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Un paso hacia la reflexión

Enviado por Andres Mena


  1. El valor de la amabilidad
  2. ¿Cuál es tu Equipo Favorito?

El valor de la amabilidad

De seguro todos hemos tenido, alguna vez, muchos motivos para sentirnos atropellados, humillados, maltratados, violentados o seriamente afectados por algo o alguien; decisiones inapropiadas, cobro exagerado, actitudes desconsideradas, entre otras razones; las cuales, desde nuestra perspectiva, atentan contra los intereses individuales o colectivos que nos atañen. ¿Cuál es la manera en que hacemos frente a la situación? ¿Nos llenamos de enfado y devolvemos con una actitud airada todo lo que recibimos? ¿Nos exaltamos y alterados ofrecemos con términos desobligantes un fuerte discurso para afrentar y golpear? La respuesta a estos interrogantes puede tener muchos matices; no nos convoca en este momento juzgar la forma en que reaccionamos, pero sí reflexionar al respecto, de manera que sea una oportunidad para crecer en nuestra formación personal integral. Es fácil descender a la ignominia y dejarnos dominar por la tensión del momento; pero ¿realmente tiene sentido recurrir al insulto o la vulgaridad para hacer un reclamo? Pienso que no existe ningún mérito al proceder de esta manera, mucho menos, cuando se ha recibido una educación en ética y valores humanos; el respeto, la tolerancia, la empatía, la autoestima y la amabilidad no pueden ser sólo conceptos abstractos o meramente teóricos, deben ser, por el contrario, expresiones vivas de la formación familiar, espiritual y personal que hemos adquirido.

Cuando se pierde la perspectiva axiológica de la vida se cae a la naturaleza instintiva, apartada del razonamiento humano. Se puede ser crítico y exigir que se actúe con justicia o imparcialidad sin perder la ecuanimidad y el decoro que nos permite ser amables; la amabilidad no debe ser entendida como una cualidad de carácter social que se limita al formalismo de ademanes y cortesías que pueden rayar en la hipocresía o una rancia aristocracia; el ser amable es llenarse de sosiego a pesar del estrés diario, es vencer la impaciencia y doblegar el interés egoísta para tratar bien a los demás, incluso cuando sentimos que no lo merecen; manifiesta un alto grado de madurez y fortaleza mental y espiritual.

En medio de una diferencia o un conflicto fuerte es fácil perder los estribos, levantar excesivamente la voz y pretender herir con los insultos; ya que para ello no se requiere mayor esfuerzo y no depende de ninguna virtud, no se necesita inteligencia o sabiduría; cuando actuamos así perdemos el horizonte y nos concentramos sólo en cómo nos sentimos y todo el caos emocional; lo cual generalmente nos impide pensar con claridad; en conclusión, cuando no se tiene suficiente autocontrol es poco probable resolver de la mejor manera un inconveniente o mal entendido.

Conscientes de nuestras debilidades, es nuestra responsabilidad "trabajar" para mejorar; actitudes conformistas o justificaciones como: "así soy yo", "no es mi culpa" o "esta es la costumbre", sólo demuestran el desinterés por el respeto que todos merecemos. La preparación académica e intelectual es influida por las instituciones educativas, recurrimos a ella en los libros y fuentes enciclopédicas; mas la formación personal en valores y virtudes depende de nuestro interés y el compromiso que asumamos con nosotros mismos.

La amabilidad puede ser definida como la cualidad que le permite al ser humano ser delicado y respetuoso en su trato hacia los demás, es sin lugar a dudas, una de las más claras demostraciones de la formación que se ha inculcado con el ejemplo a través de la cotidianidad; no surge al azar; ya que para poseerla debe cultivarse constantemente con cada una de las experiencias que hacen parte de la vida diaria; está íntimamente relacionada con la concepción que se tiene sobre la dignidad humana y la misma trascendencia del ser, con el amor que surge de la fe en el Creador.

Es muy gratificante encontrarse con alguien que tiene presente la importancia de un saludo cordial y cálido, honesto y directo, que rebasa la trivialidad del mero compromiso social, ese que se hace mirando a los ojos con la convicción de que se trata de algo genuino.

Algunas frases que enarbolan la amabilidad expresan:

"Sin amabilidad el ser humano deambula por la vida torpemente" Doménico Cieri Estrada

"Con palabras agradables y un poco de amabilidad se puede arrastrar a un elefante de un cabello" Proverbio Persa

"El corazón del sabio es el que refleja tranquilidad, embellece la sensatez y regala amabilidad, mas el corazón del soberbio es el que destroza la completa paz, el que acaba con la armonía y el que no acepta a una persona con su alma caritativa" Alonso

"Hay tres cosas importantes en la vida: la primera, ser amable; la segunda, serlo siempre; y la tercera, nunca dejar de serlo" Henry James

"24 Y un siervo del Señor no debe andar en peleas;  al contrario, debe ser amable con todos. Debe ser apto para enseñar; debe tener paciencia 25 y corregir con corazón humilde a los rebeldes. Acaso Dios les conceda volverse a Él y conocer la verdad" Segunda Carta a Timoteo Capítulo 2, versículos 24:25. De acuerdo con los anteriores argumentos, es fundamental detenernos un momento para apreciar la importancia de la amabilidad en nuestra vida personal, familiar y social; pues no es únicamente un valor que se manifiesta al exterior sino que influye notablemente en la convivencia al interior de la familia y la pareja, afectando la manera como nos sentimos y hacemos sentir a quienes nos rodean. Finalmente quiero dejar abierta la puerta hacia un nuevo camino, en el que seamos muy conscientes de la transformación a la que nos vemos llamados, actuando con tacto frente a las situaciones que se nos presentan, sabiendo que más que una simple realidad es una verdadera prueba que mide nuestra disposición para mejorar y fortalecer nuestro espíritu; ya que en cada una de estas ocasiones podemos ser débiles y ceder ante la provocación o fuertes y vencer con la sabiduría de la actitud reflexiva que nos permite ser humildes y buscar la verdadera solución a las dificultades.

¿Cuál es tu Equipo Favorito?

Al escuchar esta pregunta es muy fácil creer encontrar la respuesta correcta, actualmente la mayoría de las personas tienen una afición o entretenimiento que les ha permitido desarrollar una afinidad relacionada con algún deporte o juego, y a su vez identificarse con un equipo. Solamente en el deporte del fútbol existen registradas alrededor de 208 asociaciones nacionales, con un número de equipos o clubes que en el caso de Colombia, es de 2.773, un número de 3.043.229 jugadores, de acuerdo con la F.I.F.A. (2013) Esta es apenas una muestra de la manera como los jugadores y seguidores de un deporte pueden ser casi innumerables por la manera en que esta cifra aumenta a cada momento en todo el mundo; si analizamos las actividades que se generan a partir de la práctica de este deporte encontraríamos un amplio conjunto de factores económicos que se convierten en gigantescas sumas de dinero.

Como se puede ver, pensar en una afición o hinchada es lo más común frente al interrogante principal; innegablemente para la gran mayoría es evidente que en el mundo todos estamos siguiendo o apoyando a un determinado equipo o club, con el cual sentimos empatía o atracción por el juego que hacen, sus uniformes, sus escudos y lo que representan; por lo anterior, es posible que su respuesta coincida con Real Madrid, Manchester Unite, Atlético Nacional, América de Cali, en el caso del fútbol; Medias Rojas, Bravos o Marlins, en el beisbol; citando un ejemplo de deportes populares.

Pero no es en ese sentido en el que se plantea la inquietud, va más allá del gusto por una disciplina deportiva, un partido político o un club; es un interrogante que abarca una actitud y un estilo de vida frente a la dinámica en la que se desenvuelve la existencia del hombre ¿alguna vez nos hemos detenido a analizar cuál es el juego más importante o la disputa más significativa? ¿Cuáles son las fuerzas que se enfrentan diariamente por ganar el mundo? ¿Qué es aquello que persiguen?

En realidad es muy difícil tratar este tema, a lo mejor quien lee ahora puede sentirse muy cuestionado o tal vez decepcionado o indiferente; en fin, es, en todo caso, una realidad que día a día podemos percibir; detrás de cada actividad, pensamiento o proyecto, hay un propósito; la música, el trabajo, el estudio, el comportamiento, las actitudes, nos hacen, incluso de manera inconsciente, partícipes de una confrontación; no nos asombremos, es práctico poner un ejemplo: en una tienda de barrio una ama de casa va a comprar los alimentos para cocinar el almuerzo, el tendero le vende un artículo sabiendo que se ha expuesto a la contaminación de un roedor o que el proveedor no es de confianza; en este caso alguno pensará que no se está procediendo de mala fe y que es necesario ser astutos y sacar provecho de la situación; en otro ejemplo el padre le dice a su hijo que niegue que está en casa cuando el cobrador pregunte por él, a lo mejor este es un hecho más conocido; es común que se crea que son mentiras pequeñas, blancas o inocentes; pero no es así. Sin el ánimo de ser trágicos debemos tener en cuenta que todo lo que hacemos afecta a los demás y a nosotros mismos. Somos protagonistas en la lucha diaria entre dos fuerzas; ser conscientes de ello es crucial para ser consecuentes con la realidad y abrir los ojos ante nuestro destino. No es fácil; ya que el mundo nos muestra que se debe ser insensible, frío y calculador para alcanzar el éxito, pensamos que eso nos hará verdaderamente felices, que el dinero y las comodidades conseguidas de cualquier modo, serán suficientes para sentirnos realizados, pero ¿Bastan las cosas materiales para lograr la plenitud de la vida? ¿Aseguran la paz y el amor? En cada experiencia de la vida es posible notar la manera en que se contraponen lo justo y lo injusto, lo apropiado y lo amañado o arreglado para satisfacer los intereses particulares. Partiendo de un análisis imparcial y amplio podemos entender que, por ejemplo robar es un delito y un pecado para una gran cantidad de creencias religiosas, pero si quien lo hace es una persona sumamente pobre que padece mucha hambre y hurta alimentos, la situación es un poco comprensible o aceptable para algunos; sin embargo, obrar con rectitud muestra que proceder de acuerdo con la ética y la conciencia provee de nuevas rutas o caminos que no trasgreden la honestidad.

Quien tiene claridad en su corazón y pensamiento ha entendido la importancia de la sabiduría y la cercanía al Creador, como fundamento de la edificación, la formación humana y el crecimiento espiritual; si la pregunta de la primera parte fuera: ¿Cree en Dios? ¿Ama a Cristo? ¿Usted se considera buena persona? De seguro casi todos responderíamos sí, rápidamente; pero, ¿Estamos conscientes de lo que implica realmente una respuesta positiva a estos interrogantes? Por ejemplo, ¿Cree usted que se puede ser bueno y a la vez corrupto? ¿Se puede amar a Cristo y ser fornicario u odiar a otros? ¿Se puede creer en Dios y actuar en contra de su voluntad? Ahora veamos el otro aspecto del análisis del tema, ¿Cuál cree usted que es la fuerza o el ser que se esconde tras el narcotráfico, la prostitución, la depravación, el engaño, la hipocresía, el odio y la pérdida de valores?

En la actualidad se mueve una fuerza que tiene mucho interés en que los seres humanos no podamos discernir entre el bien y el mal, lo justo o lo injusto, lo correcto o incorrecto; es así como parece ser que hoy día "todo se vale" "el vivo vive del bobo" "si otros lo hacen, yo también" "uno se muere y nada se lleva" en fin, una cantidad de ideas y justificaciones que nos convencen de que actuar contra los buenos principios es ser un rebelde o luchador que alcanza el éxito, incluso se considera admirable a través de la apología que elaboran novelas, canciones, bailes, películas, entre otros. Los medios masivos de comunicación se dan a la tarea de alienar nuestro pensamiento con ejemplos y mensajes que enseñan que actuar mal está bien, si se es irreverente o insensible y se violan las normas se puede ser un modelo a seguir o un héroe.

En internet, podemos observar que Youtube, una página web, dedicada a publicar videos, con millones de visitas diarias en todo el mundo, los videos que logran establecer records de visitas para verlos, generalmente promueven actitudes que riñen con los valores o la educación integral, por ejemplo de bailes o actividades que lejos de formar o inculcar valores, contribuyen al deterioro social, presentando estero tipos que influyen destructivamente en la niñez y la juventud principalmente; otros videos presentan canciones con lenguaje obsceno, que difunden la violencia, los negocios ilícitos, el sexo irresponsable y el libertinaje. Es muy evidente que la ilustración puede ser interminable al referirnos a la contaminación espiritual que se genera por diferentes medios de comunicación.

Tal vez ahora el lector pueda comprender un poco mejor cuál es el análisis que se plantea con el título de este texto, a cada momento de la vida se puede tener una actitud que refleja coherentemente el ejercicio consiente de una identidad, el conocimiento de la verdadera trascendencia de nuestros actos. Tal y como el hincha de un club deportivo se preocupa por conocer su equipo, los colores que lo representan, reconocer a los jugadores con mejor desempeño, inscribirse en las asociaciones o barras; quien tiene claro de qué lado está, en la confrontación diaria de intereses y actitudes, debe tener presentes sus postulados, principios y fundamentos, al igual que la figura, es decir, el jugador que admira y desea imitar; como seres humanos podemos realizar grandes proezas, lograr importantes metas, mas estamos limitados y permeados por la imperfección; si miramos el ejemplo que constituyen algunas figuras públicas, como deportistas, artistas, científicos o políticos, seguramente encontraremos que a pesar de hacer un buen trabajo en su profesión, un número importante de ellos realmente no son lo suficientemente íntegros como para erigirse como modelos ¿Por qué? La corrupción, el consumo de drogas y los excesos pueden ser el "talón de Aquiles" que hace flaquear el ejemplo que se quisiera ofrecer; miremos el ejemplo del ex jugador argentino de fútbol, Diego Armando Maradona, quien consiguió importantes logros deportivos tanto con la selección argentina como con algunos de los clubes en los que jugó. Con la selección consiguió la Copa Mundial de 1986, el subcampeonato en la Copa Mundial de 1990 y el Mundial Juvenil de 1979. Sus logros más importantes a nivel de clubes los obtuvo jugando para el Nápoles, donde ganó una Copa de la UEFA y los únicos dos scudettos que posee la institución[1]lastimosamente también este llamado astro del fútbol ha sido protagonista de escándalos por adicción a las drogas y comportamientos de violentos; una preocupante actitud de algunos de los seguidores de Maradona ha llevado a que se considere un ser superior, incluso se le han edificado santuarios, lo cual muestra la confusión en la que se puede vivir si no se tiene la perspectiva correcta de la realidad; es más, tal vez este caso para el lector puede parecer exagerado, por lo tanto, le propongo observar otras estrellas del espectáculo como Angelina Jolie, Sean Connery o Sylvester Stallone, para nombrar actores, Bob Marley, Julio Iglesias, Shakira, entre otros cantantes, es decir, la gran variedad de "ídolos" creados por la sociedad, influyen, en ocasiones sin que lo notemos, en el lenguaje que usamos, las frases con las que nos expresamos, el modo en que nos vestimos, y por si fuera poco, juzgan lo que se considera bueno y lo que no. Todo esto no puede obviar la reflexión sobre los hechos ¿se está brindando a los más jóvenes, adolescentes e infantes una idea clara de lo que vale la pena imitar, seguir y admirar, los valores y principios que aseguren la construcción de una sociedad más justa y pacífica? Abordaré un pensamiento que imagino tendrán muchos en este instante, y es el de que se trata de una exageración, que no incide mucho en la forma de ser de quienes los siguen; pero en realidad hace parte del complemento de la respuesta a la primera pregunta, pues al igual que al equipo del que se es hincha, las figuras que tomamos para dedicarles tiempo y prodigarles admiración, nos definen, estableciendo nuestras afinidades, perspectivas y visiones o idealizaciones sobre la existencia, la familia, el trabajo, la convivencia social, entre otros aspectos.

Creer que se puede ser medio bueno o medio malo es un paradigma oculto que se propaga haciendo que se deambule entre lo aceptable y lo repudiable, sin tener límites claros; siguiendo con los efectos de la actual realidad social, quisiera que pensáramos en la juventud y sus tendencias ¿será gratuito que los chicos crean que es más importante la apariencia física que la formación en valores? ¿es coincidencia que los jóvenes se sientan motivados a tener relaciones sexuales sin verdadero amor, sólo por tener la experiencia? ¿el azar ha llevado a que se impongan entre ellos bailes eróticos que hacen énfasis en el contacto físico de las partes íntimas? No, no, no; todo es consecuencia lógica de lo que la sociedad permite que se imponga como correcto, adecuado o BUENO.

Creo que coincidimos que en el orden de ideas propuesto es lógico pensar: ¿cuál es la alternativa que se presenta en medio de todo este discurso? La respuesta es muy sencilla, para cambiar la actitud de la sociedad se debe elegir muy bien los modelos a seguir, se debe actuar conscientemente, siendo más riguroso con el ejemplo, las ideas y las expresiones que rigen el modo en que pensamos y procedemos; debemos decidir con responsabilidad qué tomamos y que desechamos de aquello que nos rodea; pero no es fácil, ya que la influencia negativa es muy fuerte, aquella fuerza que hemos citado antes es fustigante, tiene muchas formas en las que actúa, insistiendo en que no está mal un poco de "diablura" manifestada de diversas maneras. Definitivamente se requiere de verdadera sabiduría para orientar nuestros pasos en un ambiente tan "hostil", seguir una senda que conduzca a la felicidad legítima y garantice la tranquilidad y la paz interior, tener un modelo completo que reúna las cualidades que nos lleven a este ideal es fundamental, la búsqueda profunda es la clave, a través de ella reconocemos que somos seres falibles y sólo con ayuda de un ser elevado podemos alcanzar el propósito mencionado.

Desde mi experiencia de vida puedo afirmar con seguridad que ese modelo de vida es Jesús de Nazaret, quien demostró su amor por todos nosotros dando su propia vida a cambio de nuestra redención; las Sagradas Escrituras son el manual de vida por excelencia, allí está la sabiduría que contiene la verdad que nos hace libres, auténticos y vencedores del mundo.

El estudio de la biblia es el que realmente brinda las orientaciones para desarrollar un estilo de vida ganador, que es fidedignamente revolucionario; en los libros que componen estos escritos se encuentran las directrices que guían en medio de las sombras y edifican una vida de abundantes bendiciones, con un sentido real, que potencializa todo nuestro ser para compartir con los demás las riquezas de nuestro corazón, como hermanos.

Ciertamente el mundo sería muy distinto si con la pasión que ponemos a los equipos, partidos o estrellas del espectáculo, nos propusiéramos seguir a Cristo, ¿lo imagina?… actuando con honestidad, siendo responsables, amando con fidelidad y dándonos a los demás con fraternidad, llevados de la mano por el Espíritu Santo, siendo hijos, padres, hermanos, vecinos, amigos, conciudadanos solidarios, respetuosos y pacíficos. Todo ello cambiaría drásticamente nuestra forma de ver el mundo y valorarlo; estamos a tiempo de transformar nuestras vidas y emprender el camino que debimos tomar desde niños, eso es renacer, romper antiguos paradigmas y forjar un nuevo mundo para responder con convicción a quién seguimos, quien es nuestro maestro y cuál es nuestro equipo favorito.

 

 

Autor:

Andrés Duván Mena.

Turbo, 2013

[1] Tomado de internet: http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Armando_Maradona. Acceso: abril 21 de 2013