Cómo entonces entendemos el proceso histórico del mestizaje en nuestros pueblos: Cuando pensamos en Latinoamérica desde una perspectiva histórica y su inserción en el escenario mundial, nos encontramos con un primer umbral: la llegada de los españoles a América en 1492 y el inicio de los sistemas coloniales a nivel internacional; en este contexto se configura un centro, Europa, y unas colonias, América (también podríamos considerar los territorios de África, Oceanía y Asia).
Es justamente en esta nueva dinámica mundial que nacen los llamados pueblos mestizos (una "mezcla" entre pueblos europeos con pueblos locales), dentro de un proceso de conquista en donde un pueblo se impone sobre otro a través de acciones violentas permanentes que conllevan una serie de cambios en las formas de organización política, económica y sociocultural de las áreas conquistadas, bajo un nuevo sistema que absorbe esta nueva complejidad social: el colonial.
El Mestizaje en Venezuela
El proceso de formación de la población mestiza en el territorio venezolano se inició prácticamente desde el desembarco de los españoles en las costas del mismo. Alonso de Ojeda ya en 1500 estaba unido a una india con la que se casó y tuvo varios hijos. En las islas de Cubagua y Margarita, desde mucho antes de 1550 se extendió el mestizaje con fuerza. De allí surgió Francisco Fajardo, el mestizo venezolano más destacado del siglo XVI. El mestizaje de españoles e indios se inició en el primer viaje de Cristóbal Colón, y aumentó con el proceso de colonización, por razones muy diversas: el escaso número de mujeres españolas durante los primeros años de colonización (apenas un 10% de los hombres); los factores de prestigio favorables a la unión de mujer india con el español; los escasos prejuicios raciales de éste (el español tenía muchos prejuicios religiosos y hasta sociales, pero no raciales); los regalos de mujeres indígenas a los conquistadores como garantía de tratados de paz; la juventud de los pobladores ibéricos (su promedio de 20 años); y la ruptura de los rígidos patrones culturales ibéricos en el medio americano.
La población venezolana es mayormente mestiza en un 67%, aunque el resto de su composición étnica se divide entre un 21% de blancos; un 10% de raza negra y un 2% de raza indígena.
En Caracas, comenzaron a registrarse los bautizos de vástagos de europeos y aborígenes apenas se abrió antes de 1580 su primer libro de bautismos. En los Andes el proceso no fue diferente, como lo confirma el hecho de que hasta Juan Rodríguez Suárez, el fundador de Mérida, dejó varios hijos mestizos. La rapidez y amplitud en la formación de la población mestiza se explican, por un lado, porque entre los españoles no existían trabas étnicas para cohabitar con personas de cualquier grupo racial y por otro, porque la conquista fue una empresa masculina, en la que escasearon, por consiguiente, las mujeres blancas.
El amancebamiento entre españoles e indias tuvo que ser frecuente, y de él surgieron los más importantes núcleos de mestizos venezolanos durante los siglos XVI y XVII. Este hecho comunicó a esa población la situación incómoda de un origen ilegítimo, sobre el cual se ensañarían muchas de las mezquindades sociales de la época colonial. Hubo, sin duda, mestizos que procedían de uniones legales, ya que la legislación permitía el matrimonio entre europeos y naturales.
Sin embargo, estos casamientos no abundaron, por lo que los mestizos legítimos pertenecían al campo de las excepciones. La situación de los mestizos en el contexto social de la Colonia no era muy homogénea, ya que entre ellos existían diferencias bastante marcadas. Los hijos legítimos y de piel menos oscura gozaban de casi todas las prerrogativas de los blancos: podían contraer matrimonio con éstos, ordenarse de sacerdotes, ingresar a la universidad. En este grupo se encontraban los cuarterones y ochavones, quienes, por una bula de Clemente XI, ya a comienzos del siglo XVIII, debían ya ser considerados como blancos. El jurista Juan Germán Roscio pudo, precisamente, ingresar al Real Colegio de Abogados de Caracas porque comprobó su condición de mestizo cuarterón, nieto de una india. Por el contrario, los mestizos ilegítimos y de color más oscuro se hallaban en una posición tan desventajosa como la de los sectores más discriminados.
Ellos formaban parte de la llamada «gente inferior» que, a menudo, sacaban su sustento de los denominados «oficios viles». Existieron disposiciones generales que reducían los derechos de los mestizos, como la que les impedía, desde 1576, al igual que a , ejercer el cargo de escribano. La legislación llegó, sin embargo, a concederles la facultad para portar armas, aunque a veces los funcionarios reales hacían caso omiso de tal derecho. La población mestiza fue afianzándose desde la conquista en aquellas regiones donde los indios resultaban indispensables para el trabajo por razones diversas, particularmente donde persistió la institución de la encomienda. Por consecuencia, predominaban los mestizos al despuntar el siglo XVIII en el occidente, sobre todo en los Andes; en el oriente, con la excepción de los valles donde, como en el de Cumanacoa, el cultivo de la caña de azúcar fue esencial, y en algunos espacios de Guayana donde conquistadores y misioneros, sobre una base demográfica indígena, fundaron varios pueblos y ciudades.
Hacia el final de la Colonia el número de mestizos había alcanzado gran aumento, a pesar de que procedían de una población en extinción, como era la de los aborígenes, y de un pequeño grupo de pobladores, como fue el de los españoles. Su presencia se notaba en todas las regiones del país y hallábase también participando en las actividades más diversas, aunque muchos de ellos trocados en criollos blancos.
Regiones donde se Inició el Mestizaje
En Venezuela, como en el resto de las posesiones españolas, el proceso de mestizaje primario, como resultado del cruce hispano-indio, se inició desde las décadas de 1520 y 1530, tanto en la región de Cubagua y Margarita al oriente, como en Curazao y Coro al occidente.
En las ciudades de Coro, El Tocuyo y Barquisimeto, tan pronto como se fundaron empezaron también a llenarse de mestizos.
En este sentido, y en cifras aproximadas, los mestizos constituyen la mayoría poblacional en Colombia, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Venezuela y Ecuador.
América
Las mujeres españolas que emigraron a América fueron entre el 10 y el 20 por ciento de los hombres, a lo que hay que añadir que éstos eran por lo regular muy jóvenes. El emigrante español tenía entre 18 a 25 años e iba solo, con muchos prejuicios religiosos acerca del matrimonio y más aun con mujeres de razas diferentes, pero carecía de prejuicios para unirse sexualmente con mujeres de otras razas (mayoritariamente indígenas) y procrear hijos a los cuales con muy alta frecuencia, abandonaba. El mestizaje surgió, por ello, coetáneo a la llegada de los europeos a América. Algunas veces, ciertos grupos de soldados penetraban en los poblados de los naturales y violaban o robaban las mujeres. A esto se unieron luego las numerosas dádivas de mujeres que los indios hacían para garantizar las paces.
La Corona Española pensó que el mestizaje sería un elemento de integración social y un factor de paz social entre culturas tan diferentes. Los casos de conquistadores casados con princesas incas o aztecas fueron considerados ejemplares. El problema fue en aumento, porque la selectividad de la mujer española para matrimoniar con blancos acomodados obligó a los mestizos a unirse con mestizas, mulatas o con indias. Empezaron a jugar los prejuicios religiosos y se prohibió a los mestizos portar armas, ser caciques o protectores de indios, escríbanos, corregidores y alcaldes mayores, sentar plaza de soldado, obtener grados universitarios y acceder a las órdenes religiosas, salvo en el caso de que demostraran ser hijos legítimos. El problema habría resultado insignificante si su número hubiera sido escaso, pero resultó que pronto sobrepasaron a los blancos, representando un detonante social, ya que estaban condenados a vivir sin una función social específica y en una tierra que había sido repartida entre españoles e indios antes de su aparición.
Latinoamérica. Los Mestizos
Una representación de mestizos en una "Pintura de Castas" de la era colonial. "De español e india produce mestizo".
Bajo las castas de la España y América española, el término originalmente se aplicaba sólo a los hijos que resultaban de la unión de un progenitor europeo y otro amerindio, o a aquellos cuyos dos progenitores hayan sido mestizos. Durante esta época existía una miríada de otros términos (castizo, cuarterón de indio, cholo, etc.) que estaban en uso para denotar otros individuos de la misma ascendencia europea/amerindia pero en grados menores o mayores que el 50:50 de los mestizos. Hoy en día, el término "mestizo" se aplica a toda persona que comparte las ascendencias, europea y amerindia, sean cualquiera las proporciones de éstas.
En Chile y Costa Rica a diferencia de los demás países de América Latina, se suele combinar a blancos y mestizos en una sola cifra, estimándose ésta en aproximadamente un 95% de la población, se entiende en ambos casos que comparten una ancestralidad mixta.
En Brasil, a los mestizos también se les conoce comúnmente como "caboclos" o "mamelucos", pero sus números son muy reducidos.
En Puerto Rico – donde las restringidas categorías de censo estadounidense no ha permitido que la ascendencia mezclada de la mayoría de los puertorriqueños sea oficialmente reconocida – se ha dicho que la población abarca una mayoría blanca, una población amerindia ya extinta, personas de ascendencia mezclada, africanos, y una pequeña minoría asiática. Sin embargo, recientes investigaciones genéticas han revelado ascendencia matrilineal amerindia en más del 61% de la población, y ascendencia europea patrilineal en el 75%, por lo cual la mayoría son mestizos (blanco-amerindio). Una mayoría abrumadora de ciudadanos puertorriqueños, sin embargo, se define simplemente como "puertorriqueños", poniendo mayor importancia a la identidad nacional que a la clasificación racial.
En Perú y especialmente en México, "mestizo" se ha convertido realmente en una etiqueta cultural. En este contexto cultural, se le considera "indígena" a un amerindio sólo si aquel vive y mantiene la forma de vida tradicional (vestuario, costumbres e idiomas indígenas), en otro caso, se le considera "mestizo". Además, en el ejemplo mexicano, la mayor parte de la pequeña minoría afro-mexicana también se identificaría simplemente como "mestizo", en vez de negro, mulato o zambo, más por virtud de sus rasgos culturales y no por su ascendencia racial. Estas implicaciones culturales de "mestizo" pueden dar lugar a una sobreestimación de la población mestiza – en el caso mexicano hasta una parte considerable de la población según algunas fuentes – que de otra manera no serían mestizos en un sentido racial, sino específicamente, indígenas o africanos. Adicionalmente, ni el censo mexicano ni el peruano registran raza, de modo que cualquier cálculo realizado por los cuerpos de gobierno o agencias independientes son siempre estimaciones. En Perú generalmente se reserva el término "cholo" sin eufemismos ni prejuicio alguno al mestizo o amerindio con rasgos culturales predominantemente indígenas independientemente de su composición racial, más aún si se expresa alguna de las lenguas originarias.
Las clases dominantes en México o Perú sin embargo usan el término indio, cholo, zambo, mulato, negro, chino, u otras etiquetas raciales-culturales como un término despectivo y de inferioridad social. Perú ha sido una de las sociedades más racistas de hispanoamérica, herencia que es un legado de su historia de exclusión de la población indígena por un esquema colonial piramidal en el cual una minoría de origen europeo estrechamente vinculada por lazos económicos y de sangre, se colocaba por encima de los demás grupos y que se ha entronizado por siglos. Mejoras han ocurrido pero solo lentamente. En Centroamérica se le da el término de "Ladino", aunque está referido al mestizo que solo habla castellano o español.
Mestizos Hispanoamericanos en Europa
Los primeros mestizos de quiénes se tiene conocimiento haber pisado tierra europea fueron los nietos de Moctezuma II, a quienes la corona española reconoció su linaje real. De esta familia los descendientes más famosos son los Condes de Miravalle quienes aún hoy en día exigen el pago de las llamadas pensiones de Moctezuma al gobierno mexicano.
Martín Cortés, hijo del conquistador español Hernán Cortés y de la intérprete náhuatl-maya mexicana Malinche, de hecho llegó primero, pero fue exiliado como castigo por liderar una sublevación.
También llegó del Perú el mestizo conocido como Inca Garcilaso de la Vega, hijo del conquistador Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa incaica Isabel Chimpu Ocllo. Vivió en el pueblo de Montilla, Andalucía, donde murió en 1616.
Durante las décadas de 1970 y 1980 llegaron a Europa miles de mestizos latinoamericanos, tanto por razones políticas como económicas, predominando esta última en la actualidad.
Los Métis
A los métis se les considera un grupo étnico independiente. Esta comunidad de ascendencia consiste de los individuos descendidos de uniones de mujeres de las primeras naciones (amerindios canadienses) – específicamente los Cree, Ojibway y Saulteaux – a empleados británicos y franco-canadiense de la Compañía de la Bahía de Hudson. Su historia fecha a mediados del siglo XVII. Han sido reconocidos como pueblo independiente a partir del siglo XVIII.
Su territorio aproximadamente incluye las 3 provincias de la pradera (Manitoba, Alberta y Saskatchewan), partes de Ontario, Columbia Británica, y los Territorios del Noroeste, así como partes del norte de los Estados Unidos de América (i.e. Dakota del Norte y Montana).
Tradicionalmente, los métis hablaban una lengua criolla francesa llamada "michif" (con varios dialectos regionales). Michif (un deletreo fonético de la pronunciación métis de métif, una variante de métis) también se utiliza como el nombre del pueblo métis. El nombre es más comúnmente aplicado a los descendientes de las comunidades en lo que hoy es Manitoba meridional. El nombre también se aplica a los descendientes de comunidades similares en lo que hoy es Ontario, Quebec, Labrador y los Territorios del Noroeste, aunque las historias de estos grupos son diferentes de la de los métis occidental.
Las estimaciones sobre el número de los métis varían desde unos 300,000 hasta 700,000 o más. En septiembre de 2002, el pueblo métis adoptó una definición nacional de "métis" para ciudadanía dentro de la "Nación de los Métis". De acuerdo a esta definición, se estima que hay entre 350,000 a 400,000 ciudadanos de la "Nación de los Métis" en Canadá. Muchos métis clasifican como métis a cualquier persona que pueda probar que un antepasado haya solicitado una escritura de tierras o escritura de dinero como parte de los tratados del siglo XIX con el gobierno canadiense.
Estados Unidos. "Mixed-Bloods" y Mestizos
En los Estados Unidos, Mixed-blood ("mezclado de sangre") es el término más comúnmente empleado por estadounidenses para designar a estadounidenses no-hispanos de ascendencia europea y amerindia, mientras que mestizo es el término empleado para designar a hispanoamericanos y estadounidenses hispanos de esa misma ascendencia, sean estadounidenses desde hace generaciones o inmigrantes recientes.
De los Méxic-americanos que han vivido en el sudoeste de Estados Unidos por varias generaciones antes de la anexión e incorporación de esa región a los Estados Unidos – previamente parte de México – muchos se identifican como "mestizos", particularmente los que también se identifiquen como chicanos, entre estos muchos tejanos.
De los más de 40 millones de hispanoamericanos y estadounidenses hispanos en los Estados Unidos, alrededor de la mitad serían mestizos. El alto índice de natalidad entre hispanos en los Estados Unidos se atribuye sobre todo a los mestizos. El otro 48% restante de hispanos se identifican racialmente como blancos, aunque de estos muchos puedan también poseer una buena proporción de ascendencia amerindia.
Asia. Las Filipinas. Los Mestizos
Durante el temprano período colonial de las Filipinas, el término originalmente se refería sólo a aquellos de ascendencia indígena filipina mezclada con española y en menor proporción mexicana. Sin embargo, el término pronto llegó a ser genérico y sinónimo de "mezclado".
Desde entonces, mestizo, se ha utilizado libremente para referirse a todos aquellos filipinos que sean de ascendencia mezclada, independiente a la combinación racial o del cociente, pero típicamente incluyendo una estirpe indígena filipina. Todas las variedades de mestizos en las Filipinas juntos no constituyen más el de 40% del total de la población. De ése 10%, menos de la mitad son de la variedad hispano-filipina. Sin embargo, un reciente estudio genético conducido por la Universidad de Stanford indica que un 3.6% del total de la población filipina tiene por lo menos un ascendiente europeo.
A más de los ya mencionados mestizo de español y mestizo de chino, otras variedades de mestizos en las Filipinas incluyen los mestizo de japonés (de ascendencia indígena filipina y Japonesa) y mestizo de americana (de ascendencia indígena filipina y americana), etc. Los de mezcla de filipino con otra ascendencia asiática se les suele referir comúnmente como "chinito/a", aunque esto sería más correctamente aplicada sólo a aquellos mestizos de ascendencia indígenas filipina y china. Otros términos que denotan a los mestizo de chino incluye "Sangley" y el vernáculo "Tsinoy".
Se dieron 2 situaciones extremas: cuando el hijo permanecía junto a la madre en el ambiente aborigen, era un mestizo aindiado; cuando permanecía en el ambiente del padre y era tomado en cuenta por éste, se convertía en un mestizo hispanizado; estos últimos tuvieron una actuación notable sobre todo durante la segunda mitad del siglo XVI, como lo demuestra el caso de Francisco Fajardo quien, además del español, hablaba varias lenguas aborígenes. Posteriormente, con la llegada de mujeres españolas y la presencia del esclavo africano, el mestizaje se hizo más complejo y ya en el siglo XVIII, como resultado de varios cruces entre individuos que tenían antepasados europeos indios y negros, surgió el estrato social de los pardos término comúnmente utilizado para señalar, exclusivamente, la mezcla de negro con blanco
Clasificación Colonial de las Personas
– Españoles: Peninsulares o criollos, los primeros eran los procedentes de España, y los segundos, los hijos de españoles o sus descendientes que habían nacido en América.
– Indios: Los aborígenes americanos, llamados indios o naturales.
– Negros: Los individuos africanos traídos en calidad de esclavos. Algunos eran liberados posteriormente.
– Mestizos: Aquellos individuos de padre español y madre indígena (o viceversa, aunque estos casos eran menos frecuentes, y en Costa Rica no están documentados). Posteriormente fue empleado para clasificar a todas aquellas personas que tenían algún antepasado indígena, no necesariamente alguno de sus progenitores; incluso se llegó a utilizar para personas que tuvieran algún antepasado africano remoto (por ejemplo, a fines del siglo XVIII, podía ser mestizo quien tuviera una tatarabuela africana y 15 españoles).
– Mulatos: Aquellas personas de padre español y madre negra (o viceversa, aunque estos casos no eran tan frecuentes y no están documentados para Costa Rica). Posteriormente fue empleado para clasificar a todas aquellas personas que tenían algún antepasado africano no muy remoto, no necesariamente alguno de sus progenitores.
– Pardos: Originalmente hacía referencia a un color particular; luego, se empleó prácticamente como sinónimo de mulato. Siempre implicaba presencia de sangre africana y podía incluir a quienes tenían algo de sangre indígena. También se usó para designar a los vecinos de la Puebla de los Pardos (en Cartago, principalmente).
– Zambos: Aquellos individuos de padre negro y madre india (o viceversa). Posteriormente se clasificó así a aquellas personas que tenían antepasados indígenas y africanos, no necesariamente sus padres.
– Los Criollos: hijo nacido en el país de padres oriundos de otras tierras. El término, que según el Inca Garcilaso de la Vega «lo inventaron los negros», aparece desde muy temprano en Venezuela, ligado también a los esclavos africanos. Ya en el siglo XVI, los esclavistas establecían claramente la diferencia entre negros criollos y originarios del África.
– Tercerón: Individuo hijo de español y una mulata o viceversa.
– Cuarterón: Individuo hijo de español y una tercerona o viceversa.
– Quinterón: Individuo hijo de español y una cuarterona o viceversa.
– Sexterón: Individuo hijo de español y una cuarterona o viceversa. Las personas de esta "clase" eran clasificadas como mestizas a fines del siglo XVIII, en Costa Rica.
Conclusión
A la llegada de Cristóbal Colon a América se hicieron presentes blancos, mulatos, mestizos, negros, indios, españoles, etc.; una gran masa de diferentes razas y nacionalidades.
El mestizaje interétnico es un fenómeno que se produce desde la Prehistoria. En Europa fue particularmente importante a comienzos de la Edad Media, con grandes migraciones de pueblos nórdicos y asiáticos, y continuó luego ininterrumpidamente, produciendo verdaderos complejos étnicos. El mestizaje fundamental se dio, como señalamos, entre los españoles, los indios y los negros, ninguno de los cuales era obviamente una raza.
Los mestizos llegaron a ser, evidentemente un sector fundamental en la vida social de Venezuela hasta el punto que se ha atribuido a los mismos un peso decisivo en el triunfo de la gesta emancipadora. Más en este caso se hace referencia a una mezcla racial que incluye a blancos, indios y negros.
Bibliografía
– http://es.wikipedia.org/wiki/Mestizaje
– http://www.simon-bolivar.org/bolivar/el_mestizaje.html
– http://es.wikipedia.org/wiki/Mestizo
– http://www.nacion.com/ln_ee/ESPECIALES/raices/mestizaje.html
Autor:
María Belda
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