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Sobre (mi) la movilidad

Enviado por Pere Cañamero


  1. Postcard
  2. Introducción
  3. Antropologizando lo visual
  4. Bibliografía

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Postcard.-

Almadén (Ciudad Real), 1965. El parque Julián Lozano, junto a la salida del pueblo, padece la torridéz del clásico verano manchego. El sol cae a plomo sobre un terreno discretamente ajardinado, sobrio y arbolado, junto a la carretera que dirige hacia la capital de la provincia, haciendo que la temperatura del mediodía agobie a cualquier transeúnte que se desplace por sus calles. Las chicharras acompañan con sus cantos el intenso calor que se respira.

Rosa exhibe su segundo embarazo con la tranquilidad y el sosiego de saberse bien acogida en casa de sus suegros y a la vista de su primer hijo de cinco años. Un feliz paseo, inmerso en ese bochorno canicular que se extiende por este espacio al uso por el desarrollismo de la época, y que configura ya el futuro urbanístico del municipio. Su marido ha tenido que continuar con las tareas laborales pertinentes al otro extremo del país, desplazando su familia al hogar paterno por unas semanas. Aficionado desde su juventud, el padre comparte una cámara fotográfica con su esposa, para que relate las vivencias familiares con todo lujo de detalle, constatando fielmente ese disfrute veraniego.

Con poca edad, el primogénito, protegido con un sombrero de paja regalado por su previsor abuelo, no sabe cómo funciona una WESA-I, pero se afana en comprender las explicaciones que su madre le da respecto del artefacto, cuya mecánica provoca curiosidad y emoción. Anteriormente, ha hecho ademán de imitar la acción que aquella ha proyectado sobre él, haciéndole protagonista orgulloso en blanco y negro de la emulsión que traducirá el papel cuché más tarde. El niño intuye la importancia de esta "máquina", cuyo interior conservará las vivencias de un mágico momento. Es la primera vez que entra en contacto con un artilugio de este tipo y lo maneja con cuidado, temiendo, quizás, la reprimenda de sus mayores en caso de deterioro.

Maravillado, capta con otra instantánea el avanzado estado de gestación de su madre. Pronto serán uno más en la familia.

Sant Boi de Llobregat (Barcelona), primavera de 2013. La WESA-I, cuya baquelita se conserva intacta y sus mecanismos podrían desarrollar algún trabajo más, descansa en una estantería cubierta de polvo, pero con la satisfacción de que su operatividad ha servido para que la vida haya sido generosa en plasmar instantes lo suficientemente largos, satisfaciendo así los recuerdos de propios y extraños. La tecnología actual la substituyó por otros modelos y prestaciones, pero no así la motivación, intacta hasta la fecha.

Hay un componente menos en aquel grupo familiar, pero su presencia perdura en la memoria como si no hubiera pasado el tiempo, y la recreación de la escena transcurra igual de placentera que entonces.

El parque sigue ocupando el lugar de siempre.

Introducción.-

Es de obligado cumplimiento que el comienzo de esta exposición sea el que precede: un ejercicio de cretástasis amable, siendo la excusa más lógica por razones obvias en este escenario universitario. Mi experiencia en el campo de la fotografía profesional así me lo demanda, creyendo de rigor hacerlo de este modo. Pretendo modular brevemente unas consideraciones, distanciando al máximo el autor del individuo… y al revés, sin llegar a lo egótico, clarificando formalmente los espacios de acción. Separar el grano de la paja es harto complejo, pues uno de los objetivos de este módulo académico que nos ha unido es averiguar cuales son los mensajes que la visión de unos hechos visualizados en pantalla representan para un posible(s) lector(es) y su valor representativo y comprensión final a través de esa imagen, fija o continua, de un paisaje limitadamente absoluto, pero cargado de simbología y subjetividad que nos da pertenencia a aquél y nos identifica.

A lo largo de cualquier dimensión esencialmente humana, suceden hechos que dan sentido al devenir cotidiano, siendo un relato constante de "lo nuestro", llegándose a explicitar con el paso de los años. Esos recuerdos de infancia, aquí contingentes y tangibles por obra y gracia de la química de laboratorio, configuran directamente nuestra relación con el entorno, tan próximo y lejano a la vez. Son el castillo del ser, el ideal de felicidad, de inocencia. Es el privilegio, también, de poder contarlo, siendo éste su valor intrínseco. ¿Soñaba aquel día con lo que ha dado sentido, posteriormente, a una dilatada trayectoria laboral?

¿Jugaba, imitando a mis mayores? ¿Tenía ya conciencia del tiempo futuro? Hay una temporalidad congelada que describe, pese a todo, longitudes en el espacio, dibujado éste como un camino. En ese camino se observa un paisaje que es viaje por sí mismo e indiscutiblemente, movilidad. Incluyendo la mental. Paisaje que no es sólo físico, sino construcción culturizada. Pero para que exista ese paisaje es necesario una mirada, una percepción juiciosa, una conciencia, que crece a medida que transcurre el itinerario. Describimos aquél siempre con relación a otro(s), con los cuales interactuamos. Del cómo nos movemos, engrandecemos identitáriamente. Son los perfiles de ese paisaje lo que nos hace ver la vida con otros ojos. El paisaje es, pues, la experiencia del individuo. Por tanto, viajo para conocer mi geografía y la de otros. Sin él no existe la curiosidad, base de progreso. Ese viaje siempre suma y nunca resta, siendo consustancial al individuo. Ferran Iniesta, profesor de Historia de Africa (U.B.) y miembro del C.E.S.I.C., postuló: "el eterno conflicto del ser humano es su lucha permanente entre el nomadismo y la sedentariedad…" Génesis del pensamiento neolítico. Máster de Hª de las Religiones, Facultad de Filología (U.B.), 2008_ Queda claro, pues, que somos movimiento por naturaleza, máxime desde que Lucy bajó del árbol. Quisiera reivindicar los contenidos expuestos en esta institución presentando unas escenas que, lejos de ser unas reproducciones demasiado literales, a mi juicio, corroboran que lo científico que subsiste en cualquier imagen posibilita una comprensión de nuestra integración en un sistema complejo de idas y venidas, sin perder de vista un planteamiento holístico, pues ello nos impulsa a aprender, incluso, de nosotros mismos. ¿No era un juego al principio?

La realidad social entra por los ojos. Con la antropología visual, o de lo visual, o de las ciencias visuales si se prefiere, surge una disciplina que une sus términos para constatar unas realidades, enfatizando, asimismo, lecturas de esa fenomenología. Evolucionada desde las Artes Plásticas de principios del siglo XX, y con una perspectiva analítica contemporánea, realza representaciones, las cuales pueden no necesitar, en ocasiones, de una argumentación fraseada, y utiliza técnicas y medios que ensalzan un discurso, extendiendo aquellas, si cabe. Se dan a conocer nuevos significados, estimulando interpretaciones. Considérese, pues, la antropología visual como una ciencia-formato en sí, un matrimonio perfecto, una plataforma memorística de primer orden que absorbe todas las actitudes y aptitudes, de la que no podemos negar una injerencia que posibilita “nuestra” intervención en un territorio asignado, haciéndonos protagonistas a todos. Es una herramienta  que afirma el compromiso con(de) la vida, ineludiblemente asociada. La actual socialización de la tecnología y sus avances lo permiten, descartando la figuraciones teatralizadas, fingidas. Detalles insignificantes tienen una gran significación mediante este utensilio integrador como es la cámara. Es una forma elemental de lingüística pautada por la creatividad espontánea de actores y narradores a la vez, sin olvidar la ética, cualidad que relaciona la conducta humana, objeto principal de estudio en este ámbito.

Por otra parte, quien no recuerda la cita de "… una imagen vale más que mil palabras…" Cuestiono: ¿son los silencios lo más elocuente para un argumento visual?. El uso de esa cámara, según la especialidad que se elija, aborda con más sentido aquellos relatos ensalzando una culturalidad, los rasgos particulares del protagonista(s) que interviene en esa narrativa. La aplicación mecánica correcta permite el lujo de diseccionar, diferenciar las gestualidades, remarcando directamente la importancia expresiva de lo hablado. Recalca el clima, la atmósfera. ¿Cómo condensar a través de la imagen lo más sincero del semblante del personaje? ¿Dónde se encuentra su credibilidad? ¿En qué secuencia? ¿Cuál es el fotograma más inocente? ¿Cuál es la luz más técnicamente adecuada para la transmisión, la oralidad?

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1. Secuenciación. Aula 207. Universidad de Barcelona.

Se me ocurre: ¿cuál sería el tratamiento visual que debemos aplicar a un cúmulo de emocionalidades sucedidas en un entorno cercano del que, asimismo, soy partícipe? El de documento, archivo único e insustituible, una realidad en sí constatada, pues a partir de ahora forma parte de mi aprendizaje, mi patrimonio cultural. Ha existido una socialidad comunicativa entre un personaje que ha migrado desde una lejanía hasta mi proximidad. El conocimiento se adquiere con los sentidos, que dijo el ilustrado Diderot.

Antropologizando lo visual.-

Citando al doctor Frank Heidemann, etnólogo social de la Universidad de Munich, "considerar al sujeto actor de su propia vida…" (Universidad de Barcelona, abril de 2013, aula 207), me cuestiono: ¿cómo un fotógrafo describe su intimidad desde un travieso origen, dando consistencia a unos actos ya transcurridos dentro de aquel presente que exteriorizaba ya una identidad, consecuente en la actualidad? Sin rayar en una clásica hermenéutica, ¿cómo apartar de un posible análisis científico una actividad que ha hecho comprensible el porqué de obligaciones laborales imputadas por causa perentoria a lo largo de una vida, aunque las vicisitudes formales de ese trabajo salgan, en ocasiones, del ámbito profesional, y se recreen, asimismo, en el relato de su propia existencia o sus semejantes, donde la curiosidad también impulsa otro sentido narrativo nato como persona a través de un lenguaje visualizado de lo que acontece a su alrededor? ¿Qué es la herramienta con respecto a sí? ¿Una extensión de su yo? ¿Cómo ser imparcial con el(los) argumento(s) que proporciona ésta, desnudando lo humano en detalles y hechos, escrutados desde el punto de vista ontológico, siendo, a su vez, equitativo con el conjunto que lo rodea?

¿Etnógrafo de mí mismo? Gracias a la aseveración del píxel en un momento iconoglósfero tan universal, testimoniase que la ficción y realidad se entremezclan, no pudiendo inventar nada que no se haya creado de antemano. Objetivamente, el sujeto es real ahora y lo era en aquel punto primigenio de su niñez. Es el tiempo y el material quien deteriora el pasado de ese momento, que existió, sin duda. La prueba, ¿es un negativo emulsionado que ha sobrevivido, haciendo crecer la memoria, viajando ésta en el espacio? ¿La substituye o la refuerza? Me observo y me reconozco en un momento que me pertenece. El fotograma que encabeza es el pretexto de una trayectoria, el ejemplo más lineal de una novelización vital. ¿Siendo el mismo, soy otro? De aquel fondo, he pasado al umbral en el que me hallo.

El profesorado que asesoró, sin embargo, mis inicios formativos dejó una huella indeleble al acudir para solventar dudas funcionales en esta índole, con una de las frases que me martillea desde entonces, provocando una duda existencial: "la fotografía es el arte que más engaña…" (Manolo Laguillo (http://www.manololaguillo.com/, Centro de la Imagen. Barcelona, 1986). Reconozco que ha sido capital a la hora de presentar instantáneas por encargos varios, concursar a cierto nivel o concebir reportajes para los medios o instituciones. Diversos eruditos de este sector han coincidido con esta aseveración, matizando según su especialidad. Pero apunto que somos animales sensacionales, y esta sensacionalidad no pretende una significación festiva, espectacular. Viene referido a lo sensorial, a lo cognitivo, al aprendizaje más básico que utiliza la observación del modo más participante posible. ¿Cómo voy a negar lo que siento delante de un panorama impactante o dulce, de aquella filmografía que es cruda o embelesa? ¿Cómo no voy a grafiarlo si ello me place y reitera mis recuerdos más adelante? ¿Cómo no voy a participar, si es preciso, en la escenografía, si soy invitado?

Siempre he asociado el hecho fotográfico con el viaje, la memoria y la alteridad, por que ello explica mi naturaleza como especie anthropos. En principio, inconscientemente; con posterioridad, he asimilado la sacralidad de esa narración guardada en el soporte. En cualquier caso, los conceptos que implican esa movilidad que titula el presente escrito, tratan estas acepciones como desplazamiento, migración, de cualquier forma y desde todos los planos mentales. Y aquí es donde la reflexión se dispara para elucubrar varias ideas, sin obviar a aquellos que teorizaron otros planteamientos … Un eslogan publicitario salpica recientemente en los medios "… si quieres guardar tus sueños, antes debes vivirlos…" Habla de un vehículo de cuatro ruedas, muy de acuerdo con los modismos actuales que nos impulsan. De cualquier forma, el paisaje que transita el automóvil del spot es el resultado final de esa idea, pues estamos inmersos en él. Y hay que recorrerlo, como la vida. Sin objeto o sujeto, no hay referencia ni migración, no hay percepción del espacio, ni mirada crítica ni opinión. Creo que hemos nacido para ser mirados y ser reconocidos dentro del paisaje, pues es la génesis de la(s) cultura(s). ¿No será toda esta diatriba producto de nuestra negativa a hacerlo, y con nosotros, al resto de congéneres? El uso que hacemos de los medios, filmación, secuenciación continua o escena puntual, nos perpetua en ese territorio, transcendiéndonos…

¿Es nuestro anhelo real? Soy un modelo que testifica _testificamos_ esa trascendencia dentro del universo que habitamos.

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2.Imagen fija.

Anatolia Central. La antigua Ruta de la Seda, en la actualidad.

Texto íntegro:

Región de la Anatolia Central (Turquía) Carretera D-750, E-90, Ankara Konya Yolu, dirección NO. La antigua Ruta de la Seda, en la actualidad. Copyright del autor (2011)

La lustración anterior no nos desvía del título inicial, siendo el componente primario que complementa un discurso. Observamos su polimorfismo: una carretera, sentido direccional… Algo o alguien se mueve a través de ella. No sabemos si va o vuelve. Un punto de vista bajo. Se le supone motorizado… Obedece a una experiencia personal donde el que suscribe se trasladó con pocos atavíos "_ligero de equipaje_" por una de los itinerarios más emblemáticos de la historia, denostado recorrido que dio firmeza a multitud de actividades de diversa índole con las que el género humano es protagonista en la región desde la noche de los tiempos y que hoy en día todavía perduran.

A priori, no identificaríamos esta imagen fija. La semiología dictaría un razonamiento empírico, pero sus lecturas son múltiples. Aparentemente…, si descartamos el texto que lo acompaña, hay una verdad: alguien estuvo allí. Si olvidamos su diseño estético, su composición, alguien se ha desplazado "hasta allá". Asimismo, descartemos al protagonista. ¿Reconoceríamos el espacio sin texto?

¿Fue un sueño? La constatación de la imagen, ¿da por sentado que se vivió aquel tiempo, en otro lugar no habitual? ¿Es el reflejo de unas inquietudes, ansias, de acercar lo imaginable hasta aquel momento? La escena intenta confluir un mensaje. Sin embargo, es real para el autor y subjetivamente ficcionado para el que observa, sobre todo, si no conoce. La inmensidad, la magia del viaje. Lo mítico. No podemos negar el valor documental por que realza la conexión física del protagonista con el espacio del que ya tenemos referencias, puesto que las imágenes no pretenden trascender más allá del contexto para lo cual son empleadas. Toda interpretación estará sujeta a aquella subjetividad, pero en sí mismas permiten evocar la mitificación del espacio que deseamos abarcar. El(los) paisaje(s) es, sin lugar a dudas, una reflexión espiritual de gran valor moral.

Siguiendo las premisas de la doctora Ardévol, no podemos obviar el uso de las tecnologías para completar lo ilustrativo de esa diversidad y casuística humanas que circulan a nuestro alrededor, observando fielmente todas las relaciones y actitudes descriptivas entre individuos y colectivos, vivencias y sinsabores de(entre) los mismos. Apuesto por la obligación de utilizar toda la disponibilidad técnica pertinente para dar(nos) a conocer, engrandeciendo esa sensacionalidad mencionada. Sin embargo, estrechamente ligados a aquellas, podemos caer en la perversión de lo tecnológico, publicitando lo banal sin reportar la circunstancialidad específica, perdiendo la perspectiva de aquel discurso. Es un campo nuevo que debemos tratar con mimo, sin caer en la exageración ni el simplismo de lo exótico como novedad filmada o retratada. Son los posteriores procesos de producción los que darán una lectura adecuada, un análisis veraz a los contenidos. La reflexión será, quizás, cuestionarse… ¿cómo construimos lo que queremos dar a conocer?

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3.Filmación.

Ouagadogou, capital de Burkina Faso (África Occidental).

Texto íntegro:

Salida del mercado en la Avda. Bassawarga de Ouagadogou, capital del estado de Burkina Faso (África Occidental). Copyright del autor (2011)

Esta última escena, posiblemente, sea la más representativa de lo urbano, entendido como el paradigma máximo de la civitas. Pero también lo más inquietante, puesto que el que suscribe transita igual que los seres que se reflejan en ella. Tenemos un dato que clarifica el "lugar", calificándolo de exótico, pero que resulta tan cotidiano como cualquier otro. El ojo humano, en un intento de enviar información al cerebro lo más rápidamente posible, se olvida de la simple confluencia entre lo extranjero y lo autóctono. Existe una nota de color que determina su geografía, comprendida ésta como espacio diferencial. Son unas secuencias que explicitan la dramaturgia consustancial de las miradas, de la indiferencia, pero a la vez, de lo atractivo del momento, de la sorpresa y la espontaneidad, quizá, el factor clave para enriquecer este breve tiempo filmado.

(véase

RUsA&index=12)

Colofón:-

Considero que el problema principal es de no saber comunicarse con el otro. No lo aceptamos desde un punto de vista etnocéntrico y nuestro autoengaño deja que sea la cámara la excusa para solventar nuestra ineptitud verbal. Tenemos un medio o instrumento que nos permite cruzar esas fronteras, como dijo Ryszard KapuÅ›ciÅ„ski, (http://elpais.com/diario/2006/04/23/domingo/1145764354_850215.html).  Tendemos a magnificar la labor audiovisual fetichizando nuestro trabajo en aras de un supuesto cientifismo vacuo buscando folklores exóticos donde hay cotidianidades como las de al lado del kiosco. ¿Realmente queremos mirar?

¿No será que, en realidad, quisiéramos ser protagonistas, por un instante, de la vida de otros? ¿Estar en el lado opuesto en esos momentos filmados? ¿No será nuestra timidez la que nos sujeta detrás de la cámara? ¿No será, también, que nuestra desconfianza nos empuja a justificar con el máximo cientifismo una actividad que une más que entorpece, siendo más un medio conciliador?

Creo no haberme salido del guión establecido aquel verano.

Bibliografía:_

"Sobre antropología, patrimonio y espacio público". Entrevista a Manuel Delgado, Revista Austral de Ciencias Sociales 10: 49-66, 2006.

"Seducidos por el arte". Pasado y presente de la Fotografía. CaixaFòrum Barcelona. Obra Social La Caixa. Abril de 2013.

"La cámara lucida" (Roland Barthes_Paidos Comunicación. 1990) "Sociología Visual" (Jesús M. de Miguel / Carmelo Pinto_CIS. 2002)

"Antropología visual y análisis fotográfico". Demetrio E. Brisset Martín, Universidad de Málaga. Gaceta de Antropología, nos 20, 21. Años 2004-05.

"El valor de la fotografía. Antropología e imagen. Eva Martín Nieto, UCM. Gaceta de Antropología, nº 21, 2005.

"El poder de mirarse". Laura Cardús i Font (2011). Tesis doctoral, Depart. de Antropología Cultural y Historia de América y África (U.B.)

http://www.rtve.es/television/20130506/manuel-delgado/657164#kmnts

http://www.antropologiavisual.cl/canals_&_cardus.htm

http://www.antropologiavisual.com.ar/archivos/ardevolAntropoMirada.pdf

http://www.unesco.org.uy/shs/fileadmin/templates/shs/archivos/…/8- guigou.pdf

http://www.abc.es/20120409/medios-redes/abci-eadweard-muybridge- fotografo-capto-201204090955.html

http://ebookbrowse.com/eadweard-muybridge-the-human-figure-in-motion-pdf- d262745179

http://perec-darro.blogspot.com.es/2008/05/medieval.html

"Antropologia visual, práticas antigas e novas perspectivas de investigação". José da Silva Ribeiro, Coordenador do Laboratório de Antropologia Visual – Universidade Aberta de Lisboa (2005)

"Estamos siempre buscando una imagen de nosotros mismos…"

Marc Augè, etnólogo francés. Entrevista Revista Digital Alfilo, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Año3, núm. 16. Abril de 2007

 

 

Autor:

Pere Cañamero Carreño

edu.red

Coordinación (U.B.): Profesora Francesca Bayre

Mayo de 2013