La promoción de la lectura de la Literatura Artística a partir del proceso de enseñanza – aprendizaje (página 2)
Enviado por Lic. Javier Lemas L�pez
DESARROLLO:
Como proceso dialéctico la promoción de la lectura, dentro del proceso enseñanza–aprendizaje ayuda a crecer a las persona, diversificar sus gustos, descubriendo el sentido personal y la significación vital que tienen para los sujetos el Arte y la Literatura, para influir en el aprendizaje a partir de la adecuada relación de los componentes de la didáctica.
La lectura ejerce influencias positivas, actúa más allá de lo bello, contribuye a la formación y a la educación moral, científica y politécnica. Cuando se realiza correctamente tiene una participación decisiva en la formación de la personalidad universalmente desarrollada. (Martinez, 2008: 11)
Son muchas las razones para no dejar pasar por alto la promoción de lecturas de la Literatura artística, en cada momento, en cada espacio de la vida. Hoy la lectura y el libro se han convertido en rehenes de las prácticas consumistas generadas por el mercado. Al propio tiempo ha irrumpido una industria cultural que promueve una amplia gama de producciones editoriales, audiovisuales y electrónicas alienantes y mediocres, de ahí que crezcan individuos enajenados en el círculo de lectura que realizan. Tema central dentro de algunas obras literarias que han criticado las influencias negativas de la lectura sobre ciertas personalidades.
No todos los lectores cuando se enfrentan a la Literatura Artística lo hacen con una inclinación certera del goce estético que ésta implica. El valor estético es inseparable del concepto Literatura Artística o Arte Literario. En toda creación literaria coherente se reconocen dos valores fundamentales: Uno, el valor del significado semántico, dos, el valor formal o de expresión lingüística. Ambos están sujetos al principio rector que es la intención.
El valor del significado radica principalmente en la ficción, el suceder ficticio. El valor de expresión radica fundamentalmente en el lenguaje.
Montano (2000: 17) expresa que, "la obra literaria es una elaboración Artística y, en ese sentido, artificiosa. Será la ficción quien organice la realidad para comunicarla, y en ese sentido, el contenido de la obra literaria, es siempre ficción aunque de la manera con que se exprese se derive una credibilidad irrefutable".
La Literatura es arte y todo el que se interese por ella ya sea para practicarla o consumirla, debe esforzarse por aprender a reconocer la forma por sobre el contenido, la forma por sobre la historia, lo forma por sobre las formas del uso del lenguaje artístico, porque este tipo de lenguaje es el que nos aparta de su uso cotidiano.
(Chiambrando, 2006:11). Define, "La Literatura es utilizar la palabra para recrear el mundo y hacerlo funcionar según las reglas que el artista impone") Como medio de Comunicación Social, de acceso al conocimiento y formadora de valores, la Literatura, debe promoverse tomando en cuenta la diversidad porque ella ayuda a que las personas sean mejores como seres humanos, siempre que busquen la percepción de las riquezas e influencias de las obras literarias y se graben los sentimientos positivos que en ella se reflejen, de manera que se eduque moral y estéticamente a los lectores.
Henríquez (2000: 25) Expone al respecto que "Si se prefiere una Literatura en particular, que bien puede ser la Literatura nacional, está bien hacer la selección del núcleo de la biblioteca en torno a esa preferencia; lo mismo si la preferencia se dedica a una función literaria; drama, novela, poesía lírica. Pero hago la salvedad de que no creo que para el lector que está tratando de adquirir cultura general, convenga una estricta limitación".
La cultura general integral se logra a partir de la diversidad. Diversificar las demandas de lecturas de la Literatura artística requiere diferenciar las lecturas tomando como referentes tipos o funciones. Por sus tipologías los lectores agrupan sus lecturas siguiendo determinados patrones; autores, temáticas, géneros, tipos de documentos, nacionalidades, etc. Para diversificar sus demandas de lecturas hay que influir sobre los lectores guiándolos hacia esas preferencias promoción de la lectura. Tarea que requiere de un conocimiento y una previa preparación de los educadores, por ello es importante conocer las distintas definiciones que guían al lector a preferir una u otras lecturas:
La temática: para entender esa definición se debe contextualizar qué es el tema.El tema, según el Diccionario Aristos es "La proposición o texto que sirve de asunto o materia a un discurso o lección". "El tema es la idea principal, materia fundamental de un documento, obra, conversación, tarea". (Ruiz, 1987: 210). "Aspecto de la realidad reflejado en la obra de arte, los hechos de la vida representados y evaluados por el autor " (Literatura: Curso para maestros primarios, 1983: 230). El texto anterior señala, que la temática puede estar constituida por uno o varios temas, relacionados entre sí. Para una mayor comprensión se sugiere definir la temática como un término utilizado para agrupar uno o varios temas, materias, o asuntos relacionados entre sí, que han sido tomados de la realidad y recreados por el autor en la obra de arte.
Para entender las preferencias según la nacionalidad hay que tener en cuenta que cada literatura nacional posea rasgos propios específicos que la distinguen de otras Literaturas. No quiere esto decir que no tenga puntos de contactos con otras Literaturas vecinas. La Literatura forma parte de la cultura, y la cultura (La Comunidad de Cultura) constituye uno de los atributos esenciales de la nación (…) esa comunidad históricamente formada por quienes tienen una cultura y un territorio común y poseen en mayor o menor grado conciencia de pertenecer a ella. De ahí que se diferencia la literatura cubana de la alemana, etc. Por la amplitud del trabajo se ha limitado solamente la cultura cubana de las extranjeras.
Como géneros literarios se entiende, según Bélich (1988) "Obras concretas cuyas formas llegaron a poseer rasgos típicos que se convirtieron en modelos para obras de carácter semejante, el género literario está determinado por un conjunto de rasgos que la obra debe respetar para que el receptor pueda incluirla en un género determinado, cada uno de ellos difiere de los demás no sólo por sus extensión; sino también por su construcción, por sus procedimientos específicos de composición." (97). Los géneros literarios diversifican la lectura. Su existencia grabada en la conciencia del publico lector influye fuertemente en la "oferta "y la "demanda" en el mercado literario (Ídem: 98). Algunos teóricos de la Literatura agrupan los géneros por "funciones", término adoptado por Alfonso Reyes: drama, novela y lírica -siguiendo siempre esta nomenclatura de Reyes,-, que incluye en la función novela, la poesía épica. De ellos se definen que los géneros no son tan puros. Para este trabajo se sigue la teoría de Bélich por ser la más usual a nivel de usuarios.
El documento es el objeto material portador de información registrada, destinada a la transmisión y utilización de la misma. (Ruiz, 1987, p.181) Una información puede estar registrada en distintos tipos de documentos. Por ejemplo en una revista, libro, soporte digital, etc.
La diversidad de la lectura de la Literatura artística se logra a través de su promoción. Referirnos a la promoción como una modalidad de acción en la cultura, supone precisar, en primer término, qué entendemos por promoción cultural y cómo asumimos en ése contexto la promoción de la lectura.
Bajo la denominación de promoción cultural se conciben, "Aquellos procesos activos dirigidos a estimular organizar a los diversos actores y agentes sociales para que participen en la transformación de la realidad" (Almazán y Serrat, 2004: 34). Como procesos activos se sustentan en concepciones culturales, intencionalidades y características de los escenarios socioculturales donde tiene lugar.
La promoción de la lectura se concibe actualmente como "un conjunto de acciones operativas concretas que se realizan en un sistema, /sistema constituido por el lector, la lectura, el libro y el promotor/ dirigidas a estimular la lectura en los diversos estratos poblacionales y lograr una mayor cantidad y calidad de la misma". (Biblioteca Nacional José Martí. 2002).
Pueden ser puntuales o a desarrollar en ciclos cortos o medianos, dentro de un diseño general que las supera en el tiempo (plazo largo), es en dicho diseño donde los servicios adquieren significado según objetivos que han sido trazados de inicio y que además son continuamente revisados.
Bajo la denominación de acción cultural, asumimos el concepto dado por Almazán y Serra, (2004: 116) "Como aquel proceso consciente que pueden llevar a cabo los individuos, colectivos o poderes públicos en diversos escenarios socioculturales con el fin de influir en la creación y expresión cultural y en la que puede predominar, desde la comunicación, rasgos difusivos o participativos". Estas acciones suponen actividades con un basamento teórico y un determinado nivel de organización dirigido a desarrollar la cultura. La lectura se asienta sobre conocimientos científicos relacionados con la conciencia social y el hábito de la lectura en las masas.
En el proceso enseñanza-aprendizaje, la promoción de la lectura, en tanto proceso pedagógico, supone el desarrollo de actividades con un basamento teórico y un determinado nivel de organización que tome cuenta métodos y procedimientos didácticos.
Existen distintas tipologías de actividades de promoción de la lectura, tantas como la creatividad humana pueda diseñar; pero se reconocen por seguir distintas técnicas y procedimientos: Narración oral, encuentro de conocimientos, debate de libros, tertulias literarias, lecturas comentadas, comentarios de libros, encuentro con escritores, entre otras.
La promoción de la lectura es una labor especializada que debe ser asumida con sentido profesional y de manera responsable, convencidos de que si bien puede realizarse sin grandes recursos materiales, resulta imprescindible disponer de material humano formado, entrenado con técnicas de comunicación, documentado en cómo hacerlo y lograr los objetivos deseados en materia de lectura y lectores.
De esto se deriva una serie de exigencias y principios psicopedagógicos a tener en cuenta para el proceso enseñanza-aprendizaje de la lectura desde una concepción desarrolladora. No perder de vista la atención a la diversidad de individuos, contextos y condiciones, es uno de los grandes desafíos para la calidad en la masificación de la lectura como aspecto importante de la calidad de la educación cubana.
Fomentar desde el proceso de enseñanza-aprendizaje la promoción de la lectura de la Literatura Artística es de gran importancia para los docentes que se ejercitan en ésta tarea porque los conduce a levantar las almas con la armonía y grandeza del conocimiento, convencidos, como a expresara Martí en su tiempo, que la lectura es sabrosa y útil; pero sólo haciendo es el modo más feliz de convencer que no hay nada mejor que un libro en las manos de alguien.
A modo de conclusión se señala que la lectura de la Literatura artística es un proceso que conduce a la cultura general integral de las personas, favorece el conocimiento y la visión ideoestética del mundo de los lectores, que la promoción de la lectura de la Literatura artística como modalidad de acción en la cultura requiere de una previa preparación de los docentes, que el proceso de enseñanza – aprendizaje es la vía más directa para promover lecturas de la Literatura artística y diversificar demandas en los lectores. Por lo que se recomienda aprovechar el proceso de enseñanza – aprendizaje de la educación Superior para promover la lectura de la Literatura artística tomando en cuenta su diversidad.
BIBLIOGRAFÍA
Almazán, Sonia y Mariana Serrá. (2004). Cultura cubana Siglo XX. Editorial Félix Varela. La Habana, t.2.
Biblioteca Nacional José Martí. (2002) Estrategia por la lectura. Documento especial. Ciudad de La Habana.
Chiabrando, Javier. (2006). Querer escribir Poder escribir. Editorial Oriente
Santiago de Cuba
Aristos (Diccionario ilustrado de la Lengua española) (1980) Científico Técnica, Ciudad de la Habana.
Belic, Oldrich y Josef Brabák. (1988) Introducción a la teoría literaria. Pueblo y educación, Ciudad de La Habana.
Ferrer, Raúl. (1985). La campaña Nacional por la lectura. Ministerio de Cultura. La Habana.
Enríquez Ureña, Camila. (1992). Invitación a la lectura. Pueblo y Educación. La Habana.
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Montano, Juan Ramón. (2000). En Curso de español. Universidad para todos. Editado por Juventud Rebelde, La Habana.
Ruiz Antolí, Ana. (1987) Manual de referencia. Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana.
Autor:
Lic. María Rosa Oria Moreno
Profesora instructora
Tomás de Jesús Hernández Pérez
Profesor instructor
Año: 2010
Yaguajay
Universidad de Sancti Spíritus
"José Martí"
Enviado por:
Lic. Javier Lemas López
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