La realidad universal en la que nos insertamos, se caracteriza por ser la época del dominio del capital, dominio que homogeniza los gustos, formas de pensar, de consumir, en fin, el mundo que aboga por una sola cultura; ¨ La cultura donde el hombre es lobo del hombre ¨. Donde sólo interesa formar sujetos pasivos que consuman todo lo material y espiritual que necesita el capital para su reproducción. Este mundo que nos ha tocado vivir, es al decir de Eduardo Galeano; ¨ Un mundo al revés, que nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: Así practica el crimen y así lo recomienda.¨
Las ciencias sociales en nuestro país, desde su propia formación como nación, ha estado en la esencia del pensamiento pedagógico cubano como proyecto alternativo de ideas emancipadoras que parten de la universalidad para descansar en un pensamiento original, creativo, y comprometido con la realidad objetiva cubana. Proceso que asume lo mejor del pensamiento universal, desde una dialéctica que lo supera, utilizándolo como instrumento útil a nuestra propia formación identitaria.
Éste híbrido: magisterio- ciencias sociales, para transformar realidades, es resultado de un proceso, que convierte a Cuba en país referencia del siglo XXI, para aquellos que en cualquier parte del mundo, luchan por una verdadera independencia. Todo ello, a pesar de errores, estancamiento y retrocesos.
Asumiendo una posición crítica del estudio de las ciencias sociales en Cuba, sobre todo en la última década, considero como elemento negativo de la misma en los centro de enseñanza superior, el desconocimiento que llega a convertirse en verdadera ignorancia del pensamiento, o, la historia de las ideas en Cuba, sus principales protagonistas, y la frescura de ese pensamiento que se erigió en proceso de consolidación de nuestra cubanía. El ajiaco de Ortiz, que es, este proceso transcultural-cultural del cubano, devenido de lo mejor de las ideas universales y autentizadas en esta islita del caribe, resulta vital para la compresión de nuestra universalidad.
Esto se nos hace más imprescindible, cuando interpretamos el mundo que nos interactúa, caracterizado anteriormente.
De ello salta la necesidad de formar una visión de autenticidad, en los modos de pensar de nuestros educandos, que se reconozcan hijo, no de un producto importado, sino de un pensamiento, que se articula con propiedad y sello propio.
Para arribar a estas conclusiones he revisado con paciencia; programa de estudios, bibliografía básica, ayudas metodológicas, videos casete etc.
De aquí que me proponga como objetivo en el artículo, Valorar la importancia de la enseñanza del pensamiento cubano, en nuestros centros universitarios, y la factibilidad de ello sin tener que hacer transformaciones en los programas de estudios diseñados para los centros de enseñanza superior.
Para mayor comprensión, el desarrollo del trabajo que presento queda estructurado metodológicamente en dos temas ellos son: Educar desde nuestro pensamiento, una vía factible y necesaria para educandos de nuestras universidades. . Y un segundo tema referido a los Rasgos que debe tener el docente de las ciencias sociales en nuestro país.
Esperamos que el trabajo contribuya a considerar la necesidad de reflexión sobre lo que planteamos en bien de la formación de sujetos comprometidos con su propia historia.
Desarrollo
Educar desde nuestro pensamiento, una vía factible y necesaria para educandos de nuestras universidades.
La historia de la pedagogía y las ciencias sociales en Cuba, han estado durante todo el período de formación, continuidad y consolidación de la nación, en estrecha unidad dialéctica, constituyendo esta relación, uno de los principales fundamento del pensamiento y la historia de las ideas en el proceso emancipador cubano.
No es casual que los padres del pensamiento pedagógico cubano, hayan sido, además los principales renovadores y formadores de un pensamiento crítico y transformador de realidades. Ejemplos son: El obispo Morrell de Santa Cruz, Francisco de Arango y Parreño, José Agustín Caballero, el obispo Espada, , Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Vicente Antonio de Castro, hasta la figura más relevante del pensamiento decimonónico en Cuba: José martí. Ellos todos fueron formadores de un magisterio que tuvo desde sus inicios el gran objetivo de hacer una Cuba para y desde lo cubano.
Considero una de las grandes virtudes de estos forjadores de la conciencia cubana haber recibido con dialéctica recepción todo la cultura universal, y haber asumido con criterio de autonomía, todo el pensamiento moderno de cada etapa que les tocó vivir, convirtiéndolo, en proyecto de emancipación de una nación que se erigía como propia. En ellos, la economía, filosofía, política, estética sentaron bases propias, para insertarse en la universalidad desde la universalidad misma.
El batallar incansable de Varela por la independencia y abolición de la esclavitud, sufriendo los agobios del destierro, su definición de desarrollar una economía y política exclusivamente hecha por los de casa, preferiblemente a la que pueda practicarse por el auxilio extranjero, El antianexionismo de Saco quien pediría a su amigo Luz y Caballero, de morir antes que él, poner sobre la losa de su sepulcro: ¨ Aquí yace José Antonio Saco, que no fue anexionista, porque fue más cubano que todos los anexionista ¨, para quien la nacionalidad es la inmortalidad de los pueblos y el origen más puro del patriotismo. Y la vocación de todos ellos, de hacer ciencias para construir un futuro mejor, no para destruirlo, está profundamente enraizada, en los principales autores de las guerras por la independencia de Cuba, siendo el trinomio Martí-mella-Fidel la obra más acabada de todo el pensamiento cubano desde sus orígenes hasta el surgimiento y desarrollo del marxismo en Cuba.
Concuerdo plenamente con Hart cuando afirma: ¨ Ellos fueron pilares de la educación de este país, figuras cuyas vidas y pensamientos deben inspirar las más profundas reflexiones patrióticas, filosóficas y pedagógicas ¨. Desde esta visión es que propongo que los docentes de la enseñanza superior reflexionen sobre estos, puntos cardinales del pensamiento cubano.
- Ciencia- conciencia, relación dialéctica que aborda este fenómeno social del conocimiento.
- El conocimiento es transformación, sentido de una visión creadora de lo reflejado por el hombre a través del papel de la práctica transformadora. "Saber es hacer".
- Cultura como arma de la emancipación, justificando el carácter clasista de la cultura y su importancia en la formación del sujeto activo.
- El hombre como producto de su realidad objetiva, estableciéndose la relación dialéctica naturaleza– realidad- comportamiento social.
- La verdad como destino del bien común de los hombres.
La argumentación de las ideas antes expresadas, no será objeto de análisis en este artículo, no obstante lo considero necesario para el debate y llamada a la reflexión que propongo.
Considero oportuno hacer una aclaración. Sería ridículo desde cualquier enfoque, arribar a conclusiones nacionalista o chovinista sobre el tema, negando la importancia de la teoría marxista leninista, en la formación del hombre nuevo transformador cubano. Sólo me convenzo que cuando se estudie nuestro pensamiento debe hacerse desde la Cuba insertada en un proceso universal.
El pensamiento cubano es hijo también de las corrientes filosóficas, políticas, económicas, y estéticas, que en el mundo han existido. Martí nos llamaba a asumir lo mejor de la cultura universal desde nuestras propias maneras de concebir el mundo, pero el tronco, debía ser nuestro.
Lo que sí no nos debe suceder, es que, no seamos capaces de interiorizar la esencia de nuestras formas de concebir el mundo, a partir de nuestras realidades concretas. Nadie puede dudar los aportes de la Revolución cubana a la teoría marxista y el pensamiento universal. Martí fue creador, primero que Lenin, de un partido único, y no fue casual que lo hiciera apoyándose en el movimiento obrero. Su frase célebre,"Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar", me invita a relacionarla con la idea de romper con aquel pensamiento utópico socialista que aspiraba a la buena Fe de las clases que detentaban el poder económico. En la economía política son varios los ejemplos de pensamientos y pensadores originales que, incluso desde contextos y aristas divergentes abogaron por una economía no subordinada a potencia alguna y en función de nuestro desarrollo económico social, además de los que he mencionado durante todo el trabajo, Carlos Rafael Rodríguez, el Ché Guevara y otros que aún están con nosotros, son ejemplos claros de lo que afirmo. El período 1838-1840 llamado" Polémica filosófica" durante el siglo XIX, constituye un claro ejemplo del quehacer político-filosófico-científico propio de nuestra nación en su formación y desarrollo, no podría dejar de referirme a los años 60 del siglo XX y la etapa del "Gran debate económico". Sus polémicas, son escuelas para la Cuba de hoy que construye el socialismo.
Cuba vive en el mundo, de él hemos bebido sus aguas no pocas veces turbias pero el manantial, ha brotado de nuestra propia forma de sentir lo cubano, ello, nos ha convertido en portadores de una forma de concebir la realidad, que insertándose naturalmente en ese mundo de ideas, ha servido de laboratorio, donde se elaboran las propuestas emancipadoras de los hombres.
Rasgos que deben identificar al profesor de las ciencias sociales.
Al decir de la doctora María dolores Ortiz ¨ El mérito de un gran maestro se fundamenta en la calidad moral de sus discípulos y continuadores y en la influencia de sus enseñanzas y mensajes ¨. Sólo sus niveles de actualización podrán lograr una formación consiente creativa e interesantes para sus educandos. La propuesta de enseñar desde la relación historia-realidad, me parece necesario a la incorporación de las estructuras de la personalidad de los estudiantes, motivaciones que se traduzcan en búsquedas constantes de conocimientos y acontecimientos actualizados priorizando nuestras realidades: La ética científica, la importancia de la formación de un hombre nuevo, los problemas económicos, ecológicos, sociales y culturales, así como la vigencia del pensamiento marxista desde lo cubano, son temáticas imprescindibles en la formación del sujeto cubano transformador. No debe pasarse por alto los problemas que afectan la comunidad local con la que interactúa más directamente el futuro profesional. Esto puede lograrse, únicamente, con una mentalidad educadora en función de un pensamiento integrador que desde su conocimiento histórico del pasado ayude a transformar el presente, para construir el futuro.
El profesor debe descubrirse en su acción y armarse de rasgos que le son imprescindibles, partiendo de una correcta identificación de su escala de valores que le permita, convertirse en referencia de sus educandos.
Yo enumero cinco de los tantos que pueden ser posibles:
- Reconocerse como producto de la evolución social pedagógica del pensamiento universal en general y cubano en particular.
- Hacer de su acción no un culto apologético, sino un facilitador del debate reflexivo, utilizando métodos que estimulen la comunicación desprejuiciada.
- Debe partir del respeto a la diversidad cultural y de opinión.
- Inducir a sus educandos a vivir para y con los tiempos.
- Sentir como deber, su propia autoeducación y la superación sistemática que eleven su nivel cultural, en función de mejorar la calidad del profesional que forma.
Conclusiones
Haber logrado mi objetivo, será mi mayor satisfacción. Todo lo que a lo largo del trabajo he tratado de demostrar: Es conocer nuestro pensamiento desde una articulación sistémica y sistematizada que devenga con originalidad en pensamiento desde y hacia lo universal, resulta vital para formar una nación que se respete por considerarse que ninguna otra fue superior a ella en el mundo de las ideas. Fue mi intención exponer mi criterio sin llenar las páginas de pensamientos de autores que de una forma u otra han tocado el tema y que ya he mencionado en los inicios del trabajo, pero coincido plenamente con Hart, cuando afirmaba que: ¨Al socialismo llegaremos solo si desarrollamos una cultura socialista ¨. Y ella, la nuestra, está armada de su método dialéctico y enraizada, en la evolución historia-realidad del pensamiento cubano, coincido sobre este punto, con la idea de Fidel de que, siguiendo el pensamiento de Martí se llega al socialismo, expresado en su entrevista realizada al intelectual y amigo de la Revolución cubana Ignacio Ramonet. Para la elaboración traté de utilizar un lenguaje comprensible a todos los que se sientan estimulados a leer este artículo. Por ello, sin parecer reiterativo quiero hacer un resumen de las ideas principales que he expuesto:
- Importancia de conocer el pensamiento cubano para la interpretación de nuestras realidades, y el fortalecimiento de nuestra conciencia desde nuestro magisterio.
- La necesidad de actualización de los temas desde una visión universal cubana.
- La autoformación instructiva-educativa de los profesores.
Bibliografía
- Ramonet Ignacio, 100 horas con Fidel, segunda edición, editorial: Ciencias Sociales
- Torres Cueva Eduardo, En busca de la cubanidad t-I, II, editorial: Ciencias Sociales.
- Torres Cueva Eduardo, Historia del pensamiento cubano V-I II, editorial: Ciencias Sociales.
- Martí José, Pensamiento pedagógico de José Martí, editorial: Ciencias Sociales.
- Hart Dávalos Armando: ética cultura e identidad, editorial: Ciencias Sociales.
- Revista Cuba socialista #28 Tercera Generación.
- Revista Cuba Socialista #40 Tercera Generación.
Autor:
Lic. Jorge Luis Gómez Prieto.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |