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Una propuesta alternativa para el trabajo tutoral en la FAM (página 2)


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Desarrollo

Tradicionalmente, el proceso de enseñanzaaprendizaje ha estado centrado en el docente. La nueva Universidad cubana demanda un cambio radical en la relación docente-estudiante, que permita impulsar al máximo las potencialidades del estudiante. Por ello, se concibe al Programa de Tutorías como una estrategia educativa de apoyo al proceso formativo, como una acción orientada a coadyuvar en el logro académico de los estudiantes. Se persigue la formación integral individual, constituyendo el estudiante el centro del proceso. Se pretende que, de acuerdo con su interés y disposición de tiempo, el alumno reciba la orientación de un tutor a lo largo de su formación profesional.

La práctica de esta actividad, permitirá tener un conocimiento más profundo y continuo de la problemática estudiantil, a fin de que la institución lleve a cabo acciones oportunas para resolverla e impulsar el desarrollo personal de sus estudiantes.

Las tutorías suelen manejarse en las instituciones educativas bajo diferentes modalidades. De acuerdo con las prácticas institucionales existen variaciones en cuanto a la temporalidad en la asignación de los tutores a los alumnos. En algunas universidades el tutor se asigna al alumno de manera permanente para que lo acompañe a lo largo de su formación académica. En este caso, el tutor se convierte en un consejero permanente del estudiante, en cambio, en otras instituciones el tutor se asigna a los estudiantes por periodos de tiempo específicos; de esta manera, un estudiante puede beneficiarse del apoyo de más de un tutor a lo largo de su ciclo de estudios.

En otro sentido, las tutorías también se pueden diferenciar por el formato de la atención que se da a los estudiantes, ya sea individual o grupal. En el primer caso el tutor trabaja de manera personalizada con el estudiante y con él define su programa de actividades y evalúa el resultado de las acciones recomendadas. Cuando la tutoría es grupal se atiende a un conjunto diverso de alumnos y el grupo se beneficia de las experiencias individuales y de las respuestas a las inquietudes de sus integrantes. En ocasiones, la disponibilidad de tutores, el tamaño de la matrícula y los fines de la tutoría obligan a adoptar el formato grupal. Orgánicamente las tutorías también se pueden diferenciar por las características de los grupos de estudiantes que una institución se propone atender, en este caso pueden identificarse tutorías para estudiantes o grupos en desventaja, tutorías para estudiantes o grupos con problemas académicos específicos o tutorías para estudiantes o grupos sobresalientes o de alto rendimiento.

En nuestra facultad el trabajo tutoral está concebido de la siguiente forma: desde el primer año de la carrera se le asigna a los profesores (1-3) estudiantes para su atención educativa hasta el 3er Año de la carrera, ya en 4to y 5to año asumen la tutoría otros profesores, es decir, se realiza la tutoría en dos ciclos, los tutores transitan con los estudiantes desde el 1er año hasta el 3ro y después regresan a primero nuevamente, mientras los tutores de los dos últimos lo hacen en este ciclo de igual manera. Todo esto sin tener en cuenta las habilidades y capacidades genéricas del tutor.

Partiendo de la base que lo esencial de la educación es la actividad de los estudiantes de cara a un rendimiento satisfactorio, un crecimiento personal y desarrollo aptitudinal, conviene precisar la naturaleza, rango y lugar que ocupan en dicha institución la actividad de los profesores.

Es incuestionable que cualquier esfuerzo serio por perfeccionar el trabajo educativo de los estudiantes, debe tener en cuenta las peculiaridades del proceso, las especificidades de las exigencias sociales actuales, las características específicas de los estudiantes y los profesores, las peculiaridades de la carrera para llegar al trabajo personalizado con cada uno de nuestros estudiantes.

El tutor debe lograr de la manera más precisa posible, la marcha del proceso de formación del estudiante, del profesional en toda su amplitud, llegando al trabajo personalizado con cada uno de los estudiantes, debe facilitar la participación activa tanto de estudiantes como de profesores.

La estrategia propone modificar el sistema de asignación de tutores, mediante la combinación del trabajo grupal con la atención individualizada de la siguiente forma: durante los dos primeros semestres (1er año) el estudiante recibirá tutoría grupal por parte del comité de tutoría de la carrera para dar oportunidad al estudiante a familiarizarse con la carrera, los profesores y el sistema universitario en general, es decir un grupo de 5 tutores lo atenderán teniendo en cuenta los cuatro grupos de acción (primer contacto, identificación de los problemas, toma de decisiones y comunicación.), los que trabajaran con el grupo de estudiantes según programa elaborado. (Anexo1) en coordinación con el jefe del año y el profesor guía.

Ya al final del curso (1er año) el estudiante seleccionará a su tutor por afinidad y/o profesionalidad, el cual lo atenderá hasta el 3er año de la carrera, siguiendo una estrategia, al finalizar el ciclo el tutelado evaluará el desempeño de su tutor.

A partir del cuarto año ya el estudiante presenta menos problemas y conociendo los profesores tutores tienen la posibilidad de seleccionar también su tutor.

Para acometer el trabajo en necesario formar un Comité de Tutores Universitarios (CoTU), de profesores tutores para dar asesoría a los estudiantes (hasta 5), es aconsejable formar grupos de tutores dentro del comité teniendo en cuenta los años y las carreras, además se puede formar un grupo de tutores estudiantes con los cuales se debe trabajar desde el mismo primer año. Para el éxito del trabajo se debe contar con un local de atención a estudiantes. Se instrumentará además talleres de tutoría para garantizar la preparación de los profesores tutores para una orientación adecuada.

Considerando que el ejercicio de la tutoría debe recaer en un profesor que se asume como guía del proceso formativo y que está permanentemente ligado a las actividades académicas de los estudiantes bajo su tutela, es preciso señalar determinados rasgos que lo distinguen de un profesor dedicado preferentemente a su actividad regular en el aula.

El tutor deberá mantener una actitud ética y empática hacia los estudiantes mediante un esfuerzo permanente de comunicación, que le permita desarrollar las actitudes adecuadas para inspirar confianza y lograr la aceptación de los tutorados, manteniendo siempre un diálogo en sentido positivo y la mayor tolerancia hacia sus reacciones. Lo anterior se apoya en la actuación siempre responsable del tutor, quien deberá atender sus compromisos con toda puntualidad y en un marco de respeto y confidencialidad. Contará con habilidades y actitudes, que conservará durante todo el proceso tutoral, como la de ser creativo para aumentar el interés del tutorado, crítico, observador y conciliador. Su desempeño se basará en un esfuerzo planificado y ordenado, tanto en su área profesional como en el proceso de la tutoría.

Es determinante, para mantener una adecuada relación con el estudiante, que el tutor esté dotado de habilidades para efectuar las entrevistas tanto de nivel personal como grupal. Asimismo, deberá estar entrenado para escuchar a los estudiantes y extraer la información que le sea útil para las acciones de tutoría que emprenda. Ello implica que el tutor mantenga un equilibrio entre la relación afectiva y cognoscitiva que le permita delimitar adecuadamente el proceso de la tutoría.

Para formar parte del comité de tutores el profesor debe tener los siguientes requisitos:

  • Ser ejemplo personal.
  • Identificarse con la misión y filosofía de la Facultad.
  • Poseer habilidades de comunicación que permitan establecer adecuadas relaciones interpersonales.
  • Conocer el plan de estudios de su carrera y dominio del proceso de la tutoría.
  • Contar con capacidad para propiciar un ambiente de trabajo que favorezca la empatía tutor-tutorados.
  • Ser capaz de generar confianza y de adaptarse a las diversas personalidades de los estudiantes.
  • Tener interés por propiciar la independencia, creatividad y el espíritu crítico de sus tutorados.
  • Tener interés por fomentar el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que contribuyan a un crecimiento sano y equilibrado de los estudiantes.
  • Tener interés por mantenerse en formación permanente en las temáticas de tutoría y las de su disciplina ó área del conocimiento.

Esta idea concibe la tutoría como una actividad educativa cooperativa: a nivel de estudiantes entre sí; en cuánto a trabajo cooperativo del claustro de profesores, no sólo en reuniones de colectivos de años (departamentos, disciplinas, carrera, etc.), sino con respecto a la tarea de docencia directa, que se contempla como investigación, reflexión y decisión conjunta de metodología, recursos, etc.; y en la estrecha cooperación con el/la tutor/a, para mejorar la calidad de la labor educativa; también se implica en esta labor cooperativa al personal no docente, pues las líneas educativas que cada centro defina en su Proyecto tutoral, tienen que ser decididas, asumidas y respetadas por todos los miembros que conforman la Comunidad Universitaria.

La nueva concepción tutelar puede ser desarrollada en tres modalidades de atención: La tutoría individual, la grupal y en línea.

La tutoría individual consiste en el desempeño del tutor a estudiantes que requieren apoyo personal e individualizado de tipo psicopedagógico para eficientar su desempeño académico, aquí el compromiso del tutor es detectar necesidades particulares para su atención.

La tutoría grupal esta dirigida a estudiantes de nuevo ingreso con la finalidad de facilitar su integración a la Institución y orientarlos en cuanto a estrategias y habilidades necesarias para favorecer su buen desempeño académico y actuar a nivel preventivo anticipándose a situaciones que pudiesen interferir con sus metas.

La tutoría en línea tiene como propósito hacer llegar los beneficios de la tutoría a estudiantes que por alguna razón no pueden asistir a tutoría presencial, tal es el caso de los estudiantes de curso para trabajadores.

Los grupos de acciones del tutor.

Establecer contactos positivos con el estudiante.

El establecimiento del primer contacto con el tutorado o grupo de tutorados, es determinante en la creación del clima de confianza adecuado para el mejor funcionamiento de un programa de tutoría. Una vez en operación, hay que construir y mantener una situación de interacción apropiada y satisfactoria para las partes. En ello cuenta la correcta utilización de las herramientas técnicas como la entrevista y su aplicación oportuna. Mediante ésta y otros procedimientos, al tutor le será posible identificar los estilos y métodos de aprendizaje de cada estudiante, así como las características de su personalidad. También podrá conocer las situaciones y problemas.

Identificación de problemas

Evidentemente, las condiciones académicas previas y actuales no son las únicas que influyen en el desempeño de los estudiantes, por lo que el tutor debe indagar, en cada estudiante, sobre sus condiciones de salud, socioeconómicas (del núcleo familiar), psicológicas y fundamentalmente, sobre sus problemas personales. Una mala interpretación de cualquiera de éstas, por no contar con información precisa, puede entorpecer en algún caso, la relación con el tutor y afectar su labor. En la vida cotidiana de los estudiantes ocurren problemas de diverso orden, dentro de su desempeño tanto académico como privado. Entre ellos destacan algunos que tienen una influencia directa y en diversos grados, sobre su actividad académica. El tutor deberá estar preparado para detectarlos, pero sobre todo, para orientar al estudiante hacia el o las áreas en donde pueda recibir una atención oportuna, sea de carácter preventivo o para solucionar sus problemas.

Entre los problemas que pueden ser rápidamente identificados por su clara manifestación o que incluso pueden permanecer largo tiempo sin ser tan evidentes, están los de adaptación en su nuevo contexto universitario. Las deficiencias formativas que el estudiante arrastra desde los niveles educativos precedentes pueden ejercer un impacto no deseado que el tutor debe prever o debe ayudar a minimizar. Ante tales problemas, el tutor debe tener la suficiente información de las posibles vías hacia las que puede canalizar a los estudiantes que los padecen y contribuir a un mejoramiento de su situación personal y un cambio de actitud frente a su nueva realidad académica.

Toma de decisiones.

Una característica de la Tutoría es la necesidad constante de hacer cambios y fortalecer acciones, ambas como resultado de procesos de toma de decisiones. El tutor tendrá una clara responsabilidad en ello. Ciertos mecanismos, como el establecimiento de un programa de atención, constituyen en sí mismos una toma de posición frente a determinados problemas y necesidades que él mismo ha detectado. Adicionalmente, las decisiones que tome al canalizar a los estudiantes con problemas específicos hacia las instancias adecuadas, es una acción válida dentro de sus competencias. Asimismo, el seguimiento a las acciones emprendidas dará lugar a un nuevo proceso de toma de decisiones y a la promoción de nuevas opciones para la atención de los estudiantes. Esta función asignada al tutor, la que no se identifica cuándo llega a su fin, refleja una dinámica permanente, pero determinante en la tutoría.

Comunicación

El desarrollo de una buena comunicación con el estudiante es la base para el establecimiento de una relación adecuada y productiva en el proceso de la tutoría. Con esta base, el tutor podrá brindar al estudiante un mejor apoyo para el logro de sus objetivos personales y académicos.

El desarrollo de las habilidades de comunicación necesarias para esta interacción requiere de una comunicación asertiva, de tomar conciencia del manejo de diferentes tipos de lenguaje durante la entrevista y de habilidades para la escucha activa, entre otros elementos.

Por la naturaleza de las acciones comprendidas dentro de la tutoría, la comunicación tendrá algunas reservas, es decir, no se trata de difundir información generada en el proceso tutoral a toda la comunidad, sino de brindar un servicio útil a los diferentes actores, para apoyar su trabajo.

En ese sentido, para los estudiantes será importante conocer los resultados parciales del seguimiento personal de su actividad, así como las observaciones que le haga su tutor que lo atiende.

Los profesores en función de tutores, tendrán el conocimiento de los antecedentes académico de los tutorados y de los posibles problemas de actitud. Entre los profesores, la información sobre las alternativas de solución a problemas específicos de un estudiante o grupo de estudiantes en los años y sus resultados, constituye un recurso de enorme importancia, lo mismo que las diversas sugerencias que entre los profesores se puedan intercambiar respecto de diferentes temas, procedimientos o hechos relevantes.

Las funciones del tutor

Las funciones se distribuyen en los cuatro tipos de acción vista y se sustentan en dos premisas fundamentales: el compromiso de adquirir la capacitación necesaria para la actividad tutoral y el compromiso de mantenerse informado sobre los aspectos institucionales y específicos del estudiante para optimar su influencia en el desarrollo del estudiante.

Funciones de los Tutorados

  • Cumplir con las actividades acordadas conjuntamente con el tutor
  • Asistir puntualmente a las consultas de tutoría
  • Participar en los procesos de evaluación de la actividad tutoral

Conclusiones:

  • Se necesitan profesores con un conjunto de actitudes y habilidades adecuado para desempeñarse como tutores.
  • Necesidad de socializar, discutir y consensar entre los profesores de carrera, quienes integrarán el Comité de Tutores y las líneas de acción que asumirá la Facultad. Asimismo, se comprende la necesidad de capacitar a dichos tutores en los conocimientos y en el uso de herramientas específicas que les permitan desarrollar la actividad tutoral en las mejores condiciones.
  • Ver al estudiante como el actor principal del proceso educativo, propicia su independencia, el logro de los objetivos propuestos, su adaptación y ajuste al ambiente universitario y favorece la adquisición de habilidades de estudio y trabajo autónomo.
  • Contribuir a mejorar las condiciones de aprendizaje de los estudiantes, por medio del análisis y reflexión colectiva de la información generada en el proceso tutoral.
  • Plantearse la tarea educativa como una previsión de éxitos y no como un remedio de los fracasos.
  • La actividad de tutoría constituye una función sustantiva de la actividad docente, por lo que deberá ser reconocida como tal y valorada adecuadamente.
  • El proceso de estructuración y puesta en marcha de la estrategia para la formación integral de los estudiantes, debe garantizar el acceso, la retención y el egreso.

 

 

 

Autor:

Lic. Flora Zabala Duquesne.

Lic. Sandra Goffe Sánchez.

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