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Aprendizaje y educación. La solución de conflictos. La consumación de anhelos (página 4)

Enviado por Luis Humberto Russo


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Así inconducentemente los problemas de la sociedad en lo individual y en lo institucional son problemas educativos independientes del resto de las otras instituciones que también intentan educar, pero que son incoherentes entre sí y fundamentalmente con el insoslayable proceso libertario, problemas que no se resuelven porque inconducente y aislada de las demás instituciones, principalmente de la justicia y de la comunicación, se la cataloga, entre otras, de que "la educación es lenta y los problemas urgentes", "la gente" "no puede esperar", por lo que se pretende corregir los problemas con órdenes, leyes y toda clases de comportamientos inconducentes supuestamente correctivos y de otras supuestas instituciones donde, carente de educación con coherencia con el proceso libertario, deambulan de un comportamiento a otro inconducentemente generando conflictos, y conflictos de conflictos como reclamos inconducentes (manifestaciones tales como cortes de calles, violentos y arteros ataques, paros de servicios a unos por falta de servicios a otros y otros más), los que se pretenden solucionar con más incoherentes "medidas", "normas", "instituciones", "modelos", "políticas", "pragmatismo", "más presencia del Estado", "comportamientos de las autoridades" y tantas más, conformando la maraña inconducente de comportamientos individuales e institucionales constructora del malestar individual y general del hombre.

Así entre muchas conclusiones derivadas de la constitución en sociedad para el usufructo del proceso libertario, y a modo de ejemplo, podemos decir.

Se aprende que evidentemente, frente a un conflicto cuyo comportamiento solución requiere un comportamiento institucional, por lo tanto que se constituyan los hombres para aprender para crear el comportamiento institucional solución del conflicto, la cuestión central es la constitución del ámbito institucional de aprendizaje, y lo conducente es que este ámbito de aprendizaje emerja de, y contenga a toda la naturaleza interviniente en, el conflicto más la naturaleza interviniente que convoca los comportamientos en creación para finalizar en comportamiento institucional solución, solo así se aprende de la naturaleza interviniente y de los creadores de comportamiento de participación en el aprendizaje para crear soluciones.

En la solución de conflictos, como en todas las instituciones, la cuestión es el aprendizaje, ergo, es la estructura que se conforma con los ámbitos de los que aprenden y de los que participan de esos aprendizajes, luego la cuestión es constituirse para comportar la solución constituyendo el ámbito de aprendizaje emergente de la naturaleza interviniente a aprender referenciada al comportamiento de solución en creación.

Todos aprendiendo de todos para crear y comunicar, todos y cada uno participando del aprendizaje de todos y cada uno, es el usufructo del proceso libertario para solucionar conflictos institucionales, al igual que para consumar anhelos institucionales.

Palmariamente evidente y obvio surge que es esencia integral de toda "la gente" emergiendo como "sentido común" conocido por todos y cada uno, que frente a un conflicto o un anhelo, el recurso obligado es el usufructo del insoslayable proceso libertario, lo único conducente es aprender para crear la solución o la consumación del anhelo tanto individual como institucional.

Evidentemente obvio es que el comportamiento "como la gente" es el comportamiento coherente con el proceso libertario, y que el comportamiento con "sentido común" es el comportamiento del hombre usufructuando el proceso libertario que lo conduce a protagonizar y pertenecer a la libertad de todas las cosas construyendo el bienestar general.

"La gente" (el hombre) dice que algo (comportamiento) está bien, y dice que es de "sentido común" cuando algo (comportamiento) es coherente con el evidente e insoslayable proceso libertario, construyendo el bienestar individual sola y únicamente cuando aporta coherentemente a la construcción el bienestar general.

El aprendizaje en el hombre conducente es permanente sistemático y dependiente del comportamiento de las cosas respecto del comportamiento del que aprende.

Evidentemente ningún individuo o institución (ni la educativa) puede enseñar.

Es el alumno (el hombre) el que aprende. Es su derecho y obligación insoslayablemente únicos y propios del hombre.

Y solo cuando el que aprende lo admite el otro (docente, padre y demás) puede participar de su aprendizaje.

Se es maestro (docente) por estar dispuesto (a servir con buena voluntad) para crear comportamientos de participación en el aprendizaje de otro (responder preguntas, repreguntas y más), participando del aprendizaje de otro, solo cuando este se lo requiera, exponiéndose a la evaluación, rechazo o aprendizaje del otro.

Evidentemente el maestro comporta el "no soy yo el que enseño, son ustedes los que aprenden, yo estoy para participar de sus aprendizajes cuando y como Uds. me lo requieran, y Uds., en cada requerimiento que me hagan, aprenderán y expondrán si me comporto conducentemente en esa participación".

Con igual claridad el maestro se provee comportando el "yo participo atendiendo sus requerimientos de aprendizaje con el servicio de toda la red de ámbitos de aprendizaje de la que formamos parte todos, la que esencialmente con los comportamientos en los ámbitos (área) de la institución educación, concatenados por red de ámbitos con los comportamientos individuales e institucionales de toda la sociedad para aprender vuestros requerimientos y en comportamiento recíproco de aprendizaje construir el conocimiento para crear comportamiento solución o consumación de vuestros requerimientos y recíprocamente de la sociedad".

"Concluyentemente, nadie enseña, los alumnos y toda la sociedad (hombres) es la que aprende, unos de otros por red de ámbitos de aprendizaje, hasta construir los conocimientos para crear soluciones y consumar anhelos requeridos por alumnos y docentes (maestros) en especial, y todos los hombre e instituciones en general".

Con evidente claridad se observa que insoslayable y consecuentemente nadie ni individual ni institucional puede participar del aprendizaje de sus alumnos (individuos de una sociedad) sin definición clara de los comportamientos como contenidos.

Evidentemente surge que la "autoridad" en el aula, en el proceso de aprendizaje del alumno, es el comportamiento en creación del que aprende respecto de los comportamientos a incidir, es el proceso libertario, toda otra pretendida autoridad es inconducente y generadora de conflicto.

El docente solo participa en el proceso de aprendizaje del alumno cuando este se lo permite y es el alumno el que aprende del comportamiento docente y no el docente el que le enseña al alumno.

El hombre aprendiendo (alumno) incorpora del comportamiento de participación docente, a su estructura de conocimiento o de indagación, solo lo que el alumno cree coherente con su proceso de aprendizaje en gestación y sometido a su conducción, el aprendizaje es obligación y derecho esencial de cada hombre, nada ni nadie puede privarlo de su conducción de su aprender .

Todos y cada hombre aprenden comportamientos donde van a incidir, referentes a un comportamiento en gestación con el que incidirán.

Asimismo y con igual claridad, ninguna institución educativa puede constituirse estructuralmente si no es para aprender respecto de los comportamientos claramente definidos de los egresados, de los alumnos, de los docentes, de los familiares y de los integrantes de una sociedad constituyente de la institución educativa y participantes de los ámbitos institucionales indicados y requeridos por el insoslayable proceso libertario de aprender para crear comportamiento conducente.

Contundentemente e insoslayablemente la institución educativa se constituye con la estructura de ámbitos en red en los cuales se aprenden los comportamientos del perfil institucional respectos de la creación variable de los comportamientos de los alumnos que aprenden y de los comportamientos docentes y sociales, comportamientos de individuos e instituciones, que participan de los comportamientos de aprendizaje de los alumnos.

Así pues, la estructura de ámbitos institucionales de la institución educación es consecuencias de los comportamientos del perfil del egresado, de los comportamientos de los docentes, de los comportamientos de los alumnos y de todo comportamiento que se aprenda para participar del aprendizaje de los alumnos respecto del perfil del egresado.

Asimismo, los contenidos no pueden ser otra cosa que comportamientos de la sociedad (conflictivos y anhelados) circunscriptos en el perfil del egresado para los alumnos que aprenden de todos y de los docentes que participan en los comportamientos de aprendizajes de los alumnos.

Docentes que aprenden de los aprendizajes y creaciones de alumnos y colegas además de incorporar los aprendizajes de la sociedad que se comporta en instituciones e individuos por la red de ámbitos institucionales, para crear comportamientos de participación en el aprendizaje de los alumnos cuando estos, conductores de sus aprendizajes, los indaguen al respecto.

Aprender es el requisito para crear y conducir libremente el comportamiento obligatorio que hace que un hombre sea lo que es.

Concluyentemente, el proceso libertario obliga al hombre a comportarse, si aprende elaborando conocimiento al respecto se comporta conducentemente, luego el hombre si debe comportarse obligatoriamente para ser lo que es, el hombre conducente debe obligatoriamente aprender hasta la construcción del conocimiento permanentemente para conducentemente ser lo que es.

Ergo, el aprendizaje es obligatorio y permanente en la vida del hombre que conduce su comportamiento individual e institucional.

Consiguiente y coherentemente así debe constituirse la institución educación, en red con todos los comportamientos institucionales e individuales.

Palmariamente se manifiesta que la constitución conducente de una sociedad solo se constituye al constituir la institución tripartita de las instituciones educación, comunicación y justicia en red de ámbitos para consumar la constitución, igualmente conducente, de todas las demás instituciones.

Consecuentemente, no son los gobiernos, ni sus formas de gobiernos, ni los opositores, ni sus formas de oposición, ni los líderes, ni los liderados, ni los modelos, entre otras muchas parcialidades, los que hacen que una sociedad sea constructora del bienestar general, sino la constitución de la educación, justicia y comunicación para el usufructo coherente del proceso libertario que provee aprendizaje para la creación y conducción del comportamiento para el protagonismo de todos y cada uno de los hombres aprendiendo para crear y comunicar comportando conducentemente la solución de conflictos y la consumación de anhelos, construyendo y sosteniendo el bienestar general.

Esto es insoslayable para el hombre y la sociedad, por lo que oscila entre estructurarse coherentemente con el proceso libertario solucionado conflictos y consumando anhelos, o enmarañarse en estructuras inconducentes generadoras de conflictos que devienen en crisis desintegradoras, consiguientemente se manifiestan de variadas formas, demandas de educación, justicia, y una comunicación virtuosa, concluyente, claman notoriamente evidente por la integración coherente del hombre e instituciones con el insoslayable proceso libertario.

Así, por ejemplo, constituir la educación para aprender a circunscribir naturaleza interviniente respecto de, tomemos como ejemplo dos conjuntos de comportamientos de los posibles: comportarse para constituir una familia y comportarse para realizar una compra para alimentarse.

A estos dos comportamientos considerémoslos como ejemplos representativos de todos los comportamientos que constituirán la finalidad y contenidos de la institución educativa como perfiles de los egresados, referentes para aprender la naturaleza interviniente respecto de ellos.

Por tratarse de comportamientos, todos y cada hombre tienen preguntas, opiniones, o conocimientos elaborados, respecto de ellos, participando del aprendizaje para la determinación de estos comportamientos, como el perfil de los egresados, respecto de los cuales aprenderán los alumnos.

Toda la comunidad, desde los distintos ámbitos de la red de ámbitos, claramente aporta para la determinación del perfil del egresado como conjuntos de comportamientos que son aprendidos en el ámbito educativo que determinan y actualizan el perfil del egresado.

Entre todas las instituciones la institución comunicación ahora participa del aprendizaje de todos y cada uno proveyendo no solo las insuficientes opiniones sino que el "comunicador" crea estructuras de indagación para el aprendizaje desde las instituciones e individuos de la sociedad esencialmente la institución justicia, hacia la institución educativa y recíprocamente.

Así se comunica con un coherente comportamiento comunicacional, hasta la estructura de indagación, para un coherente comportamiento de aprendizaje, hasta la estructura de conocimiento para aprender

Todos aprenden de todos provistos de la institución comunicación (concatenada con la educación, la justicia y todas las demás instituciones e individuos de la sociedad).

Luego, al aprender circunscribiendo naturaleza interviniente respecto del comportamiento, se manifiesta claramente lo que va a aprender el alumno, de este modo los padres, amigos, familiares y cualquiera que se comporte en la sociedad tendrá para opinar, preguntar y proveer conocimiento elaborado, ergo, consuma el anhelo de participar del aprendizaje y aprender del otro, de igual manera todos los docentes, directivos y demás ciudadanos tienen claridad para participar de los aprendizajes de todos y también significativamente las instituciones justicia y comunicación claramente participan de los aprendizajes institucionalmente con precisión y detalles en los ámbitos de la institución educación.

Así, en reciprocidad de participación en los aprendizajes por medio de la red de ámbitos, los hombres constituyentes de una sociedad aprenden para crear en la solución de conflictos y en la consumación de anhelos, ergo, aprenden a construir y sostener el bienestar general.

Porque evidentemente en la naturaleza solo existen cosas que se comportan, a cada cosa le corresponde un comportamiento y cada comportamiento es una cosa.

Así el que aprende (alumno) conduciendo su curiosidad construye una estructura de indagación (preguntas) respecto de cómo comportarse para constituir una familia y hacer compras para alimentarse que los conducen al aprendizaje para que, emanadas de su creatividad cree los comportamientos conducentes a formar una familia y realizar una compra a satisfacción propia y de la sociedad, sin conflictos, por ser todos partícipes de su aprendizaje y evaluación de sus creaciones, palmariamente el hombre y la sociedad consuman el anhelo de proveerse de una estructura social cuyos ámbito de aprendizaje le permite participar en el aprendizaje de los hombres aprendiendo para crear comportamiento de hombres y sociedad educada.

Consecuentemente en los ámbitos de la institución educación todos y cada uno de los hombres constituyentes de una sociedad podrán usufructuar el insoslayable proceso libertario de aprender, crear y comunicar comportamientos para participar de la conducción social si y solo si los contenidos educativos (y de aprendizaje) y finalidad son comportamientos.

Surge evidente que cuando el alumno se constituye en el ámbito educativo (aula) para aprender la naturaleza interviniente respecto de los comportamientos para constituir una familia o para aprender la naturaleza interviniente respecto de comportarse comprando para alimentarse, los demás alumnos, la madre, la abuela, el amigo, el vecino, el profesor, los sistemas de comunicación, internet y más, todos los constituyentes de la sociedad podrán participar del aprendizaje de los alumnos, comportándose comunicando opinión, conocimientos elaborados o preguntas respecto de la naturaleza interviniente que el alumno trata de aprender para crear y conducir sus comportamientos, y podrán participar del aprendizaje primero y fundamentalmente el alumno que aprende y luego el proceso de aprendizaje podrá desplegarlo para la participación de todos y cada uno de los constituyentes.

Esta participación de todos es consumación del anhelo de la sociedad de participar en la educación de los alumnos, lo cual es solo posible si se estructura coherentemente con el proceso libertario de aprender para crear y comunicar, por medio de la red de ámbitos cuyo núcleo esencial es la institución tripartita de la educación, comunicación y justicia.

Con claridad meridiana un alumno sabrá lo que se pierde si no va a la escuela, y fundamentalmente todos en la sociedad sabrán lo que están aprendiendo sus conciudadanos alumnos y dónde y cómo comportarse para aprender crear y conducir sus propios comportamientos de aprendizaje y de participación en el aprendizaje de los alumnos.

Con palmaria evidencia, todos (alumnos, familiares, docentes, comunicadores, jueces y todos los demás constituyentes de una sociedad) aprenden cómo corresponder a los comportamientos conflictos y a los comportamientos anhelos, con los comportamientos institucionales de la institución educación como recurso para aprender y crear las soluciones de los conflictos y las consumaciones de los anhelos.

No existe nada más rápido ni más eficiente para solucionar conflicto o consumar anhelos, sean individuales o sociales, que el aprendizaje y una institución educativa constituidos coherentemente con el insoslayable proceso libertario.

Surge evidente que la institución educación coherente con el proceso libertario es permanente, sistemática y conducente al aprendizaje, y la participación en el aprendizaje de todos, desde todos los ámbitos de aprendizaje en red de la sociedad, aprendiendo y participando del aprendizaje unos de otros para la creación de los comportamientos individuales e institucionales conducentes a la solución de conflicto y la consumación de anhelos, construyendo y sosteniendo el bienestar general. Todos aprenden de todos para la creación y conducción de los comportamientos individuales e institucionales.

Además la institución educativa tiene que aprender la variabilidad e innovación de comportamientos.

Todo nuevo comportamiento debe ser aprendido por la institución educativa.

Por lo que, a la finalidad de participar en el aprendizaje de quien quiere aprender un comportamiento, debe incorporarse la finalidad de garantizar la participación e incorporación de todas las creaciones y consecuencias que se realicen como comportamientos individuales e institucionales respecto de los comportamientos del perfil del egresado. Para lo cual debe comunicar sus ámbitos de aprendizaje institucionales con los ámbitos de aprendizaje de las otras dos instituciones, partes de una sola e integral institución, como son la institución comunicación y la institución justicia.

Así, por ejemplo, empresarialmente se crea una "novedad" que implica comportamientos de individuos e instituciones, por ejemplo, un "aparato para la comunicación", como el celular, o un "servicio comunicacional", como las llamadas "redes sociales" como Facebook, Whatsapp y todas las demás, apenas "existen" o se "modifican" o "reemplazan" como producto del comportamiento institucional de una empresa o individuo, es incorporado a la educación donde se aprende respecto del uso, conflictivo y anhelado, sistemáticamente por red de ámbitos la educación se provee para satisfacer las demandas de conocimiento del alumno respecto del comportamiento de lo que se utiliza y acontece en la sociedad para comportarse, celulares, Facebook, Google y todo lo demás, los que al ser comportamiento integrales al hombre y como en educación se enseñan comportamientos integrales al hombre como insoslayables contenidos educativos y asimismo la institución comunicación releva y comunica comportamientos integrales al hombre, resultan inevitable, fácil y sistémica su incorporación al perfil del egresado, estando la educación en la vanguardia de los comportamientos individuales e institucionales que crean y se comportan en la sociedad sea que generan conflictos o consuman anhelos.

CONSECUENCIAS contextuales derivadas de constituir una institución educativa para el usufructo coherente y conducente del insoslayable proceso libertario:

Evidentemente la institución educación es la médula de la red de ámbitos de aprendizaje constituyente de una sociedad coherente con el insoslayable proceso libertario para solucionar conflictos y consumar anhelos, construyendo el bienestar general donde todos y cada uno pueda aprender para crear comportamientos para la felicidad de todos y cada uno.

Observamos evidente que el hombre, como todas las cosas, va por la vida aprendiendo para crear y comportarse conducentemente, esclavo del comportamiento obligatorio y del aprender, para libremente conducirse creando y comunicando, gozando del proceso libertario al que esta sometido para su libertad y felicidad, y consecuente y simultáneamente, la de todos, como bienestar general.

Observamos evidente que el hombre va por la vida permanentemente aprendiendo todos los comportamientos de las cosas que se hacen sentir en él.

Observamos evidente que el hombre va por la vida aprendiendo para crear comportamiento que al comportarlos se hacen sentir.

Observamos evidente que el hombre se constituye con otros hombres para aprender institucionalmente para crear comportamientos institucionales conducentes para lo cual las primeras tres instituciones simultáneas e integradas como red de ámbitos de aprendizaje son la educación para aprender a aprender a conducir comportamientos individuales e institucionales, y la institución comunicación para comunicar a la educación y a la justicia qué comportamientos son anhelados o están en conflictos, y la institución justicia para aprender para los ámbitos educativos y comunicacionales qué comportamientos de solución crean o requieren aprendizaje y creación para solucionar conflictos.

Observamos evidente que el contexto derivado de constituir la institución educativa como parte de la institución tripartita educación, comunicación y justicia es esencialmente la constitución de la sociedad en la red de ámbitos de aprendizajes para el usufructo conducente de todos y cada hombre del proceso libertario de aprender, crear y comunicar conducentemente los comportamientos individuales e institucionales que solucionan conflictos y consuman anhelos, construyendo el bienestar general.

Se manifiesta evidente y contundente el comportamiento anticorrupción de la institución educación, constituida coherente con el insoslayable proceso libertario, emanado del propio funcionamiento de la institución educación.

Observando el aspecto inevitable de su funcionamiento como institución que expone permanente y sistemáticamente para aprender sus propios comportamientos institucionales en profundidad y extensión, eliminando toda posibilidad de comportamientos solapados e inconducentes, consecuentemente corruptos en la propia institución educación.

La institución educación, coherentemente constituida, comporta en sus propios ámbitos la construcción de conocimiento respecto del comportamiento institucional de educar que se va creando en todos y cada uno de sus ámbitos institucionales, comportamientos que se trasladan institucionalmente a los ámbitos de aprendizaje de la institución comunicación para comportarse, y asimismo se traslada a los ámbitos de aprendizaje de la institución justicia para aprender las consecuencias y necesidades causadas por lo comportado educativamente tanto en lo individual como en lo institucional, y por red de ámbito se trasladan para satisfacción de las estructuras de indagación de aprendizajes (preguntas) de todas las demás instituciones constituyente, y protagonistas de la red de ámbitos de aprendizaje por la que en reciprocidad todas las instituciones proveen de sus opiniones posturas o conocimientos elaborados a la institución educativa.

Palmariamente, y sin solución de continuidad, la sociedad evalúa y aprende los comportamientos institucionales educativos coherentes con el proceso libertario de comportarse para aprender y elaborar consecuentemente conocimiento en sus ámbitos institucionales propios de lo creado y comunicado como comportamiento educación.

Este sería en muy escuetas palabras el funcionamiento de la institución educación coherente con el insoslayable proceso libertario que lo somete a aprender para elaborar conocimientos.

Consecuentemente se manifiestan clara y contundentemente necesarias las adecuaciones que los sistemas educativos insoslayablemente deben realizar para permitirle al hombre educarse para aprender para crear conducentemente las soluciones de conflictos y las consumaciones de anhelos, tanto individual como institucionalmente.

Nefasto sería nominar una institución con el nombre de educación o sistema educativo y que no constituya los ámbitos para usufructuar el insoslayable proceso libertario de aprender para crear y comunicar, y que no tenga los comportamientos integrales del hombre y de las cosas como perfil y contenidos de la educación, conformaría comportamientos individuales e institucionales no solo inconducentes en sí mismo, sino que compondría un bloqueo para crear lo que se necesita, pero que nominativamente ya está creado en la sociedad aun cuando sea inconducente.

Igualmente nefasto sería la nominación de supuestas instituciones justicia y comunicación alejadas del usufructo del proceso libertario, y desvinculadas de la institución educación, cuya inconducencia crearía enmarañados generadores de conflictos.

Consecuentemente nefasto, a partir de las incoherentes educación, comunicación y justicia, se manifiestan y abundan las creaciones de comportamientos individuales e institucionales inconducentes, por lo tanto corruptos comportamientos constructores del malestar general, presumiendo de ser conducentes al bienestar individual o sectorial de una sociedad.

La solución a estas situaciones es evidente, como lo es de evidente el insoslayable proceso libertario que somete a todos y cada ser humano, basta solo el constituir ámbito para aprender a aprender, y en él se aprende y distingue la diferencia entre inconducentes instituciones educativa y demás, y las constituidas para el usufructo del proceso libertario de aprender crear y comunicar, distinción que encauza el aprendizaje y la creación de comportamiento a la constitución conducente de la institución tripartita educación, comunicación y justicia y su consecuente red de ámbitos.

Solo con crear el primer ámbito para aprender y crear los comportamientos integrales del hombre de los perfiles de los egresados como finalidad y contenidos educativos traería tanta luz, claridad y seguridad de sus beneficios a todos y cada uno, que evidenciaría palmariamente la forma, fondo y necesidad de participar en los aprendizajes de todos y cada uno para solucionar conflictos y consumar anhelos.

No se trata de cambiar lo que se está haciendo, no se trata de una reforma educativa; se trata de crear, de constituirse para aprender para crear conducentemente la institución educativa que constituye a la sociedad; no es un cambio, es la creación de comportamientos institucionales que no se están haciendo.

Si algunos que no pueden "hacer el fuego para un asado" por sus inconducentes comportamientos, observan cómo algunos otros se estructuran coherentemente con el insoslayable y evidente proceso libertario, aprendiendo para crear el "fuego para un asado", consiguientemente, quizás inevitablemente, "abriendo los ojos", se aproximen individual e institucionalmente a sumarse para protagonizar y pertenecer a la coherencia insoslayablemente evidente del proceso libertario para aprender para crear la solución de conflictos y la consumación de anhelos. El sufrimiento, entre otros motivos, existe para no ser comportado, aprendiendo a crear los comportamientos solución que lo diluye.

Se aprenden insoslayablemente comportamientos, luego comportemos la educación coherente con el insoslayable proceso libertario, para que sea aprendida por todos quienes necesiten y quieran aprender a conducir sus comportamientos a la solución de conflictos y a la consumación de anhelos, construyendo el bienestar individual e inevitablemente general.

Es constituirse para aprender para crear y comportar lo necesario para solucionar conflictos y consumar anhelos. El alumno y la sociedad aprenderán para comportarse individual y socialmente, solucionando conflictos y consumando anhelos.

No se puede plantear un aprendizaje de temas, ciencias y demás, definidas por objetos y métodos exclusivos, parciales y aislados, y así otras similares parcialidades que no constituyen un comportamiento integral del hombre, sin el cual no se puede tener el contenido del aprendizaje y consecuentemente no se puede aprender.

No se trata de ir al supermercado a aprender a sumar, tomando como contenido educativo la suma y otras parcialidades, se trata de crear el contenido educativo integral al hombre y las instituciones (por ejemplo, la familia) de aprender para crear el comportamiento comprar para crear el comportamiento alimentarse sin conflictos consumando el comportamiento anhelado de nutrirse lo necesario suficiente.

Toda institución y fundamentalmente la educación solo puede constituirse para aprender respecto de comportamientos integrales al hombre y las instituciones.

La educación es constituirse para aprender los comportamientos a aprender para crear comunicar y conducirse individual e institucionalmente respecto de ellos.

Los comportamientos integrales de las cosas, circunscriptos por el comportamiento integral al hombre en creación por el que aprende, siempre estarán compuestos por comportamientos partes y a su vez serán parte de comportamientos que los contienen.

Ergo, el hombre aprende respeto de un comportamiento integral y propio en creación para conducir su comportamiento individual, luego el hombre constituido institucionalmente para educar a otros hombres se comporta para aprender como se comportan conducentemente los que aprenden respectos de los comportamientos que constituyó la institución educativa.

En un escueto ejemplo, tomemos la finalidad de una supuesta institución, reducida a lo mínimo, por ejemplo, nos constituimos en esta institución para que el alumno aprenda a comportarse construyendo una pared con ladrillos.

A partir de que un grupo de individuos se constituye para constituir la institución que participe del aprendizajes de los alumnos para construir una pared, surgen con claridad cuántos y cuáles ámbitos requiere la institución en cuanto comienzan a crear comportamientos para que los alumnos aprendan a construir una pared, claramente queda circunscripta la naturaleza interviniente y según se modifique el comportamiento de levantar una pared se modifica la naturaleza interviniente para aprender para elaborar el conocimiento y viceversa.

Ejemplo, al evaluar la naturaleza intervenida por las paredes que construyen los egresados, las paredes dejan pasar los ruidos creando conflicto entre linderos, abreviando el obvio proceso en la red de ámbitos, el conflicto, previo paso, por la justicia, la comunicación y demás, llega a la educación, al modificar el comportamiento inicial de la finalidad educativa creando el actualizado comportamiento contenido "levantar una pared que sea aislante acústico". Esta modificación del comportamiento para aprender modifica sistemáticamente la circunscripción de la naturaleza interviniente surgen cosas componentes de la naturaleza interviniente que en el comportamiento anterior no formaban parte, por ejemplo, ladrillos especiales o mezclas especiales, madera y otras existentes como materiales para la construcción de paredes en la provisión de materiales en la sociedad. Consecuentemente surgen nuevos comportamientos componentes del comportamiento finalidad institucional y del correspondiente aprendizaje, como por ejemplo, diseñar paredes dobles separadas por aislantes acústicos, operar herramientas de carpintería o de inyección de materiales con comportamientos específicos ante los sonidos, y así todos los que la capacidad de indagación para aprender para que la capacidad creativa construya como opinión, razón o conocimiento elaborado.

Solo el comportamiento integral al hombre como contenido educativo indica la naturaleza interviniente y de ella cuál es su profundidad y extensión.

Solo el comportamiento integral al hombre como contenido educativo circunscribe la naturaleza interviniente para ser aprendida permitiendo crear conducentemente respecto de ese comportamiento integral al hombre.

Solo el comportamiento integral al hombre como contenido educativo requiere, por aprendizaje, nuevos ámbitos institucionales donde aprender para crear comportamientos partes del comportamiento finalidad institucional (perfil del egresado).

Este proceso el hombre lo utiliza naturalmente desde que es capaz de aprender para crear y comunicar, es decir, desde que es producto del insoslayable proceso libertario y consiguientemente desde que está sometido y provisto por el proceso libertario, solo puede conducir su obligatorio comportamiento aprendiendo y creado al respecto.

Tomemos una narración para intentar evidenciar como la velocidad y precisión con que se hace el proceso de aprender para crear comportamiento conducente, supongamos unos paracaidistas que van a saltar de un avión a solo 180 metros de altura, el comportamiento requiere habilidad y rapidez para hacerlo, así pues saltan hasta que le llega el turno a Pablo, quien lo hace correctamente y abre su paracaídas como corresponde, pero, de pronto, siente un golpe en la tela inflada de su paracaídas, y ve cómo se desliza un compañero y pasa a gran velocidad cerca de él y detrás, el paracaídas del compañero que, enredado, no embolsa aire. Pablo en una fracción de tiempo aprende, crea y se comporta metiendo su brazo entre las riendas del paracaídas enredado de su compañero y este se envuelve en su brazo, lo que, al tensarse por el peso del compañero, le disloca el brazo a Pablo, pero frena la caída del compañero y ambos caen frenados por el paracaídas de Pablo. Con una natural velocidad de aprender para crear y comportarse, de la que también dan muestra evidente los niños y algunos adultos, Pablo aprendió y creó comportamiento para incidir en la naturaleza interviniente para que la naturaleza intervenida se comporte diferente a la que aprendió que sucedería si no intervenía (se comportaba incidiendo en la naturaleza interviniente). Tuvo muy escaso tiempo, pero el suficiente para aprender, es decir, para sentir las cosas de la naturaleza interviniente y circunscribir la razón que construyó el conocimiento necesario para crear el comportamiento conducentemente.

Igualmente podemos imaginar ejemplos en jugadas de futbol (le pegó como venía y la clavó en el ángulo, o estaba rodeado de cinco contrarios y con un toque la levantó en un pase sombrero que puso la pelota en la cabeza del compañero frente al arco) y tantas otras, donde al venir la pelota en el aire hacia el jugador, este está aprendiendo los comportamientos de los rivales, de los compañeros y de las demás cosas que lo rodean y va creando el comportamiento con el que va a incidir, todo en un tiempo muy reducido (el necesario y suficiente, no puede ser ni más lento, ni más rápido), y comienza a comportarse y va aprendiendo y modificando su comportamiento según los comportamientos que aprende, no lo puede evitar, está sometido al insoslayable proceso libertario.

Siempre se ha dicho que después de que pasan las cosas surgen las opiniones de lo que se podría haber hecho y se critica evaluando lo sucedido. No se trata de que se tiene más tiempo, o más, o nueva, información del hecho consumado solamente, sino que se tiene la circunscripción de la naturaleza interviniente correspondiente al comportamiento comportado lo que hace sentir las cosas y consecuentemente el aprendizaje alcanza la construcción del conocimiento hasta hacer obvio el comportamiento que soluciona el conflicto.

En este caso, el compañero que cae con el paracaídas enredado, Pablo aprendió hasta el conocimiento que incluía el comportamiento en creación de salvar al compañero y creó el comportamiento de atravesar su brazo conducente a la finalidad de salvar al compañero, al igual que el jugador crea la gambeta conducente al gol, y así insoslayablemente todos.

Pero la velocidad de aprendizaje es la velocidad con que se sienten las cosas, es lo más rápido y efectivo del hombre. Es su esencia.

El proceso libertario es tan integral al hombre que nada puede ser más rápido y más eficiente que aprender y crear comportamientos conducentes.

Muchos parecen tener sentido común, muchos parecen tener opinión, algunos parecen tener razones y otros parecen tener conocimientos elaborados, pero todos estamos sometidos al proceso libertario de aprender hasta el conocimiento, para crear y comunicar conducentemente al bienestar general.

No es complicado, ni complejo, es lo más simple y sencillo, es lo que el hombre es, tiene y comporta, desde siempre.

Es lo que, desde el origen, todas las cosas, incluido el hombre, han venido comportando y continuarán sometidas al mismo proceso.

Nada puede ser más simple y fácil para el hombre que el proceso libertario de aprender para crear y comunicar del cual es producto y puede ser proceso, por ser parte esencial y regidora de su existencia.

Ergo, cuando el hombre intenta componer cualquier otra forma de conducirse o intenta comportamientos individuales o institucionales incoherentes con el proceso libertario y así otras más, crea conflictos y complicaciones que lo sumergen en sufrimientos, tanto en lo individual como en lo institucional.

Evidentemente, constituida la red de ámbitos cuyo núcleo es la institución tripartita de la educación, la comunicación y la justicia, nada que suceda, conflicto, anhelo o que surja como conocimiento elaborado y se comporte comunicando que cosa es, en la sociedad, será ajeno al aprendizaje de los docentes y demás constituyentes de la institución tripartita, colocando en punta de lanza del conocimiento social a la educación, nada ni nadie en la sociedad tendrá conocimiento de un comportamiento que no se conozca también, cuando no primero y creado, en la institución educativa.

Asimismo, nada ni nadie tendrá conocimiento de un comportamiento que se realice en la sociedad sin que se haya también aprendido en la institución educación, comunicado en la institución comunicación o juzgado en la institución justicia.

Todos los comportamientos individuales e institucionales fluyen por la red de ámbitos de aprendizajes de las tres partes institucionales educación, justicia y comunicación conducentemente constituidas o no existen.

De esta manera tendremos en la institución educativa el recurso anhelado por individuos e instituciones de la estructura de los ámbitos necesarios para aprender y conducir los comportamientos de alumnos, los comportamientos de los que participan del aprendizaje de los alumnos (docentes y demás), los comportamientos de la naturaleza interviniente emergente de los comportamientos del perfil del egresado como finalidad educativa expresada en comportamientos.

Continuadamente la variación en los comportamientos del perfil conlleva la variación en los comportamientos de alumnos, docentes y viceversa.

En la institución educativa no se puede hacer otra cosa que comportarse para que el alumno aprenda a comportarse para aprender y conducir comportamientos respectos de los comportamientos de la finalidad constituyente de la institución educativa.

Palmariamente evidente surge que los alumnos saben que si no van a la escuela no aprenderán a comportarse respecto de, por ejemplo, soldar, construir una casa, curar una persona, constituir una familia, comportarse sin drogas, trasladarse sin conflictos, comportar los comportamientos médicos, los comportamientos del ingeniero, los comportamientos del artista, del solidario y así todos los comportamientos conducentes al perfil del egresado solucionadores de conflictos y consumadores de anhelos individuales y sociales.

Los docentes saben que tiene que crear comportamiento de participación para el aprendizaje del alumno en el comportamiento de soldar, construir una casa, curar una persona, constituir una familia, comportarse sin drogas, trasladarse sin conflictos, los comportamientos médicos, los comportamientos del ingeniero, los comportamientos del artista, y así todos los comportamientos conducentes al perfil del egresado, solucionadores de conflictos y consumadores de anhelos individuales y sociales.

La madre del alumno sabe que el hijo va a la escuela a aprender para comportarse respecto del comportamiento de soldar, construir una casa, curar una persona, constituir una familia, comportarse sin drogas, trasladarse sin conflictos, los comportamientos médicos, los comportamientos del ingeniero, los comportamientos del artista, y así todos los comportamientos conducentes al perfil del egresado solucionadores de conflictos y consumadores de anhelos individuales y sociales.

Todos los constituyentes de la sociedad saben que en esa institución educativa los alumnos están aprendiendo a soldar, construir una casa, curar una persona, constituir una familia, comportarse sin drogas, trasladarse sin conflictos, los comportamientos médicos, los comportamientos del ingeniero, los comportamientos del artista, y así todos los comportamientos conducentes al perfil del egresado solucionadores de conflictos y consumadores de anhelos individuales y sociales.

Asimismo y continuadamente por la red de ámbitos los alumnos, docentes y demás aprenden los conflictos que se crean cuando los hombres egresados se comportan soldando, construyendo una casa, curando personas, constituyendo una familia, comportándose sin drogas, trasladándose sin conflictos, los comportamientos médicos, los comportamientos del ingeniero, los comportamientos del artista, y así todos los comportamientos del perfil del egresado que actualizándolos en sus conflictos y anhelos los conducen a egresados solucionadores de conflictos y consumadores de anhelos individuales y sociales.

Por red de ámbitos la justicia aprendió y participa del aprendizaje de los conflictos aprendidos con precisión y detalles y los aprendió la educación, la comunicación observó el conflicto o consumación del anhelo del soldador y constituyente familiar y los proveyó por medio de su aprendizaje a la educación, así continúa sin solución de continuidad.

Contundentemente evidente, la institución educativa provee, desde lo inmediato de su constitución, por comportamiento institucional en cada momento, en cada minuto, en cada hora, en cada día, y así permanente y sistemática, a cada alumno que concurra a la escuela a educarse, el aprender para solucionar sus conflictos y consumar sus anhelos, y participar protagonizando la solución de conflicto y la consumación de anhelos de la sociedad.

Manifiestamente evidente, el alumno, los docentes, familiares y constituyentes de una sociedad, aprenden que en cada instante de participación en los ámbitos educativos los educa a todos y cada uno para solucionar conflicto y consumar anhelos. Es evidente la rapidez, eficiencia y usufructo inmediato y sistemático del servicio social de la institución educativa constituida coherentemente con el insoslayable proceso libertario.

Con palmaria evidencia todos y cada uno aprenden cómo participar en el aprendizaje de los alumnos para solucionar conflictos y consumar anhelos porque se trata de comportamientos como contenido integral y real del hombre, y no partes desintegrantes de los comportamientos a aprender, crear y comportar. Claramente se evidencia cómo individuos y sociedad aprenden y se educan para construir y sostener el bienestar general.

Luego es un proceso de aprendizaje en red donde todos los ámbitos institucionales aprenden de todos los ámbitos institucionales y todos y cada unos de los hombres aprenden de qué se trata y aprenden quién y cómo inciden en la naturaleza interviniente de la sociedad y el universo de todas las cosas.

Palmariamente a todos los hombres constituyentes de la institución educativa coherente con el insoslayable proceso libertario, les queda clara su participación institucional y concatenadamente e igualmente claro se les manifiesta a todos los hombres constituyentes de toda la sociedad cómo participar, proveyendo y proveyéndose, en la institución educación, comunicación y justicia para constituirse aprender crear y comunicar conducentemente en lo individual y en lo institucional, es decir, cómo ser protagonistas y pertenecer a una sociedad que aprende para crear y comunicar conducentemente su protagonismo y pertenecía al bienestar general.

Evidentemente se manifiesta que no se trata de buscar dónde ir, emigrando de unos lugares a otros lugares, para encontrar la estructura que le permita concretar sus anhelos y solucionar su conflictos. Se trata de crear la estructura necesaria y suficiente, constituyendo, coherente con el insoslayable proceso libertario, la institución tripartita de la educación, comunicación y justicia como núcleo de la red de ámbitos de aprendizaje para crear conducentemente y construir el bienestar general.

Creando el lugar, su lugar, para aprender crear y comunicarse para su bienestar, el de su familia, y el de su sociedad, donde habite, sin necesidad de emigrar a donde otros lo hayan creado o lo estén intentando.

Fundamentalmente a todos y cada uno de los constituyentes de una sociedad les queda claro que en la institución educación se aprenden los comportamientos para

constituir y sostener una familia, un trabajo, un arte, una ayuda, una institución y todos los comportamientos que podamos anhelar y que se necesiten para solucionar conflictos.

Evidentemente todos los comportamientos corruptos quedan expuestos a la luces de la educación, aprendidos individual y también simultáneamente por la institución comunicación, y juzgados con precisión y detalles por la institución justicia, diluyendo por educación la corrupción en creaciones de solución de conflictos o consumación de anhelos.

La institución educativa así constituida es propia a la constitución del hombre y su comportamiento individual y lo provee para constituirse y ser protagonista social.

Así pues todos los hombres constituyentes de una sociedad claramente participan en la institución educación.

Asimismo la institución educación participa de los comportamientos individuales e institucionales de todos y cada hombre constituido en la sociedad.

El proceso libertario de aprender para conducir los comportamientos de todas las cosas, incluido el hombre, provee los conflictos como cosa que se manifiesta por comportamiento, luego, a cada conflicto le corresponde un comportamiento y como la educación aprende respeto de los comportamientos, consiguientemente la educación incorpora como contenidos los comportamientos de los conflictos, con la precisión y detalles provistos por la institución justicia (incluyendo los conflictos de la institución justicia, por los cuales la justicia no provee en tiempo y forma los conflictos de la sociedad a la educación), para la creación y conducción de comportamiento que incida en los comportamientos del conflicto para componer una naturaleza intervenida como comportamiento de desarrollo diluyendo el comportamiento conflictivo.

Todo conflicto es una cosa, ergo, un comportamiento individual o institucional, que al ser aprendido por la red de ámbitos de las instituciones de una sociedad constituida por la educación, comunicación y justicia, se lo aprende para crear y comunicar conducentemente los comportamientos que solucionen el conflicto.

Si en la sociedad se utilizan computadoras, celulares, pistolas, bebidas alcohólicas, vacunas, ejercicios, drogas, fiestas, delitos, ayudas solidarias, diversión, y así todos los comportamientos (cosas) que crean soluciones, conflictivos o realicen anhelos, la institución tripartita de la educación no solo los incorpora inmediatamente para su aprendizaje, sino que crea para incidir conducentemente sobre ellos, constituyéndose consumadamente la educación en la generadora y conductora de los comportamientos de innovación y vanguardia de la sociedad, aniquilando el retraso educativo respecto del avance en los comportamientos sociales individuales e institucionales.

Palmariamente en la creación de soluciones de conflictos participan todos los hombres constituyentes de la sociedad.

Por lo que a todo conflicto además de una comunicación (manifestaciones y demás) y de un juicio (denuncia y demás) todas las instituciones y todos los hombres, esencialmente los que constituyen el conflicto, son provistos de la naturaleza interviniente con precisión y detalles para que con su capacidad de aprender construyan el conocimiento para crear y comportar conducentemente los comportamientos que inciden en la naturaleza interviniente solucionando el conflicto.

Evidentemente la educación solo puede constituirse respecto de comportamientos integrales al hombre.

Los comportamientos determinan la naturaleza interviniente como contenidos educativos.

Contenidos que, por ser comportamientos, los docentes los aprenden para crear los comportamientos docentes (didácticos pedagógicos y más) con los que participarán del aprendizaje de los alumnos respecto de los comportamientos de la finalidad con la cual se constituye y consecuentemente se estructura la institución educación.

Claramente los alumnos distinguen los contenidos porque son comportamientos, y palmariamente saben lo que no saben de ellos y tienen la curiosidad de indagar, luego, igualmente claro les surgen las preguntas, aprendiendo a crear y comportar estructuras de indagación conducentes a la construcción de conocimiento para la creación de comportamientos solución de conflictos o consumación de anhelos.

Palmariamente evidente la red de ámbitos realiza el anhelo educativo de la participación estructurada del aprendizaje, de todos y cada unos de los hombres constituidos en la sociedad, en la educación del hombre (alumno) para crear la solución de conflictos y consumación de anhelos.

Cómo constituir la institución comunicación

Cómo constituir, sostener, y usufructuar coherentemente con el insoslayable proceso libertario la institución comunicación.

Recordando que la comunicación es parte de una red de ámbitos institucionales cuyo núcleo es la institución tripartita de la educación, comunicación y justicia, que se extiende a todas las demás instituciones, por lo que referirme a la comunicación es hablar también de las demás instituciones.

En el proceso libertario de aprender para crear y consecuentemente conducir el comportamiento tanto individual como institucional, la comunicación es comportarse.

No se trata de señas, lenguajes, discursos y demás, sino todo el comportamiento integral de la cosa (hombre) incidiendo en la naturaleza interviniente, y solamente el comportamiento comunica la existencia de una cosa.

Un discurso, una canción, una pintura y otras emanadas de los llamados lenguajes de comunicación, en la naturaleza de todas las cosas, son comportamientos comunicacionales de una cosa, que en algunos casos, como producto, son cosas que se comportan y comunican, y en otros casos son cosas que se comportan y comunican lo que comunica otra cosa al comportarse, ergo, son comportamientos comunicacionales, como opinión, indagación, razón o conocimiento elaborado del comportamiento de otra cosa.

Así pues tenemos, la cosa, que comunica con su comportamiento lo que la cosa es, y los comportamientos comunicacionales, como por ejemplo el discurso, que comunican la comunicación que comportó una cosa, es decir, que comunican opinión del comportamiento de una cosa.

La opinión es el comportamiento comunicacional de una cosa, un hombre, por ejemplo, que comunica lo que él, como cosa, sintió del comportamiento de otra cosa cuando la aprendió. Recordemos que se aprende una cosa cuando se siente su comportamiento y se determina postura (pregunta, o razón [sentimiento circunscrito]) del comportamiento de la cosa respecto de un comportamiento en creación del que aprende.

Una cosa comunica que existe con su comportamiento que hace que la cosa sea lo que es. Y su comportamiento comunica a cada uno y a todas las cosas lo que la cosa es con completa integridad de precisión y detalle.

Asimismo, por comportamiento de aprendizaje, una cosa es lo que el que la aprende la refiere a su comportamiento en creación, como cosa sobre la que va a incidir, de allí que un mismo hombre puede aprender una cosa construyendo tantas opiniones, razones y conocimientos como comportamiento cree para incidir conducentemente en ella, y asimismo, cada hombre tiene opinión, razón y conocimiento diferente o coincidente con otro hombre respecto de una cosa. Por igual proceso, dos o más hombres coincidirán en la construcción del conocimiento (más allá de las opiniones y razones) de una cosa respecto de un comportamiento individual o institucional de ellos como constituyentes.

Concluyentemente, cuando constituidos dos o más hombres institucionalmente para aprender para crear respecto de un comportamiento institucional y se abocan, en el ámbito, a aprender una cosa, todos los constituyentes la aprenden respecto del mismo comportamiento que es el institucional, finalidad de la institución. Esto permite, por proceso libertario, a los constituyentes de ámbito institucional, para aprender a la cosa en su comportamiento, comportarse con opiniones que en su comunicación para su aprendizaje construyen conocimiento respecto al comportamiento institucional, lo que permite consumar la creación de comportamientos conducentes al comportamiento institucional.

Palmariamente, una vez más, se aprende que evidentemente no se puede aprender si no es naturaleza interviniente respecto de un comportamiento en creación, comunicando sus comportamientos para que, haciéndose sentir en el que aprende, este comporte la construcción de opinión, postura, razón y conocimiento, para crear y comunicarse comportándose conducentemente.

Notoriamente evidente se manifiesta la institución comunicación como el principal ámbito de servicio coherente a la institución familia, institución que se hace cuerpo con la institución tripartita de educación comunicación y justicia, para aprender, crear y comportar soluciones y anhelos individuales y sociales.

Nota al paso: Si bien creo que se vislumbra a lo largo de esta comunicación que utilizando las mismas palabras otros hacen diversas referencias, intentaré, utilizando las palabras "realidad" y "verdad", entre otras conocidas, una comunicación que espero resulte más aclaratoria.

Con palmaria claridad se evidencia que el comportamiento de la cosa respecto de todos los comportamientos de todas las cosas es la comunicación integral de la cosa, es lo que la cosa es (lo que algunos llaman realidad). Igualmente palmaria es la evidencia de que el que aprende una cosa lo comporta al aprendizaje respecto de un comportamiento en creación que circunscribe el aprendizaje respecto de la cosa delimitándola en extensión y profundidad, así, a cada aprendizaje de una cosa realizado por un mismo hombre respecto de varios comportamientos diferentes en creación, le corresponde una opinión, razón o conocimiento diferente del mismo comportamiento integral y único (real) de la cosa (lo que muchos llaman verdades relativas, parciales o subjetivas). Luego, la realidad plena es el comportamiento de una y todas las cosas referente al comportamiento de todas las cosas, y la realidad de una cosa es el comportamiento de la cosa respecto al comportamiento de todas las cosas.

Ergo, el hombre, en usufructo del proceso libertario, puede, también, aprender una cosa respecto del comportamiento de otras cosas, luego puede aprende para crear y recrear la realidad.

Asimismo, la verdad plena de la realidad es la libertad de todas las cosas de usufructuar el proceso libertario para aprender todas las cosas respecto del comportamiento de todas las cosas. Luego la verdad de un suceso, es decir de una cosa, es el comportamiento de aprendizaje de todas las cosas para aprender el comportamiento de las cosas que intervienen en el suceso respecto del comportamiento de todas las cosas,

Consecuentemente, el hombre, usufructuando el proceso libertario, puede aprender los sucesos, comportamiento de las cosas, respecto del comportamiento de otra cosa (de sí mismo, del hombre, de la sociedad y así de todas).

Luego, por utilizar las palabras conocidas, el hombre aprende la realidad ejerciendo la verdad de todas y cada cosa.

Considerando la realidad como lo que acontece total, pleno, único e integralmente en el suceso (comportamiento de una cosa que incide) y la verdad como la comunicación integral, única, completa del suceso (comportamiento de una cosa que se aprende).

Luego contundentemente evidente el hombre puede contemplar la realidad de una cosa (suceso) por aprendizaje del comportamiento de la cosa respecto al comportamiento de todas las cosa, ejerciendo la verdad de una cosa (suceso) por aprender la cosa respecto del comportamiento de otras cosas.

Luego el hombre puede contemplar la plenitud de todas las cosas como comportamiento para, en ejercicio de la verdad plena, aprender todas las cosas comportándose respecto de todas las cosas.

Luego el hombre puede aprender, para gozar contemplando el bien, perteneciéndole.

Asimismo se aprende que, evidentemente, en la institución tripartita de la educación, la comunicación y la justicia como núcleo de la red de ámbitos, la comunicación tiene unos de sus esenciales fundamentos en que, cuando uno o más hombres se constituyen en una nueva institución para aprender, crear y comunicar comportamiento conducente a la solución de un conflicto o la consumación de un anhelo, constituyen el ámbito institucional correspondiente que comunica a la red, y por estar todas las cosa sometidas al proceso libertario es que todos y cada uno de los constituyentes de todas y cada una de las instituciones pueden comunicarse participando del aprender para crear de toda la red de ámbitos institucionales que constituyen conducentemente la sociedad, al igual que en lo individual es en lo institucional.

Así se concatena la comunicación y el aprendizaje, tanto en lo individual como en lo institucional, así se comunican las cosas para su aprendizaje respecto de un comportamiento en creación del que aprende sea individuo o institución.

Todas y cada una de las cosas, comunican integralmente, con precisión y detalle, solo y únicamente con su comportamiento.

No se trata de que con un comportamiento las cosas comuniquen lo que son, sino de que en cada comportamiento las cosas son lo que son.

Asimismo, en cada aprendizaje las cosas son para el que aprende lo que el que aprende refiere como aprendizaje propio en creación.

Por ejemplo, un comportamiento real es que una pelota rompe el vidrio de una ventana, esa sería la realidad, lo aprende un vidriero respecto del comportamiento de "yo puedo cambiar el vidrio, me comunicaré con el dueño", es una cosa nueva, es la continuidad, comunicación de la realidad de la pelota rompió el vidrio, aprende el niño que pateó la pelota respecto al comportamiento "me van a retar por romper el vidrio" y así sucesivamente.

Luego, a cada aprendizaje (por ser respecto de un comportamiento en creación del que aprende) le corresponde un aprendizaje de la misma realidad (lo que suelen llamar "su verdad relativa de la realidad"). No existen varias verdades ni existen varias realidades, tanto la verdad como la realidad son una sola, lo que varía son los comportamientos de aprendizaje respecto del comportamiento en creación del que aprende. Así la comunicación de una cosa es su comportamiento que se aprende según el comportamiento en creación del que aprende, por lo tanto, cuando comunica su comportamiento comunica una opinión. Se debe seguir aprendiendo hasta aprender respecto del comportamiento de todas las cosas, lo que constituye el conocimiento único verdadero de la comunicación de la cosa, en este caso una pelota rompiendo un vidrio. Nota al paso: la contemplación, meditación y otras similares son los aprendizajes continuos y curiosos que la conducción libre del hombre hace sobre distintos comportamientos respectos de aprendizajes de todas las posibles incidencias de los posibles comportamientos de todas las cosas.

Ergo, contemplar, meditar y otras es aprender uno o varios comportamientos que se observan en su comunicación respecto a la infinita variedad de comportamientos de todas las cosas que lo pueden aprender, es una comunicación para sí mismo del que aprende respecto de un recorrido libre de sus posibles comportamientos y de los posibles comportamientos de todas las cosas.

Luego, si lo puedes contemplar (imaginar incluido), se lo puede comportar.

Así pues, por ejemplo, una manifestación de un hombre o varios, intentado comportar un comportamiento comunicacional para participar en el aprendizaje de otro, será conducente cuando comunique los comportamientos de un conflicto o de un anhelo, y será inconducente cuando solo comporte un comportamiento comunicacional referente a una opinión o simple razón sin alcanzar la construcción de un conocimiento.

Concluyentemente no comunican conducentemente los discursos ni otras manifestaciones individuales o de grupo de individuos por el solo hecho de comportar un comportamiento comunicacional respecto a una opinión o razón. Se hace necesario que se realicen en los ámbitos de aprendizaje de la red de ámbitos, donde los que aprenden, creadores de estructuras de indagación, preguntan y repreguntan hasta construir conocimiento, y fundamentalmente como comportamientos comunicacionales para participar del aprendizaje en los ámbitos educativos para crear comportamiento solución de un conflicto o consumación de un anhelo. Toda otra manifestación es cosa en sí misma y así lo comunica en su inconducencia recibiendo su juicio y sentencia del insoslayable proceso libertario que rige todas las cosas.

Como un muy escueto ejemplo, diría que una pelota pateada por un joven, que se estrella rompiéndonos el vidrio de la ventana de nuestro dormitorio, no se hace sentir del mismo modo que cuando la pelota recorre unos trece toques de los futbolistas de nuestro equipo favorito para terminar introduciéndose en el arco rival en una final de campeonato en el minuto 90 y estando hasta ese momento cero a cero, pero, supongamos, cuando un nieto, en una vidriera de juguetes señalando un objeto redondo que tiene escrito oficial y está en un pedestal, pregunta "¿qué es eso, abuelo?", le comunica "una pelota, una pelota de fútbol, querido", y "¿qué es una pelota de fútbol, abuelo?".

Evidentemente nadie siente lo mismo respecto de lo que comunica la pelota, y evidentemente todos crean respecto de la pelota aprendiendo su comunicación respecto del comportamiento que están creando.

Es decir, cada cosa se hace sentir con su comportamiento respecto del que aprende su comportamiento, que está haciendo el aprendizaje a través de un comportamiento para aprender respecto de un comportamiento en creación.

Ergo, cada cosa le hace sentir al que la aprende respecto de él como cosa que aprende para comportarse.

Así las cosas son conocidas por su comportamiento como circunscripción respecto al comportamiento en creación del que aprende.

Si bien la "noticia" y el "chismerío" son agradables comportamientos comunicacionales, entretenidos, como si fuese una " ficción real" inconducente contradicción, pero son inconducentes para la solución de conflictos y la consumación de anhelos y de diversión limitada con pronta conducción a la desilusión, aburrimiento y angustia de requerir más y más chismerío en una búsqueda inconducente del completo placer de ser protagonistas del aprender para crear comportamientos propios conducentes al bienestar general.

Palmariamente evidente, la comunicación por comportamiento de las cosas haciéndose sentir para su aprendizaje respecto de un comportamiento en creación del que aprende para hacerse sentir es una comunicación contundentemente evidente de lo placentero de la finalidad de todas las cosas, la de gozar "andando por la vida eterna aprendiendo (sintiendo comportamientos) para crear y comunicar (comportar haciéndose sentir)". Creando placer insuperable, plenamente integral al hombre y la sociedad.

No existe otra riqueza ni goce mayor.

Quien aprende hasta construir el conocimiento del bien (y así lo siente) se comporta creando comportamientos conducentes al bien (para hacerse sentir, perteneciéndole).

Así, como las cosas están interrelacionadas por sus comportamientos con todas las cosas, se comunican (se hacen sentir) como tales, respecto del comportamiento en creación del que aprende para comportarse (hacerse sentir), y este sentido aprendizaje varía recíprocamente.

Por consiguiente, se puede comportar una comunicación que comunique la comunicación del comportamiento de otra cosa.

Así una persona puede opinar sobre un suceso (cosa), la opinión es un comportamiento comunicacional que comunica lo que comunica otra cosa con su comportamiento.

Así, por ejemplo, un comunicador (por utilizar un término de uso cotidiano para referirme a un hombre o institución que trabaja comunicando sucesos, cosas) puede comunicar un suceso respecto de su comportamiento laboral de decir algo que dure dos minutos, consecuentemente su comunicación del comportamiento de la cosa sobre la cual va a opinar es una opinión distinta si lo hace respecto de otro comportamiento, por ejemplo, que se exalte la opinión en el que la escuche sin importar el tiempo que lleve la comunicación, claramente, el mismo comunicador, crea dos comunicaciones (comportamientos comunicacionales) como opiniones completamente distintas respecto de un mismo comportamiento de una cosa.

En otras palabras, los comportamientos comunicacionales son opiniones de comunicación de sucesos y estas opiniones son creadas por el comunicador respecto de un comportamiento en creación para lo cual crea la opinión.

Ergo no se puede discurrir ni aprender acabadamente de una opinión para comportarse respecto de una cosa, siempre será algo parcial y distinto del comportamiento de las cosas.

Por consiguiente, tenemos comunicación cuando las cosas se comportan, y tenemos comportamiento comunicacional como comportamiento de un hombre (cosa, prueba, análisis y otras) que comunica el comportamiento de otra cosa según él la aprendió respecto de un comportamiento suyo en creación.

Nota al paso: por ejemplo, si de cosas se tratara, tenemos la opinión del prisma de cristal (cosa) respecto del comportamiento de la luz (cosa). El prisma nos comporta la comunicación de lo que sucede cuando el prisma deja pasar la luz a través de él, pero es solo la opinión del prisma respecto de la luz, el comportamiento de la luz comunica mucho más que la opinión del prisma de cristal. Su comportamiento integral comunica lo que la luz es, y su sentido aprendizaje se circunscribirá siempre respecto del comportamiento en creación del que aprende.

Así, pues, una gota de agua aprende a la luz respecto de crear un comportamiento arco iris incidiendo en ella o viceversa.

Así es la comunicación de la naturaleza interviniente de todas las cosas para el aprender crear y comunicar de todas las cosas, incluido el hombre.

Así es el proceso libertario que rige todas y cada una de las cosas.

Así los hombres comunican con sus comportamientos individuales y las instituciones comunican con sus comportamientos institucionales y podemos comportarnos comunicacionalmente tanto individual como institucionalmente, comportándonos para comunicar la comunicación de otro comportamiento.

Así pues, dar una noticia de un casamiento es un comportamiento que comunica lo que comunica el casamiento al que lo aprendió para crear el comportamiento de dar la noticia.

Aprender el comportamiento noticia del casamiento no es aprender el comportamiento casamiento. Es aprender una opinión del comportamiento casamiento que es la comunicación del casamiento.

Para el comportamiento de aprender, los comportamientos comunicacionales son cosas distintas del comportamiento al que se refieren, no conforman conocimientos elaborados, sino opiniones que solo son utilizables, como tales, en los ámbitos de la institución comunicación y concatenadamente en los ámbitos de las instituciones educación y justicia.

Así, pues, la comunicación de las cosas por sus comportamientos es una parte esencial del proceso libertario de aprender para crear y comunicar comportamiento conducido.

El hombre puede intentar crear la inconducente intencionalidad de usufructuar el proceso libertario para consumar comportamientos resultados, previos al aprendizaje, finalidades preestablecidas denominadas fanatismo, antifanatismo, obstinación y así más.

Palmariamente el hombre puede comportarse inconducentemente a partir de no aprender y comportar lo que le surge de la primera comunicación de una o varias cosas que se comportan, igualmente puede comportarse inconducentemente por aprender un comportamiento comunicacional de una opinión, o razón parcial del comportamiento de la cosa que aprende, y, también, puede comportarse inconducentemente pretendiendo partir de la finalidad resultante, es decir, establecer el comportamiento de las cosas incididas por su comportamiento no solo sin aprender, sino como cosa que existe o debe existir, consecuentemente comunicando que se comporta por sus intereses propios, de otros, de todos quienes pretenda consumar un comportamiento resultado sin aprender para crear conducentemente ese comportamiento resultante.

Por ejemplo, un fanático establece que todos los comportamientos de su líder son buenos y para bien, luego él no aprende, ya sabe que todos los comportamientos del líder resultan en naturaleza intervenida para el bien. Así, si los comportamientos del líder comunican inconducencia, como robos, asesinatos, estafas, mentiras y demás, no los aprende, los niega como existencia o como inventados, los descalifica como comunicación o prueba, o los justifica con cualquier comportamiento comunicacional que no permita ser aprendido. Así se generan conflictos comunicacionales del y para el fanático creando una maraña conflictiva de comunicaciones, entre otros fanatismos y antifanatismo y otras, comunicaciones que exponen lo inconducente de los comportamientos del líder, con la imposibilidad del fanático de aceptar aprender esos comportamientos, favoreciendo la maraña de comportamientos comunicacionales inconducentes o conducentes al insulto, la violencia, descalificación, y así más, que impidan el aprendizaje del comportamiento del líder. Así para el fanático la comunicación integral de un suceso pasa a ser relativa a la opinión, para el fanático solo existen opiniones, los que aman al líder y los que odian al líder, "Mirá la filmación de tu líder matando niños con sus propias manos, y además confesó frente al juez", a lo que el fanático responde "esa es su opinión, la mía es que eso es una "operación comunicacional mediática", todo falso para lograr otros fines, por ejemplo, impedirle al líder exhibirse en su majestuosidad".

Claramente se manifiestan en la sociedad, hombres, instituciones y más fanáticos obstinados en algo, en alguien, súbitos, seguidores, y así otros, que en común pretende establecer que todos los comportamientos deben resultar como ellos lo determinan como establecido, se trata de intentar una inversión del proceso libertario cuyo proceso es insoslayable. Obviamente evidente, ni el hombre, ni las instituciones puede tener comportado el resultado finalidad (cosas incididas por el comportamiento creado) sin haber aprendido y creado coherentemente conducentes a ese resultado.

Claramente, pueden crearse comportamientos comunicacionales que manifiesten sus inexistentes "seres estables" (por ejemplo, líderes que se comportan bien siempre, o para que sean perfectos "casi siempre", hagan lo que hagan y, pretendiendo crear un proceso que excluye al aprendizaje coherente con el proceso libertario, simplemente consideran que el aprendizaje es único y previo al propio aprendizaje (evidente contradicción), pretende establecer que se aprende una vez para todos los comportamientos de la vida del "líder y el seguidor" y consecuentemente crean comportamientos con obstinación "anti o a favor de" se los aprende pasionales, fanáticos, y demás, de nula o muy escasa participación en aprendizaje de otro, y recíprocamente rechazando hasta la clausura la participación de algo o alguien en su aprendizaje pre establecido, creando comportamientos inconducentes que van desde manifestaciones verbales, teóricas, descalificaciones, insultos y así otras, hasta los más violentos comportamientos inconducentes, que pretenden que el comportamiento resultante preestablecido exista, lo cual es incongruente con el proceso libertario que lo expone permanente y sistemáticamente, no soportando la exposición en los ámbitos de aprendizaje donde la estructura de indagación (preguntas, repreguntas y demás) de los que aprenden revelaría su inconducencia con notoria claridad. Consiguientemente el "líder" no puede admitir que se intente aprender de él, que participe sometiéndose al aprendizaje con estructuras de indagación donde las preguntas y repreguntas lo expondrían en su inconducente individualidad reduciéndole su majestuosidad a la de simple individuo conflictivo con pretensiones de ser institución. El "líder" solo comunica comunicacionalmente infaliblemente y jamás acepta exponer sus comportamientos como comunicaciones para el aprendizaje, y sus "seguidores" sin los comportamientos de aprendizaje, se comportan adorándolo incondicionalmente, lo cual evidentemente es incongruente con el insoslayable proceso libertario que los sumerge a "líderes y seguidores" en sufrientes conflictos y los diluye en partes libres.

Luego solo crean comportamiento comunicacionales o de imposición manifestando "todos somos seguidores de alguien", "cada cual tiene su opinión", "soy integrante de…, fanático de…, anti de…", "todos los demás son también integrantes de…", "igual o contrario" y así otros, "por lo tanto, no necesito aprender ya aprendí, ya sé", y consecuentemente frente a otros comportamientos donde va a incidir, sean cualesquiera, no aprende y crea comportamientos de fanático y más, que ya sabe cuáles son y que "los no-fanáticos son anti-ellos que siempre se comportan en contra", pretenden ser una resultante de comportamientos estables, pretende no ser, porque el no-comportamiento, la sustancia sin libertad de comportamiento (que pretende existir no sometida al proceso libertario que es el origen de todas las cosas ) contundentemente evidente lo que no se comporta no existe, al igual sucede con todas las demás finalidades de "todo" que intenta evitar el insoslayable proceso libertario, pero contundentemente el proceso libertario que somete y rige todas las cosas lo explota en cada comportamiento en una maraña de complicados conflictos, que en muchos casos pretende continuar con su postura de pretenderse invariable en su finalidad inconducente y, por lo tanto, crea comportamiento sin aprendizaje que lo sumergen en más inconducencia, sufrimientos y maraña de conflictos.

Así, con un muy sintético y acotado ejemplo, supongamos que un "defensor de la verdad", donde el comportamiento resultante es decir la verdad siempre (que intenta representar a todos los fanatismos y demás similares), se encuentra sentado en la sala de espera de la guardia de un hospital, cuando de pronto ve a unas tres personas con armas blancas y de fuego en sus manos y los escucha decir "¡Cómo que nuestro hermano murió!". Acto seguido el policía y el guardia de seguridad les piden que se calmen y que dejen las armas, a los que los tres les disparan varias veces y uno de ellos lo apuñala al policía que está en el suelo. Entonces, dirigiéndose al "defensor de la verdad" cuyo comportamiento finalidad es decir siempre la verdad, le pregunta: "¿Quién es el médico de guardia?", a lo que él le responde: "Él", señalando a un señor vestido de chaqueta blanca. Los tres hermanos le disparan y el médico, herido de muerte murmura: "Entré a trabajar a la guardia hace unos segundos". Un hermano le pregunta al "defensor de la verdad": "¿Es así?". "Sí", responde. "¿Por qué no me lo dijo?". "Porque no me lo preguntó". "¿Quién es el médico que atendió a mi hermano?". "Él", respondió señalando a un señor de anteojos vestido como para salir, que de inmediato trató de explicar diciendo: "Hicimos todo lo posible". Pero es asesinado de inmediato, a lo que los hermanos, dirigiéndose al "defensor de la verdad", le preguntan: "¿Quiénes más atendieron a nuestro hermano?", y él responde, señalando a las personas: "Ella, aquella, este y aquel otro". Todos son baleados y acuchillados. Cabe aclarar que se trataba del sacerdote, vestido con ropa de calle, que le dio la extremaunción; el enfermero que le practicó resucitación hasta último momento; la enfermera que le lavó la herida y lo preparó para cirugía, y una hermana del convento que le sostenía la mano al hermano moribundo. Por último los tres hermanos le preguntan al "defensor de la verdad" si había alguien más en la sala, a lo que responde: "Sí, estaba yo". "¿Y Ud. no hizo nada para salvar a nuestro hermano?". "No, no hice nada".

Con palmaria claridad se manifiesta cómo los tres hermanos fanáticos respondían con comportamiento inconducente al comportamiento "si muere nuestro hermano, matamos a todos los que "debían" salvarlo". Asimismo, el "defensor de la verdad", con igual fanatismo, respondía con comportamientos comunicacionales inconducentes al comportamiento resultante "yo respondo siempre con la verdad de lo que se me pregunte". Igualmente con palmaria evidencia, tanto el fanático "defensor de la verdad" como el fanatismo de los tres hermanos intentando invertir el proceso libertario de, primero, crear el resultado, luego, crear todos los comportamiento que comportan el resultado sin aprender respecto de un comportamiento en creación, comportándose inconducentemente y no usufructuando el proceso libertario coherentemente hasta alcanzar la construcción del conocimiento que les permitiría conocer el bien para comportarse bien.

No se trata de malos y buenos, de sabios e ignorantes, de lúcidos y tontos, y así más. Se trata de hombres e instituciones incoherentemente educadas por incoherentes comportamientos de aprendizajes para aprender y conducirse.

Si conducentemente el "defensor de la verdad" se hubiera educado en su conducente usufructo del insoslayable proceso libertario, habría creado el comportamiento conducentemente a su finalidad deseada inicialmente, la que al aprender se le revelaría en su conducción al malestar general, proveyéndolo para aprender para crear conducente al bienestar general, pues quien conoce el bien se comporta bien para su propio bienestar y el de todos, por lo que, por ejemplo quizás, podría haber creado el comportamiento "debo evitar que maten más gente", luego aprendo, tienen armas, están fanatizados, luego no me comunico o trato de comunicarles para que se calmen y aprendan que no pueden comportar el fanático comportamiento resultante y así mas.

Pero por secuencia de comportamientos son los fanáticos hermanos los que, si se hubieran educado respecto al aprender a aprender coherente con el proceso libertario habrían, reduciendo el obvio proceso educativo, los tres hermanos fanáticos en lugar de estar intentando crear comportamientos conducente a consumar la finalidad del comportamiento resultante "matar a quienes debían salvar a su hermano", consecuentemente creando comportamientos conflictivos, coherentemente educados y haciendo usufructo del proceso libertario de aprender para crear comportamiento conducente, inevitablemente habrían aprendido, en este escueto ejemplo, que todos y cada uno de los que intervinieron intentaron salvarle la vida al hermano, fueron conducentes al bienestar general, que lo conducente para ellos es ampliar la naturaleza interviniente que incluya los comportamientos del hermano y las cosas que lo incidieron hasta los comportamientos educativos de todos los intervinientes en el conflicto "lesión y muerte de un hermano", por ejemplo, crear comportamientos que eviten los comportamiento de su hermano o de los comportamientos que lo lesionaron a su hermano, y así más obvias creaciones de comportamientos conducentes a la solución de conflictos y consumación de anhelos, en usufructo coherente del insoslayable proceso libertario.

Concluyentemente, con los hombres e instituciones fanáticos y otros similares, no se puede participar de sus aprendizajes porque ellos, por educación inconducente, crean postura finalidad, no aprenden para crear comportamiento para incidir conducentemente, solo crean comportamientos inconducentes, fantasiosamente supuestos conducentes a su resultado creado previamente al aprendizaje que les resulta irreal e incomportable.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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