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Actividades recreativas para la incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo. Marco teórico conceptual
  4. Diseño metodológico
  5. Análisis e interpretación de los resultados
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Bibliografía
  9. Anexos

RESUMEN

Todos tenemos la preocupación de cómo seremos cuando llegue la vejez o si llegaremos a ella y más que esta preocupación debiéramos preguntarnos ¿qué hacer para llegar a una vejez sana y mucho más placentera? o ¿cómo podemos evitar una vejez llena de dolores e infelicidades; si pensáramos así podríamos encontrar las respuestas adecuadas en las prácticas sistemáticas en las actividades físicas, la eliminación del hábito de fumar y la regulación de nuestras costumbres alimentarias, ello contribuiría a que esa tercera edad representara en todos, una etapa normal de la vida sin los contratiempos actuales. Nuestro trabajo está encaminado a presentar actividades recreativas para incorporar al Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos en el Sector Orinoco. Los sujetos seleccionados pertenecen a la población no incorporada a los Círculos de Abuelos que fueron escogidos por el método al azar como muestra aleatoria, utilizamos técnicas investigativas como son: encuestas y entrevistas a profesores, Metodólogos y la población adulta. Los resultados obtenidos nos dieron la posibilidad de elaborar las actividades recreativas con el fin de incorporarlos a los Círculos de Abuelos de nuestro Sector.

INTRODUCCIÓN

Como es sabido, por todo nuestro pueblo, se viene realizando un intenso trabajo para ofrecer una mejor atención a nuestra población en la eliminación de enfermedades, ayudando de esta forma a una salud más eficiente.

Un factor que ha influido de forma relevante en el aumento de la expectativa de vida y su calidad en la población es la actividad física sistemática y bien dirigida, educando y desarrollando así la voluntad y las capacidades físicas; donde ejercen un importante papel en la personalidad y el mejoramiento de su organismo. Es notable destacar el avance de la Cultura Física con el fin de desarrollar la salud de los ciudadanos.

El envejecimiento del organismo humano además de constituir una etapa normal e irreversible de la vida, es una forma muy especial del movimiento de la materia. Es un complejo y variado proceso que depende no solamente de causas biológicas, sino también de condiciones socioeconómicas en las cuales se desarrolla el individuo como ser social.

La llamada tercera edad es un hecho inevitable y en nuestro país cada día se hace más segura la misma, pues se lucha de forma continua por aumentar el nivel de vida y como consecuencia la esperanza de ésta.

Todos tenemos la preocupación de cómo seremos cuando llegue la vejez o si llegaremos a ella podríamos encontrar las respuestas adecuada en las prácticas sistemáticas en las actividades físicas, la eliminación del hábito de fumar y la regulación de nuestras costumbres alimentarias, todo ello contribuiría a que esa tercera edad representara en todos, una etapa normal de la vida sin los contratiempos actuales.

En los seres humanos el tiempo va creando un sin número de problemas, encontrándonos al final con la vejez. La mejora del rendimiento del organismo significa también que se estará menos propenso a sufrir enfermedades y al deterioro orgánico; por lo tanto, una vida sana y activa se alarga y los síntomas de envejecimiento se retrasan, fisiológicamente, todos los sistemas del cuerpo se benefician con el ejercicio regular.

Dependiendo del grado de esfuerzo y del tipo de ejercicio realizado, los músculos aumentarán en tamaño, fuerza, dureza, resistencia y flexibilidad, también mejorarán los reflejos y la coordinación.

El ejercicio regular reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, incrementa la fuerza, la resistencia y la eficacia del corazón. El músculo cardíaco de una persona preparada físicamente es más eficaz y por tanto, menos propenso a la fatiga y a la tensión.

Con la práctica de ejercicio el sistema cardiovascular incrementa su capacidad de transporte, el deporte quema el exceso de grasa en el cuerpo y controla los depósitos de grasa en las arterias reduciendo así el riesgo de trombosis. También aumenta el rendimiento del sistema respiratorio, la capacidad vital de los pulmones (la cantidad de aire inhalado de una vez) y la ventilación (la cantidad de aire inhalado en un período determinado), también se incrementan la eficacia del intercambio de gases.

El sistema nervioso también se beneficia ya que aumenta su coordinación y responde mejor a los estímulos. En algunas personas, la rapidez de reacción y la ausencia de tensión están relacionadas con una buena forma física, sobre todo si ésta se consigue por medio de ejercicios rítmicos o juegos deportivos competitivos

La práctica de actividad física es una de las prioridades en salud pública como forma de prevención de enfermedades crónico degenerativas especialmente en el adulto mayor.

En primer lugar, porque el ejercicio físico es un pilar básico en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y, en segundo lugar, porque juega un papel fundamental en la prevención y el tratamiento del declive en la capacidad funcional, que se suele comenzar a manifestar de modo muy significativo a estas edades.

Por eso la prolongación de vida y la capacidad de trabajo de la persona de edad media y madura es uno de los problemas sociales más importantes que corresponde fundamentalmente a los trabajadores de la Cultura Física y el Deporte en la lucha por la salud y la longevidad.

La aplicación de los ejercicios físicos resulta de gran provecho no sólo con vistas al fortalecimiento de la salud de las personas, sino también como un medio de prevención contra el envejecimiento prematuro del organismo.

La problemática social del anciano y su familia ha encontrado un modo de solución posible con la creación de los Círculos de Abuelos, donde se ha alcanzado logros importantes en el mejoramiento de la salud, incorporándolo a la práctica de ejercicios físicos, lo que ha reducido la obesidad y el sedentarismo, se redujo el hábito de fumar y el exceso de medicamentos y lo que es más, se ha logrado que el anciano se sienta útil de nuevo y que se incorpore a las actividades sociales en el grupo a que pertenece.

SITUACIÓN PROBLÉMICA

Después de valorar las visitas realizadas sistemáticamente a los Círculos de Abuelos en el Sector Orinoco pudimos apreciar la baja incorporación del Adulto Mayor a esta actividad.

PROBLEMA

¿Cómo lograr la incorporación del Adulto Mayor a las actividades de los Círculos de Abuelos en el Sector Orinoco?

OBJETO DE ESTUDIO: Proceso de incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos.

CAMPO DE ACCIÓN: Actividades recreativas para la incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos.

OBJETIVO GENERAL

Elaborar actividades recreativas para la incorporación del al Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos.

PREGUNTAS CIENTÍFICAS

  • 1. ¿Qué referentes teóricos sustentan la investigación?

  • 2. ¿Qué características psicológicas y fisiológicas se presentan en el Adulto Mayor?

  • 3. ¿Cuál es el estado actual de la incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos?

  • 4. ¿Qué actividades recreativas diseñar para lograr la incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos?

TAREAS INVESTIGATIVAS

  • 1. Referentes teóricos para el sustento de la investigación.

  • 2. Caracterización psicológica y fisiológica que se presentan en el Adulto Mayor.

  • 3. Estado actual sobre la incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos.

  • 4. Elaboración de actividades recreativas para la incorporación del Adulto Mayor a los Círculos de Abuelos.

I. DESARROLLO. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

1.1 EL ADULTO MAYOR COMO COMPONENTE DE LA SOCIEDAD

Sobre el adulto mayor y los factores relacionados con este período de la vida, se escribe desde diferentes perspectivas y con más amplitud en los últimos años. Esto obedece fundamentalmente a la preocupación cada vez más creciente en las sociedades contemporáneas de las personas mayores de 60 años que representan el grupo de edad que más rápidamente crece en el mundo.

El denominado adulto mayor es portador de regularidades propias de una etapa del desarrollo humano, así como de una serie de limitaciones en gran medida provenientes de prejuicios que le ha depositado la cultura.

Numerosos autores (Tolstij, A(.1989) establecen analogías directas entre la infancia y la ancianidad planteando que ambas edades se caracterizan por la despreocupación espiritual, la cólera, la tendencia al llanto, a la risa, la charlatanería, el equilibrio precario, el andar inseguro, la ausencia de impulsos sexuales, la enuresis.

En el pasado se interpretaba la ancianidad como sinónimo de enfermedad, debilidad, pérdida de la capacidad de trabajar, asociada a teorías involucionistas (Orosa. T2001) Sin embargo, hoy el hombre de mayor edad se ha convertido en una figura importante en el orden social, donde muchos especialistas lo ubican en una etapa conflictiva no sólo para el que la vive, sino además para los profesionales que se dedican a la misma como son: médicos, psicólogos, asistentes sociales, así como para los familiares, amigos y vecinos.

Los principales beneficios evidenciados científicamente son: control del peso corporal, disminución de la grasa corporal, aumento de la masa muscular, fuerza muscular, flexibilidad y densidad ósea, aumento del volumen sistólico, ventilación pulmonar, consumo máximo de oxígeno, disminución de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial y mejora del perfil de lípidos.

Existe también mejora del auto concepto, autoestima, imagen corporal y disminución del stress, ansiedad, insomnio, consumo de medicamentos y mejora de las funciones cognitivas y de la socialización. En esta etapa de la vida están indicadas de preferencias las actividades aeróbicas de bajo impacto, como caminar, nadar, bailar, la hidrogimnasia o bicicleta. En la actualidad, se reconoce universalmente la importancia que tiene el ejercicio físico controlado y practicado de manera regular en la población general y en particular en la mayor de 60 años.

En primer lugar, porque el ejercicio físico es un pilar básico en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y, en segundo lugar, porque juega un papel fundamental en la prevención y el tratamiento del declive en la capacidad funcional, que se suele comenzar a manifestar de modo muy significativo a estas edades.

A ella, debemos unir el aporte de la experiencia cubana en el campo de la Salud Pública y su vínculo con la Cultura Física a fin de brindar en este aspecto, la máxima dedicación por elevar a planos significativos el papel del ejercicio físico en la sociedad.

Son muchos los autores como Foster W., (1995); Fujita F., (1995), los que estudian el problema de la involución por la edad que han observado los cambios relacionados con el envejecimiento que se produce en los órganos y tejidos más disímiles del organismo humano.

Sin embargo, el envejecimiento no es solamente la pérdida de las funciones, ya que al mismo tiempo en el organismo se desarrollan mecanismos compensatorios que se oponen a este fenómeno.

Por la importancia que reviste en el mundo actual, el tratamiento a estas personas, es que decidimos hacer un trabajo relacionado con el adulto mayor y la utilización de actividades recreativas que propicien un centro de placer.

La caracterización del adulto mayor por la Psicología Evolutiva constituye un reto en la actualidad, ya que regularmente la mayoría de los investigadores de esta rama en la Psicología no continúan el estudio y caracterización del desarrollo psíquico después de la edad juvenil, pues ello requiere de grandes esfuerzos teóricos que permitan abordar la adultez y en particular al adulto mayor desde una posición auténticamente derivada del desarrollo humano.

Este período de la vida, ha sido más abordado por lo general, de forma aislada o como fase de involución y no como una verdadera etapa del desarrollo humano cuya significación social adquiere cada vez mayor relevancia dada la tendencia mundial a un proceso de envejecimiento de la población. [1]

La llamada tercera edad requiere de un trabajo de orientación que permita asumirla con mejor calidad de vida en sus relaciones sociales, familiares y de desarrollo individual. Para realizar algún tipo de intervención en la vejez, es necesario tener en cuenta las particularidades psicológicas de la etapa, su situación social de desarrollo.

Existen algunas características descritas por autores como Salvarezza. L (1998) como: rigidez, cautela, pasividad, excesiva preocupación por sí mismo en cuanto a la salud, el alimento y la seguridad.

Además hace alusión a la aparición de conflictos por prejuicios sociales sobre la vejez que, cuando no existe una preparación para el cambio de vida después de la jubilación, puede existir agresión a la autoestima.

Este autor refiere además, que la vejez es un tema conflictivo, no sólo para el que la vive en sí mismo, sino también para aquellos que sin ser viejos aun, diariamente la enfrentan desde sus roles profesionales.

En investigaciones de Macclanahan. (1971) se demostró, que al influir sobre las expectativas de comportamiento del medio, y al convencer al personal que rodea al anciano que la vejez no implica incondicionalmente pasividad y falta de participación en actividades, se podrán comprobar asombrosas manifestaciones en el comportamiento de los ancianos. Es decir, las medidas de intervención han de aplicarse primero, al entorno social de la persona de edad. (médico, personal auxiliar, y familia).

Además, según Loew y Silverstone (1973) la estimulación, y la aplicación de entrenamiento en aptitudes físicas y mentales, así como la mayor frecuencia de los contactos sociales o de la actividad social, pueden frenar el proceso de deterioro de la vejez, teniendo en cuenta las particularidades individuales del sujeto así como las particularidades específicas del entorno en que se desenvuelven.

Estos autores al hacer alusión a sus investigaciones plantean que en sus estudios han encontrado que no existen grandes diferencias entre el resultado del rendimiento laboral entre los jóvenes y los viejos.

Por su parte Guillén, F y otros (1993) destacan la gran preocupación y creciente sensibilidad por las personas mayores que se manifiesta en el desarrollo cada vez más generalizado en diferentes países, de acciones encaminadas a lograr la integración y bienestar en esta edad y proponen desde una perspectiva globalizadora, un amplio plan de intervención en el que se contempla el apoyo de las instituciones sociales.

En nuestro país la investigación de la tercera edad se encuentra dirigida por el centro Iberoamericano de la III Edad (CITED) en el Hospital Calixto García, Ciudad Habana.

Este centro ha sido promotor de estudios, de formación de recursos humanos a favor de la política más general de atención a los ancianos. El Ministerio de Salud Pública incluye la atención a los mayores mediante los círculos de abuelos en coordinación con el INDER.

En la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana está creada la cátedra Universitaria del Adulto Mayor así como la Universidad del Adulto Mayor. (Orosa, T 2001).

1.2 EL ENVEJECIMIENTO

El envejecimiento del organismo humano además de constituir una etapa normal e irreversible de la vida, es una forma muy especial del movimiento de la materia. Es un complejo y variado proceso que depende no solamente de causas biológicas, sino también de condiciones socioeconómicas en las cuales se desarrolla el individuo como ser social.

Actualmente en la sociedad se invierten innumerables recursos financieros destinados para la conservación de un adecuado estado de salud de la población en general, sin embargo, pensamos que el nivel de salud que alcance cualquier población no está determinado por el número de medios y centros asistenciales con que la misma pueda contar, sino por la cantidad de personas que necesitan regularmente de estos. De tal forma, el estado de salud poblacional constituye además un problema económico importante para el desarrollo de toda sociedad.

Por otra parte, independientemente de los adelantos y descubrimientos científicos, la medicina moderna no cuenta con todos los recursos necesarios para el rejuvenecimiento o la prolongación de la vida del hombre. Es por esta razón, que junto a la correcta relación de trabajo y descanso, los hábitos de alimentación, régimen de vida y la eliminación de todo tipo de exceso y costumbres en el consumo de tabaco, alcohol y otros, en la lucha por la salud, desempeñan una importante función los ejercicios físicos correctamente dosificados.

Con la llegada de la edad madura en el organismo humano diferentes cambios y fenómenos de carácter biológico que pueden conducir incluso a variaciones patológicas en los diferentes aparatos y sistemas que ya se manifiestan a partir del período de edades comprendidas entre 35 y 40 años; en un inicio hacen su aparición de forma poco significativa.

Las transformaciones socioeconómicas en nuestro país dirigidas al fortalecimiento de la salud y al incremento de la duración de vida del hombre cubano, brinda actualmente nuevos frutos positivos alcanzados un promedio de vida de 74 años.

El estado cubano decreta el derecho a los trabajadores de 55 a 60 años a retirarse, sin embargo el hombre a ésta edad no se siente viejo, por el contrario con mucha frecuencia él trata de aumentar su actividad motora mediante ejercicios físicos (a través del círculo de abuelos).

Por eso la prolongación de vida y la capacidad de trabajo de la persona de edad media y madura es uno de los problemas sociales más importantes que corresponde fundamentalmente a los trabajadores de la Cultura Física y el Deporte en la lucha por la salud y la longevidad.

El ritmo del envejecimiento varía según los individuos, es un proceso individual que cambia con los pueblos y las diferencias sociales. Por ende, el envejecimiento es un proceso complejo y variado que depende no sólo de causas biológicas, sino también de las condiciones sociales de vida y una

serie de factores de carácter material, ambiental. Por eso, es rasgo característico de la sociedad socialista la lucha por la longevidad, por la conservación de la salud y la capacidad de trabajo.

El envejecimiento diferenciado. Existe en ciertos sujetos que parecen representar más o menos envejecimiento del que indica su edad y se reemplaza la edad cronológica con la edad biológica, esto expresa mejor capacidad de resistencia del organismo. Muchas personas son biológicamente más viejas y representan menos edad.

El sujeto que practica ejercicio físico de forma sistemática, es difícil fijarle una edad concreta y esto se debe al rejuvenecimiento biológico funcional. Podemos afirmar que el envejecimiento no se produce de la misma manera en todos los órganos del mismo sujeto y así como, en los distintos sujetos.

Los cambios que se observan en la edad media y madura se manifiesta ante todo en la disminución de los procesos metabólicos, la reducción d la capacidad funcional de todos los órganos y sistemas, el decrecimiento de las glándulas de secreción interna y las distintas variaciones en el aparato osteomuscular.

1. Un fenómeno irreversible que incluye cambios estructurales y funcionales.

2. Común a todas las especies.

3. Es un proceso que comienza en el momento de la concepción después de alcanzar la madurez reproductora.

4. Resultado de una disminución de la capacidad de adaptación.

5. El aumento de las probabilidades de muerte según pasa el tiempo, como consecuencia final del proceso.

En la edad adulta se comienza a sufrir el deterioro orgánico de la evolución. En éste momento de vida se detiene la madurez de las funciones orgánicas, pero a partir de ahí comienza un período involuntario del que nadie puede escapar.

En la edad de 30-35 años comienza el descenso progresivo del metabolismo; éste alcanza del 7 al 40% a los 45-60 años y para los centenarios representa el 50-55% de los valores iniciales. Son frecuentes en ésta edad las manifestaciones patológicas en el aparato cardiovascular, el sistema respiratorio, en músculos, las articulaciones y las alteraciones en el metabolismo.

La medicina moderna no cuenta con medicamentos para el rejuvenecimiento que prolongue la vida del hombre. La vejez es una etapa irreversible de la vida, un nivel determinado de una forma especial de movimiento de la materia y todo arte de prolongación de la vida consiste en no reducirla debido a una forma de vida incorrecta y prolongar la vida del organismo por medio de amplias transformaciones sociales y medidas sanitarias.

1.3 FUNDAMENTOS FISIOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS EN EL ADULTO MAYOR.

La Psicología del Desarrollo teniendo como base la Escuela Histórico Cultural de L.S Vigostky, analiza esta edad bajo una perspectiva desarrolladora que distingue a esta etapa de la vida y caracteriza las estructuras psicológicas nuevas en que el papel del "otro" resulta fundamental para el logro de tales neoformaciones. (Orosa.T. 2001)

En la sociedad cubana actual se realiza grandes esfuerzos orientados al

bienestar social de este adulto, no sólo en el aspecto material, sino en su participación activa en la sociedad, de acuerdo a sus posibilidades objetivas. El gobierno además, toma medidas para que las personas en edad de jubilación que deseen seguir trabajando lo puedan hacer.

En tal proyecto se desarrolla un plan de acción educativa que contribuye a enriquecer la vida social, espiritual y el autocuidado del adulto mayor, el cual se traduce en favorecer una imagen positiva y sana del proceso de envejecimiento humano, preparando a la familia, especialmente a las nuevas generaciones para garantizar una comunicación y convivencia armónica con el adulto mayor, fortaleciendo y desarrollando al mismo tiempo los círculos de abuelos en la comunidad.

De manera general puede plantear que la estructura psíquica de las personas de la 3ra edad es relativamente estable y conserva sus principales características durante el período evolutivo dado, el cual constituye una etapa muy particular de la vida y que la reestructuración evolutiva que se produce en ella no es únicamente un retroceso, aunque sí se produce neoformaciones importantes. Tolstij, A (.1989), (Orosa.T 2001).

En el área cognitiva puede aparecer una disminución de la actividad intelectual y de la memoria (olvido de rutinas, reiteraciones de historias) y un deterioro de la agudeza perceptual. En el área motivacional puede producirse un menoscabo del interés por el mundo externo acerca de lo novedoso, reduciéndose el número de interés, donde en ocasiones no les gusta nada y se muestran gruñones y regañones quejándose constantemente. Aparece una tendencia a mostrar un elevado interés por las vivencias del pasado y por la revaloración de ese pasado.

Por otra parte, aumenta su interés por el cuerpo en lo relacionado con las distintas sensaciones desagradables típicas de la vejez, apareciendo rasgos de hipocondría asociados a una incertidumbre en el futuro.

En el área afectiva puede producirse un descenso en el estado de ánimo general, predominando los componentes depresivos y diferentes temores ante la soledad, la indefensión, el empobrecimiento y la muerte. Decae el sentimiento de satisfacción consigo mismo y la capacidad de alegrarse.

En el área volitiva se debilita el control sobre las propias reacciones y puede manifestarse la inseguridad.

En la conducta motriz se hace perceptible una disminución paulatina de las posibilidades de movimiento y de las capacidades motrices. La atrofia evidente de la actividad motora es un rasgo esencial del envejecimiento. El cuadro cinético dinámico presenta determinados signos que lo diferencian perfectamente de los períodos anteriores del desarrollo motor.

El envejecimiento de los órganos y tejidos aminora la fuerza muscular, la movilidad de las articulaciones, la elasticidad de todos los tejidos, así como las potencialidades reactivas y de inhibición de los procesos nerviosos.

El afán de movimiento va reduciéndose cada vez más, mermando la rapidez, la dirección y la sucesión de los mismos, haciéndose más lentos pues decrece la capacidad de captar con rapidez una situación y de conducir una respuesta motriz inmediata, descendiendo también la habilidad de cambiar movimientos, apareciendo las pausas y las alteraciones del equilibrio, el ritmo, la fluidez, las reacciones de anticipación y predominando los movimientos aislados de las diferentes extremidades. La reducción de las facultades motrices explica con suficiencia la frecuente inseguridad de movimiento y la necesidad de ayuda al adulto mayor.

El fenómeno de la senilidad motriz es en definitiva un hecho inevitable, pero puede ser atenuado si el ejercicio físico y el deporte no se abandonan en este período, para así aplazar en gran medida el deterioro de las facultades motrices.

En sentido general, es justo apuntar que los rasgos de la personalidad del adulto mayor se caracterizan por una tendencia disminuida de la autoestima, las capacidades físicas, mentales, estéticas y de rol social.

No obstante existen adultos mayores, que conscientes del proceso de su envejecimiento, poseen una adecuada autovaloración de sus características y posibilidades reales y se dispone a asumir activamente su rol. [2]

Fritz Giese destaca además, como nuevas formaciones psicológicas de esta edad, el papel de la sabiduría y la experiencia en estos sujetos, las cuales constituyen un privilegio de las personas maduras y edad avanzada.

En el envejecimiento del organismo los órganos de la respiración conservan durante largo tiempo suficiente posibilidades de adaptación para satisfacer los elevados requerimientos de este durante la actividad muscular. A medida que avanza el envejecimiento, los huesos se hacen más frágiles, se manifiestan variaciones en las articulaciones, se artera su movilidad en mayor o menor medida y disminuye la amplitud de los movimientos. Las variaciones de la columna vertebral, producto de la edad, originan encorvamiento y conducen al desarrollo de espalda redonda. El Sistema Neuromuscular comienza antes que los demás. En la vejez la fuerza muscular puede disminuir en un 35 –40%.

El envejecimiento de la población es un fenómeno de gran relieve en la sociedad contemporánea, el cual debe ser abordado desde la orientación, prevención o intervención pues la persona que envejece requiere de ayuda para conservar la propia suficiencia física, psíquica y social, condicionada en la mayoría de los casos por la posibilidad de movimientos incrementado o mantenido. Numerosos autores, entre los que sobresale A. Tolsty (1989) establecen analogías directas entre la infancia y la ancianidad, planteando que ambas edades se caracterizan por la despreocupación espiritual, la cólera, la tendencia al llanto, a la risa, la charlatanería, el equilibrio precario, el andar inseguro, la ausencia de impulsos sexuales, la enuresis, el equilibrio precario, entre otros indicadores.

Ni la literatura ni los manuales pueden sustituir la experiencia individual que no es simplemente el recuerdo del pasado, sino la capacidad de orientarse rápidamente en el presente utilizando la experiencia personal, ajena y los conocimientos adquiridos. La sabiduría eleva al anciano al rango del filósofo de la vida, insustituible consejero y preceptor de la juventud.

La comprensión global del proceso del envejecimiento precisa de la combinación de los esfuerzos de científicos psicosociales y biomédicos. Los nuevos métodos de investigación incluyen ensayos clínicos en los estudios biomédicos y análisis estadístico de datos en los estudios a largo plazo. Se presta particular interés a las necesidades nutricionales de la edad, cambios en las reacciones frente a fármacos relacionados con la edad y demencia senil.

Algunos investigadores también se hacen un gran número de preguntas acerca de cómo pueden afectar al proceso de envejecimiento los cambios sociales, cambios en los hábitos de consumo de tabaco, ejercicio, costumbres dietéticas, fluctuaciones económicas, reformas políticas y nuevas tecnologías.

Los gerontólogos estudian el comportamiento de la sociedad con las personas mayores y sus principales problemas (salud e ingresos). Entre los problemas de salud se encuentran la pérdida normal de audición, visión y memoria, enfermedad de Alzheimer y la mayor incidencia de enfermedades crónicas. Estas pérdidas son graduales y avanzan a diferentes velocidades según el individuo. De hecho, muchas personas no experimentan este tipo de pérdidas hasta muy avanzada edad (por encima de los 80 años) y la gran mayoría de las personas mayores aprenden a adaptarse a las limitaciones de sus problemas de salud.

En general, hoy día la salud de las personas mayores es mejor que la de generaciones anteriores y seguirá mejorando a medida que se incremente la atención médica a lo largo de la vida. En la mayoría de las sociedades industrializadas el alto coste del tratamiento de enfermedades crónicas ha sido asumido, al menos en parte, por políticas de Seguridad Social.

1.4 CAMBIOS FUNCIONALES DEL ORGANISMO RELACIONADOS CON LA EDAD

  • 1. SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

  • Disminución gradual de la fuerza, la movilidad y el equilibrio de los procesos de excitación e inhibición.

  • Empeora la memoria y las funciones de los analizadores visuales y aditivos.

  • Disminuye la velocidad de las reacciones y aumenta su período latente.

  • Lentitud en la formación y consolidación de los reflejos condicionados y sus relaciones.

  • Disminución de la capacidad de reacción compleja.

  • Prolongación del período latente de las reacciones del lenguaje.

  • Irritabilidad, dispersión de la atención e inestabilidad emocional.

  • Se dificultan los movimientos que requieren una elevada capacidad de coordinación y precisión.

  • 2. SISTEMA CARDIOVASCULAR

  • Elevación de los niveles, de la presión arterial (sistólica y diastólica).

  • Descenso de los niveles de presión del pulso.

  • Disminución de los niveles del volumen – minuto.

  • Empeoramiento de la función contráctil del músculo cardiaco.

  • Reducción de la luz interna de vasos y arterias.

  • Disminución del funcionamiento de los vasos capilares.

  • El tiempo general del flujo sanguíneo se eleva.

  • Reducción de la cantidad de sangre circulante y su contenido de hemoglobina.

  • Reducción de las posibilidades de reserva del músculo cardiaco.

  • 3. ÓRGANOS DE LA RESPIRACIÓN.

  • Pérdida gradual de la elasticidad en el tejido pulmonar.

  • Disminución de la ventilación pulmonar.

  • Aumento del riesgo de enfisemas.

  • Disminución en la vitalidad de los pulmones.

  • Aumento en la frecuencia de los movimientos respiratorios.

  • La respiración se hace más superficial.

  • 4. TRACTO GASTROINTESTINAL

  • Disminución de la secreción del jugo gástrico y la pepsina.

  • Reducción de las cantidades de fermentos presentes en el jugo pancreático.

  • Disminuye la movilidad de los alimentos por el esófago.

  • 5. PROCESOS DEL METABOLISMO.

  • Disminución del metabolismo basal.

  • Reducción de la cantidad general de proteínas en el organismo.

  • Aumento de los niveles de colesterol, activándose además su sedimentación en las paredes de los vasos.

  • 6. SISTEMA NERVOMUSCULAR

  • Atrofia muscular progresiva.

  • Disminución de los índices de la fuerza muscular.

  • Se extiende el tiempo de recuperación del organismo luego de aplicar una carga física.

  • 7. APARATO OSTEO-ARTICULAR

  • Los huesos se hacen más frágiles.

  • Disminuye la movilidad articular.

  • Empeora la amplitud de los movimiento

  • Alteraciones progresivas de la columna vertebral.

1.5 EJERCICIOS FÍSICOS PARA LOS MENOS JÓVENES

El cuerpo humano necesita estar en movimiento, tanto los huesos, los tendones y músculos, como la mente y nuestros órganos internos deben ser cuidados y atendidos, cada una de estas partes necesita movimiento. Si limitamos el movimiento a las actividades diarias como caminar, sentarse, levantarse, subir escaleras, jugar con los nietos, estamos limitando el movimiento cada vez más y el cuerpo se irá atrofiando.

Con una actividad física adecuada, se le dará a las articulaciones la capacidad de movimiento que se merecen, se reforzará los músculos y ligamentos, aumentará la capacidad de oxigenación de los pulmones, la sangre circulará más fácil por el organismo, se elevará la resistencia y tardará más tiempo en aparecer la fatiga, además la práctica sistemática de ejercicios, propicia la relación y comunicación con un grupo de personas con problemas afines, con temas comunes para discutir y hablar. Todo ello contribuye a que el hombre se sienta menos solo y practique la capacidad de prestar atención. Mediante el movimiento y con la práctica de una actividad física adaptada y continua la persona alarga su forma natural de estar en el mundo.

Hay que considerar la importancia del ejercicio a una edad en que las facultades tienden a declinar y necesiten el mantenimiento de la función para conservar activos todos los sistemas que rigen el organismo, sistema nervioso, muscular, óseo articular.

Si una persona piensa que a su edad no puede empezar a practicar actividad física está muy equivocada ya que la edad no tiene que establecer fronteras al modo de vivir.

Se puede vivir la motricidad y creemos que hay que vivirla desde la edad infantil hasta la edad senil, la práctica de la actividad física no tiene edades, lo que sí tiene edades es el tipo de práctica que se realiza.

Es necesario realizar actividades físicas y deportivas adaptadas a cada edad, según las propias necesidades, posibilidades, concebidas a medidas del hombre pensadas no sólo en función de la cantidad de actividades que se realizan sino el por qué se realiza y en el cómo se realizan.

Todos los grupos de edades niños, jóvenes, adultos y mayores deberían practicar alguna actividad física o deportes adaptándola a sus necesidades.

Toda persona que haya practicado deporte a lo largo de su vida tiene la oportunidad de seguir practicando a un nuevo ritmo. Quien no haya practicado nunca, puede igualmente comenzar realizando actividad física de forma distendida y gratificante, pero nunca competitiva, no de exigente técnica. Hace años, si se le proponía a una persona mayor que acudiera a un centro a realizar ejercicios físicos la respuesta era NO, sin embargo la

mentalidad de estas personas está evolucionando tal como evolucionan las normas y valores sociales. Poco a poco van cambiando el concepto que tienen hasta el momento del movimiento de la actividad física.

Se está informando al grupo de personas mayores de los valores y los beneficios que aportan la práctica de la actividad física, las personas mayores se están dando cuenta de que el concepto de movimiento no es el mismo para los niños que para los adultos, ni para ellos mismos. Es básico que la actividad física se adapte a los grupos de edad.

Otro aspecto importante que hay que tener en cuenta en las personas mayores y de las que ya nos referimos es el Tiempo libre con actividades beneficiosas y saludables pues carecen de tiempo para realizarlas.

La aplicación de los ejercicios físicos resulta de gran provecho no sólo con vistas al fortalecimiento de la salud de las personas, sino también como un medio de prevención contra el envejecimiento prematuro del organismo.

A tales efectos y tomando en consideración la aparición de estos cambios y trastornos morfofuncionales, fue aprobada durante el Simposio Internacional de Gerontólogos, efectuado en el año 1962, la siguiente clasificación por edades:

45-59 años (Edad media).

60-74 años (Edad madura).

75 y más años (Ancianidad).

El ejercicio es una necesidad corporal básica. El cuerpo humano está echo para ser usado de lo contrario se deteriora; si se renuncia al ejercicio el organismo funciona por debajo de sus posibilidades físicas, por tanto, se abandona la vida.

Un cuerpo que no se ejercita utiliza sólo alrededor del 27% de la energía posible de que dispone, pero este bajo nivel de rendimiento puede incrementarse hasta 56% con la práctica regular de ejercicio, este aumento de crecimiento orgánico podrá ser apreciado en todos los ámbitos de la vida. El trabajo y el tiempo libre se volverán menos agotadores y se disfrutarán más las actividades a medida que la capacidad de desempeño aumente.

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