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Importancia Diagnóstica del Sistema Urinario (página 2)


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Exámen Clínico

Los síntomas y signos clínicos que surgen de enfermedades del sistema urinario pueden ser descritas en 3 categorías, Primero, están aquellos asociados con el acto de la masturbación; ellos incluyen la frecuencia, la posición anormal y la evidencia de dolor. En segundo lugar están aquellos signos que pueden ser determinados por el examen físico del sistema urinario. En tercer lugar, aquellos síntomas y signos remotos del sistema urinario causados por defectos de la excreción, desórdenes metabólicos y toxemia por enfermedades urinarias; estos síntomas y signos emanan del sistema cardiovascular, el sistema digestivo y el sistema nervioso.

La interpretación de los síntomas y signos clínicos que ocurren en esas 3 categorías es facilitado por la consideración de ellas en relación con cualquier anormalidad encontrada en el análisis de la orina.

  • Micturición: Como regla, los caballos solo orinan en reposo y frecuentemente lo hacen cuando están en la cuadra. Normalmente, la posición adoptada por los machos y hembras es que separan las patas traseras y ejercen presión sobre la pared abdominal. Con mucha frecuencia el caballo emite un gruñido cuando está orinando. Se ha comprobado que los caballos que viven una vida regular orinan en tiempos increíblemente marcados, no a cualquier hora. Las vacas adoptan una posición igual a la de los caballos, levantan la cola y el orine pasa con rapidez. En los machos del ganado vacuno el acto de orinar podría ser descrito como un proceso de goteo, pasando la orina en cantidades comparativamente pequeñas. Esto lo hacen cuando están en movimiento o estando en reposo, e incluso comiendo. Los cerdos machos castrados pasan la orine en una forma que parece que es eyaculada. Las perras adoptan una posición de casi sentadas en las patas traseras. El perro macho levanta una pata trasera y como regla orina sobre algún objeto.
  • Frecuencia: Un incremento en la frecuencia del acto de orinar puede deberse a un gran volumen de orina. Esto ocurre en la Diabetes equina, en la Nefritis crónica en los perros, y puede ser debido a mucho fluido interno o a la acción de diuréticos; ocurre también cuando baja la temperatura. El incremento en la orina puede ser debido a la irritación de la uretra cuando hay alteraciones en el carácter de la orina que irritan la membrana mucosa; tales alteraciones ocurren en la Nefritis crónica y en la Cistitis. Si la vejiga no está completamente vacía, el residuo de orina puede descomponerse y volverse altamente irritable. Si solo sale de la vejiga una pequeña cantidad de orina, la tensión persiste. El cálculo en la vesícula, al irritar la membrana de la vejiga, estimula la pared de la vejiga para ejercer la presión suficiente para botar orina y se inicia el reflejo de la micturación. La inhabilidad para adoptar la posición normal para orinar puede prevenir el vaciamiento total de la vejiga hasta que la presión de la orina en la vejiga es suficiente para vencer el esfínter, cuando el orine es pasado más o menos pasivamente en pequeñas cantidades a intervalos frecuentes. Cualquier enfermedad asociada con la paraplejia puede llevar a este tipo de interferencias en el acto de orinar.

La poca frecuencia al orinar puede ser debido a una reducción en la cantidad de orina; esto ocurrirá si hay deshidratación de cualquier causa o si la presión de la sangre muestra un descenso marcado. Las dificultades para orinar pueden llevar primero a una retención de la orina con aparente reducción de frecuencia, y cuando la vejiga está agudamente distendida y el esfínter es vencido por la presión de la orina, ocurre incontinencia con un aparente incremento en la frecuencia.

  • Posición: Cualquier alteración en la posición adoptada por el acto de orinar debe ser tomada como evidencia de anormalidad. Es muy raro que la alteración en la posición sea una aberración en los hábitos del animal. La adopción de una posición anormal puede ser debido a alguna interferencia con el control muscular; así, un perro parapléjico puede ser incapaz de balancearse en 3 patas y orina de pie. Por otro lado una razón para la adopción de una posición anormal puede descansar en el sistema urinario; así, los perros machos con Cistitis aguda, a menudo pasan orina en la posición en que lo hacen las hembras.
  • Dolor: El dolor al orinar puede surgir cuando es necesario vencer obstrucción en la uretra, y se evidencia porque los animales gruñen y tensan los músculos abdominales. El dolor puede ser debido a estimulación de la mucosa de la uretra por la orina que está tan alterada que es irritante. La irritación en la mucosa de la uretra que surge así va a mostrar molestia después de orinar el animal. Además se incrementa la frecuencia.
  • Forzamiento: La tensión excesiva o forzamiento puede ser debido a que el animal ya ha ejercido la presión suficiente para vencer la obstrucción de la uretra; hasta que la obstrucción no es completamente vencida sólo pasa una pequeña cantidad de orina; pero el esfuerzo puede ser repetido luego de una breve pausa. El forzamiento con molestias que sigue el paso de la orina puede ser reconocido por la disminución gradual del esfuerzo. Este forzamiento y la aparición frecuente de intentos por orinar debido a cólicos en el caballo debe ser diferenciado de una condición urinaria genuina.

Exámen Físico del Sistema Urinario

  • Riñones: Aunque el dolor lumbar puede estar presente en la enfermedad renal aguda no es frecuente encontrado en el examen post-mortem. La enfermedad crónica del riñón se caracteriza por una casi completa ausencia de dolor en el riñón. El cólico renal es debido más comúnmente a la obstrucción de la uretra por un cálculo que ha entrado a la uretra por la pelvis del riñón. El dolor creado entonces es de carácter agudo y en el caballo, los síntomas estarán muy cerca del producido por un cólico agudo de origen alimentario.

Como la palpación de los riñones, en el caballo y el ganado vacuno es virtualmente imposible, deben ser palpados la parte toráxico posterior y la región lumbar con vistas a elucidar evidencias de dolor. Sin embargo se encontrará que raramente este método da información. En los animales pequeños, sin embargo, tales como perros y gatos, el palpar profundamente el abdomen puede señalar presencia de dolor en los riñones. El único método confiable para determinar la presencia de anormalidades en los riñones es el examen de muestras de orina.

  • Vejiga: Las condiciones de enfermedad de la vejiga se manifiestan por el incremento de la frecuencia de orinar, evidencia de malestar durante o antes de orinar y cambios en la orina y en los signos, determinados por un examen físico.

En los animales grandes el posible palpar la vejiga PER RECTUM cuando el clínico puede ser capaz de determinar el grado de distensión y la existencia de dolor en la vejiga cuando es manipulada. Es posible también que la pared de la vejiga se ponga gruesa debido a un proceso inflamatorio. Si la vejiga está vacía puede ser palpado el cálculo de la vesícula. En animales pequeños esto puede hacerse con una mano, pero es más conveniente poner una mano en cada lado de abdomen y ejercer una leve presión con los dedos sobre la vejiga.

  • Uretra: La obstrucción de la uretra tan pronto como la vejiga se distienda, dará lugar a intentos repetidos de orinar. La inflamación de la uretra mantiene por irritación una sucesión constante de estímulos al reflejo de la micturación resultando en el paso constante de pequeñas cantidades de orina. Palpar la uretra es de poco valor, sin embargo la palpación es de gran importancia al determinar anormalidades como tumores.

En el caballo y el perro el único medio satisfactorio para investigar algún padecimiento en la uretra es pasando una sonda. En el ganado y en los cerdos la sonda sólo puede ser pasada si la obstrucción no está inmediatamente detrás de la curvatura y por tanto del punto por donde la sonda puede pasar. Al examinar la uretra en el animal macho debe hacerse una inspección del prepucio y el pene. La obstrucción del orificio prepucial, la fimosis y la parafimosis previenen el paso de la orina, tales condiciones se reconocen de inmediato en la inspección de las partes.

En la hembra la uretra dilatable corta se obstruye raramente, pero puede ser el sitio de cambios inflamatorios que no poco frecuentemente incluyen o pueden originarse en él. La pared vaginal en la vecindad inmediata de la uretra externa se abre. La presencia de cambios inflamatorios que incluyen la uretra externa sólo pueden observarse por inspección. En los animales pequeños tal inspección vaginal sólo será posible si se utiliza un espéculo apropiado. En los animales grandes los labios de la vulva pueden ser separados manualmente o puede utilizarse un espéculo.

Interpretación del Análisis Urinario

Los detalles de la técnica empleada son datos en el capítulo del análisis de la orina, con la excepción de la orina que contiene sangre o pigmentos de sangre para dar un color definido, ninguna opción fundamentada en la apariencia de una muestra de orina es notable increíble y puede llevar a una serie mal interpretación.

Los resultados más satisfactorios son obtenidos del análisis urinario si cada muestra está sujeta a un examen metódico; definido para comprobar anormalidades aisladas, cuya presencia se sospecha. Aún cuando es de gran ayuda en el diagnóstico, el análisis urinario no debe ser muy enfatizado, ya que es solo un medio para el diagnóstico y lo que se encuentre en él debe ser interpretado en unión con la historia, los síntomas y los signos clínicos. El análisis urinario no es el camino más corto para un diagnóstico y cualquier intento para realizarlo como tal conducirá a errores grandes e inevitables en el diagnóstico.

Gravedad específica: La gravedad específica de la orina en un animal normal está sujeta a variaciones considerables, de acuerdo al balance entre el fluido dentro y el agua que necesita el cuerpo. El rango aproximado para animales normales de varias especies es como sigue:

Caballo

1.020 – 1.050; average 1.035

Ganado vacuno

1.005 – 1.040; average 1.015

Cerdo

1.005 – 1.025; average 1.020

Perro

1.015 – 1.045; average 1.020

Durante algunas enfermedades ocurren alteraciones marcadas en la gravedad específica. Estas enfermedades no se originan necesariamente en el sistema urinario; así la gravedad específica es alta en la orina con contenido de azúcar en un perro que sufra a Diabetes. Durante la fiebre, usualmente se incrementa la gravedad específica.

En todos los animales, la gravedad específica se incrementa con la Nefritis aguda. En enfermedades como la Cistitis, cuando los productos de la reacción inflamatoria se adicionan a la orina, la gravedad específica usualmente se incrementa.

En el caballo, la orina tiene una gravedad específica baja cuando hay una verdadera Diabetes. En la Nefritis crónica en el perro la orina tiene una gravedad específica baja y según progresa la enfermedad y el riñón pierde su habilidad para concentrar urea, la gravedad específica se vuelve más baja, e incluso en casos avanzados puede ser tan bajo como 1.005 a 1.003.

  • Reacción: Mediante papel tornasol se obtiene una indicación de la reacción de la orina que es suficientemente exacta para muchos objetivos diagnóstico. La reacción puede ser más exactamente determinada por medio de un rango de indicadores de colores para dar una indicación del ph de la orina. En el ganado lanar el ph de la orina normal está entre 7,5 y 8,0; en las perras está entre 6,0 y 7,0. En relación con el papel tornasol la orina de los animales domésticos da las siguientes reacciones. En los animales herbívoros normales la orina es alcalina, pero en las vacas lecheras con un suplemento liberal de agua, la orina puede ser anfóterica. En los animales omnívoros normales (glotones) tales como el cerdo, la reacción depende del carácter de la alimentación; en los animales carnívoros como el perro y el gato, la orina es ácida.

En los animales herbívoros cuando tienen fiebre y una abstinencia de alimentos por algunas pocas horas, la orina se convierte en ácida. En la Nefritis aguda en todos los animales la orina muestra un incremento en la acidez. En las enfermedades asociadas con una definida de ketasis, la orina es altamente ácida en la reacción. En la Nefritis crónica intersticial en el perro la orina puede ser anfóterica. En la Cistitis con descompensación bacterial la orina es alcalina.

  • Proteína: Aunque la presencia de proteína en la orina es uno de los signos más fácilmente reconocidos de desorden de la función renal, esta presencia no indica necesariamente una enfermedad renal severa. La proteína se encuentra frecuentemente en la orina de casos de fiebre intensa e indica la presencia de daños en los tejidos como resultado del proceso feril.

La proteína en la orina puede tener origen post-renal; así en la Cistitis los productos del proceso inflamatorio son evitados en la orina, y estos contienen proteína. En la Nefritis aguda, además de que las células del epitelio se convierten en gelatinosas, los procesos inflamatorios contribuyen a la cantidad de proteína presente en la orina, y la cantidad de estos casos es usualmente considerable. En la Nefritis crónica intersticial la cantidad de proteína en la orina tiende a decrecer cuando la enfermedad progresa, hasta las últimas etapas.

  • Pigmentos y sales biliares: La presencia de pigmentos y sales biliares en la orina indica una condición pre-renal que puede tener su origen en el canal alimentario, en la sangre o en el hígado.
  • Pigmento de sangre y sangre: Es de gran importancia en el diagnóstico hacer una distinción entre el pigmento de sangre y sangre. El pigmento de sangre puede estar presente en la orina como resultado de un condición pre-renal. Así, la hemoglobina es un signo bien conocido de la piroplasmosis bovina, siendo los síntomas y signos suficientes para definir su significación. La orina puede estar fuertemente coloreada y se puede obtener una reacción positiva con una prueba para comprobar si la orina contiene pigmento de músculo como ocurren en la Miohemoglobinuria paralítica equina.

Las condiciones inflamatorias del tracto urinario frecuentemente causan hematuria. Así en la Nefritis parenquimatosa la orina contiene sangre. Similarmente, en la Cistitis aguda, la orina puede tener sangre. El daño causado a la membrana mucosa urinaria por cálculos, causa extravación de la sangre de la orina. La Cistitis crónica y la formación de tumores en la vejiga causan, con frecuencia, una hematuria persistente.

  • Azúcar: La presencia de azúcar en la orina no depende de la presencia de anormalidades del sistema urinario, sino de los desórdenes del tejido metabólico. En una pequeña proporción de animales el azúcar en los riñones es baja, anormalmente baja y como resultado el azúcar aparece en la orina; la existencia de esta condición de glicosuria renal es establecida si el azúcar en la sangre cae dentro de los límites normales cuando la orina contiene azúcar.
  • Depósitos: Como los depósitos en la orina son de gran significación en el diagnóstico diferencial de enfermedades del sistema urinario, damos aquí descripción de sus características. Los depósitos obtenidos de muestras de orina caen en dos categorías principales, los depósitos no organizados consistentes en varias sales y otras sustancias que se han establecido fuera de la orina, y los depósitos organizados consistentes en elementos de tejidos como células rojas, corpúsculos blancos de la sangre, células epiteliales, etc.

Los depósitos no organizados varían de acuerdo a la reacción de la orina. Si la orina es ácida en la reacción, los depósitos de ácido úrico y urea son comunes, se ven en pequeñas partículas granulares que pueden ser descritas como depósito amorfos. Los depósitos del ácido oxalato son comparativamente raros en los animales domésticos, toman dos formas principales.

Si la orina es alcalina en la reacción pueden depositarse fosfatos y carbonatos. Los fosfatos ocurren más comúnmente como depósitos amorfos de material granuloso blanco que se asienta en la superficie de la orina y no es pigmentados como depósitos de urea. Un depósito de fosfato es común de forma de cristales. Los carbonatos se depositan como partículas granulares que asemejan a los fosfatos amorfos, pero son solubles en ácido acético con la liberación de dióxido de carbono. Los fosfatos no son solubles en ácido acético y n dan ningún gas. El examen de los depósitos mostrará la presencia de un material fino – arenoso que está presente en la orina en casos donde se presentan cálculos numerosos y extremadamente pequeños que están presentes en el tracto urinario.

Los depósitos organizados ocurren en la orina sea cual sea su reacción. Los glóbulos rojos pueden ser reconocidos en las machas de los depósitos obtenidos de orina fresca, pero es más satisfactorio cuando el espécimen de orina ha estado por algún tiempo. La presencia de células rojas indica necesariamente un rompiendo en la continuidad del tejido urinario con extravasación de sangre. La presencia de leucocitos y pus indica una reacción inflamatoria de carácter supurativo que puede estar situada en cualquier parte del tracto urinario. La identificación de células epiteliales puede indicar el sitio en la reacción inflamatoria. Desafortunadamente, como resultado del preseco inflamatorio las células pueden estar tan dañadas como el reconocimiento de su frente es muy difícil.

Las células epiteliales de la pelvis, del riñón, uretra, vejiga, son escamosas de carácter y usualmente pueden ser distinguidas de aquellas que se originan en el tejido del riñón, pero es imposible decidir de cual parte del pasaje urinario se ha originado.

Los moldes, como indica el término, son modelos de los tubitos donde se originan, y su presencia en la orina, indica indudablemente una condición inflamatoria de los riñones. Los moldes que contienen una alta proporción de elementos celulares son indicadores de una condición inflamatoria aguda del riñón. Los moldes epiteliales pueden ser resultado de una separación completa de masas cilíndricas de células de pared de los tubitos, a las células epiteliales pueden haberse separado individualmente.

  • Concentración de la urea: Hay variaciones sustanciales en la concentración de urea de la orina pasada un tiempo diferentes del día. En las vacas lecheras el porcentaje de urea es normalmente muy baja. Mientras en el caballo es usualmente alta. Es común para un perro saludable pasar orina con un contenido de urea menor del 1,5%; pero si el fluido dentro ha tenido un gran contenido de urea puede ser considerable reducido. La concentración de urea (el examen) es llevado a cabo por una estimación de la urea en la sangre y la urea urinaria seguido a la administración de urea; estos exámenes tienen algún valor en la determinación de deficiencias renales en el perro.

La estimación de la cantidad de urea de una muestra aislada de orina es de poco valor, pero un incremento sustancial en la sangre de la urea puede indicar una insuficiencia renal.

Exámen Radiológico

El examen radiológico del sistema urinario está limitado en los animales pequeños. Se emplea principales para demostrar cálculo. La Pielografía intravenosa tiene aplicaciones limitadas. La Pielografía retrógrada sólo es posible en las perras y raramente se practica.

Análisis de los síntomas y signos clínicos de la enfermedad del Sistema Urinario.

  • Nefritis Parenquimatosa Aguda: La aparición de los síntomas es repentina; hay una acción febril con todos los síntomas concomitantes con la fiebre. El animal arquea la parte trasera del lomo; no quiere moverse y si es forzado a hacerlo se pone tieso. En el perro ocurre vómito con frecuencia. Aunque el pulso es acelerado no hay incremento definido de presión. Son presentes los intentos de orinar y el paso de la orina causa una molestia visible.

Siguiendo al incremento en al orina hay luego una reducción en el volumen que está relacionada con la severidad del proceso de la enfermedad en el riñón. La cantidad de sangre en la orina varía desde la suficiente para darle una apariencia humeante hasta una cantidad que forma un precipitado rojizo.

La gravedad específica de la orina, la reacción es ácida y la orina es usualmente llena de proteínas. El examen microscópico de los depósitos muestra la presencia de sangre, moldes de sangre y moldes epiteliales en las primeras etapas. En las últimas etapas aparecen moldes glanurales.

La presencia de micro-organismos y células con pus en los depósitos urinarios puede sugerir la existencia de piolenefrítis o pielitis.

La Nefritis parenquimatosa aguda causa un grado de toxemia proporcional a su severidad. El perro, la lengua, las encías y los dientes se recubren de una sustancia mal oliente de color marrón y puede ocurrir la necrosis de la mucosa oral. Mientras lis síntomas y signos clínicos pueden sugerir la posibilidad de una Nefritis aguda, el diagnóstico definitivo debe depender del examen de la orina.

  • Nefritis Intersticial Aguda: En el perro esta enfermedad es un elemento de infección con LEPTOSPIRA CANICULA, McIntyre y Stuart (1949) describen esta fase de la enfermedad como un daño renal primario. Este sigue aproximadamente 1 ó 2 semanas después del estado invasivo. El animal afectado puede parecer haber perdido condiciones y está deprimido. La respiración se dificulta. El pulso se incrementa en tiempo y fuerza. La proteína está presenta en la orina. La Leptospirosis puede ser encontrada en la orina en una alta proporción de casos.
  • Nefritis Intersticial Crónica: En los perros se reconocen dos tipos de esta enfermedad. El primero ocurre dentro de las semanas o en pocos meses después de un ataque de leptospirosis puede o no ser posible.

La primera forma ocurre en perros jóvenes y viejos. El perro se vuelve flaco y sediento. El apetito es disparejo. La respiración es a menudo, poco regular y el pulso es resonante. Puede existir una historia de vómitos ocasionales. La orina pasa en cantidades incrementadas, la gravedad específica es baja, se encuentran trozo de proteína y los depósitos contienen células epiteliales con bajo contenido de urea. La sangre en la urea se incrementa en casos severos hasta 150 mg por cada 100 cc, o más. La correlación con la leptospirosis depende de la demostración de una aglutinación anormal.

La segunda forma se encuentra frecuentemente en perros de 6, 7 y más años. Esta forma puede ser la secuela de una infección anterior de leptospirosis, pero también puede ser resultado de otras causas.

Con mucha frecuencia hay una historia de vómitos irregulares que se extienden por un período de pocas semanas a dos o tres años. Estos vómitos pueden haber sido atribuidos a algún desorden gástrico indefinido. La sed se asocia con poliuria e incontinencia nocturna. La pérdida de condiciones, primero gradual, se acentúa y en la fase final el animal de la enfermedad puede estar muy destruido.

Frecuentemente se presenta conjuntivitis catarral; se opaca la visión y en algunos casos puede verse hemorragia subretinal cuando se examina los ojos. La piel se vuelve seca, sucia y con un mal olor. Una característica de la enfermedad es la hipertensión arterial que causa un pulso fuerte. El examen físico del pecho revelará crecimiento del corazón.

La orina es pálida, con una gravedad específica muy baja (1.003). La reacción del papel tornasol es ácida o atmosférica. La proteína se presenta en pequeña cantidades y tiende a decrecer cuando la enfermedad progresa. El porcentaje de urea es bajo y sube progresivamente al tiempo que los riñones pierden su poder para concentrar orina.

La historia, los síntomas y los signos clínicos pueden ser muy fuerte y sugestivos, pero el diagnóstico debe ser confirmado por un examen de la orina.

  • Nefritis Piaémica: Esta enfermedad es siempre una condición secundaria, y en la mayoría de los casos los síntomas predominantes son aquellos de una enfermedad primaria. Los síntomas atribuibles a la condición renal se asemejan a los de la Nefritis aguda. Antes de que pueda ser determinada la naturaleza de la condición renal hay que hacer una demostración de pus en la orina. Ya que la infección llega a los riñones por vía del torrente sanguíneo el sitio inicial de las lesiones es en el copete glomerular, la orina no contiene pus hasta que como resultado de un proceso inflamatorio, el pus puede pasar a través de los tubitos colectores. El animal puede sucumbir a la pioémica causal antes de que el pus aparezca en la orina.
  • Piolenefritis y Pielitis: Estas enfermedades afectan comúnmente solo l riñón. Con estas enfermedades han sido asociados varios organismos; el más común en el ganado vacuno es el CORYNECBACTERIUM RENALE. En la mayoría de los casos hay acción febril en cierta medida, pero no pronunciada. Otros síntomas pueden ser de carácter indefinido. En las vacas lecheras se observa dolor en las mamas. El palpar el riñón, si es posible, demuestra la presencia de dolor. La orina puede ser nublada. La reacción es ácida y la orina contiene proteína. La sangre se presenta irregularmente. Los depósitos contienen pus y células epiteliales. El diagnóstico depende de la demostración de células con pus y organismos. La Pielitis puede distinguirse de la Piolenefritis por la demostración de células epiteliales columnares de los tubitos renales.
  • Cistitis: Usualmente, el primer síntoma que se nota es un acto de orinar doloroso. Los caballos y en ganado vacuno sufren dolores parecidos al cólico. Los perros machos adoptan la postura de la hembra para orinar. Los gatos adoptan la posición de agazapados y no quieren moverse. Casi siempre hay diarreas y en el perro y en gato pueden presentarse vómitos. El pulso es acelerado pero la evaluación de la temperatura no es constante. La palpación de la vejiga puede ser dolorosa y se puede apreciar la inflamación de la pared, si la vejiga está relativamente vacía. Ocurre retención de orina en algunos casos. La orina puede tener un olor ofensivo; es turbia. La reacción tiende a ser alcalina y en algunos casos el grado de alcalinidad es muy marcado. La gravedad específica se incrementa y se presenta sangre y proteína. Aunque los síntomas y signos clínicos señalan a una inclusión de la vejiga, es necesario un examen de la orina antes de confirmar el diagnóstico.
  • Prostatitis: Solamente en el perro macho la inflamación de la próstata tiene importancia clínica. La mayoría de los casos son crónicos en su naturaleza y se desarrolla insidiosamente en el perro viejo; ocasionalmente se encuentran casos agudos en jóvenes. La interferencia con el pasaje de la orina no es común. La próstata agrandada, sin embargo, puede interferir con el movimiento de las mamas a través del recto y el animal se vuelve constipado. En los casos agudos el dolor es intenso y el animal se tuerce y puede aullar de dolor. El diagnóstico depende de lo que de halle en el examen del recto.
  • Cálculo Urinario: El cálculo renal se halla en el examen post-mortem en animales que no postraban síntomas de él durante su vida. A veces el tejido completo del riñón ha sido destruido y la cápsula del riñón contiene un cálculo grande del tamaño del riñón. El cálculo renal unilateral sólo causa síntomas subjetivos que no son discernibles por el clínico. Si el cálculo renal es bilateral el daño al riñón (al tejido) puede ser suficiente para causar insuficiencia renal que se manifiesta con síntomas de uremia.

El cálculo en la pelvis del riñón puede causar pielitis por la irritación; y luego por la invasión de micro-organismos pueden convertirse en supurativa. Uno de los signos más tempranamente reconocibles de irritación de la pelvis es la aparición de sangre en la orina. El cálculo en la pelvis del riñón puede causar síntomas no muy serios hasta que los cálculos se muevan para la uretra.

La determinación de la cusa del cálculo renal es posible solamente en los animales grandes si el cálculo puede ser palpado vía rectal, pero si está en la parte anterior de la uretra estará fuera del alcance del clínico; si el animal es gordo no puede llevarse a cabo un examen radiológico con vistas a demostrar el cálculo, pero si el cálculo es relativamente pequeño esto será difícil.

El cálculo vesical puede causar frecuencia en el acto de orinar debido a la irritación de la pared de la vejiga con una subsiguiente contracción del pasaje de la orina. La irritación continua de la vejiga causa Cistitis inevitablemente.

El cálculo en la vejiga puede ser palpado vía recto en animales grandes y a través de la pared abdominal en los animales pequeños. En el perro la condición dolorosa de la vejiga resulta en una tensión de la pared abdominal, haciendo imposible palpar en esos casos. Es preferible una demostración del cálculo por examen radiológico.

El cálculo en la uretra causa retención de la orina por obstrucción de la uretra. Los intentos frecuentes de orinar sólo resultan en pocas gotas de orina con sangre. El pasaje de una sonda en el caballo o en el perro revelará la presencia y situación de la obstrucción. En el perro macho la obstrucción es comúnmente localizada en la parte posterior del pene. En el ganado vacuno, el ganado lanar y los cerdos, la obstrucción es hallada con frecuencia posterior a la flexión en la uretra, un punto a donde no se puede pasar la sonda. En el gato macho la vejiga distendida puede sentirse a través de la pared abdominal y el examen del pene mostrará que la uretra está impactada con material arenoso. La obstrucción de la uretra en las hembras es muy rara.

  • Uremia: El término uremia es aplicado al estado de la toxemia que sigue a la insuficiencia renal. Puede ser debido a una enfermedad primaria de los riñones, o puede resultar de un daño secundario de los riñones causado por una presión continua en la parte trasera, como ocurre en una obstrucción completa uretral. La condición es esencialmente tóxica en carácter y la severidad varía en proporción al grado de insuficiencia renal. La uremia termina en Nefritis aguda.

Los síntomas y signos de la uremia que ocurren como secuela de una Nefritis aguda o fallo de la función renal debido a presión retrógrada son aquellos de una depresión profunda que termina en coma.

Una gran proporción de casos exhibe síntomas de una fase convulsiva antes del coma. Las membranas mucosas están inyectadas, la respiración es ofensiva, la boca está seca y las membranas mucosas pueden mostrar cambios necróticos. Ocurren vómitos en el perro y el gato. El pulso es débil y suave. La temperatura es variable, pero en las últimas etapas se vuelve anormal. El diagnóstico de la naturaleza de la toxemia depende de que se sepa que su origen descansa en una condición urinaria.

La uremia en el perro, como resultado de una Nefritis intersticial se presenta en 3 formas. La más común es la forma gastrointestinal, caracterizada por vómitos y pérdidas de condiciones; el coma se desarrolla gradualmente y algunas veces el periodo del coma dura 2 ó 3 días, luego viene la muerte.

La segunda es la forma respiratoria, menos común, y caracterizada por ataques frecuentes de desorden y dificultad respiratoria. Si no se ha notado la presencia de insuficiencia renal, puede hacerse erróneamente un diagnóstico de asma.

La forma cerebral es rara y se caracteriza por convulsiones y coma. La causa de los síntomas nerviosos puede ser demostrada solamente por el examen de la orina.

Enfermedad: Alteración o desviación del estado fisiológico de una o varias partes del cuerpo. Conjunto de fenómenos que se producen en un organismo que sufre la acción de una causa morbosa o actúan contra ella.

Enfermedades del aparato urinario: Este aparato con sus muchas partes compone el, sus dispanciones y extensa distribución anatómica, puede constituir un asiento importantísimo de enfermedad a cualquier edad, vivir de los riñones, los uréteres, la vejiga o la uretra.

El objetivo de este trabajo es orientar como obtener, empacar y enviar muestras para su diagnóstico de laboratorio, en afecciones del sistema urinario.

Obtención de muestra: Para el laboratorio que debe representar del padecimiento: Nefritis, Cistitis, Uretritis (Refrigerada o con la adicción de 20-30 gotas de solución de formol al 10%). La identificación del espécimen es de máxima importancia y debe consistir en:

a) Nombre y situación de la unidad veterinaria

b) Descripción animal: especie, raza, sexo, edad

c) Historia clínica adecuada con:

– Duración de la enfermedad

– Número de animales afectados

– Si hay o no mortalidad

Clase de alimento

– Posible contenido con animales vecinos

– Síntomas clínicos

– Tipo de conservador usado en la muestra

Los exámenes de orina.

El análisis de orina es uno de los procedimientos de laboratorio más comúnmente aplicados en la práctica veterinaria, por su ayuda para el diagnostico de padecimientos o diferenciación de los mismos

Toma de una muestra de orina.

La muestra se recoge durante la micción o por sondeo, las muestras obtenidas por este procedimiento son preferibles para estudios exactos, ya que están libres de detritus uretral o vaginal.

Es digno de destacar que en el perro es difícil, más de una vez puesto que la reacción tisular al traumatismo que se produce en el lumen uretral al paso del cateter por el OS PENIS en virtud de la "S" peniana de los rumiantes. No son recomendables a menos que se utilice el método de Beeson y col., en 1943, en bolsa plástica estéril, debe recogerse un mínimo de 120 cc.

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Dr. Flavio Correa Alarcón

Profesor Consultante, Universidades de Granma y Oriente

Unidad Docente de Medicina Veterinaria, Santiago de Cuba. Cuba.

Ha impartido docencia desde su graduación como Médico Veterinario en 1945 hasta la fecha en 2006.

Se inició como Profesor e Inspector de Higiene de los Alimentos y Zoonosis en las provincias orientales de Cuba desde 1945 hasta 1970.

Desde 1970 se inició como Profesor de Anatomía en la Universidad de Granma.

En 1972 obtiene la categoría de Profesor Auxiliar y en el 2002 es nombrado Profesor Consultante.

Partes: 1, 2
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