- Introducción
- La libertad es del alma
- Vivir sin libertad; ¡Muertos!
- De los vicios y la felicidad
- Libertad de pensar según Fichte
- Conclusión
- Bibliografía
Introducción
La libertad.
"Hacer sufrir es la única forma de equivocarse (…)La mentira nunca es inocente. Y la vuestra da importancia a los seres y a las cosas. Eso es lo que no puedo perdonaros (…) Este mundo no tiene importancia, y quien así lo entienda conquista su libertad, justamente os odio porque no sois libres" Calígula.
La libertad, la independencia, son relativas, estas están sujetas a infinidad de factores que afectan al individuo humano y a su relación social, e incluso a otros seres de la naturaleza.
Si no existiera el otro, el vecino, el hermano, el amigo, la madre, la esposa; si no existieran los demás y vivierais solo en el mundo, la cosa cambiaría, pero, siempre habrá algo o alguien a vuestro alrededor que os observa, interviniendo -directa, indirectamente, remota o de acto- en vuestro desenvolvimiento; sea para bien o para mal. En otras palabras, siempre dependemos de algo o de la intervención del otro u otros, etc.
Sin embargo al hablar de libertad política nos referimos a la libertad que tenemos de dirigir nuestro desenvolvimiento civil, ciudadano; de manejar nuestros deberes y responsabilidades como nación, en otras palabras, manejarnos por nosotros mismos, tener un gobierno propio sin la injerencia de otras naciones u otro gobiernos, los cuales solo deberían tener una representación diplomática para el manejo de asuntos comerciales y tratados internacionales de mutua competencia y no de intervención en los asuntos públicos como: salud, educación, identificación, de control de propiedad, mucho menos de aduana y defensa, de lo que se podría en último caso solicitar algún asesoramiento técnico, mas, no estratégico donde los secretos de estado queden al descubierto y al alcance del manejo de otros foráneos. De otra forma adoleceríamos de independencia, al no poder manejar situaciones y sistemas de carácter primordial para el desenvolvimiento saludable de una nación. En otras palabras, los Edos. dependerían de otros.
La libertad es del alma
Platón en Fedón dice respecto a la libertad del espíritu.
(…)El alma del verdadero filósofo, persuadida de que no debe oponerse a su libertad, renuncia, en cuanto le es posible, a los placeres, a los deseos, a las tristezas, a los temores, porque sabe que, después de los grandes placeres, de los grandes temores, de las extremas tristezas y de los extremos deseos, no sólo se experimentan los males sensibles, que todo el mundo conoce, como las enfermedades o la pérdida de bienes, sino el más grande y el íntimo de todos los males, tanto más grande, cuanto que no se deja sentir.
(…) Mientras que vivimos con el cuerpo, es preciso que suceda una de dos cosas: o que no se conozca nunca la verdad, o que se la conozca después de la muerte, porque entonces el alma, libre de esta carga, se pertenecerá a sí misma; pero mientras estemos en esta vida, no nos aproximaremos a la verdad, sino en razón de nuestro alejamiento del cuerpo, renunciando a todo comercio con él, y cediendo sólo a la necesidad; no permitiendo que nos inficione con su corrupción natural, y conservándonos puros de todas estas manchas, hasta que Dios mismo venga a libertarnos. Entonces, libres de la locura del cuerpo, conversaremos, así lo espero, con hombres que gozarán la misma libertad, y conoceremos por nosotros mismos la esencia pura de las cosas; porque quizá la verdad sólo en esto consiste; y no es permitido alcanzar esta pureza al que no es asimismo puro.
Somos libres al pensar y expresar sin temor nuestros pensamientos e ideas, de otra forma somos esclavos de la voluntad de otros.
Libertad y voluntad.
"se desea, lo que no se tiene", Platón
"ni pobres ni ricos, pues, el rico es insolente y el pobre, vil", Pitágoras
Consideraos en un pueblo abierto a un camino por el cual accedisteis a un paseo vespertino y, donde a medida que vais caminando, se os van presentando ciertas situaciones, a las cuales vais haciendo caso omiso. No obstante, frente a otras, reflexionáis sin interés de cambiar las mismas, sino salvarlas; con el fin de continuar vuestro andar, sin restricción, a no ser solamente por agotamiento y/o por incapacidad de continuar, bien sea por efectos de la naturaleza o por condiciones extremadamente adversas a vuestra capacidad corporal. Al mismo tiempo, no desear que se mejoren las condiciones, tampoco de tener la suficiente capacidad corporal y eliminar las desavenencias, sino, llegar hasta donde las condiciones favorables lo permitan. ¿Cómo definiríais tal actitud? ¿No observáis falta de deseos, aspiraciones y otras situaciones que no tienen nada que ver con la actitud de pasear?
En tal sentido, hemos elaborado un ejercicio en el momento y el espacio, donde no se presenta ni una característica –por lo menos- de mediación entre el poder y querer. Sin embargo, habéis llegado hasta lo más lejano posible, sin deseos ni esperanzas, solamente os acompaña el espíritu emprendedor de lo cual sois dueño. Llamemos entonces, a esta actitud, "voluntad".
Empero, teniendo voluntad, necesitáis de la libertad para poder ejecutar esa actitud que manifiesta vuestro espíritu. Mas, la libertad es la capacidad de ejercer la voluntad sin necesariamente cumplir deseos; ni tener la necesidad de transformas ni alterar las dificultades que os presenta el mundo.
Wittgenstein afirma: "vivir libre, es vivir por el espíritu, en la medida en que el individuo ha logrado desasirse de todos los condicionantes que mueven la vida del deseo" [1]
Podría entenderse y o afirmarse una profunda inclinación al ascetismo. Sin embargo, más que esto, es poseer suficiente conocimiento de sí mismo; por ello, desempeñar la actividad que le indica suya genuina reflexión; propia y concebida de un espíritu netamente libre.
Sin distingo de religión, lo cual, como único propósito debería competir en contra de toda alteridad que no genere el más del beneficio. La voluntad, por efecto que no desea cambiar al mundo, sino ejercer su actividad sin pasión ni desdén, es más fuerte. En función de crear bienestar y armonía.
Schopenhauer, escribe: "La voluntad, aunque pueda llamarse libre, hasta si se quiere omnipotente, considerada en sí mismo y no como fenómeno, cuando se la mira en sus manifestaciones individuales iluminadas por el conocimiento, o sea en el hombre y en el animal se halla determinada por motivos.[2] Entonces, podemos definir La libertad, como, la capacidad del individuo de ejercer su voluntad sin alterar las condiciones que le presenta el mundo; para poder desempeñar motivos que son ajenos al deseo peculiar y a la vez, de poder salvar las restricciones que se le presenten en el transcurso del desarrollo de esa actitud de un fundamento espiritual que necesariamente debe ser colectivo y universal. El mayor de los motivos es vivir.
Vivir sin libertad; ¡Muertos!
Eureka, vaya insensatez, no sé porque odio vuestro dogmatismo
¿Será que vuestros iconoclastas! son peores que los míos?
¿Será que los míos no enseñan a odiar y los vuestros si?
Callad y descansad, adoctrinados, trascenderán nuestros nietos al pasado Y 50 años serán nada.
Si ya sé, no necesitan: lujo, ni libertad, total, ¡están muertos!
Aun cuando caminan, y leen, y nada les gana con la doctrina de las manos Sienten que no pertenecen a vuestro mundo majestuoso y digno
Empero, seguirán olfateando vuestra retaguardia
Y mañana comerán un blanco hueso.
¿Para qué le enseñáis? ¡Si tuvieran vuestro areópago sanarían sus angustias! Mejor regaladle madera, una brújula, y suyas arcas no emularan alguien menos que a Noé Mejor dadles plumas y construirán alas Mejor dadles libertad, y en vuestro honor mataran al minotauro de vuestro laberinto Entonces sanaran vuestro espíritu, convirtiendo en paraíso vuestro infierno.
Dejadle sufrir suyos desencantos
Dejadle vivir suyas desventuras
No quieren comer sopa, ni verduras, ni garbanzo
Dejadle pescar suyas dolencias, dejadle criar sus propios cerdos.
¡Esto lo quieren tanto! dejadle llenar sus pies de estiércol y mastranto.
¿Eso es mucho pedir? Entonces callad un minuto
¡Sintiendo vuestro propio silencio, recobrareis cordura!
Apagareis tristeza, opacareis llanto.
Joise
De los vicios y la felicidad
Principalmente El adulto mayor tiene el privilegio de ser irónica y sarcásticamente, sincero, la misma índole de -maduro- supuesto experimentado, le brinda esa cualidad, por el cual, muchos rayan en el cinismo y la insolencia. Más aun cuando el individuo ostenta un grado de poder, bien sea peculiar (familiar), pecuniario y/o público.
Lo polémico o emblemático sería: ¿cuán problemáticas han de ser las costumbres cotidianas o anacrónicas sin o con beneficio real para el ámbito que os circunscribe y para vosotros mismos?
Salvada esta instancia, se suele desarrollar, las más genuinas de las voluntades, prolijas y diáfanamente en función de concebir el más profundo deseo; no obstante ser el más burdo de los hobbies o entretenimientos. Cuan cara u onerosa sea la crematística dilapidada, importa un bledo a quienes fungen de ejecutores del intento de ludo. Lo importante es gastar el ocio que desafortunadamente encontró un espacio vacío en la debilidad del un espíritu desconocedor del juego de azar como perjuicio en la esfera de la belleza, la ética y por ende del amor propio. ¿qué importa el dinero si no existe el momento y espacio para gastarlo? Sin embargo, diría Platón: el alma, que se alimenta de la belleza de la sabiduría, no podría expresarse entre los vivos, si no se mantiene en el contenido o ente de un ser que posee como lastre a un cuerpo al cual necesariamente se debe cuidar, alimentar complacer (concupiscencia) ¿cómo y con que se hará?
Sois ciudadanos, urbanos, pertenecéis a la sociedad. Si fuerais unos salvajes otro trinar abundaría las hertzianas. Recordemos, la felicidad ¿efímera? Es más bien relativa, esporádica, aun cuando nunca improvisada; se mantiene a la expectativa, siempre proclive a fallecer, y nunca como única esperanza.
Lo único que os hace feliz de verdad, es, tener algo que concibáis como libertad, la misma que os dispensa Dios al nacer ¡Si algo os hace feliz, disfrutadlo, aun cuando seáis prisioneros de vosotros mismos!
Mucho o gran parte de los adultos adolescentes padecen del flagelo del juego, drogas, alcohol (igual que los adultos mayores) por causa de desorientación y una educación pírrica en el seno de la familia, esta parte del urbanismo conlleva un problema más severo de controlar por cuanto las leyes modernas en función de concederle más derechos y libertad al niño y adolecente, ha limitado, indiscriminadamente, la acción recompensa castigo respecto a relación de educación, educando-educador, tutela-tutelado, maestro-alumno etc. Derivado de esto se ha desarrollado una especie de anarquía familiar y general que entorpece en muchos aspecto la libertad genuina del individuo. Por ende el control que debería ser tácito en el núcleo familiar.
Este aspecto anterior debe ser considerado en un ambiente donde la educación es autoritaria.
Empero, donde la educación familiar se desarrolle en un ambiente de concurso y participación, donde el dialogo genere una satisfacción coherente con las buenas costumbres tanto ciudadanas y urbanas, como de núcleo social (familia), tal flagelo tiende a disminuir constituyendo la reducción de las estadísticas negativas. Por ende, salvar, cualquier manifestación proclive al vicio de toda índole.
Libertad de pensar según Fichte
Fichte considera que la libertad es una autonomía, constitutiva del "hombre interior" capaz de darse a sí misma la ley, el fundamento desde el cual resulta posible deducir los derechos del hombre; puesto que es imposible renunciar a la libertad de pensamiento, en tanto que constituye al ente individual, en tanto que es constitutiva de conciencia moral, se podrá derivar de ello la conciencia de los derechos humanos.
Respecto a la Universidad y su papel, concebirá posteriormente que, el motor de la deducción de los derechos humanos está claramente estableciendo: que donde alguien que tiene un derecho sobre un fin, lo tiene igualmente sobre los medios. En la medida que el fin del hombre es la racionalidad, la libertad sobre los medios de usarla debe estar fuera de duda. Inspirado en Rousseau afirma "sin esta libertad no existe tampoco un pacto social efectivo". Un derecho es una posibilidad de acción en el mundo que debe ser garantizada.
Igualmente afirma, un derecho puede ser ejercido, o no es tal y, como el derecho fundamental a pensar y a formarse es imprescriptible, no puede haber contrato social si no se garantiza: La libre investigación del objeto en consideración hasta llegar al descubrimiento de cualquier duda sobre él. Tal acepción es sin duda alguna, un derecho del hombre.
Nadie, salvo él mismo individuo humano, puede determinar su elección, su dirección y sus límites (…) Es una determinación de su razón no reconocer ningún límite absoluto, y sólo así la razón se hace razón, y el hombre un ser racional, libre y autónomo. Por eso, la investigación en tal sentido es un derecho del hombre.
Aprender, conocer es un derecho humano, luego que se nace no como una tabula rasa Descarteana, sino como una inteligencia neta o bruta, que va adquiriendo sabiduría de acuerdo a la voluntad de cultivarle para obtener una buena cosecha a posteriori. Simón Bolívar no "exigía" del gobernante presentarle al pueblo un sistema político especifico para lograr Justicia -prefería el más perfecto, la democracia– que era lo que más deseaba. En sus planteamientos "pedía efusivamente" que se garantizara al pueblo la educación, la enseñanza con justicia y sin alienación política, lo más elemental para que un pueblo pueda tener una cultura de vanguardia y por ende ser libre de la peor de las esclavitudes e injusticias "la ignorancia". Por ende libertad.
En tal sentido nuestro libertador afirma:
"Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud (…) Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza (…) La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción: la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia."
Conclusión
"la exhortación:, Conócete a ti mismo estaba esculpida sobre el dintel del templo de Delfos, para testimoniar una verdad fundamental que debe ser asumida como la regla mínima por todo hombre deseoso de distinguirse, en medio de toda la creación, calificándose como « hombre » precisamente en cuanto « conocedor de sí mismo." JP II
Indudablemente, se debe defender con tesón el derecho a la libertad de desenvolvimiento. Esta libertad debe comulgar con los deberes que socialmente ha adquirido el individuo humano como "persona" que integra la sociedad en un urbanismo que le exige una compostura cotidiana y diacrónica. Todo en función de mantener armonía y paz en el ámbito donde habita y lo que le circunscribe.
Este concepto se podría considerar como un patrón de conducta en la medida de comprender y aprehender las bondades que otorga tal libertad, siempre y cuando el albedrio no atente contra la prudencia y la tolerancia, de esta forma se construye la ética y no de otra, luego cultivar dentro del seno de la familia lo que comprende la voluntad de la moral: "amar al prójimo como a vosotros mismos".
Es pues, la educación la más genuina de las herramientas que han logrado ante todos y por todos concertar el más puro de los términos en que se funda la libertad, principalmente, tomando como causa, el inicio y el termino de los limites que le conceden al individuo tan imponderable pero sublime valor (conoceos a vosotros mismos y seréis libres)
"¡Un pueblo desinformado es un pueblo débil!" esto, aunado a esto
"la ignorancia del pueblo es el arma de su propia destrucción"
Estas dos máximas son manifestaciones del espíritu de quienes críticos han proferido tales máximas ante el silente clamor de quienes estoicos han sufrido inclementemente: la opresión de tiranos, monarcas, conquistadores y toda clase de déspotas, quienes a sabiendas de la importancia de la información oportuna como ente de poder para librarse de sus yugos, lo truncan con toda clase de armas, desde la amenaza hasta el asesinato, muchas veces bajo el amparo demagógico de juicios improvisados con la anuencia de acólitos y sátrapas cobardes, a quienes la sombrilla de la adulancia le otorgan indulgencia.
Se debe defender a toda costa la libertad de expresar, no ideas peregrinas, ni aisladas, mucho menos estériles, expresar tanto el clamor de justicia como la oposición a la injusticia y la demagogia, criticar y denunciar la violencia desatada a consecuencia del manejo errado de las instituciones judiciales y protección ciudadana, la politización de los mismos y todo aquello que conlleve el deterioro de la paz ciudadana.
Los medios de comunicación tienen en su haber un valor ético mas que moral, e interviene con propiedad en el desenvolvimiento cotidiano con miras a advertir y prevenir al pueblo de los hechos que desafortunadamente podrían ocurrirle al ciudadano desprevenido e inocente, no por enajenación, sino por pensar todo lo contrario o ignorar la veracidad de la situación diaria y el acontecer cotidiano en su entorno.
Fichte (Filosofo del derecho), concibe: "Presentarse como garante de "la felicidad" es, sencillamente, abusivo y fuera de lugar, pues, la felicidad pertenece al ámbito público y lo que se solicita al mandatario es: justicia, que pertenece al ámbito privado; incluso la Declaración americana lo reconoce así cuando habla no del derecho a la felicidad, sino del derecho a "buscarla" cada cual a su manera, lo que es bien distinto a la pretensión despótica de "saber correctamente" qué sea la felicidad."
Kant (racionalismo), en TEORÍA Y PRÁCTICA, 1793, afirma que tratar a los súbditos como menores de edad, confundiendo el Estado con la familia, constituye «el mayor despotismo concebible».
Bibliografía
Alarcón, JJ., 2001, Religión y Relativismo, extraído de diarios secretos del autor citado, pág. 49 Ed. Ariel.
Alcoberro, R. 2010, Lectura de la reivindicacion de pensar de J.G Fichte
http://www.alcoberro.info/v1/fichte4.htm
Bolivar, S. 1993, Escritos fundamentales, Congreso de Angostura, Ed. Monte Avila. Caracas
Camus,A.1979, Calígula, Ed. Losada, B. A.
Kant, I. 1793, Teoría y P ráctica.
Platon,1983, Fedón, Ed. Orbis Barcelona
Wjotila, C,1998, Encíclica VaticanoII "Fides et Ratio", Libreria Editrice Vaticana
Autor:
Lcdo. en Filosofía, Joise Morillo
[1] Alarcón, JJ., 2001, Religión y Relativismo, extraído de diarios secretos del autor citado, pág. 49 Ed. Ariel
[2] Ibíd., pág. 53