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LAS ACTITUDES. UN ELEMENTO RELACIONAL.

Antes de asumir a una definición de actitud, señalemos los elementos esenciales que la caracterizan y que la convierten en un elemento relacional, según J. Gairin (1988: 330). La actitud es una disposición a la acción. Se forma y puede modificarse aunque se considera una disposición relativamente estable. Es un principio de organización mental en relación a un objeto o situación. Esta relación se efectúa con arreglo a una polaridad afectiva. Tiene un carácter multidireccional; esto es, integra diversos componentes a través de los que se puede analizar la conducta.

El mismo autor, dadas las características apuntadas define las actitudes como ¨constructos conductuales de carácter multidimensional que supone una predisposición a la acción relativamente estable y susceptible de formación y cambio¨ (Gairin, J, 1988: 331). En las actitudes se reconocen tres componentes fundamentales: el cognitivo, el afectivo y el comportamental los que interactúan entre sí.

La conceptualización de la actitud se relaciona con otros términos referidos a motivos sociales y estados motivadores; entre los cuales se señalan: la opinión, creencia, prejuicio, (del  ámbito cognitivo), sentimiento, opinión (afectivo), motivación, y valor. Vamos a referirnos a este último, solamente.

Los componentes cognitivos, afectivos y comportamentales son congruentes entre sí, aunque es el afectivo de mayor importancia en la configuración de las actitudes, como opinan Fishbein y Azjen (En Gairin, 1991: 341).

Fueron dos sociologos (Tomás y Znaniecki, 1918) quienes establecieron la verdadera importancia del concepto de actitud. Ellos consideraban la actitud como "procesos mentales individuales que determinan tanto las actuales como las potenciales respuestas de cada persona en el mundo social" .

De estas definiciones deducimos a modo de generalización que actitud no es más que una disposición de ánimo para saber ser.

Continuando aludiendo a Gairin, este autor explica los componentes de las actitudes de la siguiente forma: (6, 1988)

El componente cognoscitivo hace referencia a la idea o representación mental que tenemos sobre el objeto de la actitud y a él pertenecen fundamentalmente los conjuntos de opiniones, creencias, categorías, atributos, conceptos, los que dan información sobre el objeto, aunque su representación cognitiva no siempre es real.

El componente afectivo remite a la motividad que impregna las ideas y con él se relacionan los sentimientos y emociones. Si no hay situación afectiva que forme actitud, no se aprenden conocimientos y habilidades

El componente conductual supone una inclinación a actuar de un modo determinado ante un objeto, un sujeto, o un acontecimiento y es el resultado instigado de la cognición y el afecto.

Los tres elementos anteriores determinan que en la concepción curricular propuesta para esta modalidad en los estudiantes egresados del CSI no tiene cabida una evaluación con enfoque tecnocrático, sumativa, centrada en la medición del cumplimiento de los objetivos como metas instrumentales; la evaluación tiene un carácter permanente, es procesal y de forma sistemática.

Las Estrategias Educativas y los Proyectos de Vida deben permearse con estos colores que describimos, sino, no habrá modificación de actitudes en los jóvenes.

¿INSTRUIR O MODIFICAR ACTITUDES?

No es nuestra intención presentar dicotomizados estos aspectos en el proceso docente, sino en una integralidad. Pero es imposible formar un profesional en el área de las ciencias humanísticas sin que posea una actitud en correspondencia con la línea académica.

A los efectos de la labor educativa es importante el convencimiento de que las actitudes se adquieren, se asimilan y se forman a través del aprendizaje propiamente dicho y de la experiencia y que a pesar de su relativa estabilidad pueden ser modificadas y reorientadas apoyándose siempre en experiencias, además de integrarse a lo largo de la vida personal. Estas se reflejan en la conducta del individuo al ser inobservables directamente.

El tratamiento de las actitudes se torna en eje valioso en la modificación de las conductas de los jóvenes donde los patrones de conductas y afectivos no han completado su formación y asimilan nuevos rumbos o reorientaciones, acompañado de lo cognitivo que se encarga de brindar un apoyo cultural para la formación de la personalidad.

Hoy día no se trata de formar en la universidad un científico puro, un teórico, o un especialista. La educación universitaria tiene que dar respuesta a las exigencias sociales de la época; a egresar profesionales que conozcan su realidad y contribuyan a darles solución a sus problemas y desafíos, y a hacerla progresar.

Lo que si nos deja claro es que sí podemos reorientar o modificar actitudes basados en un trabajo consciente. Podemos entonces reafirmar que las actitudes no se instruyen, sino se modifican, se reorientan con un conjunto de acciones conscientes, sistemáticas, sistémicas, holísticas y personológicas para complementar la educación en valores en una persona.

El aporte teórico de esta experiencia se concreta en el desarrollo de la Formación de valores, a partir de una concepción que sistematiza el aprovechamiento de la reorientación actitudinal en los estudiantes provenientes del CSIJ, como parte inseparable del Proyecto de vida de cada uno de ellos, sistematización del concepto de Reorientación (Modificación) actitudinal, para lo cual se propone una definición en el marco de un estudio Psicopedagógico integral, en el que se significa el valor del tema para la formación de los jóvenes.

El aporte práctico consiste en la aplicación al trabajo didáctico – metodológico y político de la SUM de una concepción psicopedagógica que se sustenta en la integración de los componentes cognitivos, afectivos y comportamentales mediante el diseño de una alternativa de un sistema de evaluación de las actitudes en correspondencia con las Estrategia educativa y Proyecto de vida, en la que las motivaciones y las aspiraciones ocupa el centro de interés y el vínculo del estudiante con el contexto social.

La novedad científica de la experiencia tema radica en que a través de este trabajo se revelan las tendencias del pensamiento axiológico, de los intereses individuales y sociales de los alumnos provenientes del CSIJ insertados en el proceso de Universalización, introducción de sistema de evaluación de las actitudes en la que el alumno se aproxima a su contexto social en la búsqueda de los patrones de profesionales competitivos y comprometidos con el Socialismo, que permita su inserción en el mundo actual con todos sus cambios y exigencias, utilizando métodos investigativos que lo involucran en la construcción del conocimiento, utilización de un enfoque Psicopedagógico y social en la formación integral de los estudiantes de la SUM, revelación de las ventajas que supone la utilización de un sistema de evaluación de las actitudes para lograr mejores resultados en el Proceso Docente Educativo de la SUM.

Si hablamos de Enfoque Integral para la Labor Educativa y Político – Ideológica en la Universidad debemos concertar igualmente en correspondencia a esta exigencia una evaluación holista de sus estudiantes.

Para contribuir al aprovechamiento de la reorientación de las actitudes en los estudiantes que provienen del CSIJ, con la finalidad de fortalecer esta dimensión conjugada con el Enfoque integrador de la labor educativa, proponemos un sistema de evaluación de carácter integrador que tenga correspondencia con los cortes evaluativos que realiza la Sede Universitaria periódicamente en los elementos académicos y de asistencia fundamental mente.

Los cortes que se realizan tradicionalmente cada cuatro semanas dentro del semestre centran su análisis en los componentes asistencial y de rendimiento académico de los estudiantes por lo que no comprende la integralidad del alumno, su desarrollo como persona, sino el mundo exclusivo de los saberes, lo cognitivo. Quedan excluidos de la evaluación el resto de los factores que intervienen en el proceso educativo.

Con el nuevo sistema evaluativo para los cortes que proponemos nos ofrece una visión mucho más holista del estudiante, donde se profundiza en los problemas que afectan a los estudiantes de forma individual, al grupo y cada asignatura por carrera desde lo cognitivo hasta lo comportamental dentro del grupo y abordando hasta la comunidad donde vive o realiza su actividad de práctica laboral. En estos cortes se produce además una relación afectiva – conductiva entre el docente y el alumno. La evaluación aún la decide el docente, pero el alumno interviene, emite criterios tanto sobre él como acerca de otros condiscípulos de esta manera asume una relación afectiva con el entorno en correspondencia con la conducta que también va asumiendo paulatinamente.

Para este trabajo realizamos la selección muestral no aleatoria donde tuvimos en cuenta los estudiantes de la carrera de Derecho que representan el 25% de la población total de los estudiantes egresados del Curso de Superación Integral, con la que trabajamos experimentalmente los indicadores del sistema de evaluación de las actitudes.

La aplicación de este sistema de evaluación de las actitudes en el proceso docente educativo nos permitió reconocer los problemas fundamentales de nuestros estudiantes dados en:

La adquisición de hábitos y habilidades para el estudio individual, al incorporarse luego de más de 7,5 años como promedio de distanciado del sistema educativo.

La subestimación de sus propias capacidades de alcanzar resultados positivos en los resultados docentes y sociales, tanto por ellos mismos como por la sociedad.

No reconocimiento por si mismo y de la sociedad (entiéndase el grupo humano alrededor del cual actúa ese estudiante) de la existencia de su propio sistema de valores que le son inherentes al individuo como los personales y los sociales, estos revertidos en los sentimientos y comportamientos conforme a su cultura. Esto lo conllevaron en momentos a dudar de la posibilidad de enfrentarse a la carrera universitaria.

El 70 % de la matricula está integrado por mujeres con diferentes status, de ese 70% el 50% lo integran casadas con hijos, divorciadas con hijos, viudas con hijos; es decir, la mitad de la matricula de los estudiantes procedentes del CSIJ forman de una manera u otra familias disfuncionales, convirtiéndose esto en un obstáculo a enfrentar en la formación integral de nuestros estudiantes, pues los quehaceres del hogar les roba tiempo de estudio.

En el caso de los varones que representan el 30% de la matricula estos eran todos desvinculados al igual que las mujeres, con actitudes al límites a veces del delito, con conductas alejadas de las normas de convivencia social, donde el dinero se "podía ganar de manera fácil" (Fernando. Estudiante de Derecho) sin escatimar daño moral, sin controlar sus riesgos personales y sociales.

Estos son a manera grupal las debilidades esenciales que traían los estudiantes y que perneaban sus actitudes al iniciar la enseñanza superior.

Con el comienzo de su incorporación a la Universalización, estos estudiantes crearon sus propias expectativas respecto al mismo, muchos "creían que era al mismo ritmo" del Curso de Superación que habían recibido.

Dentro de lo establecido en el trabajo de la SUM, se halla el desarrollo de cortes evaluativos y de asistencia cada cuatro semanas, los resultados de estos cortes se discute con cada grupo donde se le informa los resultados de manera general e individual.

Tomando como elemento antecedente estos cortes nos dimos a la tarea de, apoyados en los documentos del Enfoque Integral de la Labor Educativa y Político Ideológica en la Universidad, el Reglamento para la Continuidad de Estudios de los egresados del Curso de Superación Integral para Jóvenes, así como el reconocimiento de los propios estudiantes de la necesidad de tener una actitud acorde con el nivel cultural, diseñar un sistema de evaluación integral donde se vean comprometidos los componentes cognitivos (Contenidos culturales, procesamentales, conceptos y principios), afectivos (sentimientos, estados de ánimo, formas de vida y de aspecto, etc) y comportamentales ( normas de convivencia, valores de identidad local, costumbres etc ). De esta manera el estudiante en el grupo logra medirse respecto a otros y a él mismo comparándose con otras etapas de su propia vida y del curso. Le permite además al grupo y al estudiante detectar las deficiencias, y encaminar su trabajo a erradicarlas para los próximos cortes.

Comprender la función reguladora del Reglamento es piedra angular en la labor educativa, en el fortalecimiento de actitudes disciplinarias y adquisición de normas de comportamiento que llamaremos Cultura de la Conducta, permitiendo así un ambiente de orden, respeto, disciplina y normas, que se conozcan sus fundamentos y se conviertan en actitudes conscientes.

A partir de la puesta en práctica de este sistema se ha podido apreciar una evolución positiva en la dimensión actitudinal. Estos cambios como es natural y lógico tienen carácter gradual, al tener una unidad indisoluble con el carácter consciente de la asimilación de este sistema, porque las actitudes no se cambian en un día o una semana o un mes, sin embargo se avizoran los indicios del efecto del sistema que aplicamos de forma experimental en el grupo de Derecho.

Partiendo de estos fundamentos observamos que los estudiantes están asumiendo en ocasiones el protagonismo en los cortes evaluativos al ser capaces de señalar las dificultades integrales (dentro y fuera del proceso docente educativo) a sus propios compañeros (cuestión que anteriormente no tenían interés en reflejar).

Algunas de las entrevistas nos reflejan un reconocimiento de los errores cometidos en el pasado que contribuyeron a la desilusión escolar. (ver anexo de las opiniones de estudiantes)

Un papel significativo lo juegan los docentes y sobre todo el Tutor, sin la labor tutorial no tendrá éxito el empeño nuestro, es una premisa que soporta nuestro trabajo. Las funciones del tutor están reflejadas en documentos establecidos por el MES, le corresponde a los consejos de Dirección de las Sedes dirigir y controlar este trabajo. El profesor Tutor atenderá sólo a 3 alumnos, y estar en contacto directo con ellos tiene la posibilidad de utilizar como método principal, la observación directa y participante en la mayoría de las actividades diarias con apoyo del profesor de cada asignatura que son 4 regularmente, a manera de registrar las actitudes de cada uno de los alumnos, tanto en sus proyecciones sobre los valores, comportamientos y actitudes asumidas ante los conflictos prácticos que tengan lugar en la escuela, práctica laboral y en su entorno, todo esto reflejado en el Proyecto de Vida.

Partiendo de estos elementos nos dimos a la tarea de registrar los componentes que pudieran insertarse en este sistema evaluativo, dichos elementos están en dialéctica unidad con los Proyectos Educativos y de Vida de los estudiantes, con profunda superposición e interrelación formando parte de un todo.

Para ello consideramos incluir en este sistema de evaluación siete aspectos que pueden ser flexibles como el propio paradigma pedagógico además de lo intrínseco del carácter cualitativo de la propuesta, por lo que pueden modificarse durante el curso, especialidad o año, teniendo en cuenta las características psico sociales del grupo y los estudiantes que tiene el tutor.

A continuación se precisan siete indicadores desglosados en los parámetros que pueden abarcar, los que son una guía que orienta a los profesores sobre qué aspectos debe tener en cuenta en sus observaciones cotidianas y sistemáticas de sus alumnos. Tal y como se plantea, la Sede puede decidir la inclusión de otros indicadores o parámetros si lo considera pertinente.

A modo de integrar una evaluación que contenga los indicadores que más resalten en el profesional que aspiramos a formar en nuestra SUM seleccionamos los que a juicio de los estudiantes y docentes consideraron como los definitorios de una actitud que sirva de ejemplo de lo que realmente se exhorta por nuestra revolución: La evaluación se hará corresponder con los cortes evaluativos y de asistencia y debe responder siempre a los indicadores determinados, los parámetros que estos incluyen son los que pueden variar según las actividades e intereses de observación del profesor en el mes.

Asistencia. Se hará énfasis en lo significativo de mantener una sistemática asistencia a clases y a la vinculación laboral así como la puntualidad como eslabón indispensable del orden y la disciplina.

Actitud ante el estudio y el Vínculo laboral. La formación de actitudes parte del propio conocimiento que es motivo de estudio, en el cual hay que seleccionar el contenido que será objeto de la actitud a formar. Este objeto de actitud, sobre el cual se trabaja tiene que reunir las características afectivas, motivacionales necesarias y deberán ser delimitadas las conductas correspondientes y significativas de dicha actitud que serán vivenciadas por los alumnos, en determinadas situaciones de aprendizajes. No se logrará una correcta formación sin una actitud, una educación que tenga en su centro al individuo, su aprendizaje y el desarrollo integral de su personalidad.

Disciplina. Sin la misma no habrá jamás una educación consciente y moral

Uso adecuado de ropa en correspondencia con la actividad a realizar. Una persona demuestra su actitud ante la sociedad de disímiles formas, una de ellas es el modo de usar la ropa. Las apariencias dicen más de lo que verdaderamente eres.

Manifestación de actitudes Políticas – Patrióticas, Culturales, Deportivas, etc. Una educación que prepare al individuo para la vida, en un proceso de integración de lo personal y lo social, de construcción de su proyecto de vida en el marco del proyecto social, en fin garantizar la socialización en el proceso docente educativo.

Cuidado de la propiedad social y del medio ambiente. Una educación que permita considerarse dueño de todo lo que se halla a su alrededor, consciente de que esa acción protectora favorecerá al incremento de su calidad de vida.

Relaciones humanas. Una educación dirigida a la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, en la que la formación de valores, sentimientos y modos de comportamientos reflejen el carácter humanista de este modelo.

En cada uno de los indicadores se incluyen parámetros que enriquecen los criterios de validez.

De este proceder contribuimos al comportamiento social que tiene entre sus expresiones más evidentes, aquellas conductas que la sociedad, mediante los diferentes sistemas de influencias, promueve y valora positivamente.

CONCLUSIONES

Una premisa que ha presidido nuestro trabajo es que las actitudes y valores – no olvidarlo – se aprenden por lo que se observa en el entorno y se practica, y no por lo que se predica.

Con nuestro trabajo demostramos que los Valores se manifiestan a través de la actividad humana, son guías y principios de conducta que dan sentido a la vida hacia la autorrealización, el progreso y el redimensionamiento humano. A la vez que constituyen una consecuencia práctica y cotidiana de los valores compartidos del ISMM al que pertenecen.

Los contenidos científicos y globales que conducen a la instrucción y a la formación en conocimientos y capacidades se manifiestan en un contexto siempre cambiante, por lo que se impone su necesaria e inevitable interiorización para actuar en consonancia a ello.

La comprensión de que uno de los componentes de la actitud es el cognitivo, refuerza nuestro criterio de la relación que se establece entre todos los tipos de contenidos en el acto de aprender-enseñar. No es nuestra pretensión mostrar una dicotomía entre lo cognitivo y lo actitudinal, sino patentizar su integralidad.

Este sistema favorece a percibir a la educación como proceso social, lo que significa que el individuo se apropie de la cultura social, de su capacidad de comunicarse y encuentre las vías para la satisfacción de sus necesidades. El aprendizaje socializado procura que el alumno sepa armonizar sus intereses y capacidades con las del grupo.

Naturalmente que este alumnado necesita de la conducción sabia en los ordenes académico y educativo. En ello no puede subestimarse el papel del profesor adjunto y tutor, los que ganan experiencias de un curso a otro permitiendo utilizar nuevas estrategias, métodos y vías en aras de perfeccionar el trabajo de formación universitaria. Decir que no se tiene capacidad es un mito pedagógico cuando está comprobado que la capacidad se desarrolla en la actividad y es en la actividad viva y desarrolladora que se pone en contacto a estos jóvenes universitarios a partir no solo de los retos académicos de todo sistema universitario, también junto a él a partir del vínculo diario con las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

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ANEXO

OPINIONES DE ESTUDIANTES EGRESADOS DEL CSIJ DE LA CARRERA DE DERECHO.

Dairis: Yo creo que nos faltaba experiencia de la vida para comprender lo importante de tener y hacer una carrera universitaria, eso verdaderamente no tiene precio, hoy soy presidente del CDR de mi cuadra y me inserto en las relaciones profesionales con el circulo de abogados de mi municipio.

Isvel: Cuando terminé el preuniversitario hace 10 años solo pensaba en obtener dinero para mejorar mi situación económica tirando pasaje clandestino, desde que comencé en la Sede Universitaria no lo he vuelto a hacer, ya no creo que sea tan necesario por dos razones, una que el tiempo que tengo que dedicarle al autoestudio no me lo permite ya que mis profesores son exigentes con nosotros y además en mi lugar ya eso no me queda bien.

Eulides: Era tan difícil obtener una carrera universitaria que lo creía imposible, por eso nunca tuve interés desde que entré en el "Pre" ¿Para qué iba a estudiar si otros eran más inteligentes que yo? El no estudiar fue mi perdición en aquellos momentos. Hoy no permitiré desaprovechar lo que sería la gran oportunidad de hacerme un profesional.

Sirsy: Tengo dos hijos, pensé una vez que había perdido mis esperanzas, luego de ingresar en la carrera me he dado cuenta de lo útil que puedo ser, ya le he brindado mi apoyo hasta a mi jefe de carrera, lo he ayudado en cosas que jamás pensé que podía hacer, me relaciono con muchas personas que para mí eran inalcacansables; algo muy importante es que he recibido todo el apoyo de mi esposo y mi familia.

De estas opiniones arrojadas en las entrevistas nos percatamos que en ningún momento estos jóvenes perdieron la esperanza de hacer una carrera, y que hoy están tan motivados como jamás pensaron que lo estarían.

Las habilidades forman parte de la cultura procesamental, en tanto no se concibe el proceso de asimilación de los conocimientos al margen de las mismas, de la misma forma no es posible desarrollarlas sin ellos, por lo que se infiere una unidad dialéctica entre ellos, pues si no hay ejercitación de habilidades, no se asimilan conocimientos y no se forman actitudes.

 

Mario Antonio Rojas Alonso

Licenciado en Educación, Especialidad Historia.

Subdirector de Investigaciones y Postgrado

Master en Historia y Cultura

Sede Universitaria Sagua de Tánamo

ISMM Dr. Antonio Núñez Jiménez (Moa. Cuba)

Imparte en Pregrado las asignaturas de Teoría Sociopolítica y Metodología de la Investigación.

Imparte en Postgrado Paradigmas del Aprendizaje, además, el Trabajo Metodológico

en la Educación Superior.

 

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