán destruidos junto con sus propiedades, su gloria y su esplendor, con oprobio, mortandad y gran carestía, su espíritu será arrojado dentro de un horno ardiente. 4 Juro ante vosotros pecadores que así como una montaña no se convierte en un esclavo ni una colina se convierte en una sirvienta, así el pecado no ha sido enviado sobre la tierra sino que el hombre lo ha cometido y cae bajo una gran maldición quien lo comete. 5 La esterilidad no ha sido dada a la mujer sino que es por causa de la obra de sus manos por la que muere sin hijos. 6 Os juro a vosotros pecadores por el Santo y el Grande que todas vuestras malas acciones son manifiestas en los cielos y que ninguno de vuestros actos de opresión está oculto o secreto. 7 No penséis en vuestro espíritu ni digáis en vuestro corazón que no sabíais o no veíais que todo pecador es inscrito diariamente en el cielo ante la presencia del Más Alto. 8 Desde ahora sabéis que toda la opresión que ejercéis es registrada día a día hasta el día del juicio. 9 ¡Desgracia para vosotros insensatos porque seréis perdidos por vuestra necedad! No escuchasteis a los sabios y la buena suerte no será vuestra herencia. 10 Ahora sabéis que estáis preparados para el día de la destrucción, por eso no esperéis vivir vosotros, pecadores, sino apartarse y morir; porque vosotros no conoceréis redención, ya que estáis preparados para el día del gran juicio, día de la gran tribulación y de la gran vergüenza para vuestros espíritus. 11 ¡Desgracia para vosotros los de corazón espeso que forjáis la maldad y coméis sangre! ¿De dónde coméis tanto y tan bueno y bebéis y os hartáis si no es de todos los bienes que el Señor, el Más Alto ha puesto sobre la tierra? Vosotros no tendréis paz.
12 ¡Desgracia para vosotros que amáis la injusticia! ¿Por qué os prometisteis la felicidad? Sabed que seréis librados a las manos de los justos que os cortarán la cabeza y os matarán y no tendrán piedad de vosotros. 13 ¡Desgracia para vosotros que os complacéis por la tribulación de los justos, porque ninguna tumba será excavada para vosotros!. 14 ¡Desgracia para vosotros que tenéis en nada la palabra de los justos, porque no hay para vosotros esperanza de vida!
15 ¡Desgracia para vosotros que escribís mentiras y palabras impías! Porque escriben sus mentiras para que la gente pueda escucharlas y hagan mal a su prójimo; por eso ellos no tendrán paz sino que perecerán súbitamente.
98: 4 Mt 15:19; 98: 6 Lc 8:17, 12:2; 98: 7 Mt 25:44; 98: 11 Mt 10:34
99 1 ¡Desgracia para vosotros que actuáis con impiedad, alabáis la mentira y la ensalzáis: pereceréis y no habrá vida feliz para vosotros! 2 ¡Desgracia para quienes pervierten las palabras de verdad, trasgreden la ley eterna y se convierten en lo que no eran: sobre la tierra serán pisoteados! 3 En esos días, estad listos, oh justos, para elevar vuestras oraciones y ponerlas como testimonio ante los ángeles, para que ellos puedan recordar los pecados de los pecadores ante el Más Alto. 4 En esos días las naciones se agitarán y las familias de los pueblos se levantarán en el día de la destrucción. 5 En esos días los miserables saldrán y llevarán a sus hijos y los abandonarán y sus hijos perecerán; abandonarán hasta a sus niños de pecho, no volverán a ellos y no tendrán compasión de sus seres queridos. 6 De nuevo os juro pecadores que el pecado está maduro para el día del incesante derramamiento de sangre. 7 Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de oro, plata, madera o barro y los que adoran espíritus impuros o demonios y toda clase de ídolos sin discernimiento, a ellos ninguna ayuda les llegará. 8 Ellos caen en la impiedad por causa de la necedad de sus corazones, sus ojos están enceguecidos al temor de sus corazones y a la visión de sus sueños. 9 Por eso se vuelven impíos y temibles, porque han forjado con toda su obra un engaño y han adorado la piedra perecerán en un instante. 10 En cambio, en esos días bienaventurados quienes acepten las palabras de sabiduría y las entiendan, sigan los caminos del Más Alto, caminen por los senderos de su justicia y no se conviertan a la impiedad con los impíos; porque ellos serán salvados. 11 ¡Desgracia para vosotros que difundís la maldad entre vuestro prójimo, porque quedaréis muertos en la tumba! 12 ¡Desgracia para vosotros que usáis una medida de fraude y de trampa y que provocáis la amargura sobre la tierra, porque por eso seréis consumidos! 13 ¡Desgracia para vosotros que edificáis vuestra casa gracias al trabajo de los demás: todos los materiales de construcción son ladrillos y piedras de injusticia y os digo que no tendréis ni un momento de paz! 14 ¡Desgracia para aquellos que rechazan la mesura y la herencia eterna de sus padres y cuyas lamas siguen luego a los ídolos, porque ellos no tendrán descanso! 15 ¡Desgracia para aquellos que obran injusticia, colaboran con la opresión y asesinan a su prójimo, hasta el día del gran juicio!. 16 Porque Él echará por tierra vuestra gloria, causará dolor en vuestros corazones, suscitará su cólera y os destruirá a todos con la espada y todos los santos y los justos se acordarán de vuestros pecados.
99: 10 Jr 15:19; 99: 12 Lv 20:35-36; Dt 25:13-15; Pr 20:10; Am 8:5; Os 12:8; Mi 6:10; 99: 13 Pr 21:9 LXX
100 1 En esos días en un mismo lugar serán castigados juntos los padres y sus hijos, y los hermanos uno con otro caerán en la muerte hasta que corra un río con su sangre. 2 Porque un hombre no podrá impedir a su mano que asesine a su hijo y a su nieto, ni el pecador podrá impedir a su mano que asesine a su querido hermano, desde el amanecer hasta que el sol se oculte, ellos se degollarán entre sí. 3 El caballo avanzará hasta que su pecho se bañe en sangre y el carro hasta que su parte superior sea sumergida. 4 En esos días los ángeles descenderán en un sitio escondido, reunirán en solo lugar a todos los que han hecho llegar el pecado y en ese día del juicio el Más Alto se levantará para sentenciar el gran juicio en medio de los pecadores. 5 Para todos los justos y los santos Él designará Vigilantes de entre los santos ángeles, ellos les guardarán como a la niña de un ojo hasta que Él extermine toda maldad y todo pecado y si los justos duermen un sueño largo, no tendrán de qué preocuparse. 6 Entonces los hijos de la tierra observarán la sabiduría en seguridad y entenderán todas las palabras de este libro y reconocerán que la riqueza no puede salvarlos de la ruina de su pecado. 7 ¡Desgracia para vosotros si en el día de la terrible angustia atormentáis a los justos o los quemáis con fuego, pues seréis compensados de acuerdo con vuestras obras! 8 ¡Desgracia para vosotros duros de corazón que veláis para planificar la maldad, porque el terror se apoderará de vosotros y nadie os ayudará! 9 ¡Desgracia para vosotros pecadores por causa de las palabras de vuestra bocas y de las obras de tus manos, las cuales vuestra maldad ha forjado; en unas llamas ardientes peores que el fuego, os quemaréis! 10 Ahora, sabed que para Él, los ángeles del cielo investigarán vuestras acciones, desde el sol, la luna y las estrellas en referencia a vuestro pecado, porque sobre la tierra ya ejecutó el juicio sobre los justos;11 pero Él añadirá como testimonio contra vosotros toda nube, neblina, rocío o lluvia que estarán impedidos para descender sobre vosotros y pondrán atención a vuestros pecados.12 ¡Ahora dadle regalos a la lluvia a ver si no se niega a descender sobre vosotros! ¿Cuándo ha aceptado el rocío oro y la plata para descender?13 Cuando caigan sobre vosotros la escarcha y la nieve con sus escalofríos y todas las tormentas de nieve con sus calamidades, en esos días no podréis manteneros ante ellos.
100: 2 Ex 32:27-28; 100: 3 Ap 20:15
101 1 Hijos del cielo observad el cielo y toda la obra del Más Alto, temblad ante Él y no obréis el mal en su presencia. 2 Si el cierra las ventana del cielo e impide a la lluvia y al rocío caer sobre vosotros ¿qué haréis? 3 Si envía contra vosotros su cólera a causa de todas vuestras obras, no tendréis ocasión de suplicarle si pronunciáis contra su justicia palabra soberbias e insolentes y así no tendréis paz. 4 ¿No veis a los pilotos cuando son agitados sus navíos por las olas y sacudidos por los vientos y caen en peligro? 5 A causa de esto temen que todas sus magníficas propiedades se vayan al mar con ellos y hacen malos presagios: que el mar os devorará y perecerán allí. 6 Todo el mar, todas sus aguas y todos sus movimientos ¿no son acaso obra del Más Alto, no ha puesto Él su sello sobre toda su acción y no lo ha encadenado a la arena? 7 En su reprimenda está temblando, se seca y todos sus peces mueren, así como todo lo que contiene, pero vosotros pecadores que estáis sobre la tierra, no le teméis. 8 ¿Acaso no ha hecho Él el cielo y la tierra y todo lo que contienen? ¿Quién ha dado la ciencia y la sabiduría a todos los que se mueven en la tierra y en el mar? 9 Los pilotos de los navíos no le temen al mar y los pecadores no le temen al Más Alto.
102 1 En esos días si Él lanza sobre vosotros un fuego terrible ¿a dónde huiréis y cómo os salvaréis? Y si lanza su palabra sobre vosotros ¿no estaréis consternados y no temblaréis?
2 Todas las luminarias serán presas de un gran temor y la tierra entera estará aterrada, temblará y se alarmará. 3 Todos los ángeles ejecutarán sus órdenes y buscarán ocultarse a sí mismos de la presencia de la Gran Gloria; los hijos de la tierra temblarán y se estremecerán y vosotros pecadores seréis malditos para siempre y no tendréis paz. 4 No temáis vosotras, almas de los justos; tened esperanza vosotros que habéis muerto en la justicia. 5 No os entristezcáis si vuestra alma h descendido con dolor a la tumba y si a vuestro cuerpo no le ha ido en vida de acuerdo con vuestra bondad. En cambio, espera el día del juicio de los pecadores, el día de la maldición y el castigo . 6 Cuando morís, los pecadores dicen de vosotros: "Tal como nosotros estamos muertos, los justos están muertos, ¿qué provecho han sacado de sus obras? 7 "Al igual que nosotros ellos han muerto en la tristeza y en las tinieblas y ¿qué tienen de más que nosotros? Desde ahora somos iguales. 8 "¿Qué se llevarán y qué verán en la eternidad? Porque he aquí que ellos han muerto también y desde ahora no verán la luz". 9 Yo os digo: "A vosotros pecadores os basta comer y beber, robar, pecar, despojar a los hombres, adquirir riquezas y vivir felices días.
10 "¿Habéis visto el final de los justos? No se ha encontrado en ellos ninguna clase de violencia hasta su muerte. 11 "Sin embargo han muerto, ha sido como si no hubieran sido y sus vidas han bajado a la tumba en la aflicción.
102: 9 Is 22:15; 1Co 15:32
103 1 "Pero, ahora os juro a vosotros justos, por la gloria del Grande, del Glorioso, del Poderoso en dominio y por su grandeza: 2 "Conozco el misterio, lo he leído en las tablillas del cielo, he visto el libro de los santos y he encontrado escrito y registrado en ellos: 3 que todo bienestar, alegría y gloria están preparados para ellos y escritos para los que han muerto en la justicia; numerosos bienes os serán dados en recompensa de vuestros trabajos y vuestro destino será mejor que el de los vivos. 4 "Las almas de vosotros los que habéis muerto en la justicia vivirán y se alegrarán y vuestro espíritu y vuestra memoria no perecerán ante la presencia del Grande por todas las generaciones del mundo y desde ahí no temeréis la afrenta".
5 ¡Desgraciados vosotros que habéis muerto pecadores! Si morís en la riqueza de vuestros pecados, los que son como vosotros dicen: "Dichosos estos pecadores que han visto todos sus días, 6 y ahora han muerto en el placer y en las riquezas y no han visto en su vida la tribulación ni el asesinato, han muerto en la gloria y no se ha proferido juicio contra ellos en vida".7 Sabed que hará descender vuestras almas al seol, serán allí desgraciadas y su sufrimiento será grande 8 en las tinieblas, las cadenas y el fuego ardiente, allí en donde se ejecutará el gran castigo. ¡Desgraciados vosotros porque no tendréis paz! 9 No digáis al observar a los justos y buenos que están con vida: "Durante su vida han trabajado laboriosamente y experimentado mucho sufrimiento, han conocido muchos males, han sido consumidos, disminuidos y su espíritu humillado. 10 "Han sido destruidos y no han encontrado a nadie que los ayude ni con una palabra, han sido torturados y no esperan ver la vida al día siguiente. 11 "Esperaban ser la cabeza pero son la cola. han sufrido trabajando pero no disponen del fruto de su trabajo; son alimento de los pecadores y los malvado han descargado su yugo sobre ellos. 12 "Les han dominado los que los odian y los que los agreden. Ante quines los odian han bajado la cabeza y ellos no han tenido piedad. 13 "Han intentado alejarse de ellos para escapar y descansar pero no han encontrado a dónde huir ni cómo escapar de ellos. 14 "Se han quejado ante los gobernantes por su tribulación y han gritado contra quienes los devoran, pero sus gritos no han sido atendidos ni escucharían su voz, 15 porque los gobernantes ayudan a los que los despojan y devoran, a los que han reducido su número; encubren la opresión; no retiran el yugo de los que los devoran, desplazan y matan; ocultan su violencia y no recuerdan que han levantado su mano contra Él".
103: 3 Is 42:20, 64:3; Jr 3:16; 1Co 2:9
104 1 Os lo juro, en el cielo los ángeles se acuerdan de vosotros para bien, en presencia de la Gloria del Grande. 2 Esperad, aunque primero habéis sido afligidos con la desgracia y el sufrimiento, ahora brillaréis como las luminarias del cielo. Apareceréis y brillaréis y la puerta del cielo se abrirá ante vosotros. 3 Con vuestro grito, gritad por justicia y ella aparecerá para vosotros, porque toda vuestra tribulación será visitada en los gobernantes y en todos los que han ayudado a quienes os despojan. 4 Esperad y no renunciéis a vuestra esperanza porque disfrutaréis de una gran alegría, como los ángeles en el cielo. 5 ¿Qué debéis hacer? No tendréis que esconderos el día del gran juicio, no seréis tomados por pecadores, el juicio eterno caerá lejos de vosotros para todas las generaciones del mundo. 6 Ahora no temáis, oh justos, cuando veáis a los pecadores crecer en fuerza y prosperidad en sus caminos ni os asociéis con ellos sino manteneos alejados de su violencia, porque vosotros seréis socios de las huestes de los cielos.
7 Aunque vosotros pecadores digáis: "Ninguno de nuestros pecados debe ser investigado ni registrado", sin embargo vuestros pecados son anotados todos los días.8 Ahora os muestro que la luz y las tinieblas, el día y la noche vienen sobre vosotros. 9 No seáis impíos en vuestros corazones, no mintáis ni alteréis la palabra de la verdad, no acuséis de mentirosa a la palabra del Santo y del Grande, no toméis en cuenta a vuestros ídolos porque todas vuestras mentiras e impiedades no os serán imputadas como justicia sino como un gran pecado. 10 Ahora sé este misterio: los pecadores alterarán y desnaturalizarán en muchas formas la palabra de verdad y proferirán palabras inicuas, mentirán e inventarán grandes falsedades y escribirán libros sobre sus palabras. 11 Sin embargo si ellos escriben verdaderamente toda mi palabra en sus idiomas y si no alteran ni abrevian mis palabras, sino que escriben todo según la verdad, todo eso lo testificaré de primero en favor de ellos. 12 Sé otro misterio: las escrituras serán dadas a los justos y a los sabios para comunicar alegría, rectitud y mucha sabiduría. 13 Las escrituras les serán dadas, ellos creerán y se regocijarán en ellas; se alegrarán todos los justos al aprender de ellas todos los caminos de justicia.
104: 2 Mt 5:5-12; 104: 8 Jn 3:20; Ef 5:13; 104: 11 Fp 1:18
105 1 En esos días el Señor les designó entre los hijos de la tierra para leerlas y para darles testimonio sobre su sabiduría, diciéndoles: "Enseñádselo, porque seréis sus guías y recibiréis las recompensas; entre todos los hijos de la tierra vosotros tendréis toda recompensa.
2 ¡Alegraos pues, hijos de la justicia, tendréis paz! Amen
Fragmento del Libro de Noé
106 1 Pasado un tiempo tomé yo, Enoc, una mujer para Matusalén mi hijo y ella le parió un hijo a quien puso por nombre Lamec diciendo: "Ciertamente ha sido humillada la justicia hasta este día". Cuando llegó a la madurez tomó Matusalén para él una mujer y ella quedó embarazada de él y le dio a luz un hijo. 2 Cuando el niño nació su carne era más blanca que la nieve mas roja que la rosa, su pelo era blanco como la lana pura, espeso y brillante. Cuando abrió los ojos iluminó toda la casa como el sol y toda la casa estuvo resplandeciente. 3 Entonces el niño se levantó de las manos de la partera, abrió la boca y le habló al Señor de justicia.
4 El temor se apoderó de su padre Lamec y huyó y fue hasta donde su padre Matusalén.
5 Le dijo: "He puesto en el mundo un hijo diferente, no es como los hombres sino que parece un hijo de los ángeles del cielo, su naturaleza es diferente, no es como nosotros; sus ojos son como los rayos del sol y su rostro es esplendoroso. 6 "Me parece que no fue engendrado por mí sino por los ángeles y temo que se realice un prodigio durante su vida. 7 "Ahora, padre mío, te suplico y te imploro que vayas a lado de Enoc nuestro padre y conozcas con él la verdad, ya que su residencia está con los ángeles". 8 Así pues cuando Matusalén hubo oído las palabras de su hijo, vino havia mí en los confines de la tierra, porque se había enterado que yo estaba allí; gritó y oí su voz; fui a él y le dije: "Heme aquí hijo mío ¿por qué has venido hacia mí?". 9 Me dijo: "He venido hacia ti debido a una gran inquietud y a causa de una visión a la que me he acercado.
10 Ahora escúchame padre mío, le ha nacido un hijo a mi hijo Lamec, que no se parece a él, su naturaleza no es como la naturaleza humana, su color es más blanco que la nieve y más rojo que la rosa, los cabellos de su cabeza son más blancos que la lana blanca, sus ojos son como los rayos del sol y al abrirse han iluminado toda la casa. 11 "Se ha levantado de las manos de la partera, ha abierto la boca y ha bendecido al Señor del cielo. 12 "Su padre Lamec ha sido presa del temor y ha huido hacia mí, no cree que sea suyo sino de los ángeles del cielo y heme aquí que he venido hacia ti para que me des a conocer la verdad". 13 Entonces yo Enoc, le respondí diciendo: "Ciertamente restaurará el Señor su ley sobre la tierra, según vi y te conté, hijo mío. En los días de Yared, mi padre, transgredieron la palabra del Señor. 14 "He aquí que pecaron, transgredieron la ley del Señor, la cambiaron para ir con mujeres y pecar con ellas; desposaron a algunas de ellas, que dieron a luz criaturas no semejantes a los espíritus, sino carnales. 15 "Habrá por eso gran cólera y diluvio sobre la tierra y se hará gran destrucción durante un año. 16 "Pero ese niño que os ha nacido y sus tres hijos, serán salvados cuando mueran los que hay sobre la tierra. 17 "Entonces descansará la tierra y será purificada de la gran corrupción. 18 "Ahora di a Lamec: 'él es tu hijo en verdad y sin mentiras, es tuyo este niño que ha nacido'; que le llame Noé porque será vuestro descanso cuando descanséis en él y será vuestra salvación, porque serán salvados él y sus hijos de la corrupción de la tierra, causada por todos los pecadores y por los impíos de la tierra, que habrá en sus días. 19 "A continuación habrá una injusticia aun mayor que esta que se habrá consumado en sus días. Pues yo conozco los misterios del Señor, que los santos me han contado y me han revelado y que leí en las tablas del cielo.
106: 1 Gn 5:25,28; 106: 18 Gn 5:29
107 1 "Yo vi escrito en ellas que generación tras generación obrará el mal de este modo, y habrá maldad hasta que se levanten generaciones de justicia, la impiedad y la maldad terminen y la violencia desaparezca de la tierra y hasta que el bien venga a la tierra sobre ellos. 2 "Ahora, ve Lamec, tú hijo, y dile que este niño es, de verdad y sin mentiras, su hijo". 3 Y cuando Matusalén hubo escuchado la palabra de su padre Enoc, que le había revelado todas las cosas secretas, él regresó y la hizo conocer y le dio a este niño el nombre de Noé, pues él debía consolar la tierra de toda la destrucción.
108 1 [Otro libro que escribió Enoc para su hijo Matusalén y para aquellos que vendrán después de él y guardarán la ley en los últimos días. 2 Vosotros habéis obrado bien, esperad estos días hasta que el final sea consumado para los que obran mal y hasta que sea consumido el poder de los pecadores. 3 Esperad porque verdaderamente el pecado pasará y el nombre de los pecadores será borrado del libro de la vida y del libro de los santos; y su semilla será destruida para siempre, sus espíritus serán muertos, se lamentarán en un desierto caótico y arderán en el fuego porque allí no habrá tierra. 4 Observé allí una nube que no se veía bien porque a causa de su profundidad no podía mirar por encima; vi una llama de fuego ardiendo resplandecer y como montañas brillantes que daban vueltas y se arrastraban de un lado para otro.5 Le pregunté a uno de los ángeles santos, que iba conmigo, y le dije: "¿Qué es ese objeto brillante?" Porque no es el cielo sino solamente una llama brillante que arde y un estruendo de gritos, llantos, lamentos y gran sufrimiento. 6 Me dijo: " A este lugar que ves allí son arrojadas las almas de los pecadores, de los impíos, de los que obran mal y de todos aquellos que alteren lo que el Señor ha dicho por boca de los profetas, lo que será. 7 Porque algunas de estas cosas están escritas en libros y otras grabadas en lo alto del cielo para que los ángeles y los santos las lean y sepan lo que ocurrirá a los pecadores, a los espíritus humildes, a quienes han afligido sus cuerpos y han sido recompensados por Dios y a quienes han sido ultrajados por los malvados; 8 a quienes han amado a Dios y no han amado el oro ni la plata ni ninguna de las riquezas de este mundo y sus cuerpos han sido torturados; 9 a quienes después de existir no han deseado alimento terrestre, son mirados como una brisa que pasa y viven de acuerdo con ello y el Señor ha probado sus almas y las ha encontrado puras para bendecir su nombre. 10 He expuesto en los libros toda su bendición: Él les ha recompensado pues ha sido hallado que aman más al cielo que al solo de este mundo y mientras eran pisoteadas por los malvados y oían las ofensas y maldiciones y eran ultrajadas, ellas me bendecían. 11 Ahora apelaré a los espíritus de los buenos entes las generaciones de luz y transformaré a quienes han nacido en tinieblas y no han recibido en su cuerpo honor y gloria ni recompensa como convenía a su fe. 12 Exhibiré en una luz resplandeciente a quienes han amado mi nombre santo y los haré sentar en un trono.
13 Brillarán por tiempos innumerables, pues el juicio de Dios es justo y Él restaurará la fidelidad de los fieles en la morada de los caminos de la verdad. 14 Ellos verán arrojar en las tinieblas a quienes han vivido en las tinieblas, mientras que los justos brillarán. 15 Los pecadores gritaran fuerte y los verán brillar a ellos, que verdaderamente saldrán los días y tiempos que están prescritos para ellos.]
108: 8 Mt 6:24; Lc 16:13; 108: 8 4Es 2:35
Bibliografía
Díez Macho, Apócrifos del AntiguoTestamento, 1982, tomo(s) I, pp, 227-250, y todo el tomo(s) IV; M. Delcor, Mito y tradición en la literatura apocalíptica, 1977, página(s) 82-110, 127-138.
R. H. Charles, The Book of Enoch, 1912; P. Grelot, Recherches de Science Religieuse 46, 1958, página(s) 5-26, 181-210; J. T. Milik, The Books of Enoch: Aramaic Fragments from QumraÆm Cave 4, 1976.
R.J.B.R.J.B. R. J. Bauckham, M.A., Ph.D., Profesor de Historia del Pensamiento Cristiano, Universidad de Manchester, Inglaterra.
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Autor:
Editado: Francis A. Mota
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Procedencia: http://www.bibliotecapleyades.net/
Editorial: Publicado en internet
Última Revisión: 28 de noviembre de 2011.
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