Algunas consideraciones en torno a la temática racial en Cuba (página 2)

Este proceso de mestizaje cultural, es decir de transculturación [2]se llevó a cabo en todo el continente y trajo efectos para nuestra región, pues a su llegada no solo trajeron parte de su cultura de sus costumbres y de su modo de vida, sino que trajeron además una nueva concepción del mundo, una manera diferente de percibir la realidad y de asumirla ante las nuevas condiciones que se presentaban.

La desigualdad racial en Cuba permanecía, siguiendo la tendencia latinoamericana, esta se trasladaba de los sectores masivos de la economía hacia los más deseables. La raza continuó siendo un obstáculo para acceder a las profesiones. 

Las diferencias salariales, asociadas al color de la piel no eran muy grandes entre los trabajadores manuales pero aumentaban significativamente entre los profesionales, sector además en el que los negros estaban mucho menos representados. 

(…)la problemática racial tal vez sea la más compleja, «desconocida» y difícil de nuestra realidad social; ningún problema provoca entre nosotros tanta inquietud, preocupación y recelo; es fácil encontrar personas que no desean escuchar nada sobre él, y si lo oyen evitan hacer comentarios; ¿ignoran que esta es una cuestión vinculada a otras, como son, economía, equidad, derechos humanos, desigualdad, justicia social, marginalidad y discriminación religiosa?; las potencialidades del asunto dependerán de quién y con qué objetivos lo maneje; su arista negativa reside, como ya vimos, en su componente potencial de división social; su lado positivo esta ligado a la búsqueda de la integración cultural y social y a la lucha por la unidad nacional.(morales, E: 2008)

El arrastre que se tiene de nuestra historia de esclavitud, nos ha traído consecuencias a la hora de asumir nuestra identidad mestiza, ya que no todos la asumimos igual, ni pensamos lo mismo al respecto. Considero que debemos esforzarnos aun más en nuestros trabajos para sentirnos orgullosos de la representación social de los negros, de su papel real y grandioso en la historia de la independencia que pueda posibilitar un buen sentimiento de pertenencia.

Han sido muchos los años que llevamos arrastrando ese estigma de subestimación con la raza negra. Es hora de un deje de verse lo negro como el lado malo de la sociedad.

"El complejo entramado de los prejuicios raciales en la Cuba contemporánea está conformado por el racismo del blanco, que tiene como antecedente la negación de la propia condición humana del negro que inspiró la institución esclavista; el racismo del negro que nace del rencor de la explotación y la humillación y el racismo del mulato que quiere pasar por blanco convencido de que así adelanta la raza". (Duharte, y Santos, E. 2002)

Es por ello que se debe apreciar la cuestión racial de negros a blancos, de blancos hacia los negros e inclusive entre personas de piel negra. En Cuba el individuo que va conformando su identidad tiene la particularidad, de estar permeado por un mestizaje racial que por siglos ha sido elemento característico de nuestra cultura, la cual no tuvo elementos diferenciadores de sus troncos originarios, todos foráneos, hasta bien avanzada la lucha por la independencia. Por su parte la conquista y la colonización hicieron posible una compleja contextura etno racial sobre la cual se instituyó nuestra estructura de clases y que trajo aparejada, la formación de una mentalidad prejuiciosa y excluyente a partir del color de la piel; que se refleja en trabajos de eminentes intelectuales, quienes concibieron las singularidades del proceso cubano, desafiando, por avivar una identidad personal digna, sobre la base del auto reconocimiento de su identidad racial.

Entre estos intelectuales Fernando Ortiz y Gustavo Urrutia reconocen lo imposible que resulta al régimen neocolonial resolver el problema de la desventaja racial por estar entre otras razones vinculado al fenómeno clasista.

Es su intención al igual que Ortiz convencer de la necesidad de la desestimación del concepto de raza, como cualidad diferenciadora entre los hombres y al respecto nos dice "más de una vez he dicho que para llegar al indiferentismo racial donde existe discriminación, precisa comenzar por concretar y definir esas diferencias a fin de poder eliminarlas. No se trata de borrar las diferencias biológicas sino de hacerlas inocuas. (Urrutia, G. 2005)

Hacer inofensivas las diferencias raciales a nuestro juicio es un llamado del autor al auto reconocimiento racial, al conocimiento del fenómeno y no a su ignorancia a partir del precepto científico de su inexistencia.

Urrutia reconoce lo difícil que resulta para el denominado Nuevo Negro la toma de conciencia racial sin que llegue a enviciarse de racismo y apunta "al hacer el nuevo negro un caudal, de sus propios valores para movilizarlos en pro de la comunidad, inicia este proceso de autodeterminación espiritual definiéndose a si mismo lo que el negro significa para el mundo y para Cuba (Urrutia, G. 2005)

Lo antes expuesto es el resultado de lo que Urrutia consideraba como exaltación de una nueva concepción por los negros como camino hacia la inocuidad de las diferencias raciales.

Se nos muestra una arista interesante, este enfoque es uno de los problemas que hoy se discute con fuerza entre los estudiosos del tema racial, debido a que se sostiene que a pesar de los esfuerzos realizados por la Revolución nuestra cultura es racista, entre otras razones por la falta de identidad racial real, de autoconciencia de la existencia del fenómeno y la asunción de una mentalidad que no favorece la superación del prejuicio pues se esconde.

Coincidimos en el abordaje desde la mentalidad para un problema que no puede mirarse globalmente pues se repliega hacia el mundo interior como identidad personal cultural con fuertes, raíces, en este caso la mentalidad cambiante se le exige al negro pero de igual manera para todos nos dirige la mirada hacia la identidad.

La identidad racial por tanto es resultado de la subjetividad humana, como la identidad en general, que se establece a partir de un elemento objetivo, el color de la piel y presupone la asunción por los individuos de este, con o sin prejuicio, así como un conjunto de características que desde la tradición han sido asignadas a una u otra raza, como valores o anti valores con el propósito de establecer diferencias objetivamente marcadas.

Conclusiones

Por lo que llegamos a las siguientes conclusiones

? A partir de su agrupación de acuerdo al color de su piel, comparten prácticas y tradiciones heredadas del pasado.

? La privacidad de sus espacios hacen que se mantenga viva la discriminación racial como muestra del insuficiente auto reconocimiento de la igualdad.

? Se puede revertir esta situación de la discriminación racial.

Bibliografía

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• 17. Urrutia Gustavo. Puntos de vistas del nuevo negro. En Revista del Caribe. No 46 2005.

Autor:

Lic. Eliannys Zamora Arevalo

[1] Se refiere al Dr. C. Esteban Morales Domínguez, profesor de la Universidad de la Habana y Miembro de la Academia de Ciencias de Cuba.

[2] Término empleado por Don Fernando Ortiz y que define:" una verdadera mezcla de ingredientes entre aquellos que llegaban y aportan, enriqueciendo la cultura material y espiritual del país en formación, y quienes ya pertenecen a ella, todo sometido a un medio social, natural y humano, que selecciona, remodela, redimensiona, reacomoda, subsume o transforma, acorde con sus tendencias, lo que llega de otras culturas para producir una nueva calidad cultural propia y diferente, autóctona"